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El regreso por Shiochang

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Notas del capitulo: ¿Podrá Sasuke convencer a Naruto o tendrá que conformarse con ser su amigo-hermano?
El regreso 

El camino del ninja está plagado de sorpresas, todos los que lo siguen saben que es así, en especial aquellos que ya lo han recorrido por muchos años, pero siempre puede sorprenderles aún más.

  El héroe de Konoha 

Tsunade estaba realmente asombrada de verlo de regreso con un brazo rodeando a Naruto y el otro rodeando a Uchiha Sasuke, así que no podía ser un fantasma, y tampoco creía que fuese un genjutsu porque Jiraiya estaba detrás de ellos sonriendo divertido.

- Esto es imposible, se creyó que estabas muerto – dijo Tsunade al fin.

- Bueno, de cierta manera lo estaba – suspiró – por sellar a Kyuubi quedé atrapado entre dos dimensiones, en un mundo en el cual no existía ni el tiempo ni el espacio, no podía acumular el chakra necesario para romperlo y apenas hace una semana conseguí liberarme de él bastante lejos de aquí.

- Shizune, Sakura, necesito que le consigan un alojamiento adecuado al cuarto Hokage – ordenó y ambas ninjas asintieron saliendo.

- Estaba pensando en quedarme con los muchachos – le dijo Minato – después de todo me he perdido toda la vida de mi hijo por una mentira.

- ¿Qué quieres decir con eso, Minato? – le dijo Tsunade preocupada antes de sentarse frente al escritorio.

- Es que yo no estaba dispuesto a convertir a Naruto en el portador del Kyuubi, menos si yo no iba a estar a su lado para cuidarlo, él no iba a ser un arma para mantener el equilibrio con otras aldeas ninjas – dijo deteniéndose frente a la ventana – pero se me prometió que Kushina iba a ser protegida y si ella llegaba a faltarle, alguna de las familias nobles de Konoha se haría cargo de él.  Sin embargo, Naruto nunca fue tratado como se merecía, no tuvo una familia y menos una infancia normal ¿Se puede saber qué pretendía Konoha de él?

- Hubo muchos problemas luego que desapareciste – dijo Jiraiya – no sabemos qué fue de tu esposa, pero el tercero decidió protegerlo y habló con Uchiha Tamano para colocarlo en su familia, tal como era tu deseo.

- Pero mi padre no lo aceptó – dijo Sasuke asombrado – él sabía…

- Yo había hablado con él al respecto, era uno de los líderes más responsables que existían en el Ambu, uno de los pocos de raíz en el que se podía confiar.

- Por lo que hemos descubierto – dijo Tsunade – ese grupo ha estado actuando a nuestras espaldas con la intención de adueñarse de la aldea y los Uchiha eran miembros importantes de él, quizás por ello no quiso colocarlo tan cerca de su alcance, ellos eran los que deseaban que Naruto fuese nuestra arma.

- ¡Pero se me prometió que estaría bien, que tendría una familia, que tendría amigos! – dijo volviéndose furioso – no lo iban a tratar como si fuera un monstruo, ni él iba a enterarse hasta que tuviera los 17 de lo que llevaba dentro ¿Qué clase de infancia le iba a dejar a mi hijo? ¡Esa no, te lo aseguro!

- Tranquilo – le dijo Jiraiya impresionado – Tsunade no tiene la culpa, ella no estaba aquí en ese tiempo – le puso una mano en el hombro – el tercero hizo lo que pudo por cumplirte, pero alguien nos traicionó y se supo de aquello.

- Pude ver en Naruto como fue tratado con desprecio y hasta rencor por todo el mundo en esta aldea, creció solo, a los otros niños no se les permitía juntarse con él, algunos hasta se burlaban de él con el apoyo de sus padres ¿Es que acaso nunca dijeron a nadie que era mi hijo?

- Habría crecido a tu sombra, hubiese sido peor – dijo Tsunade.

- ¡Le habrían tenido un poco de respeto! – dijo comenzando a pasearse – no creo que los aldeanos merezcan tenernos de regreso, no si ellos…

- ¡Papá, no digas eso! – dijo Naruto sorprendido – yo algún día seré Hokage y nunca me voy a arrepentir de protegerla, como lo hicieron muchos otros ninjas.

- Lo más probable es que todo venga del mismo punto – dijo Jiraiya pensativo – Raíz Ambu estuvo muy satisfecho luego que Kyuubi fuese sellado dentro de Naruto y quisieron tomarlo a su cargo pero el tercero no los dejó, en especial luego de hablar con el jefe del clan Uchiha, ni siquiera me lo quiso entregar a mí o a Kakashi, se lo entregó a un muchacho que apenas era chunin, con él estuvo a salvo todo el tiempo antes que entrara a la academia.

- Pero el único Uchiha que ahora queda es él – señaló a Sasuke.

- Raíz se ha estado nutriendo de todos los Ambu ambiciosos o que le guardan algún rencor a la aldea – dijo Tsunade – sabemos con certeza quienes nos son leales, pero hay otros que no sabemos de que lado están.

- Papá, no odies a Konoha por haber caído en las mentiras de otros – le pidió Naruto abrazándolo – no es su culpa.  Además, eso les daría la victoria ¿ves?

- Supongo que tienes razón – suspiró abrazándolo también – no podemos dejar que los traidores nos ganen la batalla y se adueñen de la aldea.

- Supongo que podremos descubrirlos tan pronto se enteren de tu regreso.

- ¿Qué piensas, Abuela Tsunade? – dijo Naruto divertido.

- Muchachito irrespetuoso – le dijo molesta – presentaremos a Minato de regreso en la Aldea luego de una larga y muy fructosa misión en el extranjero, tan secreta que ni yo sabía de ella, dado que había sido un arreglo entre él y el tercero – miró al rubio que asintió – y que ahora regresa a hacerse cargo del entrenamiento final de su hijo y se dedicará a supervisar la educación de los nuevos ninjas en la academia – terminó.

