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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo: El capítulo contiene lemon, que vino a salir a la invresa de lo que había pensado.
El regreso 

Este capítulo lo inicio sin haber subido el anterior, pro lo mismo no sé si he dejado dudas desde el anterior, así que espero me disculpen, ojalá y tenga este listo para subirlos juntos por las tres semanas que he tardado en actualizar la historia.  Por favor dejen comentarios ¿si?

Ah, una advertencia, contiene escenas lemon, por si acaso.

  El mejor regalo 

Naruto miró a conciencia al anciano y sabio Neko, se notaba a lo lejos que era un gato muy, muy viejo ya que sus ojos apenas se veían, pero tenía la certeza que con ellos lo escudriñaba con el mismo detalle con que lo hicieran las chicas afuera aunque con otras intenciones muy distintas, lo notaba bien.

- Este chico es muy diferente de los otros que trajiste la vez pasada, Sasuke San – dijo finalmente mirando al moreno que alzó las cejas sorprendido.

- ¿Los otros? – repitió Naruto sorprendido – oye, nunca me dijiste que habías traído a alguien más por estos lados – le reclamó molesto.

- No te pongas en ese plano, amorcito – le dijo aprovechándose del pánico tomándolo de las mejillas – sólo a ti te he presentado como mi pareja, no seas celoso – dijo obligándolo a mirarlo a los ojos tratando de controlar sus ganas de plantarle un húmedo y largo beso en esos labios tentadores.

- ¿Y se puede saber a quién diablos invitaste? – siguió mirándolo molesto.

- No los invité, ellos vinieron conmigo porque eran mi equipo, los Hebi – replicó.

- ¿Eran ese rubio alto con el de pelo blanco y dientes de pescado que me andaba persiguiendo y la morena idiota que me llamó adefesio? – le dijo y Sasuke sonrió divertido que los recordase – vaya equipo que te buscaste.

- Bueno, no sabía que me ibas a recibir con los brazos abiertos si regresaba a tu lado – dijo con doble intención para que se ruborizara, si se veía tan lindo.

- Ejém – carraspeó el viejo gato para llamar su atención – Sasuke san, supongo que esta no es una visita para que te aprobemos el novio ¿verdad?

- Tiene razón – con desgana soltó a Naruto y se acercó al abuelo – se trata de mi regreso a Konoha, necesito algo que pruebe mi lealtad a la aldea.

- Un tema un tanto complicado – dijo el abuelo poniendo su mano gatuna en la barbilla pensativo – en especial cuando no confían en ti pese a ser novio del hijo del cuarto Hokage, quien tiene encerrado al Kyuubi en su interior.

- Bueno, el problema es que ellos no saben que mi Naruto es el hijo del cuarto y creen que es la encarnación del zorro de las nueve colas – le explicó.

- Pues creo que hay una sola forma de mostrarle tu lealtad, que estará amarrada a tu relación con el aspirante al cargo de siguiente hokage.

- ¿Se podría saber cuál es esa forma? – le dijo Naruto intrigado acercándose a Sasuke – porque supongo que se está refiriendo a mí ¿verdad?

- Supones bien – le respondió el abuelo – pero ello lo sabrán más tarde, por ahora tomarán un baño reparador – hizo una seña y dos chicos gatos los acompañaron al interior de las instalaciones hacia el baño.

- Este en un lugar muy especial, esperamos que lo disfruten – dijeron ellos lanzándole a Sasuke una mirada maliciosa antes de retirarse dejándolos solos.

- ¡Mira, baños termales! – dijo Naruto asomándose por la puerta – y creo que es sólo para nosotros – agregó quitándose la ropa sin notar que el moreno se lo comía por los ojos.  Claro que notó que este no se movía – venga, Sasuke, metámonos al agua y disfrutemos del baño gratis ¿vale?  No seas tímido – insistió al ver que no se movía – no hemos de tener cosas tan diferentes ¿no?

Sasuke, por medio de su orgullo, contenía el río de babas y la hemorragia nasal que le provocaba ver el torso desnudo de Naruto, pero estaba seguro que no conseguiría contenerse si veía algo más abajo. Y sacando fuerzas de donde no las tenía, se dio la vuelta y comenzó a desvestirse lentamente.  Y su fuerza de voluntad se vio recompensada cuando escuchó a Naruto meterse al agua y suspirar relajado, al parecer a su rubio le agradaba todo aquello.

- ¡Ven, Sasuke, el agua está deliciosa! – le gritó desde el otro lado de la puerta.

Y es que Sasuke no estaba muy seguro de no intentar violarlo si lo veía desnudo, si con ropa se le iban las manos, desnudo de seguro no podía con sus bajos instintos.  Suspirando, hizo acopio de fuerzas y diciéndose que eso no era digno de un Uchiha, entró en el baño esquivando lo más que pudo la tentadora visión de su rubio desnudo en el agua cubierto sólo por los vapores.

- ¿No estará al agua muy caliente para ti?  Estás muy rojo – se acercó a este y Sasuke retrocedió, no podía dejarse vencer por la tentación, no era muy digno – algo raro te hizo Orochimaru – dijo molesto – antes no te comportabas así.

- Es que antes no me había dado cuenta de lo bueno que te estabas poniendo – replicó sin querer hundiéndose en el agua al darse cuenta de lo que decía.

- ¿De qué hablas, Sasuke? – lo miró intrigado – estás bien raro últimamente.

- ¿Por qué no mejor nos olvidamos de todo y disfrutamos el baño? – trató de desviarle el tema aunque el rubio seguía con las cejas alzadas – recuerda que aún tenemos que regresar a Konoha antes de la cena y quién sabe que nos diga que hagamos el abuelo – le sonrió tratando de tranquilizarlo.

- Tienes una sonrisa muy bonita cuando quieres ¿sabías? – lo abrazó – venga, te voy a tallar la espalda y luego harás lo mismo conmigo ¿vale? – Sasuke asintió tratando de calmar los agitados latidos de su corazón mientras le daba la espalda ¿Cómo era posible que su zorrito no los escuchara cuando a él parecía que le retumbaban en los oídos?  Pero ni modo de hacérselo saber, de seguro dejaría de acariciarlo así como lo hacía con tanta inocencia – eres tan blanquito – le dijo de repente pasando el paño enjabonado por sus hombros con una extraña y sensual delicadeza – se nota que te escondes demasiado del sol ¿no será que eres vampiro? – le dijo divertido.

- Los vampiros de esos sólo existen en las películas – le dijo Sasuke un tanto molesto ¿no podía decir algo más romántico?  No había caso con Naruto.

