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Sentimiento Fantasma por mihll

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Notas del capitulo: Hola de nuevo, aki les dejo el segundo capi de mi fic, espero que les guste.

Sentimiento fantasma

 

por

 

Mihll

 

 

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- esto no va a ser nada bueno- expresó al comprobar que tenia bajo al mismo techo a dos jovenes que nunca podrian tratarse decentemente, y es que lo sabia, solo ese renombrado torpe hacia salir de sus casillas a un conflictivo y chico dormilón que en años no había podido domar.

 

No le entusiasmaba conocer un futuro negro con esos dos adolescentes y no dejaba de sorprenderle que ambos estudiaran en el mismo colegio, ¿pero desde cuando?. Recordó haber leído minuciosamente los archivos personales del pelirrojo, y claro, no le llamaba tanto la atención que fuera la preparatoria de Shohoku, la misma de Kaede, ya que facilitaría sus deseos de lograr pronto unos lazos de hermandad. ¿Pero tenían que ser el hijo de Seto Sakuragui y el suyo los peores enemigos de todo Kanagawa?, una triste coincidencia.

 

Pensaba en ello, sintiéndo la mirada inquisidora del muchacho que luego se volvió hacia la mujer que aparecía por detrás de su persona.

 

-¿ha suscedido algo malo señor?, escuché gritos- consultó la mujer de unos cincuenta años, baja de estatura, pelo negro atado en una coleta y un rostro particularmente cálido.

 

-no señora Himura- respondió James volviéndose hacia ella, enseguida de regreso al pelirrojo- Hanamichi, te presento a la señora Himura, ella es nuestra ama de llaves, mas bien diría que es una más de nuestra familia-

 

-Sakuragui Hanamichi- se presentó el adolescente inclinándose en una muestra de respeto hacia la señora.

 

-Himura Miyu- saludó también cortezmente la mujer-me alegra saber que vivirás en en esta casa, te doy la bienvenida... Y si necesitas algo, no dudes en acudir a mí-

 

-Gracias- respondió al momento en que pensaba que era una lástima que dos personas tan amables tuvieran la suerte de estar al lado de ese zorro, si tan solo pensar en él le revolvía la sangre, mas aún cuando fuera de toda rivalidad en la duela, eran también rivales en el amor, tenía toda la atención de Haruko mientras que para él quedaba solamente el triste consuelo de una simple amistad.

 

La señora Himura se hubo retirado y James le instaba a salir por la puerta. La casa era muy bonita por fuera también, de eso no cabía duda. Observó la fachada principal volviendo su vista como un niño curioso. Su tutor lo contemplaba agradado, pensaba en la carta que le dejó Sato, en donde le decía que su hijo era un buen chico, algo revoltoso pero poseedor de una alegría e inocencia inconfundible. Ahora estaba comprobando que no mentía al respecto. Pensándolo mejor, creía no haberse equivocado en traerlo tan pronto a casa, tal vez y con algo de suerte esa alegría que desprendía pudiera contagiarse a su terco hijo.

 

Sonrió para sí al instante en que abría la puerta del coche y se introducía en su interior. El muchacho buscaba a tientas la manija de la puerta, aun con la vista hacia atrás.

 

-creo que definitivamente hoy llegaré algo tarde trabajo- murmuró James con una sonrisa divertida surcando su rostro.

 

Debía viajar a Tokio, un gran trayecto a realizar antes de mediodia, pero era necesario hacer una visita a la oficina central de su empresa, sin duda nadie reprocharía al jefe por llegar algo tarde.

 

Finalmente el pelirrojo también se introdujo en el coche ajustándose el cinturon de seguridad. James igual tenía algo de prisa así es que no dudó en emprender el camino hacia el exterior de la residencia, doblando por la calle a la derecha, luego otra a la izquierda y finalmente enfilando por una avenida que le llevaría directamente a las puertas de Shohoku.

 

A lo largo del viaje no habían intercambiado mas palabras y la mirada de Hanamichi se perdió en el espeso paisaje urbano. Con igual silencio se bajó del vehículo y se despidió fugazmente. Luego James emprendió su destino.

