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El regreso por Shiochang

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El regreso 

Estoy contenta ¿Quién dijo que no podía recibir un naruto-chan de regalo para navidad?  Pues yo tengo uno ahora mismo sentado sobre mi impresora, quien sabe que maldades estará planeando con esa cara que tiene, solo espero que los reyes magos me traigan a Sasuke-chan para completar la parejita.

Empiezo este capítulo con más entusiasmo que los anteriores, aunque estoy convencida que será mucho más complicado.  Espero les guste.

  Un mes de problemas 

Sasuke sonrió al ver el resultado de lo que había revelado, las caras de Gaara y Sai pagaban con creces los celos que se había tenido que comer mientras esos dos confesaban sus sentimientos por el rubio y recibía los regalos con un abrazo de ellos ¡Nadie tocaba lo suyo! Y mucho menos cuando pretendían quitárselo.

Naruto solo movió la cabeza negativamente, parecía que más de uno quería asesinar a Sasuke, aunque su padre se veía de lo más divertido.

- Bien – dijo Shino tratando de cambiar el ambiente tenso – creo que lo mejor es que bailemos – se puso de pie caminando hacia los equipos – espero que les guste la música, la busqué especialmente para Naruto – agregó.

Shikamaru se puso de pie ayudando a Temari y a Hinata a imitarlo, también Neji ayudo a Sakura e Ino, mientras Lee ayudaba a Tenten y a Shizune a que Jiraiya se había puesto de pie ayudando a Tsunade.

Todos los chicos armaron las parejas de baile y comenzaron a moverse al ritmo de la música.  Sasuke se había apoderado de la cintura de Naruto y estaba decidido a quedarse aferrado a ella lo que restaba de la noche (eran casi las doce), cosa que molestaba sobremanera a Sai, Sakura y Gaara, ya que no les permitía que bailaran con el, cosa que el cuarto no remediaba porque estaba muy entretenido charlando amenamente con Tsunade, Jiraiya y Shizune.  Ni siquiera Iruka y Kakashi les prestaban atención, ellos estaban conversando tomados de las manos con Gai y Kurenai sobre el nombre del bebé de la jounin.

- Estoy cansado – dijo Sasuke cerrando los ojos luego de haber bailado casi media hora – sentémonos ¿si? – le ordenó a Naruto abrazándose más a él.

- Oye, si tú estás cansado, Uchiha bastardo, deberías sentarte  dejar que Naruto baile con los demás – le dijo Sai molesto, había estado bailando con Sakura e Ino, igual que Gaara esperando la ocasión para poder abrazarlo.

- ¿Y dejar que me lo manoseen? Ni de chiste – replicó sentándose con Naruto a su lado – no le presto mi novio a nadie, mucho menos a quien pretende quitármelo ¿verdad, papá san? – miró al rubio que en ese instante se volvía hacia ellos.

- Bueno, creo que es hora del pastel – dijo Minato mostrando el pastel que levanto por sobre su cabeza porque Naruto había comenzando a saltar a su alrededor entusiasmado, como si de un niño pequeño se tratase, queriendo probarlo antes de tiempo – menos mal que cumples la mayoría de edad – se burló riendo.

- “Recuerda que me debes el sake por las respuestas del examen” – dijo Kyuubi.

- ¡Si, brindemos! – dijo Naruto tomando la botella de sake sirviendo una copita a cada uno – qué, si ya todos somos mayores de edad – le dijo a su padre que movía la cabeza – venga, por mí – dijo poniendo ojitos de cachorro.

- ¡No le sirvas a Lee! – dijeron Neji y Tenten preocupados por su amigo, era peligroso con un poco de alcohol en la sangre, más con uno tan fuerte.

- Bueno, de acuerdo – dijo Tsunade divertida – por la mayoría de edad del principal aspirante a hokage – brindó alzando la copita – ¡Salud!

- ¡Salud! – repitieron todos a coro mientras bebían sin notar que Naruto se bebía un tazón de Sake de un viaje.  Al pasar el sake el ardor de su garganta fue muy grande que lo hizo toser tan fuerte que cerro los ojos con lo que se fue directo a ver a Kyuubi que lo miraba más que divertido, el  chico era muy tonto.

- ¡Esta cosa quema! – le reclamo molesto y mareado, todo se le hacía borroso – además el gusto es asqueroso ¿por qué les gustará tanto a Tsunade y a Jiraiya?

- Nunca dije que fuera suave – se burló el zorro – pero ya le tomarás el gusto.  Además, era para poder recuperar mi fuego, pudiste tomártelo de a poco.

- Pues que te aproveche, yo me regreso – dijo molesto moviendo la cabeza – me siento mal, veo dos Kyuubis y el camino  se me mueve, no debí beber.

- Me lo debías desde hace varios días – le recordó divertido el zorro.

- Naruto, reacciona – lo remecía su padre desde afuera, ya que el muchacho dejó caer el tazón y este se rompió – hijo, regresa – le pedía insistentemente.

 - Hey, no me miren así – dijo Jiraiya viendo las feas miradas que le lanzaba Iruka y las asesinas de Tsunade – nunca le dije nada sobre beber, incluso siempre le dije que era malo para la salud – insistió al ver la mirada de Sasuke – además, siempre me ha visto beber de a poco, nunca por tazones – agregó.

- Je, je, ya le pague la deuda al zorro endemoniado – dijo Naruto alegremente, pero se notaba su mirada como perdida, parecía que estaba mas que medio borracho – mi Sasuke – se acercó a él rodeándole el cuello con los brazos – ven, bailemos un tema lento juntos ¿sí? Bien pegaditos – le ofreció.

- Si necesitas alguien para bailar así, estoy yo – le ofreció Sai tendiéndole los brazos – y para cualquier cosa que tú quieras – le coqueteó.

- Mejor cortamos el pastel – intervino Minato preocupado por su hijo – luego si quieren podrán seguir bailando ¿de acuerdo? – ofreció al ver la tensión en el ambiente, no sólo Sai molestaba al heredero de los Uchiha, sino que el Kasekage también parecía dispuesto a regalarle un largo paseo al otro mundo.

- ¡Si, el pastel! – gritó Naruto soltando a su novio que lo miró asombrado, su actitud era más infantil que cuando se convirtieron en equipo hace años – pero tienen que cantarme, mientras pensaré en mis deseos – ordenó con las manos en las caderas como amenazándolos a atreverse a negarle el capricho, en especial a Shino y a Neji que no parecían muy contentos con la idea del rubio.

Los otros ninjas se encogieron de hombros y se acercaron al cuarto cantando el consabido “cumpleaños feliz”, luego de lo cual Naruto pidió su deseo con los ojos cerrados antes de apagas las velitas para recibir al aplauso de sus amigos que volvieron a abrazarlo, para enfado de cierto moreno que los miraba molesto.

- Estoy cansado, Sasuke chan – hizo un puchero infantil mientras se sentaban a comerse el pastel – ¿crees que estos deseos se hagan realidad?

