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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo: Contiene Spoilers del manga 410 en adelante

 

El regreso

Debo admitir que esta vez se me ha pasado la mano con la tardanza, no tengo disculpas, sólo que no he tenido inspiración para empezar siquiera.
En fin, gracias por sus comentarios, y espero que les guste este capítulo.

Descubrimientos

Karin miro furiosa a Sai ¿cómo se atrevía ese remedo de…? ¿Cómo llamarlo? En fin, lo que fuera, ¿a tratarla así? …l andaba vestido de una forma muy extraña, no se veía tan guapo como el lindo Sasuke pese al parecido.
- Siempre tan sincero – murmuró Yamato moviendo la cabeza – Sai, creo que la delicadeza no forma parte de tus cualidades ¿verdad? – lo regañó.
Karin dirigió su mirada furiosa hacia el ex ambu y decidió no decir nada ¿qué ganaba? Se dijo y salió hecha una verdadera furia del hotel, ya se encargaría ella de vengarse de todos esos por sus ofensas.
Minato movió la cabeza, no eran justos con la chica, tal vez no era tan fea después de todo, pero había sido tan antipática desde el principio con Naruto que no era capaz de mirarla sin ese rencor que la hacia más fea a sus ojos. Suspiró pensativo, tenía buen cuerpo, lo podía admitir, pero ella no parecía saberse sacar partido, todo ello agregado a que se le ofrecía a Sasuke como en bandeja y que parecía pensar que era la más hermosa de todas.
- Olvidémonos de ella y vayamos a la fiesta – dijo Sasuke tomando del brazo a su pareja que le sonrió de lado – parece que esta funcionando el parque de atracciones – agregó saliendo del hotel – se veían las luces desde nuestra habitación, quiero subirme a una de ellas, hace mucho que no lo hago.
- Sasuke está muy contento desde que se comió los chocolates – dijo Juugo sin mala intención – parece que supiste complacerlo bien, Naruto kun.
Naruto se volteo a mirarlo y luego se puso rojo hasta las orejas recordando lo que Sasuke había hecho con ellos y su cuerpo. Avergonzado hasta la medula, no dijo nada antes de voltearse y seguir caminando.
- ¿Qué le pasa? – dijo Juugo asombrado por la actitud del rubio.
Todos se voltearon a mirar a Sasuke pero este se hizo el desentendido y se apresuro a alcanzarlo. Preocupados, los imitaron en silencio.
- He notado algo extraño en el chakra de Sasuke – dijo Ino pensativa – se ha vuelto inestable y siempre está requiriendo del de Naruto – miro al rubio y al moreno que se habían tomado de la mano – lo hace hasta de manera inconciente, creo que ni Naruto se ha dado cuenta ahora que lo hace.
- Creo que deberíamos hacerle un par de exámenes a Sasuke – asintió Sakura.
- Pese a todo lo fea que pueda ser Karin, ella no ha notado nada extraño – dijo Suigetsu caminando al lado de Namida – no creo que sea algo extraño.
- Quizás no ha querido notarlo – dijo Minato pensativo – ella está obsesionada con Sasuke, por lo tanto jamás aceptaría esas alteraciones del chakra como una dependencia de este hacia Naruto, fuera por el motivo que fuera.
- Aceptarlo podría significar para ella que Sasuke le pertenece a Naruto – sentenció Temari que iba cogida del brazo de Shikamaru que miraba a sus amigos en silencio – y me parece que es posible como un embarazo, cuando se trata de bebés de padres muy fuertes, el bebé tiende a serlo también y para su desarrollo necesita del chakra de ambos y desestabiliza a la madre.
- Jeje – dijo Chouji divertido – quiero verle la cara a Sasuke cuando se entere de sus sospechas, vaya a saber como reacciona, aunque Naruto estará feliz.
- Lo único malo es que seré abuelo siendo tan joven y guapo.
- ¡Minato! – lo regañó Kushina molesta y este se rió infantilmente – no maduras para nada ¿verdad, Kaseiyo? – dijo divertida de sus actitudes.
- Venga, no me llames así, mi clan casi no existe.
- Pues a este paso, dentro de unos años serán muchos – le dijo ella y se detuvieron junto con los demás a ver como pasaba la caravana de animales exóticos y bailarines sobre los carros alegóricos.

Kisame miraba fastidiado al otro lado de la calle donde los ninjas de Konoha estaban de pie mirando el desfile. A su lado estaba Itachi quizás más fastidiado que él, cosa que no podía ver porque estaba vestido de samurai con máscara y casco y un emocionado Tobi que actuaba como crío, con lo que le daban ganas de darle un golpe con su espada, solo que ella había quedado en la guarida a buen recaudo junto con sus uniformes de Akatsuki.
- Sólo espero que el jefe no se enfade con Tobi por venir a esto – dijo bajito.
- Como si él fuera a decir algo en tu contra – le dijo Itachi fastidiado – objetivo localizado – señaló hacia el otro lado de la calle – pero hay más ninjas de Konoha ahora – dijo fastidiado – y dos de la arena, a mi parecer.
- ¿Cómo dice, Itachi san? – dijo Tobi dirigiendo la mirada hacia ellos.
- Veamos, están los de de antes, pero está un nuevo grupo, los recuerdo porque eran compañeros en la academia de Sasuke, los de la arena son los hermanos del Kasekage, pero a los otros… Sólo que el rubio mayor se parece mucho a Yondaime y el menor se le parece, pero a la pelirroja no la conozco.
- O sea, hay siete ninjas más a los ocho de antes – sentenció Kisame.
- Falta la chica fea – dijo Tobi – no está con ellos, aunque a Tobi no le pareció muy fuerte ni tan habilidosa como la de pelo rosado.
- Pues ella fue la que venció a Sasori – dijo Kisame pensativo.
- Tobi supo que la actual hokage la entreno personalmente.
- El equipito – dijo Itachi – los tres entrenados por un sanin – miró a su hermano y noto algo extraño – Sasuke le está robando chakra a Naruto kun.
- ¿Eh? – dijo Kisame mirando al moreno que mantenía sus dedos enlazados con los del rubio – es como lo dices, quizás Zetsu tenga razón al respecto.
- Y su chakra tiene algo extraño – prosiguió Itachi – es como si uno nuevo se estuviese formando al mezclase sus chakras – se concentró y fijó su mirada en su hermano – diablos, ¡Sasuke está embarazado!
- Es hombre, aquello es imposible – dijo Kisame asombrado.
- Tobi le dijo a Kisame san que el abuelo Neko podía darle el don de la fertilidad a cualquier pareja de un Uchiha, fuese hombre o mujer.
- Pero es Sasuke el embarazado – le discutió.
- Debe ser por el hecho de que el chakra mas poderoso es el del portador del Kyuubi – dijo Itachi tratando de recobrar la calma – este tipo de embarazos es sumamente riesgoso y si el padre no fuese capaz de reponer el chakra que consumen tanto el bebé como la madre, en este caso él, correrían peligro.
- Vaya manera de protegerse – le dijo burlón Tobi alejándose un poco de ellos – no te servirán sus ojos ni cuando haya dado a luz, su chakra será distinto.
- Tobi, mantén esa bocaza cerrada – le dijo Itachi con frialdad mortal.
- Itachi san no aguanta una bromita – se quejó y Kisame movió la cabeza sorprendido, ¿Qué pretendería ese tipo provocándolo así?
Itachi, oculto tras la máscara entornó los ojos sin responder nada y luego volvió a mirar a su hermano, tenía la ligera sospecha que él no tenía ni idea de lo que estaba pasando con su cuerpo en esos momentos.
- Si Sasuke está embarazado, quizás sería la forma de atrapar al portador del Kyuubi – señaló Kisame – lo podríamos usar de señuelo.
- Nos meteríamos en soberano lío – dijo Itachi – dudo que los otros ninjas que lo acompañan no intervinieran si tratamos de atrapar a Sasuke.
Tobi se quedó en silencio mirando a los ninjas mayores, parecía imposible, era sabido por todos que el cuarto Hokage había muerto esa noche en que Kyuubi atacó Konoha, pero ciertamente muchos creían en la muerte de Madara Uchiha a manos del primer Hokage, se dijo sonriendo bajo la máscara, si ese hombre era realmente quien creía, si sería un verdadero problema el atrapar al biju.

