Capítulo 15
James y Hanamichi se encontraban en el departamento del segundo; James había ido para ver cómo estaba después de su fallida primera noche juntos, pero se encontró a un Hanamichi callado y distante, nada comparado con su usual forma de ser.
-Hanamichi-llamó James-¡Hanamichi!-
El de pelo rojo parecía estar en otro mundo, ignorándolo por completo, se preocupó un poco por la falta de reacción, así que siguió insistiendo.
-¡Hanamichi, te estoy hablando!-James lo tomó por el mentón y le levantó el rostro, obligándole a mirarle, pero de inmediato le soltó y dio un paso atrás al ver lo que reflejan aquellos ojos. El tiempo pareció detenerse
-¿Qué pasa Hanamichi?- inquirió preocupado
-¿Y tú me lo preguntas?
-¿de qué estás hablando?...no te entiendo-
Hanamichi entrecerró los ojos sonriendo con tristeza, luego y tras un profundo respiro se decidió a hablar
-Ayer, cuando estabas en mi casa me llamaste por el nombre de mi padre-James quedó muy sorprendido, jamás se esperó semejante respuesta, no sabía que decir o que hacer-yo llegué a pensar ciegamente que me querías a mí- continuó el chico-...Kaede me lo advirtió, pero dudé de él porque imaginaba que estaba celoso de que alguien como yo estuviera con su padre, pero lo gracioso es que parece que siempre ha tenido razón, soy sólo el instrumento que te sirve para ver a mi padre... debiste haber sido sincero conmigo y contigo mismo, me mentiste y eso me duele mucho-
-Hanamichi y-yo-
-no es el tiempo de seguir mintiendo-lo miró directamente a los ojos antes de continuar-dime James, sé sincero por una vez y dime si es que estoy equivocado-
James suspiró pesadamente, maldiciéndose por haberle engañado diciéndole que le quería sin siquiera estar seguro; en el fondo tenía confusión entre la figura corporal de Satoru y el verdadero Hanamichi, -sí y no... quiero decir, es que no estoy seguro, por un momento quiero creer que te quiero a ti; pero es que te pareces tanto que a veces pienso que tú eres él... estoy confundido Hanamichi y si te llamé por su nombre, sencillamente no sé cómo explicar eso-
-está bien-respondió Hanamichi amargamente y después se giró dándole la espalda
-lo siento-susurró James
Quiso acercarse al pelirrojo intentando poner su mano sobre su hombro pero algo en él lo hizo desistir
-yo también lo siento-murmuró Hanamichi
-no tengo excusas Hanamichi, puedes decirme lo que quieras, sé que debes estar muy dolido por esto-
-No sólo dolido, estuve enrabiado, pero ya no. Es más, yo también lo siento, ¿sabes por qué?-Hanamichi no esperó la respuesta del otro y dijo:- porque me desquité, porque te engañé, porque fui por allí y me metí con el primero que encontré-
-¡¿Qué?!-James casi gritó. Se negaba a creer que aquello fuera verdad, Hanamichi no pudo haber hecho eso-Hanamichi tú no...-
-lo hice James, es el tiempo de ser sinceros y decir la verdad; te engañé-Se volvió bruscamente hacia el rubio-lo hice porque me dolía verme utilizado, porque quería sacarme toda esa rabia de encima-su voz denotaba dolor-Porque quería que te sintieras como yo me sentí...-
-¡pero esa no era la manera Hanamichi!-
-¿por qué vienes tú aquí a decirme que es o no la manera?, pues permíteme recordarte que no eres nadie, ¡no eres quien para decir cómo se debe actuar!-
Era doloroso para James ver la imagen de un Hanamichi tan alterado como el que se mostraba ante él, lo había herido y no sabía qué hacer. Al final optó por acortar la distancia con él y abrazarlo, cobijando su rostro en su hombro.
