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Que mejor escondite que tus brazos por Akira

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Notas del capitulo: Hola este mi primer Fics en esta sección, espero que les guste y que me dejen sus comentarios para ver que les pareció. Lo coloco todo de una, porque lo hice entero en una noche de insomnio ^ ^. Antes de que se me olvide FMA no es mió, yo solo lo utilizó para hacer algo en la vida XD. 

Que mejor escondite que tus brazos

“Analizando los “¿por qué?” de mi comportamiento termino concluyendo que lamentablemente me he terminado enamorando de la única persona que jamás me correspondería, y ustedes se preguntaran ¿Por qué razón tengo estos pensamientos tan fatalistas y tristes a la ves? ¿Quien será la persona que trae tan mal a este joven? Entre otras tantas preguntas que se puedan formular, a las cuales yo podría contestar con las más sencillas respuestas, pero por razones que atentan contra mi integridad física y mental, me he visto en la penosa necesidad de desahogarme para poder llevar mis días con un poco de tranquilidad.
Quizás algunos piensen que mi tortura comienza justo el día en que mi única familia, en un acto de total desesperación fija mi alma a una armadura. Pero por increíble que parezca amigas mías, mi tormento da inicio años después, a los meses de haber conseguido mi cuerpo y haber regresado a mi mundo junto con mi hermano.
Después de llevar una vida de suplicios, decidimos instalarnos en una casa dentro de ciudad central para poder llevar una vida relativamente normal. Al principio de nuestra convivencia juntos todo iba de maravilla, éramos dos hermanos que se cuidaban en las buenas y en las malas, llevando una vida tranquila con altos, bajos, y todo lo que implicara vivir junto a tu hermano sin padres que te controlaran del todo…hasta ahí mi vida junto a mi ni-san era de aquellas color rosa…hasta…hasta que mi ni-san se enamoro. Sí, señoras y señores el muy… (Censurado)…enano se había enamorado, ¿de quien? Pues nada mas ni nada menos que del tan mentado Roy Mus, no se que. A lo que ustedes dirán ¿pero qué tiene de malo aquello? A lo que yo les contesto… ¡nada! no tiene absolutamente “nada” de malo, no debería detenerlo, salvo por un pequeño detalle, muy pequeño…¿Cuál? Pues que creen…
No, no me gusta el Roy ese…mmm…no, tampoco tengo homofobia…talvez, puede ser, puede ser…el hecho de que sienta que me quitan lo único que tengo en el mundo seria una de las tantas razones por las que odio al cretino ese, pero si yo les dijese que la razón mas poderosa es la de que estoy completa y profundamente y todo lo que termine en “ente” enamorado de mi ni-san, que lo deseo al punto que asta duele ¿Qué creerían? Y aun que me lo puedo imaginar no soy quien para excusarme de semejante sacrilegio, se de ante mano que es pecado imaginarme a mi hermano completamente desnudo sobre mi cama y a mi total merced, pero no puedo evitar que mis pensamientos vuelen entorno a su imagen mas erótica…”

¡Alphonse!- Al sintió como el grito de su hermano casi lo dejaba ensartado en el techo de su cuarto por lo que tuvo que respirar consecutivamente para poder tranquilizarse y contestar.
Al: ¡S-Si! ¿Qué sucede ni-san? – mientras preguntaba el porque de tal grito, trataba con un nerviosismo notable de ocultar bajo su colchón lo que acabara de escribir, ya que sentía claramente como este venia subiendo muy a prisa y si se llegase a enterar de lo que esas hojas contenían ya podría ir comprando la urna con la cual seria enterrado.
Por otro lado Edward subía de dos en dos las escaleras para llegar donde su Ototo; al llegar donde Alphonse se encontraba no pudo evitar notar como este se notaba algo nervioso, pero lo dejo pasar pues ahora andaba algo apurado, ya le preguntaría después.
Ed: Al, tengo que salir porque me mandaron a llamar, así que voy a llegar algo tarde, podrías disculparte ante Winly por no poder ir – término de decir para pasar a buscar su abrigo y las llaves que estaban sobre su cama.
Al: Claro, ni-san, no te preocupes yo me excuso ante ella por ti- No recordaba que hoy llegaba winly a visitarles, eso significaba que tendría que ir a buscarla al tren, pensando esto posa sus plateados ojos en el reloj que tenia sobre la mesita de noche para verificar la hora y antes de que Ed se fuera, aclaro su duda- Ed, ¿A qué hora dijiste que llegaba? – formulo mirando insistente mente el reloj.
Ed: mmm… a las una y media – contesta bajando la escalera y verificando la hora en su reloj de pulsera, formándosele una burlesca sonrisa en el rostro para luego seguir - ¡por lo que llegas tarde hermanito! – termina de decir para salir a toda velocidad de su casa imaginándose la cara de suplicio del pobre Al, que irónicamente Al si tenia.

