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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo:

Después de tanto, finalmente actualizo.  Perdon, pero la página no me aceptaba la contraseña, ahora ira el siguiente

El regreso

 

 

Espero que les guste el capitulo, de aquí en adelante voy a tratar de no hacer referencia al manga (Kishimoto malo T^T), en especial porque hay personajes que no he matado y que quiero hacerlos trabajar.

 

 


El choque de los alumnos

 

 

Fugasaku miraba a Naruto que se paseaba a su alrededor muy preocupado, había algo extraño en todo esto.  Si Konoha estaba bajo ataque ¿Por qué su padre o Tsunade no habían mandado el mensajero de vuelta?  Y por lo que había señalado su clon, la mayoría de los Jounins de la aldea estaban cayendo como moscas frente al ataque de esos tipos ¿y si capturaban a Sasuke para atraerlo a él?  No dudaba que su moreno intentaría defenderse con todo, pero no podía arriesgarse en su estado, era peligroso para él y el bebé.

 

- Deja de pasearte – le dijo la rana al fin – no ganas nada con ello, mejor buscamos la forma de fusionarnos sin que Kyuubi me expulse de tu interior.

 

- Kyuubi no va a dejarnos – suspiró sentándose a su lado – de por sí odia estar allí dentro encerrado como para que aguante la compañía de alguien más.

 

- De esa forma jamás podrás obtener el poder de la técnica del ermitaño – le replicó – para hacerlo por ti mismo necesitarías demasiado tiempo y sabes que ese tipo no te lo dará, lo único que quiere es tener a tu Biju, le importa poco cómo sea que lo obtenga siempre que pueda tenerlo – agregó molesto.

 

- Si no se puede de esa manera, debe de haber otra – aseveró molesto igual.

 

- Claro, como si fueras a mirar en cuatro direcciones al mismo tiempo – le replicó la rana molesta – mejor convencías a Kyuubi…

 

- ¡Eso es! – dijo entusiasmado – ¡eres verdaderamente un genio!

 

Fugasaku lo miró sorprendido sin entender nada, al rubio loco ese se le ocurría cada cosa, con razón le decían que era el ninja número uno en sorprender a la gente, siempre se le ocurrían cosas, pero ¿sería capaz de convencer a Kyuubi de hacer lo que se le pedía? Pero si Naruto se sentía capaz…

 

- ¡Sabio, hay problemas! – llegó gritando mamá rana – el nombre del mensajero que dejamos en Konoha ha desaparecido de los pergaminos.

 

- Era como temía, alguien no me quiere de regreso en la aldea para salvarla.

 

- Terminemos el entrenamiento y haremos la invocación para regresar – dijo Fugasaku mirando a Naruto y este cerró los ojos concentrándose en su chakra interior, si Kyuubi no se dejaba, era lo único que le quedaba.

 

 

 

Deidara se detuvo junto al cuarto, por lo que sus espías le habían dicho, el hombre que se llamaba Dounzu había asesinado a la rana mensajera y debía decírselo, pero bastó que sus miradas se cruzaran para que el rubio mayor lo supiera, se volvió hacia sus ayudantes y luego hacia la zona de protección.

 

- Deidara, saca a Itachi del hospital y trasládalo al Barrio Uchiha, sé que te va a dar problemas, pero hay una manera de evitar que use el sharingan contra ti – le sonrió al ver al otro rubio sorprendido – con esto lo dejarás sin modo de usar el chakra y lo podrás poner a salvo, no queremos que los akatsuki lo recuperen ¿verdad? – el joven asintió tomando la droga echándose a volar en una de sus creaciones de arcilla – Bien. Kotetsu, Izumo, ustedes quedan a cargo de sacar a cualquier genin que aún esté en Konoha fuera de la aldea – terminó echándose a correr de regreso a la torre de los hokages, si Dounzu había matado aquella ranita, no le quedaba de otra que invocar otra y traer de regreso a su hijo aunque no hubiese completado su entrenamiento.

 

Pero de camino hacia allá se sorprendió al ver la pelea de su antiguo discípulo contra dos tipos, esos debían ser los famosos Pein, por lo visto eran demasiado para dos Jounin de elite de la aldea, así lo podía ver por el hecho que el líder de los Akimichi estaba medio muerto un poco más allá.

 

- Si me dicen donde está el chico del Kyuubi, les perdonaré la vida – decía uno de ellos, al parecer era el jefe, aunque Minato sospechaba que no era el verdadero, tenía un aura extraña, casi como un cadáver andante.

 

- Naruto es un ninja de nuestra aldea, nadie te lo va a entregar – dijo Kakashi valientemente antes de caer al suelo más muerto que vivo.

 

Minato reaccionó cuando de nueva cuenta iba a ser atacado, recogiéndolo a toda velocidad poniéndolo a salvo, pero se notaba que  ambos jounin estaban en las últimas, tenía que actuar rápido, el era el hokage de Konoha y no podía permitir que siguieran destruyendo la aldea.

 

- Veamos si puedes contra el rayo amarillo de Konoha – dijo poniéndose de pie frente a él, decidido – pero no vas a tener a Naruto, no lo permitiré jamás.

 

- Conocerás el verdadero dolor – dijo Pein muy confiado de si mismo.

 

- ¿Qué sabes tú del dolor? – le replicó Minato – Nadie mejor que yo sabe lo que es perderlo todo, incluso la vida propia por salvar a aquellos que tanto amas, pero ¿Qué sabe de amar un pobre diablo como tú?

 

- Silencio, yo soy Dios y lo sé todo – le replicó sin ninguna entonación.

 

- Déjame que lo ponga en duda – le dijo Minato altivo – si así fuera no andarías buscando a Naruto como loco mientras destruyes mi aldea.

 

- Bien, si es lo que quieres, morirás – dijo fastidiado lanzando un ataque contra Minato, sólo la velocidad del cuarto lo salvó, pero aquello no impedía que el otro Pein lo siguiera atacando, pero el cuarto tenía un as bajo la manga y, cuando al fin fue atrapado, lo despedazó en el viento con su rasengan. Pero en medio de la polvareda ese Pein que decía ser Dios había desaparecido de su vista, cosa que lo enfureció mientras reanudaba la marcha hacia la torre, tenía la ligera sospecha que iba por Tsunade para obtener la información.