 

Su presencia al bajar de aquel coche oscuro no pasaba inadvertida. Los chicos de la preparatoria se detenían a observarlo y murmurar entre ellos sobre la ausencia de una semana. En una situación diferente iría hacia ellos y les encararía por hablar sobre este talentoso jugador en tono de burla, sin tener idea de su desgracia. Consideró que era mejor ignorarlos, adelantó el paso, entonces se percató que una bicicleta pasó a su lado rozandole la ropa, esta vez ese chico no había dado contra su ser sino contra un muro. Era imposible que su suerte fuera tan mala para ser atropellado dos veces, curiosamente la venganza se daba por si sola. Ese muchacho de mirada zorruna se había dado un buen golpe contra el suelo.

 

Carcajeó por primera vez en días mientras el otro lo miraba con confusión y enojo, sin infundirle miedo.

 

- ja ja ja zorro apestoso ¿que se siente comer el polvo?- se burló con descaro y su postura arrogante.

 

El par de orbes de Kaede daban vueltas, su cabeza recibió la parte mas dura, le dolía y eso lo obligó a sobarse. Lamentaba que su casual colcha de caidas anteriores se estuviera burlando de él, ¡cómo lo odiaba!. Mas a cada minuto desde aquel encuentro en su casa.

 

-torpe- pronunció pero el otro no alcanzaba a oírlo, se marchaba campante en dirección al edificio.

 

Recogió su bicicleta algo molesto, -al menos no esta tan maltratada- pensó al revisarla, acto seguido fue a encadenarla en el lugar de siempre.

 

Por su parte, Hanamichi dejó atras sus risotadas apenas hubo cruzado el umbral de la entrada principal a la instalación. Después de todo el que Rukawa no le hubiese acestado otro choque era gracioso pero solo por un momento.

 

-maldito Rukawa- dijo entre dientes, no entendía por que dentro de la pesadilla de la muerte de su padre tenía que enfrentarse a esta además. Suspiró frustrado, con la cabeza baja, manos en los bolsillos y pasos forzados a lo largo del gran pasillo que lo llevaría al pie de su salón.

 

Pronto la mano de una persona que le seguía el paso se posó en su hombro.

 

-¿como te sientes amigo?-preguntó la voz de una reconocida persona.

 

-mejor Yohei- fue su inmediata respuesta.

 

Entonces vio como Noma, Okus y Takamilla también se acercaban y le estrechaban en un fuerte abrazo.

 

-inútiles... No me dejan respirar- se quejó Hanamichi al verse acosado por el grupo de muchachos, se deshizo de ellos recuperando el aliento perdido-¡trio de idiotas!, le han quitado todo el aire a este talentoso basquetbolista- los chicos dieron unos pasos hacia atrás mientras el moreno soltaba una leve sonrisa.

 

-Hana, ¿qué ha sido de ti en estos días?, ¿con quién vives ahora?, fuimos a tu casa y la encontramos completamente vacía- le dijo Yohei en forma seria.

 

Hanamichi bufó molesto- en casa de Rukawa- pensó en decirles en primer momento pero cambió de opinión, mencionaría a James mas no así a su hijo- En casa de mi nuevo tutor legal... el que designó mi padre en su testamento- contestó

 

-¿un tutor?- inquirió el chico de bigotes

 

-ay, amigo eso es horrible- comentó el gordito

 

-no es así chicos, el parece una buena persona, me ha tratado super bien y si mi padre lo designó a él, sus razones debió haber tenido- les corrigió tempranamente el pelirrojo-... yo acataré el deseo de mi padre- acotó después ante las miradas inquisidoras de sus amigos.

 

se oyó un suspiro de alivio entre los que lo reodeaban aunque las risas se habían perdido.

 

-de acuerdo amigo- dijo tranquilo el moreno-... como tus amigos te pondremos al tanto de lo que te has perdido en esta semana- le dijo con tal de alejarlo de tristes recuerdos.

 

-sí, no sabes los rumores que se comentan por toda la preparatoria- aportó el gordito

 

-lo siento chicos pero no me interesan-

 

-¿aunque esos rumores sean en torno a Rukawa?- preguntó Yohei maliciosamente

 

-¡Rukawa!- ahora que lo pensaba bien le gustaría estar enterado de algunas cosas con tal de defenderse si volvían a tener encuentros como los anteriores- ¿qué pasa con ese zorro odioso?- preguntó luego mostrando cierto interés.

