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Y empezó a soñar... por Akide

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Salió pausadamente y con cara de resignación de su cama, para afrontar un día más en esa loca casa. Se echó agua fría en la cara para despertarse. Luego se vistió con su equipo de baloncesto y bajó a desayunar con todos sus compañeros.


-Rukawa! Por fin bajas a desayunar! Los demás ya se han ido a practicar, te esperan en la cancha-. Decía Kogure con pintas de ama de casa. -La verdad esque parece estraño esto de ver al shohoku entero en una misma casa-. Pensaba Kogure con dos dedos en la barbilla.


Era un experimento que se le había ocurrido a Anzai. Estaban en medio de la liga, acababan de vencer a Shoyo y aun les quedaban dos durísimos rivales por ganar, así que Anzai les obligó a vivir durante un més de verano en una misma casa, es decir, la suya. Para que se llevaran mejor, y así poder hacer un mejor equipo y más competitivo.


Rukawa se dirigió con su mirada amarga hacia la cancha dónde vió al capitán y los demás corriendo cómo locos, se unió a ellos. Terminados los calentamientos empezaron a ensayar “unos contra unos”. Gori hizo las parejas, así que acabaron de la siguiente forma: Mitsui con Kogure (que llegó después de haber lavado los platos del desayuno de sus compañeros, por cierto esta pareja fué asignada por las suplicas de Kogure a Gori sin que Mitsui se percatara), Rukawa con Ryota (ya que Ayako se empeñó en juntarlos, para así no tener que ir de un lado a otro claro), Gori se puso con Hanamichi y los que sobraban se uniron. Gori sudó mucho esa mañana, ya que la energía de Sakuragui es inagotable aún ser tan malo, pero con el tiempo empezaba a jugar mejor. Kogure sonreía todo el rato al lado de Mitsui, pensando lo mucho que estaba evolucionando y esforzándose por ese deporte, a su vez, quedaba agotado ya que Mitsui era infinitamente más bueno que él. Y por último, Ayako animaba euforicamente a Ryota y Rukawa que juagaban concentrados sin cruzar palabras.


Al fin llegó mediodia y pudieron ir a comer lo que la mujer de Anzai les había preparado amablemente. Anzai se reía al verles entrenar tan duro y conviviendo, ya que, con esos tres digamos que no era muy fácil, pero si divertido. Por la tarde se dividió el equipo en dos para poder hacer partidos entre ellos, esa idea fué de Anzai claro, que les estubo observando emocionado toda la tarde, también aprovechó para darles algunos consejos a los chicos. Llebavan allí con esa rutina tres semanas y seis días, así que al ser la última noche que iban a pasar juntos Anzai decidió llevarlos a cenar a un buen restaurante de la ciudad y así fué. A la caída del sol se fueron de la cancha.


Al llegar a la casa de Anzai se fueron todos a sus habitaciones a ducharse y vestirse con ropa de calle. Así que salieron de la casa y se dirigieron todos juntos hacia el restaurante donde Anzai había reservado mesas para todos. Sin ellos saberlo se encontraron con algunos chicos de Ryonan en la cena, ya que Taoka y Anzai decidireon cenar juntos con sus equipos. Los duros entrenamientos estaban terminando y pronto jugarían de nuevo entre ellos y con Kainan.


Estuvieron hablando todos durante toda la cena, pero al terminar los entrenadores se fueron a sus casas. Entonces Sendoh junto con Koshino se fueron a la cancha que había más cerca y empezaron a entrenar de nuevo aunque estaba muy oscuro. Los miembros de Shohoku acabaron yendo a esa cancha ya que no tenían ganas de irse a sus casas después de esos días juntos, menos Rukawa que fué arrastrado por Ayako. Al llegar a la cancha Sendoh se dió cuenta de la presencia de Rukawa y al momento de verle le retó. Rukawa tenía ya algo de sueño pero aceptó ya que, quería demostrarle a Sendoh que podía superarle. Gori vió llegar al rey de los monos y le retó al otro lado de pista dónde jugaban apasionadamente Rukawa y Sendoh. Empezaron a jugar entusiasmadamente. Al rato, Ayako empezó a sentir el cansancio de esos días y decidió marcharse. Ryota al ver la situación se fué tras ella.


-Ayako, no vayas sola que es muy tarde, y a una chica tan guapa cómo tu le podría pasar cualquier cosa-. Ayako sonrió y asintió ligermanente con la cabeza. Así que Ryota le acompañó hasta su casa. Estubieron hablando y riéndose todo el camino, al llegar al portal Ayako se despidió y le dió un beso a la mejilla. Ryota se puso cómo un tomate y se fué a su casa sonriendo como un loco.


Mientras, en la cancha, aún seguían jugando. Uozumi estaba ya muy cansado así que le susurró algo a Akagi y se marchó sin decir nada más mientras Hikoichi le seguía tomando notas de todo lo que acababa de suceder. Gori se sonrojó ligeramente ya que Uozumi le había dicho; Gori, me encanta como juegas, me gustaría que me enseñaras personalmente cuando dejemos de ser rivales. Así que Gori con mala cara se fué de la cancha, el corazón le palpitaba sin saber muy bien porqué hasta que se dió un fuerte golpe en la cabeza y se serenizó, estubo unos segundos parado en medio de la calle y al ver el rostro de Haruko hablando con Hanamichi hizo que se olvidara por completo de Uozumi. Se fué corriendo hacia ellos y se llevó a su hermana, que se despedía amablemente de Sakuragui. Hanamichi les siguió hasta el portal de la casa de los hermanos y luego se dirigió a la suya pensando enrojecido en Haruko.


