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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo: Perdonen la tardanza, pero la página no dejaba actualizar
El regreso

Después de meditarlo mucho, ha salido este capítulo dedicado especialmente a Mayumi-chan, Chanty y todos aquellos que me han dejado sus comentarios, lamentablemente no los recuerdo a todos.

Esos ojos

Sasuke miraba como la distancia que los separaba de Itachi se iba haciendo cada vez más grande hasta que consiguieron trasponer la frontera de lluvia sobre el bosque, intento hacérselo notar a Naruto pero este lo único que hacía era seguir corriendo hasta reunirse con los demás, aunque lo más seguro era que tuvieran que esperar a Suigetsu que se había quedado atrás peleando contra Kisame, pero tampoco podían perder el tiempo, de seguro los akatsuki se reunirían nuevamente e irían por ellos una vez más.
- ¿Se encuentran bien? – Dijo Kakashi al ver a Naruto deteniéndose junto a ellos dejando a Sasuke con suma delicadeza en el suelo mientras jadeaba.
- Bueno, nos topamos con Kisame – dijo Sasuke abrazando a Naruto que trataba de recobrar el aire luego del carrerón que se había pegado – pero lo esquivamos, sin embargo, en nuestro escape nos topamos con Itachi y Naruto no me dejó enfrentarnos, simplemente me sacó de allí a toda velocidad, sólo que el tonto de Suigetsu se quedó peleando con Kisame.
- Ese siempre ha sido un idiota – aseguró Karin tratando de arreglarse la ropa luego de la golpiza de Sakura – deberíamos adelantarnos y olvidarlo.
- Vaya equipo que formaste, Sasuke – le dijo Naruto recobrando el resuello – ¿era necesario que reclutaras a esta… tipa en tu equipo?
- Ya que no tenía las cualidades necesarias para detectar al enemigo, ni podíamos contar con un perro ninja para que los rastreara, la necesitaba.
- Así que no la consideras más que una perra – dijo en voz baja pero lo bastante fuerte para que ella lo escuchara – en fin, creo que ni para eso sirve.
- Mira, mono rubio, tú no tienes las grandes cualidades que tengo yo – le dijo ella furiosa – que además soy una bella mujer.
- ¿Bella? – le dijo este sarcástico – Ero senin no te espiaría ni en sus pesadillas, mucho menos un hombre común, tendría que estar ciego, una mujer bella es Sakura como cientos de millones de veces más que tú.
- Una mujer hermosa – dijo Kakashi con cara de pervertido – como las que describe Jiraiya en sus Icha icha Paradise, con grandes pechos, estrecha cintura, redondeadas caderas, el cabello largo, dorado, ondeando al viento…
- Me suena familiar – dijo Sasuke pensativo y luego se volteó a su pareja – según me contaste, estuviste entrenando con él ¿no? Y es ese tiempo…
- Ah, bueno, él solía cobrarme por algunos secretos de las técnicas que me enseñaba, y como normalmente no tenía dinero porque él se lo gastaba en mujeres, solía transformarme en chica para darle “inspiración”.
- Si, a Jiraiya sólo le interesan las chicas hermosas – dijo Kakashi.
- Parece que allí viene Suigetsu – dijo Juugo – parece estar furioso ¿Qué será?
- Maldito Kisame, apenas comenzaba a tomarle el gusto a la pelea cuando apareció un enmascarado y se lo llevó, creo que dijo algo respecto a que de esa manera no conseguirían nada, menos Itachi.
- Itachi quiere los ojos de su hermano – dijo Naruto de repente como sorprendido por lo que acaba de descubrir – yo le llamé cuervo ¿recuerdas, Sasuke? Y el dijo que yo sabia cuales eran sus intenciones – miró a Kakashi y luego a Yamato – los cuervos lo primero que le sacan a un cadáver son los ojos ¿verdad? Y después van por el resto de la carne.
- ¿Y por qué querría ese los ojos de Sasuke? – dijo Juugo.
- Quizás tenga relación con el sharingan – dijo Kakashi – siempre estuvo obsesionado al respecto, era la técnica mas poderosa de todas.
- Quizás se le esté agotando el sharingan – dijo Naruto pensativo.
- No seas tonto – le dijo Sasuke divertido – el sharingan no se acaba, es algo que se lleva en la sangre hasta la muerte – le explicó.
- Pues no sé, quizás de tanto usar esa técnica con malos fines se está muriendo – se defendió – algo mencionó Kyuubi al respecto ¿sabes? Dijo que era una técnica maldita, que si bien le daba poder a su usuario también le cobraba un gran precio por ello que se pagaba sólo con sangre.
- Bien, es mejor que nos alejemos de ellos, aún somos vulnerables al ataque de ellos tan cerca del bosque – dijo Kakashi pensativo mirando a Naruto, y es que lo que decía el rubio le sonaba familiar, algo que escucho cuando niño, aunque no lo recordaba bien, no le había tomado asunto.

Los akatsuki se reunieron en esa lóbrega guarida esperando la aparición de su líder, el que entró en silencio, estaba bastante molesto por los resultados obtenidos en la batalla, al parecer el grupo de ninjas era más inteligente de lo que pensaba, se les habían escapado de las manos con demasiada facilidad.
- El chico del Kyuubi ha mejorado mucho en tan poco tiempo – dijo Kisame – y ha detectado nuestras intenciones, creo que el tiempo que le dimos para ir tras él ha resultado ser fatal para nosotros.
- A Tobi le extraña algo – dijo este sentado en un rincón – el chico usó una técnica que sólo le podría haber enseñado el cuarto hokage y está muerto.
- Tienes razón – dijo Itachi – cogió a Sasuke y aceleró a gran velocidad, tal como tú lo haces – respiró profundo poniéndose la mano en la frente – y sabe que quiero los ojos de Sasuke, yo lo conocí bien cuando era niño y no tenía muchas luces en ese tiempo, era sólo un gamberro que hacía idioteces.
- Todos pueden madurar al crecer – le dijo Zetsu divertido – y por lo que escuché, tu hermano anda perdido por él y tiene síntomas extraños, porque anoche, mientras los vigilaba, tuvo un bajón de chakra.
- Y Tobi no cree que se deba precisamente por el uso del sharingan – agregó este pensativo – quizás visitó nekogakure y lo presentó como su pareja.
- Eso no explica nada – dijo Pein mirando al enmascarado,
- Bueno, el sabio Neko sólo ayuda a los que tienen sangre Uchiha, Tobi lo sabe, así que para poder obtener los secretos de la familia sin ser de sangre, debes ser presentado por uno de sus miembros ante él y el sabio Neko le dará el regalo de la fecundidad, sea hombre o mujer la pareja.
- Pero sería el rubio el embarazado – dijo Konan – no el Uchiha ¿verdad?
Itachi se encogió de hombros, al parecer su hermano estaba cayendo muy bajo, primero yendo tras el hombre serpiente para obtener el poder para vencerlo negándose a matar a su mejor amigo, claro que ello no los habría favorecido a ellos, luego mató al sanin y a Deidara, algo que no lamentaba demasiado, y finalmente había regresado a Konoha haciéndose pareja de su amigo – rival, dado el examen de chunin y ascendido a ese nivel, y ahora resultaba que había posibilidades que hubiera un nuevo Uchiha en camino.
- Y en ese estado, sus ojos no te han de servir – dijo Tobi como eco a sus pensamientos – a no ser que tú lo igualaras, pero sería difícil, porque tendría que ser de alguien con la misma sangre del novio de tu hermano o el mismo.
- Sasuke lo destriparía antes de permitirle tocarlo – dijo Kisame divertido y recibió en respuesta una mirada asesina de parte de Itachi.