- Eso ya lo sé, pero tu eres tan blanquito pero con el cabello y los ojos tan oscuros, ahora entiendo por qué en Konoha todas las chicas dicen que eres muy guapo – siguió frotándole la espalda – creo que tienen razón, eres lindo.

- Gracias – dijo tímidamente muy al estilo de Hinata – yo también… pienso que… eres lindo – tragó saliva al sentir que le acariciaba los brazos ¿en qué momento Naruto había empezado a hacer eso sin el paño? ¿Y a quién le importaba?  Se dijo cerrando los ojos disfrutando las sensaciones que despertaban las manos de Naruto recorriendo su espalda suavemente de arriba abajo, pasando por sus costillas bajo sus brazos acercándose a su pecho mientras ellas recorrían su abdomen, pero ellas habían dejado de ser inocentes, en especial cuando sintió sus dedos atrapándole un pezón – ¿Na.. . Naruto? – dijo extrañado echando la cabeza hacia atrás cosa que el rubio aprovechó para posar su boca en la suya y sintió como si se fuera a morir de felicidad ¿Quién iba a decir que su dulce zorrito fuera a tomar la iniciativa de esa manera? Y menos que iba a ser capaz de besarlo y acariciarlo de esa manera, si se había imaginado que le iba a dar un gran trabajo convencerlo siquiera de darle un beso, nunca había esperado aquello – si es un sueño o una ilusión, no quiero que me despierten – susurró sensualmente.

- ¿Quién iba a decir que Uchiha Sasuke iba a tener sueños picantes conmigo? – le dijo Naruto atrapándole una oreja entre los dientes – pero puedo probarte que no es un sueño ni una ilusión si te dejas hacer – se le pegó a la espalda.

Sasuke se quedo tieso al sentir a Naruto tan excitado ¿no sería que se lo habrían cambiado o se habría equivocado de sala? No, porque hacía poco rato que tenía a un despistado rubio preguntándole qué quería decirle con eso de que se había puesto tan bueno, fue cuando comenzó a frotarle la espalda…

- ¡Ah! – gimió en voz alta sorprendido cuando unos dedos traviesos atraparon la evidencia de su excitación comenzando a pasarse por la punta – ¡ah!

- Tranquilo – le dijo acariciándole el cuello con la nariz – sólo disfruta ¿bien?

Sasuke sólo respondió arqueándose más para darle mayor acceso a su cuerpo sin cuestionarse más sobre las acciones de su supuesto novio, Naruto estaba de cumpleaños y si quería que fuese su regalo, lo dejaría disfrutarlo

Las manos de Naruto parecían querer memorizarlo al tacto, no había rincón de piel que no tocasen, pero el rubio no se quedaba solo en ello, no sólo sus manos se dedicaban a darle placer al moreno que no podía hacer nada aparte de gemir en voz alta, olvidado de su dignidad de Uchiha, para él sólo existía el presente y las caricias de su amado. Cerró los ojos cuando lo sintió lamerle el cuello luego de darle leves besitos por toda su extensión hasta llegar al mentón rumbo a su boca que se abrió ansiosa de recibir los besos apasionados que le daba, casi lo ahogaba con su lengua recorriendo cada rincón de esta, claro que comenzó a jugar con su lengua sintiendo que una vaporosa nube de placer los rodeaba.  Olvidado que quería ser la parte dominante de su relación, se entregó al placer de sus manos volteándose hacia él para poder acariciarlo mejor, esto debía ser de ambas partes, se dijo al rodearle el cuello.

Naruto sonrió sorprendido incluso de sus mismas acciones, había tomado la iniciativa casi sin pensarlo, sin ganas de tocar lo que estaba tocando, nunca se había planteado aquello de ser gay, siempre pensó en Sasuke como en su hermano no lo había mirado con “esos ojos”, como decía Jiraiya, pero cuando comenzó a frotarle la espalda, algo se rompió dentro de él y comenzó a hacerle cosas que nunca hubiese hecho si estuviera en sus cabales. Acercándose al escaño para poder sentarse, atrajo a Sasuke hacia su pecho para besarlo de nuevo con más de pasión si se podía ¿Qué importaba el por qué de todo esto? Lo único importante era el placer de estar juntos, así, amándose.

Sasuke sonrió al ver que Naruto se sentaba y casi sin pensarlo se le subió encima dejando sus piernas a los costados del rubio con sus respectivos excitados miembros frotándose el uno con el otro, dándose placer mutuamente.

En los baños termales estaban sólo ellos dos, si hubiese alguien más se habría asustado al escuchar los roncos gemidos de placer del uno o del otro que parecían tratar de competir en volumen e intensidad.

- Quiero ser tuyo – dijo Sasuke en un arranque de pasión hundiendo sus dedos en el cabello de Naruto que se había tensado totalmente, una cosa era acariciar a Sasuke y otra muy distinta poseerlo.  Además, ¿cómo se lo hacía? Porque había aprendido muchas cosas con Jiraiya acerca de las mujeres, pero tener sexo con otro chico, no – por favor – rogó poniendo su mejor cara de súplica mientras unía sus bocas en otro apasionado beso – necesito ser tuyo, no quiero que otro tenga el placer que nosotros alcanzaremos – casi lloró – ¿o es porque yo no soy mujer? – le dijo frotándose contra él.

- No es eso – dijo avergonzado – es que no sé como hacerlo – admitió bajito.

- Pero si tu maestro es uno de los ninjas más conocedores del tema – dijo sorprendido – Orochimaru decía que él conocía todos los recovecos del sexo.

- Pero con una mujer, esto no es lo mismo, hasta yo me doy cuenta.

- Ay, amorcito – sonrió divertido al ver que bajaba la mirada ruborizándose más y también se ruborizó al notar donde tenía fijos sus ojos – está bien, solucionaremos esto juntos, como cuando rescatamos a Kakashi ¿recuerdas?

Naruto alzó la mirada y casi se dio con la palma en la frente ¿no había sido su propio pervertido sensei quién le había estado dando consejos acerca de cómo darle más placer a Sasuke en la cama?  Claro que este hablaba de que el fuera el pasivo en su relación, pero aquello podría aplicarse a la inversa ¿no?

- Creo que tengo una solución – dijo uniendo sus bocas una vez más – pero primero vamos a conocernos bien ¿ne?

 

Minato revisaba una vez más la lista de cosas que debían estar listas a la hora en que Naruto y Sasuke regresaran de su “misión”, le había encargado a este último que lo distrajera, aunque esperaba que no se aprovechase de ello mientras estuvieran ausentes, bien sabía que su hijo era bastante inocente respecto a las intenciones del moreno, que parecía haberse contagiado de Kakashi, quien aún no se aparecía por esos lados ¿qué estaba haciendo?

