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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo: perdonen la tardanza, pero pronto estará listo el siguiente.
El regreso 

He respondido en el lugar que corresponde, pero por si acaso, lo vuelvo a repetir aquí, sigo la línea del manga más o menos hasta el episodio 365 o algo así, les daría la URL para que lo descargaran pero el megaupload da muchos dramas para poder bajarlos, normalmente los extraigo del Ares.  En fin, a lo que iba, los personajes que van a aparecer aquí (nekos) son del manga y en eso calzo con el MAESTRO, como lo de RAIZ y de Sai, así como el nombre de Yondaime y la mamá de Naruto.

  Sorpresa, sorpresa 

Sasuke usó el sharingan para desviar el ataque de Kasosu, por lo que no podía ir a ayudar a Naruto que luchaba más allá con un rubio llamado Hidden, por lo que decía el tipo, pretendía ofrecerle el alma del portador del Kyuubi a su dios, claro que Hikito luchaba junto a Naruto, pero tenía miedo que consiguiera asestarle un golpe a cualquiera, claro que se notaba que a lo lejos una especie de rayo dorado se acercaba a gran velocidad hacia ellos, fue algo casi instantáneo porque el relámpago amarillo noqueó a kasosu de un solo golpe yendo con la misma rapidez hacia Naruto.  El tal Hidden se espantó al verse flanquedo no sólo por el moreno que luchaba contra su compañero y el otro rubio, sino que se habían aparecido varios otros ninjas a su alrededor.  Molesto, se lanzó contra el rubio mayor dado que parecía ser el más débil, al Uchiha no podría vencerlo por el sharingan, al otro moreno de los ojos blancos no le daba ni un golpe certero porque parecía adivinarlos y el portador del Kyuubi era un hueso duro de roer. Pero no contaba con la destreza de su adversario y antes que pudiera evitarlo, el rasengan le había dado de lleno en el pecho y resultó desperdigado a los cuatro vientos mientras su compañero se hacía humo literalmente de los ninjas de Konoha.

Sasuke se acercó a Naruto que respiraba aceleradamente y le tocó una mejilla, en donde se habían ensanchado las marcas de los bigotes del Kyuubi, sus ojos estaban enrojecidos y sus pupilas eran delgadas líneas, se veían más pequeños y delineados de negro, igual que sus labios que mantenía separados mostrando los afilados colmillos, se volvió hacia él con una mirada que atemorizaría a cualquiera, pero a él lo excitaba completamente, le entraban unas ganas locas de comérselo a besos que parecían dominarlo.

- ¿Por qué me miras así? – le dijo Naruto molesto mirando al moreno.

- Porque así de enfadado dan ganas de comerte – le dijo – te ves muy sexy.

- Ni que fuera pastel – le replicó volviendo a la normalidad mirando a su padre que trataba de rastrear a los akatsuki – me gustaría saber cómo es que estos consiguen penetrar las defensas de Konoha con tanta facilidad.

- ¡Naruto! – dijo apareciendo un grupo de ninjas jóvenes rodeándolos, entre ellos Sai que le lanzaba miradas asesinas a Sasuke que le acariciaba la mejilla al rubio que sonreía apenado pero sin apartarse de su toque.

- ¿Están todos bien, verdad? – dijo Lee preocupado mirando a Naruto.

- Claro que sí – dijo mirando a Hikito que se sacudía las ropas y esquivaba la mirada de Neji – pero, dígannos ¿vamos a seguir con el examen?

- No se preocupen, el examen sigue – dijo el cuarto regresando junto a ellos – sin embargo, me parece que vamos a tener que redoblar la vigilancia, no creo que esos akatsuki hayan ido demasiados lejos de aquí en ese estado.

- Pero el incendio del bosque es controlable ¿verdad? – dijo Hikito parándose junto a Naruto y a Sasuke, la presencia de sus primos lo ponía nervioso.

- Si, Jiraiya sama estaba usando las ranas para tener el agua necesaria para sofocarlo – le dijo – pero ahora debemos retirarnos y dejar que los aspirantes sigan su prueba – le apretó un hombro a Sasuke y dijo al pasar junto a Sai – alguien dejó entrar a esos hasta aquí porque quieren muerto a Naruto ¿no crees, muchacho? – se alejó un poco sin esperar respuesta.

Sai lo siguió con la mirada, ciertamente no le agradaba el tipo, pero algo de razón tenía, no creía que los akatsuki hubiesen llegado hasta allí por mera casualidad y menos en medio de un examen sin ser descubiertos, en especial si tenía en cuenta las palabras de su jefe: “Vamos a acelerar las cosas para obtener el poder total de Konoha” ¿Y qué mejor manera de hacerlo que deshaciéndose del hokage y el principal aspirante al puesto?

- Suerte… Naruto kun – tartamudeó Hinata mientras se alejaban.

- Sigues igual de tímida con él ¿eh? – le dijo Kiba divertido siguiéndola.

Neji la miró d reojo y ella desvió la mirada, avergonzada, era cierto que quería mucho a Naruto, pero ya se había dado cuenta hacía rato de que lo que sentía era admiración y no amor como siempre había pensado, pero de todas maneras le daba vergüenza pensar que Naruto se hubiese dado cuenta.

- Déjala en paz, Kiba – le dijo Neji molesto – no la molestes de nuevo con eso.

- Es que Naruto se ha vuelto un hombre muy guapo – dijo Ino pensativa – quizás no tanto como Sasuke, pero de todas maneras muy guapo.

- No creo que Naruto llegase a fijarse en ti, Ino cerda – le dijo Sakura enojada alejándose a toda velocidad, no le gustaba que se fijara en él.

- Pues… a Naruto… le gustaba… ella – dijo Hinata preocupada.

- Pues yo diría que, con los años, se le pasó el amor – dijo Sai encogiéndose de hombros – pero que ni crea el Uchiha que se va a quedar con él, por mucho que cuente con la aprobación del cuarto hokage, primero lo mato – agregó desapareciendo con gran rapidez hacia vaya a saber donde.

- Y a estos ¿Qué bicho los picó? – dijo Chouji asombrado por su actitud.

- Me temo que no uno de los míos – dijo Shino molesto – al parecer a ambos les gusta Naruto y están celoso que Sasuke esté de regreso y a su lado.

- Que problemáticos – dijo Shikamaru – en fin, nosotros debemos seguir con los preparativos de la fiesta de Naruto ¿no creen? Esa es la misión que nos encomendaron y aún no tenemos nada más que el lugar y el ramen.

Neji miró a Hinata que volvía a esquivar su mirada  y medio le sonrió.

- Nosotros nos haremos cargo de la decoración del salón, apenas abran las tiendas iniciaremos las compras necesarias ¿verdad, Hinata? – ella asintió ruborizada ante la mirada penetrante de si primo, ¡él sí que la ponía nerviosa!