Permanecieron en esa posición hasta que el pelirrojo decidió separarse
-yo no estoy dispuesto a seguir con esto-murmuró
-no sabes... no sabes cómo me gustaría que todo fuera diferente-otro suspiro pesado se escapó de la boca de James-pero en el fondo sí creo que te quiero-
-¿sólo lo crees? ...No puedo estar con alguien que sólo cree quererme, necesito que estés seguro; al menos si quieres que todo vuelva a ser como antes...-Hanamichi sonó claro en esa petición, sin descartarle la posibilidad de volver a estar juntos, pero con el firme pensamiento de no volverse el sustituto de nadie, mucho menos de su padre.
-¿entonces...?-
-Creo que lo mejor es que nos demos un tiempo, ambos lo necesitamos-
-Hanamichi-
-es lo mejor James-habló decidido
-pero...-
-tan sólo acepta mi petición que yo no quiero un amor a medias-
-está bien-aceptó finalmente
-Prométeme que no me buscarás hasta que estés listo para decidir- pidió
-Lo prometo...-
Hanamichi asintió y con esas últimas palabras dieron por terminada, al menos por el momento, su corta relación.
Cuando la puerta se cerró tras la salida de James, Hanamichi pudo respirar más tranquilamente, esta conversación había sido realmente difícil para él, pero había dicho todo lo que tenía que decir.
En un principio había pensado en cortar todo lazo con James, exigirle que le olvidara por que también él lo olvidaría sin posibilidades algunas de volver a tener en un tiempo futuro, pero no fue así, algo en su interior le pidió a gritos que dejara abierta la posibilidad, eso sí, siempre y cuando él volviera con un verdadero amor hacia su persona
Ahora sólo le quedaba esperar.
Cansado de todo fue hacia su habitación y se dejó caer de espaldas en la cama con la vista fija en el techo, ya no quería pensar, sólo quería perderse en la nada, no desesperarse por la decisión que James pudiera tomar, para bien o para mal, lo único que podía hacer, era esperar.
Dio un giro a su cuerpo manoteando el cobertor y envolviéndose en él. En esa misma posición se durmió rato mas tarde.
xXx
Kaede dejó su casa temprano por la mañana sin siquiera cruzar una palabra con su madre. Estaba preocupado, Hanamichi no había dado señales desde la noche del viernes y ahora ya era domingo, así que iba a buscarlo.
Cuando llegó al edificio del pelirrojo prácticamente chocó con él en la entrada del elevador, iba tan absorto en su preocupación que no le vio venir
-¡Kaede!-dijo Hanamichi
Él de pelos rojos sostuvo la mirada en el moreno un momento sin saber realmente que decirle y luego salió del ascensor al ver que la puerta se cerraba
-hola Hanamichi, vine a ver como estabas, me dejaste preocupado la otra noche y ayer ni siquiera te apareciste a jugar, te estuve esperando-
- es sólo que no tenía ánimos de salir de casa-se disculpó
-Comprendo. Bueno creo que soy inoportuno, al parecer vas de salida-
-no que va, de hecho sólo iba a tomar un poco de aire, el encierro me estaba matando-Hanamichi respondió sinceramente
-¿caminamos?-se apresuró Kaede a preguntar, Hanamichi asintió
Ambos salieron del edificio emprendiendo un rumbo hacia una cafetería cercana a petición de Hanamichi. En el trayecto el pelirrojo no podía evitar sentir un poco de tensión con la compañía de Kaede, de hecho se mantuvo en silencio sin una palabra que decir por culpa de los nervios.
Al llegar al lugar escogido, buscaron una mesa disponible, a esas alturas de la mañana eran muchas las personas que se encontraban en ese lugar, tardaron un poco en hallarla, todavía en silencio, se sentaron uno frente al otro.