- Depende de lo que hayas deseado y de tus ganas de hacerlos realidad – le dijo Iruka conmovido, de seguro el rubio más joven quería algo bonito.

- Pues yo deseo tener una familia de verdad, con un papá y una mamá, hermanos, mi pareja y un montón de hijitos – soltó ruborizándose mirando a Sasuke – así tendríamos de nuevo al clan Uchiha completo – sonrió complacido.

- Pero eso toma tiempo – le dijo Kakashi divertido – al menos 9 meses.

- Pero nosotros ya iniciamos las prácticas ¿verdad, Sasuke chan? – le dijo inocentemente haciendo que este se atragantara con un trozo de pastel.

- No queremos conocer los detalles – dijo Tsunade molesta.

- Eso dices tú – replicó Jiraiya entusiasmado sin mirar las caras de los ninjas menores, en especial las de Sai y Gaara que tenían ganas de matar a alguien quien se mantenía un tanto al margen de la conversación – Dinos, Naruto ¿Cómo es eso que ya empezaron las prácticas? – le preguntó malicioso.

- Naruto no tiene por qué contar nuestras intimidades – intervino Sasuke al ver que su novio abría la boca para contarles todo con pelos y señales, si bien no le daba vergüenza admitir que lo habían hecho, si le daba algo que todos supieran de los detalles de aquel encuentro – es algo que sólo nos incumbe a nosotros dos.

- Tengo sueño – dijo el rubio apoyándose en el hombro de su novio que lo rodeó inmediatamente con un brazo – vamos a acostarnos ¿sí?  Este sake que quería Kyuubi es asqueroso, juro que nunca más vuelvo a beberlo – dijo medio dormido.

- Eso dices ahora – le dijo Jiraiya divertido – pero vaya a saber si en unos años más cambias de opinión, como lo hemos hecho muchos – se rió mirando a Tsunade que desvió la mirada, sabía que lo decía con mala intención.

- Ojalá que no, no quiero llegar a ser un viejo pervertido como tú – le soltó de sopetón – o ser un hokage alcoholizado, sería muy mal visto por los otros kages.

- Naruto está más dormido que despierto, aparte de medio borracho – intervino Iruka al ver que los dos sanin pretendían pegarle – creo que es mejor que terminemos la fiesta aquí, los chicos deben entrenar para la ultima fase del examen y de seguro el pobre Naruto va a despertar con una terrible resaca.

- Y nosotros también tenemos trabajo que cumplir – dijo Shizune poniéndose de pie – el que haya exámenes significa aun más papeleo en la oficina.

- Yo debo corregir muchos trabajos aún – señaló Iruka.

Terminaron de comerse la torta y todos se despidieron de Naruto dándole un nuevo abrazo (Sasuke los estaba contando para luego darles un golpe de corriente a cada uno por cada abrazo), quien se fue cargado por su padre de regreso al complejo Uchiha.  Una vez en casa, Sasuke lo cambió de ropa y se metió a la cama con él, también estaba agotado, pero dudaba que fuera tanto como iban a terminar después del mes de entrenamiento.

 

Un mes para pulir las técnicas o aprender nuevas era poco para los novatos, en especial si se tenia en cuanta el potencial de los rivales, algunos habían tenido que mostrar todo lo que tenían en combate para poder pasar a esta fase, pero otros, como Naruto y Sasuke, no habían mostrado ni la más mínima parte de su poder y no podían saber con qué certeza mejorarían ese mes.  Por este mismo motivo, Minato había decidido que ellos entrenaran todo ese tiempo la velocidad, en especial Naruto cuyas técnicas dependían si podía inmovilizar al enemigo para asestarle un golpe definitivo.  Además, debían entrenar y pulir sus tácticas para evitar usar demasiado chakra o las reservas alternativas, como el sello maldito o Kyuubi, ya que no querían mostrarle a los otros Kages ese tipo de poder.

Pero la velocidad le estaba dando problemas a Naruto, no que no la consiguiera, pero su control era bastante precario, una vez que comenzaba no podía frenar, y eso significaba que terminaba derribando un árbol al estrellarse con este o terminaba pegado en una roca que no conseguía esquivar.  Aunque Sasuke tampoco se las llevaba limpias, aun no conseguía alcanzar tanta velocidad como Naruto aunque pudiera frenar mejor que él, mas siempre terminaba deteniéndose muchos metros más allá de donde debía detenerse.

- ¡Alto, alto! – gritó Minato divertido viendo como ambos chicos caían al suelo luego de estrellarse entre ambos varios metros lejos del punto de impacto.

- ¿Por qué no te fijas por donde vas, inútil? – le gritó Sasuke medio atontado

- ¿A quién le dices inútil, imbécil? – le gritó Naruto de vuelta hecho una fiera lanzándose contra él – yo traté de evitarte y tú te moviste justo al mismo lado.

- Ya – los detuvo separándolos, era bastante obvio que su hijo quería pegarle a su novio por el insulto – ambos tienen la culpa, ninguno esta haciendo bien el ejercicio – obligó a Naruto a sentarse en el suelo – uno está aplicando demasiado chakra a sus pies y por eso esta tan pesado – señaló a Sasuke – y el otro está haciendo circular demasiado chakra a su alrededor, por eso es demasiado ligero – señaló al rubio y notó que ambos fruncían el ceño – bien, el secreto está en aprender a mezclar ambas cosas, sé que pueden caminar sobre el agua, así que eso debería servirles, y, Naruto, no hagas girar el viento a tu alrededor, eso hace que el chakra varíe en densidad, si Sasuke no hubiese venido tratando de hacer lo mismo, lo habrías partido en pedazos y dispersado a los 4 vientos.

- Entonces, ese viento es más cortante que mi fuuma shuriken – dijo pensativo – el viento se corta y dispersa en innumerables direcciones, aunque no lo controlo muy bien que digamos, ni siquiera he tenido ocasión de usarlo – agregó y luego se volvió hacia su novio abrazándolo – no quiero repartirte a los cuatro vientos.

Una pequeña explosión sonó frente a ellos y del humo apareció Yamato.

- Kokage sama, Tsunade Sama nos necesita en su oficina, creo que hemos tenido noticias de los akatsuki que aparecieron en el examen, el equipo que perteneciera a Asuma fue por ellos junto con Kakashi, aunque me temo que no sean suficiente.

- Bien, pasemos por la oficina  será hora de poner a prueba las técnicas nuevas – asintió el cuarto yendo a toda velocidad a la oficina.  Allí estaban Shizune, Sakura y Sai esperando su llegada – un buen apoyo para el equipo.

- Yamato, estas a cargo, Minato se quedará aquí, acaba de llegar por estos lados el raizukage y no quiero tener que vérmelas sola con él, sabes cuan machista es.

- Suerte, chicos – dijo Minato despidiendo a su hijo – cuidado con la velocidad ¿eh? No quiero que repartas al viento a la persona equivocada ¿de acuerdo?

- ¡No te preocupes tanto! – le sonrió haciendo el gesto de victoria de Gai – yo traeré a ambos equipos de regreso sin problemas, palabra de ninja.