- Akamaru y yo nos encargaremos de las golosinas y la torta – dijo Kiba.

- Lee y yo nos haremos cargo de ordenarlo todo – ofreció Tenten sonriendo.

- Bien, entonces Chouji, Ino y yo nos encargaremos de los salados y comida – dijo Shikamaru – Y Shino… este ¿podrías encargarte de la música?

El silencioso portador de los bichos asintió alejándose cada cual en una dirección diferente al salir del bosque de la muerte, aunque algunos dudaban que fuese una buena idea encargarle a Shino lo de la música, era tan serio que quizás les llevase pura música de funeral en vez de festiva, pero ya ni modo de desdecirse, el joven era muy fácil de ofenderse y quizás hasta se enojase con Naruto, como pasó cuando este no lo reconoció de inmediato luego de regresar de su misión en la aldea de la arena.

 

El Bosque se veía bastante mal luego del incendio, era mucho más difícil descansar en esas condiciones, lo único que les quedaba era avanzar hacia la Torre en espera que apareciera algún equipo rival que tuviese el pergamino del cielo para poder terminar esa fase. Al menos esa era la idea de Sasuke, pero Naruto parecía disfrutar eso de llevar la “vida al aire libre” y al parecer Hikito lo secundaba ya que se habían acercado al río a pescar esa mañana ¿Qué esos dos no se daban cuenta que el tiempo pasaba inexorablemente?  Quizás lo sabían, pero se hacían los desentendidos y se comportaban como niños.

- No seas tan grave, Sasuke – le dijo Naruto obligándolo a sentarse a su lado mientras las truchas se asaban – disfruta un poco de la vida, no es eterna.

Sasuke desdió la mirada del pecho desnudo de Naruto, este se había sacado la ropa para poder pescar en el río, así que ahora estaba esperando que se secaran sus interiores en ese momento ¿por qué tenía que verse tan tentador?

- ¡Yo quiero la más grande! – decía Naruto al verlas listas tomándola.

- No cambias ¿verdad? – le dijo Sasuke tomando la manta de las cosas que el rubio había sacado echándosela en los hombros aprovechando de abrazarlo – en el examen anterior hiciste exactamente lo mismo ¿verdad? Claro que esa vez intentabas abrir el pergamino que teníamos – le revolvió el cabello.

- Pero esta vez ya sé lo que pasará y no aparecerá Kabuto para “ayudarnos” – dijo antes de sacar el primer mordisco de su pescado.

- Desde lo que pasó con Orochimaru que no sé nada de ese – dijo Sasuke tranquilo – quizás ahora nada buscando otro maestro pervertido al que seguir.

- Yo me encontré con él cuando te andábamos persiguiendo – le dijo pensativo – estaba un tanto amargado porque se quedó sin hogar y sin maestro, sin embargo, me estaba agradecido porque gracias a mí se había dado cuenta que podía obtener más poder y absorbió parte del alma de Orochimaru para ello, sólo que aún no conseguía dominarlo, dijo que cuando así fuera te buscaría para matarte y luego vendría por mí – suspiró – todo el mundo me persigue.

- Eres un poco dramático ¿no crees? – dijo divertido Hikito – no es para tanto.

- El problema no es que me persigan, sino que me quieren muerto – aseguró.

- Pues de seguro no es el único motivo por el cual te persiguen – dijo Sasuke – porque de seguro el arenoso no te persigue con esa intención ¿verdad?

- ¿Te refieres a Gaara? – dijo Naruto asombrado – venga, si Gaara es sólo mi amigo, claro que le hice un favor, pero era mi misión como ninja de Konoha.

- Pues no fueron esos los comentarios que nos llegaron – le dijo celoso – el kasekage te debe la vida y muchos dicen que está enamorado de ti.

- Claro, he escuchado eso – dijo Naruto riendo acabando su pescado – pero son puras tonterías, Gaara está tan enamorado de mí como yo de Iruka sensei.

- Eso ¿según quien? – insistió él molesto – estaba muy preocupado por ti.

- Bueno, es lógico que se preocupe por mí, soy su primer amigo – sonrió abrazando a Sasuke – pero eso no significa que entre él y yo haya algo más.

- Bueno, creo que ya hemos descansado bastante – dijo Hikito – debemos retomar el rumbo hacia la torre, quiero llegar hasta el final del examen lo antes posible ¿creen que haya cerca algún rival con el pergamino que nos falta?

- Claro que debe haberlo – dijo Naruto muy seguro – recuerda lo que dijo la vieja escandalosa: “Son 24 pergaminos del cielo y 24 pergaminos de la tierra”, así que si nosotros tenemos uno, debe andar otro equipo que tenga su pareja y que necesite el nuestro para avanzar en el examen ¿verdad, Sasuke?

- Si, ambos tienen razón, pero el tiempo se nos comienza a agotar, andando.

Naruto sentía una mirada extraña en la nuca, era demasiado débil para reconocerla, quizás eran ideas suyas porque Sasuke y Hikito parecían no notarla, pero a él no lo engañaban, tanto así que se volvió bruscamente y se encontró con una mirada dorada que desapareció casi al instante, pero ya había puesto en alerta a los demás, estaban en una emboscada.

- ¿Me los dejan a mí? – dijo Sasuke divertido tomando la mano de Naruto.

- Recuerda lo que dijo Minato san – le advirtió este y le hizo una seña a su otro compañero para que se sentara – pase lo que pase, no abras los ojos ¿vale?

Hikito asintió intrigado y se sentó a su lado obedeciendo sus órdenes, al poco rato escucharon voces discutiendo y poco después alaridos de dolor, sin embargo, permanecieron en su sitio esperando que Sasuke les hablara.

- Ya, ellos tenían el pergamino del cielo – dijo el Uchiha sentándose muy junto a Naruto apoyándose en su hombro – podemos irnos a la torre a descansar.

- Usaste el sharingan ¿verdad? – dijo Hikito intrigado mirándolo.

- Por supuesto, es para no tener que gastar energías de forma innecesaria, sin embargo, usarlo me desgasta tanto como una batalla – suspiró cansado.

- En la torre podremos dormir tranquilos – dijo Naruto abrazándolo sin pensar. 

Los tres se pusieron de pie y se acercaron a la torre abriendo las puertas selladas con los pergaminos en las manos.  Más relajados que la vez anterior, Naruto y Sasuke abrieron los sellos de los pergaminos y sonrieron al ver a Iruka de pie frente a ellos, sonriendo complacido y orgulloso.

- A hokage sama le alegrará saber que ya están aquí y que han pasado a la penúltima fase del examen – los felicitó – supongo que no necesito volver a explicar eso ¿verdad? – agregó señalando el pergamino escrito detrás de él, ellos asintieron – bien, pueden pasar a descansar mientras esperan que termine el tiempo del examen, sólo 6 de los 24 equipos han llegado de momento y todavía queda más de un día para completar esta fase – se despidió haciéndoles una seña hacia el pasillo por el cual encontrarían la sala de descanso.  Naruto y los demás fueron allá y se acostaron a dormir.