-sabíamos que eso te interesaría amigo- dijo Yohei quien le pasó el brazo tras su cuello y acercó su boca al lado de su oído-aun no esta nada confirmado, pero creo que tienes una esperanza de que Haruko se decepcione de él-

 

-¿por qué?- pregunta Hana con curiosidad.

 

-hay rumores por toda la preparatoria, unos chicos dicen que han visto a Rukawa muy junto con Sendoh, otros dicen que los han visto peleándose pero... Lo último que se comenta es que hace dos días les vieron peleándose afuera de la preparatoria y que segun habían escuchado... Rukawa le reclamaba algo de una relación... Eso fue como una pelea de pareja, ¿raro no crees?-

 

-¿ese zorro y el puercospín hentai?-

 

- es lo que se comenta Hanamichi- Acotó Okus

 

- sí eso es cierto, Haruko quedará libre y decepcionada de que su amor sea un maricón entonces correrá a tus brazos- le Dijo Noma.

 

¿Haruko decepcionada del zorro?,¿el zorro un... maricón?, fue lo que rebotó una y otra vez en su cabeza tras oír a sus amigos. Que haruko quedara libre era una buena noticia no así lo otro, tener que vivir con el zorro que además parecía que resultaba ser un maricón era algo demasiado díficil de aceptar para él.

 

Pensó en esos rumores durante toda la clase, durante los recesos... Mas bien durante toda la jornada. Debido a ello estubo siempre distraído, sin poner atención al resto de los chismes que esos chicos le mencionaban.

 

 

Por esta semana quedaría liberado de los entrenamientos, por ende se dirigió a la salida de la preparatoria. Al llegar allí sinceramente no sabía que camino tomar para devolverse a casa, ir al gimasio y preguntarle al zorro resulataría humillante y no pensaba rebajarse ante sus burlas por no haber prestado atención al camino.

 

-¡Diablos!- maldijo, ¿y ahora qué hacía?, ¿depender de Kaede?, seguramente este le daría una ruta que le llevara al infierno con tal de no verlo.

 

Algo frustrado apoyó su espalda contra un muro perimetral del recinto, no le quedaba mas opción que seguir disimuladamente al zorro en su retorno a casa, pero para ello debía esperar mas del tiempo que consideraba prudente.

 

De pronto vió que en la vereda de enfrente una figura masculina y alta que mantenía sus ojos posados en la salida del recinto-¡Sendoh!- murmuró bajito al reconcocer en el ese particular peinado- Tal vez los rumores sí son ciertos depués de todo-

 

le hubiese gustado cruzar la calle y preguntarle en forma directa con tal de salir de las dudas, solo que en ese momento un coche se estacionó en frente suyo.

 

-sube Hanamichi- le llamó la voz de James desde el interior.

 

Sin desprender la vista del muchacho de Ryonan se adentró en el coche.

 

-lamento haber llegado tarde pero el trabajo me impidió llegar a tiempo- se disculpó su tutor mientras reiniciaba la marcha del vehículo.

 

-James- le llamó en tono bajo- ...hay muchas preguntas que quiero hacerle-

 

-lo sé Hanamichi, lo veremos en cuanto lleguemos a casa-

 

Hanamichi asintió, una vez mas el silencio se hizo presente hasta que llegaron a casa, ya en ella procedieron a comer la comida dispuesta por la señora Himura quien le dió un cálido beso maternal en cuanto le vio llegar.

 

Tenía muchas inquietudes sobre su nueva vida pero el sentir ese calidez que desprendían este par de personas le hacían saber que tal vez muy pronto hallaría un hogar, aunque tuviese que soportar a ese odioso rival suyo.

 

......

 

 

Ya caída la tarde y con sus deberes del día concluidos, el pelirrojo se sentó en un sillón de la amplía sala, James leía un libro en un sillón cercano, en espera de la conversación con Hanamichi.