Sasuke caminaba por el parque mirando las tiendas, era todo tan diferente ahora, sentía algo cálido creciendo en su corazón, antes no habría dejado que sus emociones lo dominaran, pero ahora sentía que valía la pena dejarse llevar por ellos, en especial si ello significaba estar más unido a Naruto. Se detuvo en un puesto y vio las ranitas de peluche, ellas le recordaron a Naruto.
- Sasuke kun – le dijo Ino divertida al verlo con esa expresión tan tierna en su cara, al parecer era cierto que el amor obraba milagros en las personas – quisiera preguntarte algo, si es que no te molesta, claro.
- Mientras no me quieras quitar a Naruto, ningún problema – replicó.
- No, es respecto a como te haz sentido últimamente – le dijo la rubia – he notado que estás muy dependiente del chakra de Naruto y que has adquirido costumbres un tanto peculiares, comes cosas que no te gustaban.
- Me he sentido así desde la batalla con ese infeliz de Amichi – dijo molesto – me dio la impresión que el sello maldito trató de desatarse contra mi voluntad cuando ataco mi vientre como si tratase de proteger algo.
- Sasuke kun, perdona la pregunta, pero recuerdo que el día del cumpleaños de Naruto ustedes estuvieron fuera de la aldea y lo hicieron ¿verdad?
- Bueno, era mi regalo de cumpleaños para Naruto – explicó pensativo – fuimos a los baños termales medicinales de Nekogakure...
- ¿Y? – intento que prosiguiera intrigada por el silencio y lo pálido que se había puesto, claro que ella no previó lo que esto ocasionaría en el novio del moreno.
- ¡Ino! – chilló Naruto abrazando a Sasuke que se aferro a su cintura ocultando el rostro en su hombro llorando – ¿Qué le has hecho? – la miraba furioso mientras le acariciaba suavemente el cabello – ya, estoy aquí.
- Sólo le preguntaba por su salud, me estaba hablando de esa tarde que te entretuvo fuera de Konoha mientras nosotros preparábamos tu fiesta.
- ¿Cuándo fuimos a las termas de Nekogakure? – dijo Naruto y se sorprendió al escuchar los sollozos de su pareja que se hacían más fuertes – ¿Qué pasa? No fue que la pasáramos mal por allá ¿verdad?
- Es que me olvidé de algo esa tarde – dijo el moreno en voz muy baja – esas termas son usadas exclusivamente por las parejas de Uchiha que tienen problemas para procrear, escuche en alguna ocasión que uno de mis tíos había llevado a su prometida allí y que a ese se debía que tuviesen tantos hijos.
- Así que la posibilidad que estés embarazado existe realmente – dijo la chica.
- Pero Sasuke es hombre – le rebatió Naruto preocupado aún acariciándole el cabello, aunque pensándolo bien, su moreno actuaba muy raro últimamente.
- Bueno, yo digo que es sólo una posibilidad – dijo ella – sería necesario examinarlo para saber si ello es cierto, pero lo más probable es que sean padre en unos seis o siete meses aproximadamente.
- Nos vamos a tener que casar, de modo contrario Tsunade me matará.
- Ni que se atreva a tocarte un pelo – reaccionó Sasuke furioso – la parto por la mitad con Kusanagi y luego la frío con un chidori.
- Calma, calma, lo mencionaba como una posibilidad, nada más – le sonrió.
- Pues que no pase de allí – le dijo sin recobrar la calma tomándolo de la mano llevándolo al puesto de las ranitas – quiero que me ganes una de esas.
- Bien podrías ganártela tú mismo – le dijo Sai apareciendo por un costado.
- ¿Qué si yo quiero que Naruto se la gane para mí? – le replicó fastidiado.
- No es necesario que lleguemos a tanto – dijo Naruto viendo las miradas asesinas que ambos morenos se mandaban, le daba la impresión que Sasuke iba a desenvainar a Kusanagi para matar a Sai y que este iba a atacarlo con uno de sus dibujos – jugaré para ganarme esa ranita que quieres ¿vale?
Sasuke se abrazo a Naruto mirando al otro por encima de su hombro burlón.
- Creo, Sai – dijo Ino – que deberías dejar a Sasuke por la paz, si lo que creo es cierto, el cuarto también va a saltar a protegerlo como si fuera uno de sus propios cachorros – le recordó pero el ambu la miro sin comprender.
Unos cuantos puestos más allá estaba Sakura tratando de hacer entender a Juugo que no necesitaba que le regalase nada, pero este insistía en que se lo merecía y por lo tanto estaba jugando con las argollas hasta ganarse una hermosa gatita rosada y peluda que le dio a la kunoichi.
- El perímetro está asegurado – dijo el cuarto mirando a sus hijos que discutían acerca del tamaño de las ranitas que Sasuke tenía en su poder por lo que acercó a ellos en silencio – me parece que la ranita de la derecha es más grande – y Namida sonrió orgulloso – pero la otra está más rellenita y bonita.
- ¿Ves? – dijo Naruto complacido enlazando sus dedos con los de su pareja – de todas maneras Sasuke quería que YO la ganase para él, no tú.
- Namida, deberías dejar a tu cuñado y a tu hermano tranquilos – le dijo el ninja mayor – ven, vamos a buscar a tu madre antes que se de cuenta que la dejé sola, estaban hablando de cosas de mujeres con Temari san y no las entendía.
- Las mujeres son muy complicadas de entender – dijo este comprensivo.
- Se hace el maduro – le cuchicheó Naruto al oído a Sasuke – pero apenas tiene trece años, mamá me lo dijo ayer que cumplirá los catorce dentro de una semana, ¿te parece bien que se lo preparemos nosotros?
- Deberías mencionárselo a tu padre – dijo apretando con fuerza a ranita que le regalase Naruto – venga, vamos a subirnos en uno de esos juegos que tanto querías probar.
La mayoría de los juegos eran una completa novedad para Naruto, teniendo en cuenta que jamás había podido subirse a ellos cuando niño ya que necesitaba de supervisión adulta y nadie nunca quiso hacerse cargo de él, con excepción de Iruka y el anciano Hokage, pero ninguno de ellos podía acompañarlo, así que se subió a cuantos pudo mientras Sasuke le sonreía con esa sonrisa tan suya, aunque se sentía un tanto mareado ¿sería el embarazo o las subidas y bajadas por el tobogán la que lo tendrían así? Suspiró y decidió esperar abajo a Naruto mientras este se subía a uno de los juegos más mareadores del parque, claro que con su entrenamiento ninja no debería pasarle nada, pero no quería arriesgarse a vomitar o a desmayarse, ya bastante tenía con que Naruto estuviera vigilándolo con ojo de lince como para agregarse la vigilancia de todos los demás, en especial de papá-san.

