Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Que no nos vean... por Eriath

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

La historia de este fic transcurre en LazyTown, un pueblo donde vive my poca gente, donde gobierna un alcalde mayor llamado Mildford, en el cual la gente es vaga y perezosa gracias a las actuaciones de Robbie Rotten, el villano de la ciudad. Cuando Stephanie, la sobrina del alcalde, llega a la ciudad, todos los niños se agrupan para poder ser activos y bailar y cantar por siempre, junto al mayor héroe de todos los tiempos: Sportacus 10 ^w^

Disfrutad de este fic ^w^ 

Notas del capitulo: Aquí está este slash que hice hace unos meses. Espero que comentéis ^w^

Que no nos vea nadie…LT Slash By Eriath

"Una tarde de tormenta. Tormenta bochornosa, de verano, donde, un día, como otro cualquiera, el tiempo pasaba y Robbie estaba tumbado en su sillón, viendo la vida pasar.

Aburrido, sólo, sin nada que hacer, decidió mojarse en la lluvia antes de volverse loco en aquella jaula.

Al llegar a su compuerta, el villano quedó sorprendido ante el cambio brusco de temperatura de su guarida a la del exterior, pero cuando bajó las pequeñas escaleras, empezó a tomar como suyo el bochorno y fue acostumbrándose a él.

Caminaba sin compañía, mirando hacia el suelo mientras la lluvia caía sobre él.

- Los niños -supuso en sus adentros- estarán en casa, secos, contando cosas graciosas entre todos, bailando y cantando con ese...Sport-Rarus...

Entonces, como si de algo mágico se tratase, el muchacho apareció enfrente de él. Pero no como habitualmente, sino con su rostro marchito, apagado...

La lluvia comenzó a caer un poco más fuerte, haciendo que Robbie mirase hacia el cielo, y viendo que su enemigo no se canteaba de allí, intentó animarlo.

- Oye, te veo muy mal...- dijo Robbie bromeando dándole en el hombro un pequeño puñetazo, y al ver que éste se tambaleó y miró al suelo, pensó que debía ser algo muy grave- Esto... ¿Quieres tomar algo? ¿Un...refresco o un trozo de...tarta...?

- Si pudiese hablar contigo sería suficiente, gracias...- respondió Sportacus tristemente.

El villano quedó extrañado, pero aceptó, volviendo hacia su casa pero ahora con el chico.

Ya dentro de su guarida, Robbie le ofreció asiento en su sillón (Sí, esa cosa sagrada que no dejaría a nadie por nada del mundo) y él se sentó en el suelo, a sus pies.

-          Y…¿Puedo saber qué es lo que ocurre?- preguntó ocurrentemente

-          Pues…- suspiró Sportacus- Me…me traslado a otra ciudad…

-          ¿Qué? ¿No hablarás en serio, no?- dijo estupefacto Robbie

-          Sí…es cierto…

Robbie no sabía si dar saltos de alegría o simplemente gritar de la emoción. ¡Su máximo contrincante abandonaba la ciudad de donde lo había querido echar millones de veces! ¡Su sueño hecho realidad! Aunque, al ver el estado del muchacho, optó por hablarle como si nada.

-          Y eso… ¿A qué se debe, querido archienemigo?- dijo con burla

-          Pues a que me tengo que ir a otra ciudad, más concurrida, más líos, más desastres… más de todo…

-          ¿Más… rivales?- añadió

-          Sí… pero… -dijo mientras parecía que le iba la vida en ello-… quería que supieses que, por muchos villanos que conozca…yo…yo…

-          ¿Sí?- preguntó nervioso Robbie, apoyando su cuerpo en el brazo del sillón e impulsándose, quedando así a la altura del chico.

-          Yo siempre te consideraré el mejor, Robbie…

Y sin que a Robbie le diese tiempo de responderle nada, el héroe agarró la cara de su malvado compañero, atrayéndolo hacia él, y besándole con pasión. Robbie, sin embargo, se separó bruscamente después de vacilar un instante.

-          ¿Tú…? ¿Tú estás loco o qué? ¿¿En qué estabas pensando cuando has hecho eso?? – dijo nervioso intentando encontrar una respuesta a su pregunta, sin encontrar respuesta alguna.

-          Pensaba en ti…- respondió él sinceramente

-          Oo…Eh… esto…Sport- Cipus, lo que te ocurre es que no quieres irte por los niiiiiiiiñooooos…por el bosque…por…por…

-          Por ti…no quiero irme de aquí, sin al menos decirte qué es realmente lo que se me pasa por la cabeza cuando te veo…

Robbie se quedó helado. Frío como un iceberg. No podía pensar ni siquiera las palabras que acababa de oír. Eso… ¡eso en su pueblo era amor! ¡¡¡¡No podía ser!!!! De nuevo aquellas tonterías pasando por su cabeza… ¿Él? ¿¿Enamorado?? Se había librado de ese comedero de olla hacía ya mucho tiempo…no podía volver a …sentir… nada por ese duende saltarín… ¡¡¡no podía permitirlo!!! ¡Los Retos Rotten no tienen tiempo para el amor, y menos con sus enemigos!

