-¡¡¡¡¡Nii-san!!!!!... - saludaba Al emocionado por ver a su hermano nuevamente.
- Edward… - susurro Winly con una sonrisa.
-¡¡Hai!!... – respondió animado Edward al verlos a la distancia.
-Edward, ¿Cómo te encuentras? ¿Qué te paso? ¿Estás bien?... -preguntó la chica rubia asustada por los pocos detalles que le habían dado del estado de su amigo hace poco tiempo.
-Si, tranquilos, ya estoy mejor, sólo tengo que reponerme un poco mas… - respondió con una hermosa sonrisa mientras se rascaba con nerviosismo la nuca con la palma de su mano.
-Hagane, Al, Winry vamos a desayunar, me imagino que ustedes dos no han comido nada desde que llegaron… - dijo el coronel señalando a Al y a Winly.
Los recién llegados se adelantaron al enorme comedor mientras Roy ayudaba a Edward a levantarse, ya que aun se le dificultaba un poco, claro que recibió algunos refunfuños por parte de Edward, demasiado orgulloso para aceptar ayuda.
-Vamos Ed, que tengo hambre… - reprocho el mayor mientras le esperaba en el marco de la puerta.
-¡Espere! ¡Me duele todavía!... – se quejaba el ojidorado por la poca paciencia de su cuidador por una temporada.
-¿Sabes qué?, ven… yo te bajo… - terminó el coronel tomando a Edward por sorpresa mientras se acercaba al pequeño que se encontraba pasos atrás.
-¿Qué? ¿Usted quiere bajarme? ¿Cómo?... – pregunto desconcertado, no había sillas con ruedas cerca de demás de que las escaleras serían un problema con dicha silla.
-¿Pues como va a ser?, voy a cargarte… - respondió con su semblante ecuánime mientras colocaba ambas manos a cada hombro el rubio.
-¿ah? ¡¡¡No!!! ¡¡¡¡¡¿Cómo cree taisa?!!!!!... – gritaba desesperado al imaginarse tan vergonzosa escena y sobre todo por la burla que le haría pasar cuando ya se encontrara bien de salud.
-¿Cual es el problema? ¿Te da pena? Ja, ja, ja… - esto se lo dijo con voz sexy y una risa provocativa la misma que usaba para poder tener a cuanta chica quisiera.
-¡¡¡Ahhhhh!!!.... está bien... ¡¡¡y que quede claro!!!… ¡¡¡no me da pena!!! solo no me siento cómodo... – reprochó un tanto colorado de las mejillas, de verdad le daba vergüenza pero era eso o bajar tarde, escuchar los reproches de Roy y sobre todo corrían el riesgo de quedarse sin comer.
-¡Va!, entonces… agárrate bien… - dijo alzándolo cual niño pequeño hasta cargarlo en brazos corsa que le produjo un gran sonrojo al pequeño por la posición tan vergonzosa en la que le había puesto su superior.
-¿Eh? taisa... ya bajamos… ya puede soltarme… - mencionó el pequeño aferrado al cuello del mayor cuando se encontraron en el comedor.
-¿Eh? ¡¡Oh, si!!... perdón hagane, y dime Roy fuera del cuartel… - pidió con una sonrisa pícara el moreno dejando al pequeño con cuidado en el suelo hasta que se encontró de pie.
-Está bien… - contesto sin más remedio regresando el gesto.
En el comedor mientras comían, platicaban y discutían sobre el tema de la misión…
-Y taisa… ¿de que se tratan los sucesos que se han reportado?... – pregunto el pequeño cortando un trozo de su carne.
-Ya te dije que me digas Roy… eso también va para ustedes… - reprocho con el cubierto en la mano viendo a Al y a Winly.
- Bueno, algunos alumnos nos han mandado cartas diciéndonos que algunos de sus maestros no les permiten entrar a sus laboratorios… - comentó dejando los cubiertos sobre la blanca servilleta.
