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Un beso lo cambia todo por mihll

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen....

Notas del capitulo: Les dejo una pequeña historia dedicada a una amiga a quien quiero mucho, espero que les guste.
 

Capítulo único

 

Un nuevo año, un nuevo enfrentamiento entre los equipos de Shohoku y Ryonan...

 

Aun faltaban cinco minutos para el inicio del partido y se sentía  nervioso, impaciente, caminando de un lado a otro en el estrecho pasillo de los vestidores, sin control de sus emociones, sin control de sus manos sudorosas que temblaban involuntariamente.

 

Allí esta Riota, el nuevo capitán dando ánimos y las últimas indicaciones antes de salir a la cancha, allí esta Rukawa... con su imagen imperturbable, muy concentrado en tan solo un ideal, derrotar a su mejor oponente.... ese mismo Rukawa que es un completo desconocido que hace caso omiso de la presencia del pelirrojo...

 

 

Los segundos pasan y no es capaz de dirigirle una mirada mientras que Hanamichi cada vez que puede le ve disimuladamente. No lo puede comprender, ayer fue uno y hoy es otro totalmente diferente, el mismo de siempre...el mismo chico frío y antisocial que tanto detestaba.

 

Recuerdo de Hanamichi

 

 

Una tarde fresca a pesar que el sol se había levantado con todo su esplendor, el aire suave se abría paso ingresando al interior del gimnasio a través de las grandes y pesadas puertas, bañando con su caricia a un grupo de chicos que se encontraban sentados en medio de la duela, todos sonrientes conversando sobre trivialidades y nada de preocupaciones.

 

- no entrenaremos hoy, descansen  que mañana es el día-

 

Eso dispuso el profesor Anzai a su llegada al gimnasio, con toda razón, el día de mañana debía encontrar a los jóvenes deportistas con energías puesto que  su  rival siempre es un hueso muy duro de roer sobre todo si Sendoh, su jugador estrella, se encuentra en el mejor estado físico.

 

 

Sendoh, con tan solo mencionar ese nombre los ojos azules del zorro brillaban con determinación, deseo y esperanza de esta vez poder derrotarlo. Su rostro mostró inconformidad cuando oyó la noticia de boca del entrenador y al final cuando todos  ya se habían marchado a sus casas, contradiciendo toda orden permaneció en el gimnasio. El esférico  era su mejor amigo, con el en  sus manos comenzó a hacer tiros al aro pero solo lanzamientos libres a sabiendas de que el encuentro con su rival debería encontrarlo aun con fuerzas en el cuerpo.

 

Hanamichi le observaba desde un lugar oculto en las gradas, se escondió en ese allí con la finalidad de practicar tranquilamente y en secreto las nuevas técnicas que días atrás le había enseñado el profesor Anzai, pero  otra vez ese zorro se le volvía a adelantar. Y él, que tan solo deseaba practicar para poder dar la sorpresa a todos mostrando sus nuevas habilidades miraba a Kaede sin entender, no comprendía su obsesión por entrenar día y noche como si de eso dependiese su vida.

Agitó la cabeza y se revolvió los cabellos con las manos con inusual violencia en señal de frustración, nada estaba bien. A su pensamiento ese estúpido le interrumpía su brillante plan, el hombre que solo vive para el basquetball, el chico perfecto en ese deporte que se lleva toda la admiración de sus compañeros de equipo relegándolo a segundo plano o mas bien algunas veces siendo completamente ignorado, pero eso no era todo,  si además era el ser perfecto físicamente que le robaba la atención de las chicas mas lindas de la preparatoria, esas que enloquecían con su presencia coreando su nombre... adorándolo como a un dios.

 

Al final se resignó, conocía el zorro y sabia perfectamente que el no se marcharía hasta muy tarde.

 

- mejor ir a otro lado, tal vez a la cancha del parque... aquí el aire esta demasiado asfixiante- pensó para si.