 

Minato miraba a los ambus que habían regresado del bosque de la muerte, según el informe presentado por ellos, el tal Kasosu había estado recolectando los pedazos del que fuera su compañero por todo el bosque y al parecer lo había rearmado, aunque no sabían a ciencia cierta dónde estaban, lo único que sabían con certeza era que no habían vuelto a entrar al bosque a molestar a los aspirantes.  Lo otro era que habían descubierto que se habían infiltrado con la ayuda de alguien desde dentro de la aldea, por lo que había varios sospechosos, aunque nada en concreto.  Entrecerró los ojos enfadado, eso significaba que Dounzu estaba actuando nuevamente en su contra ¿cómo olvidar que en el pasado lo trató de poner mal con el tercero para que perdiera votos en la elección como siguiente hokage? Fastidiado, miró a ambos ninjas y los vio temblar, Tsunade le había dicho que los más jóvenes no le eran desleales, pero no estaba dispuesta a arriesgarse por ellos.

- Si con esas estamos, voy a tener que poner al círculo interior en alerta, no podemos permitir que Akatsuki se adueñe de Naruto, ya bastante tenemos con que tengan entre ellos a un peligroso integrante del clan Uchiha – dijo tenso – que el líder del escuadrón de cazadores se presente cuanto antes aquí.

Los dos desaparecieron entre las sombras de su oficina y el rubio se sentó en el sillón que normalmente usaba Tsunade, ella estaba en esos momentos en el hospital interrogando a uno de los ambus que encontraron herido en el bosque, estaban seguros que él había intentado poner en alerta al resto de la guardia y, por el hecho de seguir con vida, era lógico que lo había atacado un compañero.

- Malditos Raíz, otra vez metiendo las manos para obtener el control – dijo en voz baja – no pienso permitirlo, así me cueste la vida protegeré a la aldea.

- El Hokage sama me mandó llamar – le dijo una voz femenina.

- Necesitamos ponernos en alerta total, hay traidores ocultos dentro de la aldea – le dijo mirándola – necesito comprobar quienes son dignos de llevar esa máscara y quienes no, Konoha corre peligro si no los frenamos a tiempo.

- Hokage sama, recuerde que está hablando con un ambu – le dijo ella.

- Kakashi me dijo que confiaba en ti – le dijo tranquilo – y el que él le dé la confianza a alguien es muy importante, no es una persona confiada por naturaleza, y yo confío bastante en su juicio, aunque pueda equivocarse.

- Gracias, Hokage sama, contar con su confianza y la de Kakashi Sempai significa mucho para mí – le dijo ella retirando su máscara – usted dirá.

- Tenemos fuertes sospechas que alguien dentro de la organización de Raíz está ayudando al enemigo en su intento de capturar a Naruto, no puede ser que uno de los guardias hubiese visto al enemigo y tratase de poner en sobre aviso al resto y sólo fuese dejado inconsciente ¿no crees, Haina?

- Los akatsuki son conocidos como asesinos – asintió ella – si hubiese sido uno de ellos, lo más seguro es que lo hubiésemos encontrado muerto en el lugar.

- Y por eso mismo te voy a solicitar a ti que busques a aquellos que podrían ser quienes traicionarían a nuestra aldea por poder, luego de ello pondremos a Ibiki a trabajar su psicología para sacar a los traidores a la luz, si seguimos así lo más probable es que tengamos una revuelta interna por el poder.

- Nosotros no somos ninjas asesinos, somos cuidadores de los civiles siempre.

- Si, es la filosofía del tercero, pero era lo que querían también el primero y el segundo, nuestra aldea ha prosperado por ser pacífica, no por involucrarse en guerras sin sentido o por educar a nuestros niños dentro de esa violencia – un golpecito en la puerta los hizo callarse y ella se puso de nuevo su máscara – adelante – dijo preocupado y una joven de cabellos rosados se asomó.

- Perdone, Hokage sama, Tsunade sama lo llama desde el hospital – informó.

- Voy para allá – se puso de pie – haz lo que te solicité – le pidió saliendo y ella asintió desapareciendo en una cortina de humo, se haría lo que él ordenaba.

Minato caminaba en silencio al lado de la chica de pelo rosado, Naruto le había contado que su compañera de equipo era más bien violenta, cosa que Kakashi le había confirmado, sí que la tenía por peligrosa, casi tanto como Kushina ¿Quién iba a pensar que una chica tan bonita le iba a dar tal paliza que por poco y no lo mató?  Quizás fue en ese momento en que se enamoró de ella.

- Hokage sama ¿Por qué apoyó a Sasuke para que fuera al examen con Naruto? – le dijo ella de repente – ellos han peleado tres veces a muerte.

- Bueno, la madre de Sasuke era mi amiga, cuando éramos niños siempre decíamos que nos íbamos a casar cuando fuéramos adultos, pero ella conoció al padre de este y se casó con él siendo aún una niña – sonrió con nostalgia – además, yo no pintaba para esposo de una Uchiha, era demasiado coqueto, así que quise tener una niña para que por medio de nuestros hijos nuestras familias se unieran, sólo que no tuve suerte – suspiró – pues, por eso.

- Naruto se merece alguien mejor que quien ha traicionado a la aldea como él.

- El dolor muchas veces nos hace hacer idioteces – se encogió de hombros abriendo la puerta – por su causa nos traicionamos hasta nosotros mismos, le vendemos el alma al diablo si con ello conseguimos mitigarlo u olvidarlo.

Una ranita saltó sobre su cabeza y le hizo un gesto con el pulgar antes de desaparecer.  Minato sonrió complacido ante la intrigada mirada de Sakura.

- Naruto también puede invocar esa clase de ranas – dijo ella preocupada.

- Si, es algo que Jiraiya le ha enseñado a todos sus alumnos preferidos – se encogió de hombros – él es el custodio del contrato que nos vincula a ellos – sonrió – y esta era una vigilante, Naruto ha llegado a la torre con sus compañeros para la parte final de esta fase y aún le quedan 24 horas.

Subieron por las escaleras hacia la habitación donde descansaba el ambu herido, allí estaba Shizune junto con Tsunade, a la rubia hokage se le veía bastante molesta paseándose alrededor de la cama mientras se mordía una uña, señal clara que estaba más que preocupada por lo que pasaba.

- Minato, debemos frenar esto lo antes posible, los Kages de las otras aldeas llegaran aquí junto con los feudales para el final del examen y no podemos tener una revuelta en ciernes, la credibilidad de la aldea quedaría en el suelo.

- Lo sé – suspiró – he tomado medidas extraordinarias, sólo espero que podamos arreglar esto sin involucrar a los más jóvenes.