En la aldea de la arena Minato trataba de hacerle entrar en la cabeza a Namida que el hacer clones de sombra era distinto a la replicación, al muchacho no le cuadraba eso que pudiera dividir el chakra para crear un ente que actuaba y pensaba como tú, pero menos le calzaba que no pudiera hacer más de cierta cantidad de copias cuando Naruto podía hacer montones de ellos.
- Es distinto – le dijo bajando la mirada – Naruto tiene un exceso de chakra para gastar, por lo que me contó Kakashi es capaz de hacer cientos de ellos sin agotarse, pero, aunque seas su hermano, no eres igual a él.
- De acuerdo, volveré a intentarlo – dijo cerrando los ojos pero no consiguió más que crear una réplica toda escuálida – ¡no puedo! – chilló derrotado.
- Bueno, es una técnica que necesita de la capacidad de nivel jounin, un chakra más maduro, no me preguntes cómo lo consiguió Naruto, yo no se la enseñé.
- Pues enséñame algo que sí pueda aprender – dijo Namida molesto.
- El rasengan esta prohibido, Kushina me mataria y he tenido bastantes golpes de su parte antes que naciera Naruto como para ganarme otra paliza – murmuró pensativo – y necesitas mucho más chakra del que has desarrollado para poder controlar la velocidad, bastante les costó a los muchachos, pero tengo una técnica que nos puede ayudar.
- ¿En serio? – dijo ilusionado, las mejores técnicas de su hermano tendrían que esperar un par de años, pero quizás algo pudiera conseguir.
- Me di cuenta que no eres muy ágil en las batallas de cuerpo a cuerpo y que no se te dan muy bien las batallas a larga distancia – sentenció – dependes demasiado de tu kekegenkai para la batalla y cuando este es anulado, pierdes el control – señaló una roca cercana en el campo de entrenamiento – Naruto sólo necesito aplicar una técnica de viento más poderosa para vencerte, así que necesitas más velocidad y certeza en tus golpes ¿entiendes?
- Pero dijiste que no podía aprender la máxima velocidad – se quejó.
- Tal vez no la máxima, pero algo podrías acelerar para mejorar tus ataques – le sonrió – el taijutsu de viento requiere de ella para ser más certero.
- Así podré vencer a Amichi la próxima vez que trate de propasarse conmigo.
- Pero recuerda bien esto, las mejores técnicas de un ninja sólo se usan para proteger y no para atacar, sólo así serás más fuerte ¿entendido?
- ¡Si, señor! – dijo cuadrándose, ya vería como se saltaba las reglas.
“Tengo mis serias dudas respecto a que no es hijo mío” se dijo Minato moviendo la cabeza, sabia que era prácticamente imposible que tuviera su sangre por el tiempo que había estado encerrado entre este mundo y el otro, pero el chiquillo compartía muchas actitudes suyas con Naruto, era rubio y tenia el mismo tipo de mirada, aunque no se hubiese manifestado en él la mirada del tigre, y esa sonrisa que nada bueno presagiaba, tan suya cuando tenia esa misma edad, de seguro pensaba saltarse las reglas de alguna manera. Pero la única que podía responderle era Kushina, a quien no osaba preguntarle, y ella estaba bastante ocupada con la hermana del kasekage planeando cosas de mujeres, por lo que se pudo dar cuenta.
- Vamos, papá san – le dijo el muchacho agitando los brazos – que no tenemos todo el tiempo del mundo – le reclamo al tan verlo estático.
“De alguna manera este crío es tan mío como el propio Naruto” se dijo sintiendo que una gota de sudor corría por su costado, “así voy a llegar a viejo antes de tiempo”, suspiró antes de iniciar el entrenamiento.