 

 

Comenzó a retirarse con la misma cautela con la que se ocultó, procurando no se visto. Apenas y alcanzaba la puerta cuando dejo de oír el botear del balón.

 

 

- espera, no te vayas-

 

Una voz le detuvo, no podía ser nadie mas que el zorro, eso si que le parecía increíble, él, gastando saliva para dirigirle unas palabras y peor aun pidiéndole que no se marchara ¿en que momento se percató de su presencia si creyó haber sido invisible?. Se encogió de hombros y que mas daba voltear para averiguar lo que se proponía, con un poco de suerte esta vez no terminaría matándose a golpes.

 

 

- ¿que sucede contigo zorro apestoso? , tú, ¿pidiéndome que no me marche?-

 

Dijo con tono de ironía pero antes de lo que lo pudiera pensar, el joven de ojos azules le pidió que se acercara con voz muy serena. Vaya sorpresa para el pelirrojo, ese chico hoy parecía haber olvidado su tono molesto con el que siempre se dirigía a su persona.

 

Respiro profundo y comenzó a acercársele con cierto dejo de desconfianza, bueno... al menos si lo humillaba, esta vez no había público presente.

 

Estaba solo a unos paso cuando él volteo. Sus ojos tenían un brillo extraño, diferente al que le conocía, entonces no pudo evitar dar un paso atrás de la impresión, y esa leve sonrisa que se dibujo en su rostro le dejó completamente descolocado.

 

- ¿Quién eres tu? ¿Donde has dejado al zorro que conozco?-

 

 Dijo si poder creer lo que sus ojos veían, esto tan solo debía ser una ilusión, ni en sus más alocados sueños podría ver a Rukawa demostrando más que indiferencia... no, definitivamente no era el mismo chico, el zorro que conocía jamás sonreiría.

 

- mañana es el gran día y tú me ayudarás a derrotar a ese estúpido de Sendoh-

 

Le dijo haciendo caso omiso de sus palabras y sin dejar de sonreír, esto era realmente extraño, increíble... ¿Rukawa pidiéndole ayuda?, quiso reír, burlarse tan solo para irritarlo. No lo logró, algo en su interior  lo evitó...no pudo responder nada esta vez.

 

- Hanamichi...- lo llamo por  su nombre-dime que lo harás, que juntos lo lograremos...-

 

Su voz, la forma en que se  lo dijo, tan tranquilo como si entre ellos nunca hubiesen existidos diferencias, sin una gota de resentimiento por todas las veces que lo había provocado para terminar en una pelea. Sintió que de pronto perdía la fuerza en las piernas, impresionado...sus manos buscaron inútilmente donde apoyarse y comenzó a caer, pero no...él le contuvo atrapándole ágilmente entre sus fuertes brazos.

 

Wow!! Más que detener la caída tenia la impresión que le estaba abrazando.

 

-Hana...-

 

Volvió a hablarle,  casi en un susurro mientras acomodaba sus brazos alrededor de su cintura, atrayendo aun más su cuerpo hacia el suyo.

 

Se encontró mudo, completamente mudo y un estremecimiento recorrió todo su ser cuando el apoyó su barbilla  en su hombro con la  respiración sobre su  cuello, suave, serena, acompasada... Quedo estupefacto, con la boca abierta...esto realmente estaba fuera de toda realidad ¿Rukawa acogiéndole entre sus brazos?....

 

El ojiazul permaneció así unos momentos mientras Hana no podía reaccionar, estaba sin movimientos o gesto alguno, con  sus brazos dominados por una total flacidez como si fueran de gelatina.

 

 

- No dirás nada, no me golpearas o insultaras por lo que estoy haciendo-

 

Lo dijo de pronto sin perder la calma. Hana seguía sin responder,  entonces Kaede separó su cabeza del hombro y buscó su mirada para enfrentarla a la suya. Allí estaba, con su rostro distanciado apenas a escasos centímetros...por un momento el pelirrojo creyó haber sentido como la sangre se le subió de improviso a las mejillas.

