Hoy es un día especial, aunque nadie lo sepa, hoy se cumplen tres años del día en que me le declare a Kakashi, en ese tiempo él salía con Iruka… bueno, aún lo hace.
Fue un día como cualquier otro, estaba con mis estudiantes enseñándoles una nueva técnica, me sorprendió verlo por allí, igual me dirigí a él y lo salude, me miro y como era su sana costumbre no respondió, eso me hizo hervir la sangre, se quedó en un árbol recostado leyendo su libro, a las pocas horas mis alumnos se fueron, me senté a su lado y le hable de lo mucho que había avanzado Lee en los últimos días, y como Tenten y Neji empezaban a admirar a su compañero, entonces le rete una batalla, por primera vez desde que llegara me miro, vi su único ojo visible complacido, extraño, esperaba otra reacción por su parte.
—Hoy no quiero luchar contigo, porque no hablamos simplemente.
En ese momento me di cuenta, estaba triste, y yo no tenía nada más que decirle, aunque mi corazón me pedía a gritos desahogarme, pero como podría hacerlo, el sale con Iruka y yo no soy quién para entrometerme, desvié la mirada tratando de ocultar mi tristeza, cuando él me saco de mis pensamientos.
—Oye Gai, te sucede algo, si te molesto me voy —como podría dejarlo ir.
—No, el que tiene algo eres tú, dime ¿qué te pasa?
—Un buen ninja debe ser capaz de ver a través de la decepción.
—Si lo sé, pero eso que tiene que ver.
—En las batallas tienes que elegir entre vivir o morir, en la vida es lo mismo, pero duele más… —su voz se entrecorto, empecé a entender por dónde iba el asunto— y más cuando los recuerdos de la batalla y la vida se unen.
—Te puedo ayudar en algo, ya sabes somos jóvenes —al ver que no respondía continué— antes de ser tu rival, soy tu amigo y como tal te admiro… y… te quiero.
—Yo también te quiero Gai… pero no eres muy agradable —no me gusto el comentario, pero la sonrisa en su ojo visible si— llévame a algún lado…
Lo llevé a mi casa, tomamos un poco de sake y al final de la noche me confesé, me hizo el amor, no beso mis labios, y antes de irse me dijo, que algunas decisiones duelen más que otras y se fue, lo entendí, pero mi primavera aun no terminaba.
Desde entonces, sigue siendo mi archienemigo, y en el primer viernes de cada mes, el hombre que me acompaña en mi cama, aun no me besa… y no es necesario que lo haga. Ya han pasado tres años, dentro de dos semanas se casará, sé que esta será la última noche que será mi amante.
Es hora de salir, falta mucho para que llegué el momento de la despedida, antes tengo cosas que hacer.
En la cabeza de Gai las cosas no parecían ir bien, el acontecimiento en el que había estado pensando toda la mañana lo tenía bastante deprimido, a pesar de ser el mejor en aparentar una felicidad total, se sentía demasiado mal como para preocuparse en ocultarlo, y como era de esperarse su alumno número uno se dio cuenta. Lee siguió a su maestro por todos lados, hasta le pidió que entrenaran juntos después de terminada la misión.
Una vez terminado el entrenamiento Lee se dispuso a preguntar que le pasaba a su maestro, pero por más que lo intento, de una manera y luego de otra, no consiguió nada, lo único que logro fue que su maestro le diera la espalda dejándolo solo…
Mientras se alejaba del lugar donde estaba Lee, pensaba en que él no tenía la culpa, pero si tan solo tuviera la misma suerte de su estudiante, quien salía con el kazekage de la arena y quienes en poco tiempo se casarían. También pensó en la surte de Neji, el salía con Naruto, aunque peleaban bastante por la intromisión de Sasuke, Neji es celoso todo el mundo lo sabe, pero es de las parejas más respetadas de la aldea… y él estaba solo, sequía la sombra de su único amor, aquel que en dos semanas se casaría.