Sasuke movió la cabeza, el rubio no cambiaba mucho con los años, y salieron rápidamente tanto de la oficina de los hokages como de Konoha, el equipo era de cinco, cosa que Sai hizo notar, el equipo siete, dijo, lo formaban tres alumnos y un jounin, miro a Sasuke decidido a fastidiarlo por estar allí.

- Pues, si mal no recuerdo – dijo Sasuke muy tranquilo – yo formo parte de este equipo desde sus inicios, cosa que no haces tú – siguió los pasos de Naruto que saltaba de rama en rama a toda velocidad sin usar la técnica que le enseñara el cuarto – por lo tanto el que sobra aquí es otro ¿no te parece, pintorcillo?

- Uchiha bastardo – le gruñó furioso – eres tú el que sobra, no se te necesita por estos lados, nadie quiere o necesita un traidor como tú – le dijo mirando hacia delante, no podía permitir que se quedara con el rubio tan fácilmente.

- Primero que nada, tuve padre y madre conocida, aunque ahora estén muertos, asi que no soy bastardo, tengo un apellido ilustre en la aldea – le dijo sin mirarlo – y quizás tú no me necesites, pero él sí – señaló el rubio – y puedes morirte de los celos, pero eso no va a cambiar, me ama a mi y no a ti.

- Te voy a despellejar – le dijo furioso apurando el paso para ponerse a la par con Naruto – no se que le ves a ese infeliz – le dijo a este que sonrió divertido.

- Creo que la pregunta es necia – le dijo deteniéndose al ver el brazo extendido de su capitán – no lo sé, simplemente me gusta como es – le sonrió al otro moreno.

- Al parecer los han separado para poder luchar contra ellos, falta Shikamaru – dijo el mayor mirando a los que peleaban, al parecer el tal Kakusu estaba dándole problemas a Kakashi – vamos – ordenó y bajaron evitando que matara al jounin.

- Ah, justo al que buscábamos – dijo el akatsuki comenzando a atacar a Naruto, que lo lanzo lejos – esta vez te atraparemos – gruñía furioso levantándose.

- Nosotros nos encargaremos de esto, Sai y Sakura, ustedes vayan a ayudar a Shikamaru – ordenó Yamato sacando del campo de batalla a Kakashi mientras Sasuke ayudaba a Naruto a mantener la distancia del akatsuki y los otros ninjas.

Sai y Sakura se alejaron por el bosque buscando a su amigo mientras Naruto se quedaba de pie solo frente al akatsuki, era hora de poner en práctica todo lo aprendido, así que creó cinco clones de sombra tratando de distraer al akatsuki que dispersó dos partes de su cuerpo atacando a los clones que estaban frente a el mientras los otros dos ayudaban a Naruto a crear el rasengan especial hasta que tomó la forma de una churiken que cortaba el viento girando enorme en su mano derecha.  Se lanzó con los dos clones por delante para poder asestar un golpe fatal, pero él lo esquivó sólo dio contra uno de los corazones menos importantes, lanzando al rubio bastante lejos, de paso.

 - ¡Naruto! – gritó Sasuke corriendo hacia su novio para ayudarlo – ¿estás bien?

- El maldito es muy duro – gruñó el rubio poniéndose de pie – necesito más velocidad y que no se dé cuenta de donde viene el ataque final.

- Miren lo que tenemos por estos lados, el hermano pequeño de Itachi san.

- Yo no tengo hermano – le replico Sasuke lanzándole una mirada sharingan asesina dispuesto a lanzarse contra él para despedazarlo con el chidori.

- No, este infeliz es mío – le dijo Naruto volviendo a repetir la técnica sacando a Sasuke del medio – acabo de notar algo raro en él – sonrió zorrunamente – atrás.

Kakashi miró a su antiguo alumno y vio que retrocedía dándole espacio a Naruto, confiaba plenamente en su poder, solo esperaba que no terminara soltando el poder de Kyuubi en medio de la batalla, sería difícil controlarlo luego.

Siete clones aparecieron junto a Naruto, cinco de los cuales rodearon a Kakusu mientras los otros ayudaban al original con la técnica, lanzándose de inmediato por el de la capa negra dándole apenas un margen de tiempo para evitar el ataque que estuvo a punto de dar en el lugar correcto, pero ya casi estaba listo.

- Ese tipo dijo que tenía cinco corazones, que gracias a ellos era inmortal – dijo Ino mirando a Naruto sorprendida – Kakashi le dio dos golpes supuestamente fatales y Naruto le ha dado dos más, así que sólo le queda uno.

- Pero ahora no podrá asestarme de nuevo – dijo el akatsuki convencido – y me quedaré con vuestros corazones para reemplazar los perdidos – agrego – esos corazones me darán muchísimo poder, en especial el del rubio.

- Como si yo me fuera a dejar arrebatar la vida – dijo Naruto volviendo a iniciar su técnica con siete clones levantando polvo, con los que se dispersó alrededor del ninja de la capa, rodeándolo con cinco clones mientras los otros dos le ayudaban a preparar el rasengan, solo que Kakashi y Sasuke notaron algo extraño, el chakra parecía circular entre ellos a gran velocidad, como una ráfaga de viento – ¡ahora! – gritó y los ocho se lanzaron contra él, el akatsuki se defendió lanzando a Naruto lejos, o eso pensaron todos porque de repente surgió por su espalda consiguiendo ponerle el fuuma shuriken en la espalda de pleno con lo que Kakusu recibió centenares, sino miles, de golpes de viento en todo el cuerpo, cayendo herido de muerte al suelo – lo conseguí al fin – sonrió el rubio agotado cayendo en los brazos de Sasuke que lo miraba asombrado y orgulloso.

- No pude seguir todos los golpes – le dijo Kakashi a Yamato – ni siquiera el sharingan es capaz de detectar todos los golpes a semejante velocidad.

- Como puede ser que unos simples mocosos sean capaces de derrotarme – dijo el akatsuki moribundo desde el suelo mientras los demás retiraban a Naruto

- Quizás para ti parezcamos simples mocosos, si eres tan viejo que luchaste contra el primer hokage – le replico Kakashi viéndolo morir, debía llevarle el cuerpo a Tsunade para averiguar más de los miembros de ese grupo.

Al poco rato se aparecieron Sakura, Sai y Shikamaru diciendo que este último se las había ingeniado solo para vencer al otro.  Ella se acerco a Naruto a tratar de sanarlo, pero este le sonrió desde el hombro de su novio apenas conciente.

- No te preocupes, Sakura chan – le dijo – sólo estoy agotado por el esfuerzo.

 

Naruto quedó internado en el hospital por más de una semana, Minato lo visitaba todos los días acompañado por Sasuke, quien no dejaba de llevarle dulces y cosas para que estuviera cómodo, tanto así que le había agregado una frazada a la cama y se quedaba a su lado hasta bastante tarde para que descansara tranquilo, no había cosa que se le ocurriera al rubio que el moreno no estuviera dispuesto a darle, aunque fuera la cosa más loca que se le ocurriera.