- Lo que pasa es que Kakashi no tiene un regalo adecuado para Naruto – le dijo Iruka divertido – y es el ninja más impuntual que ha conocido nuestra aldea y el que peores excusas puede inventarse para salir de un problema – rió.

- Mm, se puso así después de lo de Obito – asintió el Hokage – pero se pasa.

- Naruto siempre me contaba de las excusas que les daba para dejarlos esperando por horas antes de comenzar una misión o en los entrenamientos, claro que ellos jamás le creyeron ni una de sus mentiras, inocente pero no tonto – sonrió – aunque a veces su inteligencia parecía ausentarse de él.

- Supongo que es digno hijo de su padre – sonrió divertido – yo era igual, pero quería impresionar a alguien para que me aceptara por esposo, así que sacrificaba mis horas de descanso estudiando y practicando, tanto así que cuando salí de la academia me dediqué a buscar ser el mejor sin darme cuenta que con ello me apartaba de ella y fui considerado el genio de mi promoción, por lo que Jiraiya nos llevó al país del remolino a rescatar a los sobrevivientes de la guerra y conocí a la madre de Naruto – suspiró – de haber sabido en el lío que me iba a meter poniendo mis ojos en ella, jamás lo hubiese hecho, menos sabiendo la clase de persona en la que se ha convertido – dijo con amargura.

- ¿Es que acaso la madre de Naruto está viva? – el rubio asintió con tristeza mirando a su alrededor, el salón había sido desocupada para adaptarlo para la fiesta – pero ¿Por qué no se hizo cargo de Naruto cuando usted desapareció?

- No sé lo que pasó, pero ella piensa que mi hijo es un monstruo – suspiró molesto – pero yo sé que Naruto no lo es, al contrario, si lo fuera hace rato que hubiese destruido Konoha por lo que vivió de niño con todo el poder que tiene, pero su única intención es proteger la aldea y a su gente con todas sus fuerzas sea de quien sea, aunque en ello se le vaya la vida, me ha dicho que quiere llegar a ser el mejor hokage de la historia, incluso dice que será mejor que yo.

- Si, Naruto es un digno hijo de su padre – sonrió Iruka – me alegra que sea así, el dolor jamás se lo habría comido a él, siempre ha sido la luz para los demás, sin él la aldea no sería lo que es, es un buen ninja de Konoha.

- El mejor ninja de Konoha – sonrió a su vez – tuvo un buen ejemplo en tu persona ¿sabes?  Tengo la sospecha que de haberlo criado yo, no sería así.

- Este… – los interrumpió una voz masculina molesta – mi querido maestro ¿no estará tratando de levantarme el novio con la excusa del cuidado de su hijo?

- Mi querido y pervertido Kakashi – le dijo Iruka ruborizado pero molesto – si hokage sama me está coqueteando, no es problema tuyo ¿sabes? – miró a su superior que sonreía divertido – y me revienta que veas en cualquier persona cercana a mí a un potencial rival ¿no me tienes confianza, acaso?

- Por allí existe un dicho – dijo el rubio casi riéndose – el que tiene la hecha tiene la sospecha.  Además, Iruka y yo sólo hablábamos de Naruto ¿verdad?

- Lo siento, pero es que es de Naruto del único tema del que este sabe hablar, se preocupa demasiado por él, ni que fuera un chico tan delicado.

- Creo, Kakashi, que no alcanzas a comprender lo que significa la paternidad – dijo el cuarto muy serio – y si lo pensamos bien, creo que Naruto no sabe de la relación entre ustedes ¿verdad?  Porque ya habría puesto el grito en el cielo.

- No, no he encontrado el momento para hablar de estas cosas con él – dijo Iruka – aunque este nunca se ha mostrado posesivo conmigo, al contrario, siempre me ha preguntado cuando voy a echar una novia para que le dé un hermanito, incluso me ha presentado varias candidatas – sonrió.

- Pues no sé – continuó el rubio – no tiene por virtuoso a Kakashi, en especial después de todos los “consejos” que este le dio acerca de su relación con Sasuke – el jounin tuvo la delicadeza de ruborizarse – punto en su contra ¿no?

- Pero Naruto también es gay – trató de defenderse Kakashi – y le gusta….

- A Naruto no le gusta Sasuke – le dijo Iruka molesto – y si fuera gay se buscaría un tipo mucho mejor, muchos lo pretenden, está Gaara y su hermano, está Misuno, de la aldea de la hierba, Neji que es su amigo, incluso Sai…

- Prefiero a Sasuke por encima de este último – intervino Minato – y a Naruto sí le gusta Sasuke, yo se lo apruebo, después de todo es un Uchiha.

- Pero lo traicionó y traicionó a Konoha, casi lo mata esa vez que se fue.

- Quizás, pero a Sai… Ni de chiste – dijo molesto – ese es uno de los infiltrados de RAIZ en la organización que controlamos los hokages y no quisiera que gracias a él consiguieran deshacerse del aspirante a Hokage como lo hicieron en el pasado tanto en como con el hermano de Tsunade como con su novio.

- ¿Qué quieres decir con eso, Minato sama? – dijo Kakashi asombrado.

- RAIZ se formó cuando el tercer hokage asumió el poder hace mucho tiempo como una organización clandestina, en ella se cree que figuraban muchos miembros importantes de los distintos clanes de Konoha, sin embargo, actuaban bajo las máscaras de los ambu desde que se conformarse este cuerpo, con lo cual nunca se les pudo probar nada – miró a su alrededor una vez más – ellos sembraron la duda acerca de la lealtad de muchos de nuestros clanes hacia sus hokages, tanto así que hizo dividirse al clan Hyuga y estoy seguro que es culpable, de forma indirecta, de la matanza del clan Uchiha.

- O sea que usted piensa que ellos siguen tramando cosas extrañas en su contra – dijo Kakashi frunciendo el ceño – por eso han aparecido tantos ¿no?

- Y tememos que ellos se hayan puesto en contacto con Akatsuki, siempre quisieron el poder de Kyuubi, mucho me presionaron para que lo amarrase a un infante de Konoha, pero yo no lo hice así, por eso se vengaron en Naruto.

- ¿Vengarse en Naruto? – dijo Iruka asombrado – pero si sólo era un bebé.

- Pero era el hijo del cuarto hokage y tenía encerrado dentro de sí el gran poder de Kyuubi – dijo Jiraiya entrando en el salón – ya sé como se enteró toda la aldea de el secreto de Naruto – le dijo a Minato poniéndole una mano sobre el hombro – luego de tu desaparición, Sarutobi sama fue a hablar con Uchiha Fujitaka para que él lo adoptase ya que su madre había desaparecido, al parecer este tenía órdenes de Raíz de aceptarlo, pero lo rechazó ya que así ellos tendrían acceso al poder que el pequeño guardaba, Dounzu estaba furioso por su desobediencia, pero el líder del clan le dijo que le debía lealtad a Konoha y a quien siempre había considerado su amigo y hermano. 