Itachi vigilaba constantemente a su alrededor, Tobi era un verdadero idiota, pero no pensaba explicarle los motivos por los cuales no debían arriesgarse a un enfado de Naruto, si de por sí no podía atacarlo para hacerle daño, eso lo sabía desde antes que asesinara a su clan, menos quería conocer los efectos nocivos que habría de tener el lazo que los amarraba al bienestar de este cuando parecía haberse fortalecido en la unión de su hermano con él. Pero claro, Tobi se creía dueño del mundo.
- Maldito Madara – dijo entre dientes acercándose sigilosamente a su hermano por entre la gente, y es que no podía negarse a actuar, no con Kisame presente, sabía que no podría hacerle rente a Pein ni por si acaso, menos con tan poca información sobre él y menos con su cuerpo rompiéndose a pedazos por dentro – algún día conseguiré matarte o que alguien lo haga – gruñó cogiendo a su hermano por el cuello dejándolo inconciente llevándose rápidamente del lugar tratando de no llamar demasiado la atención.
- Bien, el grupo tiene la carnada – dijo Tobi actuando como chiquillo ¿para quién sería esa actuación? Se dijo Itachi, si el bien sabia quién se escondía detrás de la máscara y estaba casi seguro que Kisame también, entonces ¿Por qué seguía con esa farsa? Hubiese preferido que se muriera este idiota antes que Deidara, aunque tampoco se tragaba sus idioteces.
- Será mejor que no esperes que sea yo quien le haga notar a Naruto que su pareja no está – le dijo Itachi – de por sí ya me quiere matar como para arriesgarme así en un lugar tan lleno de gente.
- Tobi hará que el resto caiga en un genjutsu – le replicó este.
- Tal vez los civiles caigan – le dijo fastidiado – pero, por si se te olvida, hay otros ninjas en el lugar – señaló a un grupo más allá – está Kakashi, que sabemos es muy fuerte, la compañera de Naruto, que venció a Sasori, los otros chicos, ahora que lo pienso ¿no son los que, según Zetsu, vencieron a Hidden y Kakusu? Y tenemos a los ninjas mayores, la mujer pelirroja y al rubio, les desconocemos por completo el poder, al igual que a los hermanos del Kasekage, es una completa idiotez.
- Pues, Itachi tendrá que buscar una solución – le dijo Tobi molesto.
- Será mejor atraerlos a un lugar más despejado – intervino Kisame previendo una pelea entre ellos, no quería tener que informar de una masacre entre Uchihas, de por si Pein se enfadaría por esto porque había ordenado que esperaran su regreso en la guarida.
- Enviaré uno de mis cuervos a informarle a Naruto – dijo Itachi – le diré que nos encontramos en el terreno solitario al otro lado del río, pero no les garantizo nada, si el cree que le he hecho daño a Sasuke como para que pierda a su bebé, estoy seguro que, sharingan o no, estamos los tres muertos.
- Itachi san es un pesimista – le dijo Tobi contento con la idea.
Itachi hizo una técnica y un cuervo, invisibles para cualquiera que no tuviera un enlace con un Uchiha, voló hacia Naruto.
- Vamos, no tenemos mucho tiempo para salir de aquí, apenas se de cuenta que Sasuke no está, comenzara nuestra cacería – dijo y los tres, Kisame cargando el cuerpo de Sasuke, se echaron a correr saltando por encima de los techos de los puestos como una exhalación.