 

- Maldito cobarde – gruñía mientras corría a toda velocidad por las destruidas calles de Konoha, veía las babosas de Tsunade curando heridos, pero no se daban abasto – maldito Dounzu, como le pase algo a Tsunade, te pondré de patitas fuera de Konoha, junto con el consejo y todos tus malditos traidores.

 

Una violenta explosión detuvo su carrera, al parece alguien había llegado antes que él a la zona de investigación, cambió el rumbo y corrió hacia el lugar donde uno de los Pein tenía cogida por la cabeza a Shizune mientras ella tenia abiertos los ojos muy grandes, se notaba que le estaba leyendo la mente y que mientras esto ocurría a ella se le escapaba la vida rápidamente.

 

- ¡Suéltala! – dijo lanzándose contra él logrando evitar que la matara.

 

- Que importa ahora, ya tengo lo que realmente quería de ella – le dijo antes de desaparecer dejando el lugar de un salto a gran velocidad.

 

- Demonios – dijo el líder del clan Yamanaka, Inoshi – si mal no me equivoco él le leyó la mente a Shizune y ya sabe donde está Naruto entrenando.

 

Una fuerte onda de chakra se sintió en Konoha y luego, una fuerte explosión seguida de un terrible silencio, que terminó en otro terrible ruido, al instante todo comenzó a derrumbarse por todos lados, Minato no sabía de donde provenía todo aquello, pero se vio obligado a seguir las vías de evacuación especiales de la aldea, estaba angustiado, el epicentro de la explosión había sido en la torre de los hokages y no sólo Tsunade estaba allí, estaban con ella todos los ninja médicos de la aldea y sus guardianes, entre ellos Kushina.

 

- Por favor, que estén todos bien – rogó en silencio mientras sentía que a sus espaldas los túneles de evacuación caían con demasiada rapidez, como papel, detrás de él.

 

 

 

Naruto apareció en medio de la polvareda, acompañado de cuatro ranas, Fugasaku, má rana, Gamabunta y Gamahiroshi.  Cuando finalmente el polvo se asentó el joven rubio miró asombrado a su alrededor.

 

- ¿Estás seguro que regresamos? – le dijo a Fugasaku – esto no parece ser Konoha – miró a las otras ranas.

 

- Es Konoha, o más bien lo que queda de ella – le dijo Gamabunta – al parecer ese tipo la destruyó casi por completo.

 

Naruto se acercó de un salto a donde Tsunade estaba junto con otros ninjas, se notaba de lejos que allí, en medio de todos esos escombros, antes había estado la torre de los Hokages, y que los ocupantes de la misma se habían salvado sólo por el gran poder de Tsunade.  Naruto suspiró y se volvió hacia Pein molesto.

 

- Vieja, pónganse a salvo, yo me haré cargo a partir de ahora – le dijo mirándola por encima del hombro.  Volvió la mirada hacia el enemigo molesto, podía detectar el chakra de este, pero no estaba allí.

 

- Naruto, ten cuidado – le dijo su madre desde un costado ayudando a Shikamaru a levantarse mientras Tsunade le mandaba una babosa – ella te dará toda la información que conseguimos – agregó.

 

Naruto asintió de espaldas a ellos poniendo la babosa en su bolsillo antes de prepararse para el ataque.

 

- Los estorbos deben desaparecer – dijo uno de los Pein apareciendo por detrás de los otros ninjas sin darles tiempo a defenderse.

 

- ¡Su pelea es conmigo! – gritó Naruto furioso destruyendo de un solo golpe al primer Pein, sorprendiendo a todos – ¡váyanse de inmediato!

 

- No vale la pena matarlos, en especial si el contendor del Kyuubi esta aquí – dijo el más pequeño de los Pein.

 

Naruto se acercó a ellos mostrando el modo ermitaño completo, eso lo podía comprender Pein dado que era bastante diferente del que había usado Jiraiya en su pelea, además que este muchacho no parecía depender de las ranas para usarlo.  Pero el poder debía de ser el mismo.

 

- Haz atacado a muchos y destruido toda la aldea – le dijo Naruto – y sin embargo, no has conseguido nada – miró a Gamabunta – no te vas a adueñar de Kyuubi, de eso me encargo yo.

 

- Jiraiya no pudo contra nosotros, y eso que tenía mucho más experiencia que tú en batalla – dijo el Pein que hacía las veces de jefe.

 

- Naruto ha superado a las leyendas de Konoha – dijo Má molesta.

 

Los cinco Pein restantes rodearon a Naruto y a las ranas, si en muchacho quería batalla, la tendría.  El mas pequeño de ellos invocó tres enormes bestias, eran horribles, pero las ranas pudieron con ellas y Naruto extermino de una pasada a un invocador, destruyendo de paso al Pein que podía leer las mentes.  Iban tres menos.

 

- Así que eres diferente – dijo Pein atacándolo desde tres ángulos, pero Naruto saltó destruyendo a otro de los cuerpos, sin embargo quedó atrapado por uno de ellos – pero eres muy torpe – señaló mientras el Pein que lo aprisionaba por los brazos comenzaba a robarle el chakra – soy dios y todo lo puedo.

 

- Déjame que lo ponga en duda – le dijo el rubio entrecerrando los ojos entre agotado y divertido – si realmente lo supieras todo, no lo harías – se burló y casi de inmediato el Pein que lo sujetaba comenzó a convertirse en rana y se volvió de piedra, con lo que Naruto se liberó y lo empujo hacia atrás haciéndolo pedazos.

 

- Aunque quede sólo yo, ya no puedes vencerme sin el modo ermitaño.

 

- ¿Quién dice que no lo puedo recobrar? – replicó Naruto y un clon de sombra que permanecía en el mundo de las ranas desapareció entregándole su energía al original – veamos cómo te va ahora.

 

 

 

Deidara estaba preocupado, por poco había conseguido evitar la enorme esfera de energía que Pein había lanzado sobre la aldea, nunca pensó que el hombre estuviera tan loco como para destruir la aldea completa, vale, eran sus enemigos, pero siempre había pregonado que no involucraran a los civiles si no era completamente necesario y a él no le parecía así.

 

- Pein está loco – dijo Itachi aferrado a su espalda, sin chakra era mas inútil que un cachorrito – era lógico que Konoha no le entregase a Naruto, después de todo se ha ganado a pulso su respeto.