- Hokage sama – dijo el ambu intrigado – ¿Qué van a hacer conmigo?

- No te preocupes, no ha ido tu culpa que ellos lograsen llegar hasta Naruto – le dijo Minato – sabemos que intentaste avisar de su presencia en el bosque.

- Se lo dije a Tsunade sama, ellos nunca me vieron, sin embargo, fui atacado por la espalda cuando me dirigía a avisarle a los demás y no vi a nadie allí.

- Tiene las marcas del golpe – dijo Shisune – el golpe fue bastante fuerte.

Minato miró a la morena antes de asentir, suponía que Tsunade la conocía bien y que estaba desconfiando de más, Naruto le decía hermana, así que debía quererla bastante, aunque su hijo era del tipo confiado.

- Pues de momento no podrán hacer nada ya que Naruto está a salvo en la torre bajo la vigilancia de los jounin de los diferentes equipos, sin embargo, no estaría de más echarle un ojito esta noche, no todos son de nuestra aldea – se volteó hacia Sakura – te ofrezco esa misión ¿te parece?

- Muy bien, hokage sama – le respondió ella yéndose hacia la torre, se aseguraría que su querido Naruto estuviera muy bien y le llevaría ramen.

- Bueno, te dejamos para que descanses – le dijo Tsunade comprendiendo la táctica de Minato saliendo los tres de la habitación – esto empieza ponerse feo.

- Si, es bastante desagradable – dijo el abriendo la puerta del hospital para dejarlas pasar – estamos arriesgando demasiado con todo esto – suspiró – te apuesto que va a tratar de usarlo en mi contra frente a los consejeros.

- Dudo que tengas tantos problemas como yo los tengo con ellos – dijo ella.

- Mm, pues los tuve en su momento, no estaban tan contentos de tener un hokage tan joven y que además estaba soltero y era un descarriado, al menos eso era lo que decían de mí, aunque de todas maneras me eligieron.

- ¿Cómo fue que se convirtió en hokage? – dijo Shizune con curiosidad.

- Bueno, Orochimaru, Jiraiya y yo competíamos por el puesto, estábamos empatados en casi todo, así que mi maestro se retiró diciendo que el ser hokage lo iba a amarrar a la aldea y eso de tener que estar tanto tiempo encerrado en una oficina no era para él, por lo que los puntos, en vez de repartirse entre su camarada y su alumno, pasaron hacia mí dado que algunos desconfiaban del líder de las serpientes por su forma de ser tan fría.

- Orochimaru siempre mostró ser alguien sin sentimientos – dijo Tsunade – venga, vamos a tomarnos un trago mientras esperamos noticias – ofreció.

- Pero te advierto que no soy Jiraiya – le sonrió – tengo poca tolerancia al alcohol, la última vez que tomé sake de más, Kushina casi me mató de un golpe – sonrió melancólico – estaba tan contento porque me había aceptado al fin que me puse a celebrarlo con mis alumnos y ella se enojó y terminamos.

- Por ese tiempo yo ya no vivía en Konoha – dijo Tsunade – siempre me intrigó saber  cómo fue que ella te terminó rechazando, siendo quien eras.

- Supongo que en parte fue mi culpa que ella no confiase en mí, por ese tiempo vigilaba a Uchiha Ayumi que estaba esperando a su segundo hijo y las malas lenguas de la aldea murmuraban que el bebé era mío, todos sabían que habíamos sido novios de niños y ahora que era hokage era más importante que cualquier otro, incluido el jefe del clan Uchiha ¿cómo pudieron pensar que iba a caer tan bajo de ponerle los cuernos a alguien a quien respetaba como si fuese mi hermano?  Pero ella no quiso escucharme y nunca más me aceptó.

- Si, la recuerdo, era una muchacha muy bonita, su clan había pertenecido al país del remolino, pelirroja de largos cabellos y carita redonda, de grandes y expresivos ojos, era como uno de los muchachos pero con mucho cuerpo para pasar por uno, siempre recordaré aquella ocasión en que casi te mató, nunca supimos el motivo por el cual se enfadó tanto.

- Me da vergüenza recordarlo – dijo sonrojándose – fue por culpa de Jiraiya que andaba buscando inspiración, yo sin querer tropecé y la lancé de cabeza al río, quedó toda empapada, la ropa como segunda piel y tú sabes como soy, le dije un par de cosas bonitas tratando de halagarla y ella se enojó, fue contra mí y me trató de pegar y yo por defenderme… bueno le tomé los pechos.

- Así que por eso el ninja más poderoso de Konoha terminó una semana en el hospital diciendo que había sido un accidente y no una pelea.

- Por supuesto que fue así – dijo ofendido – no iba a pelear con la chica más bella que jamás hubiesen visto mis ojos, después de ti, claro está – sonrió.

- La coquetería no se te quita ¿eh? – dijo ella divertida.

- Supongo que ya a esta altura no me quitaría ni ella de un golpe – se rió.

 

Naruto estaba acostado en la cama sobre el pecho de Sasuke, no era que no hubiese más camas en el cuarto que les tocó, pero allí se estaba más calientito y si se podía aprovechar ¿Por qué no hacerlo?  Miró a Hikito que dormía a pierna suelta en la otra cama, se notaba que estaba bastante cansado después de la pelea con el akatsuki, luego se volteó hacia Sasuke, él dormía más profundamente todavía, pobrecito, el uso del sharingan lo había agotado mucho al parecer, siempre que Kakashi lo usaba quedaba muerto.

En eso escuchó ruidos afuera, sabía que Kakashi montaba guardia en ese sector a petición de su padre, lo más seguro, por si los akatsuki conseguían infiltrarse en la torre, cosa que dudaba bastante luego del desastre en el bosque, aunque nunca estaba de más ser precavido.  Suspiró acomodándose de nuevo cuando identificó que lo que escuchaba no eran ruido, sino el sonido de dos voces, ambas bastante conocidas para él, Kakashi era uno, tal como pensaba, la otra era de Sakura que insistía en que su padre le había encargado le “echase un ojito a Naruto”, pero el jounin le insistía en que estaba dormido y que debía dejarlos descansar como se debía ya que al otro día tenían que luchar en las preliminares de la fase final del examen, pero ella insiste en entrar a mirarlo.  Alarmado, Naruto trató de enderezarse para acostarse en la otra cama, pero Sasuke lo evitó abrazándolo con fuerza hacia su pecho, por lo que no le quedó más que rogar que ella no entrase ¿Y si Sakura lo veía en semejante pose con el moreno? Lo más seguro es que lo matase.

Al parecer alguna deidad lo escuchó porque se escuchó un tercera voz que le aseguraba a Sakura que él estaba bien y que lo mejor era dejarlo descansar tranquilo, porque él estaría alerta, pese a estar medio dormido y de seguro la atacaría si lo despertaba, en especial por lo que había ocurrido en el bosque.