El grupo de ninjas se adentró en esa aldea, Naruto la conocía bien dado que habían estado allí con Jiraiya en varias ocasiones en el pasado, el pueblo era famoso por la gran cantidad de entretenimientos que había, desde aquellos exclusivos para mayores como los de toda la familia.
- Incluso hay temporadas en que está el circo aquí – señaló un terreno baldío – yo me quedaba a las funciones cuando Ero – senin iba a “investigar”.
- ¿Y no lo acompañabas? – dijo Juugo inocentemente, no lo conocía.
- Era menor de edad, no me dejaban entrar en esos lugares – se encogió de hombros – ni me interesaba entrar, me parecían muy aburridos.
- ¿Y qué tipo de investigación hacía tu maestro? – dijo Suigetsu divertido.
- No el mismo que hacía Orochimaru – sonrió Naruto divertido – a él le gusta espiar a las mujeres bonitas, esas de cuerpos voluptuosos, dice que escribe “grandes novelas”, a mí no me gustaron, pero Kakashi es uno de sus fanáticos.
- Y me engañaste en la batalla de entrenamiento al comenzar a decirme cuál era el final de la novela que recién me habías regalado – le reclamó.
- Teníamos que vencerte – se rió en voz alta – y era la única debilidad que te hemos conocido – agregó riendo aún – eres muy rápido con los sellos y nos conocías bastante bien, eres de reacciones rápidas, así que no nos quedó de otra si queríamos quitarte los cascabeles a tiempo antes del amanecer.
- Y fue idea de Naruto – sonrió Sakura – se reía cuando me contaba su plan.
- Bueno, hasta el momento he tenido puros maestros pervertidos – dijo este.
- ¿Y tu padre? De seguro él te ha enseñado cosas de otro tipo – dijo Suigetsu.
- Sí, pero no estoy muy seguro de que el no sea un pervertido, si Jiraiya era su maestro y Kakashi su alumno, algo le debió quedar ¿no, sensei?
- No me pregustes a mí – le dijo Kakashi divertido – nunca le vi actitudes similares, pero puede que se las haya escondido, recuerda que es un hokage y ese tipo de cosas no son las que convienen a una persona de su rango.
- Pero si hasta el viejo tercero lo era – dijo Naruto convencido – aunque Ebisu era un pervertido de closet, claro que yo lo hice descubrirse finalmente.
- En más de una ocasión lo has llamado así – dijo el ninja mayor divertido – cuando le pedí que te entrenara lo dijiste y mencionaste algo de un sexy harén.
- Esa es una técnica ridícula que Naruto invento para hacer enfadar a Iruka sensei en la academia – intervino Sakura – usando la técnica de la transformación, ya viste a Konohamaru, él la aprendió de Naruto.
- Pero esa es sólo una – sonrió Nardito divertido riéndose – a un pervertido como ese no le afectaba demasiado una sola chica, pero cien…
- Eres terrible – lo abrazó Sasuke – para mi podrías hacer una harén, pero de Naruto hombre, ya sabes, como a mi me gusta – le coqueteó.
- ¿No querrías mejor una chica encantadora y guapa como yo? – dijo Karin.
- Tú eres tan encantadora como Manda – le replico este molesto – ni de broma.
- Uy, con lo que te compararon – se burló Suigetsu – y eso que ella se murió en la pelea de Sasuke contra Deidara, la usó para protegerse de su ataque.
- Recuerdo a la serpientota – dijo Naruto – la última vez que la vi fue cuando Tsunade le sacó la mugre a Orochimaru a golpes por tratar de matarme cuando la fuimos a buscar, no creo que nunca antes él haya recibido tantos golpes como en esa ocasión, Ero senin dijo que normalmente el golpeado por Tsunade era él y que, con todos los golpes que recibió de ella cuando eran jóvenes no le alcanzaba para igualar a Orochimaru en esa pelea.
- Orochimaru no solía usarla demasiado porque Manda no le obedecía – dijo Sasuke – y exigía luego por su ayuda sacrificios de sangre, pero yo la controlé con el sharingan y la engañé para que me defendiera del ataque de Deidara.
- El amor de tu hermano – dijo Naruto divertido al ver que Sasuke fruncía el ceño molesto – Kabuto nos entrego un libro de Akatsuki hace un tiempo ¿recuerdas que te dije que nos habíamos encontrado? Él era controlado con un sello por Sasori, quién se lo regaló a Orochimaru para mantenerlo vigilado. Pero Kabuto no era tonto y comenzó a espiar para los dos lados, se decidió por el menos arriesgado – miró a Sakura – ¿recuerdas lo que decía de Deidara?
- Deidara era un ninja capaz de darle vida a las esculturas, por ello su líder envió a Itachi, Kisame y Hidden a reclutarlo, sin embargo, Deidara no quería unirse a ellos e intento pelear con ellos, pero Itachi lo hizo caer en sus genjutsus y lo obligó a unirse a ellos, según Kabuto era una relación de odio mutuo, porque a Itachi le desagradaban sobremanera sus aptitudes artísticas.
- A quien no – dijo Naruto – recuerdo cuando me enfrenté contra él, haciendo esas figuras de arcilla con las bocas que tenía en las palmas de las manos, una cosa bastante asquerosa realmente, no me imagino que otras cosas más seria capaz de hacer con esas bocas que tenía, incluso creo que tenía otras bocas.
- Yo no tuve ocasión de luchar contra él, cuando llegue donde estaban ustedes luchando ya había desaparecido en uno de sus ataques contra Kakashi ¿no?
- Tuvo suerte que Kakashi estaba cerca o lo hago tantos pedacitos de un garrazo por lo que le hizo a Gaara, decía que no tenía que importarme mi pobre amigo, era mejor que me alegrara por su aldea – dijo molesto sin notar la mirada de Sasuke – como si Gaara no fuera a acudir en mi ayuda si estuviera en problemas, después de todo, eso es lo que significa ser amigos…
- ¡Odio a ese ojos de mapache! – dijo finalmente Sasuke perdiendo la paciencia – el no me va a quitar lo que es mío, lo voy a hacer pedazos tan pequeños que no se van a diferenciar de su maldita arena – gruñó furioso y celoso.
- Venga, no necesitas ponerte en ese plano – dijo Naruto sorprendido – Gaara es mi amigo, nada más, él no quiere nada más conmigo tampoco.
- Si, claro – le replicó con mucho sarcasmo – ¿acaso no recuerdas tu fiesta de cumpleaños? ¡El desgraciado te besó, y en la boca para colmo! – gritó – y tampoco se te ocurra defender al otro idiota que trata de parecerse a mí.
- Bueno, el caso de Sai es un asunto distinto… - se calló al ver su mirada asesina patentada por los Uchiha – mira, eres el único que me gusta, así que no tienes que ponerte así – lo abrazo obligándolo a recostarse sobre su pecho mientras le acariciaba los negros cabellos – te juro que no habrá nunca nadie a quien ame como te amo a ti, primero renuncio a mi sueño de ser Hokage.
Kakashi miro al moreno divertido, este se estaba aprovechando del pánico, y por la mirada de Yamato podía notar que este también pensaba así, no era necesario ser tan observador como para notar que la escenita de celos era más que nada para asegurar su posición junto al alocado rubio que era su pareja.
- Lo mejor que podemos hacer ahora es buscar donde alojarnos – dijo Yamato desentendiéndose de ellos – y después recorreremos la aldea ¿de acuerdo?
Los demás asintieron sin prestarles demasiada atención ni a Naruto ni a Sasuke, con excepción de Karin que no dejaba de mirar feo al rubio, pero este la ignoraba dándole besitos en la mejilla al moreno, cosa que la sulfuraba más.