- Pero ¿cómo fue que ese viejo se enteró de todo eso si no estaba allí?

- Al parecer uno de sus hombres, oculto bajo la máscara de los ambu, escuchó la conversación del tercero con la enfermera que quedó a cargo de Naruto – se encogió de hombros – a partir de ese momento comenzaron a correr los rumores que el pequeño era la encarnación del zorro de las nueve colas, los que eran ninjas en esa época sabían que no era así y por lo tanto nunca se portaron mal con él, sin embargo, los civiles le tenían miedo y no querían que se juntara con sus hijos, no fuera a contaminarlos o a matarlos – suspiró.

- Así que es eso – dijo Minato apretando los puños – Dounzu siempre ha querido el control de la aldea para convertirla en lo que han sido otras aldeas ocultas, como la de la Niebla o la de la Hierba, allí donde se entrenan ninjas asesinos y se basan en su poder militar para mantener a los feudales a raya.

- Konoha es lo que es por ser pacífica – dijo Iruka molesto – a mí no me gustaría vivir en una aldea donde los ninjas fueran asesinos, estoy seguro que muchos ninjas piensan así ¿verdad, Kakashi? – él asintió.

- Pues hay muchos a los que se les ha lavado el cerebro con esas ideas absurdas – le dijo Jiraiya – jóvenes a quienes les importa más el poder que la responsabilidad que significa tenerlo, recuerda a Misuki, odiaba a Naruto porque el muchacho obtenía más atención de la que se merecía, según él.

- Esto es absurdo – dijo Minato – ese tipo es demasiado astuto como para que alguna vez le podamos comprobar nada, pero esta vez ha errado al tratar de llegar a Naruto por medio de uno de sus subordinados, no permitiré que le haga más daño a mi hijo, así tenga que decirle la verdad a Konoha o tenga que poner mi vida de por medio ¿Acaso piensa que a Naruto le lavará el cerebro?

- Es un idiota – dijo Kakashi divertido – Naruto ha sido capaz de cambiar los corazones más duros, era por eso que Orochimaru le temía, ese extraño don que tenía de cambiar los sentimientos de las personas a su alrededor, recuerdo a Zabusa de pie frente a nosotros, un jounin de la niebla considerado un demonio de corazón duro derramando lágrimas por sus palabras, fue la primera vez que lo vi cambiar un corazón del odio al amor, o al pequeño Inari entregándole la fortaleza que había perdido al morir su padre.  No, a Naruto no lo podrá cambiar, será él quien cambie el corazón de su rival.

- Mi chico es un fenómeno, lo he sabido desde la primera vez que lo tomé en mis brazos – sonrió con nostalgia – para mí era un ángel que venía a salvar la aldea, su alma pura sería capaz de contener el poder de Kyuubi haciéndolo cambiar ¿saben que suele cerrar los ojos para conversar con él?  Y el maldito le da consejos a mi hijo de la forma de usar su poder o simplemente sanarlo.

- Si, hasta el monstruo más grande es controlado por él – sonrió Jiraiya – así fue como venció a Shukaku, el demonio que contenía Subaku no Gaara, el mismo kasekage me lo contó, nunca se dio por vencido por proteger a sus amigos, incluso en aquella ocasión consiguió invocar a Gamabunta y hacer una transformación combinada para derrotarlo, es fenomenal.

- Y aún así hay quienes piensan que es un monstruo – dijo con tristeza.

- Sólo porque no le han conocido bien – aseguró Kakashi sonriendo.

 

Sasuke no podía esperar más allí acostado de espaldas con las piernas abiertas, estaba ansioso esperando lo que su rubio le hacía allá abajo, sus manos le recorrían los muslos mientras besaba alternadamente una y otra pierna viajando lentamente por su interior hasta llegar al lugar adecuado pero sin detenerse allí.  Casi gritó de la frustración al sentirlo alejarse de nuevo ¿A qué diablos estaría jugando? Se dijo molesto hasta que sintió que algo húmedo le tocaba un lugar allí atrás. Sorprendido, levantó la cabeza y se quedó sorprendido al ver lo que el rubio loco le estaba haciendo, le humedecía el ano con la punta de la lengua mientras separaba un poco los glúteos para ir dilatando poco a poco el acceso, pero le parecía que era muy lenta su tortura.

- Parece que te está gustando esto ¿no? – le dijo de repente cuando una mano traviesa dejó de recorrerle el muslo para tomar su sexo nuevamente alborotado – necesitamos algo más – dijo hundiendo su miembro en la boca.

Sasuke abrió los labios dejando escapar un gemido, el rubio ya le había hecho eso un rato atrás cuando “conocía” su cuerpo, tanto así que había tenido un orgasmo fenomenal en su boca, aunque luego pudo desquitarse haciéndole lo mismo, aunque debía admitir que se sentía agotado con eso.

Un dedo travieso se abrió paso en el prieto agujerito con mucho cuidado, lo que menos quería era causarle dolor al moreno, pero este abrió los ojos sorprendido por el intruso que lo profanaba, sin embargo, el dolor era mínimo ¿no era que la primera vez dolía mucho?  Pues a él se le hacía que era mentira, aquello era un mar de sensaciones que sólo le causaba placer. Un segundo dedo entró en su lugar y sintió que le tocaba un punto sensible que casi lo hizo desmayarse de placer, acompañado del movimiento que hacía Naruto con su boca en su sexo, chupando, mordiendo y arrastrando sus dientes por la piel sensible, siguió así hasta introducir un tercer dedo tocando nuevamente ese punto que lo hizo arquear la espalda para prologarlo.

- Mm, no tan rápido – dijo Naruto pervertido sacando sus dedos desde su interior colocando su miembro en su lugar – estás un poco estrecho todavía, así que dolerá un poco – le dijo hundiéndose poco a poco en él.

Le escocía, el roce era doloroso, pero Sasuke no iba a dejar que eso lo venciera, no cuando Naruto lo estaba poseyendo al fin, si iba a perder su virginidad, quería que fuera así, con esa dulzura que sólo el rubio le podía dar. Cerrando los ojos para no dejar salir las lágrimas rodeó con las piernas a Naruto obligándolo a entrar de una buena vez hasta tocar aquel punto de placer, allí donde el dolor pasaría al recuerdo.  Y gimió, gimió fuerte al sentirlo tan dentro, tan suyo, tocándolo como nunca nadie lo había hecho y como no permitiría a nadie más que lo tocara, sólo él sería su dueño.

