Capítulo 21
Su dolor era insoportable, ¿su hijo muerto?...tan sucia era la venganza de la vida que le devolvía con mano dura todo el mal que pensaba hacer con una fuerza verdaderamente arrasadora
Se equivocó creyendo que podría ganarle a la incertidumbre y doblegarla para que las cosas resultaran como las planeó...la ironía del destino le se lo confirmaba...
Todo iba perfecto ese día, una de sus amigas, quien le hubo recomendado quitar a James de la faz de la tierra de una buena vez, le había llamado como a las once de la mañana confirmándole que su contacto había llevado a cabo su trabajo
Fue muy feliz entonces y tras haber cortado el contacto agradeció haber conocido a esa mujer fría y calculadora, alguien que había enviudado tres veces de manera un poco extraña, todos sus maridos dejaban este mundo de maneras radicales e inesperadas, accidentes que habían sido determinados por la policía como simples tragedias
Su amiga le contó su secreto ese mismo día después de haber despedido a Touya, cuando en un ataque de ansiedad y ganas de beber hasta el desahogo llegó a su casa echando mil maldiciones desesperadas contra aquel que no la amaba
-yo te puedo ayudar si prometes llevar a la tumba un secreto-le había dicho su amiga, decidida y compadecida con su estado deplorable
Kaoru entonces la había mirado fijo sin entenderla muy bien, casi burlándose de ella -¿Qué podría hacer para librarla de su sufrimiento?-pensó incrédula
-no me mires así que hablo en serio-y acercándose a ella le hubo dicho:-Kaoru, eres una buena amiga y no puedo permitir que desperdicies tu vida por ese hombre que te tiene así, mientras él viva tú jamás podrás salir de ese hoyo en que te encuentras-
-ese hombre tiene más vida que tú y yo juntas ¿Cómo podría dejar de vivir de un rato a otro?-había contradecido
- no me estás entendiendo-fue la respuesta insinuante de esa mujer-es todo más fácil de lo que parece...James podría sufrir un lamentable accidente...-
-como tus tres maridos-ironizó
-a eso mismo me refiero-expresó sin verle la gracia, luego le hubo repetido lo de antes -si eres capaz de guardar el secreto y llevártelo a la tumba puedo contarte cómo sucedieron esos accidentes justo cuando los necesitaba-
Kaoru asintió en ese entonces y decidió escucharla. Su amiga se sentó a su lado y poco a poco, y con la mayor tranquilidad del mundo, comenzó a describirle cada una de las situaciones y como se había encargado de sus difuntos esposos. Todos unos mal nacidos a su parecer, pero que sin duda y tras sus muertes, heredaba lo mejor de ellos, "su dinero"
-puedo encargarme de tu problema y te aseguro que mi conocido una vez más hará un trabajo impecable-había expresado con toda confianza al terminar su relato
Kaoru pensó entonces que debía meditar sobre los pro y los contras de desaparecer a James; Kaede estaba de por medio, sufriría pero sin duda sufría mas con ese hombre en vida...James a ella le había robado su juventud, había desgraciado el amor que con todo su corazón le entregaba...suficientes razones para dudar siquiera en ser piadosa
-tú sólo dime que si y yo hago el contacto-hubo insistido su amiga al notarle un tanto dudosa
-pero no sé cómo- la miró sin saber que decirle
Su amiga hubo cogido su vaso y tras un sorbo le volvió a hablar tranquila