La camarera se acercó y ambos pidieron café negro, luego Hanamichi, recogiendo valor, se atrevió a hablar un poco inseguro
-kaede lo de la otra noche...yo, bueno... lo que pasó...-
-pensé que habíamos quedado en que no importaba-habló el moreno impidiéndole continuar
-sí, pero...-
-me dijiste que lo habías olvidado y me pediste que hiciera lo mismo, no creo que haya más de que hablar-aclaró el moreno muy seguro, dando por hecho que el asunto se zanjaba allí y tan amigos como siempre
-sí-respondió Hanamichi dándose por vencido.
Se hizo un silencio entre ellos, más que nada por parte de Hanamichi que desvió la mirada hacia otro lado.
Kaede se fijó en ese gesto, aguardando las próximas palabras del pelirrojo. Sabía que lo estaba pasando mal, aún cuando Hanamichi intentaba mostrarse fuerte ante lo que estaba viviendo su mirada lo delataba mostrándose opaca, presa de una tristeza que lo sobrepasaba.
Por un breve momento tuvo compasión de él pero al rato se dijo a sí mismo que debía pagar las consecuencias de sus actos. Se había metido con James, el rey en el tema de hacer sufrir a otros a su parecer, lo había engañado a él sin tener la más mínima consideración de su opinión como amigo, no había razón para ser considerado.
-su café joven-la camarera interrumpió sus pensamientos.
Kaede devolvió la mirada hacia ella permitiendo servirle, Hanamichi hizo lo mismo.
-gracias- dijo Kaede y la muchacha se fue con una sonrisa en el rostro
Al volver la vista hacia Hanamichi éste nuevamente estaba en otro mundo, mirando la taza de café que le acaban de servir, él dio un pequeño sorbo al suyo y se concentró aún más en su acompañante.
Lo miró más fijo esta vez y algo en su interior se remeció con fuerza y a su mente vino el recuerdo de aquel lejano primer beso que él le dio para consolarlo. Con ese sencillo acto había sentido una paz tan intensa cuando todo se derrumbaba en su interior, Hanamichi le hubo mostrado luz entre tanta oscuridad y vacío, se mostró como una persona en quien confiar ¡Por qué mierda hizo que las cosas cambiaran!.
Ese recuerdo sólo sirvió para acrecentar su dolor, negándose aún más a la posibilidad de mostrar piedad.
-sabes una cosa Hanamichi-el aludido levantó la vista al oírle-he estado pensando mucho en lo que me dijiste respecto a James... creo que lo único que he hecho en este tiempo es negarme a la posibilidad de llevarnos bien como padre e hijo, creo también a veces estar obrando mal contra él, quizá si haya cambiado un poco después de todo, como el amigo en quien confió, me dijiste una vez que a tu impresión él está diferente-sonrió con falsa pena bajando la mirada -me he alejado tanto que he llegado a pensar que lo conoces más que yo... Bueno, pienso que no hay nadie mejor que tú para ayudarme a creer en él de nuevo-al concluir levantó la vista enfrentando a Hanamichi de manera muy intensa, éste no sabía que decirle, sentía la saliva atorada en la garganta, impidiéndole hablar.
-tú me aseguraste que no era quien parecía- dijo luego de tiempo con mucha dificultad
-estoy reconociendo que puedo estar equivocado-sonrió internamente con suficiencia-, a ti te ha estado visitando como tutor y me imagino que el trato que tienes con él ahora se asemeja al de un padre, ¿o me equivoco Hanamichi?-insistió con énfasis
¿Cómo explicarle que no estaba equivocado sin tener que entrar en lamentables detalles?. Para Hanamichi, Kaede sólo le pedía ayuda, aunque también lo estaba torturando sin intensión.
James no era realmente quien parecía ser, lo comprobó en carne propia.
Quería pedirle que no insistiera, ni con palabras, ni con pensamientos, ni con esa mirada profunda que le exigía una respuesta que no podía fundamentar... ¡quería gritar que ya no lo soportaba!