 

- tu dirás Hanamichi, puedes hacer las preguntas que consideres necesarias- le indicó su tutor dejando el libro sobre la mesa de centro.

 

- Quiero saber ... ¿Por qué mi padre lo eligió a usted como mi tutor?-

 

James se acomodó mejor en su asiento y comenzó a responder con calma- verás Hanamichi, tu padre y yo nos conocíamos desde nuestra adolescencia, desde la misma edad que tú y Kaede, solo que nosotros nos llevabamos muy bien... Eramos grandes amigos...-

 

-Mi padre nunca me comentó de esa amitad- se apresuró a interrumpir

 

- bueno, será por que eso fue hace mucho tiempo... La última vez que nos vimos ustedes eran unos bebés y ese día en particular nos prometimos mutuamente que si un día uno de nosotros moría, el otro se haría cargo de su familia, sólo que nunca pensé que eso se daría tan pronto- finalizó con un dejo de tristeza en la voz

 

-yo tampoco pensé que él me dejara cuando lo necesito tanto- murmuró el pelirrojo bajando la cabeza, ocultando la tristeza en sus ojos.

 

-hace un mes atrás él me mandó una carta diciéndome que no estaba bien , que temía dejarte desamparado y que cuando ese momento llegara cumpliera mi parte de la promesa, eso es lo que trato de hacer, cuidar de ti como lo haría tu padre-

 

-Yo... Yo...-intentó decir Hanamichi sin poder evitar que las lágrimas nuevamente brotaran de sus ojos.

 

James instintivamente se acercó a su lado y se sentó para acogerlo en sus brazos- no digas nada Hanamichi, la vida sigue su curso y debes intentar seguirla, eres muy joven aun, eres como mi hijo ahora y no permitiré que tu rostro sea cubierto por la tristeza-

 

El pelirrojo sollozó por un corto momento, en el fondo , ni él mismo acababa de entender pero la cercanía de aquel hombre le provocaba una paz que solo en los brazos de su padre lograba encontrar.

 

- ¿ya te sientes mejor?- consultó el mayor una vez que el muchacho se vio mas repuesto y separado de su abrazo.

 

-si, va a estar todo bien- aseguró- gracias- le dijo después, James sonrió.

 

-ahora con respecto a que no te haya dicho nada con respecto a mi hijo y su caracter que por supuesto ya conoces... Creo que fue un error no haberte advetido antes-

 

- no se si preguntarte- le dijo Hanamichi con duda-... Pero es que hoy oí cierto comentario en la escuela que me gustaría saber-

 

- ya te lo dije Hanamichi, no temas preguntar-

 

- es que no se si usted sepa algo al respecto o tal vez solo voy a provocarle un problema-

 

-no hay nada que yo no sepa de Kaede, eso te lo aseguro, es cierto que él se pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa e intenta evitarme pero siempre estoy enterado de todo-

 

-¿también de eso de que posiblemente sea Gay?- preguntó el chico sin pensar

 

Su tutor rió y luego respondió- sí, lo sé desde hace mucho tiempo, él ya ha definido su sexualidad- se detuvo al notar la expresión en el rostro del pelirrojo- ¿te incomoda vivir bajo el mismo techo de alguien con esa condición sexual?.

 

-No... No es eso, solo quería saber- murmuró algo incómodo sin lograr la credibilidad de su tutor.

 

- te aseguro que no te molestará en ese aspecto, además, sinceramente lo dudo puesto que tú y él se llevan muy mal a mi pesar-

 

- sip- se carcajeó nerviosamente

 

-Hanamichi- le dijo volviendo a abrazarlo- cualquier cosa que te moleste o que te sea incómodo debes decírmelo, solo así hallaremos un modo de solucionarlo-

 

- lo haré-

 

-linda reunión familiar- se oyó de la voz del ojiazul quien observaba la escena tras su llegada a la casa.

 

-Kaede, ya era hora de que te dignaras a llegar- le dijo su padre volviéndose hacia él- ¿dónde estuviste?-

 

-practicando por ahí- respondió y sin mas, retomó su rumbo y se perdió en el extenso pasillo.

 

-seguro éste se encontró con el puercospín- pensó Hanamichi.