Iba de prisa pues según lo que le habían dicho tenia que estar urgentemente en la oficina o eso era lo que le había dicho la secretaria de Roy y mientras recordaba la conversación que habían tenido, se percato de un detalle que le hizo detenerse en plena carrera, según lo que recordaba le habían pedido que llevara el ultimo informe de la ultima misión que aya realizado y haciendo memoria por tercera ves, aquel informe debía de encontrarse en algún lugar de su cuarto, ¿Dónde? Era lo que no acertaba a especificar, así que mirando el camino ya recorrido y verificando que no se había alejado demasiado de su morada emprendió la carrera de vuelta a casa, de todas formas no seria la primera ves que llegara tarde a alguna junta de suma importancia.
Entro como alma que lleva el diablo y no demoro ni cinco segundos en plantarse en el marco de la puerta para observar su habitación, Al iba a matarlo por lo que aria pero no le quedaba mas remedio. ¿Quién lo mandaba a ser tan ordenado? Se preguntaba Ed mientras destruía todo el orden que a su Ototo le costaba conseguir, si tan solo dejara las cosas donde las encontraba quizás le seria más fácil encontrar el maldito informe, recriminaba Ed, levantando en un acto de desesperación el colchón de Al, solamente para probar su suerte, dando un rápido chequeo dejo caer sin ningún cuidado el colchón dejando que este se acomodara solo y esparciera un poco las frazadas que le cubrían para por consiguiente darse media vuelta y seguir su frenética búsqueda, mirando por tercera ves debajo de su cama y girando la cabeza para poder ver por debajo de la de Al, en eso algo le hizo detener el bailar de sus ojos e irguiéndose enfrente la cama de Al vuelve a subir el colchón, algo estaba mal ahí, chequeando de nueva cuenta la marquesa posas sus dorados ojos en los papeles mal doblados que se podían apreciar a simple vista, eso era lo que estaba mal, los tomo y dejando el colchón de la misma manera que lo había echo en un principio se sentó sobre la cama de su Ototo y comenzó la lectura. Después de leerlas y releerlas la cara de Ed por fin mostraba indicios de que tenia músculos y estos podían contraerse formándole una expresión totalmente indescifrable para cualquiera que en ese momento lo hubiera visto, ahora entendía porque Alphonse se comportaba tan descortés con Roy (y descortés le quedaba corto) y cambiaba su semblante cada ves que se iba de cita, leyó nuevamente las escrituras de su hermano y cerro los ojos, algo no estaba, bien, algo no estaba para nada bien. Doblo nuevamente las hojas y las dejo exactamente donde las encontró ordeno la cama para que Al no se diera cuenta que el había estado fisgoneando sus cosas y se paro a contemplar la cama, sin pensar nada realmente, repentinamente recordó que su informe se encontraba en el estudio donde Al el día anterior lo había dejado y saliendo lo mas rápido que pudo del cuarto fue en busca de su informe para luego salir a toda prisa para retomar su inicial destino, no tenia tiempo para pensar ni siquiera para reprochar y tampoco lo iba hacer, lo mejor era que Alphonse ni se enterara que el sabia su secreto, luego vería que hacer, además no podía llegar y reclamarle, sabia lo sensible que era su ototo y el solo echo que el mismo supiera lo que Al venia sintiendo era razón para que este llorara como magdalena, no definitivamente no podía hacerle eso a Al, no podía y no debía hacerle mas daño de lo que le hubiera echo alguna ves y aun que no lo comprendió del todo en ese momento su cariño de hermano era mas fuerte que cualquier prejuicio que pudiera tener.


