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Amor entre panas por sue

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Notas del capitulo:

 

¡Aquí Sue reportándose a su puesto de trabajo!, este… el nombre del capítulo… bueno lo que pasa es que no se me ocurría nada y verán luego porque lo nombre de esa forma (espero), esto lo dedico a Yaye3011 (¡Esto es para ti mi pana!, si quieres déjame las opiniones, los insultos y los comentarios que quieras, mas vale que lo hagas o si no sabré que no lo leíste y te montare una llorona por msm), les agradecería que dejaran reviews para que me digan que les pareció, les prometo responder a la brevedad posible y en cuanto tenga dinero para meterme en un ciber XD

 

 

Capitulo 2. Llegaron los extraterrestres.  

  

Naruto se despidió desde la puerta de su casa de su amigo Shikamaru, quedaron en verse en un rato, pues aún era temprano y los padres de ambos no estaban en casa, por lo que se encontraban solos y como siempre se “harían compañía”.

  

El rubio introdujo la llave en la cerradura, notó que esta estaba abierta y que unos ruidos extraños provenían de adentro, era raro, normalmente su padre Iruka se hallaba trabajando a esas horas y no llegaba hasta un buen rato y su padre Kakashi… bueno, de seguro estaba metido en la casa de alguno de sus amigotes jugando a los dados o al billar, tragó grueso al pensar que tal vez algún ladrón había forzado la cerradura, se dispuso a girar la perilla lentamente, abrió la puerta con sigilo, al observar la escena de lo que estaba pasando no pudo evitar molestarse, Kakashi y su banda se hallaban apostando a las carreras de caballos, la casa estaba de cabeza, las botellas de cerveza y las colillas de cigarro estaban por todas partes, habían colocado el televisor en la mesa y no evitaban encaramarse en las sillas cuando su respectivo caballo sobrepasaba al primero, la apuesta tenía que ser grande, además de los gruesos gritos que pegaban los mayores de los cuales se descifraban un “corre”, “muévete flojo”, “vamos papi necesita ese refrigerador en casa” ¿Refrigerador?, Naruto dejó caer su mochila al suelo molesto  y se dirigió hacía los mayores, tenía que hacer algo.

  

- ¡¡VAMOS LAGRIMA TRISTE CORRE!! – gritaba a todo pulmón Kakashi con los ojos pegados a la pantalla haciendo referencia a su caballo.    

  

- Vamos Kakashi deja de gritar, te vas a quedar afónico, además todos saben que mi “Bestia Verde” es el que se llevará la victoria y el refri – decía Gai.     

  

Al no recibir respuesta alguna por parte de Kakashi porque simplemente no le paró, Gai comenzó a monologar internamente el como odiaba aquella actitud tan despistada del peligris mientras echaba fuego por los ojos y su caballo era rebasado por “Relámpago Azul”, Asuma encendió otro cigarro, ese era su caballo y estaba ganando, de repente el la pantalla fue tapada por el cuerpo del chico rubio quien se había dispuesto a hacerle la suplencia a Iruka, atravesándose con las manos en la cintura y una expresión desaprobatoria para llamar la atención de los hombres.  

  

- ¡¡CARNE DE BURRO NO ES TRANSPARENTE!!      

  

- ¡¿QUE HAN DICHO?! – una vena en la frente de Naruto se activó.

  

- ¡¡QUITATE, ESTORBAS!! – el trío empujó al chico a un lado, haciendo que este cayera de pompas en el suelo.      

  

Un aura de fuego se formó alrededor de Naruto, se levantó, rodeó la mesa y desenchufo el aparato, haciendo que la imagen se fuera en un sólo destello, los hombres se quedaron con la boca abierta, el cigarro de Asuma cayó al suelo, estaban a punto de llegar a la meta.

  

- Kaka…shi  ¿Estas seguro de que pagaste la luz? – preguntaba Gai sin apartar la vista del aparato apagado, conociendo al peligris de seguro había apostado el dinero para el pago.

