Amigos de la Infancia
Héctor era un chico muy guapo con su pelo castaño, sus ojos color miel y su cuerpo que todavía no se acomodaba a su edad con cierto grado de ternura en la cara, vivaracho y muy lleno de alegría, vivía su vida al por mayor. Pero una tarde su vida tendría un giro inesperado…
*Entrada*
Estaban jugando 2 niños uno castaño con sus ojos color miel y el otro a simple vista mas grande que el otro de pelo claro y ojos gris. Cuando el más pequeño se dio cuenta de lo hermoso que era su acompañante porque accidentalmente cuando estaban corriendo tropezó cayendo accidentalmente encima del más grande aunque eran todavía pequeños no podían evitar sentirse así cuando estaban juntos. Ya que el otro sintiendo lo pequeño que era el otro a comparación de el y viendo su carita tierna no pudo evitar sonrojarse y voltearlo para que quedara debajo de el acercándole su cara y pegando su aliento con el del mas pequeño…. Eso era un vago recuerdo par Héctor cuando…..**
Era una tarde lluviosa de julio cuando vio pasar enfrente de el a aquel chico precioso de ojos color gris, con sus mechones claros cubriéndole parte de su cara el viento danzaba a acorde de su pelo, el al ver esa hermosa visión no pudo evitar mirarle toda su fisonomía, de repente sus ojos del chico que extrañamente se le hacia conocido se clavaron en los ojos de Héctor, quien no pudo evitar sonrojarse al recordar que momentos antes el lo veía de una manera poco normal y decente algo que nunca había hecho a un chico… bueno solo a uno (eso creía). De repente el chico ojigris se empezó a acercar a Héctor , el sintió que su corazón se le iba a salir de su pecho cuando por fin lo tubo cerca tubo miedo de que se percatara de sus latidos para su alivio no sucedió.
_hola! No te había visto desde hace mucho tiempo!!—le dijo el hermoso chico a Héctor
-Miguel?.... eres tu?- dijo el al recordarlo el había sido su gran amigo de la escuela
-si soy yo…Héctor- esto último lo dijo con un tono que puso nervioso a Héctor como siempre.
- y que ha pasado de ti?, bueno por que no mejor me invitas a tu casa a cenar?- dijo Miguel acercándosele mas a Héctor para decirle algo.
-Todavía haces el spaghetti como antes verdad?- le dijo al oído, ocasionando que el aliento de Miguel sonrojara y estremeciera a Héctor que inconscientemente cerro los ojos, pero los abrió antes de que su amigo se diera cuenta.
-Ss…si claro- dijo tratando de que este no se diera cuenta de lo que le había hecho sentir
que era una sensación que ahora que recordaba sentía desde cuando estaba con él en la elemental
Y así los 2 chicos de notada diferencia pues Miguel era alto atlético y sus facciones eran mas duras que las de Héctor pues todavía su cara era mas tierna, facciones mas finas, era mas delgado, se veía a simple vista que era algo frágil, y era verdad pues en la escuela Miguel siempre había sido su defensor pues Héctor nunca había sido lo suficientemente fuerte como Miguel.
Fueron al departamento de Héctor, durante el camino le fue contando sobre lo que había sido su vida después de la elemental.
Cuando llegaron a su casa pusieron la sopa a coser y se sentaron en la salita que estaba al lado del comedor
-y..? Cuantas “amiguitas” has tenido desde la elemental?_ le pregunto de repente Miguel a Héctor
el no pudo evitar sonrojarse pues no estaba acostumbrado a contar su vida sentimental
-Unas pocas….y tu?- le devolvió la pregunta con una dulce mirada que no pudo evitar pues era normal para el, que hizo que Miguel olvidara la pregunta, lo miro con ternura y le dijo de nuevo inconscientemente al oído, que era innecesario pues estaban solos. (M_M!)
-No has cambiado nada – casi dicho entre susurro esto causo que parte de la fisionomía de Héctor reaccionara un poco y alejo su oído de los labios de Miguel con el pretexto de la sopa.