 

- Bueno, no es líder de Akatsuki precisamente por ser el ninja más cuerdo del mundo ¿no crees? – le dijo el rubio.

 

- Venga, si Pein no es el líder de Akatsuki, es Madara, él no es más que una herramienta más para sus ambiciones, tal como lo fuimos nosotros.

 

- ¿Quién es ese tal Madara?  Nunca lo he visto.

 

- No digo yo – suspiró el moreno – Tobi y él son la misma persona, sólo se hacia el idiota, era una parodia para que los otros no supieran la verdad, pero a mí no me lo vendía, por algo soy el genio de mi familia.

 

- Un genio que le tiene miedo a volar – le dijo Deidara.

 

- No le tengo miedo – lo rebatió – sólo que no me gusta estar tan separado del suelo – se defendió.

 

- Claro, claro, y yo puedo evitar caer en el sharingan.

 

- Deidara – gruñó por lo bajo fastidado.

 

- Que, si es cierto, le tienes miedo a volar o no  te aferrarías con tanta fuerza a mi cintura – le dijo este – dudo mucho que sea porque te gusto.

 

Itachi se alegró por primera vez que el rubio no pudiera verlo, muy Uchiha sería, pero no pudo evitar el sonrojo ¿para que negarlo? No sólo lo abrazaba con tanta fuerza por el miedo a volar, cosa que jamás admitiría ni aunque lo torturaran, sino porque era una dulce tortura sentirlo entre sus brazos.

 

- Parece que Naru chan está peleando allí abajo – señaló Deidara.

 

- Alejémonos de ellos – dijo Itachi recobrando la seriedad propia de los Uchiha – es mejor no estorbar.

 

- Si, es lo mejor, mejor vayamos a ver si podemos ser de utilidad para los supervivientes de la explosión.

 

 

 

Naruto se puso de pie nuevamente, los otros Pein habían sido fáciles de vencer, pero este no lo era, si bien no era el original, tal como le dijera Jiraiya, tenía demasiadas habilidades que él no dominaba, además de llevarle ventaja por tener mucha más experiencia en batalla, quizás por el mismo hecho que hubiera participado en la guerra entre naciones, o por la búsqueda de poder.  Miró a la distancia, bastante lejos habían ido a parar las ranas guerreras cuando este las repelió con una de sus técnicas.  Má estaba herida y Fugasaku había sido muerto cuando trataban de meterlo en un genjutsu.  No tenía mucho por hacer más que tratar de usar la superior de sus técnicas.  Y en eso estaba cuando Pein lo volvió a atacar atrapando sus manos con uno de sus lanzas, dejándolo contra el suelo.

 

- Te lo dije, soy dios, no puedes contra mí – le dijo el tipo sin mostrar ninguna expresión – deja de luchar y entréganos tu biju.

 

- Estás loco, jamás les entregare a Kiuuby – dijo tratando de soltarse las manos inútilmente, sólo se provocaba más dolor.

 

- No quiero matarte – le dijo – nos serías muy útil.

 

Pero en eso vino alguien como un rayo desde los escombros de la aldea, pero fue repelido con la misma técnica usada contra las ranas.  Pasó tan rápido pero para Naruto fue como si hubiese sucedido en cámara lenta.  Hinata se había lanzado contra Pein con todas sus fuerzas y ese la lanzó a la distancia dejándola en pésimo estado, posiblemente su amiga estuviera muerta…

 

Y ello hizo a Naruto estallar de ira, casi sin darse cuenta la capa de chakra del Kiuuby comenzó a cubrirlo y rápidamente comenzaron a desatase las colas del zorro alrededor del muchacho, tres, cuatro, seis, un poder incontrolable comenzaba a surgir.

 

Pien lo miró un instante y no supo como una de esas colas lo lanzaba lejos, sacándolo de la aldea de un solo golpe.  Cayó bastante lejos de las destruidas paredes de la aldea y se puso de pie, estaba bastante maltrecho, pero no vencido, así que dirigió la mirada hacia el Kiuuby y lo que vio le sorprendió, allí, frente a él, estaba un esqueleto del zorro endemoniado, mientras siete de sus colas se agitaban al viento dejando el ambiente cargado de chakra demoníaco.

 

 

 

Minato volteó la mirada hacia fuera de los refugios, pero no podía ver nada, aunque sentía patente el chakra del zorro, anulando por completo el chakra de su hijo ¿acaso el zorro había soltado las amarras?  Pero para ello debía contar con la anuencia de Naruto.  Volvió la mirada hacia los asustados ninjas a su alrededor, muchos de ellos ni sospechaban de qué se trataba aquello, pero era atemorizante, si Naruto se dejaba llevar por ese poder, no habría nada que pudiera evitar la destrucción de Konoha.

 

- Papá san – dijo Sasuke preocupado – ese es Naruto ¿verdad?

 

- Cuento con que recobre sus cabales – le dijo tratando de darle una confianza que de verdad no sentía, esperando que por su estado su instinto Uchiha estuviera apagado y le creyese.

 

- Naruto nos sorprenderá, como siempre – dijo este tratando de relajarse – siempre ha sido así, nunca cambiará.

 

 

 

Pein miraba al zorro que soltaba la novena cola, esto era demasiado ya, si no le detenía y el biju era soltado por completo, no podrían apoderarse de él y sin muchas opciones por delante, utilizó una nueva técnica, creando una especie de luna dentro de la cual quedó encerrado Naruto.

 

Pero Naruto estaba en su propio interior luchando contra sus instintos que le pedían que se detuviera y el mismo zorro que lo empujaba a romper el último sello que lo apresaba.

 

Levantó su mano para romper el sello que mantenía a Kiuuby encerrado tras las rejas y una mano lo detuvo bruscamente alejándolo de allí.

 

- No lo hagas – le dijo y Naruto se volvió a mirar a quien le hablaba – no dejes que él tome el control de tu cuerpo.

 

- ¡Maldito cuarto! – escupió el zorro desde atrás de las rejas.

 

- No puedes serlo ¿verdad? – dijo Naruto mirando al hombre de pie frente a él.  Era igualito a su padre, es más, llevaba las ropas del hokage – él está allí fuera, protegiendo la aldea.