-muy fácil, basta que digas que si y yo me encargo de absolutamente todo, tómalo como un favor de amiga a amiga y sólo espera a que te avise cuándo y cómo se hará para que puedas celebrar con champagne ese día-finalizó con una sonrisa
-pero ni siquiera sabes mucho de James-la hubo criticado
-cariño, todas tus amigas sabemos que tu casi esposo va de Kanagawa a Tokio en su avioneta y viceversa, ese pajarito podría tener un ligero inconveniente durante un vuelo y bueno, sólo bastaría con darle unos pequeños ajustes mecánicos...mmm-puso pose pensativa luego continuó-pero sería bueno que fueras al aeródromo, un viaje relámpago a Kanagawa puede ser-
-¿y con qué fin?-hubo preguntado extrañada
-sólo vas, pides que te lleven, inventa una excusa o lo que sea por la que debes ir y de paso le das pistas a mi contacto para saber cuál es la avioneta que debe intervenir
Kaoru se había preocupado, pensando que debía ir con ese alguien, con un resultado muy sospechoso, sin embargo, su amiga parecía que le leía la mente por que se anticipaba a todo
-tú vas sola, mi contacto te seguirá desde lejos y con esto ni siquiera tendrás que conocerlo-Kaoru le había visto sorprendida por su manera de pensar-es la técnica que siempre utilizo y ya vez que me ha dado buenos resultados-le aclaró, luego hubo alzado su vaso incitándole a un brindis
-será mañana-Kaoru dijo respondiendo al gesto, sopesando la situación hubo concluido que mientras más rápido mejor para dar el tiempo de ejecutar el plan lo más pronto posible-mañana haré lo que me pides-aclaró
- salud por esa excelente decisión-
El choque de los vasos, con el que sellaba el supuesto destino de James, era lo que ahora Kaoru pensó que nunca debió haber hecho
Tras recordar eso, se levantó luego de varias horas de sollozos y lamentos en el piso
Con una carga pesada en su cuerpo se dirigió apenas hasta llegar frente de la caja fuerte, sin razonar siquiera la abrió y de ésta extrajo una pistola que jamás pensó en llegar a utilizar, ni siquiera supo por que la compró un buen día y con que propósito podría llegar a usarla...
Eran pasadas las once de la noche cuando se dejó caer en sentada en su cama, miró una vez más el papel que le dejó su hijo y sintió como si allí estuviera escrito sólo tres palabras, tres palabras que le sonó a despedida definitiva ... "no me esperes"...con eso se convenció que su hijo estaba muerto
De nada había valido todo lo que hizo en su vida; amar y llenarse de rencor por no ser correspondida, haber traído a su hijo a la vida, haberlo odiado y darse cuenta tristemente que en el fondo siempre le quiso más de lo creyó...pero muy tarde ...ella dio la vida y ella se la quitó, a su pensamiento
Lentamente su mano comenzó a levantar el arma apuntando a su sien. Cerró sus ojos y el último recuerdo del rostro su hijo llegó a su mente antes de que el sonido de un estallido de bala inundaba el cuarto
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Kaede despertó.
A sus fosas nasales llegaba el olor característico de un cuarto de hospital que le recordó donde estaba después de todo lo sucedido. Miró a su costado, allí se encontraba su compañero de cuarto, dormido, con su cabeza y manos vendados por completo, era un hombre que había quedado atrapado en un incendio comprometiendo gran parte de su piel, la enfermera que también le atendía a él se lo hubo hecho saber.