-¡Hanamichi!-Kaede solicitó su atención porque simplemente Hanamichi estaba sumido en un problema-tan sólo dime algo-
-lo lamento... no puedo-dijo con gran valor porque decir una palabra así como estaba costaba mucho.
Kaede bajó la mirada nuevamente, deleitándose con la tortura del pelirrojo, dio un sorbo a su café y habló nuevamente
-está bien Hanamichi... tampoco eres quien para decirme algo así-dijo con resignación también fingida.
Hanamichi sencillamente no podía más, todo su interior se reventaba y le hacía trizas, incluso las ganas de beber su tan deseado café habían desaparecido.
Y el silencio entre ambos se hizo de nuevo, esta vez más largo, como si las palabras de hubieran borrado de sus vocabularios.
Kaede terminó con su café como si nada mientras que Hanamichi ni siquiera había probado el suyo.
Abandonaron el local y para evitar silencio en el pelirrojo, Kaede le habló en el camino de vuelta a su edificio sobre los partidos relativos al campeonato que se llevarían a cabo el siguiente fin de semana.
Poco tiempo después se hallaban en el mismo sitio donde se habían encontrado y allí se despidieron.
xXx
Lunes por la mañana...
Hanamichi se encontró con Touya en clases y al primer receso decidieron hablar en el patio.
-Hanamichi, ¿te sientes bien?-inquirió preocupado el moreno por el mutismo mostrado por el pelirrojo en lo que iba del día, a pesar de que él le dijo que necesitaban hablar, aparte de eso casi no había abierto la boca
-estoy mejor, creo-
-¿crees?-preguntó incrédulo- Mírate Hanamichi, no eres tú mismo-
-y como poder serlo si confirmé lo que me dijo Kaede, de la misma boca de James... reconoció que me confunde con mi padre-dijo con voz débil
-lo reconoció ¿y qué hiciste o qué le dijiste?- preguntó sorprendido
-lo que pensaba en ese momento, le pedí tiempo; aunque ahora creo estar arrepentido, pienso que debí mandarlo al diablo de una vez-
-eso quiere decir que no acabó del todo-fue una afirmación más que pregunta
-le dije que volviera cuando estuviera seguro que me quiere-dijo viendo a un punto cualquiera del paisaje exterior del instituto
-pero no te arrepientas, pienso que todos merecen una segunda oportunidad y además que él te va a llegar a querer a ti, eres una gran persona y créeme cuando te digo que él va a decirte que te ama y las cosas no serán como antes, sino mejores-alentó el moreno
-espero que sea así-respondió no muy convencido, luego se levantó de la banca en que estaban sentados y dijo:
-vamos a buscar algo de comer, ¿sí?-
Touya asintió y con eso dejaron de lado aquel tema.
La semana transcurrió para Hanamichi sin referirse al tema de James, y las veces en que éste le hacía visitas las hacía cortas, con el resentimiento muy fresco aún, era mejor de ese modo.
El viernes por la noche después de que James se marchara, Hanamichi pensó en Kaede, y el hecho que no le había vuelto a ver en la semana, por el tema de sus entrenamientos que lo dejaban agotado y con el simple deseo de llegar a casa, dormir y no saber más hasta el siguiente día
Decidió llamarle por teléfono, Kaede contestó pero la conversación fue breve, Hanamichi no quiso retenerlo cuando él le dijo que iba de salida.
Al colgar, un pensamiento se le cruzó por la mente, ir por allí a divertirse, tal vez no en la misma postura de Kaede, pero sin pretenderlo, sus impulsos le llevaron por el mismo camino.
Llegó a uno de los bares gay que un día oyó mencionar a su amigo y entró sólo por curiosear, nunca antes tuvo la necesidad o ánimos de ir a un lugar así, ahora ese impulso le estaba guiando.