Así comenzó su día con un grave dilema, con un terrible problema, ¿como solucionaría todo esto? era algo que le venia carcomiendo la sesera desde que la reunión había terminado, claramente no quería enfocarse en lo que ahora sabia pero los besos que Roy estaba repartiendo en su cuello no eran suficiente para distraerlo de su actual problema, nunca era suficiente.
Roy: Ed, amor sucede algo, te noto distraído – y claro que lo notaba distraído desde hace algún tiempo para acá Edward se comportaba como si anduviera en otro mundo y sus peleas con el iban en aumento.
Ed: No, Roy estoy bien – y las palabras cariñosas no salían, hace mucho que ya no le nacían, además que la constante incomodidad que se estaba produciendo en los encuentros que tenia con Roy no le ayudaba en nada- Roy creo que es mejor que me vaya, Winly esta de visita y tengo que ir hacer acto de presencia- asco eso era lo que estaba sintiendo por Roy un creciente asco que no le dejaba continuar a su lado, salio del departamento de Roy y se encamino a su casa, pensar era lo que mas necesitaba ahora.
Roy por su parte ya no intentaba detenerlo primero porque era en vano y segundo porque en realidad nunca le había importado del todo el enano, si la relación había surgido era por que así se habían dado las cosas, por otro lado si Edward no estaba disponible habría otro que si lo estuviera y encaminándose al teléfono marco un numero bastante conocido para el.

Edward llego pasada la una de la madrugada a su casa, sabia que estarían durmiendo así que entro lo mas sigiloso posible, subió a su cuarto y dudo en entrar, sacudió su cabeza para sacar cualquier pensamiento en contra de su ototo y entro, se fue directo a prender la lámpara que descansaba sobre la mesita de noche y comenzó a desvestirse tratando de cualquier manera el no dirigir su mirada a Al, quien se encontraba totalmente dormido, en una de sus tantas desviaciones de mirada, esta se fue a encontrar con una nota que reposaba sobre la cabecera de su cama, el corazón le dio un vuelco de solo pensar lo que pudiera decir aquella nota, así que con todo el nerviosismo del mundo la tomo para luego leer.
“Edward, ni-san querido…… ¡VOY A MATARTE!!!! Tendrás que darme una buena explicación del desorden que encontré cuando llegue”. La cara de Ed era una mezcla entre susto y nerviosismo. Sinceramente tendría que ser mas cuidadoso para la próxima, mas que mal su pobre hermanito se esforzaba por mantener la casa en un buen estado y el hacía todo lo contrario. Se poso al lado de la cama de Al y lo observo dormir se veía realmente tranquilo, acercó su mano izquierda a la mejilla derecha del durmiente y la dejo reposar para comenzar a acariciarle con el dedo pulgar…no, el no podría reprocharle nada a Al y es que el mocoso le movía el corazón a cualquiera, realmente lamentaba el no poder mirarlo mas allá que un hermano y es que era su sangre por lo que no podría mirarlo con deseo ¿o si?. Y sin analizar bien su ultimo razonamiento recordó los escritos de Al, quizás este hubiera seguido escribiendo, en realidad tenia algo de curiosidad por saber que mas sentía Alphonse, así que con mucho cuidado de no despertar a su ototo, rebusco en la cama de Al para ver donde las había dejado, encontrándolas bajo la cabecera de este, las saco con sumo cuidado y se dejo caer con precaución sobre su cama, se dispuso a fisgonear encontrando justo lo que quería.
“Y es que no me pueden culpar, mi ni-san tiene un cuerpo de infarto poco saludable para los que quieran conservar aun sus litros de sangre, siquiera a mi se me ha hecho difícil disimular un desangramiento nasal cuando lo veo de reojo mientras este se viste. Por otro lado tampoco me pueden culpar por amarlo tanto y es que uno no elije de quien se enamora, así que no lo podía evitar. Tenerlo aquí todos los días sin poder tocarlo mas allá que lo “reglamentario”, sin poder besarlo, se me antoja un castigo divino, y peor es cuando no esta y me lo imagino con ese bastando de Roy, ¡ay! Si al muy cretino lo odio, lo odio, lo odio, lo odio!!!!! No soporto siquiera saber que viene a buscar a mi hermano, si por mi fuera le plantaba la puerta en la cara (ganas no me faltan) pero me contengo por mi ni-san por que su felicidad esta primero, que si no ya lo hubiera mandado bien lejos ¬¬. Pero también estoy conciente de que mi ni-san no se merece que yo le haga esto, que lo traicione de esta manera así que mis compañeras ustedes serán mis únicas confidentes pues nadie tiene que saber que amo de esta manera a mi propio hermano y para asegurarme de que nadie las leerá, mañana las quemare, así que disfruten esta noche porque será la ultima”. ¿Al habla con las hojas?, tenia que preocuparse más de su ototo, el estar tanto tiempo solo lo estaba afectando, devolvió las hojas a su lugar y se recostó en su cama. Pero no pudo dormir, ¿Por qué? Fácil su hermano lo había descrito de una manera un tanto vergonzosa para su gusto, de echo no pudo evitar sonrojarse mientras leía, por otra parte analizaba eso de que su felicidad estaba primero, estaba claro que Al creía que el era feliz al lado de Roy, ¿lo era? Esa era la pregunta que hace algún tiempo se venia preguntando, ¿realmente el era feliz al lado de Roy? Eso creía al principio, todo giraba entorno a el, pero algo faltaba, creyó que se quitaría con el tiempo, pero desgraciadamente o afortunadamente no fue así, el vació se incrementaba conforme iban pasando los días y había llegado a un punto en que no sabia lo que quería realmente. En el único lugar donde encontraba paz y en donde se sentía realmente completo era al lado de su ototo, y aun que se sentía bien, estaba comenzando a desesperarse por que sus hormonas le estaban jugando malas pasadas con la cercanía de su hermano y fue justo en ese momento que se le presento la posibilidad de salir con Roy, y calmar sus deseos sexuales pero…no se calmaban, no llegaba a disfrutarlo del todo, por lo que llego a auto convencerse que era eso lo que el quería pero no terminaba de encontrarle el gusto.