- Está bien, pero fue el cuarto el que me pidió que viniese a verlo – dijo ella.

- Dile que nosotros te dijimos que Naruto está bien – le sonrió Iruka y ella asintió alejándose – bueno, Kakashi, es mejor que no molestemos a los chicos.

- ¿Cuándo he molestado yo a los chicos? – le dijo ofendido.

- Quizás no lo hayas hecho, pero tampoco es hora de empezar, vamos – se alejó y Naruto no pudo entender más sus palabras, llegaban muy lejanas.

- Duérmete de una vez – le dijo Sasuke perentoriamente y este obedeció.

 

Naruto miraba el lugar en que se había reunido para la información acerca de los preliminares de la tercera fase del examen. Era el mismo que hacía más de tres años había sido testigo de su pelea con Kiba hacía más de tres años, pero esta vez eran once los equipos que habían llegado hasta aquí.  Su padre le guiñó un ojo disimuladamente desde la tarima en espera que estuviesen listos para el discurso explicativo de la última fase.

- Bien, esta vez han pasado 33 aspirantes hasta aquí- dijo el rubio hokage felicitándolos – de aquí en adelante sólo valdrán sus propias habilidades y fuerzas, serán probados en su capacidad de razonar y descubrir las habilidades y fortalezas del rival frente a ustedes, lucharán unos contra otros, sean del mismo equipo o de la misma aldea, la lucha será a muerte.

- ¿Y para qué se nos hizo entrar en equipo si al final vamos a tener que competir uno contra uno? – dijo un muchacho rubio en el que Naruto había reparado hacía rato, claro que él era de otra aldea, posiblemente de la aldea oculta del trueno, aunque le llamaba la atención que llevase el mismo emblema que él en su ropa, pese a ser de otro color, se notaba que era menor que él, quizás tuviera trece años, pero tenía un cierto parecido con su persona, pese a que sus ojos eran dorados.

- Las fases anteriores son para medir sus habilidades para trabajar en equipo, ahora se trata de medirlas por separado – explicó de nuevo – de todas formas, si no te sientes capaz de seguir adelante sin el apoyo de tus compañeros por tus propios medios, puedes retirarte si lo deseas y dar el examen de nuevo dentro de seis meses, lo mismo va para los demás – añadió al final.

Naruto sonrió mirando a los ninjas, algunos estaban inquietos, ahora, si querían, se podía retirar sin afectar al resto de sus compañeros.

- Yo me retiro – dijo un muchacho que parecía ser de los menores, se notaba de lejos que su equipo había sido uno de los últimos en ingresar a la torre antes que se acabara el tiempo – estoy demasiado cansado para seguir.

El rubio cuarto hokage miró al resto de los aspirantes con una mirada penetrante y evaluativo antes de volver a hablar.

- Bien, si nadie más se va a retirar, vamos a comenzar con las preliminares – miró al examinador y este asintió – comencemos.

- Bien, yo seré su examinador en esta fase – dijo Ebisu y Naruto casi grita: ”¡El pervertido de closet!” pero consiguió morderse la lengua, era cierto que el tipo no le simpatizaba demasiado, él era uno de los que antes le lanzaba esas miradas frías de desprecio, pero eso no debía saberlo su padre, si a la mera idea de que la gente lo había tratado mal se enfadaba.  Por supuesto, no le caía muy bien, pero ¿Qué podía hacer? Al otro le habían asesinado – cuando sus nombres aparezcan en esa pantalla, será su hora de entrar en combate.  Veamos a los primeros, el resto deberá retirarse con sus respectivos líderes de grupo – les informó iniciando la selección de nombres al azar.

Naruto puso sus manos tras de la nuca estirando sus músculos y con ello su ropa que se le pegaba a su esbelto cuerpo sin notar que Sasuke se lo comía con la mirada pensando “que bien desarrolladito está, se lo tenía bien oculto”.

- Los primeros son: Hyuga Hikito Vs Komomo Ukyo – dijo mirando la pantalla, Naruto le sonrió al moreno de ojos blancos para alentarlo y siguió a sasuke arriba junto con Kakashi – al centro los dos – dijo Ebisu.

Naruto pasó frente al grupo al que pertenecía el rubio que se le parecía que estaba de pie junto a su líder, ella era una mujer muy bonita, alta y delgada, de pechos casi tan grandes como Tsunade, de cabellos tan rojos como los de Gaara y de ojos dorados, la que se tensó al verlo pasar por su lado.

- Vamos, Naruto, no te quedes allí clavado – lo regañó Kakashi divertido – espero que Hikito pueda con esa chica, se ve que es peligrosa.

- Bueno, no creo que tanto como Sakura – le replicó el chico zorro divertido – pero tú no has visto a Hikito en acción, es bastante bueno, a decir verdad.

- Pues no le va a ganar a Ukyo – le dijo el rubio menor un poco más allá en tono burlón – ni por mayor no por más experimentado le saca pizca de ventaja.

- Quién sabe, él tiene su gekegenkai y le dará batalla – dijo Sasuke en tono superior, esa era una costumbre de los Uchiha demasiado arraigada en él.

- Ukyo no necesita de esas cosas para ser la mejor – siguió con su tono burlesco y despectivo.

- Pues no sé – dijo Naruto examinándola bien, cosa que molestó bastante a Sasuke – ni siquiera es bonita, no tiene tan buen cuerpo como tu maestra, ¿no crees, Kakashi sensei? – miró al peliplateado que se encogió de hombros.

- Bien, comencemos – dijo Ebisu dando la señal para que empezaran.  Hikito sabía que no era de los mejores de su clan, sin embargo, su Byakugan era bastante bueno, por lo que la chica daba golpes prácticamente a ciegas y el moreno consiguió asestar un solo golpe que la dejó inconsciente – el ganador del primer combate es Hyuga Hikito – sentenció Ebisu.

- ¿No decía yo? Ganó – se burló y miró a su compañero – ¡bien hecho!

Ebisu dio la partida para que aparecieran los participantes del siguiente combate, pero ya no fue ninguno de ellos, por lo que se reunieron arriba felicitando calurosamente al integrante provisorio de su equipo.

El pervertido de closet dio el ganador del combate un buen rato después y comenzó la búsqueda de los siguientes participantes.

- El siguiente combate – dijo cuando comenzaban a aparecer los nombres – Uchiha Sasuke – se escuchó un gemido general de las chicas de Konoha – contra Tamaro Oyami – sentenció señalando que bajaran ambos.

- Sasuke – le dijo Naruto deteniéndolo del brazo – no vayas a usar ni el sello maldito ni el mangekyu sharingan, por favor – le pidió y este asintió antes de bajar al combate –  buena suerte y ten mucho cuidado ¿vale?