Minato frenó el golpe de Namida con seguridad, el chico trataba de acelerar sus movimientos imprimiendo chakra a cada golpe, pero lo único que había conseguido hasta el momento era hacerle un par de cortes superficiales en la ropa, se daba cuenta que en vez de aplicar mas rápido los golpes les quitaba fuerza y rápidamente perdía la concentración del ejercicio por completo.
- Creo que el problema radica en que no te puedes concentrar en enviar chakra a diferentes partes de tu cuerpo a la vez – dijo el rubio mayor – mientras no consigas eso, la práctica será un perdida de tiempo total y te cansarás.
- Pues asi me siento un inútil total – suspiró el joven dejándose caer – algo escuche del legendario cuarto hokage, pero nunca pensé que la historia fuese totalmente cierta ¡no he conseguido hacerte más que rasguños leves!
- No es para tanto – dijo este divertido – te llevo muchos años de ventaja.
- Pero eso no excusa mi ineptitud – dijo poniéndose de pie – no sirvo para esto.
- Mira, te voy a mostrar lo que estas haciendo mal – le señaló – no es que no sirvas, he visto ninjas que no pueden usar más que el taijutsu para pelear y son muy buenos como tales, uno de los amigos de Naruto lo es – le sonrió – bien, arriba el ánimo, te aseguro que podrás conseguirlo si no te rindes.
- Espero que sí, o no podré volver a mirar a la cara a mi hermano.
Minato se apartó un par de metros y le mostró la forma en que ejecutaba sus movimientos, se movía a una velocidad suficiente, pero a la hora de asestar el golpe frenaba un segundo y no aplicaba el chakra suficiente con el golpe.
El joven rubio asintió preocupado, había percibido apenas aquel problema, pero hasta ahora no comprendía su magnitud ¿Cómo lo arreglaba?
- Te mostraré a menos velocidad lo que debes hacer, no frenes el golpe, suéltalo para que liberes el chakra acumulado en el puño con fuerza – le indicó comenzando de nuevo los movimientos sin ver que Kushina estaba en su radio de ataque, con tan mala suerte que no pudo esquivarla, ni ella a él porque no le estaba prestando atención, que le dio de lleno y la hizo volar varios metros.
- ¡Mamá! – gritó Namida mirando a su padre que prácticamente había volado para evitar que se estrellara contra un muro de piedra – ¿que le pasó?
- Me temo que el golpe que le di fue de lleno en medio de la espalda – dijo Minato preocupado – no era mi intención pegarle, no alcance a frenar el golpe.
- Señora – dijo Ino aplicándole un jutsu curativo sobre la zona golpeada mientras ella despertaba – ¿cómo se siente? Fue un golpe muy potente.
- Oye, Kaseiyo – le dijo molesta – es una de tus mejores técnicas ¿Qué pretendes enseñándosela a mi hijo? Le haces daño… – lo amenazó.
- Sólo le estaba mostrando lo que debía hacer, tú te metiste en mi radio de ataque y no me di cuenta hasta que solté el golpe, da gracias que no tengo un kekegenkai de viento o ni mi velocidad te salva – le replicó molesto también.
Kushina trató de ponerse de pie para enfrentarlo, pero había quedado bastante debilitada por el golpe y cayó contra Minato que inconcientemente la abrazó para que pudiera mantener el equilibrio. Pero ambos se sonrojaron levemente con el roce, y es que con todo el tiempo que había pasado sus corazones aún sentía lo mismo por el otro, no se deja de amar tan fácilmente, pese a los años.
Gaara atrapo con su arena a Sai que estaba sentado sobre un muro de piedra y lo colocó sin mucha delicadeza en el suelo revisando lo que el moreno había estado haciendo silenciosamente hasta ese momento en el papel.
- Con razón el maldito Uchiha dice que eres un pintor de mala muerte – le dijo devolviéndole los dibujos – y yo que quería uno de Namida, estos son feos.
- No tengo por que darte uno de mis dibujos – le dijo Sai molesto – y menos uno del hermano de Naruto o de su padre – agregó recogiendo sus dibujos.
- Pues creo a que ninguno de ellos les gustarían tus obras – replico sarcástico.
- Son sólo caricaturas – le replicó – si yo quisiera, haría hermosas pinturas de ellos, pero de los tres juntos, sería como tener un sol en medio de la tormenta.
- Me gustaría verlo – le replico caminado hacia el hokage que acababa de recibir una ranita mensajera, al parecer esta venia de Naruto.
- A ver, repítenos el mensaje – dijo Minato algo confundido con ella, y es que la ranita, en su apuro por dar el mensaje, después de todo era su primera misión fuera de su mundo, hablaba aceleradamente – pero habla más lento.
- Naruto sama dice que fueron rodeados por un grupo grande de akatsukis, cree Kakashi sempai que se trata de los sobrevivientes en pleno, así que el jefe pide si por favor puede mandar refuerzos porque uno de ellos tiene los ojos de los seis caminos y hay dos usuarios del sharingan en akatsuki.
- ¿Cómo que dos usuarios del sharingan? – dijo Ino asombrada – ni puede ser.
- Es lo que me dijeron, señorita – dijo la ranita – y ellos están en la frontera de los países en un pueblito de entretenimientos familiares, dijeron que estarían en los poblados grandes para evitar un ataque de akatsuki ya que ellos parecen no querer llamar la atención de los civiles.
- Bien, iremos a buscarlos – dijo Minato decidido – si es que al Kasekage no le molesta, claro – miró a Gaara y este negó con la cabeza – dile a Naruto que iremos para allá – le ordeno y la ranita puso su mano en la frente a modo de saludo militar antes de desaparecer en una nube de polvo.
- Temari y Kankuro los acompañarán – dijo el pelirrojo y sus hermanos asintieron en silencio, no se podía discutir al respecto con él.

Por cuestiones de protección y por no producir una alerta pública en un lugar tan sobre poblado de civiles, Yamato propuso que se vistieran como ellos, en especial porque parecían verdaderos ninjas, las bandanas deberían quedar ocultas (Naruto se negaba a no usarla) bajo la ropa. Por ello se habían separado en grupos: Naruto, Sasuke, Sakura y Juugo andaban en las tiendas departamentales buscando ropa masculina mientras los demás andaban buscando calzado adecuado. Karin había querido ir en el primer grupo ilusionada de ver a Sasuke en paños menores, pero este se opuso, lo mismo que Sakura y Naruto y, por la paz de la aldea, Kakashi y Yamato se la llevaron junto con Suigetsu que no paraba de hacerle burla, por lo que también fue amenazado para que la dejara en paz al menos por un rato.
- Mira, este está muy bonito – dijo Naruto tomando un pantalón de pana color naranjo, su color favorito, peo Sasuke negó con la cabeza – ¿Por qué no?
- Tonto, siempre eliges los mismos colores – le dijo – y se supone que esta ropa es para pasar desapercibido entre los civiles del lugar.
- Mira, Naruto – dijo Sakura mostrándole un par de pantalones de cotelé del mismo color de sus ojos – este es mas adecuado, y podrás usarlo con una camisa de cualquier color – se lo entregó y luego cogió uno de color negro – igual que este – siguió revisando y luego se volvió hacia el ninja más alto – este me parece que es para ti – le dijo a Juugo entregándoselos – y este es para Sasuke, creo que es mas adecuado que dejes un poco de lado los colores oscuros, te vienen los colores más vivos ya que eres tan blanco.
- Mm – dijo tan expresivo como siempre mientras ella los llevaba hacia los probadores – supongo que puedo intentarlo – dio tomando a Naruto de la mano para entrar al probador de varones seguidos de Juugo.
El ninja más alto se sorprendió al ver a Sasuke babeando prácticamente al ver a su pareja con los entallados pantalones que marcaban deliciosamente sus piernas, al menos al parecer del moreno, que, con todo el dolor de su alma, admitía que su compañera tenía buen gusto al elegir la ropa.
- Vamos, deja de mirarme así – le dijo el rubio un tanto avergonzado – y pruébate la tuya – le ordenó tratando de evitar que este le tocara la retaguardia.
- Me sorprende lo cambiado que estás, Sasuke – dijo Juugo un tanto temeroso de su reacción – antes no te inmutabas con nada, parecías de piedra.
- Eso era antes de volver a encontrar a Naruto – dijo saliendo de detrás de la cortina mientras les mostraba como le quedaba el pantalón – me queda bien.
- Bueno, a como eres, dudo que hubiese algo que te quedase mal – dijo Naruto divertido rodeando a Sasuke – te sienta muy bien ese color, es muy sexy.
- Bueno, como a mi no me dicen nada – dijo Juugo mirándose al espejo – tendré que piropearme yo – se revisó a conciencia – si, me queda bien.
- Venga, que Sakura querrá ver como nos queda la ropa – dijo Naruto tomándolos a ambos del brazo, pero ella, al verlos, se desmayó – ¡Sakura chan! – se apresuró a socorrer a su amiga – Sakura, despierta.
- Déjala, ya se recobrará – le dijo Sasuke divertido – probémonos ahora unas cuantas camisas – ordenó y tomo varias de colores entregándoselas a Juugo.