Naruto se bajó contento del juego y se dirigió inmediatamente hacia donde supuestamente lo esperaba su pareja, pero él no estaba allí ¿Dónde se habría metido? ¿Se le habría antojado algo? A su alrededor había muchos puestos de comida, pero ni luces de su moreno, quizás debió haber ido al baño, siempre andaba con ganas de orinar. Molesto, se dirigió hacia los baños, pero algo lo detuvo, un artista en arcilla le reglaba a los niños pequeñas aves que volaban como si tuvieran vida propia, casi los pudo ver explotar, pero no fue así cuando las avecillas se estrellaron contra una pared, simplemente volvieron a ser arcilla. Extrañado y diciéndose que él debía de estar muerto, entró en la tienda y casi se fue de espaldas ¿no dijo Sasuke que se había hecho explotar tratando de matarlo? Quizás fue como cuando hizo lo mismo con Kakashi.
- Hola – le dijo este mirándolo con sus ojos celestes sonrientes.
- Ho… hola – le respondió Naruto asombrado, este no era Deidara, al menos no internamente, porque aquel que el conoció era un tipo muy distinto, un fastidio con patas que siempre le recordaba que no era más que un contendor del biju sellado en su interior y que nadie lo quería.
- Supongo que quieres una de mis creaciones – le dijo amablemente.
- No, es que ando buscando a mi pareja – le explicó – entré sólo por curiosidad.
- Ah, y sólo por curiosidad ¿cómo es tu pareja? – le dijo dejando su sitio junto a la arcilla.
- Es una belleza de tez blanca, el cabello negro, igual que sus ojos, de mi misma estatura, anda vestido de señor feudal, el traje le queda como pintado, si de puro imaginarme como va a ser sacárselo… – se sonrojó – me comporto igual que Ero Senin – suspiró – pero no soy un pervertido… aún.
- Claro – se rió este divertido – mi nombre es Deidara Makabi, soy artista en arcilla, pero de eso ya te diste cuenta, si quieres te ayudo a buscarlo.
- Bueno, yo soy Naruto Uzumaki, soy un ninja de Konoha – le cuchicheó – igual que mi novio, pero andamos por aquí buscando algo.
- Mira, allí hay un cuervo – dijo Deidara.
Naruto volteó la mirada y lo vio, era una de las aves de ilusión que usaba el desgraciado de su cuñado, eso significaba que ¡Itachi tenía a Sasuke! Y sin pensarlo demasiado se echó a correr siguiéndola fuera de la feria, sin notar siquiera que Deidara lo seguía de cerca.
El rubio mayor se sentía intrigado por este chico, sentía que lo conocía, pero había un gran vacío en su mente desde que despertó en aquel hospital de blancas paredes, en donde lo único que sabía era su nombre y que era una artista en arcilla, que había sido ninja lo proclamaba su bandana, pero, por estar rasgada, era un renegado de su aldea, así que no podía ir allí para averiguar algo más, y en todo este tiempo no había conocido a nadie que se le hiciera conocido, a excepción de este chico, por eso lo seguía, quizás él lo ayudase a recordar algunas cosas, aunque suponía que no eran muy buenas, pero necesitaba saber cuál era su pasado, por muy malo que fuera.
- Como le hayas hecho daño a Sasuke – decía el rubio menor – te destriparé y luego haré que te revivan cien veces para matarte de nuevo – gruñía mientras un aura rojiza comenzaba a adueñarse de él – y también al tipo de la espada y al enmascarado ridículo, y a la planta esa y a cuantos otros se pongan en mi camino – la furia de Naruto era palpable, aunque ella lo ayudaba a tomar velocidad – los voy a despanzurrar a todos, malditos Akatsukis

Minato estaba comiendo trozos de pescado asado junto a Namida y a Kushina cuando sintió ese chakra tan violento, volteó la mirada hacia Yamato y Kakashi y ellos asintieron, ese era Naruto sacado de sus casillas, se sentía ligeramente en el aire el poder de Kyuubi, pero este no estaba dominando al muchacho.
- ¿Qué es ese poder? – dijo Namida asombrado.
- Naruto esta molesto, algo debe de haber pasado – dijo Minato pagando la cuenta y poniéndose de pie – debemos ir por él – se acercó a Kakashi y este invocó a Pakkun – rastréalo, sea lo que sea que haya pasado, podría quedar la grande si deja que ese poder lo desborde – miró a Kushina – reúnan a los demás, tan pronto hayamos ubicado a Naruto y a Sasuke les enviaremos una señal para que se nos reúnan, lo más probable es que sea Akatsuki.
Ella asintió y con Namida se fueron a buscar a los demás por el parque.
Yamato, Kakashi y Minato se dispusieron a seguir a Pakkun, aunque el chakra de Naruto era bastante palpable, este se desperdigaba en el aire y podían tomar una dirección errada que podía significar perder tiempo valioso.
- Naruto va en dirección al río, del otro lado lo esperan tres akatsukis que tienen a Sasuke inconciente – dijo Pakkun – pero no va solo, lo sigue alguien más, pero creo que debo estar equivocado.
- ¿Por qué lo dices? – lo miró Minato asombrado, un perro ninja rara vez se equivoca al rastrear a alguien, su olfato era algo que no se podía engañar.
- Porque se supone que ese hombre está muerto, Sasuke lo mató.
- ¿Quién? – insistió Kakashi preocupado, no creía que pudiera ser...
- Deidara, recuerdo su aroma cuando secuestró a Gaara de su aldea.
- Esos akatsukis tienen demasiados tipos extraños – señaló Yamato – dos de ellos eran considerados inmortales, otro convirtió su cuerpo en marioneta para no envejecer y vaya a saber que de cosas habrán echo los demás, pero sabemos que todos están mal de la cabeza, empezando por su líder.
- Mejor nos apuramos, no vayan a sacar a Naruto de sus casillas, podría liberar a Kyuubi y adiós pueblito pacífico, además de meter en problemas a Konoha.
- Naruto hace mucho que no pierde el control – dijo Kakashi tranquilo.
- Si, como creen las chicas, Sasuke está embarazado, el instinto protector de kaseiyo va a despertar en él y no quiero ni imaginar de lo que va a ser capaz con todo ese terrible poder que mi hijo se gasta sin necesitad de Kyuubi.
-¿Qué quiere decir, hokage sama? – dijo Yamato sorprendido.
- Cuando se le puso el sello a Kyuubi, no solo se le selló el poder a este, sino que también Naruto se vio afectado, ya que su poder rivaliza con el de este.
- Así que por ese motivo le costaba tanto moldear su chakra – dijo Kakashi.
- Era peligroso para él tener tanto chakra siendo apenas un bebé, se habría vuelto loco antes de tener un año, su cuerpo no era el adecuado, pero cuando esté listo todo ese poder saldrá sin esfuerzo alguno.
- Pero dices que el instinto de kaseiyo podría surgir en cualquier momento.
- Es cierto que yo vengo a ser el patriarca del clan, pero este instinto surge en cada padre dentro del clan y puede llegar a ser terrible, fue el que me prestó fuerzas para enfrentarme a Kyuubi en su momento.
- Pero usted siempre fue poderoso – dijo Yamato no muy convencido.
- Era listo y siempre pude ver las debilidades del enemigo y usarlas en mi favor.
- Se han detenido del otro lado del río – dijo Pakkun y ellos hicieron lo mismo quedándose en silencio ocultos entre los árboles vigilando atentamente los acontecimientos a una distancia prudente.