- Todo porque no te gusta visitar la academia todos los días – le dijo Naruto.

Tsunade se puso de pie dispuesta a darle un buen golpe en la cabeza.

- Ni se te ocurra ponerle un solo dedo encima – le gruñó como un tigre defendiendo su cachorro mostrando sus ojos afinados – no admitiré que nadie más le falte el respeto a mi hijo en esta aldea, ni siquiera una hokage.

- ¡Papá, no exageres! – le dijo Naruto – no necesitas enojarte con Tsunade, ella nunca me haría algo malo porque sí – le sonrió a la rubia – venga, vamos a ver donde nos quedaremos, quizás la casa de Sasuke sea lo adecuado ¿no?

Sasuke trató de sonreír, así que a eso se refería el sanin cuando decía que el cuarto iba a sacar las garras por su hijo, esperaba que no los pillase discutiendo como lo hacían antaño, generalmente se decían cosas y luego se agarraban, pero ellos eran muy buenos amigos, pese a todos los insultos y los manotones de cuando en cuando durante los entrenamientos o misiones.

- Está bien, iremos a conocer la casa de mi yerno y luego prepararemos la ceremonia del regreso junto con el festival del inicio de los exámenes – dijo el rubio mayor luego de lanzarle una mirada amenazante a Tsunade – y como yo descubra a quien fue el desalmado que empezó los rumores, lo voy a destripar vivo y colgar de sus intestinos desde la montaña de los hokages – agregó saliendo de la oficina llevándose a Naruto y Sasuke enojado.

- ¡Ya te dije que Sasuke no es mi novio, es invención de Ero Senin! – escucharon desde dentro protestar al rubio menor.

- Desde cierto punto de vista, él dice la verdad – se rió el sanin – pero Minato ya lo había elegido hace mucho tiempo para compañero de su hijo, era por eso que quería que crecieran juntos, solía decir que en ese clan sería más fuerte, sin embargo, sospechaba de la lealtad del clan ¿Quién iba a saber que el clan nuevamente iba a revivir las ambiciones de Madara Uchiha?

- El poder se mezcló con la ambición y ambos se les subieron a la cabeza, quizás ellos ya no estén presentes, pero hay muchos que han heredado sus ideas, no me cuadra que Kyuubi haya escapado por si solo del sello de Madara y menos sin que este se rompiese, es como si se lo hubiesen levantado.

- Lo sé, sólo un Uchiha tan fuerte como él pudo haberlo levantado – se acercó a la ventana – me pregunto cómo tomará raíz el regreso de Minato y la protección que le pretende dar al último de los Uchiha, quizás sea el golpe necesario para sacarlos a la luz de forma definitiva.

- Ojalá sea así – suspiró la hokage – me gustaría salir finalmente de las dudas.

 

El cuarto sonreía ante las ocurrencias de su hijo, quien le señalaba todas las locuras que hizo mientras estaba en la academia aunque se había percatado que su moreno amigo estaba en silencio, como si estuviese rumiando algo.

- ¡Me perseguían todos los maestros de la escuela! – se reía Naruto – les había pintado las caras a los Hokages, pero ellos no me pudieron atrapar, excepto Iruka – sonrió – nos castigó a todos por haberme fugado ¿verdad, Sasuke?

- Si, nos hizo repetir la transformación a todos – miró hacia las caras esculpidas en piedra – nosotros nos transformamos en Iruka, pero Naruto vino e hizo esa técnica que le mostró antes, él se desmayó y luego le gritó molesto.

- Y también se la hice al viejo Hokage – sonrió Naruto divertido – también se desmayó, era un viejito muy pervertido ¿Es herencia en los Hokage?

- Qué cosas dices – se rió su padre – si así fuera, Tsunade también lo sería.

- Bueno, yo no he estado muy relacionado con ella – le dijo Naruto – pero ella tiene muchas oportunidades de ver hombres en el hospital de Konoha.

- Quizás tengas razón, pero que yo sepa, el tercero era pervertido antes de ser hokage – dijo Minato divertido – y yo nunca tuve esas tendencias.

- Pues no sé – dijo Naruto alejándose de él un poco – Kakashi y Jiraiya son pervertidos y uno era tu alumno y el otro, tu maestro ¿qué nos deja eso?

- ¿Qué se supone que estás insinuando, granuja? – le dijo el cuarto mirándolo fijamente.  No le gustaba lo que Naruto le decía, aunque fuera en broma.

- Dicen que el alumno termina por superar al maestro, así que si superaste en técnicas a Ero senin ¿no existe también la posibilidad que…?

- ¡Óyeme bien, mozalbete! – le dijo ofendido – nunca en mi vida he sido del tipo de hombres que necesiten espiar a las mujeres, soy lo bastante guapo para…

- No te ofendas – le dijo riendo – sólo quería salir de dudas – se acercó a él y lo abrazó – pero Kakashi también es guapo e igual lo hace.

- Bueno, que ellos sean así no significa que otros tengan que serlo también.

- ¿Encuentras guapo a Kakashi? – dijo Sasuke en un tono extraño.

- Sólo es lo que dicen las muchachas en la aldea – dijo Naruto poniendo las manos en su nuca comenzando a caminar de nuevo sin darse cuenta del tono que usó el moreno – a mi no me llama particularmente la atención, es mi maestro y de allí no pasa ¿Quién sería tan idiota para poner sus ojos en semejante pervertido?  Sería casi lo mismo que ir tras Jiraiya.

- No tienes que ponerte celoso – le dijo Minato divertido – Kakashi está muy viejo para mi hijo, además de ser un pervertido rematado, un buscador de excusas vanas y un desordenado total.