Se reunieron en los comedores exteriores del gran hotel y Kakashi les dijo que se veían muy guapos así vestidos en especial Naruto, por lo que Sasuke lo abrazó a con fuerza como para remarcar que este era suyo y de nadie más.
- Hay que ver cuan celoso eres – le dijo Suigetsu bebiendo una enorme botella de agua – pero si fuera mío, también lo seria – agregó por molestarlo.
- Bueno, conocemos a Kakashi desde hace varios años y Sasuke era el más cercano a él – dijo Sakura – tal vez era por que es un Uchiha o por la forma en que perdió a su familia, pero notábamos su predilección desde lejos.
- Y Sasuke tiene razones de más para estar celoso – dijo Yamato divertido viendo como el rubio trataba de safarse del abrazo de oso de su novio – estábamos practicando la forma definitiva del rasengan de Naruto cuando a Kakashi se le ocurrió mencionar que Naruto había crecido y madurado mucho en el tiempo que había estado fuera de Konoha, que ahora era incluso más fuerte que él, así que agregó: “creo que me estoy enamorando de ti, Naruto” – se rió al ver la cara que ponía Sasuke – y el rasengan que Naruto trataba de controlar reventó antes de tiempo mientras él le gritaba: “¡Aléjate, pervertido!”
- Pues yo le voy a aplicar el mangekyu sharingan apenas lo obtenga – dijo Sasuke entre dientes fastidiado con su antiguo sensei – no puede hacer eso.
- Venga, si no es para tanto – se defendió Kakashi – simplemente trataba de desconcentrar a Naruto y ver que clase de respuesta me daba, no lo decía en serio – agregó al ver el sharingan encendido de rabia – no te pongas así.
Naruto apoyo sus labios en la mejilla de su novio en un afán de tranquilizarlo un poco y comenzó a aplicar un poco de chakra en su vientre, con lo que este se relajo entre sus brazos y se apoyo en su hombro mucho más sereno.
- Siempre se ha sabido que los Uchiha son terriblemente celosos – le dijo Kakashi a Yamato – creo que lo mejor seria no provocarlos.
El ex ambu asintió en silencio, y es que jamás se imagino una reacción así del moreno, todo el mundo comentaba siempre lo frío que era, pero ciertamente no lo era con su pareja que ahora debía tranquilizarlo a fuerza de besos.
- Me pregunto si papa san habrá recibido mi mensaje – suspiró Naruto dejando que el moreno se acomodara en su hombro mucho mas relajado – porque enviarle a Gamasatobi a Jiraiya habría sido una pérdida de tiempo, vaya a saber donde anda “recabando información” y de qué tipo es esta.
- ¿Y quién es ese? – dijo Juugo intrigado mirando al rubio que acariciaba el cabello de su novio que se veía complacido por ello.
- ¿Recuerdas lo que controlaba Orochimaru? – dijo Sasuke enderezándose luego de un rato y él asintió – pues cada sanin tenía un animal místico que invocar, en el Casio del maestro de Naruto, invoca sapos y Naruto también lo hace y ha enviado uno de ellos como mensajero – explicó.
- Pero ¿no se supone que sólo puedes enviar esos animales sólo con otra persona que tenga firmado el contrato vinculante con ellos? – dijo Karin.
- Pues sí – asintió Naruto bebiendo un trago de jugo de su vaso – pero mi papá también fue alumno de Jiraiya y firmo en contrato vinculante con Gamabunta.
- Pues es un poco extraño – dijo Suigetsu dejando a un lado su botella vacía – Orochimaru le entregó este secreto a Sasuke porque pensaba usar su cuerpo más adelante, pero no se lo entrego a nadie más, decía que debía traspasarse únicamente a los descendientes de cada uno de los sanin, a nadie más.
- Tienes razón – dijo una voz divertida apareciendo detrás de ellos – pero Jiraiya nunca tuvo hijos y a mi me consideraba como su hijo y supongo que a Naruto lo consideró, así viéndolo, como a su nieto – le revolvió el cabello.
- Vaya que llegaron rápido – sonrió Kakashi – pero ¿no seremos demasiado ninjas para este pueblo? Es posible que levantemos sospechas – agregó.
- Bueno – dijo Minato pensativo – nosotros andamos en una misión de paz, por lo tanto nos dirigimos hacia una nueva aldea ninja que no reconoce a las cinco naciones como tales, según las investigaciones del Mizukage ellos están tratando de formar una nación aparte y su ninjas son mercenarios y tememos que estén reclutando a ninjas renegados tal como lo ha hecho akatsuki y lo hizo la aldea de la lluvia, en especial porque en las aldeas principales han desertado muchos ninjas, en Konoha no sabemos de ninguno aún, con lo que tememos han de contar de, por lo menos, unos quince o veinte jounins y chunins de bastante poder y ello pone en riesgo toda la labor de nuestra aldea.
- Es extraño – dijo Yamato – escuché decir, mientras andábamos de compras, que ellos ofrecen una cantidad fija de dinero mensualmente a sus ninjas y agregan, además, ciertos incentivos monetarios por metas cumplidas.
- Debemos averiguar qué clase de misiones cumplen y cuáles son sus intenciones al contratar y contar con ninjas traidores de otras aldeas, aunque dudo que sea para lago bueno – dijo Kushina sentándose junto a su hijo mayor – Espero que esos idiotas no te hayan dado muchos problemas.
- Se nota que no lo ha visto en verdadera acción – replicó Sasuke – pero de todas maneras no nos enfrentamos con ellos, estábamos cercados y era peligroso pelear con ellos en un bosque cubierto con lluvia de chakra.
- Y tu no habrias podido proteger a Naruto de tu hermano – le dijo Sai en tono sarcástico – debe ser terrible tener un hermano así – le recalcó.
- Pero yo tengo un hermano mejor – dijo Namida tratando de aliviar la tensión.
- Cualquiera pude tener un hermano mejor que este – dijo Sai fastidiado.
- Me gustabas más cuando no mostrabas tus emociones y ponías en tu rostro esa fea sonrisa cínica – le dijo Sakura molesta – deja en paz a Sasuke y a Naruto ¿quieres? Nunca tuviste ni la más mínima oportunidad con Naruto.
- Oye, Namida, en el pueblo hay una fiesta de disfraces – dijo Naruto entusiasmado ignorando las feas mirada que se dirigían Sasuke y Sai – y el parque de atracciones tendrá la entrada liberada toda la tarde y la noche, los más jóvenes podríamos ir y divertirnos un poco ¿no crees?
- Y les dejamos la investigación a los más grandes – dijo Temari entusiasmada con la idea – hace tiempo que no asistimos a una gran fiesta ¿verdad, Kankuro? – miró al marionetista que la miraba entre asombrado y divertido.
- Si lo dices desde la fiesta de Naruto, te doy la razón – dijo su hermano.
- Mm – dijo Sasuke rozando el brazo de Naruto – tengo ganas de comerme uno de esos grandes bombones de chocolate rellenos con crema de fresas que vimos en es tienda ¿la recuerdas, Naru – chan? ¿Me lo traerías, por favor?
- Yo te acompaño – saltó Namida y juntos salieron del recinto.
- Me parece extraño – señaló Ino – porque nunca te gustaron los chocolates.
- Es cierto – dijo Sakura – nunca nos los aceptaste para San Valentín diciendo que odiabas los dulces ¿Por qué ahora le pediste uno a Naruto?
- ¿Qué importa mientras Naruto esté dispuesto a ir a traérmelos? – replicó – y es cierto que quiero comerme uno, pero de su boca – dijo yendo a la puerta a esperar su regreso en el más absoluto silencio.
- Me recuerda cuando Kushina estaba embarazada de Naruto – comentó Minato – quería las cosas más extrañas que se le podían ocurrir, incluso aquellas que siempre había dicho odiar ¿recuerdas que te cargaba el ramen? – ella asintió – pero a las dos o tres de la mañana tenía que levantarme a preparártelo, por eso decidimos llamarlo Naruto – sonrió divertido.
- Pero Sasuke no puede estar embarazado – dijo Karin molesta – es imposible.
- Tú eres la chica fea que le dijo a Naruto adefesio – dijo Minato molesto mirándola de lleno – pero no me parecías tan fea como ahora ¿un tratamiento especial o eres así de fea por naturaleza? – agregó.
- Vaya, ¿ves que no era sólo ocurrencia mía? – le dijo Suigetsu burlón – eres fea con ganas, tanto que si te miras al espejo te puedes asustar – añadió.
- Minato, por favor – le dijo Kushina – no deberías ser así, no es su culpa ¿sabes? Pobrecita, nació así y no tiene arreglo – se compadeció.
Karin si puso de pie roja de furia, pero sabia que no podía hacer nada en contra de ellos, había demasiados ninjas de Konoha como para intentarlo siquiera y ella no podía decir que contara con el apoyo de sus compañeros de equipo, Suigetsu no se la tragaba ni en pintura, Juugo parecía estar interesado en la pelirrosa y Sasuke, bueno, era nuevamente un ninja de esa aldea. Por eso se alejó a grandes pasos fuera del comedor, pensó en buscar a los que reclutaban ninjas para ir a destruir a esos tipos, pero no podía hundir a Sasuke junto con ellos, eso jamás, tendría que encontrar la forma de deshacerse de ellos sin que pareciera involucrada en el asunto o nunca podría conquistarlo.