Naruto cruzó de un salto el río y se puso de pie frente e los tres akatsukis que, más que mirarlo a él, miraban a su acompañante, Naruto comprendió entonces que Deidara lo había seguido, pero lo ignoró avanzando hacia ellos.
- Devuélvanme a Sasuke antes que los despanzurre – les ordenó molesto.
- Oye, Naruto ¿Quiénes son tus amigos? – le dijo Deidara confundido.
- Estos idiotas no son amigos míos – dijo Naruto – y se secuestraron a mi novio – miró a Itachi fastidiado – no te cansas de molestar ¿verdad?
- Mientras esté vivo lo seguiré haciendo – dijo y miró a Deidara directamente.
- Ese tipo es un idiota presumido – dijo Deidara – creo que se merece un buen golpe en esa cabeza presumida que se gasta, dáselo duro, Naruto.
- Sigues igual de idiota, Deidara – le replicó este – se supone que eres de nuestro bando y estás fraternizando con el enemigo.
- Y ese ¿Quién es? – dijo el rubio mayor mirándolo – se me hace conocido.
- Mi “cuñado” del alma – escupió Naruto – Itachi Uchiha.
- ¿Y los otros? – los miró – uno tiene pinta de retrasado mental – señaló a Tobi – y el otro tiene aspecto de tiburón.
- Je, je – se rió Naruto recuperando la cara al ver la tensión que había tomado el enmascarado – el de la máscara, ni idea, en el libro de Kabuto no aparecía, pero el otro creo que se llama Kisame Hochihi o algo así, no me acuerdo.
- Un poco menos idiota que el otro cabeza de músculo de Konoha que vestía de verde – señaló Kisame – un tal Maito Gai.
- Así que conoces al maestro cejotas – Naruto avanzó hacia ellos – devuélvanme a Sasuke si no quieren que los haga pulpa en este mismo instante – los amenazó furioso mostrando sus pupilas azules en una delgada línea vertical de manera amenazadora y despiadada.
Itachi se llevó la mano a la garganta conteniendo a duras penas las arcadas, no quería escupir la sangre que parecía estarse amontonando en ella tratando de salir, era como cuando usaba el mangekyu sharingan, se sentía enfermo.
Kisame retrocedió al ver a su compañero a punto de vomitar, también se sentía mal, podía sentir las emociones más oscuras apretando su interior, intentando minar sus fuerzas, casi podía sentir que la piel se le erizaba.
- No conseguirás asustar a Tobi con esa fea mirada – le dijo él activando su sharingan, pero algo raro pasó al usarlo contra Naruto, hubo una fuerte explosión y salió disparado hacia atrás contra Kisame e Itachi que cubrían el cuerpo de Sasuke. Naruto saltó de una y cogió a Sasuke retrocedió lejos de la explosión sin notar que Deidara tomaba a Itachi, quien estaba más muerto que vivo, y lo seguía de cerca deteniéndose bajo los árboles donde los ninjas mayores de Konoha se habían ocultado a su espera.
- Naruto – dijo su padre poniendo una barrera de chakra frente a ellos mientras desaparecía la explosión, pero su hijo permanecía con su pareja recostada en su regazo – debería tener más cuidado, estábamos cerca ¿Por qué no nos pediste ayuda? Nos preocupamos mucho cuando sentimos tu chakra.
- Esos idiotas secuestraron a mi Sasuke, le pudieron hacer daño.
- Perdone, hokage sama – dijo Yamato – pero ¿Por qué se produjo la explosión cuando el tipo de la máscara se le acercó con malas intenciones a Naruto.
- Intentó usar el sharingan contra mí, lo noté en su ojo rojo.
- Un Uchiha – dijo Minato pensativo – es una protección especial que te puse antes que nacieras, Fugaku y Mikoto Uchiha se harían cargo de ti si tus padres te llegábamos a faltar, pero había sospechas de ellos, así que, a modo de protección nadie de su sangre podría hacerte daño con su máximo poder, y tú podrías activar esa protección extra en caso de emergencia, como me parece que lo hiciste ahora, Itachi parece estar sufriendo terriblemente las consecuencias de su temeridad y el otro no puede estar mucho mejor.
- Deidara – dijo Kakashi reconociendo al rubio de pelo largo.
- Hola ¿nos conocemos? Porque tú sabes mi nombre pero yo no sé el tuyo.
- …l es mi maestro jounin, Kakashi Hakate – le dijo Naruto – el moreno es mi otro superior, Tenzo Yamato y el rubio es mi padre, Minato Namikase.
- Pero no llevan el mismo apellido – dijo Deidara intrigado.
- Llevo el apellido de mi mamá – le dijo Naruto encogiéndose de hombros traspasándole chakra a Sasuke – pronto la conocerás – sonrió.
- ¡Kushina me va a matar! – dijo Minato preocupado – dije que en cuanto te ubicáramos le íbamos a avisar y nunca lo hice.
- Pero creo que podremos regresar a Konoha – señaló Kakashi – tenemos a un akatsuki al que podremos interrogar, si es que sobrevive.
Los mayores se acercaron a Itachi mientras Pakkun iba por el resto de los ninjas que de seguro se habían reunido en los alrededores.
- Esto no es efecto del ataque a Naruto – dijo Minato mirando lo pálido del muchacho y la sangre que brotaba tanto de la comisura de los labios como de los ojos – parece que ha estado sufriendo las consecuencias del exceso del uso de su sharingan durante bastante tiempo, me parece.
Al poco rato llegaron el resto de los ninjas y Minato se colocó detrás de su hijo en un gesto bastante peculiar de defensa, era bastante obvio que le temía.
Sasuke comenzó a despertar apoyado en el pecho de Naruto y se asombró al ver a Sakura e Ino sanando a alguien mientras alguien de largos cabellos rubios las observaba atentamente con sus ojos celestes. Al principio pensó que estaba delirando, no podía ser que el tipo estuviera vivo, si había provocado aquella tremenda explosión en la que había usado a Manda como escudo y lo había matado, pero se daba perfecta cuenta que no era así, aunque el tipo era algo diferente ahora, el cabello de todas maneras lo llevaba tomado en una cola, pero su cara estaba al descubierto y el aura que antes lo acompañaba no parecía ser el mismo, había cambiado completamente.
- Has despertado – dijo Naruto ayudándolo a levantarse – menos mal que no te hicieron nada, aparte de ponerte a dormir, o hago fracasar la misión.
- ¿A quién están curando? – dijo Sasuke – Itachi – agregó sin esperar.
- Está más muerto que vivo – le dijo Sakura molesta – en esas condiciones no va a llegar a Konoha para ser interrogado como quería Tsunade sama.
- Pero tienen al otro – señaló a Deidara y este lo miro extrañado.
- Deidara no recuerda su pasado en akatsuki – dijo Naruto – y, aunque se le pudiera desbloquear la memoria, creemos que Itachi debe estar más informado de los planes de la organización que él, de lejos se nota que llevaba mucho más tiempo y que estaba más comprometido con la causa.
- Patrañas, es un pobre traidor que exterminó a su clan por completo y que se unió a una organización maldita que quiere hundir al mundo de los ninjas en la desesperación del dolor ¿Cuántas veces se lo escuché decir a Orochimaru?
- Eso era lo que sabía Orochimaru – le dijo Naruto – pero hace como ocho años que dejó la organización huyendo de tu hermano, sus planes pudieron haber cambiado, tal como han ido desapareciendo los integrantes, sigo sin poder comprender para qué quieren a los nueve bijus.
- El poder total sobre las aldeas ninjas – murmuró Itachi – y ni siquiera es Pein quien lo quiere, podría jurar que es Madara quien actúa detrás de él – volvió a toser sangre – a mí no me la vende haciéndose el insignificante delante de mí, estoy casi seguro que Kisame sabe más de lo que me contó.
- Bueno, ya nos contarás toda tu historia – dijo Minato – Sasuke, tranquilízate, es un prisionero importante por la información que nos puede entregar, así que no puedes ni debes matarlo, incluso eso lo salvará, momentáneamente de ser juzgado como traidor por el gran consejo de Konoha.
- Pues si no quiere terminar muerto, mejor que ni mire a mi Naruto – replicó.
- Hermano tonto – dijo Itachi divertido y recibió una mirada asesina de su parte.
- No molestes a Sasuke – le dijo Naruto mirándolo furioso – o te haré pasar las penas del infierno antes de matarte ¿entendiste, infeliz?
- Estos cachorros de Kaseiyo – suspiró Minato haciendo que Naruto dejase de mirar fijamente al moreno porque de seguro se pondría enfermo nuevamente.

