Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: SasuxNaru, y las que se me ocurran
Aclaraciones y Advertencia: Contiene Yaoi, muerte de personaje, Spoiler del manga, entre otros
Beta: Usarechan
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Capitulo 12.- Locura
Valor y Sasuke salieron al patio donde el Uchiha solía entrenar, se colocaron en posición de pelea -algo que descolocó a Sasuke -La posición que Valor tomó era extraña, tenía las piernas separadas, el cuerpo ligeramente encorvado y las manos a la altura de los hombros.
-Estoy listo -anunció la virtud.
Sasuke asintió, siendo él quien diera el primer ataque. Se lanzó contra Valor lanzándole un puñetazo que esquivó moviéndose ligeramente a la derecha, atrapando el brazo de Sasuke e inmovilizándolo con una llave, intentó separarse pero una risilla acompañada de un aplauso los distrajo. Ambos se separaron para poder observar al recién llegado.
Imagínense la sorpresa del Uchiha al verse delante de un ser, cuya apariencia sin duda era la viva imagen de la locura. Tenía el cabello parado, como electrizado, la mitad era negro y la otra blanco, traía puesto un camisón con las mangas tan largas que cubrían totalmente sus brazos y manos, con una buena parte de tela sobrante, mal abotonada y descalza. Traía un grueso collar con una larga cadena en el cuello, a su lado se encontraba Amor quien tenía una expresión graciosa en el rostro.
-¿Amor, Locura? -habló Valor mirándolos sin entender del por que de sus presencias.
-¡Hola, Sasuke! -exclamó Locura levantándose del suelo para poder colgarse del cuello de este -¡Qué alegría verte!
Sasuke estaba realmente confundido, no recordaba haber tenido contacto con el espíritu de la locura. No era alguien a quien se podría olvidar. No era el único confundido, Valor y Amor se encontraban en iguales condiciones que él. Pero Valor no se quedo con la duda y le preguntó lo que todos querían saber: ¿De donde se conocían? La locura se soltó del azabache, sonrío tontamente.
-Yo he sido la mas cercana a él -respondió tranquila -¿Ya olvidaste la vez que le pagaste a ese chico para que "accidentalmente" hiciera tropezar a Naruto y terminara besándote frente a toda la clase? -Locura siguió enumerando situaciones de la vida del Uchiha: Cuando decidió vengarse de su hermano, después de Konoha al enterarse de la verdad, cuando salvó a Naruto de los ataques de Haku, la pelea en el valle del fin, entre otras cosas que, sin lugar a dudas hacían pensar a los dos espíritus en aquella frase humana, que ahora más que nunca les parecía muy cierta: De poeta y loco, todos tenemos un poco. Auque en el caso de Sasuke, lo de poeta quedaba en tela de juicio.
-¿A que han venido? -preguntó Sasuke visiblemente molesto.
-Locura quería hablar contigo -respondió el amor.
Las miradas del azabache y Valor se posaron en la mencionada, quien, en ese momento tenía la mirada perdida, como ausente.
Amor suspiró preocupado al ver que su hermana estaba entrando en uno de sus ataques. Se acercó a ella, colocando una mano en la cabeza y la otra en su mejilla: acariciándola.
Sasuke miró a los dos espíritus entre confundido y molesto, esos dos solo le estaban quitando el tiempo. Por otro lado, Valor miraba con preocupación a su hermana: Aquel trance siempre era seguido por ataques, algunos violentos y otros dramáticos e impredecibles. Se acercó a Sasuke, tomándolo del hombro e indicándole que se alejaran, pues Locura podía llegar a ser peligrosa en ese estado. Sasuke negó con la cabeza, se quedaría ahí y no había nada que la virtud pudiera hacer.
Locura soltó un fuerte grito y lloró comenzando a removerse violentamente, siendo retenida por Amor, quien ahora la abrazaba para tratar de calmarla, susurrándole palabras dulces, que poco a poco, comenzaban a surtir efecto.
El azabache estaba molesto y muy confundido por la escena que en ese momento presenciaba. Comenzaba a perder la poca paciencia que tenía.
Amor tomó la cadena que Locura traía. Aunque su hermana se había calmado. Amor no la soltaba, pues sabía que aun podía recaer, y esta vez ni él podría controlarla. Alzó su barbilla mientras acercaba lentamente su rostro al de ella, uniendo sus labios delicadamente, era tan solo un simple roce, como el toque de una mariposa, pero fue suficiente para que Locura recuperara aquel brillo en sus ojos.
Sasuke levantó una ceja, algo descolocado por lo que veía: No creía que ellos pudieran llegar a eso.
-¿Ya estás mejor, Locura? -le preguntó Valor en tono preocupado, ella fijó su vista en él, con la mirada aun, un tanto perdida y asintió.
Ya pasado el susto, Valor suspiró aliviado, miró de reojo al Uchiha quien parecía confundido por lo que acababa de ver.
-¿Qué es lo que querías decirle a Sasuke? -preguntó nuevamente, Valor.
-¿Eh? -Locura, aun estaba algo confundida, cosa que desesperaba cada vez mas al azabache -Es... Seth -habló en un murmullo casi inaudible.
-¿Seth? -repitió Amor al ser él único que había escuchado las palabras de Locura -¿Qué fue lo que te dijo? -preguntó con un toque de preocupación.
-Él... quería que le ayudara con un humano -respondió un poco más coherente.
-¿Qué humano? -preguntó Valor con el semblante serio.
-Mmm, no recuerdo como se llama -contestó con uno de sus dedos en los labios, en un gesto de inocencia -Solo recuerdo que Celos me dijo que yo tenía mucha influencia en ese humano -se encogió de hombros.
