/Suna, una semana después/
-Kazekage-sama, los ambus de la aldea de la hoja lo están esperando-
-hazlos pasar de inmediato- respondió Gaara en tono autoritario, mientras su subordinado asentía.
-kazekage-sama, es un placer verlo- dijeron tres de los ambus, mientras que el cuarto se acercó a él y le palmeo la espalda en un gesto fraterno, mientras se quitaba la máscara de zorro.
-Gaara tanto tiempo- el aludido sonrió y le dio la mano.
-ninguno de ustedes necesita ser formal conmigo, lo saben-
-no queremos ser tan irrespetuosos, como este baka- contesto uno de ellos
-OYE...- grito Naruto, pero de inmediato volteó hacia el kazekage.
-y cual es la misión tan importante para la que nos necesitas-
-bien, la godaime y yo, hemos estado dialogando para crear una nueva alianza entre nuestras aldeas, y finalmente llegamos a un acuerdo, por ello decidimos reunirnos en Konoha y firmar un nuevo acuerdo de paz, debido a que seré yo quien tenga que trasladarse hasta allí, su godaime decidió que era su deber brindarme protección y por ello los ha mandado a Suna... para ser mis escoltas-
-jejeje... desde cuando Sabaku no Gaara necesita a 4 ambus como escoltas- pregunto el rubio en tono burlón.
-desde que el Kazekage acepto firmar un nuevo acuerdo de paz con nuestra aldea, que puede resultar peligroso para todas las demás, idiota, recuerda que tanto Suna como Konoha, son dos de las aldeas más poderosas- contesto el joven con máscara de lince.
-oye Shika, no hace falta que siempre me maltrates-
-mhh, es que siempre resultas tan problemático-
-pues a mí me parece, que esta molesto porque Temari no esta aquí- dijo Sai riendo.
-... yo... ella... – Nara solo se sonrojo.
-mi hermana quería estar aquí, pero debido a mi viaje ella y Kankuro, tienen que hacerse cargo de los asuntos internos de Suna.-
-ah que pena yo quería saludarlos... bueno no importa ya podremos verlos...- dijo el rubio.
-Si, bueno creo que será mejor que descansen, partimos mañana a primera hora.- dijo Sabaku.
-gracias kazekage-sama- contesto el muchacho con la máscara de perro.
-vamos, ya oyeron-
-si, si ya vamos, el hecho de que seas el que ha estado más tiempo en los ambus no te hace nuestro líder- dijo el rubio.
-no, pero si me hace el mejor de todos, además de que SI soy su líder, después de todo la misión esta a mi cargo- los 5 jóvenes comenzaron a reír, hasta que un sirviente de Gaara condujo a los 4 ambus a sus habitaciones.
/En la habitación de Naruto/
-Demonios, estoy demasiado cansado, llevo días prácticamente sin dormir, y esas pesadillas son demasiado reales, quizás sean los recuerdos de kyubi... ¿por qué?... yo no quiero tenerte en mi interior... yo no pedí ser tu contenedor, entonces ¿por qué me atormentas?... esas imágenes, esa gente, mis manos están manchadas de sangre inocente... aunque la aldea me perdone, yo nunca voy a hacerlo... porque tú sigues en mi interior intentado escapar, pero yo no voy a permitirlo... –
Se recostó en la cama con la intención de descansar, pero al cerrar sus ojos se quedo profundamente dormido.
Numerosas escenas invadieron su mente, gente siendo desgarrada, devorada, y él lo veía desde la primera fila, ya que eran sus manos las que causaban todo ese daño, o más bien sus garras de zorro. Luego vio a una niña llorando ya que él acababa de asesinar a su madre y devorarla, todo delante de la pequeña, volvió su mirada hacía ella, quería detenerse, quería cerrar sus ojos, pero su cuerpo no respondía, con terror, observo sus garras clavarse en ella, en su carne, la niña grito e intento sacarse esas zarpas que desgarraban su piel, pero mientras más forcejeaba, más se dañaba, él sacó su garra del cuerpo de esa pequeña y lamió la sangre que brotaba de las heridas, mientras que ese cuerpo indefenso solo temblaba, sus fauces se abrieron y de un mordisco separo el pequeño brazo, del resto del cuerpo, el alarido de dolor fue desgarrador, pero fue el último ya que sus garras se clavaron en la garganta quitándole la vida a esa niña.
Entre sueños el pobre Naruto lloraba, quería escapar de esas imágenes, pero no podía hacer nada, ya que estaban en su propia mente. Por suerte para él, sintió como alguien lo zamarreaba con la intención de despertarlo, y esa persona no tardo mucho en conseguirlo.
