Muy temprano en la mañana, Kaede sintió como una voz le llamaba sacándolo de su sueño profundo. Se removió inquietamente debajo de las sábanas, antes de despertar y lanzar una protesta
-es sábado, quiero dormir un poco más- su voz sonó adormilada
-tal vez James era un irresponsable que te permitía todo, pero no soy él, ahora vives en la misma casa que yo y te levantarás a tomar desayuno conmigo-Kaoru vio que su hijo no tenía intensiones de levantarse-arriba perezoso, que ya son las once de la mañana-finalmente optó por destaparlo completamente, ante la total negativa del muchacho
-pero...-
-nada de pero Kaede, te levantas y ya, que luego quiero que me acompañes al centro comercial- La voz de su madre sonaba autoritaria
Por un momento Kaede había olvidado con quien vivía ahora, no era su padre, ni ese descarado de Akira, con ellos hacía las cosas que quería, sin embargo, con su madre, todo parecía ser muy distinto.
Pero ella era la mejor opción que tuvo para alejarse de todo ese mundo infernal que vivía a diario. Ya no mas infidelidades de parte de ése, de ése... ni siquiera tenía una palabra para describir a aquel que fue su pareja; tampoco habría más reproches de su "padre". James, Akira, Kanagawa...todo había quedado atrás por cuentas propias, como Hanamichi, ahora iniciaba una nueva vida lejos de todo, por que él había optado venir a vivir a Tokio cuando Kaoru le dio la opción de elegir un lugar
Por supuesto esa decisión fue muy bien planeada, por varias semana estuvo pensando que era lo mejor para él y el futuro que perseguía, Akira sólo era una perdida de tiempo que no valía la pena, nada sacaba con engañarse, él no lo amaba y ni siquiera se preocupaba por su persona, y ciertamente pensaba que su amor hacía ese descarado había muerto hace mucho tiempo atrás.
Si se había mudado a Tokio apenas terminó segundo año de preparatoria, fue nada más para habituarse, acostumbrarse a algo nuevo por que sabía que todo era más difícil cuando se estaba lejos de su lugar de origen. Así tendría todo un verano para acostumbrarse.
Con ceremoniosa lentitud fue hacía la ducha, tomándose su tiempo entre bostezos. Cuando salió del baño se encontró con que su madre había dejado ropa sobre su cama, no era lo que siempre solía usar, pero ella era muy exigente en el tema de vestirse; era elegante y siempre había tratado de imponerle un look que nunca quiso adoptar. Estaba seguro que si renegaba a vestir lo que ella había elegido, lo mandaría de vuelta y no estaría conforme hasta que se cumplieran sus gustos.
Fue así como jalado del brazo, tuvo que acompañar a Kaoru hasta uno de los centros comerciales más grande de la ciudad. Junto a ella recorrió joyerías, zapaterías y varios otros locales, cargando las innumerables compras, por momentos se sentía como un miserable sirviente viendo como la señora satisfacía sus deseos de comprar como desconsiderada; eso le fastidiaba, murmuraba por lo bajo cada vez que podía. Finalmente se detuvieron frente a una tienda de deportes
-si no te importa, quisiera esperarte aquí-
-pero Kaede, tienes que acompañarme, son tus cosas las que compraré ahora- El muchacho hizo una mueca de verdadero disgusto- está bien, iré yo sola- accedió finalmente
Kaede hurgó con la mirada algún lugar apto donde esperar a su madre, no veía más que gente entrando y saliendo de tiendas varias. Por un momento pensó que salir de compras era una perdida de tiempo cuando podría estar durmiendo o quizás, tratando de hallar en esta ciudad alguna duela donde poder practicar un poco. En eso estaba cuando alguien que caminaba distraído saliendo de la tienda, chocó contra él
-¡Sakuragui!-¡zorro!-los dos dijeron al mismo tiempo
El pelirrojo salió de su aturdimiento para mirar de pies a cabeza a la persona que tenía en frente
-te ves... diferente- murmuró con sorpresa, pero luego de unos segundos reaccionó-zorro ¡te peinaste!-lo dijo a viva voz, tanto que la gente que pasaba a su lado volteo a verlos
-torpe-si su madre ya lo había cansado bastante, Hanamichi era la ‘gota que derramó el vaso'
-¿Qué diablos haces tú en un lugar como éste?- inquirió Hanamichi intentando no romper en carcajadas, siempre había visto a Rukawa vistiendo ropas sencillas o deportivas pero esta vez lo sorprendía vestido con real elegancia
-¿Qué crees tú?-preguntó Kaede sarcástico señalándole los paquetes que cargaba
-ah, pues eso es nuevo, no te lo conocía-
-vine con mi madre-dijo serio
Hanamichi volvió la vista al interior de la tienda de la que acababa de salir, precisamente allí se hallaba Kaoru Rukawa, no la había visto
-creo que tus gustos por la moda han mejorado gracias a ella-comentó cuando volvió a verlo, Kaede hizo una mueca de fastidio
-¿Cómo te fue en el instituto?-preguntó cortando de lleno la molestosa conversación sobre su aspecto
-bien, aunque fue difícil con los últimos exámenes. Tuve que pasarme horas estudiando para poder aprobar mis asignaturas-dijo rascándose la cabeza, el recordar que se pasó gran tiempo encerrado en una biblioteca en las últimas semana le provocaba la sensación de cansancio mental; en Shohoku nunca se veía en esa necesidad, pero en su instituto todo era mas difícil, sino fuera por la ayuda de un estudioso como Touya, creía que jamás hubiera aprobado debido al gran retraso que arrastró durante gran parte del año escolar.