- Calma – le dijo besando sus mejillas húmedas. Y es que, pese a los intentos de Sasuke de contenerlas, unas lágrimas se habían derramado – acostúmbrate primero a tenerme dentro ¿sí? – le acarició los costados manteniéndose apoyado sobre los codos para no cargar todo su peso contra él – ¿ahora si?

Sasuke asintió moviendo las caderas y se sorprendió al sentir como aquel punto era golpeado una y otra vez por el pene de Naruto y sin darse cuenta comenzó a acariciar a su rubio que entraba y salía de su interior cada vez con mayor velocidad hasta llevarlo casi al éxtasis, pero se detuvo cuando casi estaban listos sentándose aún dentro de él.  Lo miró molesto pero recibió una mirada lasciva de su parte mientras lo obligaba a sentare sobre sus muslos.

- No, quiero que le goce sea completo – le dijo tomándolo por la cintura – en esa posición no puedo acariciarte, así recibirás más placer – le dijo alzándolo un poco dejándolo caer mientras una de sus manos iba al miembro abandonado de Sasuke comenzando a masturbarlo al mismo ritmo de las penetraciones mientras la otra mano acariciaba el pecho de Sasuke frotando alternativamente los pezones que a ratos rozaba con su lengua.

- ¡Naruto! – fue el grito que escapó de sus labios al alcanzar el climax.

- ¡Sasuke! – dijo el rubio al sentir como acababa en el interior apretado de su moreno sin dejar de entrar en su interior sintiendo como la semilla de este mojaba su vientre y él apoyaba su rostro ruborizado sobre su hombro.

Con cuidado se salió de su interior y se recostó sobre las baldosas tibias por efecto del vapor de las aguas termales con él sobre su pecho mientras ambos trataban de normalizar sus respiraciones y los latidos desacompasados de sus corazones agitados mientras seguían abrazados.

- Creo que este es el mejor cumpleaños que he pasado – le dijo acariciándole el cabello con ternura – me encantaría poder repetirlo cada año.

- Bueno, pero no esperes que siempre te deje llevar la iniciativa – le dijo Sasuke separándose un poco – y no le vayas a contar a nadie que fuiste el seme la primera vez que lo hicimos o te mato ¿entendiste? – lo amenazó.

- Ni me creerían – le sonrió atrayéndolo de nuevo – aunque ha sido fantástico.

- Ni que lo digas – se recostó en su costado poniendo una mano en su vientre – estoy un poco cansado, pero creo que tendremos que meternos al agua de nuevo para limpiarnos un poco ¿no se te hace? – frotó su mejilla en su pecho.

- No sé, quizás debiéramos hacer una segunda ronda antes de eso ¿no crees?

- Tal vez – sonrió malicioso y se subió sobre él con las piernas en los costados.

 

Hinata y Neji habían colocado los últimos adornos en el salón mientras Shino terminaba de colocar los equipos.  Contrariamente a lo que habían pensado, el joven había conseguido música muy alegre festiva, muy de esa que está de moda, así que ello ya no era una preocupación.  Los demás estaban colocando los alimentos en la mesa dejando sus respectivos regalos sobre una mesa detrás de una cortina, así Naruto no los vería antes de tiempo.

- Bien, hokage sama, estamos listos – dijo Neji cuadrándose – sólo falta que Naruto y Sasuke lleguen – le mostró lo que habían preparado ellos.

- La flor de la juventud – dijo Gai mirando el salón – de seguro a Naruto le gustará mucho, él siempre está feliz con sus amigos.

- Me pregunto si Sasuke habrá encontrado ese regalo perfecto que pretendía darle a Naruto – murmuró Minato revisando las cosas que había preparado.

- Bueno, si ambos son dignos discípulos de sus maestros – dijo Kakashi – creo que no van a llegar a tiempo y cuando lo hagan van a estar muy cansados.

- ¿Qué insinúas, Kakashi? – dijo Iruka captando un deje malicioso en él.

- Minato sama, dime ¿a dónde mandaste a Sasuke con Naruto?

- Bueno, le pedí que lo distrajera manteniéndolo fuera de Konoha hasta la hora de la cena y a este le pedí que lo trajese de vuelta a esa hora aquí ¿por?

- Bueno, no especificaste la forma en que debía de mantenerlo distraído ¿no?

- ¿Acaso estás insinuando que Sasuke y Naruto, aprovechado que están solos se buscaron un lugar para hacer eso? – dijo Iruka bastante molesto.

- Bueno, tanto como insinuar algo así, no – dijo apartándose un poco de él – pero dudo que siendo Sasuke como es, haya dejado pasar la ocasión ¿no?

- Basta – dijo Minato comprendiendo la mirada que les lanzaba Jiraiya – no voy a permitir que se escriba una novela pervertida sobre las relaciones amorosas de mi hijo, aunque creo que sería posible – agregó pensativo.

- Pobre Naruto, rodeado de pervertidos – dijo Iruka cruzándose de brazos – y yo tratando de meter un poco de moral dentro de su loca cabeza.

- ¡Está todo listo, hokage sama! – le dijo Lee haciendo un gesto con el pulgar.

 

Sasuke estaba más dormido que despierto cuando recibió la cajita que los nekos enviaban de ofrenda a Konoha, pero vio que le daban algo a Naruto, una botellita de color verde claro con un encargo, aunque no distinguía las palabras y estaba demasiado agotado como para usar el sharingan para leer sus labios.  El rubio se acercó a él y lo abrazó saliendo así de la tienda, era bastante tarde y debía entregar su informe en la academia antes de las ocho, por lo que apenas le quedaba una hora para llegar a la aldea y le había tomado tres horas llegar hasta allí, aunque se habían venido con toda calma, quizás llegasen a tiempo, aunque el moreno caminaba más por inercia que por otra cosa.

- Así como vamos, llegaremos a Konoha a media noche – se quejó mirando al moreno que apenas mantenía los ojos abiertos – papá se enfadará conmigo.

- Kakashi tenía una técnica especial para apurarse – le dijo este bostezando.

- Mm, pero la usaba cuando ya llevaba dos horas de atraso y no la conozco.

- ¿Y tú no tienes alguna técnica parecida? – se acomodó en su hombro.