 

El chico de ojos zorrunos sonrió de nuevo al observarle.

 

Hana tragó saliva dificultosamente al no saber que pretendía.   Sus nervios, los que suponía de acero se volvieron líquidos cuando una de las manos de Kaede le liberó de su agarre para posarse en su mejilla  acariciando suave y delicadamente su piel, y pudo advertir el sonrojo mientras se acercaba mas y mas , lento, sin duda alguna. Lo que vino después... inevitable... no pudo balbucear siquiera una palabra de reproche....

 

 

Los labios del ojiazul posándose tímidamente sobre los suyos, un contacto que provocó su corazón latiera con violencia... con esa suavidad, esa entrega... terminó por derretirse completamente, desarmándolo...

 Perdió el control de su cuerpo, de sus brazos  que inconscientemente respondieron al abrazo con fuerza. Se vio respondiendo a las caricias envuelto en sensaciones indescriptibles. Kaede, llevando el dominio cada vez mas osado, abriéndose paso por su boca yendo al encuentro de su lengua, recorriendo, degustando cada milímetro de esa cavidad.

 Su sabor tan dulce, tan embriagante...y se dejo llevar por ese beso que se volvía mas apasionado, avasallante...su necesidad también afloro a flor de piel y lo buscó también con furia, con una furia y violencia salvaje casi primitiva y quería mas... mucho mas...

Enloqueció de placer, no importaba que fuera él, su enemigo, sino que importaba lo que le hacia sentir, como si fueran un solo ser.

 

Disolvieron el beso, casi sin aire en los pulmones, jadeantes, intentando recobrar el vital elemento que escaseaba...

 

Kaede le  miro con ternura infinita mientras él se perdía en sus profundos ojos azules...

 

- dime que me amas tanto como yo a ti-

 

Lo dijo en susurro suplicante. No podía negarle nada después de eso, le hizo tocar el cielo en un segundo despertando sus mas profundas emociones. Hicieron  el amor con sus bocas y se sintió liberado, hermoso, acariciado y torturado a la vez. Acorralado  como un animal salvaje respondiendo  de la misma manera.

 

- yo...yo te amo- respondió

 

Tenía  la necesidad de decírselo. Muchas veces se había cuestionado la extraña relación que llevaban, el porque de la urgencia de llamar su atención o el la suya...ahora todo quedaba claro, hoy todo tenia un sentido.

 

Le sonrió nuevamente al oír su repuesta. Como nunca su belleza me pareció cautivadora...es hermoso y tierno...solo para él.

 

- nos vemos mañana en el partido-

 

Kaede le dijo luego  suspirando con satisfacción. Entonces le beso de nuevo, solo fue un suave y corto beso de despedida. Recogió sus cosas y le dejó hundido en una total perplejidad, ni siquiera le dio tiempo repreguntarle en que momento se había percatado de su presencia, que importaba...solo quedaba esperar el mañana para volver a verlo...un día que seria eterno sin su presencia.

 

Fin recuerdo

 

 

Han salido a la duela  y aun nada, ningún gesto de Kaede  para su persona...le inquieta esa actitud y como nunca su desconcentración en el juego es máxima al punto de perder un balón que hábilmente Ryota había robado. Su mente fija en la figura de del ojiazul y sus manos torpemente no respondieron.

 

Se quedó estático, perdido... permitiendo que el equipo contrario hiciera de la suyas alargando la ventaja. Tras la anotación vinieron las palabras de reproche del capitán pero parecía no oírlas ¿por que Kaede se comportaba tan extraño con el?, era su único pensamiento.