- Como bien saben esa escuela es la mejor del país y por lo tanto tienen muchos materiales, también nos han dicho que siempre llegan cargamentos con sustancias tóxicas y que se escuchan ruidos muy extraños provenientes de los laboratorios… - su voz seria le daba un tono misterioso y sobre todo perturbador a la charla, sus ojos cerrados no indicaban nada bueno.
- Un alumno nos dijo que escuchó hablar a un señor con el director, estaban hablando sobre secuestrar a un profesor, y tenemos la sospecha de que es el profesor Mark… - terminó mirando las caras de sorpresa y para Winly una de terror bien disimulado, cuando Roy quería hacer algo interesante lo lograba.
-¿Y quiere que nosotros aclaremos esas sospechas?... – pregunto Edward yendo al punto de todo ese meollo.
-Así es, pero primero tenemos que enseñarles unas cuantas cosas ya que no es fácil entrar a ese colegio… - prosiguió Roy sereno.
-¿Cómo cuales?... -preguntó Winly interesada en aprender cosas nuevas. -Primero tenemos que enseñarles un poco de francés y alemán, pues me imagino que saben inglés… - inquirió recordando la charla que anteriormente había tenido con Edward.
-Si así es, la abuela Pinaco nos enseñó cuando éramos pequeños… -dijo Al con una sonrisa.
-Pero, ¿por que tantos idiomas?... – inquirió Edward en desacuerdo a aprender mas idiomas.
-Pues es por que en esa academia la mayoría de los alumnos son ingleses alemanes y de otras partes del mundo… - finalizó Roy colocando las manos entrelazadas bajo su barbilla, apoyándola.
-Oh, ya veo... – exclamo bajito el rubio mirando al suelo, era lógico siendo una escuela tan prestigiada muchos alumnos ingresarían y no todos hablarían el mismo idioma.
-Después tenemos que enseñarles a tocar piano y otros instrumentos, ya que entraran en casi todos los clubes de la escuela… - mencionaba contento el coronel señalando el techo con el dedo índice en alto y una sonrisa de los más inocente que le salio en esos momentos.
-¿Qué? ¿Por qué?... creí que teníamos suficiente con los idiomas y la investigación como para que ahora quiera que toquemos instrumentos…¡¡¡bah!!!... – se cruzó de brazos sumamente molesto por lo dicho por su superior, ¿no era demasiado trabajo para unos niños? Roy sin duda alguna era un extorsionador de menores.
-Vamos Ed, ¡será muy divertido!... -dijo Winly con una llave inglesa en la mano golpeándola amenazante con la mano opuesta mientras sus ojos brillaban de una manera siniestra y una sonrisa macabra surcaba la cara de la chica.
-¿Eh?, está bien, esta bien, pero guarda esa llave -_-U… - menciono con miedo en la voz, sudando frío en tanto se encogía asustado e intentaba huir de su amiga.
-Ja, ja, ja… está bien, mañana mismo comenzamos las clases de francés y las otras cosas... -dijo Roy feliz por la actitud de la chica y sobre todo por las reacciones de su mejor soldado adolescente.
Después de eso terminaron de desayunar, Al y Winry se despidieron ya que tenían que descansar y debían ir a comprar algunas cosas que les hacían falta, por que esa sería una semana muy larga.
-Vamos, te llevaré a tu habitación… - comento el moreno extendiendo su mano en apoyo.
-Está bien… - esta bien contesto sabiendo de antemano que no podría subir sin ayuda.
Llegando a la habitación Roy colocó a Ed en su cama.
-Taisa… perdón… Roy, ¿puedo hacerte una pregunta?... – menciono cohibido el rubio.
-Claro Ed, ¿qué sucede?... – contesto al sentarse en el borde de la cama mirando a su subordinado.
- “Nunca me había llamado Ed...” ¿Por que aceptó cuidarme?... – pregunto sin verle a los ojos, sabía que esa era una pregunta incomoda de responder e incluso de escuchar la respuesta.
