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Ladrones de órganos por Paz

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Notas del capitulo: Sendoh recibe lo que se merece

  Ladrones de órganos

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 4: El seductor

 

Hizo un par de llamadas antes de conseguir la dirección que necesitaba, estaba decidido hacer una visita a cierto seductor para aclarar algunos puntos con él.

Rukawa solo le explicó que había tenido una discusión con Sendoh, sin llegar a aclararle los motivos que la provocaron, iba dispuesto a conseguir que el puercoespín le explique que había sucedido entre ellos. Aunque le había declarado sus sentimientos no deseaba entrometerse entre la pareja, porque tal vez solo se trataba de una pelea de enamorados. En esos momentos no recordó el lamento de Rukawa acerca que nadie lo querría, porque eso le haría pensar que Rukawa estaba libre, aunque también haberlo pensado, podía creer que se refería a la nueva situación por la que estaba atravesando, fuere lo que fuere, Hanamichi solo tenía una idea en mente, encontrar al desgraciado que se había aprovechado del desamparo del joven y para ello tenía que recorrer sus mismos pasos.

Por ello, tomó el tren que le llevaba hasta las proximidades de la casa de Sendoh y mientras se dirigía allí, pensaba que era extraño que durante esos días él no se hubiera acercado a visitarle al hospital, tenía que estar enterado de lo que le había pasado porque cosas así, aunque uno tiende a mantenerlas en secreto siempre acaban sabiéndose.

Siempre había pensado que Rukawa y él eran incompatibles porque sus caracteres eran totalmente opuestos, solo cambio de idea cuando se dio cuenta que su actitud hacia él estaba provocada por el intenso deseo de conseguir su atención, saber que le amaba no le ayudó a acercarse a él porque siempre le veía distante e indiferente hacia su persona, excepto cuando discutían, entonces saltaban chispas alrededor de ellos, ese pensamiento le hizo sonreír.

Al levantar la mirada se dio cuenta que las personas que ocupaban su mismo compartimiento estaban sonriendo mientras le miraban, les devolvió la sonrisa costaba poco hacer feliz a la gente, minutos antes le miraban con un poco de aprensión, su cabellera roja aún levantaba rechazo, en cambio una sonrisa era capaz de hacerles olvidar el temor que su presencia había provocado cuando ocupó ese lugar.

En cambio, cuando llamó a la puerta del piso de Sendoh, ocurrió todo lo contrario, fue ver su sonrisa y soliviantarse, su puño se estrelló contra su cara, tomado por sorpresa, Sendoh cayó de espaldas al suelo. Atraído por el estruendo apareció Koshino.

Al fijarse que el joven aparecía solo vestido con un lienzo enrollado a la cintura, pensó que ese puñetazo estaba bien dado, ese desgraciado estaba jugando con Rukawa.

-A qué viene esto? -preguntó Sendoh, la sonrisa se había borrado de sus labios.

-Te dice algo Rukawa? -preguntó a su vez con expresión beligerante.

-¡¡Ahhhh... es eso!! Te ha ido con el cuento. -sonrió mordaz, olvidando que sentía un diente flojo dentro de su boca sangrante.

-Te estas tirando a tu amiguito...

-No..., es al revés, me tiré a Rukawa... -su sonrisa de suficiencia se borró al ver que la expresión de Sakuragi no era la adecuada para ironías.

-Cuéntamelo... -pidió entrando a la vivienda sin pedir permiso y casi pasando por encima de Sendoh que se apresuró a levantarse y cerrar la puerta. Koshino volvió a aparecer vestido. Se había dado prisa, apenas si había tardado dos minutos.

-No hay nada que contar... -refunfuño, sabía que no había hecho un buen papel en toda aquella historia. Entonces le pareció divertido conquistar al Rey del Hielo, humillarle para bajarle del pedestal en el que estaba subido.

-Yo creo que si... -los huesos de sus puños cerrados crujieron peligrosamente haciéndole saber que estaba dispuesto a todo por escuchar su versión de los hechos.

-¡¡¡Largate, Sakuragi!!! -dijo Koshino asustado- Voy a llamar a la policía si no lo haces -se dirigió al teléfono dispuesto a cumplir sus palabras.

-Si, llámales, ellos están más que dispuestos a interrogar a Sendoh -una sonrisa desdeñosa curvó sus labios- Solo adelantarás los acontecimientos.

-Qué quieres decir? -su mano se detuvo a punto de agarrar el aparato, indeciso por la aparente tranquilidad de Sakuragi.

-Esta bastante claro. La policía esta muy interesada en conocer a Sendoh -sonrió con aparente satisfacción- Tal vez entonces tu sonrisa se borrará de tu rostro. -Le miró al decirlo.

-No he hecho nada que merezca conocer la policía -aseguró- Un corazón roto no es de interés de la policía.

-Pero un riñón si...

-¡¡Qué quieres decir???!!! -preguntó perplejo.

-Al parecer estabais disfrutando de vuestro triunfo y no estáis enterados. Por lo que se, Rukawa se marchó de aquí muy alterado, bajo sus defensas y su presa fácil para un desaprensivo que se aprovecho de su vulnerabilidad. Qué le hiciste? Rukawa solo me contó que os peleasteis. Creí que eras su pareja...

-Solo fue una apuesta..., Koshino y yo apostamos que en menos de una semana aparecía por nuestro piso para reclamarme porque faltaba a sus citas. Fue sencillo seducirle, el Rey del Hielo cayó en mis brazos como una fruta madura cae del árbol.

-Una apuesta... has jugado con sus sentimientos? Le has humillado y eres capaz de decirme tranquilamente que solo era una apuesta.

-Si... -una vez más no vió venir el golpe, el cabezazo de Sakuragi le tomó desprevenido, al segundo escuchó un crujido y un espantoso dolor que se expandió por todo su rostro- ¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGG!!!! -el dolor era tremendo, se llevó las manos a su nariz sangrante, sus ojos miraban con espanto al pelirrojo.

-Una nariz rota no es nada comparado con la perdida de un riñón. Si vuelves a acercarte a Rukawa a nivel personal te matare. -dijo aprovechando que Koshino se había apresurado a salir para buscar ayuda y solo era su palabra contra la de Sendoh. Solo entonces se marchó.

Sendoh le miraba aterrado.

Cuando Koshino apareció con un lienzo para ayudarle a contener la hemorragia, le encontró solo.

Sendoh recibió una dolorosa cura de su nariz y una reparación de su diente, no se atrevió a denunciar a Sakuragi, dijo que se había caído golpeándose contra el reposabrazos de un sillón. Koshino a regañadientes confirmó sus palabras.

Continúa en el próximo capítulo...

Notas finales: Se que es corto..., pero así seran casi todos.

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