Naruto miraba los bombones, había muchas clases de ellos y varios de ellos cumplían con las condiciones que les había dicho Sasuke ¿cuál llevarle? Los miró atentamente, el moreno no le había dicho nada respecto a la forma o al color, había muchos, así que sacó su ranita monedero e hizo un cálculo mental antes de decidirse a llevarlos todos, si alguno no lo quería se lo comería él.
Namida miró el paquete que le entregaba a su hermano el dependiente y lo miró asombrado mientras este se encogía de hombros.
- Ni idea de cual es el que quiere – se defendió – así que mejor se los llevo todos, si alguno no le gusta, me lo comeré yo y fin del problema.
- Pero es demasiado dulce, se le cariaran los dientes y le dolerá el estómago – le dijo mientras caminaban de regreso hacia donde los esperaban lo demás – deberías tratar de consentirlo menos, se supone que debes cuidar a tu pareja.
- Creo que tú no lo entiendes – dijo Naruto – Sasuke regreso a Konoha después de varios años de ausencia porque yo se lo pedí y no quiero que vuelva a irse, quizás tengas razón en que lo estoy consintiendo mucho pero nunca antes me había pedido nada y mucho menos en ese tono ¿sabes? Generalmente solo me da órdenes y terminamos peleados cuando no acato.
- Vale, ya entendí, pero insisto en que se puede poner malito y quien al final va a pagar las culpas y las consecuencias vas a ser tú por darle tanto chocolate.
- Quizás no, podría ser que esto le ayude a regular el chakra que tan descontrolado ha tenido desde que el imbécil de Amichi lo atacó.
- Pues ese se merecía con creces la técnica que le aplicaste en la final, y me alegro que, pese a llegar hasta allí, no haya sido ascendido a chunin.
- Y que de gracias que no le aplique la máxima de mis técnicas, en caso contrario lo hubiese matado, ya que yo frené el odama rasengan antes de darle el golpe final, no pretendía matarlo como él quería conmigo
- Pues creo que Papá san habría saltado a defenderte si hubieses corrido ese peligro – sonrió – me ha estado entrenando, aunque no he avanzado como quisiera – le explicó – me estaba explicando lo que hacia mal cuando mamá y Temari san aparecieron y no alcanzó a frenar el golpe lanzado al aire, le dio de lleno a ella pero la rescató antes que se diera un golpe más grave.
- Pues no sé, yo creo que ellos aún se quieren mucho – hizo un gesto con la mano manteniendo el paquete con los chocolates firme con la otra – papá aún suspira por ella cuando cree que nadie lo esta mirando.
- Mamá se enoja con él, pero cuando sus miradas se cruzan se ruboriza levemente – asintió – quizás pudiéramos unirlos nuevamente, así tendríamos una familia de verdad ¿no crees? Sería muy bonito vivir en Konoha.
Naruto sonrió asintiendo y entraron en el restaurante viendo que Sasuke los estaba esperando junto a la puerta, este tomó el paquete y sus ojos brillaron con un fulgor especial cuando vio la cantidad y variedad que chocolates que le había traído su novio. Afirmándolos bien con una mano, le dio un fuerte abrazo al rubio y se lo llevó a su habitación casi en vilo, los iba a aprovechar al máximo, se dijo mostrando una sonrisa excesivamente pervertida.
- Si Sasuke no esta embarazado – dijo Minato que había estado observando atentamente a los muchachos – no puedo imaginarme que es lo que tenga.
Kakashi los siguió con la mirada pensativo, al parecer lo que decía el hokage podía ser perfectamente cierto, recordaba haber escuchado en el pasado a su padre que los Uchiha guardaban muchos secretos, desde la forma en que nacieron como clan hasta las técnicas que ellos poseían. Obito había mencionado en alguna ocasión la existencia de un poblado donde los Uchiha compraban todo tipo de cosas, desde las armas hasta medicamentos más peculiares, quizás existiera la posibilidad que alguno de esos secretos incluyera la fertilidad de las parejas del mismo sexo, después de todo ellos habían ido a ese pueblo según le escuchó a Naruto, por lo que Sasuke estaría embarazado del rubio, pese a todo su orgullo Uchiha, sonrió para sí divertido.
- Lo único malo de ello es que me van a hacer abuelo demasiado joven – se lamentó Minato esquivando a duras penas el golpe que trató de darle Kushina.