- Es bueno saber que mi antiguo maestro guarda tan buenos recuerdos de mí – le dijo el aludido un tanto ofendido – según tu mismo puedes ver, he cambiado.

- ¡Mentira! – lo desdijo Naruto – llegas atrasado a los entrenamientos, siempre con excusas tontas, te la pasas leyendo ese libro pervertido y por eso Tsunade te sacó del mando de nuestro equipo ¿no?

- ¡Me sacó del equipo porque Yamato podía controlarte mejor que yo! – le dijo ofendido – mi capacidad nunca fue puesta en cuestión, sólo que tu poder superaba con demasiado el mío, te salías de control con mucha facilidad.

- Cierto – suspiró – lo siento, Kakashi, no quise ofenderte, sólo quería hacer énfasis en que no has cambiado tanto en este tiempo.

- Mi chico, tienes que aprender a medir tus palabras si quieres llegar a ser Hokage – le sonrió – pero supongo que no es coincidencia que estés por aquí en estos momentos ¿verdad, Kakashi?  ¿Ocurre algo malo?

- No, sólo que Shizune dice que debemos alojarte bien y no encontraban un lugar adecuado, así que pensaron en preguntarte si querías quedarte en la antigua casa de los Uchiha mientras te adecuaban una casa.

- Es precisamente lo que estaba planeando – dijo este asintiendo – si es que el señor Uchiha no se ofende, claro está – le sonrió y este asintió – bien, tenemos su autorización, así que no hay problemas – Kakashi hizo un gesto e iba a irse cuando Minato lo detuvo – Naruto se quedará con nosotros, Sasuke no querrá tener a su novio lejos por las noches sin vigilancia ¿verdad? – le guiñó un ojo al aludido y este desvió la mirada un tanto sonrojado.

- Así que es por eso que estás de regreso – dijo Kakashi malicioso mostrando su ojo divertido desapareciendo en una ráfaga de hojas verdes.

- ¡No andes diciendo esas cosas! – dijo Naruto rojo hasta las orejas – las admiradoras de Sasuke van a querer matarme, y aquello no es cierto.

- Quizás de tu parte no… todavía – le dijo sin cambiar de expresión mirando a Sasuke que esquivaba los ojos de Naruto – pero hay alguien que si quiere.

- ¡Eres tan pervertido como ero senin! – le reclamó – mejor vamos a Ichiraku a comer ramen así me olvido de tus ideas mientras esperamos que la casa de Sasuke esté habitable ¡y pienso irme a mi departamento! – le advirtió.

“Eso quisieras tú” dijo su padre mentalmente cruzando una mirada divertida con Sasuke, el moreno parecía pensar lo mismo que el rubio mayor y se encogió de hombros, ya vería el joven zorro, caería en las garras del Uchiha.

 

Naruto estaba de espaldas en su cama en la nueva habitación el la mansión Uchiha ¿cómo había terminado durmiendo allí? Ni idea, sólo sabía que entre tazón y tazón de ramen lo habían hostigado tanto con el tema, más su padre que el propio Sasuke, que había accedido a pasar la noche allí.  Sin embargo, una vez que entró en la habitación que le habían asignado, descubrió que todas sus cosas habían sido trasladas a ese lugar ¡todas!  Desde su pijama hasta los pocos recuerdos que tenía en su departamento.  No era que no hubiese querido tener más, pero su sueldo de ninja no le alcanzaba para más teniendo en cuenta que más de la mitad se lo gastaba comiendo y el resto le tenía que alcanzar para pagar las otras cuentas.  Eso lo había hecho aprender a ser ahorrativo, los únicos lujos que solía darse era con el ramen, los otros no tenía ocasión de dárselos por falta de dinero, como era amoblar mejor su cuarto, cambiar las cortinas o poner tapices nuevos a los sillones ¿para qué si nadie iba a visitarlo nunca?  Y menos pensar en cambiar la cama, que harto vieja ya estaba, si le había costado una semana de su sueldo cambiar el colchón.  No, él sabía que esos lujos no se los podía dar, así que había aprendido a tener los gastos según lo que ganaba y guardar cuando le salían trabajos extras.  Pero esa habitación era lujosa, casi tanto como las de algunos hoteles en los que se alojaron en alguna ocasión con Jiraiya, la cama muy cómoda y las cortinas eran delicadas y bonitas.  Por supuesto, no podía esperar menos de la que era la mansión de los Uchiha, siempre había sabido que Sasuke era rico y que no sólo por bonito lo perseguían las chicas, pero nunca se interesó en averiguar por qué, es ese tiempo todo lo que tenía que ver con Sasuke o lo suyo le molestaba.

Un golpe suave lo sacó de sus cavilaciones y miró hacia ella sentándose en la cama antes de responder con un seco pase, estaba seguro que era su padre.

- Veo que ya te has acostado – le dijo el cuarto acercándose a él – ya sé que estás molesto, pero no fue idea mía que trajesen tus cosas aquí, supongo que fue Kakashi quien lo hizo, después de todo lo que dije, lo tomó en serio.

- Papá ¿en serio pretendes emparejarme con Sasuke? – dijo preocupado.

- De cierta manera, me agrada el muchacho – le dijo pensativo – me habría encantado que crecieran como hermanos, que se gustaran y todo ese rollo – movió las manos al ver que su hijo se enfadaba – no, no es lo que piensas, es que a mí me gustaba la madre de él cuando era niño, pero cuando alcancé cierta edad, conocí a la hermosa muñeca que era tu madre y se me pasó el amor y por eso le dije que cuando tuviera una hija la emparejaría con su hijo, pensando en Itachi – vio la cara de asco que le ponía – venga, se suponía que no tendría más hijos – sonrió – luego Nació Sasuke y tu madre te esperaba a ti, yo creía que serías mujer, así que te ligué a él antes que nacieras, fue grande mi sorpresa cuando resultó que tenía un varón y un lazo que no se podía romper, aunque esperaba que ustedes llegasen a ser grandes amigos si no llegaban a ser novios y cada cual tomaba su camino en esta vida.