  

De repente Naruto apareció frente a ellos con el enchufe en la mano, la vena en la frente amenazaba con estallar, los hombres claramente lucían asustados, la expresión del catire era amenazante y aterradora. 

  

- Na… naruto calma… te  - Kakashi intentaba neutralizar a su hijo, sudaba a chorros mientras mantenía una sonrisa falsa – ponerte así no te hace bien, calma…

  

- ¡¡ME CALMO UN CUERNO!! - La cabeza del rubio se puso roja de la rabia y comenzó a echar humo - ¡¿QUE ESPERAN PARA LARGARSE DE AQUÍ?! – Naruto había dirigido su mirada endemoniada hacia Asuma y Gai, quien al notar que hablaban de ellos un corrientazo los hizo reaccionar.     

  

- ¿Eh?... nosotros… ya nos estábamos yendo… ¿Verdad… Asuma? – tartamudeaba Gai mientras sudaba como en un sauna.

  

- ¿Ah?... si, si… ya nos… vamos

  

Ambos hombres salieron corriendo de aquella casa, no sin antes tomar lo que se habían ganado y vociferar un “Gracias Kakashi” por los recién obtenidos artículos, Naruto giró su cabeza hasta encarar a su padre, estaba más calmado pero no menos molesto.

  

- Naruto hijo yo…     

  

El catire no lo escuchó, se volteó rumbo a su habitación.

  

- ¡Limpia esa basura! – se escuchó desde el pasillo por el que transitaba el chico, sería el colmo que tuviera que limpiar su chiquero también.     

 

- Fiuuu- Kakashi se limpiaba el sudor de la frente – “que bueno que aposté el teléfono, sino Iruka ya estuviera aquí pegando gritos” – pensaba.

  

Pasada una hora, Naruto se cambio de ropa y se dirigía a la casa de su vecino, Kakashi al notar que el chico se colocaba los tenis se acerco porque la curiosidad lo mataba, a preguntarle a donde iba.

  

- ¿Vas a salir?

  

- Si – el catire evitaba mirar al mayor, se amarraba las agujetas.  

  

- ¿Con el permiso de quien?

  

- Con el permiso mío – Naruto se molestó – todos los días para no quedarme solo voy a la casa de Shikamaru, nos hacemos compañía.

  

- Pero hoy no estas solo, podemos pasar un tiempo juntos.

  

- No gracias, prefiero irme donde Shika.

  

- Bien, haz lo que quieras.

  

- Bien, hago lo que quiero.

  

- Bien.

  

- ¡¡BIEN!! – el rubio bufó y salió de la casa, cerrando la puerta con tanta fuerza que parecía que la iba a tumbar.   

  

- ¡MIRA QUEDO ABIERTA! – Bromeaba el peligris – estos chicos de ahora son unos maleducados – pensaba en voz alta – hablaré con Iruka para que lo eduque mejor.   

  

En la casa del joven Nara, este veía con cara de fastidio al rubio que no hacía más que jugar con el nintendo en su cuarto, eso no era raro, pero por una razón que el muchacho no conocía, su amigo no jugaba con la energía característica suya, se notaba más bien deprimido, no decía nada y golpeaba los botones como si de verdad estuviera peleando con alguien en la vida real, el pelicastaño suspiró, sabía que su labor como amigo era preguntarle que le ocurría y ver si podía ayudar en algo, pero era tan problemático hablar de esas cosas, era tan fastidioso, se aproximó al chico.

 

- Oye Naruto ¿Te pasa algo?       

  

El catire continuaba con sus ojos en el televisor y las manos en los controles.