Sasuke miró a su rival, el joven frente a él parecía ser uno de los mayores entre los aspirantes, su bandana señalaba que pertenecía a la aldea de la hierba, era un poco más alto que él, pero se le notaba mayor, de cabellos castaños y ojos pardos, nada fuera de lo común, comparado con sus compañeros.

- Parece que en la aldea de la hierba no hay ninjas guapos – señaló Sasuke evaluándolo de arriba abajo haciéndolo ruborizar – no como en Konoha

- ¿Y tú te crees uno de esos chicos guapos? – le dijo molesto – pues te diré que ni siquiera llegas al grado de ser común – agregó sarcástico.

- Pues no lo decía por mí, aunque soy perfecto por naturaleza – le respondió divertido – pero en mi equipo está el chico más sexy de toda Konoha ¿sabes?

- ¡Deja de ser tan vanidoso y pelea, Sasuke! – le gritaba Naruto desde arriba – ¡y deja ya de hacer el tonto con tus palabras! – añadió molesto.

- Pues vamos a ver que tan bueno eres – dijo el ninja de la hierba lanzándose al ataque, comenzando con una serie de golpes que el moreno esquivó con mucha facilidad sin que siquiera lo rozara.

- Si esa es la mejor técnica que tienes, es mejor que terminemos con esto cuanto antes – dijo Sasuke aburrido activando el sharingan básico dándole un solo golpe para dejarlo inconsciente sin mucho esfuerzo aparente.

- El ganador del tercer combate: Uchiha Sasuke – dijo Ebisu y este subió al otro nivel a reunirse con sus compañeros que lo felicitaron calurosamente, ya eran dos los clasificados en su equipo, sólo quedaba esperar por el rubio.

- Espero que no estés nervioso por eso de pelear frente a tu padre, Naruto – le dijo Sasuke al oído en voz baja aprovechando de estar cerca del rubio para sentir su aroma, se moría por abrazarlo, pero este se rió en voz alta.

- Al contrario, estoy ansioso de mostrarle mis habilidades – miró la pantalla que daba nombres y vio que no le tocaba todavía – que mala suerte ¡no soy yo!

Las siguientes tres peleas fueron bastante largas dado que se trataba de novatos principalmente, dos de los chicos de Neji habían clasificado y al tercero le faltaba participar, igual que Naruto, pero este estaba demasiado ansioso que le tocara pronto que le reclamaba a la pantalla que no lanzaba su nombre luego, que quería ser joven para luchar en la siguiente fase, cosa que tenía muy divertidos a los ninjas mayores que estaban allí junto a ellos.

- ¡Es que esa cosa idiota me odia! – le decía a Kakashi que trataba de calmarlo – no quiere que pelee hasta que sea viejo, así no se puede.

- Vamos, nadie podría odiar a alguien tan simpático y guapo como tú – di dijo Sasuke tentado de la risa por lo infantil de su compañero de equipo.

- Claro, como a ti te tocó pelear de los primeros, no te compadeces de este pobre zorrito que ya se quiere ir a comer, pero a este paso, saldremos mañana o pasado de aquí – suspiró cansado esperando el siguiente combate.

- El siguiente combate – dijo Ebisu mientras aparecían los nombres – Uzumaki Naruto contra Uzumaki Namida – y se escuchó un rumor por entre todos los participantes mientras ellos bajaban, ambos eran rubios y portaban el mismo emblema en las ropas, pero eran de distintas aldeas ¿parientes?  No, porque todo el mundo sabía que el rubio de Konoha era huérfano, o al menos eso era lo que todos creían, ya que nadie había sabido nunca de parientes suyos.

Minato miró a ambos muchachos, preocupado, antes de dirigir la mirada hacia la jounin que los dirigía, se puso pálido al reconocerla, pero no dijo nada.

- Vaya, vaya, así que llevamos el mismo apellido, pero eso no significa nada en absoluto – dijo el menor muy molesto – yo soy el genio de mi equipo.

- ¿En serio? – le dijo Naruto sarcástico – entonces tu equipo es bastante malo.

- Maldito – le dijo tratando de lanzarle un puñetazo antes que Ebisu diera la señal. Así comenzaron la pelea, golpes iban y venían, aunque el menor encajaba los menos que Naruto, que trataba de evitar usar el viento con su taijutsu, eso no se lo mostraría a nadie hasta la final.

Naruto retrocedió una vez más tratando de evitar que Kyuubi se emosionara, sabía de sobra que si dejaba salir el chakra del zorro dejaría la escoba, de por si dominarlo era un gran trabajo y le cansaba bastante cuando estaba pasivo, en batalla era mucho más complicado contenerlo.

- ¡Venga, Naruto, muéstrale quién es el mejor! – le gritaba Sakura desde su lugar junto a los examinadores, y se sonrió, ella había aprendido a quererlo.

- Supongo que es hora de dejar de jugar – dijo Naruto evitando un nuevo golpe saltando hacia arriba – taiju kagebunshin no jutsu – dijo haciendo una serie de sellos dejando asombrados a los genin extranjeros al ver que aparecían cinco clones de sombras bastante sólidos, no cualquiera tenía chakra como para invocar a tantos de una vez – ellos son especiales – dijo Naruto viendo la confusión del otro Uzumaki – y están permitidos ¿verdad?

- Son técnicas superiores de un ninja – dijo el pervertido de closet recordando la primera vez que este usó sus famosos clones con el hengen.

El rubio menor apretó los labios y comenzó a lanzar golpes de puño aplicando viento, pero no conseguía darle al original ya que los clones soportaban ocho o diez golpes antes de desaparecer, cosa que lo ponía furioso y más ataques ventisca lanzaba tratando de atrapar al otro, sin conseguirlo.

- Bien, si nos vamos con esa – dijo Naruto molesto al ver que sólo le quedaba un clon de sombra mientras él media las habilidades del enemigo – te mostraré de lo que soy capaz – se volteó lazando una bomba de humo apegándose a la pared. El otro rubio lo disipó con viento, pero ni él ni el clon se veían en ninguna parte – a ver si localizas de donde viene esto ¡rasengan! – gritó mientras una esfera de chakra contenido daba en el muchacho y lo dejaba pegado a la pared inconsciente con un hilo de sangre corriéndole por la sien – oh, oh, creo que se nos pasó la mano – le dijo a su clon que desapareció de inmediato – no pretendía que le diera tan fuerte.

- ¡Una de las técnicas del cuarto hokage! – dijo una voz femenina deteniéndose junto al joven ninja inconsciente – lo has dejado grave, no era necesario.

- No es para tanto – dijo Ebisu – el ganador es Uzumaki Naruto – declaró.

Sakura se detuvo junto al rubio y comenzó a sanarlo, era su deber como ninja médico, pero el muchacho tenía un corte bastante profundo, no podía hacer gran cosa, quizás Tsunade sama pudiese sanarlo mejor.