- Así que por eso estaba tan ligado a Sasuke – dijo mirándolo directamente a los ojos – gasté muchos años de mi vida persiguiendo ser lo bastante fuerte para rescatarlo de las garras de las sombras en las que se había sumergido, pero nunca me cuestioné el motivo, siempre pensé que era por cumplirle mi palabra a Sakura, ella lo amaba y lloraba tanto por su partida y su rechazo, que no pude resistirlo y le juré que lo traería de vuelta, costara lo que me costara.

- No me has contado respecto de aquello, sólo que se fue.

- Sasuke vive torturado por el recuerdo de su clan muerto a manos de Itachi y juró alcanzar el poder para vencerlo y matarlo – se miró las manos – pero cuando él volvió por estos lados, venía tras de mí, en realidad, querían el poder de Kyuubi, se enfrentaron y él lo derrotó dejándolo inconsciente, trajimos a Tsunade de vuelta y ella lo despertó, pero de allí en adelante Sasuke comenzó a cambiar conmigo, a cada rato recordaba que no había sido capaz de protegerme de Gaara, que fue al revés la situación y quien venció a Shukaku fui yo, en otras misiones fue lo mismo, empecé a dejarlo atrás debido a que Kyuubi me prestaba su poder, hasta que se cabreó y me retó a una pelea, el chidori combinado con su Sharingan contra mi rasengan básico, Kakashi nos detuvo, pero él estaba dispuesto a matarme.  Esa misma noche se marchó con la gente de Orochimaru, por la mañana salimos en equipo a perseguirlo, Kiba con su perro Akamaru, Shikamaru, en su primera misión de chunin, Chouji, Neji y yo, casi todos nos arriesgamos demasiado con rivales que superaban en poder a muchos de los ambus y jounins de nuestra aldea, conseguimos recuperarlo antes que llegase con ese idiota y ganamos tres años para él, pero tuvimos una batalla en el valle del fin a muerte, tanto así que Kyuubi se adueñó de mí manifestando la novena parte de su poder, le dimos duro y Sasuke consiguió perfeccionar el sharingan base, pero ello no le ayudó demasiado, usó el poder del sello maldito y me quiso matar, yo evité que Kyuubi lo matase deshaciendo el rasengan arañándole la bandana solamente, pero el poder usado fue demasiado y caí rendido y de todas maneras huyó – levantó su mirada hacia el hokage – no sabes lo mal que me sentí, Chouji y Neji casi se murieron en ello venciendo a los del sonido, Shikamaru resultó con un dedo fracturado, Akamaru y Kiba terminaron muy mal heridos, Lee, que se nos unió más tarde, se salvó por poco de Kimimaru, y yo, el último escaño, no fui capaz de traerlo de regreso, aún me siento basura cuando lo recuerdo – las lágrimas corrieron – era mi amigo, lo consideraba mi hermano, pero eso a él no le importaba, quería poder para matar a Itachi a como diera lugar.

- Sé que eres mucho mejor que eso, hijo, porque, pese a la manera en que fuiste tratado siempre, nunca buscaste venganza en contra de la aldea, al contrario, la has conquistado dándole lo mejor de ti para protegerla – se sentó a su lado abrazándolo – Orochimaru jamás comprendió que el verdadero poder de un ninja sólo podía manifestarse cuando protegía a los suyos, cuando entregaba sus técnicas por amor hacia alguien, no puedes dar lo mejor de ti.

- Si, pero yo no quiero que Sasuke sea igual a Itachi ¿acaso no comprende que matándolo sólo se igualará a él?  ¿Qué igual va ser un asesino de su clan?

- Es difícil superar el trauma de perder a los seres queridos, Naruto.

- ¡Yo lo perdí a él y nunca me di por vencido! – lloró abrazándose a él.

- Nunca me has perdido – le dijo Sasuke entrando a la habitación abrazándose a él – gracias a ti, sabía qué quería Orochimaru de mi y mantuve la cordura, consiguiendo todas sus técnicas sin perder de vista mi objetivo, siempre pensando en qué sería de ti, si Akatsuki te tendría o si te acordabas de mí.

- Y el parcito niega su relación – dijo Minato divertido dejando que Sasuke se recostara con Naruto abrazado a su pecho – en fin, el lazo sellado de ustedes es imposible de romper, se podrán hacer daño, pero este es muy elástico y llegará un momento en que no dará más y los traerá de vuelta uno al lado del otro, es así de simple – se puso de pie – ambos conocen la soledad y el dolor de no sentirse parte de un todo y por ello se ha fortalecido el lazo.

- Y ahora dirás que vas a escribir una novela de amor con nosotros de protagonistas – dijo Naruto divertido acomodándose inconscientemente sobre el pecho de Sasuke – no hay remedio con los viejos, son todos pervertidos.

- No seas insolente – se rió – mira que te voy a sacar el jugo estando terminada la segunda parte del examen chunin y me podría desquitar con creces.

- Como si yo no recordara que estás más oxidado que las bisagras de la puerta del fondo de los salones de evacuación de la aldea – le replicó.

- Ya vas a ver cuan oxidado estoy – lo amenazó riendo saliendo de la habitación – por cierto, no vayan a hacer mucho ruido, quiero descansar antes de que se inicie el carnaval ¿eh? – agregó antes de cerrar la puerta alcanzando de evitar que una almohada que le arrojaba Naruto le diese en la cara.