- La voy a usar, pero no quiero que la copies ¿vale? Ero senin dijo que mi padre la había inventado cuando era niño y él se encargó de traspasármela – le explicó – sujétate con firmeza de mí ¿si?  Llegaremos muy pronto a Konoha – le dijo dándole la espalda haciendo que este se subiera a su espalda y se afianzara con fuerza de su cuello, claro que había cerrado los ojos y estaba profundamente dormido.  Sintiéndose un tanto molesto, concentró su chakra a su alrededor y una ráfaga de viento lo rodeó, iniciando su carrera a gran velocidad hacia la aldea vigilando constantemente a su alrededor que nadie los viese en esa forma, no era que le diese vergüenza admitir que Sasuke era su pareja, pero más de alguna chicha de la aldea no le perdonaría jamás que se hubiese atrevido a serlo, ya de por sí no le perdonaban que le hubiese quitado el primer beso, aunque hubiese sido un mero accidente.

Se detuvo a la entrada del pueblo despertando a Sasuke que se quejaba que estaba muy cómodo allí, pero no podía entrar con él en semejante estado y luego de discutirlo y amenazarlo con echarlo al río, el moreno de bajó y caminó a su lado pasando por la guardia en donde les dijeron que el Hokage les esperaba en los grandes salones de la academia ¿por qué? Ellos no lo sabían.

- Bien, entreguemos esto para que podamos cenar e irnos a dormir – dijo Naruto emprendiendo camino de la academia junto con Sasuke que bostezaba una vez más, quizás hubiese descansado un poco durante el viaje de regreso, pero no había sido mucho rato, 30 ó 45 minutos cuando mucho – te ves agotado y eso que dormiste en la tarde y todo el viaje de regreso.

- Si, pero yo no tengo energías para dar y regalar como tienes tú – le replicó mirando la puerta de ingreso a la academia – y nos agotamos bastante jugando en los baños termales – lo detuvo – antes que entremos quiero decirte algo – miró el suelo asombrando a Naruto, el moreno no era tímido por naturaleza, al contrario – yo quería regalarme a ti esta tarde – dijo luego de un momento.

- Gracias, Sasuke – le dijo levantándole el mentón para mirarlo a los ojos – ese ha sido el mejor regalo que nadie me pudo haber dado – lo besó en los labios.

- Vamos tarde ya – le dijo al separarse – dirán que somos alumnos de Kakashi.

Sonriendo, Naruto se separó de él y pasaron corriendo por los salones vacíos de clases hasta llegar al salón donde los esperaba el legendario cuarto hokage. Naruto se extrañó al ver sólo una débil luz desde el interior y abrió la puerta con sigilo, todos sus sentidos alertas, su olfato le señalaba que había más personas allí, pero el olor a la comida lo confundía mientras entraba.

- ¡Feliz cumpleaños! – fue el grito que lo recibió al encenderse la luz a su alrededor – felicidades Naruto – dijeron todos a coro antes de abrazarlo de uno en uno.  Naruto no pudo sino sonreír sorprendido dirigiendo una mirada atónita a su padre que le miraba divertido como admitiéndose culpable.

- Así que por eso nos mandaste fuera de Konoha – dijo cuando al fin dejaron de abrazarlo sus amigos y se pudo poner a su lado – pensé que lo habías olvidado, después de todo fue hace tantos años.

- Las fechas importantes jamás se olvidan – le sonrió abrazándolo con fuerza.

Naruto miró a todos a su alrededor, todos sus amigos estaban allí: Neji, Tenten y Lee con Gai; Kiba, Akamaru, Shino y Hinata con Kurenai; Chouji, Ino y Shikamaru; Sakura y Sai con Yamato, aunque sospechaba que no se llamaba así, Kakashi e Iruka; Jiraiya, Tsunade y Shizune; y por supuesto los hermanos Subaku: Kankuro, Temari y Gaara.  Así, al fin lo celebraba con sus seres queridos, porque Sasuke y su padre también estaban allí.

- Gracias a todos, no saben lo feliz que me hacen – dijo sonriendo.

- Bueno, empecemos con la fiesta ya que estamos todos aquí – dijo el cuarto tratando de alivianar el ambiente, había notado que el kasekage y el “infiltrado”, como prefería llamar a Sai, le lanzaban miradas asesinas a Sasuke que permanecía cerca de Naruto ignorándolos con una cara de estar agotadísimo ¿no sería cierto lo que había insinuado Kakashi? – Primero hemos de cenar y luego vendrá el pastel – sonrió preocupado – hay ramen…

- ¡Ramen! – gritó Naruto feliz y se sentó a la cabecera de la mesa y dos jóvenes comenzaron a servirles a todos “el alimento de los dioses”, como lo llamaba Naruto.  Junto a él se sentó Sasuke y del otro lado Iruka, para fastidio de varios, del otro lado de Sasuke estaba el cuarto y del otro lado de Iruka estaba Kakashi – después de todo el ejercicio que hicimos, lo mejor es comer un gran tazón de ramen ¿no te parece, Sasuke? – le sonrió malicioso.

- Yo preferiría irme a dormir – dijo conteniendo un bostezo – pero de todas maneras creo que es la mejor forma de recuperar energías gastadas.

- ¿El ejercicio hecho? ¿Energías gastadas? – repitió Kakashi captando algo extraño en las palabras de ambos, como un mensaje secreto o algo así.

- Es que Naruto quiso probar su regalo de cumpleaños antes de regresar – dijo Sasuke con doble intención – y nos cansamos haciendo eso ¿verdad?

- ¿Acaso le regalaste una máquina para hacer ejercicios? – le dijo Lee muy ingenuamente mirando a una y a otro alternadamente preocupado.

- Algo parecido – dijo Naruto sonriendo sin comprender el cambio de expresión de Gaara y de Sai – y después nos dimos un largo baño en las aguas termales, tanto así que se nos pasó la hora y por poco no llegamos a tiempo.

- Eso pasa cuando uno está entretenido en algo – dijo Jiraiya pensativo – cuando estoy haciendo algo divertido ni cuanta me doy cuando ya ha llegado la mañana, el tiempo vuela – sonrió al verlas caras horrorizadas de Tsunade e Iruka y las cejas alzadas de Minato, igual que las extrañadas de los jóvenes.

- Mm, sabía que se habían aprovechado de la salida – agregó Kakashi divertido – espero que mis consejos te hayan servido bien, Naruto – sonrió evitando el golpe que pretendía darle Iruka molesto por debajo de la mesa.

- Bueno… – dijo sonrojándose – de algo nos sirvieron – admitió luego de dudar.

- Y supongo que gracias a quien tu sabes ahora puedes sentarte ¿me equivoco? – se apartó de Iruka que ahora no disimulaba su enfado.

- En realidad, estás bastante equivocado – dijo Sasuke mirando fijamente su tazón ruborizado – quien ha sido estrenado he sido yo – admitió en voz baja.

- ¡¿Qué?! – chillaron Ino, Sakura, Sai y Gaara sobresaltando a los demás.