- Déjame a mí – le dijo Naruto agachándose junto al muchacho poniendo su mano sobre la herida aplicando un poco de chakra y la herida se cerró aunque el muchacho siguió inconsciente – está agotado, necesita descansar – explicó sentándose también siendo sostenido por Sasuke – estoy muerto.

- Tomaremos un receso de una hora en estos momentos – dijo el cuarto preocupado por su hijo – y continuaremos con las siguientes ocho peleas restantes, pueden pasar todos al comedor, la comida es gratis.

- ¿Hay ramen? – dijo Naruto recuperándose un poco ante la idea, el hokage asintió – genial, me comeré el tazón más grande de ramen que tengan – dijo poniéndose de pie apoyándose en el hombro de Sasuke – pero primero quiero ir al baño ¿se podrá? – dijo mirando al moreno que asintió – nos vemos luego.

- Bien, señores y señoritas, pueden ir con sus líderes de grupo a comer, los que perdieron se pueden marchar si quieren, igual que los que ya clasificaron, pero sus líderes deberán quedarse para traspasar la información acerca de la última fase – dijo el hokage y los jóvenes asintieron todos yendo hacia los comedores casi corriendo, es que no sólo en Konoha había ninjas que no perdían la ocasión de comer gratis y menos si era comida a la carta.

Naruto asintió y se fueron lentamente hacia los aseos, estaba verdaderamente agotado, cosa que le agradaba bastante a Sasuke que podía aprovechar de tenerlo apegado a su costado sin que se quejara, como cuando se agotaron entrenando a subir los árboles sin manos en el país de la Ola.

 

Minato caminaba por los pasillos de la torre hacia los comedores, de seguro Naruto y sus compañeros iban a estar allí después de todo el desgaste del rubio en la pelea, para él estaba más que claro que el muchacho se había cansado más conteniéndose que en la pelea misma y que por ello tendría un apetito monstruoso, bien sabía que él era así.

- Kaseiyo – le dijo una voz femenina deteniéndolo de un brazo – quiero hablar contigo – se notaba que su dueña estaba más que molesta.

- Pues yo no tengo nada que hablar contigo – replicó tratando de soltarse – Naruto me debe de estar esperando – “y dejando sin ramen” agregó para si.

- Eres un maldito – lo acorraló de un golpe contra la pared – y le has enseñado tus malditas técnicas ¡Casi mata a mi niño! – lo amenazó con un puño.

- Yo no le enseñé esas técnicas – le replicó molesto a punto de perder la paciencia – las aprendió por su cuenta.  Además, si el chico es tan fuerte, es porque creció en Konoha – se burló esquivando su puño – y parece que se te olvida algo, Kushina, él también es tu hijo – le recordó con suavidad – y atacar a un hokage es señal que tu país quiere guerra con el nuestro.

- ¡Ese monstruo no es hijo mío! – reclamó furiosa tratando de golpearlo.

- Me alegra saberlo – dijo Naruto desde atrás sobresaltándolos, por lo visto ninguno de ellos se había percatado de su presencia – nos vemos en el comedor, papá – le dijo caminando junto a Sasuke que la miraba asesino.

- Una sola cosa, querida – dijo con sarcasmo mirándola furioso con una mirada cargada de odio que no presagiaba nada bueno – Naruto no es un monstruo, al contrario, y no admito que nadie lo trate así, y menos una mujer que lo abandonó cuando él más la necesitaba – sus ojos tenían las pupilas contraídas en una delgada línea como las de un tigre furioso a punto de atacar – y de seguro no quieres que tu otro hijo se entere de eso ¿verdad?

- ¿Me estás amenazando, maldito? – le gruñó furiosa.

- No, sabes que no amenazo, advierto – le dijo igual de molesto – yo no conocía esa faceta tuya, en ese tiempo eras una chica dulce y tierna, muy preocupada de su futuro hijo, pero, por lo visto, era sólo una máscara ¿Verdad? Y pensar que fui tan idiota de querer casarme contigo – terminó dándose la vuelta – otra cosa, ni aunque Naruto te perdone lo haré yo – se marchó rápidamente haciéndole honor a su apodo.

Respiró profundo antes de empujar las puertas del gran comedor, eran pocas las ocasiones en que este se usaba durante un examen, excepto cuando eran muchos los que llegaban hasta aquí y ahora había resultado así. Entró en el comedor y se encontró con que todos los amigos de su hijo lo felicitaban calurosamente, incluyendo dos ninjas de la aldea de la arena y el ambu Raíz que formara parte de su equipo, al parecer no le gustaba mucho a su yerno y el odio era mutuo por la forma en que se miraban y las cosas que se decían.

- Debudi a que hay muchos ninjas y que aún falta que la mitad participe de las preliminares – decía Tsunade – es que nos hemos permitido darles de comer mientras esperan un poco más para participar – miró a los rubios que pedían ramen – espero que no se atiborren de comida, podría ser contraproducente.

- Eso, si es que no has participado ya – dijo Minaro divertido – ¡itadakimasu!

Y el resto de los ninjas lo imitó ignorando las palabras de la hokage.

 

Los ocho combates restantes no fueron tan emocionantes como Naruto había esperado, suponía que el haber enfrentado a ninjas de un nivel mucho más alto lo hacía ver a los otros como debiluchos, pero es que enfrentar a los akatsukis era mucho más divertido que esas peleas, claro que sabía que no debía subestimar a los otros genios, quizás no habían mostrado todo su potencial, pero es que las preliminares de su vez anterior habían sido mejores.

- Bien, es hora de mostrarles la última fase del examen – dijo Tsunade mientras Minato estaba de pie junto a los examinadores – cada uno de los clasificados recibió un número, así que vamos a colocarlos en orden – Naruto miró el número que le había correspondido, el 16, por lo que su batalla sería la última.

- Bueno – intervino Minato mostrando la pizarra con el detalle – en la primera batalla estarán Uchiha Sasuke y…  – nombró a su rival y luego siguió dando las siguientes peleas hasta llegar a – la quinta pelea: Hyuga Hikito y… – siguió dando nombres hasta llegar al que le importaba – y en la última pelea, Saidame Makoto y Uzumaki Naruto – volvió a mostrar la tabla – esta fase será dentro de un mes para que se preparen mejor ya que en esta última tendremos la presencia de los otros Kages y de los señores feudales especialmente invitados para la ocasión, así no que querrán hacer el ridículo – sonrió – pueden retirarse y recuerden que dentro de treinta días, en el coliseo principal, será la gran final a las 10 de mañana, no lleguen tarde o podrían ser descalificados – les dijo pero miraba a Kakashi que sonrió divertido – buena suerte a todos nuestros aspirantes  clasificados y gracias a los demás por participar – los despidió volviéndose hacia Tsunade, aún le quedaba algo por hacer, el cumpleaños de Naruto era al día siguiente y debía distraerlo manteniéndolo fuera de la aldea mientras ultimaban todo.