-Sport- Tinus… si te vas a sentir mejor dime cuánto me odias y ya está, ¿vale?

- No te odio…- respondió rápidamente el héroe levantándose y dirigiéndose al villano- sino todo lo contrario…

- S…Sporty…- respondió entrecortado Robbie, caminando hacia atrás, hasta que chocó contra su “mesa de inventar”, haciendo que Sportacus quedase a escasos milímetros de él, haciéndole sonrojar- Será mucho mejor que te despidas de la pelirrosa,… porque… si no…

En este instante, no puedo continuar su charla. Le propinó otro caluroso beso, haciéndole quedar mudo. Pero éste, al contrario del anterior, fue correspondido. Ambos comenzaron a besarse con fulgor, tocando sus cuerpos ansiosamente, con ambas manos, y, como si actuasen solas, comenzaron a desnudarse mutuamente, dejándose llevar por el frenesí del momento, excitándose en cada suspiro y provocándose con cada caricia. Los besos crecían y los mimos eran cada vez más agresivos.

-          Por favor…, déjame…no me hagas sufrir más…- se lamentó Robbie- Que no nos vean…

-          ¿Quién, Robbie?- Preguntó seguidamente, dejando por un instante de besarle- ¿quién va a vernos aquí metidos?

Robbie, viendo que el chico tenía razón, siguió con sus cálidos arrumacos e intensos besos a su amante activo.

Sportacus comenzó a abrazarle hasta que logró ponerse detrás de él y deslizó sus manos hacia su miembro. Robbie quedó asombrado, y mirándole, preguntó:

-          Ahora… ¿Qué…qué es lo que piensas hacerme…?

-          Observa y disfruta, querido…

Sportacus comenzó a escurrir una de sus manos, haciendo que Robbie se estremeciera por completo. Le miró para ver su reacción, y aunque parecía que el villano le decía que no siguiese, siguió con sus caricias más y más rápidas. Robbie notó como su miembro viril se enderezaba con cada manoseo, y sin saber qué hacer, comenzó a gemir suavemente, subiendo el tono con cada mimo, hasta llegar al clímax, dejando que su entrecortada respiración pudiese volver a la normalidad.

-          ¿Por qué…me has hecho ésto?- dijo mientras recobraba el aliento- No podía imaginar que sintiese algo así contigo, Sporty…

-          Para que veas, que las apariencias engañan Robbie…

-          Y tanto querido…- contestó- No creía que fueses tan…directo…

-          Pues sí… lo soy…- dijo afable, como siempre.

-          Ahora me toca a mí… - propuso Robbie insinuante- vas a probar mi gran sentido…

-          ¿De… la orientación?- preguntó divertido Sporty

-          No amor…del gusto…

El héroe quedo sorprendido ante esa respuesta, no era lo que él había imaginado, pero al comenzar a deslizarse hacia abajo, vio sus propósitos.

Robbie comenzó a descender por su pecho, lamiendo su vientre mientras que separaba las piernas del héroe a su paso, para encontrar allí su sexo. Sportacus comenzó a ponerse nervioso, e intentó rehusar ante él, pero no pudo escapar. Robbie abrió su boca, lamiendo suavemente su glande haciendo que el cuerpo de Sportacus quedase inerte. Fue introduciendo el falo del héroe en su boca, rozándolo con su lengua al sacarlo de su cavidad, haciendo al chico romper en gemidos. Siguió tocándole y Sportacus siguió diciendo su nombre entre sollozos. Al fin, Sportacus pudo llegar al auge de su orgásmica experiencia, y, relajando su cuerpo después de esa situación tan inquietante, derramó el semen contenido sobre los labios de Robbie, mientras él seguía manipulando los genitales de aquel titán azul.

Cuando los dos se tumbaron en la tabla morada, ambos desfallecidos, se miraron a los ojos y suspiraron a la vez, sabiendo que esa podría ser su última mirada. Ambos oían las gotas caer, hasta que, en un instante, paró de llover.

Algo llamó la atención de Sportacus y se levantó repentinamente. Robbie le imitó, intentando decirle con la mirada que qué era lo que ocurría pero lo único que hizo el héroe fue ponerse su ropa rápidamente.

-          ¿A qué se deben esas prisas?- preguntó sonriente Robbie, mientras que se vestía, pero no recibió respuesta alguna. Se puso delante del duende y sujetó su cara con ambas manos- ¿Qué cojones es lo que te pasa? Es…es la primera vez que le entrego mi ser a alguien y tú… ¿te lo tomas así?