- ¿Me puedo quedar a dormir contigo? – le dijo Sasuke casi con timidez.

- Pensé que eso pretendías hacer – le dijo el rubio bostezando acomodándose para dormir – buenas noches, Sasuke malo.

- Buenas noches, tonto Naruto – sonrió y se durmieron profundamente.

- Quien como esta juventud – dijo Jiraiya sentado en el techo mirando las estrellas al sentir que su antiguo alumno se colocaba a su lado.

- Pues a este paso, creo que ninguno de los dos va a dar el primer paso.

- Pues no te apures demasiado, apenas están empezando ¿quién dice si después no te tienes que poner tapones por las noches para poder dormir?

- Quizás debiera acostumbrarme a dormir temprano – sonrió también sentándose derecho a su lado – iré a dormir, de todas maneras tendremos que presentarnos mañana temprano a la academia a averiguar quién puede hacer de tercero en el grupo de Naruto para el examen.

- Se nota que eres un padre preocupado – le sonrió – pero hazlo antes que nadie sepa que Naruto es tu hijo ¿vale?

- Está bien, me doy perfecta cuenta que si lo hago después, no será la persona adecuada para su equipo y tendrán problemas durante el examen.

 

Iruka estaba de pie mirando al cuarto hokage que revisaba los expedientes de los muchachos que Yamato había considerado adecuados para formar parte del equipo de Naruto, este ya había hecho la selección, sin embargo, ahora no se trataba de insertar a Naruto dentro de un equipo, sino de insertar a alguien en el equipo de este ya que Sasuke, con el apoyo del mismo cuarto, estaba de regreso y le acompañaría.  Yamato había estado sorprendido por la decisión del hokage y un tanto dolido por su falta de confianza en sus decisiones, sin embargo, sólo le había bastado una mirada de aquel para comprender la situación e ir por los candidatos para que se entrevistaran con el equipo de Naruto.  Iruka se acercó al rubio y miró los expedientes.

- Todos ellos han sido mis alumnos – le dijo al fin luego de un largo momento de silencio – y conozco bastante bien a Naruto, yo diría que la mayoría de ellos no sería adecuado para formar parte de su equipo, en especial si Sasuke está de regreso – el cuarto lo miró un segundo bajando los expedientes – sé que no soy quien para elegir a sus compañeros o al jounin de ellos, pero hubiese preferido mil veces que fuese Gai el maestro de Naruto que Kakashi.

- Tú quedaste a cargo de Naruto antes que fuese genin ¿verdad?

- Si, en Naruto puse todo mi interés dado que él era como yo, sin familia y sintiéndose abandonado, el viejo tercero decía que yo era un buen ejemplo.

- Me alegro que haya alguien que lo quiera tanto – le sonrió el cuarto comprensivo – y si es así ¿por qué no decides tú quienes son los mejores?

- Bueno, estos dos los doy por descartados porque son como era Sasuke en la academia, de seguro Naruto no los aguanta ni dos minutos por lo engreídos que son – le explicó – a este lo elimino de antemano dado que a Sasuke no le va a gradar nada un tipo que lo único que sabe hacer bien es esconderse y rendirse sin luchar, ha fracasado tres veces el examen escrito por no arriesgarse con la décima pregunta – miró a los demás – Hyuga Hikito, de la rama secundaria de ese clan podría ser adecuado, es un joven bastante centrado, aunque distinto de ellos, que podría traer un poco de equilibrio entre ellos, recuerdo que Naruto era bastante especial con respecto a Sasuke y su forma de ser, después de todo, es un Uchiha y no podía dejar de hacerse notar – sonrió al recordar y luego volvió a mirar al rubio – disculpe, pero ¿por qué está tan interesado en ellos? – dijo al fin casi con timidez.

- Bueno, de todas maneras vas a enterarte después – dijo – pero no digas nada aún ¿De acuerdo? – él asintió – Naruto es mi hijo, por eso lo hago.

- ¿Su hijo? – dijo en casi un susurro – pero el tercero nunca me dijo nada cuando le pregunté quienes habían sido sus padres, decía que la curiosidad de Naruto iba a ser saciada cuando cumpliera los 17 y que yo también iba a ser parte de aquello porque había hecho las veces de padre, aunque precoz.

- Si, algo me dijo Jiraiya, el tercero debió confiar mucho en ti como para entregarte semejante responsabilidad pese a tu juventud y te estoy muy agradecido que él sea como es – le sonrió con tristeza – siempre me imaginé que me odiaría cuando regresara a su lado, claro que no me imaginaba la infancia que tuvo, en especial porque yo le entregué ese demonio.

- Naruto siempre lo ha admirado y ha querido parecerse a usted, queriendo ser amado por la gente de la aldea por su fuerza y valor, no le agradaba esa mirada fría que todos le lanzaban, pero jamás se quejó ni hizo nada en su contra, pese a que se corrió la voz que era el Kyuubi.

- Iruka, de casualidad ¿tú no me puedes ayudar a encontrar a aquella persona que hizo correr la voz respecto de eso? – dijo el cuarto apretando los puños – Naruto no debía saber de aquello, así como tampoco los civiles y ninjas que no habían participado de aquella batalla, así que alguien debió de haberlo hecho.

- Quizás si usted me dijera quienes estaban allí en ese momento…

- Bueno, quedo descartado yo – dijo frotándose la nuca en un gesto muy parecido a los de su hijo, por lo que podía apreciar Iruka – lo mismo el tercero y Jiraiya, así que sólo quedan dos personas, ambos eran líderes del Ambu en ese tiempo, pero también pertenecían a raíz – miró a Iruka – Aburame Akage y Uchiha Toshiro, me parece que eran ellos lo que estaban allí esa noche.