Los días pasaron y Winly se tuvo que ir, un alivio para Edward y su cartera pues la chica a pesar de que fuera su amiga, abusaba en demasía de su bolsillo. En toda la semana que Winly estuvo de visita, Ed no había echo mención ni dio indicios de saber lo que Al sentía por el, lo que si había descubierto era los celos que le producía que Al se encontrara mucho tiempo a solas con Winly o saliera con Winly o siquiera Al la mencionara, Edward necesito de todo su auto control para no irse encima de la rubia que lo traía destilando ira por donde pasaba, también se había estado fijando que su hermano era realmente atractivo y que no le parecía tan descabellada la idea de tener más que una relación de simples hermanos, en definitiva Edward tenia una pelea de sentimientos en su interior.

Al se encontraba sirviendo los platos de la cena, mientras Ed se disponía a preparar la mesa, luego de que todo estuviera listo se dispusieron a servirse y como era de esperarse Ed en ves de masticar tragaba todo lo que encontraba a su paso por lo que como siempre termino antes que Al la cena.
Al suponía que su ni-san se iría inmediatamente a su alcoba para dormir como era su costumbre últimamente, pues ya poco hablaba con el, algo que lo traía bastante deprimido, pero grande fue su sorpresa al escuchar la vos de su hermano y mas lo que este le decía.
Ed: Alphonse, tu estas enamorado de mi verdad – mas que pregunta, afirmación, no se lo podía negar y tampoco quería que lo hiciera por eso tenia que ser directo, se lo había estado pensando mucho, demasiado para su gusto y sentía que no era bueno lo que sucedía entre ellos pues su relación como hermanos se estaba deteriorando de apoco, lo estaba perdiendo y eso le daba pánico.
Al: A-A-A qué t-te ref-fieres ni-s-s-san- el nerviosismo que sentía por aquella pregunta- afirmación le hacia tartamudead de mas la posible contestación.
Ed: Al, no puedes mentirme, encontré tus escritos y los leí Alphonse- bien se había sacado un peso de encima.
Al: Ed- con el llanto a punto de cubrir sus mejillas- perdóname Ed, yo…yo…- y el llanto se había desatado no podría soportar el rechazo de su ni-san, ¿Qué aria ahora? Nunca debió escribir aquello, pero el dolor era tanto.
Ed al ver el desolado llanto que Al presentaba en eso momento no pudo si no rodear la mesa para ir abrasarlo.
Ed: Al no estoy enfadado contigo ni mucho menos, no te niego que me sorprendió al principio pero después de mucho pensar me he dado cuenta que tu no tienes la culpa, como bien dijiste “uno no elije de quien se enamora” ahora tranquilízate quieres, sabes bien que no me gusta que llores.
Al: ¿hablas en serio?- se sentía como en un sueño, acaso su hermano lo entendía, esto debía ser un milagro del cielo.
Ed: Claro hermanito, anda vamos a dormir que luego mañana se nos hace tarde- si, definitivamente le era mas grato ver la hermosa sonrisa de su hermano a el llanto tan desesperado de hace un rato.


