Capitulo 2
Eduardo se levanto temprano asustado pues sabia que todas las mañanas Alberto se iba con el a la escuela y recordando lo que había pasado ayer lo avergonzaba y le hacia sentir feliz al mismo tiempo era una sensación confusa.
Cuando mas temprano de lo normal para irse a la escuela tocaron su puerta su corazón dio un vuelco con fuerza parecía que se le iba a salir del pecho, dudando abrió la puerta y ante ella apareció Alberto con una expresión en su cara algo extraña que al ver en el umbral de la puerta a Eduardo volteo la mirada sonrojándose un poco.
-entra…si quieres-le dijo Eduardo apartándose para que entrara también sonrojado y nervioso
-no he terminado de arreglarme si quieres desayuna conmigo-le dijo cuando cerro la puerta
-s...si... Gracias-le dijo Alberto con su caballerosidad acostumbrada.
Entro a su recamara para terminar de arreglarse, Pero al cabo de unos minutos apareció Alberto.
Eduardo se sonrojo al momento recordando lo que había pasado ayer
-oye…sabes…lo que paso ayer…-trato de decir Eduardo con la cara ardiendo-bueno…lo siento…fue mi culpa.
-no tu perdóname a mi me deje llevar por el momento-le dijo acercándose a el-es que…bueno…-dijo cuando ya se había sentado a su lado.
-¿que cosa?
-Sabes estoy muy confundido-dijo de repente Alberto-Es que… se que esto esta mal pero…me gusta.
Entonces agarro a Eduardo de la barbilla y le alzo la cara y le empezó a acariciar esos tersos labios, entonces su mirada cambio e hizo una media sonrisa, dio unos pasos obligando a Eduardo retroceder hasta que retacho con la pared. En ese momento acerco su cuerpo metiendo su pierna derecha entre las de Eduardo rozando su entrepierna. Eduardo se estremeció.
-me encanta verte así- le dijo acercándose a su oído- sentir que tu cuerpo tiembla cuando me acerco.
En ese momento aprisiono mas su pierna rozando de lleno una parte mas intima de Eduardo, quien gimió.
-ah…ya basta-trato de decir Eduardo- deten…ah.
Pero no pudo acabar, sus sentidos no le permitían pues tenia el aliento de Alberto en el oído y su pierna presionando.
Dame placer…Alberto sonrió complacido.
-crees que no me doy cuenta de cómo me ves, de cómo deseas mis besos, mi cuerpo, sentirme cerca de ti…igual que te deseo a ti.- le dijo lamiéndole la oreja.
-ah… mas…
Eduardo ya no aguantaba mas era demasiado erótico como para soportarlo y sintió un exquisito escalofrió en la espalda cuando Alberto empezó a probar con la lengua su cuello.
-ya…ah-Alberto….detente, sino…ah…ya…¡¡YA!!-grito al ultimo y con todas sus fuerzas lo empujo.
Fue en el preciso momento si hubiera seguido Eduardo se hubiera corrido. Todavía con la respiración agitada vio a Alberto que había reaccionado.
-pe…perdóname… ¡NO SE LO QUE ME PASA!-dijo con un tono de desesperación.-no puedo evitarlo…desde anoche, no, anoche me di cuenta de que nunca a habido un momento que no piense en ti no importa el motivo pero siempre estas presente aquí y no lo puedo evitar… no me importa otra cosa en el mundo, mas que tu.
-yo…
-no digas nada, nos tenemos que ir a la escuela- le dijo tomándolo de la mano y llevándolo fuera del departamento.
Pero en todo el transcurso nunca le soltó la mano con los dedos entrelazados le hacia agradables caricias escribiéndole con los dedos
“te amo” lo cual ponía nervioso a Eduardo.
Llegaron a la escuela, pero como no estaban en las mismas clases pues no tenían los mismos talentos tuvieron que separarse sin antes que Alberto lo empujara atrás de unos arbustos, tratando de controlarse y no plantarle un beso ahí.
-mira quiero que pienses todo esto yo nunca te obligare a nada que no quieras-le dijo Alberto mientras lo sostenía de los hombros- ¿entendido?