-Gaara... – el rubio se sintió feliz de ver a su amigo, y no tener que seguir soportante los recuerdos de Kyubi, sin importarle nada más se abrigo en los brazos del pelirrojo, tratando de contener los temblores que lo embargaban.
-¿desde hace cuanto?- pregunto el kazekage, sin soltar a su amigo.
-... ¿qué?... – el pobre Uzumaki no comprendía a que se refería.
-¿desde hace cuanto el kyubi te atormenta?- dijo mientras acariciaba el cabello rubio en un intento por calmar su evidente temor.
-... comenzó hace unas semanas... – dijo casi sin voz.
-mhhhh... el sello se ha debilitado... –
-¿de qué hablas?...-
-¿recuerdas cuando yo era el contenedor de Shukaku?-
-por supuesto- Naruto comenzaba a asustarse aun más, sin poderlo evitar.
-yo no era capaz de dormir ya que mi sello no era tan poderoso como el tuyo... y si intentaba hacerlo, Shukaku podía intentar hacerse de mi cuerpo... bueno, tu sello era mucho más poderoso y mantenía a Kyubi dormido... pero cuando el sello se libero por primera vez, este se debilito, después de eso, tú usaste el poder del demonio en numerosas ocasiones, y eso continuo debilitándolo, cada vez que tu rompías el sello, el Kyubi despertaba en tu interior y recuperaba un poco de su voluntad, y esta se hacía más y más fuerte... hasta llegar a este punto, es probable, que el zorro ya no pueda ser dormido por el sello, y este se haya mantenido despierto en tu interior, ahora esta tratando de posesionarse de ti y liberarse-
-... entonces, ya no podré volver a dormir... – Naruto realmente tenía miedo, no le importaba no volver a descansar, pero no quería poner en riesgo a sus amigos o a la gente que era importante para él.
-no te preocupes, Tsunade y yo hallaremos la forma- Gaara sostenía a su amigo como si se tratará de un niño pequeño e intentaba confortarlo.
-Gaara... –
-esta noche voy a hacerte compañía, no me gusta charlar demasiado, pero estoy acostumbrado a no dormir, y sé que no te gusta estar solo-
-... gracias... por todo- el pelirrojo no respondió, siguió acariciando su cabello.
-dime como supiste que yo... –
-sentí su chakra, recuerda que yo también fui un contenedor, para mí es fácil sentir esa presencia, y a decir verdad, siempre pensé en la posibilidad de que con Kyubi tu sello... lo siento, es mejor que no pienses en eso.-
- esta bien-
/A la mañana siguiente/
Al llegar el alba, tres ambus se despertaron y comenzaron a arreglar sus cosas; cuando estuvieron listos, se apresuraron a dirigirse al despacho del kazekage y se asombraron al ver que no los estuviera esperando, creyeron que tal vez se encontrará aún en su habitación, aunque por el contrario la ausencia de su último integrante les pareció normal.
-vamos a buscarlos- dijo Neji, que sostenía su máscara en la mano.
-esta bien, pero primero pasemos por Naruto, no podemos quedar como irresponsables delante de Gaara-sama- Sai a pesar de ser generalmente despreocupado, era totalmente distinto durante las misiones.
-tkss, que problemático.- Shikamaru seguía siendo el mismo, aunque en el fondo se había convertido en alguien mucho más preocupado por los que lo rodeaban.
Los tres subieron a la habitación del rubio, pero se sorprendieron de ver a Gaara y Naruto saliendo de ella, con cara de no haber dormido en toda la noche. Sai y Shikamaru no pudieron evitar voltear a ver a Neji, a pesar de que ninguno solía expresar sus emociones abiertamente, ambos sabían perfectamente lo que este sentía por el kitsune, además que se tenían cariño, llevaban casi tres años siendo compañeros y amigos.
Hyuuga por su parte solo se coloco la máscara y apretó sus puños; sus compañeros se sintieron muy mal, pero no sabían que hacer.
Gaara tardo en percatarse de la presencia de los tres ambus, estaba concentrado en el rubio, quien directamente no los notó, el pelirrojo supo reconocer al instante, lo que pasaba por la cabeza de los otros jóvenes, pero no se ofendió, solo sintió que no era el momento para aclarar nada, Naruto era su prioridad en ese momento.
-después de desayunar nos iremos- fue todo lo que dijo el kage, y recibió el asentimiento de los otros.
Continuará…