Luego quiso acomodarse un poco en su cama, mas una ligera ligero impedimento no se lo hizo posible. Entonces recordó el yeso que le inmovilizaba parte del pecho y brazo izquierdo, se había fracturado la clavícula, brazo, en tanto el ligero dolor de cabeza que sentía también le recordó que se había dado un fuerte golpe en la frente y que ahora llevaba un vendaje en la zona afectada
Miles de cosas pasaron por su mente en ese momento, todos ellos alusivos al accidente; el repentino apagón de uno de los motores, luego del otro cuando el piloto ya había estabilizado la avioneta, el llamado desesperado de Jack a la torre de control anunciando una inminente caída, su intento de planear por sobre las arboleras a baja altura mientras casi le pedía a gritos que se sujetara bien, y finalmente, el estrellar de la avioneta descontrolada cuando ya tocaron tierra...después de eso, nada, perdió la conciencia para despertar en el mismo lugar donde ahora despertaba por segunda vez
También vino a su mente aquella conversación que tuvo con el perito que investigaba el accidente, a quien le hubo contado estos mismos detalles que se vinieron a su mente
-no es suerte el hecho que estés vivo muchacho, tienes que agradecer mucho a ese piloto experimentado que hizo que la tragedia no fuera tan grande -le hubo dicho el hombre al terminar de oír su experiencia
-¿Cómo está Jack?-se había atrevido a preguntar apenas
-su estado no es bueno según los médicos, lo están operando de emergencia en este minuto...le hallaron muy grave y al parecer, según lo que pudimos apreciar en el sitio del accidente fue quien se llevó la peor parte...te repito que lo tuyo no es suerte, si la avioneta hubiera caído en picada tu no estarías ayudándonos con la investigación, él es un buen piloto y roguemos a Dios que pueda sobrevivir-
Kaede lo lamentó a la vez que recordó como Jack había maniobrado el pájaro de hierro con tal de que no se estrellara de frente contra un cúmulo de rocas, lo había esquivado aunque no del todo y el lado del piloto sería la parte que recibiera la fuerza de ese impacto en contra
-lo siento muchacho-hubo dicho el hombre al ver su expresión compungida
-no más que yo-fue su respuesta al saber que efectivamente gracias a Jack estaba vivo
Aún seguía sintiendo esa misma sensación que sintió durante esa conversación
Se pregunta que hubo pasado con Jack desde el momento en que se durmió. ¿Abría muerto tal vez en el tiempo en que estuvo dormido?...
De pronto una extraña sensación se instaló en su pecho, no era la misma sentida al pensar en Jack fallecido, era otra muy distinta, un escalofrió intenso que hizo que las fibras de su piel se remecieran y aún no dejaba de sentirlo cuando el silencio del cuarto de rompió con la puerta abriéndose y dando paso a la enfermera
-qué bueno que haya despertado, su padre llegó hace unas horas y le dará gusto que usted halla abiertos sus ojos-dijo ella acercándose a la cama y ayudándole a acomodarse al notar que en verdad lo necesitaba
-¿y dónde está él ahora?-preguntó mientras su almohada era terminada de acomodar bajo su cabeza
-en el piso superior, acompañando a la familia del piloto fallecido-
-entonces Jack falleció- una afirmación más que pregunta que dijo sintiendo un sabor amargo en su boca
-lo siento joven, llegó en muy mal estado y no se pudo hacer nada-
Kaede se quedó en silencio y la enfermera en tanto fue hacia el otro paciente
Había pasado al menos media hora, la enfermera hubo dejado el cuarto hacía ya mucho rato y Kaede mantenía su mente pensando en la nada
Al cabo de ese tiempo una nueva persona llegó al cuarto, con el rostro compungido, se veía triste. Era James, su odiado progenitor a quien vio con indiferencia, como si le diera lo mismo que fuese su padre o un completo extraño
James percibió ese gesto, quería abrazar a Kaede sabiéndole vivo y en buenas condiciones, quería decirle que le alegraba enormemente que estuviera a salvo, quería decirle tantas cosas pero esa indiferencia lo reprimía y a la vez que le causaba un dolor tan profundo como el mismo hecho de saber a su mejor amigo muerto
Mantuvo el silencio viéndole por unos cuantos segundos antes de hablar
-he solicitado tu traslado inmediato a Tokio, a Kaoru se le hará más fácil tenerte allí...imagino que también debe estar preocupada...-
-entonces no le has dicho aún que estoy bien-interrumpió Kaede
-la estuve llamando para avisarle pero no contesta el teléfono y aunque suene cruel tendría que decirte que creo que tal vez no le importes mucho por que cuando le dije de tu posible accidente no pareció preocuparse, y estaba lo suficientemente borracha para no poder mantener siquiera el equilibrio-hizo una breve pausa notando que Kaede estaba inmutable-me asusté Kaede, no sabes cómo se me movió el mundo cuando me confirmaron que tu ibas en la avioneta-agregó tratando de acercarse-por un minuto pensé que te había perdido...-
-sería una carga menos ¿no?-
-no digas eso, eres mi hijo y soy tu padre que se ha preocupado mucho por ti-
Kaede sonrió con ironía
-soy tu hijo desde hace un par de días, desde mi cumpleaños número dieciocho exactamente y me pregunto donde ha estado ese padre consiente todo este tiempo-
-Kaede por favor, no es momento de pelear-recriminó James-y no quiero hacerlo por el respeto que tengo ante la muerte de un amigo de años-
Kaede simplemente volvió al silencio sin dignarse a contestar, sabía que si continuaba hablando sólo saldría veneno de su boca y James tenía razón en eso de respetar a Jack, él mismo se lo debía a ese hombre.