- Me dieron de alta porque ya no me aguantan en el hospital – se reía Naruto sentado en el Ichiraku con un tazón de ramen – Tsunade dice que me pondré bien en unos cuantos días, pero que debo mantener mi brazo inmovilizado.

- Mi pobre amorcito – le dijo Sasuke un tanto divertido – vas a tener que aguantarte, porque tampoco dijo nada seguro acerca de tu participación en la final del examen – tomo los palillos de Naruto y comenzó a darle de comer – recuerda que dijo que si no estabas totalmente recuperado no te iba a dejar participar.

- No me preocupa – dijo tragándose los fideos – ya encontrare la manera de terminar mi entrenamiento sin mover el brazo y mejorarme también.

- Es desagradable – dijo Sasuke – creía que lo estaba consiguiendo y terminé estrellándome con un árbol, papá san dijo que era porque mi chakra, predominantemente de electricidad, se dispersa demasiado, más que el tuyo ya que tú lo manipulas de una forma muy distinta a la del chidori, que depende de los sellos, porque el tuyo es mediante el control de chakra.

- Pero igual es difícil – volvió a tragar lo que su novio le servía – imaginarse el chakra circulando en distintas direcciones no es tan fácil como parece, creo que se debe más a mi propia naturaleza y mi herencia que a mi práctica con él.

- Así que aquí están – dijo una voz femenina detrás de ellos y Sasuke hizo un gesto de fastidio al reconocer a Sakura como su dueña – espero que no te hayas escapado del hospital otra vez, Naruto – lo regañó ella.

- No, la hermana Shizune me dio el alta – le entregó el papel – dijo que así dejaría de andarme paseando por los pasillos gimoteando como gato que quiere salir.

- Y me encargo a mí que lo cuidara – le dijo Sasuke en un gesto posesivo abrazando al rubio contra su pecho – no necesitamos a nadie más – lo besó.

- ¡Sabía que estarían aquí! – dijo Kakashi mirando a su equipo divertido ¿no era Sakura quien se le pegaba al moreno como lapa antes?  Claro que el Uchiha no se dejaba, pero ello se volvía pelea entre este y Naruto que le reclamaba por tratar mal a Sakura.  La vida había dado vueltas y se habían reunido siendo ahora el rubio el motivo de las peleas, sólo que ahora uno de ellos era correspondido – estuve conversando con Tsunade sama sobre la batalla con Kakusu.

- La abuela se preocupa demasiado – dijo Naruto tratando de soltarse de Sasuke – estaré bien en poco tiempo y lograré convertirme el chunin – agregó.

- Pero no esta bien que arriesgues tanto tu salud – intervino Sakura preocupada.

- Yo no se lo permitiré – dijo Sasuke dándole de comer de nuevo.

Kakashi los miró recordando la conversación que sostenían Tsunade y Minato, ella estaba muy preocupada por la técnica que el joven rubio había usado, los golpes que había recibido el rival eran innumerables, el cuerpo había sido golpeado tantas y repetidas veces en todos los sectores del cuerpo que no había grandes secretos que extraerle, excepto la manera en que agregaba los corazones de otros ninjas al cuerpo, pero lo más grave de ello era que esa misma magnitud de los golpes había recibido Naruto en el brazo que soportó el rasengan.

- Minato, debes hablar con él – le dijo Tsunade – pudo haberse roto los tendones, o tal vez haber recibido un daño irreparable – movió la cabeza.

- Está bien, aunque supongo que el mismo se habrá dado cuenta que es una técnica peligrosa  por lo tanto prohibida – asintió el padre – pero ha hecho una gran cosa, yo jamás conseguí llegar más allá del rasengan elemental.

- Por muy orgulloso que estés de tu hijo, debes prohibirle esa técnica – le ordenó.

Pero Kakashi conocía muy bien a su alumno, quizás hubiese crecido y madurado en todo el tiempo que había estado ausente, pero ello no le quitaba lo testarudo.

- No te preocupes tanto – le dijo Naruto al notar su mirada atenta sobre él – ya sé cuál es mi limite, no voy a tratar de traspasarla antes de controlar mi poder interno.

Kakashi le sonrió y decidió no decirle nada, quizás estaba subestimando la madurez de Naruto y la confianza que tenia en él el cuarto Hokage.

 

Y es que Naruto había seguido entrenando junto a Sasuke en eso de ganar velocidad y eso se volvió una competencia diaria por ver quien alcanzaba el control de la velocidad primero.  Aunque Naruto había detectado en más de una ocasión el chakra de alguien que se retiraba lo más rápido que podía cuando se veía descubierto.  Al principio se había figurado que era Konohamaru que seguía insistiendo en aprender sus técnicas, pero luego se dio cuenta que quien en realidad los espiaba era rubio que había perdido contra él en las preliminares, por lo que puso un clon a vigilar la zona mientras él entrenaba intentando no tensionar demasiado los músculos recién liberados del molesto yeso.

El entrenamiento ahora era bastante más tranquilo ya que no se andaban estrellando con todas las cosas a su paso (y no porque estuvieran en un terreno baldío precisamente), ahora podían frenar mejor aunque aún no consiguieran detenerse en el lugar elegido, sino varios metros más allá, pero al menos ahora podían tomar la dirección deseada sin golpearse con algo o alguien.

- ¿Podemos descansar un poco? – dijo Naruto consiguiendo detenerse a varios metros de su padre mirando a espaldas de este desde donde venía su clon de sombra arrastrando a un joven rubio que pertenecía a la aldea del trueno.

- ¿Acaso no es ese el muchachito contra el que peleaste en las preliminares? – dijo Sasuke sorprendido al verlo tratando de escapar del agarre del clon.

- Sospechaba que era él – suspiró Naruto acercándose a él mientras el clon lo seguía sujetando – quisiera saber que haces aquí ¿espiando para tu compañero?

- ¡Yo jamás espiaría para ese idiota! – se defendió admitiendo que espiaba.

- Me extraña que andes por estos lados, en especial si no has clasificado ¿no que los eliminados eran enviados de regreso a sus respectivas aldeas? – dijo Sasuke.

- Bueno, uno de los de su grupo clasificó por lo que su líder debió quedarse por estos lados ¿no? – el muchacho asintió – y no podías regresar sin ella.

- Es, además, guardiana del raizukage – dijo este encogiéndose de hombros – pero yo no quiero que Amichi gane la competencia, ya de por sí es enfermo de soberbio, sus técnicas se basan en la electricidad principalmente y si tiene que electrocutar a alguien para obtener el máximo grado, lo hará, es un  asesino por naturaleza y su padre está de acuerdo con sus métodos, más de alguna vez nos ha torturado a nosotros con la electricidad por simple capricho.

- Sasuke también tiene el elemento ese – dijo Naruto divertido – pero él tiene algo más, su elemento también es el fuego, que esta por encima de la electricidad.

- Y tú usas el elemento viento – dijo Namida convencido – esa técnica que usaste para derrotarme mezcla el chakra manipulando el viento ¿no?