Que bien solo eso me faltaba, ahí viene Iruka, seguro también lo notara, —anda sonríe, tu primavera aún no ha terminado—, quisiera odiarlo por tener el corazón de lo que más amo, pero él no tiene la culpa.
Vamos a tomar un café, tenemos que terminar con unos trámites de la boda. Aun me pregunto cómo acepte ayudarle en mi propio entierro, no hace más que hablar, hablar y hablar, si, de cómo su novio se porta y lo mucho que se aman, después de unos minutos solo escucho el balbuceo de sus palabras, hasta que una voz diferente me hace volver. Si, es él, besa a su novio por encima de la mascarilla y extiende su mano para saludarme. Como quisiera abrazarlo, pero no puedo hacerlo, soy mejor que él, soy más fuerte que él, por eso es mi rival…
—Te pasa algo Gai.
—Perdón no, todo está bien, ¿preparados? ya les falta poco —sonrió tratando de que lo note— espero sobrinos.
—Ja ja, tal vez, me gustaría, estoy nervioso, pero espero que llegue con ansias —dijo Iruka mientras Kakashi lo abraza por la espalda— y tu mi vida ¿te gustaría un niño?
—Tal vez… oye Gai necesito que me ayudes esta noche con unos preparativos.
—Ya casi está todo listo, no te preocupes yo terminare el resto, además no es asunto de Gai arreglar tus irresponsabilidades.
—A él le conviene ayudarme, además quiero entrenar un poco, hace rato no me reta a nada y empieza a ser raro, estoy seguro no le molestara —dijo esto susurrando en el oído de Iruka, el cual se sonrojo al sentir ese calor tan cerca— ¿verdad que no te molesta?
—Por mi está bien.
Se lo que viene, ya nos despedimos de Iruka, supuestamente tenemos que ir a recoger unas cosas a mi casa, camino frente a él, entre menos palabras haya mejor. Viene Lee, se detiene frente a mi… pero no dice nada, solo me mira, en eso él tonto de Kakashi se estrella contra mí, Lee lo mira y vuelve a mirarme.
—Ya entiendo Gai sensei.
Agacha su rostro y en un salto se aleja de mí. ¿Cómo que ya entiendo? Solo camino con Kakashi, eso no significa nada.
—¿Nos vamos a quedar aquí? falta poco para llegar a tu casa.
—Es que, viste…, Lee iba triste, tengo que ir a buscarlo.
—¿Ha… dijiste algo? lo siento, voy leyendo mi libro.
—No, nada… vamos.
Como es posible, piensa estar conmigo dentro de poco, pero no es capaz de escucharme, en otro momento me enojaría, pero ahora ya no importa, lo único que importa ahora es terminar con eso lo más rápido posible.
Por fin llegamos, me siento en mi cama —mañana comprare una nueva— se recuesta en una pared frente a mí, por fin guarda ese maldito libro ¿por qué diablos me mira?
Si, Kakashi lo miraba, de hecho, nunca lo había observado tanto, se acercó a él y beso su frente, Gai cerró los ojos con el acto. Kakashi empezó a desvestirlo, y al mismo tiempo se desvistió a si mismo pues el otro no parecía moverse. Se quitó la máscara, por primera vez lo haría, así como por última vez estarían juntos y quería que fuera algo especial para ambos.
Se la ha quitado, es más hermoso de lo que pude imaginar, su boca es... con razón Iruka lo quiere tanto.
Beso su mejilla primero, luego rozo sus labios.
Esto es dañino para mi espíritu.
Ahora lo besa, primero solo saborea sus labios, luego con su lengua los delinea, en tres años no le había permitido besarle, ahora quería complacerlo en todo, buscando la lengua del pelinegro lo fue recostando en la cama, con sus manos empezaba a acariciar su cuerpo, antes de soltar sus labios le dio un suave mordisco, luego empezó a besar su cuello.
Que manjar, realmente quiere torturarme, es… no puedo evitarlo, me gusta como succiona mi cuello, eso seguro…dejara marca.