-          ¿Cómo quieres que me lo tome? Acabo de desobedecer las normas y…

-          ¿Y yo no?-le preguntó dolido Robbie- Se supone que yo tendría que echarte de aquí, o en extremos, matarte…y ¿qué he hecho? Darte lo único que me hacía fuerte, algo que nadie me había quitado nunca y…

-          Hablas demasiado…- interrumpió Sporty tapando la boca del villano con su dedo habiendo acabado de ponerse las zapatillas, y diciendo esto le besó llanamente, consciente de lo que hacía, de lo que podía perder si alguien se enteraba de lo que estaba pasando ahí abajo…

El héroe se separó de él, y Robbie volvió a besarle, acabando con un abrazo. Sportacus cogió su mentón, y mirando a sus ojos, hizo que agachase la cara para besar su frente. Se retiró de nuevo para señalarle a su amado que debía subir.

 Ambos salieron a la superficie, y vieron cómo todos los del pueblo les miraban atentos. El héroe sonrió como siempre solía hacerlo, y sin que nadie se lo esperase, agarró las manos de su adorado hombre y se acercó a su oído. Los presentes no pudieron oír lo que se susurró, pero a Robbie se le iluminó la cara por completo, y, aunque los demás se quedaran impresionados, besó al protagonista dulcemente. Los ciudadanos quedaron perplejos, pero entonces Stephanie comenzó a vitorearles. Ziggy y los demás siguieron a la niña, y después de unos instantes, se separaron. Sportacus miró a la chiquilla, y ésta le hizo una señal, la señal de que había hecho lo correcto.

Sportacus recitó unas palabras de aliento para todos los allí presentes, y, por último, besó la mejilla de Robbie para después llamar a su escalera, subiendo y alejándose de LazyTown…

Todos volvieron tristes y afligidos a casa. El villano llamó a la niña, la cual se acercó a él.

-          ¿Qué quieres Robbie?

-          ¿Tú…exactamente…sabías que…?

-          No era muy difícil saberlo ^^- comentó orgullosa- Él sufría en silencio al igual que tú, y se iba a ir…a si es que lo animé a que se declarase.

Robbie se quedó paralizado. No sabía cómo reaccionar ante aquella situación. Una niña le había ayudado a conseguir al hombre de su vida…

-          Te estaré agradecido hasta la eternidad Stephanie- dijo sincero el muchacho- ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-          Sí- dijo intentando sonreír- Ven a casa y charla con nosotros…No te quedes sólo en estos momentos…

Este malvado señor aceptó, aun sabiendo que no le gustaba mucho la compañía de la gente. Pasó la tarde entera con ellos, y, cuando llegó la noche, se quedó hablando con la pelirrosa en su habitación, sin dormir, contándose mutuamente cosas.

Robbie le empezó a comentar su experiencia como villano, y ella, le interrumpió su relato.

-          ¿Puedo… preguntar algo?

-          Claro pequeña, adelante…

-          Antes…Sporty te ha susurrado algo… ¿Puedo saber lo que era?

-          Bueno- suspiró Robbie- Me ha preguntado que si le esperaría, y yo, por supuesto, le he contestado que sí, a lo que, sin venir al caso, me ha dicho que no me hará mucha falta esperar, porque nos veremos antes de lo que espero…

Ella quedó conforme con la respuesta, y prosiguieron con su charla. Horas y horas hablando de temas muy variopintos, donde Robbie pudo ver a Stephanie como una chica bastante normal y entretenida y ella vio al chico como algo más que un malvado niño malcriado.

Parecía que, la ida de Sportacus le sirvió para darse cuenta de que siempre se necesita a la gente para cualquier cosa, y que no se puede ser tan mezquino y deshonesto, pues al que más estás engañando y decepcionando es a ti mismo.

A la mañana siguiente se despidió de ella, poniendo como escusa tener que empaquetar trastos viejos e inservibles. Cuando llegó a su guarida, todo parecía recordarle a él…

-          Todo… trajes…inventos…hasta ese gorro… ¿Ese gorro?

Entonces observó bien: ¡ese gorro era suyo! Robbie lo abrazó como si del héroe en sí se tratase. Rompió a llorar con todas sus fuerzas y se derrumbó en el suelo. Pero, al abrir de nuevo los ojos, vio algo azul. Era una carta…una carta de Sportacus.

La abrió tan rápido como pudo, y cuando lo hizo, comprendió lo que quiso decirle con aquellas palabras… En ella estaban las señas exactas de la situación actual del héroe…Parecía que alguien iba a visitar al chico antes de tiempo…”

Notas finales: Espero que hayáis disfrutado de el!!! Comentadme please!!! ^w^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).