Bastante problemático había sido convencer a las autoridades que ellos, los únicos ninjas que estaban de paso en la localidad, no tenían culpa alguna de los destrozos acaecidos al otro lado del río, sólo los había salvado el informe de los guardias del pueblo que se habían equivocado en la hora de ocurrida la explosión y que ella coincidía con la presencia de ellos en el hotel.
Pero ahora estaban más preocupados del resultado del examen médico de Sasuke, todos esperaban con ansiedad saber si era cierto que él estaba embarazado, cosa un tanto difícil pero no imposible.
Sasuke estaba feliz con la idea de ser “madre”, aunque nunca se lo había esperado, porque estaba haciendo renacer su clan junto a la única persona que siempre lo estaba sacando de su oscuridad, con quien compartía el entendimiento de la soledad y a quien más amaba en este mundo. Sólo tenía una esperanza sobre su bebé, que no le saliera tan loco como su hermano ¿Qué sería de ellos si salía otro Itachi? Aunque siempre existiera la posibilidad que no sacara nada por parte de los Uchiha, suspiró.
Naruto, en cambio, estaba preocupado, no era que no quisiera ser padre, solo que apenas se estaba acostumbrando a formar parte de una familia y ya tenía la responsabilidad de un hijo. Pero lo que mas le preocupaba no era precisamente aquello, sino que su hijo pudiese heredar algo de Kyuubi, no quería que este pasara por lo mismo que pasó él, no sería justo, ya bastante tendría con ser nieto del cuarto hokage, hijo del próximo sexto y heredero del clan Uchiha como para llevar también aquello.
- “Dudo mucho que vaya a heredar algo – le dijo Kyuubi desde dentro – si fueras tú la madre, quizás existiera esa posibilidad, pero como es el Uchiha, todo el poder que se le traspasa lo transforma y no influye en la gestación”.
- ¡Que alivio! – dijo más tranquilo – no es que me moleste tenerte presente, pero ni infancia no fue muy grata que digamos con tu compañía ¿sabes?
- “Como si a mi me agradase estar encerrado dentro de ti” – replicó este.
Minato miraba extrañado a su hijo, podía sentir la actividad del chakra de Naruto pero este permanecía con los ojos cerrados, concentrado en quien sabe qué cosa, pero notaba que estaba fluctuando, quizás con el de Kyuubi.
- Naruto – lo movió trayéndolo de regreso – las chicas dicen que ya están los resultados del examen practicado a Sasuke, aunque discuten si está errado.
Naruto lo siguió hacia la salita donde Ino, Sakura y Karin discutían sobre la certeza de la prueba, esta ultima insistía que no podía ser cierto el resultado positivo y que lo volvieran a hacer, pero la rubia insistía en la validez de sus métodos y que, de practicarlo una vez más, obtendrían siempre lo mismo.
- Es que tus métodos están errados, tiene que estar equivocado – repitió.
- ¿Y qué se supone que esta equivocado? – dijo Suigetsu aburrido deteniéndose junto a las chicas que agitaban un pergamino con los resultados.
- Que Sasuke está embarazado – dijo Sakura muy segura.
- Vaya, chico, felicitaciones – dijo Juugo felicitando a su líder que miraba entre asombrado y preocupado el famoso pergamino – supongo que también debo felicitar a Naruto – le sonrió al rubio que parecía no salir de su estupor.
- ¡Si, dio positivo! – dijo Namida contento – ¡felicidades, me harán tío! – abrazó a su hermano dando saltos alrededor de Sasuke.
Sasuke entornó los ojos y volvió la mirada hacia su pareja que aun parecía estar trastornado con la noticia ¿es que acaso no estaba feliz también?
- Mi Sasuke no puede estar embarazado – insistió Karin una vez más – y mucho menos de… ese – señaló despectiva a Naruto.
- Sasuke no es tuyo – le replicó Naruto furioso – y aunque no te guste, tendrá un hijo mío con el cual reiniciaremos su clan – puntualizó.
- Sasuke, querido, si necesitabas alguien para algo así, pudiste haber recurrido a mí, yo te daría todos los hijos que quisieras gustosa – le sonrió coqueta.
- ¿Para que tuviera hijos sin ninguna clase de poder o belleza? – le dijo Naruto perdiendo los estribos – conmigo tiene el poder del clan Namikaze, una herencia tan poderosa como la del clan Uchiha y la belleza puede heredarla de cualquiera de sus dos abuelas, si mal no recuerdo su mamá era muy bonita y la mía también lo es – le sonrió a Kushina – no te necesita para NADA.
- Así que habrá otro cachorro para la manada – dijo Minato rodeando los hombros de cada uno de los futuros padres – ¿Qué esperan que sea?
- Bueno – dijo Naruto luego de pensarlo unos minutos – creo que me conformo con lo que sea mientras se parezca a Sasuke.
- No, yo quiero que se parezca a ti – replico este soltándose del agarre del cuarto abrazándolo a él – lo lindo de mi Naruto y la genialidad de mi familia – lo besó en ambas mejillas.
- No soy un genio, pero tampoco soy idiota – dijo separándose – además, papá siempre fue considerado un genio entre los genios.
- Y lo sigo siendo – agregó este sonriendo.