- Creo que no es un buen tema para tratar mientras se come – dijo Minato tratando de actuar con diplomacia, aunque lo cierto era que se lo estaba comiendo la misma curiosidad que dominaba a Kakashi y a Jiraiya, pero notaba la ira en los ojos de Tsunade y de Iruka, después podría interrogarlos al respecto – además, el ramen se enfría y se echará a perder ¿no creen?

Naruto tomó sus palillos contento sin prestar mucha atención a los demás.

- ¡Itadakimasu! – gritó antes de tomar los fideos y comenzar a saciar su apetito, cosa que de inmediato imitaron Chouji, Minato y sasuke que apenas probó el primer bocado se olvidó del cansancio y comenzó a competir con los dos rubios y el gordito por ver quien acaba primero y empezaba el siguiente.

- Siempre tan competitivos – sonrió Kakashi divertido – pero no les vaya a pasar lo mismo que en país de la Ola ¿eh? Ya están muy grandecitos para eso.

- Pues fíjate que no – le dijo Naruto entre bocado y bocado – no pienso comer tanto, además, nos debe quedar espacio para el pastel ¿verdad?

- Aún se puede bajar la comida bailando – dijo Shino desde el otro lado de la mesa – será un buen ejercicio antes que Naruto desenvuelva sus regalos ¿no?

- ¿Hay regalos? – dijo Naruto dejando de comer un instante – oh, no tenían que molestarse tanto, con la fiesta era suficiente – agregó conmovido.

Sus amigos le explicaron que no era tan así, que ellos nunca se habían preocupado por saber cuando estaba de cumpleaños y nunca se dieron cuenta que no tenía más que a Iruka que se lo celebrase, quien miró feo a Kakashi que se removió inquieto en su asiento.  Para ellos era importante, porque los amigos se alegran en esas fechas importantes y se acompañan siempre, agregó Neji, cosa que fue corroborada por todos.

- Y los amigos no se guardan secretos – agregó Kiba molesto.

- Es que yo pensaba que no les importaba tanto – dijo Naruto – ni Sakura ni Sasuke lo sabían tampoco y kakashi nunca me dijo nada, por eso lo callé.

- Kakashi se quedó callado para no comparte un regalo – dijo Iruka molesto – yo siempre te he invitado a comer ramen especial en estas fechas.

- Bueno, ya pasó – dijo Minato – ahora ya saben cuando es, así que ya no importa, pero es cierto eso que los amigos no deben guardarse secretos, el descubrirlos podría causar la ruptura de su amistad – agregó.

- Bueno… – empezó Naruto – quizás debiéramos comenzar a decirnos nuestras verdades entre todos, así no será tan difícil ¿no es cierto?

- Bien, los más jóvenes jugarán el juego de la verdad mientras desenvuelves tus regalos, cada uno al que le toque te entregará su presente – dijo Jiraiya.

- Creo que los mayores también estarán dentro – dijo Sasuke divertido mirando a Iruka y a Kakashi, este último se hizo el desentendido – será genial.

 

Y es que el juego de la verdad no le había parecido muy bien a los mayores, en especial a Iruka y a Kakashi, pero eso de ir contando secretos iba a darse al azar, claro que sólo contarían uno cada uno y ya no se repetirían.  Iruka sabía que tendría que confesarle a Naruto que él y kakashi eran pareja, porque dudaba que Kakashi se atreviera a enfrentarse a la ira del rubio, no si a la sola mención de contárselo este parecía perderse en “los caminos de la vida”, como se excusaba casi siempre cuando tardaba en llegar.

- ¡Empecemos! – dijo Naruto sentándose en el suelo, entre todos habían separado las mesas para hacer espacio mientras con una botella vacía elegirían a la victima que debía confesarse – siéntense – ordenó y formaron un círculo en torno a la botella que el propio rubio se encargó de hacer girar, apuntando con la boca primero que nadie a Temari – bien ¿qué nos cuentas?

- Bien, un secreto… me gusta más Chouji que Shikamaru – dijo divertida viendo como su novio abría la boca asombrado – no, no porque lo encuentre más guapo, sino que es más simpático y no se la pasa quejándose.

- Vaya cosa – dijo Shikamaru un tanto picado mientras el otro muchacho sonreía complacido, no siempre encontrabas una chica a quien le gustaras, aunque fuese la novia de tu mejor amigo.

- Sabes que de todas maneras te quiero como eres – le dijo ella poniéndose de pie y trayendo hacia naruto un enorme paquete – espero que te guste.

El rubio lo desenvolvió y sacó un enorme muñeco suyo, pero de cuando ellos se conocieron.  Sonriendo le dio las gracias y volvió a hacer girar la botella que esta vez apuntó a Minato, quien sonrió ¿cuál de sus secretos les contaba?

- Bien, soy el papá de Naruto – soltó con lo que los más jóvenes se volvieron hacia él sorprendidos – sí, ya sé que no lleva mi apellido, pero eso es otra cosa que les contaré en alguna otra ocasión – agregó divertido poniéndose de pie para traerle su regalo – no te conozco tan bien como tus amigos, pero espero te guste y compense todos estos años que no estuve a tu lado en esta fecha.

- Papá, tu sola presencia me basta para estar feliz – le dijo contento tomando el paquete, dentro de este había un gran reloj con doradas manecillas cuyo fondo era el emblema de Konoha sobre el remolino que siempre le había representado – gracias, intentaré cuidarlo mucho – dijo mientras hacía girar la botella ocultando sus lágrimas en el movimiento.  La botella esta vez apuntó a Neji que se puso pálido antes de tragar saliva para responder.

- A mí me gusta Hinata –soltó de un tirón poniéndose rojo hasta las orejas.

- Ah, el talentoso de mi equipo se lo tenía calladito – dijo Gai sonriendo.

Hinata estaba aún más roja que su primo, ella no sabía que él fuese a decir algo así.  Lo vio ponerse de pie y acercarse a Naruto con su regalo para sentarse de nuevo evitando su mirada.

- Gracias, Neji – sonrió abriendo el paquete que contenía un juego nuevo de churikens y kanais – el siguiente será – la botella comenzó a girar y apuntó a Gaara quien se puso de pie con su cara muy seria y lo beso antes de ir por el regalo y entregárselo antes de volver a sentarse.

- Esto era confesar secretos – dijo Sai furioso – no aprovecharse.

- ¿Y qué?  No quería decir las palabras, al acciones son mejores.

- Mapache aprovechado – le dijo Sai más molesto aún – no debiste besarlo.

Sasuke estaba molesto, pero consiguió mantener la calma, ya se desquitaría de esos cuando llegase su turno de confesar sus secretos, así sería.