Eduardo asintió con la cabeza
-perdóname- dijo Alberto Y lo volvió a besar. Pero esta vez Eduardo pasó sus brazos alrededor de su cuello profundizando el beso.
Después salieron, por suerte nadie los vio y se fueron como normalmente lo hacían se quedaron de ver como siempre en los vestidores pues siempre alguno de los 2 tenia deportes al ultimo.
Alberto se fue a su clase que para colmo era matemáticas el con fastidio pensó
-no tengo tiempo en este momento para las matemáticas- mientras se sentaba en su butaca que daba hacia la ventana donde se veía las canchas y el patio de la escuela que era de por si muy grande.
Pensó en lo que había ocurrido la noche anterior y esta mañana.
Anoche cuando entro en los vestidores y Eduardo lo estaba esperando para irse vio que estaba algo raro. Después Cuando salio de las duchas, el mismo se dio cuenta del porque pues cuando el se empezó a secar con su toalla vio como Eduardo recorrió con una mirada impropia todo su cuerpo y después se sonrojo al notar esto su corazón le dio un vuelco y tubo una sensación extraña y por eso se fue a su casillero, sin embargo eso le causo una satisfacción extraña, pero tambien a que se refirió con “tonterías”?. Al salir y caminar por la banqueta vio que todavía seguía raro su amigo y noto que se sonrojo el se acerco para ver que reacción tenia pero solo se limito a decir que nada le pasaba, después ocurrió el beso, pues cuando lo salvo lo vio preocupado de que no le pasara nada y Eduardo premio eso con un dulce beso, extrañamente eso era lo estaba esperando para reafirmar algo…
-¿Alberto?...
Eduardo le encantaba….(se sonrojo) pues al sentir ese calido contacto en sus labios no pudo resistir y lo beso como nunca antes había besado a alguien, pero de repente aquel chico hermoso que tenia debajo intentaba salir de esa placentera sensación pero el no lo dejaría después de enterarse de lo que sentía en verdad, sin embargo lo dejo libre y no lo siguió por no molestarlo (su caballerosidad salía natural), llego a su casa pensando en aquel beso pues no había sentido algo igual en su vida ni siquiera con una chica y eso que el solo había salido con las chicas mas hermosas pero ninguna como Eduardo…Eduardo era lo único que tenia en la cabeza… a la mañana siguiente se levanto mas temprano de lo normal pues sabia que vería a Eduardo para ir a la escuela, y cuando esta en la sala de el reflexionando se acordó que el estaba en la habitación siguiente cambiándose, Eduardo le intento explicar pero el tampoco sabia lo que pasaba, entonces no pudo evitar acorralarlo…todo es tan confuso…
-¿Alberto?
Pero… ¿siempre ha sido así? ¿No me había dado cuenta? ¿o yo mismo me obligaba a no darme cuenta?
-si soy un tonto por no darme cuenta antes lo que siempre tuve frente a mí…. Mi hermoso niño….
-¡¡¡ALBERTO!!!!?-le grito enfrente un profesor joven y guapo que parecía un poco enfadado
Lo Siento, sensei, me distraje un poco- le dijo parándose de su asiento con su caballerosidad acostumbrada
-ay Alberto te hable 3 veces y tu en las nubes, bueno dime en que consiste el problema de Pitágoras y para que sirve- le dijo
-por supuesto Sensei, el procedimiento de Pitágoras…bla…bla…bla… (Ya lo sabemos no es necesario que se los repita ¿no? T_T)- le dijo acertando en todo pues no era problema para el porque era un estudiante sobresaliente
-correcto, bueno por lo menos me alegra que de algo te sirva mis clases- le dijo con una sonrisa
-por supuesto sensei- le dijo y se sentó.
Sin embargo no pudo concentrarse en las demás clases pues solo pensaba en alguien…
Eduardo…y entonces lo vio en las canchas con su reluciente pelo castaño, alegre como siempre no pudo evitar sonreír…
Mientras el sensei se acercaba y veía a un alto muchacho, moreno y de unos ojo cafés que se clavaron en los de el no pudo evitar sonrojarse…