Deidara estaba sentado junto a la cabecera de Itachi, el moreno realmente estaba mal, era bastante obvio, si cada vez que tosía escupía sangre y su sueño parecía estar plagado de pesadillas, porque no dejaba de retorcerse pese a las amarras que lo mantenían sujeto a la cama.
- ¡Hola, Dei-chan! – dijo Namida entrando en el cuarto – espero que este no te hay hecho pasar mala noche, no debiste haber pedido su guardia anoche.
- No te preocupes, dormí bastante mejor que él – le sonrió – al menos yo no sufro de pesadillas por las noches, creo que es lo bueno de padecer amnesia.
- Supongo que sí, escuche a Naruto decir que tú también habías pertenecido a la misma organización que Itachi, Sasuke señaló que habías peleado con él y que aparentemente habías muerto en una explosión brutal que tú causaste.
- Bueno, no recuerdo nada de eso – suspiró – por eso pedí vigilarlo anoche, pensé que, tal vez si lo miraba atentamente, recordaría algo de mi pasado, pero lo único que he llegado a recordar es que el tipo no me agrada.
- Pues porque siempre has sido un idiota que no sabe reconocer un genio frente a sus ojos, nunca te gustó mi perfección – replico Itachi.
- Si tú eres perfecto, yo soy el amo del universo – le dijo Deidara molesto.
- Soy un Uchiha, soy perfecto de nacimiento – le dijo mirando hacia el techo sin mostrar expresión alguna – no conseguirán nada de mí, se los aseguro.
- Ya lo veremos – le dijo Deidara poniéndose de pie estirando los brazos por sobre su cabeza – Vamos a desayunar, Nami-chan, dejemos a este amargado alimentándose de su enorme ego – lo rodeó con un brazo y salieron.
Itachi siguió a los rubios con la mirada, nunca había visto a Deidara con ropa tan tentadora, era cierto que las mallas de ninja le marcaban muy bien los músculos bien definidos que se gastaba, pero nunca se había fijado en lo bueno que estaba, si hubiese podido de seguro habría estado babeando por él, claro que eso no era lo que le convenía a un Uchiha desente, aunque no hubiese nadie que pudiera verlo. Suspiró y sintió un ruido que su estómago no debió de haber hecho ¡y sus guardianes se habían ido sin alimentarlo! ¿No se suponía que querían llevarlo con vida de regreso a Konoha para así poder interrogarlo? Pues a este paso nunca lo iban a lograr.
De repente volteo la mirada hacia la puerta ¡Deidara había abrazado al muchachito rubio! Recordó molesto, nadie le quitaba nada a un Uchiha, menos la atención de la persona que, aunque jamás pensara admitirlo, le gustaba.
Sintió algo extraño, intentaría…
- Dei chan dijo que estabas despierto – dijo un muchacho moreno muy parecido a su tonto hermano menor – y hokage sama dijo que mejor viniera a vigilarte, no estaba muy seguro que la loca esa no viniera aquí a fastidiar al prisionero por haber perdido a Sasuke, como si este fuera la gran cosa, aparte de estar embarazado de Naruto – dijo fastidiado – yo dejaría que se lo quedara.
- Así que eres amigo de Naruto kun – dijo Itachi mirando la bandeja que este traía – te pareces a Sasuke, aunque con otro corte de pelo.
- Yo quisiera ser más de Naruto, pero como el idiota de tu hermano lo vio primero y fue el primero en besarlo, cree que se puede quedar con él – dijo fastidiado – en fin, yo soy Sai y me ordenaron que me ocupara de alimentarte, te tenemos que llevar vivo de regreso a Konoha y no quiero tener que vérmelas con el idiota del kasekage por dejar que te murieras, de por si me quiere quitar a Nami-chan, pero allí las va a tener feas, a el le gustan los morenos guapos.
- Dios nos libre de los rubios de ojos claros que le gustan los morenos – dijo Itachi viendo como lo ayudaba a enderezarse, aunque su orgullo no se lo permitiera, estaba demasiado débil para oponerse, así que se dejo alimentar. “Una vez no le hace daño a nadie” se dijo a modo de consuelo.