  

- Tú sabes que yo soy tu amigo y por lo tanto pue…

  

Aquella frase no fue terminada, Naruto se había abalanzado hacía el Nara en un desesperado abrazo que necesitaba como nunca, Shikamaru estaba estático, no sabía que hacer, el rubio lo abrazó con más fuerza habiendo más contacto entre los cuerpos, el corazón del chico despreocupado comenzó a aumentar la velocidad y la fuerza de sus latidos, un calor sofocante se apoderó del pelicastaño, correspondió al abrazo al notar que el catire hundía su cabeza en su pecho. 

  

- Na… ruto todo estará bien – decía el Shika instintivamente sin saber con exactitud a que se refería, fue lo primero que se le ocurrió.

  

Al notar que el chico estaba llorando, el chico Nara lo abrazó con más fuerza, posando su cabeza sobre la suya, sintió el aroma del chico, era una fragancia muy suave, cerró los ojos, el juego no estaba puesto en Pause por lo que en un parpadeo, apareció en la pantalla la frase “GAME OVER”.

  

*+*+*+*+*+*+*

  

Al día siguiente, Naruto se levantó un poco más tarde, al mirar el reloj y notar que eran las 9:00 am, salió corriendo como loco hacía la cocina.

  

- ¡¿POR QUE NO ME DESPERTASTE PAPA?! ¡¡VOY A LLEGAR TARDE!!

  

- Pero… - Iruka tenía una taza de café en la mano mientras veía a su hijo corriendo por todos lados como si hubiera un incendio.

  

- Si llego tarde Tsunade me va a matar – el rubio buscaba como loco la mochila que no recordaba donde diantres la había metido – además, ese Shikamaru, ¿Si no fui a buscarlo por qué no pasó por mí? Y después dice que es mi amigo.   

  

- No será que no pasó por ti porque hoy es sábado – el pelicastaño dio un sorbo a la taza. 

  

Hubo un momentáneo silencio, el chico salió de debajo del mueble con la mochila en la mano.

  

- ¿Sá…bado? – el rubio tenía un tic en el ojo.   

  

- Si, supongo que si ayer fue viernes hoy debe ser sábado. 

  

Naruto se alivió, eso significaba que no tendría otra inasistencia, se dirigió al baño a asearse, los sábados eran días para pasárselo en la calle, eso pensaba él, tras aparecer de nuevo en la cocina fue directo al refri, que ayer su padre iba a apostar y se sirvió un vaso de leche, se sentó en la mesa del comedor donde Iruka leía el periódico.

  

- ¿Y Kakashi? – preguntaba el chico, sabía que cuando Iruka llegó anoche había realizado un recuento de todos los bienes que quedaban, para ver si no faltaba ninguno, acordándose de lo acontecido y de las bolsas que se llevaron los amigotes de su padre, no era extraño que se preguntara internamente ¿Le habrá hecho algo?         

  

- Esta trabajando, se consiguió un trabajo los fines de semana, así que sólo seremos tú y yo los sábados y domingos – el mayor sonrío.  

  

- ¡Que bien! – El catire se bebió el vaso de un solo trago – Ah, delicioso, me voy vengo más tarde.

  

El chico se dirigía muy campante hacía la puerta y hubiera salido de no ser porque su padre lo detuvo.

  

- Naruto, ayer recibí una llamada de tu profesora diciéndome que otra vez entregaste el trabajo mal hecho – el rubio tragó grueso – y no sólo eso, sino que también volviste a llegar tarde y formaste una trifulca en clases ¿Tienes algo que decir en tu defensa?    

  

- Si… la verdad si – Naruto sudaba por la presión - ¡¡ES MEJOR QUE DIGAN AQUÍ CORRIO QUE ALLA MURIO!! – el ojiazul salió corriendo de la casa como alma que lleva el diablo.

  

- ¡¡NARUTOOOOO!! – Iruka estaba que salía a perseguir al chico, pero se calmó, ya era suficiente problema con Kakashi – Ese Naruto nunca cambia. 