-Pues... por que eres mi subordinado y yo debo encargarme de ti… - menciono colocándose en una pose de estar meditando la respuesta, sin encontrar una verdaderamente convincente.
-Ah, esta bien... – contesto tomando la mano que le ofrecía el mayor.
-Bueno, ahora descansa, aquí tienes el control de la tele y cuando sea la hora de comer te llamaré… - indicó el moreno cuando se encontraban en el cuarto donde el rubio dormiría.
-Hai… - contesto quedando solo en la habitación cuando Roy salio cerrando la puerta y recargándose en ella.
“¿Por que me siento así cuando estoy con él?, es una sensación... ¿Linda?... ¡Por kami! ¡¡¡Creo que me gusta Ed!!!” pensaba mientras en el suelo se encontraba sentado en la puerta, tratando de aclarar su mente y sobre todo sus sentimientos por el rubio de su pupilo.
Edward solo escucho un "DEMONIOS" fuera de la habitación.
-¿Que le sucederá a Roy? ha estado muy raro últimamente… - intentaba pensar en algo para el comportamiento del moreno, pero no daba con nada.
Se recostó y encendió el televisor cansado de no encontrar una respuesta. Edward cambiaba los canales sin poner mucha atención en lo que hacia, sólo pensaba en lo que le había sucedido con Envy. Se escucharon en la puerta unos cuantos toques y después la voz de Roy pregunto:
-hagane, ¿puedo pasar?... – la voz de Roy cruzo el umbral hasta llegar a los oídos de Edward.
-Hai… - contesto permitiendo su ingreso.
-te traje la comida, espero que te guste… te hice lasagna… - comento cuando ingreso dejando ver una bandeja con los alimentos en ella.
-¿Nani?... – pregunto de asombro al ver que le traía lo comida hasta la cama pero más importante… por no entender lo que le trajo u_u.
-Lasaña en francés. ¬¬… - reprocho por la poca intuición de su subordinado.
-¡ahhh!, ok ^u^… - menciono mas relajado.
- Pero es demasiado, me trajo dos platos y no voy a poder acabármelo… - mencionó al ver en la bandeja dos grandes platos servidos con los mismo en ellos.
-¡Ash! ¬_¬… uno es para mi... obviamente no iba a dejarte comer solo… - corrigió y aclaro el mayor con un tono mas que serio en su voz.
-¡Ahhhhh! Ja, ja, ja… OK… - pronunció Metiéndose una cuchara con un trozo de lasaña a la boca.
“¡¡¡Demonios!!! Creo que estoy ablandándome por culpa de Edward, ¿por que me siento así con el?, con ninguna otra persona me siento así, ¿acaso estoy enamorándome de él? No, no… Eso no puede ser.”
-¿Qué le sucede taisa? no ha comido... – murmuro al ver al moreno con la cuchara en la mano pero el platillo intacto.
-¿Eh? No, no es nada... – contesto nervioso.
-Dígame, ¿somos amigos no?... – pregunto sonriente el pequeño.
-¡Si, lo somos! pero no es nada… - intentaba evadir al pequeño y el rubio lo sabía, tenía mucho tiempo conociéndole como para percatarse de que algo no andaba bien.
-Está bien... – contesto con el tono de voz indescifrable que hizo pensar mal al menor.
-Taisa, ¿por qué ya no me ha molestado?... - no quería seguir insistiendo, sabía que después si seguía con el problema se lo contaría
-Edward, habla mas fuerte es que eres tan pequeño que no entiendo lo q me dices.-tomando su oreja en señal de que no escuchaba…
- El pelinegro fue callado por un golpe dado por edward.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Taisa baka!!!!!!!!!! La próxima vez mejor no preguntare... – estaba molesto, él se preocupo por el semblante que mostraba Roy y le paga con un insulto.
-¿Ya terminaste?... – pregunto reponiéndose del golpe por parte del pequeño.