El lugar estaba casi repleto, lo que hizo que su transitar entre los hombres que allí estaban fuera dificultoso. Buscó la barra, con el deseo de beber algo antes de irse, la verdad es que el ambiente de ese sitio no era para nada su estilo. Fue entonces cuando divisó a Kaede, conversando con un muchacho bien parecido que le hablaba cosas al oído, seguramente insinuaciones-pensó. Detuvo sus pasos tratando de verlos entre los que pasaban interrumpiendo la visión y en un momento dado, ellos desaparecieron del lugar donde estaban.
La tarea de seguirlos con la vista entre la multitud fue un tanto difícil, pero los divisó en el momento justo en que alcanzaban una puerta a un costado de la barra. Su curiosidad de nuevo fue el guía, cruzó esa puerta y se encontró en un cuarto oscuro que dificultó su visión en un principio, pero luego de restregarse los ojos puedo ver un poco mejor. Allí había un gran número de parejas y tríos teniendo sexo, no le dio mayor importancia ya que su intención era dar con el moreno de ojos azules a quien finalmente halló contra una pared y al mismo chico que hubo visto con él, inclinado y al parecer, desabrochándole los pantalones
-"estúpido, dejas que cualquiera te toque"-pensó antes que sus pies iniciaran la marcha hacia él, deteniéndose detrás de aquel muchacho desconocido.
-Hanamichi- murmuró Kaede sorprendido en verle allí
-si no te importa-habló colocando la mano en el hombro del muchacho-es mejor que lo dejes-
El joven dejó su accionar de inmediato y se enfrentó al pelirrojo queriendo despacharlo rápido para seguir a lo suyo, pero no se esperaba a alguien tan imponente como él y más aún, con una mirada poco amigable.
- supongo- comenzó a decir sin más-que eso significa que sobro-
Tras decir aquello dio una mirada a Kaede y se marchó.
-¿por qué hiciste eso?-reprochó Kaede
-que Zorro tan tonto, te metes con cualquiera, podría pegarte algo, es inseguro que lo hagas con alguien sin conocer si está infectado con algo o no-
-se cuidarme- contraatacó algo molesto
-se nota-respondió Hanamichi con sarcasmo
-¿sabes que me has desechado una buena oportunidad?- criticó, pero Hanamichi en ese preciso momento pareció darse cuenta a totalidad en el lugar en que se hallaba, todos quienes estaban en rededor gemían y jadeaban sin medirse
-¿Qué lugar es este?-preguntó
-un lugar que no es precisamente para hablar-fue la respuesta viendo también a su alrededor, percatándose de que los que estaban en su desenfreno hormonal desviaban la atención hacia ellos, entonces, sin mucho que meditar, tomó a Hanamichi por la solapa y cambiando de lugar, lo dejó a él contra la pared
-¡pero qué mierda!-se quejó Hanamichi
-me acabas de decir que con ese chico era inseguro, lo echaste y por eso ahora te corresponde su lugar-argumentó Kaede aprovechando la oportunidad que se le daba.
Tan pronto como el moreno acaba de hablar, se encontró agachado desabrochando los pantalones del pelirrojo
-¡Kaede no!-Hanamichi quiso intervenir el actuar del moreno, deteniendo sus manos con la propias
Kaede miró a Hanamichi diciéndole:
- pero contigo es seguro Hanamichi-
-¡no!- no fue contradicción del todo, era más una explicación de que aquello era incorrecto.
-con la misma condición de antes-murmuró antes de quitarle la mano, terminó de desbrochar con maestría y antes de que Hanamichi dijera otra cosa, ya su lengua saboreaba su miembro
-¡Kaede no!-
-calla y disfruta-
Hanamichi en verdad quiso resistirse porque no estaba bien volver a tener algo con su amigo, porque tampoco lo pretendía cuando lo siguió, pero el tan solo ver a Kaede disfrutando de su miembro, que por cierto reaccionaba más rápido de lo previsto, le hizo desear que continuara.