- Eres muy observador – dijo Minato sorprendido – pero ¿qué es lo que quieres?

- ¡Quiero ser mas fuerte! – le dijo – yo se manipular mi kekkegenkai con cierta facilidad, transformar el viento en otras cosas, pero no he conseguido lo que él hace – señaló a Naruto – quizás si yo le ayudo, me ayude a mejorar ¿no?

- Pero eso ¿no es traicionar a tu compañero? – dijo Naruto asombrado.

- Más traición es usar a tus compañeros como blanco en tus entrenamientos – le replicó este enojado – más de alguna vez hemos terminado en el hospital por su culpa y nuestra líder jamás le dice nada al respecto – agrego furioso.

- Creo que es justo – dijo Minato asintiendo acercándose al muchacho – así Naruto controlará el viento como se debe, pero no le dirás nada a nadie.

- Claro que no, señor – le dijo cuadrándose – pero, ¿no es darle ventaja a ellos que un kage los entrene?  Porque, que yo sepa, los otros no lo hacen.

- Ah, bueno, eso es otra cosa – se rió el cuarto haciendo un gesto idéntico al que tenía Naruto – es mi hijo, así que me siento obligado a ayudarlo a mejorar.

- El raizukage jamás ayudaría a su hijo a ser mejor, le importa muy poco.

- Bueno, eso es algo de ellos, nosotros pertenecemos a la aldea oculta de la hoja en el país del fuego y aquí los padres le enseñan sus técnicas a sus hijos.

- ¿Y me las enseñaría a mi también, hokage sama? – le dijo ilusionado.

- Ya te dije que si, siempre y cuando no se las muestres a nadie fuera de los limites de esta aldea a no ser que sea terriblemente necesario ¿entendido?

- ¡Claro que si, hokage sama! – dijo cuadrándose militarmente.

 

Naruto se reía al ver al chico todo empapado al tratar de caminar por el agua, controlaba a la perfección su chakra en cuanto al viento se trataba, pero a la hora de aplicarlo a una zona específica del cuerpo, se perdía totalmente.  Y que hablar del taijutsu de viento que Naruto le había enseñado, no sabía aplicar el viento más que para lanzar lejos al enemigo, pero ello no afectaba al enemigo, así que Naruto le tuvo que mostrar un golpe contra una “indefensa roca”, la que abrió de lado a lado de un solo golpe y eso que lo aplicó con la mano izquierda, aún no se atrevía a arriesgar la diestra para que Tsunade no evitase su participación en la final.

- ¡Guau! – dijo Namida sorprendido – eres genial, hermano.

Sasuke los observaba a cierta distancia antes de volverse hacia el cuarto que movía la cabeza conversando con alguien invisible para él.

- Dile a Tsunade que no les busque pelea a los del consejo, que voy para allá – lo escucho decir – Si, sé que esos viejos pueden sacar de quicio a cualquiera, pero ella debe aprender a ser la líder – lo escuchó reírse – si, ya voy para allá – se volvió y notó que estaba con un intercomunicador en la mano – Sasuke, te los encargo, es mejor que regrese, los abuelos están tratando de convencer a Tsunade de algo y ella no les tiene mucha paciencia que digamos – suspiró – llévalos a comer, aquí está la comida, no es bueno que vean a esos dos juntos.

Sasuke miró a los dos rubios, sabía que eran hijos de la misma madre, pero extrañamente se parecía mucho ambos a papá san ¿sería posible que ellos fueran hermanos por ambas partes?  Pero el rubio mayor ya hubiese mencionado esa posibilidad, quizás sólo fuera una coincidencia que ambos fuesen rubios y de ojos celestes, pero el hecho era que ambos tenia la misma sonrisa y el gusto por el ramen que el cuarto hokage y eso sí no podía ser una simple coincidencia.  Caminó hacia ellos que jugaban con el agua en la que debían caminar, se la arrojaban al otro a la cara mientras gritaban.

- ¡Hora de comer! – les gritó manteniendo la distancia para evitar que lo mojasen a él con su jueguito.  Eran como un par de hermanos pequeños compartiendo una tarde agradable, como cuando él era pequeño con… negó con la cabeza, ellos eran distintos porque estaba de por medio el orgullo de la familia, pero al parecer se había perdido de algo importante por ello.

Los dos rubios estaban totalmente mojados frente a el a la expectativa de lo que les daría de comer.  Tratando de mostrarse impasible frente a la visión de un Naruto con la ropa como segunda piel y traslucida por la humedad, dejó el cesto que le entregara Minato en el suelo junto a ellos.

- Voy a juntar leña y prender fuego para que ustedes se sequen, mientras coman – ordenó tratando de no babear por ver a su Naruto en semejante estado.

- Te ayudaremos, así comerás con nosotros también – le dijo Namida mirando a su hermano que asintió fervientemente.

Sasuke los miro unos segundos y luego asintió, él no era capaz de resistirse a los deseos de Naruto y menos cuando le ponía esa cara tan adorable.

 

Minato miró una vez más al consejo de ancianos, Tsunade tenía razón en estar molesta con ese grupo de viejos retrógrados que decían actuar por el bien de la aldea pero que lo único que hacían era entorpecer su buen funcionamiento.

- Y lo otro, creemos que Naruto no debería participar en su estado actual de la siguiente parte del examen – dijo uno de los ancianos.

Tsunade levantó la cabeza al oír estas palabras y luego volvió la mirada hacia su ayudante, no era la primera vez que hacía algo así tratando de proteger a Naruto y ella la miro atemorizada acusando su culpa.

- No – dijo Minato secamente – no sacaremos a Naruto del examen ni le pondremos guardia especial, ya ha tenido bastantes humillaciones de Konoha como para que ahora le hagan esto – se volvió hacia Shizune y ella tembló mas que ante la mirada asesina de su maestra – sé que lo hiciste con la intención de protegerlo, pero tienes que entender que Naruto ya es un hombre, se convirtió en tal cuando aceptó su condición de recipiente de Kyuubi y aprendió a usar el poder que comparten – se volvió hacia los ancianos – y retirarlo o ponerle un guardia significaría que tenemos miedo frente a los otros kages, significaría desmerecer nuestra aldea, en especial  cuando uno de los competidores es hijo del raizukage, muy mal quedaría yo si retiro al mío de la competencia así como así.

Los ancianos se miraron unos segundos, sabían que Minato tenía toda la razón, sus ninjas siempre habían sido catalogados como los mas fuertes y Naruto no era de los que se rendían, lo había demostrado la vez anterior cuando peleaba contra Hyuga Neji y defendiendo a la aldea del ataque de Orochimaru, la aldea le debía mucho al joven portador del Kyuubi.

- Tiene razón, Minato Sama – dijo la anciana – Konoha jamás ha tenido un ninja que se retire sin dar la batalla primero, pero necesitamos tener la certeza de que Naruto se encuentra bien para enfrentarla – agregó preocupada.