- Jiraiya sama – dijo Shizune al ver que la botella lo señalaba a él – le toca.

- Bueno, me gusta Tsunade, aunque eso no es secreto, así que no cuenta – dijo pensativo – soy un pervertido, es de saber público ¡Ya sé, soy el padrino de Naruto! – dijo al fin sorprendiéndolos a todos mientras Minato se reía.

- ¿Puso a su hijo bajo la custodia de semejante personaje? – dijo Iruka.

- Jiraiya no es mala persona – lo defendió Naruto – pervertido, sí, pero cuando has tenido tantos a tu alrededor, te acostumbras ¿no crees?

- No me defiendas tanto – le dijo entregándole un paquete para volverse a sentar, de él Naruto sacó una ranita monedero muy bonita – sabía que te gustaría, aunque no había una de tus colores – le sonrió.

- Ahora le toca a Iruka – dijo Naruto y se extrañó que Kakashi se hubiese puesto nervioso en vez del aludido, este tomó aliento y respondió:

- Estoy de pareja con Kakashi – tragó saliva viendo como naruto perdía el color y luego lo recobraba poniéndose de pie antes de atrapar al jounin – Naruto…

- ¡¿Cómo se te fue a ocurrir pervertir a Iruka sensei?! – lo zamarreaba como a un muñeco apretándolo del cuello – eres lo último, ¿por qué no alguien más, si admiradoras y admiradores tienes por montones? – chilló furioso.

- Naruto, cálmate – le dijo Sasuke abrazándolo – dudo que Iruka lo hubiese confesado si no fuera que él está de acuerdo con todo.

- Si, pero Kakashi no es la persona que se merece Iruka, él es tan bueno y tierno, amable y sincero, y Kakashi, bueno es Kakashi – dijo tristemente.

- Uno no elige con la cabeza a quien amar, lo sabes bien – le acarició la nuca obligándolo a sentarse de nuevo recibiendo él el regalo de Iruka.

- Pero es que yo siempre esperé que Iruka me diese un hermanito y así no podrá ser – sollozó – y menos si las cosas son como creo que son.

- Lo siento, naruto, este día debía ser feliz para ti, pero no pensé que te dolería tanto que estuviera con Kakashi, pensé que lo apreciabas – le dijo Iruka.

- Claro que lo aprecio – dijo limpiándose las lágrimas – pero sigo pensando que pudiste fijarte en alguien mejor – suspiró – lo siento, no te puedo exigir que ames a quien me agrade a mí, sino a quien te dicte tu corazón.

- Gracias, naruto, sabía que lo tomarías con madurez – le sonrió antes de abrazarlo con fuerza – venga, mira mi regalo – le dijo.  Era otra ranita, pero esta era un cojín bastante grande.

Así siguieron contando sus secretos, Shikamaru contó que eso de ser ninja había sido idea de su madre, Ino que odiaba las flores, Chouji que hubiese preferido ser cocinero a ninja, Shino que le gustaban los perros. Kiba que te tenía miedo a las arañas, Sakura que adoraba a Naruto, cosa que Sai también hacía, Kankuro dijo que le gustaba tallar el mismo sus marionetas (Sasuke le dijo al oído que con razón eran tan feas), Lee que le gustaba Tenten casi tanto como Sakura, Tenten dijo que Lee le gustaba casi tanto como Naruto, Gai confesó que le gustaba el miso, Kurenai que aún estaba de duelo por la muerte de Asuma, Tsunade admitió que le gustaba Jiraiya pero que no lo aceptaba porque era demasiado pervertido, Shizune dijo que le gustaba el cuarto Hokage toda ruborizada y Hinata, entre tartamudeos, admitió que aún le gustaba naruto, pero que también le gustaba Neji, quien se desmayó de la impresión.  Kakashi fue el siguiente en contar un secreto, el más peligroso ya lo había confesado su novio y no se le ocurría otro, eso de donde sacaba las excusas o a donde iba que llegaba tarde no se valía.

- Bueno, hoy llegué tarde porque andaba buscando un pergamino especial – dijo entregándoselo a Naruto – sé que Iruka y yo no te podremos dar hermanos, pero al menos quiero que lo aceptes como si fueras mi hijo – le sonrió al ver que naruto lo abría – de allí saldrá tu mascota interior, márcalo con tu sangre y luego haz los sellos de la misma forma en que invocas las ranas pero sobre tu vientre – Naruto obedeció y saltó un pequeño zorrito con nueve colas – se suponía que saldría un perro parecido a Pakkun – dijo sorprendido antes de recordar quien era su “hijastro”.

- Yo diré mi secreto entonces – dijo Naruto viendo como el zorrito le lengüeteaba la cara a Sasuke – no es un perro porque yo llevó dentro un demonio zorro de nueve colas llamada Kyuubi – acarició al animal que comenzó a lengüetearlo a él esperando que no lo rechazaran.

- Ya me parecía extraño que tuvieses tanto poder – dijo Neji recobrado de la impresión de ser correspondido por su prima – ¿por qué no nos habías contado? – dijo mirando a los demás que asintieron en lo mismo.

- Desde pequeño fui rechazado por la gente de la aldea sin conocer el motivo, notaba sus miradas frías y me dolía el rechazo, por eso tuve miedo que ustedes no me aceptaran si lo sabían – admitió – pero debí saber que ustedes eran mejores que eso ¿verdad?

- Claro que sí, Naruto – dijo Lee – demonio o no en tu interior, siempre serás nuestro amigo Naruto, el próximo hokage de Konoha ¿verdad, chicos?

- Por supuesto que sí – dijeron todos sonriendo.

- Bien – dijo Sasuke – quedo sólo yo por confesar mi secreto – le entregó a Naruto la cajita que le diera el sabio neko antes de regresar – he estado enamorado de Naruto desde que lo vi la primera vez – admitió.

- ¡Eras un pervertido desde chico! – gritó Sai furioso.

- Es más – dijo malvado – ahora somos pareja con el beneplácito de su padre.

- ¡¡QUE!!

  Continuará… 

Estoy con depre, uno de los personajes que más me gusta de esta historia se está muriendo ¡por favor, maestro, no lo mate!

Espero les guste, ya no podré actualizar hasta después de Navidad (estoy llena de cosas por hacer en los últimos días del año), así que no se desesperen, de ser posible, tendré algo para esos días o al menos días después de año nuevo.  De ser así, sólo me resta desearle feliz navidad y próspero año nuevo y que me dejen de regalo muchos, muchos comentarios.

Shio Chang.

Pd puedes unirte a mi grupo

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Notas finales: dejadme comentarios y feliz Navidad

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