 

 

De pronto sintió como alguien de dio una palmada en el hombro

 

-vamos Hanamichi, puedes hacerlo mejor que eso...confió en ti-

 

Escuchó esa voz y vio como le adelanta el paso...era él, Kaede...sus ánimos, energías regresaron de golpe. No necesitó nada mas para volver a ser el mismo de siempre, ahora era diferente, las cosas han cambiado de nuevo.

 

Retomó su lugar, el puesto que ha dejado vacante el gorila Akagui quien observa desde las tribunas con la esperanza de que haga un buen trabajo.

 

- ¡Vamos a derrotar a Ryonan!-

 

Dijo a viva voz y se carcajeo como solo él solía hacerlo. Los chicos del equipo le sonríen e inclusive Kaede esboza una sonrisa que solo el puede notar... si, es el mismo de ayer... lo sabia.

 

El sentido del partido cambia con su nueva actitud y al final todo termina con una victoria para Shohoku. Los chicos del equipo regresan rebosantes de alegría a los vestidores. Kaede, visiblemente agotado se sienta en unas de las bancas con la cabeza gacha pero se le ve tranquilo, satisfecho por lograr la hazaña de vencer a Sendoh. Solo levantó la vista una vez para mirar a Hana y gesticular con su boca una palabras ininteligibles para el resto, algo que solo el pelirrojo pudo captar y entender.

 

Ambos se tardan mas del tiempo debido en darse una ducha a propósito esperando a que todos se marchen. Minutos más tarde se encuentran solos de nuevo, el ansiado momento de Hana para pedir las explicaciones.

 

Kaede se acerca a él con cara de niño bueno, no necesita pedir perdón con palabras, sus ojos lo hacen por él, gesto que ha sido el culpable de que Hana de vea asediado por sus emociones y completamente dominado por ellas se lanza a sus brazos olvidando que el mundo existe excepto ellos.

 

 

- perdóname solo estaba un poco ansioso, no fue mi intención ignorarte de esa manera- le dijo el ojiazul con una voz dulce mientras respondía a su abrazo

 

- ya no importa-Respondió Hana estrechándolo aun con más fuerza

 

Muchas horas separados, necesita con urgencia sentir en sus labios la misma pasión del día anterior. Lo besa  y su acto es correspondido con amor...

 

 

Todo buen momento es interrumpido y hoy no es la excepción al caso, Sendoh ha tosido de manera intencional solo para que advirtieran su presencia. Ambos se separan al instante y lo ven  con el cuerpo apoyado en el marco de la puerta observando con cierto asombro toda la escena.

 

La cara de Hanamichi comenzó a tomar ciertas tonalidades hasta llegar al rojo intenso. Aterrado, dirigió a su vista hacia el rostro de Kaede en el que pudo percatarse  que parecía indiferente al hecho de haber sido descubierto.

 

 

- buen juego chicos, solo quería decirles eso... lamento haberles interrumpido- dijo divertido el muchacho, luego se marchó con una de sus usuales sonrisas.

 

 

Tras verlo desaparecer Hanamichi respiro tranquilamente, la forma como Kaede tomo la situación le reconfortaba, le hizo sentir seguro.

 

 No había palabra para describir lo que se albergaba en el corazón Hana ni hechos que pudieran deshacer la sonrisa que el ojiazul dibujaba con sus labios... nada, ni siquiera la deshizo en el momento de tomar las cosas de ambos y cargarlas en su hombro.

 

- yo lo llevo por ti, esta noche celebraremos la victoria en mi casa-

 

Kaede no iba aceptar un no ante tal proposición ni Hanamichi negarse a ello. Una larga noche les esperaba, largos días venideros y tal vez años para estar uno al lado del otro.

 

Tomados de la mano salieron del gimnasio sin preocuparse de lo que los observadores pudieran pensar, felices y decididos a disfrutar de ese amor que se revelo en majestuosidad en tan solo un beso, ese beso que lo cambio todo...

 

FIN

Notas finales: Juzguen ustedes...espero sus Reviews...

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