 

- Así que pudo salir de su prisión entre dimensiones – suspiró – cerremos esto y vayamos a hablar a otro lado – tocó el estómago de Naruto y restituyó el sello y luego caminaron hacia otro sector – Soy una sombra del hombre que selló este demonio dentro de ti, no podía permitir que Minato muriera ¿sabes?  Mi deber era mantener al último Kaseiyo vivo, así que hice un trato con el Dios de la Muerte, mi vida por las de ustedes, claro que él quería las dos, pero gracias a la estúpida intervención del Uchiha enmascarado, Minato se salvó quedando atrapado entre dimensiones pensando que una bruja lo encerraba allí.

 

- ¿Por qué me usaron a mi?

 

- Sé que para un padre es difícil usar a un hijo, en especial cuando es alguien a quien tanto esperas, pero era la única forma de protegerte, así nadie podría usarte como el arma definitiva – se transformo ante sus ojos, que lo miraron asombrados, el parecido entre ellos era extraordinario – perdona a este viejo que quiso proteger ante todo a su hijo y a su nieto – le dijo antes desaparecer por completo.

 

Naruto regreso a la conciencia y reventó la luna haciendo un fuuma rasen shuriken, escapando de la mejor técnica de Pein, quien no podía comprender lo que pasaba.

 

- Quiero ver al verdadero Pein – le dijo poniéndose frente a él – necesito ver al marionetista.

 

 

 

Nagato suspiro, Naruto habia vencido finalmente al último Pein y el no tenía fuerzas para enfrentarlo, y no quería perder a Konan también en esta batalla, ya bastante tenía consigo mismo.  Pero se notaba que ella estaba dispuesta a dar batalla.

 

- Déjalo venir – le dijo al fin – si ellos no pudieron contra él, menos lo podrás hacer tú – suspiró cansado – lo enfrentare directamente.

 

Al poco rato Naruto hizo acto de presencia, algo extraño había en ese muchacho, lo podía ver en sus ojos, una extraña mezcla de dos técnicas, parecía tener un signo más en sus ojos, además del hecho que su ataque, pese a ser frontal, no había hecho mella en él.

 

- Vamos a hablar de lo que realmente quieres – le dijo Naruto.

 

- Muy bien, hablaremos – dijo – empecemos por el tiempo en que todo esto comenzó, cuando yo era un niño pequeño…

 

 

 

Naruto finalmente apareció a las puertas de la aldea, en realidad las paredes que protegían Konoha era lo único que aún estaba casi intacto, el resto de su amada aldea estaba en la más completa ruina, no recordaba haberla visto jamás así, ni siquiera cuando Orochimaru y sus ninjas, secundados por los engañados ninjas de la Arena, la atacaron hacía ya cuatro años estuvo así.

 

- ¿Qué ha pasado aquí? – entró detrás de él el equipo de Gai, recién llegado.

 

- Pein ha atacó Konoha – le dijo Naruto – Vamos, veamos si podemos rescatar a alguien – dijo Naruto con la voz rota. 

 

Avanzaron lentamente por entre los escombros de la aldea, había muchos ninjas de la aldea repartidos por todos lados, aunque había algunos que estaban mal heridos o levemente heridos también, un poco más allá estaba Kakashi y el papá de Chouji, se notaba que habían tenido feroz batalla, ambos estaba graves, pero vivos, pero el centro de la aldea, desde la torre de los hokages hacia fuera, todo era un enorme agujero, nada había quedado en pie, incluso medio hospital estaba en el suelo y parte de la academia había sido alcanzada por aquel terrible impacto.

 

- Dios mío – murmuró Gai sensei sin salir de su asombro – destruyeron todo.

 

- Mi papá – dijo Naruto echándose a correr a toda velocidad hacia los refugios, estaban bloqueados por escombros, al parecer la roca de la montaña había sellado el acceso – están atrapados allí dentro.

 

- Calma, recuerda que esos túneles tienen salida fuera de Konoha – dijo Neji.

 

- También están bloqueadas – llegó diciendo Deidara que venía montado en una de sus aves de arcilla con Itachi abrazado a su espalda ¿quién pensaría que el gran genio de los Uchiha le tenía miedo a volar? Al menos él no se lo habría imaginado nunca – no hay forma de entrar allí, con Itachi san ya nos cercioramos de aquello, al parecer la explosión lo remeció todo causando derrumbes por todos lados – aterrizaron – ya, suéltame, Itachi san, estamos en tierra firme – y este lo soltó bruscamente mientras se sonrojaba avergonzado.

 

- Oye, Deidara – dijo Naruto – ¿no podrás hacer con arcilla algo que nos ayude a excavar la roca para ver si hay gente atrapada allí dentro?  Sasuke, Iruka sensei y Namida estaban allí – se volteó a mirar a Neji – ¿puedes ver si hay  más gente dentro? Así también sabremos hacia donde excavar.

 

- Ni que fuera Akamaru – dijo Neji activando su Byakugan – hacia allá están.

 

Deidara dejo que su creación cobrase vida antes de dar un paso atrás siendo imitado de forma inmediata por el resto de los ninjas. 

 

Naruto cerró los ojos concentrando su chakra hacia el interior, la base del modo senin era tomar energía de la Naturaleza mientras estaba en calma, de modo que consiguió dominarse una vez más y hacerla a la perfección dejando a los otros ninjas sorprendidos, era una técnica jamás vista, al menos no por ellos.

 

- Den un paso atrás – dijo Naruto avanzando hacia donde la criatura de arcilla trabajaba. Se concentró y de un golpe abrió un boquete que les permitió el acceso a los refugios de Konoha – vamos, debemos ayudar a desbloquear el resto de los accesos – ordenó y los demás lo siguieron aun sorprendidos.

 

- Tus golpes son más poderosos que los de Tsunade Sama – dijo Lee.

 

- Pero ella no necesita usar el modo ermitaño para ello – le dijo Naruto mientras avanzaban por los pasillos bloqueados de escombros – parece que el túnel se divide – miró a Neji – ¿por donde seguimos?

 

- Por ambos túneles hay gente atrapada – le dijo – de la derecha parece que están los genin más jóvenes de la aldea, a la izquierda hay adultos.

 

- Deidara, ve por la derecha con Tenten, Lee e Itachi, nosotros iremos por el otro lado, pero tengan cuidado, no queremos que haya otro derrumbe.