- Naruto esta perfectamente bien – dijo el rubio convencido – quizás les hayan dicho lo contrario, pero él puede luchar con ambos brazos y estoy completamente seguro que dará lo mejor de sí en combate – afirmó fingiéndose tranquilo.

- Pues esperamos que sus palabras sean ciertas, lord hokage – le dijeron poniéndose de pie y saliendo tranquilamente de oficina.

- Creo, Tsunade, que de tu oficina esta entregando información restringida al enemigo de nuestra administración – le dijo el rubio con puños y dientes apretados – después del desastre de Dounzu ¿no sería mejor que mantuvieras la boca cerrada fuera de la oficina, Shizune? – la miró directamente.

- ¡Yo sólo trataba de proteger a Naruto! – se defendió Shizune atemorizada, esa mirada del tigre era peor que las de Tsunade – nunca le haría daño.

- Naruto no se va a enterar de esto – prosiguió sin escucharla – pero si nos hubiésemos visto forzados a hacer como ellos y tú querían, me temo que los sentimientos de Naruto habrían cambiado hacia la aldea, recuerda que yo los perdoné sólo porque él me lo pidió, no por mi gusto – de dio media vuelta y salió dando soberano portazo, se notaba de lejos su ira mientras se alejaba de la torre.

- Shizune, no creo que quieras ganarte un enemigo en Minato san, su clan era archiconocido por la excesiva protección que se le brindaba a los más jóvenes, podían llegar a matar a quienes les hicieran daño y, aunque hace mucho tiempo que los Namikase no existen como tal, esa característica se manifestara en el jefe de la familia y este podría resultar peligrosamente mortal – le advirtió.

- ¡Hola, chicas! – las saludó Jiraiya alegremente – ¿alguien sabe que le pasó a Minato? Salió de la torre hecho una furia como dispuesto a matar a alguien, con decirles que ni siquiera me vio, y eso que por poco y no me derriba.

Tsunade miró a Shizune y procedió a contarle lo que había acontecido recién.

- Con razón, si alguien toca a un cachorro de un Kaseiyo va perdido, aunque este esté lo bastante grande como para tener los suyos propios – aseguró el sanin pervertido – y creo que Minato no ha asumido muy bien aquello, en especial porque no fue él quien se encargó de criar a Naruto.

 

Sasuke se despertó esa mañana por enésima vez con nauseas, como venia pasando bastante desde hacía casi cuatro semanas, claro que no se lo había dicho a Naruto y mucho menos a papá san, de seguro lo sacaban del examen si sabían que estaba enfermo, pero debía de haber algo que le calmara el estómago. Hizo apenas una mueca recordando la medicina especial que le diera el viejo neko, eso sanaba cualquier cosa.  Se levantó rápidamente y vació el estomago antes de vestirse e irse a la cocina.  Una vez en ella, se sirvió una taza de té bien cargado para pasar el mal sabor de boca mientras esperaba que Naruto se apareciera junto con su padre para desayunar juntos.  Miró el viejo reloj de la pared y se puso de pie, tenia tiempo  para prepararle algo rico para el desayuno, en especial ahora que descansarían antes del torneo final del examen.

- Buenos días – le dijo Naruto dándole un beso en la mejilla no mucho rato después – ¿Qué es lo que preparas? – lo miro intrigado abrazándolo.

- Algo rico – le dijo este como si nada – pensé que te tardarías más en aparecer por estos lados – le sonrió cuando le soltó ofreciéndole té – normalmente te cuesta muchísimo despertarte y mucho más levantarte a esta hora de la mañana.

- Seria porque note tu ausencia en la cama – le replicó – he notado que hace días que te levantas a la carrera sin decirme nada – lo miró preocupado.

- Me he sentido un poco mal, eso es todo – le dijo tratando de calmarlo.

- El sabio neko me dio algo – recordó Naruto yendo a buscarlo y regresado casi a instante con él – me dijo que si te sentías mal del estómago, te bebieras esto para calmarlo – se lo entregó.  Sasuke tomo la botellita y bebió su contenido, al principio le supo un tanto amargo pero al pasar por su garganta la sintió picante, cosa que lo hizo toser.  Naruto lo abrazó preocupado y este gesto lo hizo sentir mejor, como si un calorcito rico llegase a su estomago, era muy agradable.

- Eres tan tierno – le dijo acomodándose entre sus brazos mientras se sentaban a la mesa, le encantaba sentarse en sus piernas – podríamos aprovechar el día de descanso ¿no te parece? Los dos solitos, acurrucaditos en tu cama todo el día, descansando bien de todo y de todos – le ofreció acariciándole un brazo.

- Creo que es buena idea, se han dedicado a entrenar poco y nada se han dedicado a ustedes – les dijo Minato que los había estado mirando desde hace un rato desde la puerta de la cocina sin decidirse a entrar – podrían darse un relajante baño mientras les dejo de comer, y descansar todo el día para que no estén cansados para los combates de mañana y ganen sin esfuerzo.

- Pero Namida nos estará esperando en el río para entrenar como siempre – le señaló Naruto poco convencido, le encantaría quedarse con su Sasuke así.

- No te preocupes por él, se lo dejare a Jiraiya san para que lo entrene un rato, no es tan fuerte como tú, pero de seguro logrará aprender algo de mi maestro.

- Pobre hermano, lo pondrán con un maestro pervertido – se rió Naruto divertido – no creo que consiga algo más que aprender a espiar a las chicas bonitas

- Será otro Konohamaru – dijo soltándose recordando al principal aprendiz de Naruto y su más leal seguidor mientras revisaba lo que preparaba – menos mal que no se quemó – dijo retirando una bandeja del horno – espero que les guste.

Naruto sacó un trozo del pastel y le dio su aprobación con el pulgar de su diestra hacia arriba mientras seguía comiendo alegremente, Sasuke era un genio.

- Tienes muchos talentos – lo felicitó Minato – estoy seguro  que con Naruto podrás aprovecharlos a la perfección ¿verdad? – le guiñó un ojo divertido.

Sasuke sólo se encogió de hombros sentándose junto a Naruto a degustar su preparación, al parecer la medicina que el sabio Neko le dio a su novio tenia efecto inmediato, su malestar había desaparecido como por arte de magia, ojalá que no apareciera de nuevo al día siguiente, ya había tenido suficiente de ellos.

- Bueno iré a ver lo de Namida – dijo el ninja mayor divertido poniéndose de pie – aprovechen bien el día para descansar – termino saliendo de la cocina.

Naruto se puso de pie dejando los platos en el lavaplatos para ayudar a Sasuke a ordenar las cosas antes de obedecer a su padre con lo del descanso.

- Sasuke, no tienes que preparar estas cosas para ganarte mi afecto o la aprobación de mi padre, sabes perfectamente que ya los tienes sin condiciones.

- No lo hice por eso – lo rebatió guardando lo que había quedado en el refrigerador – sólo quise tenerles algo rico para el desayuno.  Mi mamá decía que así se podías iniciar el día contento y tranquilo, sabiendo que siempre había alguien velando por tu bienestar, que era una manera de demostrar cuanto quieres a tu familia – le dijo lanzándole una mirada enojada por lo desconsiderado del rubio.