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Eran las dos de la madrugada, comprobó Hanamichi al consultar su reloj.
Caminaba de un lado a otro, esperando con impaciencia el llamado prometido de James, éste ya le había llamado una vez diciéndole que estaba todo bien con Kaede y que en breves minutos saldrían camino a Tokio
Había pasado cuánto tiempo desde entonces y el dichoso teléfono no sonaba
Finalmente el sonido del aparato rompió su silencio a las dos quince de la mañana. Hanamichi contestó con prisa, muy ansioso y con toda su preocupación girando en torno a Kaede
-Hanamichi, Kaede va vía helicóptero rumbo al hospital general de Tokio...-trató de decir James apenas el pelirrojo contestó desde el otro lado de la línea
-¿sigue todo bien con él?-interrumpió Hanamichi preocupado
-todo está bien pero no pude acompañarlo, la familia de Jack me necesita aquí y como Kaoru no ha contestado a mis llamado te pido que vayas de inmediato al hospital y te encargues de todo lo que se necesite, yo ya he hecho un contacto con el director, recibirán a Kaede pero se necesita llenar unas formas para su ingreso-
-no te preocupes, ya salgo para allá-
-gracias Hanamichi-le dijo James respirando tranquilo
Apenas Hanamichi cortó la llamada salió corriendo del departamento, considerando que Kaede era trasladado vía aérea sabía que no tardaría en llegar a Tokio.
Bufó frustrado al querer tomar un taxi cuando llegó a la calle, maldiciendo el amanecer del día domingo en que los recorridos tenían una frecuencia más lenta de lo soportable.
Tuvo que esperar al menos cinco minutos para divisar el primero, el tiempo apremiaba, por tanto al abordarlo pidió al conductor dirigirlo con prisa a la dirección que le indicó.
Mientras iba en camino, tuvo tiempo para pensar un poco y sentirse molesto por todo lo sucedido; Kaede herido y él sin saber exactamente su condición. Por otro lado la muerte de Jack, le afectaba por que le conoció pero no tenía mucho tiempo para lamentarse por él ya que seguía enfocado en su preocupación por el chico de ojos azules
Cuando al fin llegó al centro asistencial consultó en informaciones y se le hizo entrega de la ficha de ingreso, tal y como James se lo hubo dicho, el hospital estaba al tanto de la llegada del moreno. Llenó todo cuidadosamente y tras hacerlo esperó un momento hasta que la misma persona que le atendió le dijo que el helicóptero estaba aterrizando en la plataforma y que si quería ver al paciente se dirigiera al tercer piso, unidad de recuperación
Ni siquiera pensó dos veces en dirigirse a ese piso, necesitaba verlo y saber que estaba bien, sin embargo, cuando eso sucedió quiso no haberlo hecho, la mirada de indiferencia que Kaede le dio antes de ser ingresado a la habitación ardió como el acero caliente en la piel
Hanamichi supo que su corazón se estaba rompiendo y se quedó estático en medio del pasillo, viendo como parte la camilla de Kaede y el paramédico que la empujaba terminaban de perderse tras la puerta a escasos metros del lugar dónde él estaba
"tu mueres para mi"
Esa parte de la frase que Kaede le hubo dicho en su última conversación, cobró fuerza. El zorriro lo había mirado como en los viejos tiempos, cuando eran rivales y entre ellos sólo había miradas de enemistad...