 

- Si, señor – dijo cuadrándose y se fueron por el sector señalado.

 

 

 

Rescatar a los ninjas atrapados no resultaba ser una tarea fácil, muchos de ellos estaban heridos, pero cooperaban en lo que podían hacer, Naruto había encontrado a casi todos sus amigos, con excepción de Kiba que no estaba allí, intactos, pero asustados por lo que habían visto.  Ino estaba con el cuarto cuando sobrevino la explosión, así que había conseguido mejorar un poco a Shizune para que la ayudara a sanar al resto de los heridos.  Sakura había conseguido salir de la zona siniestrada del hospital justo a tiempo con Jiraiya y otros heridos, pero estaba preocupada por Tsunade, nadie la había visto, claro que los pocos que venían del exterior no habían dicho nada del deplorable estado de la aldea en estos momentos ¿a qué aumentar su angustia diciéndoles que Konoha ya no existía? Y menos la torre de los hokages.

 

- ¡Naruto! – dijo Sasuke echándole los brazos al cuello al verlo – estaba muy preocupado por ti, en especial cuando esos tipos nos invadieron – le dio un beso en la mejilla – te vez cada vez más guapo, aunque no me gusta tus ojos – le tomo el rostro – parecen ser ojos de rana, me gustan más los de tigre.

 

- Iruka sensei, creo que deberíamos hacer una lista de los sobrevivientes – dijo Naruto mirando a su padre preocupado al no ver a su madre en aquel lugar.

 

- Pero si hay una lista de todos los ninjas de la aldea en las oficinas de…

 

- La torre de los hokages ya no existe – lo interrumpió Gai – en realidad, casi toda la aldea no existe ya – esquivó la mirada asombrada de Iruka – no sabemos qué pasó, cuando nosotros llegamos, ya estaba así, en ruinas.

 

- Maldición – Dijo Minato comenzando a pasearse – me enfrenté a tres de ellos, a uno lo destruí, el otro se me escapó en la polvareda y el tercero, luego de casi matar a Shizune, salió disparado pocos minutos antes que una explosión remeciera la aldea por completo, estoy casi seguro que fue provocada desde la torre de los Hokages – miró a Naruto – ese Pein es un desgraciado.

 

- Pero ya no nos dará problemas – le dijo – esta muerto, ya no es una amenaza para nadie – suspiró, ya le diría a su padre lo que Nagato le había contado

 

- Tsunade Sama estaba allí – dijo Sakura preocupada – ¿que posibilidad habría que ella hubiese escapado con vida de tan terrible ataque?

 

- Lo siento – dijo Minato mirando el techo – nosotros apenas fuimos capaces de escapar de ella y estábamos a varias cuadras de distancia, en el centro de investigación – miró a Naruto – y creo que Kushina también estaba allí, me había dicho que haría de su guardaespaldas por si llegaban hasta ella.

 

- La vieja y los que estaban con ella deben de estar vivos por algún lado – dijo Naruto – yPein me prometió regresarme la vida de todos los caídos.

 

 

 

Itachi, Deidara, Lee y Tenten terminaron de rescatar a los genin, muchos de ellos apenas estaban graduados de la academia, otros, como Konohamaru, tenían más experiencia, también había en ese mismo sector uno que otro chunin joven resguardando la calma, junto con los jounin líderes de grupo.

 

- Nos salvamos por poco – dijo Ebisu mirando con no poca desconfianza a los dos ex akatsuki – menos mal que los civiles ya habían sido evacuados de aquí – suspiró mirando por las pequeñas ventanas de los refugios los escombros de Konoha – muchos habrán muerto con este ataque.

 

- Y me temo que lo que se ve desde aquí no es nada de lo ocurrido – dijo Tenten – el centro de Konoha no es más que un enorme agujero.

 

- Ese tipo, Pein, quería a toda costa encontrar a Naruto – les dijo Konohamaru – y cuando se negaban a decirle, les robaba el alma.

 

- Naruto ya está de regreso en Konoha – les dijo Deidara – se fue por el otro túnel a ver si había más sobrevivientes, no creo que ese tipo dé más problemas, al parecer Naruto lo venció y si no lo mató, el tipo huyó a perderse, al menos estamos a salvo..

 

Comenzaron a regresar hacia la zona central del complejo hasta encontrarse con otro grupo de jóvenes ninjas entre los que se encontraba el hermano de Naruto, el mismo que de inmediato acaparó la atención de Deidara, cosa que molestó bastante a Itachi, pero los ignoró tomando en brazos a uno de los pequeños genin que cojeaba debido a que estaba herido.

 

- ¿Qué te pasó? – le dijo amablemente mientras lo llevaba hacia el hall.

 

- Estábamos mirando hacia fuera porque nuestro líder había salido a ayudar a los demás a proteger la aldea – miró hacia la zona de entrada llena de escombros – era mi hermano mayor ¿sabes?  Y es muy fuerte, el mejor.

 

- Yo también tengo un hermano ¿sabes? – le dijo – sólo que mi hermano es menor yo, él está grande ya y no me ve como héroe – suspiró – así es la vida – señaló a los rubios – el menor tiene un hermano un poco más grande que él, es pareja de mi hermano y en unos meses tendrán familia, seré tío ¿sabes? – suspiró – será divertido ver pequeños Uchihitas corriendo por Konoha sin el peso de serlo.

 

Deidara volteó la mirada hacia el moreno y se sorprendió al verlo tan tranquilo conversando con ese niño acerca de su hermano y de sus sueños con su futuro sobrino, ese era un Itachi que no se le hubiese ocurrido que existiese, aunque, claro, el tipo era tan dado a esconder lo que pensaba o sentía, que no podría haberlo visto nunca en akatsuki, seguramente el único que debería de haber visto esa faceta suya debió ser el propio Sasuke cuando era pequeño, antes que lo obligaran a traicionar a su clan, antes que ellos mismos fuesen traicionados por un líder ambicioso.

 

- Oye, Dei-chan – le dijo Namida sin comprender la expresión del otro rubio – Naruto está de regreso ¿verdad? – este asintió – supongo que ellos no lo vieron, debe haberse vuelto muy fuerte en muy poco tiempo.