- De acuerdo, no es para tanto – le sonrió Naruto levantando las manos en un gesto de paz – no es necesario que enciendas tu sharingan ¿vale?

- Lo siento, no me había dado ni cuenta – le dijo el moreno desactivándolo – creo que estoy un poco… – se quedó en silencio buscando las palabras adecuadas.

- ¿Nervioso? – dijo el rubio divertido – yo también lo estoy pese a que no es la primera vez que llego hasta esta instancia y que soy mucho mas fuerte que antes.

- No estoy nervioso, tonto – le dijo un tanto molesto – más bien diría que estresado con lo del examen ¿crees que nos den un tiempo de descanso antes de empezar con nuestras labores de chunin? – lo miró a los ojos cansado.

- No lo creo, la vieja se queja siempre que le faltan ninjas de calidad y nosotros somos los mejores que tiene la aldea – le recordó pensativo con modestia.

- Entonces, es mejor que nos vayamos a descansar – le dijo Sasuke terminado de ordenar la cocina tendiéndole la mano – nos daremos un buen baño y luego nos meteremos a la cama a dormir todo el santo día – sentenció decidido.

- ¡Si, señor! – le dijo cuadrándose militarmente siguiéndolo obedientemente.

 

Minato miraba divertido a Namida, al principio no había estado muy entusiasmado con la idea de entrenar con Jiraiya en vez de Naruto, aunque comprendía que este debía descansar al menos un día antes del final del examen, así que había tenido que contarle que Jiraiya había sido su maestro antes de convertirse en sanin y que todo ese tiempo él había entrenado a Naruto en su lugar, que de él había aprendido el rasengan elemental y muchas otras técnicas.  Con ello el muchacho cambio de actitud y se acercó al ninja mayor para interrogarlo al respecto, lo que tomo a este por sorpresa ya que no se esperaba esa pregunta y mucho menos la información que entregó el menor en la misma.

- ¿Es cierto que usted entrenó a mi hermano? – le soltó de sopetón y sin aviso.

- ¿Tu hermano? – dijo sorprendido mirando a Minato que se encogió de hombros antes de responderle divertido sólo con un nombre:

- Naruto – y tuvo que contener la risa al verlo abrir tamaños ojos y mirar fijamente al muchacho, ciertamente se parecía mucho al portador del Kyuubi, al igual que a Minato, era como verlo a él de niño ¿cómo era eso posible?

- Por lo visto te salio otro hijo – le dijo burló luego de inspeccionarlo unos minutos – estás haciendo familia de una forma muy original ¿no crees, muchacho?

- Así es la vida – se encogió de hombros – uno descubre cosas donde menos se las imagina, aunque debe haber otros hermanos de Naruto por allí – terminó divertido desapareciendo en una nube de humo y hojas verdes.

Suspiro cansado, aún debía revisar que los sistemas de seguridad de la aldea estuvieran alerta, no creía que sólo esos dos akatsuki  fueran los únicos que fueran tras Naruto, aun quedaban miembros de esa organización con vida, como Itachi y Kisame, que habían entrado con facilidad anteriormente en la aldea, un tipo raro llamado Zetsu y quien sabe cuantos más, no se fiaba de la información aportada por el enemigo, era demasiado dudosa para su gusto y seguridad.

- Kaseiyo – le dijo una voz femenina que lo alcanzó y dio gracias a Dios que Jiraiya y Namida estuvieran del otro lado de la aldea, sólo podía ser una persona, sólo ella lo seguía llamando así, aquí era lord hokage o Minato Sama, nunca era llamado por ese nombre – quiero saber si los rumores son ciertos – le dijo.

- Suelen correr muchos rumores por allí – le dijo sin comprender sus palabras – y has de saber que la mayoría no son ciertos ni tienen fundamento.

- Es sobre Naruto – le dijo molesta con él, a veces se preguntaba como había llegado a ser Hokage con la inteligencia que a veces se gastaba.

- ¿Se puede saber que escuchaste sobre él? – no le gustaba oír aquello.

- Que lo estabas entrenando y que este terminó con el brazo derecho lesionado y que no podrá participar de la fase final del examen así como está.

- Vaya, así que eso se murmura – le dijo pensativo – voy a tener que decirle a Tsunade sobre esto, se esta saliendo de control – murmuro para sí – bueno, es cierto que he estado entrenando a Naruto todo este tiempo, pero la lesión de su brazo fue a causa de una misión de apoyo exitosa – movió la cabeza – pero eso de que no vaya a participar de la parte final del examen es totalmente falsa, él está completamente repuesto de su lesión, así que no tendrá problemas en combate.

- Minato, quiero advertirte sobre el hijo del raizukage, él fue entrenado desde pequeño con el convencimiento que para llegar a ser el mejor, debía destruir al enemigo frente a él, es un ninja asesino por naturaleza, hará lo que sea por ganar.

- Pues creo que deberías preocuparte por tu alumno en vez de mi hijo – le replico con sarcasmo – ninguno de ustedes conoce la verdadera fuerza de Naruto.

- Los ninjas de Konoha nunca matarían a una persona a no ser que fuera estrictamente necesario y creo que él es un fiel representante de la ideología sostenida desde hace mucho por el tercer hokage – replicó enojada.

- Quizás, pero Naruto no es del tipo de ninja que se rinda fácilmente, él será el sexto hokage y su cara estará esculpida en esa montaña como la mía – señaló.

- Pues creo que deberías entrenarlo para que se sepa defender de los ataque eléctricos – insistió ella molesta por la actitud del rubio, era tan despreocupado.

- Naruto ha entrenado mucho con Sasuke y este también usa ataque de ese tipo – sonrió – los pocos que han visto todo el potencial de mi hijo en acción, si no son de Konoha, están bajo tierra – sonrió al ver su cara de sorpresa – Si, Naruto es capaz de matar a su enemigo si se da el caso y es necesario.

- Pero él curó las heridas de Namida luego de ganarle el combate.

- Porque él no era un enemigo que lo quería matar, sino un rival a vencer, en esa pelea él no usó ni siquiera la décima parte de su poder – sentenció – no es necesario que te preocupes tanto por él, es un ninja de la aldea escondida de la hoja, un gran heredero del destino de fuego de Konoha – le aseguró orgulloso.

- Supongo que siendo hijo de quien es, no podía ser de otra forma – suspiró – será igual que el padre, arriesgara su propia vida por el bien de la aldea, sin importarle siquiera el bienestar de su propia familia.

- Si lo dices por esa noche, lo hice no sólo por la aldea, sino por el futuro del mismo Naruto, aunque me temo que las cosas no salieron como planeaba y me había imaginado, ya que Naruto era más el héroe de Konoha que yo.

- Bueno, era a todo lo que venia, a advertirles del peligro – le dijo molesta.

- Me pregunto si finalmente han regresado tus instintos maternales por él – replicó.

- No te hagas ilusiones, rubio pesado – le contesto ella y se marchó raudamente.