Cenaron deliciosamente, Miguel como siempre saboreando demás la comida que hacia que Héctor se pusiera nervioso, pues siempre se relamía los labios y después veía a Héctor con una mirada picaresca
-no… no hagas eso- le dijo después de que Miguel lo viera de una manera que a cualquiera pondría nervioso y sobre todo a Héctor
-ja ja ja, me gusta molestarte-le dijo Miguel cuando lo vio sonrojarse.
Después de esto Miguel le ayudo a lavar los trastes que habían ocupado, después de una pequeña pelea pues Héctor no quería pues era el invitado y no era coherente que lo ayudara, pero Miguel siempre había sido obstinado y no tuvo mas remedio que aceptar T_T.
Ya cuando ya estaban acabando de enjabonar para después desaguar Héctor pensativo le dijo a Miguel
-Debe ser un fastidio para ti siempre estar ayudándome en todo- recordando todas las veces que Miguel había estado con el
Miguel se sorprendió del comentario tan repentino de Héctor y después de tomar valor le volteo suavemente la cara y se adentro en los labios de Héctor acariciando con la lengua sus labios y mordiéndolos quien se estremeció a tal contacto pues llevaba tiempo que lo deseaba
-No…para mi…es… es un placer ayudarte en todo- dijo esto mientras se ponía atrás de Héctor que sentía su respiración en la nuca, Héctor cerro los ojos. Miguel lo abrazo por atrás y se le pego completamente, mientras con la lengua empezó a recorrer y besar el cuello del ya aturdido Héctor.
-Deseaba tanto esto…desde el primer momento que te conocí- le dijo al oído con la respiración agitada por el placer que sentía y empezó a meter su mano por debajo de su playera para después acariciarle apasionadamente todo el cuerpo.
Héctor no pudo soportarlo mas y se volteo y comenzaron a besarse apasionadamente acariciando y mordiendo sus labios mutuamente, las manos de Héctor tambien se colaron por debajo de la playera de Miguel que le encanto, sentir el calor de sus cuerpos juntos por primera vez desde que se conocieron era placentero y así entre besos y caricias llegaron a la salita. Miguel recostó a Héctor en un sillón mientras que él encima le besaba todas las partes de la piel que le desnudaba haciendo que temblara de placer, mientras el tambien se despojaba parte de sus ropas.
Mientras pasaba el tiempo las caricias eran mas intensas arrancando pequeños gemidos de placer de Héctor. Pues las caricias de Miguel ya habían llegado a la entrepierna de Héctor que ardía por las caricias mutuas.
Era el turno de Héctor que ante un descuido de Miguel le lamió y mordió su oreja ocasionando un gemido de placer ahora de parte de Miguel. Pero para la sorpresa de Héctor, Miguel sintió una corriente eléctrica en la espalda y mas al sur ocasionándole que temblara de placer esto excitó demasiado a Miguel al grado del orgasmo, esto los llevo al éxtasis a los 2 pues Miguel al sentir esto hizo que tambien Héctor disfrutara lo mismo quedaron agotados uno encima del otro pues aun no estaban preparados para algo mas.
Después de que tuvieran la fuerza suficiente de hablar Miguel le dijo a Héctor
-Te amo tanto, que solo un pequeño roce tuyo me basta para ser feliz, desde la elemental disfrutaba tanto “ayudarte en todo” como tu dices pues era buen pretexto para tocarte aunque luego acababa demasiado excitado, solo porque me acariciaras sin querer - le dijo con una mirada tierna al chico que tenia debajo de el desnudo.
*Flash*
Estaban los 2 un poco más pequeños sentados bajo un cerezo.
Miguel lo consolaba abrazándolo.
-No te preocupes sabes que yo siempre estaré aquí con tigo y nunca te dejare solo- le dijo cerca de su cara
Héctor sonrojado le acaricio suavemente el pelo y cara rozando un poco sus sedosos labios haciendo que el más grande se sonrojara y parte de su fisonomía reaccionara
*termina*
-yo… tambien te amo, y debo confesarte…. Que las caricias no eran sin querer- le dijo por fin todavía un poco aturdido pues tenia la respiración de Miguel muy cerca.
Y así Héctor se armo de valor y beso al chico que desde hace mucho había amado en secreto y que se había rehusado a aceptar, haciendo estremecer ahora a Miguel.