 

- No se cuan fuerte se haya vuelto, pero ciertamente es capaz de hacer un túnel  de un solo golpe, creo que Rock Lee comentó que era tan fuerte como Tsunade Sama, aunque su aspecto es muy diferente ahora.

 

- Me pregunto si a Sasuke le gustará esa nueva forma – comentó Itachi – lo más seguro es que se derrita de solo verlo, ya de por sí anda baboso por él.

 

- Bueno, con él así de bueno, no dudo que tu querido hermano se va a poner a babear tan sólo lo vea, excepto que creo que Naruto tenía algo de rana en su expresión y me temo que no le va a gustar tanto como los ojos del tigre.

 

 

 

Naruto regresó con todos los ninjas rescatados de los refugios a revisar sí había más sobrevivientes de la masacre que había provocado Pein en la aldea, así que Minato notó que varias pequeñas babosas circulaban por el lugar, lo que sólo podía significar una cosa, Tsunade estaba viva o ellas se habrían ido, por lo que sabía no le había dado el contrato con ella a ninguna de sus alumnas, en ese aspecto había sido más egoísta que Jiraiya y Orochimaru.

 

- Esto es un verdadero desastre – dijo Sakura ayudando a Ino y a Shizune a sanar a los heridos – necesitamos al resto del equipo de ninjas médicos, pero la gran mayoría del instrumental ha quedado bajo los escombros del hospital.

 

- Sólo necesitamos más chakra – dijo Tsunade saliendo de los escombros ayudada por Kushina y tanto ella como el cuarto notaron que la marca de su frente había desaparecido.

 

- Debemos levantar el tiradero que esos demonios nos dejaron en la aldea – dijo el cuarto mirando lo poco y nada que quedaba de la aldea – menos mal que habíamos sacado antes a los civiles de la aldea – suspiró y luego miró a todos los ninjas que allí estaban reunidos – me extraña que los vejestorios del consejo no se hayan aparecido aún – comentó.

 

- Ojala y una gran roca los haya aplastado – dijo Tsunade molesta.

 

- Pues al fin tenemos pruebas que Dounzu conspira contra los hokages – dijo Deidara sacando una pequeña araña de arcilla de su bolsillo para luego colocarla en su cámara especial – ella demostrara que en el momento de solicitar el regreso de Naruto a Konoha, ese viejo mato a la rana mensajera.

 

- Así que es ese el motivo – intervino Naruto – por el que su nombre desapareció de los pergaminos, ya se me hacía extraño que, pese a que había averiguado por el clon de sombra que Konoha estaba bajo ataque, nadie pidiese mi regreso inmediato a la aldea – ayudó a levantar una pared – ese viejo desgraciado debe haberse escondido en su ratonera junto con los suyos.

 

- No importa demasiado – dijo Minato – rescatemos al resto de los ninjas y busquemos una estrategia adecuada para atrapar a esos infelices de una buena vez – miró la montaña de los hokages – de seguro ellos estarían de acuerdo que es más valiosa la vida de los habitantes de la villa que las construcciones en si – miró a Kushina – supongo que estás bien ¿verdad?

 

- A la hora que te preocupas por mi – le dijo ella entre molesta y divertida – pero supongo que es lógico, a mi tampoco me gusta ver a Konoha así.

 

- ¡Hokage sama! – dijo asomándose por los alrededores el líder del cuerpo de ninjas médicos – hemos conseguido rescatar una buena parte de las medicinas del hospital, casi todo el personal esta en condiciones de trabajar al máximo de sus capacidades, podemos recuperar a muchos de nuestros ninjas heridos.

 

- Entonces, a trabajar, no hay tiempo que perder – asintió Tsunade.

 

- Papá, Tsunade, debemos hablar – les dijo Naruto saliendo con ellos – Pein me contó algo que me tiene preocupado.

 

- Venga, hablemos mientras trabajamos – dijo Minato preocupado.

 

 

 

Varias horas más tarde finalmente pudieron descansar tras haber sacado de peligro a la gran mayoría de los ninjas heridos, casi todos estaban sentados en el suelo dentro de una gran tienda de campaña puesto que comenzaba a caer la noche, alimentos y medicina habían sido rescatados tanto de los escombros como de los refugios, pero lo que era vestimenta y abrigo parecía faltar por todos lados, menos mal que no era en pleno invierno, por muy fuerte que fueran los ninjas, sus heridas no les habrían permitido resistir el embate del clima, menos sin tener qué los cubriera.

 

- Hemos encontrado algunas mantas – dijo Naruto mostrando a sus clones de sombra que se habían multiplicado por la aldea removiendo escombros hasta alcanzar las bodegas de lo que había sido una gran tienda comercial en pleno centro de Konoha, allí donde se vendía de todo – y algo para entretener a los heridos – sonrió malicioso mirando a Kakashi – las bodegas de la librería quedaron intactas ¿será ese Pein otro pervertido? – miro a Jiraiya.

 

- A mi no me mires – le escribió en su pizarra – no tuve tiempo de enseñarle.

 

- Ni modo, uno de mis clones encontró que la gran bodega de la aldea está cubierta de escombros, pero hay muchas cosas que aun se pueden rescatar – dijo sentándose junto a Kakashi – pero me gustaría que me prestaras a Pakkun, necesito su ayuda para detectar a las ratas, tú sabes, sensei.

 

- Puedo acompañarte con Akamaru – le ofreció Kiba.

 

- Me pueden ser de utilidad para otro trabajito – le dijo Naruto poniéndose de pie mientras Kakashi invocaba a Pakkun – pero, aunque Akamaru sea uno de los mejores perros rastreadores, es muy notorio, por eso necesito a Pakkun.

 

- ¿Qué es lo que pretendes hacer? – dijo Sasuke sentándose junto a Kakashi.

 

- Cazar a las ratas de Raiz. Podrían causarnos problemas ahora que no pudimos evitar la destrucción de la aldea.

 

- Bueno, supongo que tendremos que asumirlo y evitar que nuestros “queridos” vecinos nos ataquen si se enteran – comentó Kakashi divertido.

 

- No lo van a hacer – aseveró Sasuke – sabrán que un solo ninja de Konoha fue capaz de vencer a Akatsuki con sólo su poder y nos pedirán alianzas.

 

- ¡Minato sama! – escucharon llamar y el rubio mayor suspiró cansado.