Naruto miró a su pareja un tanto asombrado, y es que Sasuke jamás había sido así, podía ser prepotente, egocéntrico y mandón, pero esa nueva faceta que le estaba mostrando no le cuadraba para nada con las actitudes tan “Uchiha” suyas que se gastaba en general, nunca se había esperado verlo poner una mirada tan tierna o que le pidiera tan sensualmente que hiciera algo por él, era algo salido de un cuento infantil, casi como un sueño fantástico.
- Venga, Naruto – le dijo abriendo la puerta de la habitación que compartían en un tono que lo invitaba a tantas cosas – quiero probar estos chocolates.
Y Naruto entró en el cuarto tratando de sacase de la mente los malos pensamientos que habían llegado a su cabeza en forma de tropel al escuchar el tono en que el moreno le hablaba, debía de estarse pasando rollos, su orgulloso novio no podía estarlo invitando a eso precisamente ¿o si?
Sasuke cerró con pestillo la puerta detrás de él para luego darle un suave empujoncito hacia la cama. Naruto perdió el equilibrio y cayó de bruces sobre la cama, pero de inmediato se dio vuelta para quedarse de una pieza al ver que Sasuke había desnudado su pecho y se sentaba sobre él con las rodillas a ambos lados de sus caderas, era demasiada perversión.
- Desde que leí en el libro de Kakashi cuán erótico era esto que he querido probarlo – le dijo tomando uno de los chocolates de la bolsita de papel – quiero probar el chocolate con la dulzura de tu piel, debe ser exquisito.
Naruto abrió la boca asombrado, iba a decirle algo pero sasuke aprovechó el momento para introducir uno de los bombones en su boca y degustarlo largamente dentro de ella jugueteando a la vez con su lengua. Casi sin pensarlo, empezó a hacer lo mismo y noto con asombro que peleárselo a la lengua de Sasuke lo hacía mas sabroso, por lo que comenzaron una guerra de besos tratando de evitar que el otro robase de su boca el bombón.
- Mm, que delicia – murmuró sasuke luego de haberle ganado el último bombón al rubio – pero quiero otra cosa ¿Me dejarías probar el chocolate en el resto de tu hermosa y deliciosa piel? – dijo en un tono que a Naruto casi lo hace desmayarse – en especial una que está muy sensible – dijo arrastradamente.
Y a Naruto por poco le da una hemorragia nasal al ver como Sasuke comenzaba a desnudarlo lentamente, aunque él no se estaba oponiendo precisamente, arrastrando poco a poco la boca por su piel con un bombón entre sus dientes dejando un rastro café por donde pasaba que luego langüeteó quitando del dulce de la piel pero dejándola pegajosa.
- Ah – gimió sintiendo placer – se siente rico – le dijo.
- Me alegro – dijo lanzándole una mirada mas pervertida si se puede mirando una bandeja de loza sobre la mesa – hagámoslo más delicioso ¿si?
Naruto asintió sin comprender mirando a Sasuke dejando el resto de los chocolates en la bandeja y luego derretirlo con uno de sus jutsus y abrió tamaños ojos al ver como este se derretía y luego lo enfriaba para depositarlo sobre ciertas partes de su anatomía.
- ¡Sasuke! – grito entre asombrado y avergonzado cubriéndose la cara con una de las almohadas pero dejándose hacer sin protestar.

Los akatsuki se habían quedado en la guarida en silencio, solo Pein y Konan estaban ausentes, al parecer algo había pasado en la aldea en la que estaba la base y habían ido allí a ver que estaba pasando. Mientras esperaban su regreso en la amplia sala de estar de la guarida, los demás se aburrían a mares, en especial Tobi que no dejaba de quejarse por no tener nada que hacer, así que se había dedicado a fastidiar a Itachi primero hasta que este amenazó con lanzarle un ametaratsu si no lo dejaba en paz, bien sabia que el moreno era capaz de cumplir su amenaza, así que se retiro y empezó a molestar a Kisame, que respondió pacientemente a sus provocaciones como quien habla con un niño pequeño, bebiendo impasible una poco endulcorada taza de té, hasta que se cansó de molestarlo, por lo cual se dirigió hacia Zetsu, pero este dejó repentinamente la guarida por un llamado de Pein.
- Esto está cada día más lúgubre – se quejó – faltan los maestros Sasori y Deidara para que le enseñaran sus juguetes nuevos a Tobi.
- Pues deberías buscar los que se les quedaron antes de irse al otro mundo y… (Censurado) – le replicó Itachi fastidiado, y es que a la mera mención del artista rubio se le culpaban los nervios, quizás pudiese pasar gran parte del tiempo mostrándose impasible, pero el tipo ese lo sacaba de quicio.
- Pues a Tobi le parece que Itachi sama también lo extraña – le replicó.
- Como se podría extrañar a un dolor de muelas – le dijo en toco sarcástico – lo único mal de esa pepea es que hayas quedado vivo – le dijo poniéndose de pie – mi hermanito pequeño no sabe hacer muy bien su trabajo.
- ¿Itachi sama quiere a Tobi muerto? – lloriqueó este como chiquillo.
- Deja de hacerte el niño pequeño – le dijo fastidiado – que sé perfectamente que no lo eres, a mi no me convences con esas escenitas de bebé ¿sabes? Además, me repugnas tanto o más que el propio Deidara.
- Oye, ya te estas pasando – le dijo poniéndose serio – una cosa es que no quieras a Tobi y otra que seas ofensivo con él ¿entiendes? – le dijo mostrando su ojo sharingan encendido con rabia.
- A mi no me asustas con eso y lo sabes bien – le replico sin usar el suyo – sé perfectamente cual es mi lugar y cual es el tuyo, así que no me salgas con esas idioteces, me carga que seas tan infantil – termino saliendo de la habitación completamente cabreado, en se aspecto era peor que Sasuke.
- Eres peor que Deidara – señalo Kisame divertido, no era típico ver a si compañero perder los estribos por nada – te aseguro que no te conviene tenerlo por enemigo, mucho menos que te coja odio – suspiro dejando su taza en la mesita que estaba frente al sillón en que estaba sentado – debes saber que nunca ha sido bueno provocar la ira de un Uchiha ¿verdad?
Tobi volteó la mirada hacia la puerta por la que había salido Itachi antes de sentarse en el sillón frente a Kisame, sabia que estaba jugando con fuego al provocar a Itachi, pero quería saber a ciencia cierta hasta donde llegaba la lealtad del moreno para con su organización, porque comenzaba a sospechar que, si los de Konoha le daban un buen incentivo los iba a traicionar.
- Itachi sama es una persona imprevisible – accedió al fin cansadamente.