Después de haber conversado bien las cosas y aclarado las posiciones de cada uno, la vida en la casa de los Elric transcurría casi normal, y digo casi porque Edward estaba empezando a poner en tela de juicio todo lo que su ototo le hacia sentir ¿y Roy? bueno Roy había pasado asegundo plano, no tercer que digo tercer, últimos de los últimos planos o de esa manera se expresaría nuestro querido Al, pues Ed le prestaba toda su atención a el llegando al grado de que si Al decía blanco Ed lo ratificaba aun que fuera negro algo raro en el. Asta que nuevamente fue Ed quien acorto las distancias.
Trascurría de las 9:30 de la mañana en la casa de los Elric, Ed se encontraba dándose un relajante baño de tina, mientras Al apoyado en la puerta del baño trataba de apurar a su ni-san, pues el también quería darse un baño antes de salir a comprar las cosas para el desayuno.
Al: ¡ni-san apúrate, llevas más de media hora metido ahí! – Sinceramente se estaba impacientando Edward se estaba demorando mas de la cuenta.
Ed: Va!!!!!- ahora se le ocurría apurarlo, si perfectamente podía seguir durmiendo mientras el salía, pero no, ahí tenia que estarlo fastidiando. De pronto se le ocurre una idea que se le hacia bastante atractiva y que terminaría con las quejas de su querido ototo. De esta no se escapaba- ¡Al entra ya estoy listo!-
Al entro sin sospechar que dentro su ni-san le tenia una sorpresa muy satisfactoria. Sin percatarse como ni cuando, su cuerpo levantado por la cintura fue a parar justo en la tina con todo y pijama y grande fue su asombro cuando sintió el cuerpo de su ni-san aprisionándolo con sus fuertes brazos, plantándole un ardiente beso. No terminaba de creérselo.
Al: ah!..n-ni-san…- decía Al entre jadeos y sentía como le despojaban de sus prendas empapadas, se sentía en el séptimo cielo.
Edward por su parte acariciaba el cuerpo ahora desnudo de su ototo, sintiendo la suave piel bajo su mano izquierda, realmente lo estaba disfrutando, su hermano era delicioso y con aquellos gemidos tan melodiosos, se encendía más de lo que ya estaba. Al acariciaba de vuelta a Edward respondiendo a sus caricias y besos, sintiendo que no había nada mejor que su hermano perdiéndole el respeto, algo que inconcientemente Ed compartía. Siguieron así un buen rato asta que Ed le dijo a Al que se para, cosa que Al no entendió en su principio hasta que sintió como Ed desgastaba su sexo como si de dulce se tratara, las piernas se le hicieron lana.
Al: aaahh!!! Ed…mh…ah…- Tendría que agradecerle a Roy que su hermano supiera hacer tales cosas, claro que después lo ahorcaría al muy cretino.
Ed torturo a su hermano asta que este se vino en su boca, degustando la semilla de su ototo, se irguió para poder besarle y hacerle probar su propio sabor, volvieron al juego de las caricias asta que Al cambio la boca de Ed por su cuello, luego su pecho y así asta llegar a la hombría de Edward, el también quería probar, y así lo hizo, con nerviosismo y determinación a la ves comenzó con la degustación del sexo de su hermano y no le desagradaba para nada, succionó, lamió, mordió, acaricio, masturbo asta que ed estuvo a punto, pero este no le dejo terminar cambiando su ingle por sus dedos al introducirlos en la boca de Al para que este siguiera el mismo procedimiento y luego introducírselos por su pequeña entrada antes de meter por completo su sexo y penetrarlo tantas veces Al se lo pidiera, asta que ya no pudo mas. Siguieron amándose, intercambiando posiciones, queriéndose, conociéndose asta que ya no pudieron más.
Al: Ed…¿no tenias que ir a entregar un informe hoy?- pregunto, pues su hermano se había demorado mucho.
Ed: mmm…si, pero que se esperen, tengo cosas mas importantes que atender- sonrisa lasciva por parte de Ed.

FIN

Notas finales: Bueno espero que les allá gustado, si no, también me gustaría saberlo, por último os agradezco que  hayan dedicado un poco de su tiempo a mis locuras jejeje. Les agradece de todo corazón su humilde servidora Akira (Haciendo una reverencia). Chau y que estén bien.

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