- Uchiha Toshiro – dijo Iruka pensativo – no creo que haya sido él aunque nunca lo sabremos porque Itachi lo mató hace siete años, pero Akage es imposible, murió al otro día de la batalla de una manera bastante sospechosa, aunque nunca se pudo saber con certeza la causa de su muerte.

- Así que no lo voy a poder despanzurrar – dijo molesto – aunque podemos rastrear la forma en que esto se filtró y quienes más le ayudaron.

- Hokage sama – dijo Yamato en la puerta – aquí están los muchachos.

- Iruka ¿podrías traer a Naruto y a Sasuke al campo tres de entrenamiento? Creo que lo mejor sería que hicieran una pequeña prueba de campo par ver si son compatibles – Iruka asintió y salió – Yamato ¿vas a acompañar a los chicos en el examen?  Para entregar las solicitudes del examen.

- Con Sasuke de vuelta, debe asumir el cargo Kakashi, aunque no le guste.

- Habrá que hablar con él – suspiró poniéndose de pie acercándose a los muchachos, el que le había indicado Iruka era bastante distinguible por sobre los demás, aunque apenas tenía catorce años era bastante alto y tenía los ojos blancos típicos de su clan, el cabello renegrido largo hasta un poco más abajo de los hombros sujetos en una coleta – supongo que saben quién soy yo y por qué les pedimos venir ¿verdad?

- Porque el loco rubio ese necesita de un equipo si quiere ascender de grado – dijo uno de los muchachos de forma pedante, de inmediato descubrió por qué Iruka lo había eliminado – no creo que sea la gran cosa, solo un suertudo.

- La suerte también es parte de la fuerza de un ninja – le replicó el cuarto, realmente ese muchacho quedaba descartado – y Naruto tiene la suerte que Uchiha Sasuke esté aquí para complementar su equipo.

- Pues no le veo mucha suerte a tener un traidor en el equipo – replicó.

- Ya veo lo que me comentaba Iruka – dijo bastante molesto mirando Yamato que se encogía de hombros – en fin, estoy seguro que Sasuke no podrá traicionar a Naruto, así que ellos dos son un equipo fuerte sin necesidad de un tercero – se encaminó hacia la puerta – si no fuera porque las reglas del examen exigen un tercero y dice que no existen las excepciones, ellos no tendrían que buscar un nuevo miembro.

- Pues yo no pienso unirme a esos dos, no mancharé mi buen nombre.

- Me pregunto cómo fue que te graduaste en la academia ninja – dijo el cuarto sorprendido pero molesto – uno no siempre puede elegir las misiones y los camaradas que te van a servir de apoyo ¿cómo haces trabajo de equipo?

- Eso, ellos son más bien un estorbo que debo soportar para ser mejor.

- Ya veo – dijo – entonces, es mejor que te retires – añadió y vio como se alejaba – ese muchacho nunca será un buen chunin, ni siquiera es buen genin.

- Perdone, hokage sama, pero ¿por qué está tan interesado en que ellos tengan el mejor equipo para este examen? – dijo Hikito.

- No todos los genin tienen ocasión de lograr pasar todas las fases del examen, hay muchas pruebas que pretenden hacerte demostrar tus habilidades en el campo de batalla, necesitas mostrar que tienes cualidades para ser el capitán de un equipo, de allí que empiecen siendo equipo – miró el campo tres – Naruto y Sasuke son muy fuertes, quizás más que algunos de los más poderosos jounin de nuestra aldea, pero no han hecho el examen.

- Y usted quiere que ellos lo aprueben para poder ascenderlos al siguiente escalafón ¿verdad? – dijo otro de los chicos – pero mi mamá dice que Naruto es peligroso, he escuchado que es un monstruo cuando se enoja.

- Cualquiera puede serlo cuando se enfada – dijo el cuarto conteniéndose apenas – en especial cuando es una persona querida la que es ofendida.

- ¡Minato san! – dijo Naruto caminado hacia él con un Sasuke aburrido detrás suyo, al parecer el moreno estaba enojado por algo con el rubio – Sasuke está enojado porque no le permití comerse tu pastel en el desayuno.

- No era tan importante – le sonrió – debiste dejárselo.

- Pero yo lo compré para ti, a él le di otro – dijo ofendido – era un regalo.

- De acuerdo, me lo comeré – le sonrió – gracias.  Ahora quiero que tú y Sasuke conversen con los muchachos y hagan una prueba para saber quién completará su equipo ¿eh? – dijo luego de tomar la cajita que traía el pastel acercándose a Sasuke para susurrarle en voz baja – no seas tan celoso.

- No estoy celoso – le dijo en el mismo tono – solo que esperaba que fuera mío.

- Paciencia, ya llegará el momento en que seas el centro de su mundo – se acercó a los postes del campo tres de entrenamiento – creo que lo mejor es que  se presenten entre ustedes y conozcan sus mejores técnicas favoritas.

- Uzumaki Naruto – dijo el rubio sonriendo – tengo varias técnicas, pero las que más me gustan son el rasengan en sus tres variedades y los clones de sombra hasta el nivel cinco – sonrió de medio lado – además de otras pervertidas…

- Que es mejor que ellos no conozcan – lo acalló Sasuke – Uchiha Sasuke, también tengo muchas técnicas, pero prefiero el Sharingan, mi gekegenkai, unido al chidori que me enseñó mi maestro hace tiempo.

- Yo soy Hyuga Hikito – dijo el chico de cabello negro mirando a Naruto divertido – soy primo de Hinata y Neji sama, aunque no muy directo, mi técnica principal es el byakugan, aunque no tengo tanto rango de visión como ellos.

- Yo soy Inochi Inusa… creo que lo mejor que… bueno… no sé si sea…

- No deberías ser tan tímido – le dijo Naruto – de seguro tienes muchas técnicas ocultas o facilidad para aprender algunas – le sonrió – un buen ninja no es aquel que se llena de ellas, sino quien las usa bien pese a ser pocas.