  

La falta de aire, el cansancio y el no escuchar más los gritos, hizo detener a Naruto la corredera en la que andaba, mientras que recuperaba su ritmo normal de respiración observó que alguien se estaba mudando, como el chico no se aguantó el saber como serían los nuevos vecinos, fue a chismear un poco, se escondió detrás de unos arbustos y veía las cosas que bajaban del camión, se dedicaba criticar a sus adentros las cosas que no le gustaban y las que estaban en cajas despertaban en él una necesidad enorme de saber que había adentro, su atención fue llamada por el auto que recién llegaba, ahí debían encontrarse los nuevos habitantes del vecindario, Naruto se emocionó, le encantaba conocer gente nueva, se bajó del asiento del conductor una chica rubia, el catire casi se desorbita, debía tener como unos 20 años, de ojos verdes y un cuerpazo que hizo que al pequeño catire se le escurriera la baba.       

   

- ¡Guau! ¡Que linda! – Naruto tenía dos corazones en los ojos.          

  

- ¡¡CUIDADO CON LO QUE BAJAN DEL CAMION, LO QUE LLEVAN AHÍ DICE FRAGIL INEPTOS!! – La mujer gritaba a los hombres que llevaban las cajas con una delicadeza inexistente.   

  

- Si… si señora – los hombres sudaban, aquella chica les provocaba pavor.  

  

- ¡¡NO SOY NINGUNA SEÑORA!!¡¡SOY SEÑORITA!!

  

- Temari deja de gritar, ¿Qué pensaran los vecinos si te escuchan gritar así? – decía el chico desde el auto.     

  

- Gaara, pues… 

  

El chico pelirrojo se bajó del auto, Naruto lo examinó con su visión casi biónica, debía tener como unos catorce años - su misma edad -,  vestía muy gótico: pantalón negro, camisa negra, botas negras, todo negro; ojeroso, rostro inexpresivo, no muy alto ni muy bajo y libros en la mano con cubiertas negras, que seguramente eran muy aburridos, de brujería, de poema negros, o algo así.

  

- Temari, no me gusta este sitio – se quejaba el pelirrojo con un tono de voz tan débil, que parecía que se desvanecería antes de que terminara de pronunciar cada frase – es tan… conformista.     

 

- Mira Gaara – la mujer se acercó al pequeño – Yo sé que a ti te gustaba mucho tu antiguo hogar, pero ahora que soy tu tutelar tienes que adaptarte a mi modo de vida – Temari se agachó para quedar a la misma altura del chico – No te estoy obligando a que te guste pero… deberías hacer un pequeño esfuerzo en adaptarte a tu nuevo estilo de vida.    

 

La rubia abrazó al pelirrojo quien no se movió para nada, aquel contacto no le inculcaba sentimiento alguno, podía intentar apartarla pero no quería ver a la mujer a los ojos, solo pestañeaba viendo hacía el cielo.

  

- Temari… ¿Por qué las personas tienen que morir?

  

- Es parte de la vida Gaara… “pobre pequeño, perdió a sus padres y en el momento en el que más los necesita” – la ojiverde recordaba sin apartar su cuerpo de aquel contacto.

  

Ante esta escena tan cursi, el catire continuaba grabando todo lo que observaba en su infantil cabeza, se rascaba la barbilla mientras asentía a la idea que se le había ocurrido, aquellos dos personajes eran bastante extraños, el rubio que era un poco metiche siempre se metía en la casa de los vecinos en plena mudanza, pero como acababa de leer muchas historietas y comenzaba a percatarse de que esas “no eran personas normales”, se fue corriendo como despavorido a la casa de su pana con una frase en el cerebro que de broma le servía “se mudaron extraterrestres”.  

  

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

 

¡¡No me maten please!! Yo sé que estoy un poco chiflada pero es que me viene de familia, en el próximo capi me centraré un poco en Gaara (digo yo, a menos que se me ocurra otra cosa XD) solo espero que me dejen reviews, aunque sea para decirme… lo que sea, que no les de pena OPINEN, OPINEN, OPINEEEENN!!.... besos      


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