Al poco tiempo, Hanamichi ya estaba disfrutando todo lo que el moreno le hacía y sus propias manos enredaban los dedos en la cabellera azabache, guiando la cabeza de Kaede para darle mayor profundidad a las engullidas.
Kaede ni en sueños se había propuesto estar en ese lugar con Hanamichi, pero lo disfrutaba, y el pelirrojo no sabía cuánto, más aún cuando ese propósito era con el fin de hacerlo rendirse a sus pies.
Lamió y degustó su miembro cuanto más pudo antes de verse sobrepasado por su propia excitación, y cuando eso sucedió, sacó al pelirrojo del trance de placer en que estaba para pedirle que le tomara
Hanamichi se quejó en un principio pero al momento siguiente accedió al cambio de posiciones, Kaede frente a la pared y él detrás de éste.
Con torpeza Hanamichi bajó los pantalones del moreno y sin preparación alguna, introdujo todo su miembro en él de una sola embestida.
El moreno ahogó un grito de dolor, Hanamichi era un bruto al momento de tomarlo, pero estaba consciente del descontrol que él mismo le produjo
Sin embargo, el pelirrojo si advirtió el gesto de dolor y se detuvo hasta estar seguro que Kaede se encontraba cómodo. Mientras eso sucedía, procedió a apoyarse contra él, respirando contra su cuello, esperando el momento le dieran el asentimiento.
-sigue Hanamichi-ordenó Kaede al minuto después
El pelirrojo continuó de manera suave, luego más rápida hasta que sus movimientos se volvieron frenéticos culminando en un orgasmo que les quitó el aliento.
-eres un salvaje ¿lo sabías?-le dijo Kaede sin intensión de ofender
-pero tú te dejas hacer-contestó Hanamichi con la respiración entrecortada antes de salir del interior de su amante
Kaede sonrió y al momento se levantó el pantalón
-salgamos de aquí ¿vale?-Hanamichi lo dijo, sintiéndose avergonzado de haberlo hecho ante tanta gente alrededor
Kaede asintió apresurándose en acomodar sus ropas, luego salió tras el pelirrojo. De nuevo una multitud les impedía el paso, directo hacía la barra según Hanamichi pero el agarre de Kaede le desvió por otra ruta
-a la salida Hanamichi, recuerda que mañana tú y yo tenemos partido-
El pelirrojo bufó resignado, él quería probar el trago que se había propuesto al llegar a ese lugar y resignado a no obtenerlo se dejó arrastrar por el moreno hasta el exterior y de allí, hasta el coche de éste, estacionado en frente al acceso.
Kaede condujo diez minutos hasta que se encontraron al pié del edificio del pelirrojo
-llegamos-dijo Kaede tras tener el coche completamente detenido
-supongo que nos veremos mañana-habló Hanamichi un poco cohibido.
No recibió respuesta, por lo que optó en bajarse rápidamente aunque no contaba con que el brazo de su "amigo" le retuviera, Kaede le atrajo hacía sí con fuerza y atrapó sus labios entre los suyos, en un suave y corto beso, luego le liberó.
-que descanses- dijo en un suave susurro
Hanamichi no dijo nada, un poco contrariado por el repentino acto, se bajó del coche y luego se despidió alzando su mano a modo de despedida
Diez minutos más tarde Kaede se dejó caer sentado pesadamente sobre su cama
-¡mierda!-se dijo al tiempo que se tomaba la cabeza.
¿Qué era todo eso que sentía cada vez que estaba con Hanamichi?
Latía en su interior la misma sensación que le produjo la primera vez que estuvo con él, la que se repitió la segunda y la que se repitió ahora con más fuerza.
No lo entendía o no lo quería entender, pero Hanamichi, aunque sólo fuera en un deseo de venganza contra James, le estaba produciendo sentimientos contradictorios, que no deseaba tener mientras estuviera usándolo para sus propósitos...