- Exactamente – asintió Minato – la fuerza de un ninja no se mide en la cantidad de técnicas sino en su capacidad de proteger a los que quiere – puso una mano en el hombro de Naruto – los dejo, Tsunade debe estarme esperando para arreglar mi presentación – se alejó un par de metros antes de darles una sonrisa – los espero a los pies del edificio principal a las doce, a esa hora informaremos de mi regreso a toda la aldea – desapareció.

- Je, je, Minato san está más loco que yo – se rió Naruto – veamos que podemos hacer con tan poco tiempo ¿una demostración? – los otros chicos asintieron – bien, conozcan a Kyuu, kage bunshin slave no jutsu – dijo haciendo los sellos correspondientes y apareció una copia de Naruto de pie junto a él – Kyuu no es un clon de sombra normal ¿qué les parece?

- No tiene presencia de chakra – dijo Inusa sorprendido – es una ilusión ¿no?

- No, es un clon de sombra muy especial – dijo Hikito – el Byakugan muestra una señal bastante clara de su chakra, pese a no ser detectable para nadie.

- Y no se diferencia del chakra del original – dijo Sasuke sorprendido.

- Si, soy un clon de sombra del quinto nivel – dijo Kyuu – no me pueden diferenciar del original, las técnicas como el sharingan no me afectan aunque pueda sentir dolor, todo lo que yo descubra o aprenda, al desaparecer será traspasado a mi jefe – señaló a Naruto – soy capaz de copiar técnicas con sólo tocar a su usuario, incluidos los gekegenkay, y, lo mejor de todo, es que no desaparezco hasta que mi chakra se ha agotado o Naruto decide hacerme desaparecer, incluso puedo permanecer en pie aunque él no pueda hacerlo.

- Guau, me encanta esa técnica – dijo Inusa – me encantaría aprenderla.

- Es una técnica de nivel superior – dijo Iruka que había permanecido en silencio hasta ese momento – se debe tener mucho chakra y muy desarrollado para poder usarlo, no hay muchos que tengan poder para dar y regalar como el ninja hiperactivo y número uno en sorprender a la gente ¿eh, Naruto?

- Así siempre ha sido – dijo Sasuke – en fin, ya nos mostraste tu técnica y nosotros hemos mostrado nuestros gekegenkay ¿qué hacemos ahora?

- Yo los dejo, tengo que llevar a los chicos de la academia al festival – se despidió Iruka – hasta más tarde, que les vaya bien.

-Ustedes son verdaderamente sorprendentes – dijo Inusa – y creo que salgo sobrando en este grupo, no quisiera ser una carga para el equipo, me voy.

- No deberías rendirte tan fácil – le dijo Naruto sorprendido – uno nunca obtiene las cosas si se rinde antes de dar la batalla, hay que lucharla hasta el final, aunque vaya perdido ¿sabes?  Sólo así puedes cambiar tu futuro.

- Sí, me lo han dicho muchas veces – suspiró – pero no quiero ser chunin, siempre los mandan a misiones arriesgadas y eso de ser líder no es para mí ¿sabes?  Sólo soy ninja porque me obligaron a ello, no es algo que quisiera.

- Entiendo, pero ahora si quieres, puedes dejar de ser ninja – dijo Sasuke.

- ¡Mi padre me molería a palos! – dijo asustado – me echarían de mi casa.

- Pero como genin debes haber ganado algún dinero y experiencia para realizar algunos trabajos – dijo Naruto sorprendido – podrías vivir de ello ¿no?

- No he sido muy ahorrativo, además, es difícil mantenerse solo – se defendió.

- Yo siempre me he mantenido solo – le dijo Naruto – he pagado todos mis gastos y llegado a fin de mes con cierto desahogo, aunque nunca me pudiera dar grandes lujos, pero sigo teniendo ahorros y ahora que no tengo que pagar arriendo – miró feo a Sasuke – podré gastar en ropa y en nuevas armas, mis kunais y churiken estás bien desgastadas de tiempo que las tengo.

- En mi casa hay muchas, puedes tomar las que quieras – dijo Sasuke.

- Ustedes son algo más que compañeros de equipo ¿verdad? – dijo Hikito sospechando algo extraño en la actitud del Uchiha.

- No, sólo somos amigos, casi hermanos, pero de allí no pasamos – se defendió Naruto ruborizado hasta las orejas cuando Sasuke lo abrazó por detrás envolviéndolo entre sus brazos.

- Pero no porque yo no haga el intento – dijo rozando su oreja con los labios.

- ¡Sasuke pervertido! – le gritó safándose de un golpe en las costillas – no voy a permitir que le lleves el amén a Ero senin y a Minato San ¿me oíste?

- No te pongas en ese plano, sólo estaba molestándote.

- Mm, pues no me agrada tu manera de bromear ¿entiendes? – se volvió hacia los chicos – supongo que Inusa no quiere ni tratarlo, así que Hikito se quedará en nuestro equipo, creo que Iruka dijo algo acerca de que Kakashi sería nuestro líder y no Yamato, como planeara la vieja Tsunade dado que somos dos del mismo equipo que él dirigió al principio.

- Eres un poco irrespetuoso con Tsunade sama – dijo Hikito asombrado.

- Yo conozco a la vieja – se sonrió divertido – en el fondo fui yo quien la trajo de regreso a Konoha para que aceptara el cargo, y sé cuales son sus puntos débiles – volvió a sonreír – y por mucho que la moleste, ella me quiere.

- Como si fuera tan difícil apreciarte una vez que se te conoce – dijo Sasuke.