 

- ¡Ya voy! – Gritó asomándose fuera – que no me dejen en paz ni un minuto.

 

- Entonces, Pakun y yo nos pondremos en camino – dijo Naruto acercándose a Sasuke plantándole un beso en los labios – Kiba, tú y Akamaru dedíquense a buscar entre los escombros provisiones y cualquier cosa que nos sirva para protegernos de la lluvia – miró a Jiraiya – me alegra saber que solo a tus alumnos favoritos les haz legado el contrato con las ranas.

 

Jiraiya se quedó pensativo, en realidad nunca había pensado en entregarle a nadie el contrato con las ranas, pero cuando comenzó a entrenar seriamente a Minato sintió que podía considerarlo como un hijo, cosa que no había sentido con sus anteriores alumnos y por ello se lo permitió, y a Naruto se lo dio porque no se le ocurría otra forma con la que obligarlo a usar el chakra de Kyuubi.

 

- Bien, Sasuke, no hagas locuras mientras estoy ausente ¿vale?

 

- Ni que fueras un ninja tan responsable que se cuidara siempre – le replicó.

 

Naruto decidió que mejor no responderle, cuando aparecía el viejo Sasuke, ese con el que se peleaba siempre, era mejor dejarlo ser, detestaba al Sasuke pegote que se había vuelto desde que se embarazó. Se dio un golpe con la palma de la mano en la frente y se acercó a su pareja poniendo su diestra en su vientre generando chakra que transmitió al bebe en su interior.

 

- Tú te vas a encargar de recordarle a tu “madre” por qué se tiene que cuidar ¿verdad? – le dijo – así, en unos meses, seremos toda una familia.

 

- ¡Eso es chantaje! – se quejó Sasuke cogiéndolo por los hombros para robarle otro beso – anda, vete, antes que te pegue por insinuar que un Uchiha tan magnifico como yo no es capaz de cuidarse y cuidar de su hijo en camino.

 

- A este le regreso lo presumido – murmuró Naruto y por los pelos se escapó de que su pareja le diese un buen coscorrón en la cabeza – no seas violento.

 

- Y tú no seas idiota – le replicó Sasuke amoscado – aunque dudo que se te quitara aunque volvieras a nacer – agrego en tono malvado.

 

- Me pregunto que harías si me muriera luego de vencer a esos idiotas.

 

- ¡Ni lo digas! ¡Ni siquiera lo pienses! – le gritó exaltado – no quiero quedarme solo – y se volvió un mar de lágrimas – mi vida no tendría sentido sin ti.

 

- Naruto, realmente tu si sabes sorprender a la gente – lo regañó Kakashi abrazando al moreno en modo magdalena – sabes que esta sensible y sales con algo así ¿no ves que todas esas emociones le hacen mal al bebé?

 

- ¿Y de cuando aquí tu eres experto en embarazos? – dijo Naruto intrigado.

 

- Vete mejor – le dijo ignorando su pregunta olímpicamente.

 

Naruto lo miró unos interminables segundos antes de dejarlo pasar y voltearse siguiendo a Pakkun, ya le sacaría todos los secretos a su antiguo maestro, aunque se viese obligado a usar la fuerza para conseguirlo, se dijo.

 

 

 

Amanecía cuando los ancianos del consejo llamaron a Minato, habían llegado los feudales a hablar con ellos sobre la caída de la aldea y Tsunade, de tanto trabajar, había colapsado y no podían despertarla, uso excesivo de chakra, habían dicho los otros ninjas médicos de la aldea.

 

Minato miró a los allí reunidos y le olió a gato encerrado ¿Por qué habían llamado al líder del clan Nara?  Y lo peor era que Dounzu estaba allí ¿Qué diablos pretendía?  Al menos podría desenmascararlo.

 

- Konoha no fue bien protegida – empezó Dounzu.

 

- Pues nosotros no te vimos siquiera tratar de ayudarnos a defenderla – le dijo Minato amoscado – es más, ninguno de los tuyos ha asomado la nariz para ayudarnos a recuperar a los heridos.

 

- ¿Hay muchos muertos? – dijo uno de los feudales.

 

- Gracias a Naruto, ninguno – dijo Minato orgulloso – sólo Pein está muerto.

 

- Perdón – dijo Naruto interrumpiendo la reunión – afuera hay tres ninjas de la aldea del rayo, dicen que quieren ver al hokage.

 

- De eso trata esta reunión, Minato, creemos que no eres el indicado para hacerte cargo de la aldea – dijo uno de los feudales.

 

- ¿Ah, no?  ¿Entonces quien?

 

- Dounzu…

 

- ¡Él no pude ser hokage! – Intervino Naruto exaltado – mató a mi rana mensajera, se escondió como rata cuando Pein atacó, no intentó defender para nada la aldea y además, ¡es culpable que Pein existiera!

 

- Dices puras idioteces, niño – dijo el hombre enfurecido – nada de ello lo puedes probar, eso de ser héroe se te subió a la cabeza.

 

- Estás equivocado – le dijo Minato cruzándose de brazos – tengo pruebas que tú, en persona, mataste la rana mensajera, y con respecto a Pein, hay testigos de todo, así que no te hagas, si lo unico que siempre has querido siempre es el poder que representa ser Hokage, pero tú no estarías dispuesto a dar la vida por los aldeanos, asi que deja de soñar con eso.

 

- Minato debe seguir siendo el hokage – dijo Koharu y su compañero la apoyo asintiendo con la cabeza.

 

- Digo lo mismo – dijo Shikaku Nara – y estoy seguro que el resto de los clanes estará de acuerdo con ello.

 

- Ya resolveremos esto – insistió el feudal.

 

- Ya está resuelto – dijo Minato usando los ojos del tigre y el Feudal pestañeó extrañado.  Tan pronto ello pasó, Dounzu ya no estaba – un genjutsu – miro a su alrededor – Dounzu se ha declarado a si mismo un traidor a Konoha, háganselo saber a todos, que tengan cuidado, tengo la ligera sospecha que esa técnica le pertenece a los Uchihas – miro a Naruto – ve por Itachi, él nos puede sacar de cualquier duda.

 

- A la orden, hokage sama – le dijo cuadrándose desapareciendo al momento.

 

 

 

Los ninjas de la aldea se reunieron en torno a la carpa hospital, los tres extranjeros que exigían hablar con el hokage los miraban con desconfianza, ni ellos olvidaban el pasado ni los otros perdonaban el presente. 

