Sus dudosas miradas se cruzaron... ¿que o quien era el circulo de la serpiente? No lo sabían, pero si querían cumplir su misión con éxito deberían aceptar lo que fuera. Asintieron y todos salieron fuera de la tienda donde el resto de los ninjas los esperaban con la mirada ilusionada. Sasuke les hizo un gesto con la cabeza y tras algunos vítores y sonrisas de satisfacción se reunieron en corro formando un aro de unos cinco metros de radios, dado que eran muchos los componentes del ejército del moreno.
_ Bien, primero de todo explicar las reglas. Son muy sencillas: uno de vosotros de introducirá en el circulo con uno de mis hombres, concretamente con Suigetsu_ el mencionado lo confirmo con un gesto de cabeza_ no podéis salir del el hasta que consigáis herir a vuestro contrincante. Ah, por cierto...nadie ha salido con vida de ahí dentro. ¿Aun queréis hacerlo?
Estaba decidido. Además ellos no eran unos cualquiera, eran ninjas de Konoha y no era por fanfarronear pero unos de los mejores. Sai echo el paso al frente, pero Sakura le asió del brazo y esos ojos esmeralda le dijeron que no se metiera en esto.
La chica se metió entre el pasillo que los shinobis le habían dejado para introducirse hasta el centro del circulo, en el cual ya estaba Suigetsu. Las mejillas de la chica estaban mas que ardiendo y su corazón bombeaba con violencia, no sabia si por la inminente pelea o por el hecho de que tenia que luchar contra el. Haciendo caso omiso al vuelco que le daba su pecho al mirar esos amarillos ojos arremetió con una seria muy dura de golpes al peliblanco. Ambos esquivaban y repartían toda clase de ataques hasta que un corte en su brazo, le hizo ver a Sakura que las cosas no iban bien. Miro hacia Sasuke intentando encontrar alguna respuesta, pero lo único que consiguió fue una sonrisa burlona de esa perfecta cara. Estaba verdaderamente cansada y eso, desde que se había convertido en la discípula de Tsunade, era algo muy raro. Mientras que ella jadeaba por el cansancio Suigetsu cada vez parecía tener más fuerza y energía. Sin duda alguna, algo anormal estaba pasando.
De nuevo el filo del metal introduciéndose en su piel le hizo salir de su ensimismamiento y guardar las distancias lo más que podía con el chico. Presto atención a la gente que la rodeaba: burla, rabia, incluso diversión...sin embargo una de esas caras, en concreto la de esa niña castaña con los ojos cerrados le llamo la atención. No le dio tiempo a cavilar mucho mas pues la espada gigante del de la villa de la niebla le acechaba. Intento concentrar la mayor parte de su chakra para terminar con Suigetsu de un solo golpe, pero conforme iba almacenándolo notaba como este iba perdiéndose, entonces lo entendió...
Cancelo cualquier flujo de chakra y cuando percibió la inminente puñalada metió el brazo en el agujero que tenia la espada agarrándola con fuerza del filo, cortándose la mano. Le pego una patada al estomago del Uchiha, el cual estaba en su espalda arrebatándole su katana. Giro y con rápido y doloroso movimiento enterró la helada hoja en el hombro de la pequeña de media melena que antes susurraba.
Todos los presentes miraron a la pelirrosa y le abrieron paso con respecto cuando se dirigió hasta Sasuke. Se miraron con cara de pocos amigos a una distancia más bien escasa y tras clavar la espada a los pies de su amo, grito sin apartar las esmeraldas de la oscura noche:
_ ¡PREPARAD VUESTRAS COSAS, NOS VAMOS A KONOHA!_ y con paso firme y un deje prepotente propio del mismísimo Uchiha se dirigió a su tienda.
Cuando cerro la cortina tras ella se tiro en la cama destrozada. Tenía el cuerpo tan dolorido que ya ni sentía el escozor de sus heridas o las palpitaciones de sus moratones. Un terremoto llamado Sai entro en el que ahora se había convertido en un reducido espacio que compartían, llevándose la poca paz y tranquilidad que necesitaba.
_ ¡Siiii! ¡Frentona, frentona! ¡Las frentes amplias al poder!