El regreso a Konoha había sido bastante accidentado, por así decirlo, Minato había dividido el grupo en tres partes para evitar los roces entre: Sasuke e Itachi (el menos no quería ver ni en pintura a su hermano), Itachi y Deidara (el moreno no se cansaba de decirle al rubio que era un fracaso hasta para suicidarse), Sai y Sasuke (los dos se disputaban a cada rato el estar al lado de Naruto), y Naruto y Karin (la chica no se cansaba de coquetearle a Sasuke y provocar a Naruto); por ello iban en un grupo: Sasuke, Naruto, Namida, Ino, Shikamaru, Shouji y Temari; en el otro iban: Sakura, Sai, Deidara, Kankuro, Karin, Juugo y Kushina; y en el tercero, que custodiaba a Itachi, iban Minato, Suigetsu, Kakashi y Yamato, aunque el compañero de Sasuke no dejaba de importunar con preguntas acerca que Kisame y su espada.
- Menos mal que no estamos muy lejos de Konoha – dijo Minato fastidiado, Sasuke tenía razón, debían matar a su hermano pronto o se volvería loco antes de llegar a conocer a su nieto, aunque el tipo era valioso por su información.
- Con razón a los Uchiha no los querían en otras aldeas – comentó Suigetsu junto a Kakashi – He oído que, antes que se unieran a Konoha, las otras aldeas los contrataban para matar gente pero nunca les pidieron que se unieran a ellos, dado que era un clan altamente peligroso y su chakra era maligno.
- Madara Uchiha era el líder del clan cuando es unieron a la aldea – dijo Minato – dicen que era muy amigo y rival del primer hokage, aunque parece que nunca estuvo contento que él ostentara el titulo de líder de la aldea con el apoyo de su clan, supongo que le debe haber herido el orgullo estar por debajo de su amigo, dicen que luego de matar a su hermano menor se volvió loco y trató de matar al hermano del primero por detenerlo al tratar de destruir a Konoha, este fue salvado por el primero y se enfrentaron en el valle del fin quedando ambos heridos de muerte, dándose inicio a la primera guerra ninja.
- Debe ser terrible el ser traicionado por alguien importante para uno – dijo Suigetsu mirando al grupo que iba mucho más adelante – en especial por una persona que admiras y respetas por encima de cualquier cosa, no me extraña que Sasuke estuviera tan loco como para ir voluntariamente con Orochimaru.
- Pues a mí me parece que los Uchiha siempre han estado mal de la cabeza – señaló Yamato – el poder que ellos tienen se les sube muy rápido a la cabeza.
- Y tampoco entiendo como Naruto, siendo tan lindo, tierno y simpático, decidió buscarlo, perdonarlo y traerlo de regreso a su lado para ser su pareja, yo en su lugar lo hubiese dejado que se pudriera al lado de esa serpiente.
- El lazo forjado entre ellos antes de nacer – dijo Minato – jamás podrá romperse a no ser que Naruto lo desee así, y ello se debe que el chakra de mi hijo es por mucho superior al de los Uchiha – suspiró – aparte de la protección extra que tiene sobre ellos, morirán antes de conseguir hacerle daño alguno.
Kakashi se detuvo mirando el bosque frente a ellos, estaban ya en las cercanías de la aldea, el domo protector estaba activo al parecer ¿a que se debería? No era algo que ocurriera todos los días, este se activaba con la presencia de todos los cabezas de clanes cuando se sabia de un posible ataque mortal ¿Qué habría pasado para que ordenaran su activación?
- Parece que nos sobreviene un desastre – dijo Minato – apuremos el paso, los demás acaban de entrar en la aldea, sea lo que sea, debemos ponernos en alerta también para proteger Konoha a como dé lugar.

La oficina de Tsunade era un hervidero de actividad, en especial desde que el grupo que había salido de cacería había regresado, Itachi había sido direccionado inmediatamente al centro de interrogaciones a modo de prisionero junto con Deidara que iba voluntariamente. Temari y Kankuro habían sido enviados a la sala de mensajes para cifrar uno para la Aldea de la Arena a fin de comunicarse con los aliados en caso de emergencia. El equipo de Sasuke había sido enviado hacia los laboratorios a revisión médica. El propio Sasuke con el resto de los ninjas fueron a ayudar en la evacuación de Konoha, con excepción de Minato y Naruto, el primero era hokage también, así que tenía que ser informado, y Naruto era el punto clave de toda la situación.
- Traemos malas noticias – decía una rana vieja – Jiraiya chan se enfrentó con un tipo llamado Pein y fue derrotado – informó preocupada – mató a uno de los tipos y me ordenó que lo trajera aquí para Tsunade.
- ¡Ero senin no puede ser derrotado fácilmente! – gritó Naruto – ¡mientes!
- Jiraiya está muy grave en estos momentos en el hospital de Konoha – dijo Tsunade – están tratando de estabilizarlo para salvarle.
- ¿Y tú que diablos estás haciendo aquí que no vas a socorrerle, vieja? – le dijo Naruto ofuscado – se supone que eres la mejor ninja medica que existe ¿no?
Minato miró a su hijo, pero se quedó callado, comprendía perfectamente lo que estaba sintiendo, así que miró a Tsunade que no atinaba a responderle.
- Tsunade no podía dejar su puesto, pero ahora que yo estoy aquí, irá a atenderlo de inmediato ¿verdad, Tsunade sama? – le dijo y ella asintió.
- Jiraiya chan dejó una clave – dijo otra de las ranas viejas dándoles la espalda y vieron lo que allí estaba impreso – dijo algo acerca de la verdad de Pein.
- Iré a ver a Ero senin – afirmó Naruto.
- Lo siento, pero deberás dedicarte a entrenar – dijo Minato – después de todo, me temo que a quien buscan es a ti y si fue capaz de vencer a Jiraiya tu también sucumbirás ante su poder si no estás preparado para enfrentarlo.
- Yo me haré cargo de un entrenamiento – dijo la rana más vieja – en muy poco tiempo estará lo suficientemente preparado para defender Konoha.
- ¿Y dónde se supone que vamos a entrenar? Porque aquí podríamos destruir la aldea – dijo Naruto mirando a su padre.
- Iremos a las montañas de las ranas a entrenar, está como a tres meses de aquí, será un lugar seguro ya que sólo los que tienen contrato con las ranas pueden llegar allí – le aseguró tranquilo.
- ¡Pero está muy le…! – empezó pero desapareció antes de terminar.
- Cuiden mucho a Naruto – les encargó Minato divertido al ver la invocación inversa de la rana que desaparecía también.
- El niño de la profecía estará bien cuidado, no te angusties.
Minato sonrió, pero supuso que a Sasuke no le iba a gustar demasiado que su pareja se fuera a entrenar cuando él estaba embarazado y dependía de su chakra para mantenerse estable. Suspiró, iba a ser un verdadero problema contarle todo ello también a Kushina, de seguro se enfadaría también.
- Nunca, como hoy, me he sentido tan mal de ser hokage – dijo entre dientes mientras tomaba la fotografía de la espalda de la rana preguntándose que diantre significarían esos números – ojalá Jiraiya sobreviva.

Continuará…

Lo siento, de verdad lo siento, me he tardado demasiado tiempo en actualizar, mis musas andaban de vacaciones sin mi permiso y no sabía donde. En fin, espero les guste.
Ah, siento los spoilers del manga, pero no he tenido la fuerza de voluntad necesaria para salirme por completo de la línea de la historia.
Shio Chang.
Notas finales:

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