 

Naruto caminaba tranquilamente junto a Sasuke, habían ido a ese pueblo ¿cómo dijo que se llamaba?  Nekokagure o algo así, a cumplir una misión especial del cuarto, no sabía a ciencia cierta de qué se trataba ya que se la había encomendado al moreno pero le había solicitado que lo acompañase porque era algo muy delicado y su misión era traer al moreno de regreso y lo que le había solicitado a este a salvo antes de la hora de la cena.  Suspiró molesto, su padre debió confiarle la misión a él, no a Sasuke.

- Este es un lugar muy especial – le dijo Sasuke acercándolo a él. Debía aprovechar cada ocasión que se le diera para retenerlo a su lado, esa había sido la recomendación de su suegro, o como el prefería que lo llamase, papá san – generalmente aquí sólo vienen los Uchiha a comprar armas y medicinas, pero se me ha solicitado algo especial como ofrenda de paz y lealtad a la aldea y hacia los hokages, aunque Papá san sabe que cuenta con ella por otros motivos – le explicó mientras transitaban por unas largas calles vacías.

- Pero el consejo de ancianos no la aceptará con la misma facilidad, de por sí Tsunade ha tenido encontrones con ellos por las políticas que ha aplicado en los tratados con otras aldeas ocultas de ninjas – asintió – pero tengo curiosidad ¿Cuál es tu ofrenda demostrativa? – lo miró fijamente.

- Ya la verás – le sonrió – sólo que te voy a presentar como mi pareja, así que no te exaltes – agregó acariciándole las mejillas con un dejo de ternura.

- ¡¿Cómo que tu pareja?! – Le replicó ruborizado hasta las orejas – ¡le estás siguiendo el juego a mi padre y a ero senin! – le reclamó exaltado – ¡ni es sus mejores sueños podría estar de acuerdo con algo semejante! – agregó apartándose un buen poco de su pervertido amigo casi hermano.

- Mira – trató de tranquilizarlo – es la única manera en que ellos te admitan aquí si yo no te puedo acompañar, los Uchiha no solemos cambiar de pareja con facilidad, así que, aunque no lo seamos ya, te consideran parte de mi familia – explicó – además, no creo que sea tan malo ser pareja de uno de los chicos más apetecidos de Konoha – terminó divertido.

- Pues creo que tienes un ego tan grande como la montaña de los hokages – le replicó molesto – nunca va a dejar de ser de esa manera ¿no?

- Yo no me refería a mí – le dijo  tomando su mano enlazando sus dedos – como el pintorcillo ese me recordó de manera tan “amable” antes de salir de Konoha, sigo siendo considerado como un traidor a la aldea pese al apoyo de tu padre – le recordó – y esto va a formar parte de mi ofrenda a Konoha, el acceso de los secretos de mi familia al siguiente hokage.

- Pero para eso no es necesario que digamos a estas personas que somos pareja – insistió tratando de soltarse de su agarre.

- Naruto, el que sepas de su existencia o que ellos te conozcan no significa que ellos te vayan a ayudar más adelante si los necesitas.

- Pero sigue sin gustarme que digas semejantes mentiras – le replicó más tranquilo – y no esperes que nos andemos besuqueando por allí ni nada por el estilo, te lo advierto, como sólo lo intentes, te aseguro que me vas a conocer – lo amenazó mostrándole el puño de su mano libre.

“¿Qué tiene de malo que nos andemos dando de beso y otras cosas?” pensó Sasuke un tanto molesto, pero no dejó que el rubio lo viera.

- Los Uchiha nunca hemos sido así – le dijo tratando de calmarlo y calmarse – sin embargo, ellos esperarán alguna muestra de afecto entre nosotros, no que nos andemos dando de besos – “aunque a mí me gustaría mucho” agregó para sí – pero podemos tomarnos de las manos p abrazarnos de vez en cuando – le dijo tomando su otra mano – no necesitamos más.

- Acepto esto única y exclusivamente porque te quiero de regreso en Konoha como corresponde – miró sus dedos entrelazados totalmente ruborizado.

- Me alegra saber que me quieres así – le dijo coqueteándole descaradamente cerrándole un ojo entrando en la villa de esa manera.  Allí se encontraron con una tienda muy especial, las jóvenes que la atendía tenían todas orejas y colas de gato.  Ellas, al verlos, los rodearon primero molestas y luego sorprendidas.

- Que chico más lindo – dijo una de ellas acariciando los brazos de Naruto.

- Ah, no, es mi novio, no me lo manoseen – dijo Sasuke jalándolo hacia él con fuerza, se notaba, al menos para ellas, que estaba celoso.

- Oh, Sasuke sama, no sea egoísta – le pidieron sin soltar a Naruto.

- Chica, un Uchiha no comparte lo suyo, mucho menos su pareja – dijo un gato mayor asomándose desde la trastienda – Sasuke sama, el abuelo lo estaba esperando desde hace días – le informó haciendo una seña que lo siguiera.

- Vamos, Naruto, no te dejaré en manos de estas locas pervertidas – lo obligó a caminar a su lado rumbo a las habitaciones interiores – creo que has causado buena impresión en las muchachas – le dijo divertido.

- Pero ellas son gatitas y yo soy un zorro – dijo manteniéndose pegado a él – y te diré que no degusta la manera en que me miran, me recuerdan a ero senin cuando espía a las chicas bonitas – le informó.

- ¿En serio? – dijo volteándose hacia ellas molesto y celoso – dejen de desnudar con la mirada a mi novio con la mirada o les sacaré los ojos.

- Pero si es un chico tan mono – suspiraron ellas desviando la mirada.

- Todo lo lindo que quieran pero es ¡MIO! ¿Entendieron? – dijo cerrando la cortina furioso llevándose a Naruto con él rumbo hacia el cuarto del abuelo.

Naruto negó con la cabeza sin comprender el por qué de la actitud del moreno, si no era para tanto que chicas bonitas le dijeran a uno que lo encontraban muy guapo ¿verdad?  No tenía que molestarse tanto ¿o sí?

  Continuará… 

Lamento la tardanza, estuve sin tiempo para escribir en estas semanas (se te acaba el año, loquita) aunque algunas ideas vagaban por allí y me sirvieron para apurarlo un poco estos días.  En fin, como disculpa y desagravio he hecho más extenso el capítulo, espero que les guste y dejen sus comentarios.

Por cierto, no creo que la mamá de Naruto fuese así, aunque el MAESTRO no dice nada de ella excepto su nombre y que pertenecía al país del remolino, así que he deducido que no era de Konoha y ella se ausentó de la aldea luego de la muerte del cuarto, así que si le mintieron al propio Hokage ¿por qué no la iban a engañar a ella?  Pero es más que nada para seguir el hilo de mi historia ¿vale?  Vale.

Shio Chang.


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