Minato suspiro una vez más ¿Por qué se hacia ilusiones que ella aceptaría a Naruto? Quizás fuera porque aún la quería, porque esperaba, en el fondo, que ella hubiese sido engañada por Raíz con la intención de apropiarse de él, tal como lo habían hecho con todos los civiles de la aldea.  Si esto fuese así, si ella hubiese vivido todos esos años creyendo que su hijo era el monstruo que había matado a su padre y a tantos otros ninjas de la aldea, quizás pudieran llegar a ser lo que nunca fueron, una familia que tanto soñaba Naruto.

- Minato sama – le dijo una voz femenina sacándolo de su ensimismamiento – Tsunade Sama dice que si le puede hacer el favor de  recibir a los señores feudales mientras ella se ocupa de un asunto importante en el hospital de Konoha, al parecer un par de chicos novatos resultó herido durante su entrenamiento.

- Esta bien, muchos se sorprenderán de verme – le sonrió a Sakura – puedes regresar al hospital a ayudar a  Tsunade, puedo atenderlos solo – dijo malicioso.

- Perdón, Minato sama, pero yo quería revisar a Naruto antes de la competencia, Tsunade Sama me dijo que no ha ido a sus revisiones últimamente.

- Naruto está bien y no creo que Sasuke acceda a que lo revises, hoy iban a descansar del entrenamiento y no creo que les guste que los molesten.

- Yo sigo sin comprender por qué lo eligió a él – dijo la chica – Sasuke siempre fue malo con Naruto, era ofensivo y despectivo, siempre mostrando que era superior en todo lo que hacía – suspiro – sé que él es guapo y que casi todas estábamos enamoradas de él, pero Naruto y su grupo eran de los pocos que no besaban el suelo que pisaba, lo consideraba su rival – lo miró – sé que usted dijo que lo apoyaba a él por eso que su mamá era su amiga, pero eso no explica lo otro.

- Los Uchiha tienen una maldición en su sangre ¿sabías? Es por eso que suelen escoger con pinzas a sus compañeros o compañeras de por vida, se dan ese lujo porque a quien le dan su primer beso tendrá su corazón formando un lazo tan fuerte que en algún momento los obligará a hacer lo que su dueño quiera, lo que sea que este quiera, incluso arriesgar la vida sin meditarlo siquiera.

- Eso significa que ese día en que se conformaron los equipos y Naruto besó por accidente a Sasuke ellos… – dijo sorprendida.

- Allí se creo el lazo que ahora comparten – asintió – en general, quien debería llevar las riendas de la relación es Sasuke, sin embargo, y por extrañas circunstancias que desconozco, las lleva Naruto y el moreno es feliz así – sonrió.

- Pero es que a Naruto siempre le gustó espiar a las chicas bonitas y en ese tiempo yo le gustaba, si me hubiese cambiado por Hinata, lo entendería, pero él…

- Bueno, sólo los Uchiha pueden escoger de quien se enamoran, sin embargo, no pueden obligar a nadie a que los correspondan, quizás por eso siempre buscaban a alguien dentro de su propio clan y que tampoco hubiese entregado su primer beso para asegurarse que eran correspondidos y la fidelidad, algo que comparte con Naruto – se encogió de hombros – aunque tendrás que preguntarle a él por qué lo escogió, aunque sospecho que ni el mismo lo sabe.

Sakura lo miró, estaba segura que le estaba escondiendo algo, pero decidió no insistir más, Tsunade le había advertido que Shiizune sempai había metido la pata con él y no quería ganárselo como enemigo, menos cuando esperaba poder conquistar el corazón de Naruto, no habría problemas con su familia.  Suspirando se retiró, era mejor regresar al hospital a ayudar a la quinta que seguir allí.

Minato la vio alejarse y sonrió para sí, Naruto era un rompecorazones sin siquiera intentarlo, igual que su padre, aunque esperaba que este fuera un poco más aterrizado que él, no quería que pasara por el mismo suplicio que él con su madre.

Se detuvo junto al puesto de vigilancia a esperar a los señores feudales, hacía más años de los que tenía su hijo que no los veía y poca y nada de información le había dado Tsunade al respecto, solo que algunos habían muerto y eran reemplazados por sus hijos, pero ello no había significado grandes cambios en sus respectivos países, algunos de ellos lo habían hecho volver al pasado, pero otros los habían hecho resurgir, como la princesa Haruna del país de Nando.

- Konoha esta muy hermosa – dijo una muchacha y fijó la mirada en el rubio que estaba de pie en la puerta – Naruto, como has crecido – dijo ella sonrojada.

- ¿Eh? – dijo Minato sorprendido – se equivoca, Señorita, soy Namikase Minato, el cuarto hokage de Konoha – le explicó – aunque ciertamente Naruto está muy crecido, al menos desde la última vez que yo le vi.

- ¿Dijo Namikase Minato? – dijo una voz desde atrás de la chica que venía custodiada por dos guardias – es imposible, se le creía muerto.

- Eso no importa – dijo la chica – soy la princesa Haruna, del país de Nando y he venido a ver a Naruto en la parte final del examen ¿será posible verlo hoy?

- Me temo que no – dijo preocupado viendo la cara que ponía la chica, parecía que su hijo le gustaba – no es que ande en una misión, pero está descansando para mañana y no creo que sea bueno sacarlo de su descanso ¿no cree?

- Lástima – suspiró ella – tendré que esperar hasta mañana para darle mi beso de buena suerte – miró a Minato – se ha puesto muy guapo ¿verdad?

Minato asintió sintiendo que una gota bajaba por su espalda, al parecer esta chica pretendía ser la esposa de Naruto, aunque dudaba que Sasuke fuera a dejar que se lo arrebatasen, mucho menos que ella le diese un beso al rubio.  Suspiró, iba a tener que advertirle a su yerno de esta rival, porque el numero comenzaba a crecer peligrosamente y no quería una guerra por el cariño de su hijo, cuando se veía que ella ya estaba decidida a favor de uno…

  Continuará… 

Hola, quiero dar las gracias por sus comentarios, estaba sentada aquí viendo la pelea de Sasuke con Itachi (la definitiva, en el manga 384), así que decidí que era hora de matar un par de Akatsukis que ya están muertos de esa forma en el manga, vaya a saber si voy a poder matar otros personajes que han muerto por la mano de Kishimoto (T^T ¡Jiraiya sama! T^T), los que aún lamento su partida.

Jeje, lo siento, estoy dando spoiler del manga para los que no lo siguen, aunque no con tantos datos como sucede en el manga con la muerte de los akatsukis, específicamente, y la lesión de Naruto, espero no les moleste.

Espero, como siempre sus comentarios y que alguien por allí me regale un Sasu-kin para completar la parejita.

(Hay babas por todo el teclado ¡que asco!)

Shio Chang.

PD: ¿Alguien sabe dónde puedo conseguir la película del Shippuuden? Y no me recomienden la búsqueda en el Ares, todas las películas que aparecen con ese nombre (he comenzado a bajar como cien) son porno y no es lo que me interesa ¿vale?


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