EL árbitro silvó, 88-90, así es cómo quedaron el Shohoku con Kainan.
Los muchachos del Kainan empezaron a saltar y gritar de alegría. El Shohoku les había sido un gran reto que habían conseguido ganar, como siempre. Kainan era el mejor equipo de Kanagawa. Por lo contrario, el espíritu perdedor invadía a los muchachos del Shohoku. Sakuragui lloraba sin parar y los demás ponían unas caras horribles.
Al salir de los vestuarios Hanamichi se dirigió a su casa con algunas lágrimas pegadas en sus mejillas. Después de ese duro entrenamiento, sintió cómo si no le hubiese servido de nada. Llegó a su casa y sin cenar ni nada, se tumbó en su cama. Se quedó con la mirada fija al techo y pasó toda la noche en vela, sin decir una palabra.
Kogure y Haruko acompañaron a Takenori al hospital, ya que su tobillo parecía estar muy grave. Pasaron unas horas en urgéncias y luego tomaron un taxi para ir a sus casas a descansar, ya que al día siguiente tendrían que asistir a clase.
Ayako estaba muy preocupada por la salud del capitán, y a Ryota le preocupaba mucho Ayako. Además que el se sentía muy deprimido por todo el esfuerzo en vano. Así que se fueron juntos a cenar al Danny's.
-Lo has hecho muy bien, Ryota. Has luchado hasta el fin de tus fuerzas. Maki es un oponente demasiado complejo para el Shohoku-. El espiritu luchador de Ayako parecía estar muy lejos.
Miyagi sonreía por las palabras de su enamorada.
-Lo siento... es que no puedo sacarme de la cabeza la lesión de Akagi.
-No te disculpes Ayako, es normal.
Estaban los dos muy hundidos, pero parecía que juntos se hacía más leve. Acabaron la cena y Ryota acompañó hasta su casa a Ayako, luego él se dirigió hasta la suya.
Los muchachos de Kainan se fueron a cenar a un restaurnate, para poder celebrar dignamente su victória contra el Shohoku. Estuvieron un par de horas cenando y charlando, pero cuando terminaron se fueron todos a sus casas a descansar después de ése agotador partido.
Mistui llamó a Tetsuo para que pasara a recogerle. Tetsuo al ver la cara de Mitsui no le preguntó nada y le llevó a un bar a beber unas cuentas copas para poder pasar mejor ese amargo sentimiento. Mitsui empezó a beber cómo nunca lo había echo.
-Tetsuo, yo pensaba que lo conseguiríamos...- decía Mitsui lloriqueándole.
-Mitsui eres un gran jugador, de eso no tengo la menor duda.
Mitsui sonreía felizmente al oír esas palabras, que rápidamanete, se le subían a la cabeza.
Cuando Tetsuo creyó que Mitsui había bebido bastante, se lo llevó a su casa. Subió las escaleras con Mitsui a cuestas. Al entrar, lo tumbó al único sofá-cama que había en el piso y se echó a dormir al suelo, con una manta.
Rukawa se dirigió a su casa tomando el tren. Ya que el instituto de Kainan quedaba algo lejos. Iba escuchando musica, absorto en su sentimiento de culpa. Al bajarse en su estación se tropezó con un enorme cuerpo.
-¿Qué haces aquí?- Dijo friamente Rukawa.
Era Sendoh, que plantado delante de Rukawa, le dijo si quería que fueran de nuevo a la playa antes de que anocheciera. Rukawa asintió levemente con la cabeza, parecía darle igual. Así que, volvieron a tomar el tren hasta el barrio de Ryonan.
Se dirigieron hasta la playa y vieron cómo anochecía. Rukawa se quedó dormido sobre la cálida arena. Al despertarse se dió cuenta de que era demasiado tarde cómo para coger un tren, y Sendoh viendo su expresión, le tranquilizó.
-No pasa nada, quedate de nuevo en mi casa y te vas temprano por la mañana. Es que no quería desperarte, se te veía tan cansado...
Rukawa suspiró resignado y se levantó del suelo, seguidamente de Sendoh y empezaron a andar hacia el piso.
-Rukawa, me ha gustado mucho verte jugar. Creo que desde nuestro amistoso has mejorado mucho. Ya lo noté ayer en el uno contra uno, pero hoy has estado espectacular. Cuando tomaste las riendas del equipo.. La verdad es que tengo ganas de jugar contra Shohoku.
-Hm, si nuestro juego a estado bien. Pero si no me hubiesen sacado al final del partido...
-¡Por favor no te culpes!- Le cortó Sendoh-. Has jugado de maravilla, además casi no he visto errores en tu juego.
Al llegar al piso tomaron los dos una ducha y cenaron ramen, hecho por Sendoh. Que a Rukawa le sorprendió su capacidad por la cocina.
Luego se recostaron en el amplio sofá de Sendoh y se pusieron a ver una película que estaban dándo. Era de miedo. Sendoh vió como Rukawa estaba cada vez más cerca. “Nunca hubiese imaginado que Rukawa sintiese miedo por algo, y menos una película”. Pensó atontado, Sendoh.
-Rukawa, si te da miedo puedo apagar el televisor-. Dijo suavemente Sendoh.
Rukawa le miró fijamente y negó con la cabeza. Al televisor empezaron a salir cada vez imágenes más impactantes. A Sendoh le dolía ver ésas expresiones de Rukawa, así que por inercia sin darse cuenta de lo que hacia, le abrazó. Rukawa se sacó un gran peso de encima. Se sintió protegido. Sendoh no podía dejar de mirar a Rukawa, era demasiado hermoso.
-BOOM!!-. Se oyó en la película.
Rukawa se giró de golpe a la vez que Sendoh estaba acercándose más, así que sin querer sus labios se juntaron. Se quedaron los dos con los ojos abiertos cómo platos. Cuando Sendoh reaccionó, quiso separarse rápidamente de Rukawa pero él, le agarró con fuerza la cabeza. Así que cerraron los ojos y se dejaron conducir por un bonito beso.
Cuando Sendoh se levantó, a parar esa molesta caja de sonidos, Rukawa se acostó en el sofá. Sendoh vió lo maravilloso que estaba y le tapó con una manta. Se tumbó a su lado y sin poderlo evitar, le abrazó con fuerza. Pasaron toda la noche durmiedo de esa forma.
Por la mañana, cuando Sendoh despertó, Rukawa ya se había marchado.
En shohoku, todos los muchachos del equipo se dormían en las clases, ya que el partdio había sido agotador. Gori no había asistido a clase a causa de su lesión, y Hanamichi tampoco ya que su orgullo no se lo permitía.
Ayako sentada en su pupitre, mirando a Ryota dormido, pensaba.
-Tenemos que ganar al Ryonan.