-Hai… - le entrego el plato vació junto con el vaso del mismo modo, sin contenido alguno. Roy se levantó de la cama y tomó la charola con los platos vacíos, para después salir de la habitación.
“El taisa se ha comportado muy amablemente conmigo, no se por que pero me siento muy bien con el, me siento muy a gusto, ¡¡¡creo que me gus...!!! ¡¡¡¡¡No!!!!! ¡¡¡¡¡Demonios!!!!! ¡¡¡¡¡¿Que te sucede edward?!!!!! ¡¡¡¡¡Él es un hombre y tu superior!!!!!”
Se escuchó como alguien corría hacia la habitación y la puerta se abrió muy rápido.
-¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Estás bien?... ¡escuche un grito!... – pregunto alarmado el mayor con la cara en total preocupación y medio agitado por la carrera, logrando que el menor comenzará a sudar frío no solo había pensado sino que lo había gritado sin darse cuenta.
-No es nada je, je, je… - rió nervioso mostrando un sonrojado en sus mejillas.
- solo vi algo en la tele que me sorprendió je, je, je… - mintió intentando no ser descubierto por su superior.
-Esta bien báñate y después vendré para comenzar con las clases ja, ja, ja… - sentencio el mayor logrando una cara nada agradable por parte de Edward.
-Está bien… Disculpe taisa, ¿de quien es esta habitación?... ¡Es muy grande!... – inquirió mirando alrededor la gran alcoba.
-Es mi habitación, el baño esta al fondo junto al guardarropa… - dijo con prepotencia que no distinguió al principio el pequeño.
-Está bien… - contesto inocente observando como Roy salía del cuarto con dirección a la biblioteca.
-¿Así que esta es su habitación? es inmensa, ¡mmm!... – murmuro espiando por los rincones quedando junto al guardarropa.
-¡¡¡ ¿QUÉ DEMONIOS?!!!... - grito Edward asombrado al ver el inmenso guardarropa del Taisa, era un pasillo inmenso con ropa acomodada, corbatas, zapatos, tenis, de todo.
-¡¡¡ ¿Y se atrevió a decirme que su casa es modesta?!!!... – murmuro molesto comprendiendo la prepotencia de las palabras anteriores.
- Ahí esta el baño... - entró y vio que su baño también era enorme, un jacuzzi con regadera, el mármol era de un color gris fuerte.
Se adentró a ver más y encontró las cosas de Roy a un lado del lavamanos, tomó una bata de baño y lo coloco en su rostro.
-Definitivamente es la bata de Roy, huele a el... – murmuro cerrando los ojos y relajándose por la esencia que desprendía el lugar.
Se quitó la ropa y se metió a bañar al jacuzzi... Pasaron 40 minutos y Edward no salía...
-Ya se tardó demasiado… - dijo Roy con algo de preocupación.
- ¿Y si se cayó y se golpeó la cabeza otra vez?... – comenzaba a preocuparse demasiado por el rubio llegando a pensar las peores cosas.
Roy caminó hacia el baño, la puerta era de cristal así que por lo tanto podía verse de afuera hacia adentro, iba a tomar la perilla cuando miró a través del cristal y lo vio. Vio a Ed recostado en el jacuzzi, con los cabellos sueltos y mojados, tenía los ojos cerrados y su cara expresaba una inmensa paz.
Lo miraba como si fuera lo mas asombroso que hubiera visto en su vida.
“Definitivamente me gusta Edward… No creo, que es algo más... Creo que lo amo...” pensaba al recorrer con la mirada el cuerpo bien formado del rubio por la puerta de fino cristal.
Edward abrió los ojos y giró su cabeza hacia la puerta del baño, pero no vio nada. Roy al ver que Edward abría los ojos optó por salir de la habitación lo mas rápido que pudiera.
- ¡Por kami!, creí ver al taisa en la puerta... – dijo aturdido Ed al ver que hasta en sus pensamientos el moreno le acosaba.