 

- El hokage viene en camino – les informó Naruto luego de un largo silencio – pero ustedes van a tener que esperar un poco – le dijo a los extranjeros – se ha llamado a reunión de Jounin y lideres de clanes – miró a Kakashi – también necesita la presencia de Itashi, algo raro hizo ese viejo decrepito contra uno de los feudales y sólo él puede confirmarlo.

 

- Bien – dijo el ninja – informaré a Deidara para que lo lleve a su presencia – y salió sin prestar mucha atención a la alarma que se pintaba en la cara de los extranjeros.

 

- ¿Acaso hablan de Itachi Uchiha? – dijo la mujer del grupo.

 

- Los Uchiha pertenecen a Konoha – le dijo Naruto extrañado – Sasuke debe estar ayudando a trasladar los heridos al hospital de campaña…

 

- ¿Dónde están esos manditos? – dijo otro de ellos exaltado – es más ¿dónde tienen a Killer Bee? – empujó a Naruto.

 

- ¿Quién es ese? – dijo este asombrado trastabillando.

 

- No te hagas el idiota con nosotros – dijo el tercero – es el hermano de nuestro raikage y esos Uchiha se lo llevaron de nuestro campamento.

 

- De primera – le dijo Naruto – yo no tengo por qué saber que su raikage tiene un hermano, además, dudo mucho que los Uchiha de aquí se lo hayan llevado ¿acaso no han visto cómo está la aldea?

 

- Vimos a un Uchiha atacar a nuestro líder – insistieron ellos.

 

- Pues no eran los de aquí – dijo el rubio cruzándose de brazos saliendo de la carpa rumbo a la zona de reuniones – han sido engañados.

 

- Naruto – salió Deidara acompañando a Itachi – hokage sama ordena que te presentes en la reunión, nosotros vamos por Jiraiya.

 

- Un Uchiha, este es uno de los que atacó a Killer Bee.

 

- Están locos – dijo Sasuke apoyado en un poste bastante cerca.

 

- Y este es el otro, ¡Konoha esta apoyando a akatsuki!

 

- ¿Y de dónde sacaron tamaña idiotez? – dijo Kushina asomándose fuera de la tienda al escuchar sus gritos.

 

- Kushina san, ellos atacaron a Killer Bee, nosotros los vimos.

 

- Si, usaron una técnica de genjutsu, esos ojos rojos con sus aspas negras, lanzaron un ataque eléctrico con una espada rara y luego un fuego negro que lo consumía todo a su paso.

 

- Pues ellos no son los únicos Uchiha que pueden usar el Sharingan – dijo Naruto – y si se trata de técnicas de ese tipo, pongamos algunas cosillas en claro – miró a Itachi – ¿cuándo se supone que ocurrió ello?

 

- Hace alrededor de una semana – dijo uno.

 

- Más o menos en el tiempo en que me fui a entrenar con las ranas – miró a Sasuke – Hace alrededor de tres semanas que Sasuke y yo pasamos el examen chuunin, el propio raikage nos vio, una semana mas tarde trajimos de regreso a Itachi, quien desde ese momento no ha podido volver a usar el sharingan, así que es imposible que ellos fueran.

 

- Según todo el mundo sabe, sólo hay dos sobrevivientes de la masacre del clan – dijo la mujer, al parecer era líder del grupo – el que acabó con este y el hijo menor del clan, así que es mejor que no traten de engañarnos, sabemos muy bien lo que vimos.

 

- Lo que creyeron ver – intervino Itachi – como bien dice Naruto, no puedo usar el sharingan, ya desde hace bastante tiempo atrás, desde que obtuve su máximo poder, éste me ha ido matando por dentro lentamente, en especial si uso el ametaratsu, el Tsukiyomi o Tsusanoo, es más, el cuarto hokage bloqueó mi chakra, si trato de usarlo, me quedaré ciego definitivamente – suspiró – y respecto a Sasuke, es imposible que él lo hiciera porque su chakra se encuentra totalmente descontrolado debido a su estado,  no creo que pusiera en riesgo su vida sólo para atrapar a alguien que no es importante para Konoha.

 

- Pero si lo es para Akatsuki.

 

- Bueno, según sé él es el portador del demonio de las 8 colas – aceptó Itachi – pero ¿para qué lo quiere mi aldea?  Mejor busquen a Madara Uchiha y encontrarán a su querido jefe.

 

- ¿Madara Uchiha?

 

- El verdadero líder de Akatsuki – les informó Naruto.

 

- ¿Acaso no es ese el nombre del líder del clan Uchiha que se enfrentó al primer hokage?  Pero el tipo debe estar muerto hace mucho.

 

- Equivocados todos lo creímos muerto – dijo saliendo Minato – el muy infeliz tiene que ver con todos los desastres que han acontecido desde la primera guerra ninja – tomó a su hijo del hombro – Naruto, desde ahora eres Sanin de Konoha, así que te unirás al consejo, aunque no les guste a los viejos.

 

- Genial – dijo molesto.

 

- Pero ¿Y Madara?

 

- ¿Y Killer Bee?

 

- Primero veremos nuestra aldea, sea lo que quiera akatsuki, no lo obtendrá sin antes haber capturado a Kiuuby y dudo mucho se su líder esté muerto.

 

- ¿Qué quiere decir con eso?

 

- Pregúntenle a Gaara – dijo Naruto entrando a la reunión, dejando afuera a los extranjeros con un enorme signo de interrogación.

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Lamento la tardanza, he demorado demasiado en tener la inspiración necesaria para conseguir un capítulo decente, he ocupado varias cosas del manga y si bien no detallé la batalla de Naruto con Pein ni su historia (esta en el manga, búsquenlo si no lo han leído), he modificado otras tantas.  De aquí me aparto definitivamente del manga, al menos por ahora, o hasta que Kishimoto haga algo bueno (estos ultimas no han valido mucho la pena, aunque si pensamos en la viñeta final del último…)

 

Bien, nos vemos, si Dios quiere, el próximo año, que lo pasen bien y que tengan un buen año.

 

Shio Zhang.

 

 

 

PD. Qué opinan  ¿Gemelos o Mellizos?

Notas finales:

Espero sus comentarios


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