Minato, luego de los insistentes ruegos de la mayoría de los muchachos (Kankuro y Shikamaru no estaban de acuerdo), accedió a dejarlos participar de la fiesta de disfraces del pueblo y, para poder evita posibles desaguisados por la imprudencia juvenil, insistió en que los adultos también participaran de ella, cosa en la que Yamato y Kakashi no estuvieron muy de acuerdo pero tuvieron que acatar porque eran las órdenes de su hokage.
- Será divertido – dijo Naruto mirando a Namida mientras escogian sus respectivos disfraces – Sasuke escogió vestirse de señor feudal, así que yo me vestiré de su samurai, Sakura va a vestirse, igual que Temari, de princesa, por lo que Juugo decidió vestirse de guardia imperial y Shikamaru tendrá que hacer lo mismo – sonrió al recordar la cara de su amigo – sólo me gustaría saber como se van a disfrazar los demás – tomó su ropa pensativo.
- Hay algunos que no necesitan ni disfraz ni máscara – le dijo en voz baja señalando a Karin que aún no se decidía – se ponga lo que se ponga seguirá siendo fea ¿no te parece? Y así quiere conquistar a tu Sasuke.
- Dejémosla ser, después de todo hasta mama se compadece de lo fea que es.
Tomando el resto de las cosas que componían sus respectivos disfraces se retiraron a sus habitaciones topándose con un aburrido Shikamaru que no dejaba de suspirar y decir que las mujeres eran unas problemáticas.
- ¿Qué te pasó con Temari san ahora? – le dijo Namida preocupado.
- No es ella, son las cuatro, me refiero a Sakura, Temari, Ino y la señora Kushina, que no se deciden cuál de los vestidos es más bonito y me han preguntado a mí porque quieren verse hermosas y cuando yo señalé que con cualquiera se verían igual, me sacaron a patadas del cuarto – se quejo.
- Debiste decir que se verían igual de bonitas – le dijo Minato divertido apareciendo por detrás de ellos sobresaltándolos – las mujeres son difíciles.
- Papá, no hagas eso – le dijo Naruto poniéndose la mano en el corazón – por poco y me das un infarto ¿acaso quieres dejar viudo a Sasuke? – le reclamó.
- No seas exagerado, hijo mío – le sonrió divertido – mejor vayan a cambiarse.
- Si, es hora, así estaremos juntos todos a la vez – dijo Namida pensativo.
- Pobre Iruka sensei, se esta perdiendo esta fiesta que la pudo haber pasado con Kakashi – dijo Naruto – creo que deberíamos tener algunas celebraciones así en nuestra aldea ¿no, Shikamaru? En especial si nos podemos relajar.
- Bien, suban de inmediato, quizás otro día podamos hablar al respecto con Tsunade, pero la aldea no está en condiciones de relajar tanto la guardia, así que aprovechen de relajarse esta noche porque el enemigo no nos va a dejar en paz por mucho tiempo – les ordenó severo – y recuerden no andar desarmados, no sabemos que nos podemos encontrar por allí.
Los tres jóvenes asintieron y subieron a sus respectivas habitaciones con sus disfraces dispuestos a cambiarse de ropa.

Itachi se sentó de nuevo frente a Kisame, se había cerciorado antes de entrar que Tobi no estuviera antes de perder los estribos nuevamente y revelar su secreto. Ese tipo era aún más insoportable que él en muchos aspectos.
- ¡Tobi tiene noticias! – dijo este sobresaltando a los dos – ah, Itachi san está de regreso – sonrió divertido – en fin, Tobi ha descubierto donde están los ninjas de Konoha y en ese pueblo hay una fiesta esta noche – sonrió bajo la máscara al ver la cara de fastidio del otro moreno – es de disfraces y me pareció ver al chico del Kyuubi escogiendo uno con otro chico rubio.
- ¿Qué es lo que pretendes, Tobi? – dijo Kisame mirándolo directamente.
- Bueno, había pensado que, como el jefe no está, podríamos divertirnos un poco y aprovechar de tratar de usar a la gente para atrapar al último biju.
- Pues no sé – dijo Itachi pensativo – los ninjas de Konoha eran cinco y se suman los tres del equipo de Sasuke, así que son ocho ninjas a los que tendríamos que enfrentarnos, además que no creo que Sasuke se alejase demasiado de Naruto como para no tener que causar un desaguisado y llamar la atención del resto de los ninjas – se bebió su té – deberías tener en cuenta que es Kakashi quien los acompaña, no sería una labor fácil de lograr.
- Itachi tiene razón – dijo Kisame tranquilamente sirviéndose más té – es bien sabido que el ninja copia es peligroso, y debemos tener en consideración al otro mayor del equipo, según nos dijo Zetsu, puede usar el elemento madera.
- Es extraño – dijo Tobi pensativo sentándose junto a Kisame porque sabia que Itachi lo mataría si se acercaba – ese era el elemento del primer hokage.
- Tal vez haya sido alguno de los experimentos de Orochimaru – dijo Itachi dejando su taza en la mesita frente a él – hizo muchas cosas extrañas.
- A Tobi le alegra que ese este muerto – dijo el enmascarado – habría sido un problema que él siguiera tratando de entrometerse en los asuntos de Akatsuki.
- De todas maneras, podemos reunir información sin tener que descubrirnos frente a ellos – señaló Kisame – como simples civiles siempre es más fácil.
- ¡Si! – saltó Tobi feliz - yo me encargaré de buscarles los disfraces perfectos para tan animada fiesta – dijo poniéndose de pie yendo hacia la bodega.
- Espero que no pretenda que nos pongamos un tutú rosa – dijo Itachi.

Naruto se reunió con el resto de los varones en la sala de espera sonriendo, Sasuke lo había echado del cuarto para terminar de vestirse tranquilo, no había dejado de acariciarlo mientras se vestía babeando por lo bien que se veía sin ropa, al menos esa excusa había esgrimido ante él, pero Sasuke estaba muy “sensible” y lo sacó para poder vestirse.
- Vaya, te vez muy bien – le dijo su padre abrazándolo – somos una familia de chicos guapos – señalo a su hermano divertido – muy guapos.
- Y muy humildes – dijo una voz femenina entrando en la sala y el rubio mayor se quedó con la boca abierta – ¿Qué te pasa, Minato?
- Mamá – dijo Namida sorprendido también – te ves bellísima.
- Es… es como una diosa – dijo Minato sonrojado por sus propias palabras.
- Sakura san – dijo Juugo avanzando hacia ella – pareces una auténtica princesa de cuentos – agregó admirándola boquiabierto.
- ¿Y para nosotras no hay piropos? – dijo Ino medio molesta y divertida.
- Ustedes también se ven muy bien, Ino – dijo Chouji sonriendo a su compañera de equipo mirando a Shikamaru que no atinaba a cerrar la boca mirando a Temari – igual que Temari san ¿verdad, shikamaru? – y este asintio atontado sin atinar aún a decir ni media palabra.
- ¡Guau! – dijo salir Naruto con un silbido dirigido a su pareja – te vez fenomenal, el disfraz te queda como pintado – le acaricio la mejilla mientras admiraba el traje que bajo la túnica se ajustaba a su cuerpo como segunda piel.
- Bien, es mejor que salgamos luego, antes que algunos decidan regresar a sus habitaciones – dijo Kakashi que, sorprendentemente, había llegado temprano.
En eso apareció Karin vestida de odalisca y tres de los jóvenes ninjas hicieron gestos de asco y Sasuke la miro sorprendido.
- Creo, Karin, que esta vez te pasaste – le dijo el moreno.
- Me veo muy guapa ¿verdad? – sonrió ella con su sonrisa más coqueta.
- Pareces una prostituta – le dijo Sai…

Continuara…

Perdonen la tardanza, pero la lluvia me inspiró hoy.
Notas finales: ¡¡Dejen comentarios!!

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