- ¡Naruto, Sasuke! – llegó una chica rubia corriendo hacia ellos – debemos presentarnos todos al festival, en especial los que van a dar el examen, como ustedes, me dijeron que iban a dar una información muy importante de parte de Tsunade Sama antes de iniciar el festival y es dentro de unos minutos.

Naruto y Sasuke sólo sonrieron, muy pocos habían visto al cuarto Hokage en las horas que llevaba en la aldea, así que la información que iba a dar la quinta debía ser respecto a su regreso.

 

Toda Konoha estaba a la expectativa de lo que su hokage les iba a decir, con excepción de dos genin que cuchicheaban  un tanto encogidos, pero de todas maneras ella los vio.  Molesta, carraspeó para llamar la atención de todos:

- Quiero comunicarle a toda nuestra aldea el feliz retorno de uno de nuestros más queridos héroes, alguien al que hemos creído muerto por largos años y que finalmente ha regresado luego de cumplir una secreta y riesgosa nación en un país muy lejano – dijo ella haciéndole un gesto a Minato que se encogió de hombros y avanzó hacia ella – nuestro querido cuarto hokage.

- Estoy feliz de haber regresado a Konoha – dijo con voz profunda y masculina – en especial ahora que pronto va a comenzar un examen chunin en el que espero que todos los genin de nuestra ladea den lo mejor que sí – sonrió.

- ¿No vas a decir nada respecto a Naruto? – le dijo Tsunade al oído.

- No, no quiero que los demás piensen que hay preferencias hacia él por ser mi hijo – señaló a los otros genin – de por sí he notado una cierta reticencia con él.

- Bueno, es hora de empezar el festival, supongo que todos los genin han sido informados de dónde se han de reunir para la primera parte del examen – dijo Tsunade – les deseo suerte no sólo a los de la aldea, sino a todos.

Kakashi sonrió a Minato y acompañó a sus alumnos de camino a la academia, notaba a Naruto bastante silencioso, algo raro en él desde que lo conocía, pero lo atribuyó a los nervios, sabía que el escrito era el más complicado para él.

- Oye, Naruto ¿pasa algo malo? – le dijo Sasuke preocupado.

- No, sólo pensaba en lo que va a hacernos Ibiki en el examen – respondió.

- El gran torturador de Konoha – dijo Kakashi a su lado – es complicado ¿no?

- Un poco, pero la vez pasada aprobé con sólo dar la respuesta acertada a la pregunta diez ¿verdad, Sasuke?  El resto no lo respondí – sonrió.

- Cierto, nunca supiste copiar, así que no te atreviste a hacerlo para no perjudicarnos a nosotros, fue una lástima que hubieses quedado tan delante de nosotros como para poder ayudarte – respondió este pensativo – pero en el fondo eras el único que sabía la respuesta correcta a la pregunta fatal.

- ¿Y de qué se trataba esa famosa pregunta?

- Era, según Ibiki, una pregunta sin esperanza – dijo Sasuke pensativo – podías decidir no darla pero todo tu equipo se iba contigo y si no dabas la respuesta correcta, automáticamente salías del examen sin la opción de volver a darlo – miró al rubio – Sakura y yo estábamos seguros de dar la respuesta correcta, pero no confiábamos que Naruto pudiera, sin embargo, él levantó su mano y dijo: “No pienso retirar mis palabras, ese es mi camino del ninja, no saldré con el rabo entre las piernas, yo algún día seré Hokage”.

- Si, recuerdo que a partir de ese momento nadie más se atrevió a dejar el salón y él dio por acabado el examen, llegando la loca de Anko.

- Bueno, chicos, de ahora en adelante depende de ustedes – les dijo Kakashi divertido, Naruto sería capaz de sorprender hasta el propio Kyuubi si se lo proponía – yo los espero al final del segundo examen, así que lleguen allí.

- No te preocupes, Kakashi sensei, somos tres años más maduros y más sabios, ¿cómo sabes si ahora no tenemos necesidad de usar nuestras artimañas para aprobar la primera parte? – sonrió Naruto – nos vemos.

Los chicos subieron corriendo los escalones hacia el salón 303 y el ninja mayor sonrió.  Sí, el rubio tenía razón, era mayor ahora y el haberse enfrentado con los akatsuki de igual a igual, rescatando al kasekage de la arena le daba una ventaja que lo hacía ponerse a la par con los jounin de Konoha.  Sólo había algo que le preocupaba ¿Qué era lo que el rubio cuarto hokage se había callado durante su presentación?  Porque era algo referente a Naruto, estaba seguro, y eso que Tsunade se lo hubiese preguntado y este se negara a decirlo significaba que era algo muy importante.

- Venga, Kakashi, vamos a servirnos un trago – le dijo Gai divertido – este año no tengo genin, pero Neji si y está un tanto nervioso respecto a ellos.

- Si, supongo que por ser sus primeros alumnos, debe serlo, en cambio yo no me preocupo por Naruto y por Sasuke, sé que lo conseguirán fácilmente, es otra cosa la que me preocupa – lo siguió hacia el restaurante.

- Si es por tu antiguo maestro, me dijeron que el cuarto hokage está muy bien establecido en la casa de Sasuke Uchiha junto con Naruto, que está bien allí.

- Es extraño, sé que hay algo extraño en todo esto, pero no sé qué.

- Deja de preocuparte, no creo que sea algo malo, no viniendo del cuarto.

- Mmmmm – pero no se lo podía sacar de la cabeza…

  Continuará… 

¿Qué estoy haciendo?  Ni yo misma lo sé, creo que hay cosas que ya se me escaparon, pero voy a intentar enderezar el buque (como si se pudiera).  En fin, saldrá como salga, porque si planeo el final ahora (apenas comienzas, loca), no saldrá ni remotamente parecido a como lo planeé.  Por cierto ¿No es lindo el cuarto hokage?  Pero conste, es mío.

Shio Chang.


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