_ Sai, solo te voy a decir una palabra: corre. ¡Porque como cuando me recupere estés a unos quinientos kilómetros a la redonda...voy a dejar a Gaara viudo antes de casaros!
Un rubor leve se apodero un segundo de sus blancas mejillas, mientras reía como ausente. El carraspeo proveniente de su espalda le hizo ponerse a la defensiva. Allí estaba el, con su cara de estatua, con un maletín entre sus fuertes y masculinos brazos.
_ Largo copia barata
_ Y una mierda, no pienso dejarte a solas con Sakura par que le hagas lo que sea, ¡aprendiz de serpiente depravada!
_ Sakura, por favor..._ pidió con voz cansada el Uchiha
_ Sai, déjanos solos...
_ Pero...
_ Es una orden...
_ Tabla de planchar reprimida_ murmuro poniendo morritos, mientras salía de la estancia.
_ ¡TE HE OIDO!
El morenazo se sentó junto al cuerpo tendido de Sakura y comenzó a sacar vendas y ungüentos. Este hecho sorprendió a la muchacha que lo que menos se esperaba eran los cuidados de que un día había sido su amor platónico.
_ No tienes porque molestarte Sasuke. Si no recuerdo mal soy una ninja medico, se curar y esas cosas..._ Dijo por lo bajo irónicamente
_ Lo se, pero da la casualidad de que mañana nos vamos a Konoha como cierta personilla ha mandado y no quiero que gastes el poco chakra que te queda y tener que cargar contigo todo el camino..._ en el fondo le divertía mucho la nueva Sakura, era algún con quien picarse sin gritar.
Gritos, como los echaba de esa chillona voz, blincando a su alrededor crispándole los nervios... Se obligo a dejar de recordar esos maravillosos ojos y comenzar con la cura en silencio.
_ Y dime, ¿Quién es la chiquilla esa que casi hace que me maten?
_ Es Sir, la llamamos así porque su ninjutsu consiste en controlar los chakras con su voz, como las sirenas_ dijo con un deje de diversión en la voz_ es mi arma secreta
_ Ah..._ reinaba de nuevo la fría mudez_ ¿Estas nervioso por volver a la Hoja?
_ ¿Acaso debería estarlo?_ claro que estaba nervioso, era demasiado tiempo sin ver esas marquitas tan graciosas...
_ No se...dímelo tu, que eres el traidor
_ Sin embargo, parece que la aprendiza de Orochimaru seas tu...lo digo por el veneno de tu lengua viperina...
_ ¿Lo echas de menos, Sasuke?
_ ¿El que?
_ Las noches de pasión con Orochimaru..._ dijo frunciendo el entrecejo la chica_ Me refiero a Naruto...
_ ¿YO? ¿A ese usuratonkachi?
_ Si Uchiha Sasuke, se nota a la legua que te mola el zorro rubito de Konoha..._ río Sakura
El solo hecho de que la muchacha definiera al Uzumaki con ese apelativo tan íntimo le enervo a límites insospechados. Su cara se puso colorada de la pura rabia que sentía y los deseos de estrangular, a la que ahora consideraba una plasta rosa asquerosa, con una de las vendas.
_ ¿Te das cuenta? Estas loco por el...
Iba a replicarle de manera hiriente cuando la presencia de Suigetsu le freno. Hizo una leve reverencia a la chica que no pudo más que apartar la mirada de manera cohibida.
_ Sasuke, ya esta todo preparado. Tienes que venir a repasar el cargamento. Por cierto, perdóneme Sakura- san por haberle provocado esas feas heridas_ en ese instante el peliblanco tuvo que tragar fuerte para bajar los testículos que se les habían subido de corbata ante su osadía.
_ Oh tranquilo. Si nos hubieran dado un poco mas de tiempo te hubiera reventado la cara con un puñetazo..._ genial Sakura la primera vez que tienes la oportunidad de hablar con el y te pones hacha una marimacho...
_Bueno, descansa esta noche mañana tendremos un largo camino que recorrer_ aconsejo Sasuke y ella asintió.
Sin embargo, esa noche su silueta femenina se veía recortada en el fondo negro y pacifico que proporcionaba la luna llena en contraste con el oscuro cielo. Abrió sus manos y un búho salio de ellas con un importante mensaje hacia su destinatario...