La canasta que había quedado libre la habían utilizado Kogure y Mistui para practicar un rato. Rukawa y Sendoh seguían jugando incansablemente. En cambio, Koshino miraba admirado a Sendoh (por su talento), sentado en la hierba que rodeaba esa oscura cancha. Kogure sonreía mirando a Mitsui. Al cabo de un corto rato se oyeron pasar unas motos. Una de ellas se paró al ver a gente jugar a baloncesto y gritó; Hisashiii! ¿Quieres venirte un rato con la banda o prefieres entrenar toda la noche? Mitsui despidió con un alegre grito a sus compañeros y se fué corriendo hacia la moto dónde le esperaba Tetsuo. Se subió a la parte de atrás y se pegó a su amigo, ya que arrancaba con rapidez.


Kogure desolado se dirigió a su casa. Iba por la calle con una falsa sonrisa y pensamientos algo alocados respecto a su compañero de baloncesto.


Koshino empezaba a estar algo cansado y le dijo a Sendoh de ir tirando.


-Oh, cierto Koshino. Prometí acompañarte hasta tu casa en moto. Bien Rukawa, le acompañaré, pero, ¿podrás esperar cinco minutos? No quiero que termine tan pronto este partido.


-Hm, de acuerdo.


Sendoh se montó es su moto y Koshino se cogió a él. Ponía mala cara, pero no decía nada ya que respetaba a Sendoh más que a nadie en el mundo. Sendoh corría demasiado, parecía tener muchisima prisa. Así que, llegaron a la calle de Koshino dónde se bajó rápidamente para no hacerle perder tiempo a su admirado compañero. Sendoh se dió cuenta de la expresión de Koshino, así que le dió un beso en la mejilla y le sonrió.


-Hasta mañana, amigo-. Dijo Sendoh remarcando, Koshino sin casi darse cuenta ya no veía a su compañero. Le sonrió aún saber que Akira ya no podía verle. Le consideraba un gran amigo y Koshino se sentía feliz por ello.


Sendoh llegó de nuevo a la cancha y vió cómo Rukawa bebía agua de la fuente, su cuerpo parecía cansado. Pero así cómo vió llegar a Sendoh, se incorporó y volvió a poner expresión de superioridad. Empezaron a jugar de nuevo hasta que los primeros rayos de luz les cayeron encima. Era muy bonita la cara de Rukawa iluminada por unos pésimos hilos de luz. Estaban los dos sudando y sus cuerpos se pudieron ver con claridad por primera vez en toda la noche. Se sentaron un rato a reposar ya que fisicamente estaban exaustos. Sus respiraciones eran más aceleradas que nunca.


-Rukawa, definitivamente me lo pondrás dificil en el partido. Siempre has sido bueno, pero has mejorado aún más-. Decía Sendoh convencido.


-Hm, te ganaré-. Dijo Rukawa desafiante.


Los dos eran de pocas palabras, así que se estuvieron mucho rato sin decirse nada. Entonces Sendoh le propuso a Rukawa de ver el amanecer en la playa, había una muy cerca. Rukawa se mostró indiferente pero fué con Sendoh a ver el amanecer.


Al llegar se tumbaron de lado encima de la arena. Contemplaban ese bonito amanecer con el aire de mar que les acariciaba encima. Estaban muy cansados. No se decían nada, y en cuestión de minutos Sendoh vió que Rukawa se había dormido. Se sentó acercandose un poco más a él y estuvo observandole su bonita e inocente expresión de niño, mientras Rukawa yacía placidamente en la arena. Cuando el sol empezaba a ser molesto Sendoh trató de despertar a Rukawa.


-Kaede, Kaede,..-. Parecía inútil, Rukawa ni se inmutaba, así que se lo acurrucó en su espalda y lo cargó hasta su casa, no estaba muy lejos de la playa. Akira al ver que dormía de esa forma lo tumbó sobre su cama y cogió una manta con la idea de irse a dormir al sofá. Antes de poder salir por la puerta le echó el último vistazo, era tan hermoso.. No pudo evitar de acercarse y besarle suavemente sus lavios. Vió como una sonrisa aparecía en los labios de Kaede. Sendoh creyó haber cometido una estupidez y fué a tomarse una ducha para despejarse. Al terminar vió que Rukawa dormía en el sofá envuelto en la manta que había cogido. Era una sofá ancho así que se tumbó a su lado y se quedó mirándole fijamente. Se preguntó como habría llegado hasta el sofá dormido, pero algo le sacó de sus pensamientos, Kaede había separado los labios.


-Akira.. te ganaré..


Sendoh sonrió y se quedó dormido al lado de ese maravilloso contricante al que no lograba entender muy bien y empezó a soñar...


-OWARI-


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