Ya había dejado su cuello, ahora besaba sus pezones ya duros, lo que le indico, que estaba funcionando, le estaba causando más placer de lo que pudo en tres años, así que se sentó sobre su cintura, haciendo que los dos ya excitados miembros se rozaran, un grito de place por parte de Gai. Kakashi solo continua mientras lo frotaba con sus suaves movimientos.
No se cuanto pueda aguantar, es… mejor que nunca.
Toma las piernas de Gai y las pasa por encima de sus hombros, también era la primera vez que se lo haría, lo introdujo en su boca, empezó a succionar su erección, luego lo saco y volvió a introducirlo, Gai desesperado toma su cabeza y empezó a imponerle su propio ritmo, se movía dentro de él, Kakashi lo succionaba más fuerte con cada salida y aumentando él solo la velocidad, los gemidos de Gai se escucharon por toda la habitación, llevó tres dedos a su boca quien los lamió encantado, mordiéndolos de ves en cuanto.
No… Puedo siquiera pensar…
No aguantando más se vino dentro de la boca de Kakashi, quien con esa esencia aun en su boca volvió a besarlo, compartiéndole su propio ser, al mismo tiempo introdujo uno de sus dedos en la entrada de Gai, quien gimió al sentirlo, mordiendo los labios del causante de su dolor, lo movió un poco antes de introducir de golpe los otros dos, al mismo tiempo se preparaba para penetrarlo, así que hizo que Gai se acomodara sobre él.
Ahora lo penetraría, lo bajo suave, se estuvo así por unos momentos para luego empezar a moverse suavemente, lo tomo por las caderas y lo mantenía en un ritmo suave y torturador para ambos, ya no aguantando más quito las manos que lo sostenían y empezó a dar pequeños brincos, su ritmo aumentaba cada vez más. El otro al tener las manos libres tomo su miembro y empezó a masturbarlo, lo que hizo que la excitación fuera tan grande que las envestidas eran cada vez más fuertes, se acercaba a ese punto que lo volvía totalmente loco. Kakashi en un ágil movimiento lo puso de rodillas, así le era más fácil penetrarlo, se recostó sobre su espalda y sin soltar su miembro siguió con las embestidas.
Los gemidos por parte de ambos le daban a la habitación un aire de satisfacción, Gai fue el primero en venirse en la mano de Kakashi quien se la llevo a la boca para que lo limpiará. Ya tocaba el punto ahora era su turno. Con un grito llegó al clímax llegando dentro de Gai, quien suavemente callo rendido en la cama con el otro aun sobre él. Sus cuerpos sudorosos, respiraban fuertemente. Gai podía sentir como el corazón del otro palpitaba tan rápida y fuertemente, Kakashi se dejó resbalar a un lado, lo miro de nuevo, acerco sus bocas y se besaron de nuevo, cuando el beso termino, Gai se quedó dormido.
Es lo mejor que me había pasado, nunca lo habíamos hecho de esa manera tan… nunca sentí sus labios. Y esta noche lo he hecho, ya me he despertado, no está a mi lado, lo sé, ya se ha ido, pero hay una nota en la mesa.
Querido Maito Gai:
Hoy al despertarme recordé el día en que te declaraste, ese día pelee con Iruka por el recuerdo de Óbito, de eso ya hace tres años, por el aniversario quería darte algo que no olvidaras, perdóname por no poder volver, pero sabes que en dos semanas me caso, ha sido una noche increíble, espero la hayas disfrutado igual que yo, perdóname y gracias por estos tres años, ahora tengo un recuerdo más por cual pelear con Iruka, aunque él no lo sepa, contigo me perdí demasiado en el sendero de la vida….
Hatake Kakashi
Lo sabía, he empezado a llorar, no creí hacerlo, ya no quiero cambiar mi colchón, pero creo que mi invierno ha llegado, más mi juventud no lo ha hecho, mi paraíso volverá el día en que el decida volver….