-¿No te dijo nada más? -preguntó Amor.
-Púes Celos me dijo que no permitirían que un simple he insignificante mortal como él... -señaló a Sasuke, lo que ocasionó que el aludido frunciera el ceño y la mirara con deseos homicidas -Estuviera cerca de nuestra hermana -finalizó con una sonrisa -Dijo que Pureza debía regresar con nosotros. A nuestro mundo, de donde no debió salir jamás.
-¿Ellos saben lo que Seth quiere hacerle a Naruto? -le preguntó Amor.
-Si -respondió afirmó con la cabeza, lo que ocasionó que ambos espíritus y el azabache fruncieran el ceño y apretaran los puños con furia -Avaricia me dijo que solo estaban usándolo -agregó -Qué, en cuanto Pureza regresara a nosotros se desharían de él.
-¿Quién más esta en esto? -preguntó Valor.
-Pues Avaricia, Celos, Lujuria, Pereza, Engaño, Envidia, Orgullo e Intriga... -respondió -Ellos querían que yo les ayudara, pero les dije que no -comentó con una sonrisa tonta -Después de todo, no puedo dejar que Amor este solo, ¿Qué clase de lazarillo sería si lo hiciera?
Ahora si que Sasuke estaba confundido, pero no preguntó: su orgullo no se lo permitiría.
-Amor es ciego -habló Valor al darse cuenta de la actitud de Sasuke
-Fue hace mucho -agregó Amor -Todos nosotros estábamos reunidos para decidir quienes tendríamos más efecto en ustedes los humanos, pero como no llegábamos a un acuerdo, Locura sugirió jugar al escondite y él último que quedara sería el ganador.
-Encontré a todos menos a Amor, estaba por darme por vencida cuando encontré un hermoso rosal y decidí buscar entre el, fue ahí cuando escuche el grito de Amor y descubrí que lo había herido en los ojos, dejándolo ciego -dijo -Fue por eso que me convertí en su lazarillo y me puse esta cadena y collar -finalizó con una sonrisa.
A Sasuke aquello no podría parecerle más estúpido, pero, ¿Qué se podía esperar del espíritu de la locura?
Mientras ellos continuaban hablando, en otro lado de Konoha, Naruto y Perséfone se encontraban paseando por las calles de la villa.
La diosa traía puesto un kimono blanco con adornos de sakuras, el cual Naruto le había obsequiado. El rubio sentía un gran cariño por la castaña, no sabía explicarlo, pero, cuando ella lo abrazaba sentía una calidez en el vientre, muy diferente a la que sentía con Sasuke, aun así, igual de agradable.
-Es hermoso -comentó la diosa con una sonrisa en los labios -Jamás imaginé que existiera tanta belleza fuera de Grecia.
-¿Grecia? -repitió Naruto confundido, ella le sonrío maternal y le explicó que Grecia era un país, en otro mundo, el cual rendía culto a Hades, ella y otros dioses que vivían en el Olimpo. La diosa le comentó que él, cuando era Pureza, solía ir muy seguido, junto con Inocencia. Continuaron con su paseo por la villa.
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Hades se encontraba en los terrenos del dios Hefesto. En ese momento estaba siendo atendido por Las Kourai Khryseai (1), las dos mujeres creadas por Hefestos para servirle en su palacio del Olimpo. Frente al dios se encontraba Hefestos, era bastante feo, lisiado y cojo. Caminaba con la ayuda de un palo, uno de sus pies parecía estar al revés.
-¿A que debo tu visita Hades? -le preguntó el dios herrero.
-Quiero que me hagas un trabajo especial -respondió mientras recibía una copa de vino de una de las Kourai Khryseai.
-¿De que se trata? -preguntó levantando una ceja -¿Es acaso algún regalo para Perséfone? -el dios de los muertos negó con la cabeza -¿Entonces?
-¿Recuerdas a Pureza? -Hefestos no pudo evitar una ligera sonrisa, por supuesto que recordaba a la virtud, era imposible olvidarla o no encariñarse de ella. El dios recordó lo que Seth había intentado hacerle y se prometió, que si algún día se topara con ese dios le rompería su divina cara.
-Si... la recuerdo -habló tratando de que su voz no mostrara su enojo -¿No estaba con ustedes en el Hades?
Hades suspiró pesadamente, comenzando a explicarle lo que había acontecido en torno a Naruto, aumentando aun más el odio del otro por Seth. Finalizando su historia, Hades miró con detenimiento a Hefestos esperando su reacción.
-Con gusto creare algo especial para ese humano -aceptó el herrero -Utilizaré hasta el último de mis recursos -le prometió -Seth debe pagar su crimen -sentenció.
Hades sonrió con malicia, interiormente agradecido por la ayuda del dios herrero, con su ayuda, estaba seguro que Niké (2) les sonreiría.
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(1) Las Kourai Khryseai (doncellas doradas) eran dos autómatas de oro con la apariencia de jóvenes mujeres vivas. Se decía que poseían inteligencia, fuerza y el don del habla. Atendían a Hefesto en su palacio del Olimpo.
(2) Niké o Nice (en griego Νίκη) era la diosa de la victoria. Era capaz de correr y volar a gran velocidad, aparte de lo cual no se le atribuían otras cualidades extraordinarias. Se la consideraba simplemente como portadora de buena suerte, y solía estar asociada con algún otro dios. De hecho, se le representaba a menudo como una pequeña escultura alada en la mano de otro dios más importante, como Zeus o Atenea.