 

Su tutor no pensaba de distinta manera, sabía que cuando ese chico llegaba a casa con ese caracter era por que algo había pasado con su noviecito. Consiente de que tal vez necesitaba a alguién para hablar, se disculpó del pelirrojo dirigiéndose a la habitación de su hijo.

 

- bueno- se dijo el chico- creo que ha sido todo por hoy-

 

Tenía algo de sueño ya que el tiempo trancurrió sin detención. Se fue a su cuarto pasando frente al del zorrito, una vez mas escuchó la solitaria voz de James y otra vez no le dio mayor importancia.

 

En cuanto a si tendría problemas o no por vivir junto a un declarado gay, no daría mas vueltas al asunto, no por este día. Entonces liberado de problemas, se desvistió y metió en boxers debajo de las sabanas. Se durmió al instante.

 

Al menos una hora mas tarde los ruidos emitidos por dos personas discutiendo a viva voz lo depespertaron. Algún problema entre el zorro y su padre- pensó, pero al agudizar sus oidos se dió cuenta de que era alguien muy distinto a James.

Algo molesto y somnoliento se levantó presuroso dirigiéndose al lugar desde donde provenían las voces, el acceso, allí se encontraba un zorro malhumorado discutiendo con el puercospín.

 

-ya te dije que no quiero hablar contigo, ya todo esta dicho- escuchaba de boca del zorro mientras llegaba al fin del pasillo.

 

-Kaede tienes que escuchar mi explicación - insistía Akira

 

-No quiero, además que estoy muy ocupado-

 

En ese momento Hanamichi llegó a unos tres metros de la posición del zorrito quien advirtiendo su presencia le dijo al otro de manera de insinuarle una situación embarazosa.

 

- te dije que estaba ocupado ¿no?-Mencionó mirando de reojo a Hanamichi

 

Akira fijó su mirada en el cuerpo semidesnudo del pelirrojo quien vestía solo sus boxers-¿con él?- preguntó celoso.

 

-¿qué pasa conmigo puercospín?- Consultó el pelirrojo sin entender a que venía esa pregunta.

 

-tu vete a la cama y no salgas de allí hasta que solucione este problema que no te incumbe- le ordenó el zorrito con voz potente.

 

-estúpida pelea de enamorados- bufó Hanamichi. No pretendía entrometerse, sólo queria que los gritos terminaran para poder dormir, por lo tanto, ante la orden del muchacho procedió a devolverse a su cuarto.

 

-¡idiota!, ¡nada te costó enredarte con otro cuando me jurabas que me amabas!- dijo Akira con la rabia apoderada de su rostro-¡quedate con ese idiota, yo me voy!-

 

Tras aquello el ojivioleta se marchó sin mirar atrás. Kaede por su parte cerró la puerta con fuerza y se apoyó en ella maldiciendo a la estrategia a la que recurrió para correrlo de su casa.

 

- estupenda idea hijo- le reprochó James apareciendo por el sector de su despacho- ese griterío fue el colmo, pero no voy a tolerar que metas a Hanamichi en tus peleas con ese muchacho.

 

-fue solo el recurso del momento, y si te preocupa que alguna vez llegue a interesarme en él torpe te diré que nunca llegará a suceder, es todo tuyo- le respondió desafiante

 

-¿qué insinuas Kaede?- preguntó su progenitor visiblemente intrigado por lo oído.

 

- que vi como le abrazabas, a mi jamás me abrazas de esa forma... vi como le acariciabas disimuladamente y como ese torpe es tan inocente o tonto no se dio cuenta de nada-

 

James acortó rapidamente el trecho que le separaban del muchacho propinandole una cachetada por este repentino atrevimiento.

 

- no vuelvas a insinuar esa tontería- le advitió serio

 

Kaede mantuvo su postura y no se inmutó ante el golpe, luego de la advertencia y sin una palabra se abrió paso dirigiéndose a su cuarto.

 

-¡oh por Dios!¿que mierda hice?- se reciminó tomándose la cabeza, pero realmente pensaba que esta vez Kaede se había sobrepasado.

 

 

Notas finales:

Los comentarios para saber como voy no estan demás.

Hasta pronto


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