-pero lo hiciste y es lo que cuenta-
-sí, ¿pero que hay de ti? Nada he vuelto a saber desde la vez que viniste-
-vivo con mi madre ahora y ya ves- soltó un bufido al ver las cosas en su mano-escapo de James y me convierto en un fiel lacayo de una maniática por las compras-
-pero, no entiendo como es que decidiste este cambio...-
-te lo contaré en otra oportunidad- interrumpió al notar que su madre regresaba
-está bien- accedió el pelirrojo aunque de mala gana, deseaba saber más de él.
Por alguna razón creía que de nuevo Kaede se transformaba en el mismo chico frío de antes, las palabras que le expresó eran un poco cortantes y no lo entendía, ¿cómo había cambiado tanto desde la última vez que lo vio?, sabía que debía haber una razón
-Kaede...-Kaoru iba a decirle algo a su hijo cuando la presencia de Hanamichi le llamó la atención-Sakuragui, que sorpresa verte -saludó deteniéndose a su lado
-Buenas tardes Señora Rukawa-
-Dime Kaoru, señora me hace ver muy vieja- Kaede dio una mirada de reojo a su madre
-Buenas tardes Kaoru- dijo Hanamichi un poco incomodo de llamarle así, más aún teniendo la mirada de reproche del moreno encima
-¿ya nos vamos madre?-preguntó Kaede dando por hecho que así sería
-ah sí, fue un gusto Sakuragui, espero verte otro día-
-adiós Sakuragui- Kaede también se despidió, pero con frialdad
Hanamichi los vio alejándose y perdiéndose entre la multitud, inquieto por la actitud del moreno. Se preguntaba por que tenía esa mirada, como de un oscuro océano impenetrable. Antes, aun cuando lo vio muy mal en aquella oportunidad en que le visitó, eran más accesible, tenía un brillo en la mirada y se veía dispuesto a rebelar sus secretos, esta vez, todo era distinto. Esperaba que la gente que le rodeaba no le hubiera hecho mucho daño, por alguna razón el modo en que se comportó con él la vez anterior le gustaba, llegó a creer que podrían ser amigos ya que por un momento se entendieron y compartieron su angustia
Soltó un fuerte suspiro, bajando la cabeza y viendo sus manos vacías. Era cierto, todavía no lograba encontrar el regalo adecuado para su mejor amigo en el día de su cumpleaños, se había entretenido demasiado en la tienda viendo artículos deportivos, olvidándose de la verdadera razón que le llevó hasta ese sitio
xXx
Elegir el regalo perfecto para Touya no podría haber sido menos complicado. Hanamichi se decidió por un buen libro, ya que sabía que leer era una de sus pasiones.
Feliz y contento regresó al departamento con el regalo en manos esperando que su amigo estuviera allí como habían pactado, pero no era el único que estaba esperándolo, sentando en la sala y conversando muy amenamente con Touya, estaba James Connor. No imaginaba que este caso pudiera darse teniendo claros antecedentes de que su amigo sentía cierta aversión por su tutor, pero el día parecía estar lleno de sorpresas.
-Hola James-saludó informalmente dejando el paquete sobre un mueble algo escondido de la vista de Touya
-Hola Hanamichi, que bueno que llegas-respondió James con una sonrisa- estaba contándole a Touya que el juez aceptó que mi tutela se basara mas que nada en visitas diarias, pero eso sí, no puedo estar un día sin saber que estás haciendo o donde vas-
-no veo problema alguno con eso... ¿pero no será problema para ti cuando no tengas que venir a trabajar?-inquirió Hanamichi con preocupación
-la verdad es que ahora con todo el trabajo que tengo en la oficina debo venir todos los días, e incluso he pensado en mudarme mas cerca...pero en todo caso, eso de las visitas quedará entre nosotros, bastará con que me llames y me digas que todo está bien-
-no me importa- dijo el pelirrojo en forma tranquila dejándose caer en el sillón al lado de su amigo-tal vez algún día fiscalicen que aquello se cumpla...-miró a Touya viendo su reacción pero éste parecía tranquilo-...no tengo problemas en que pases todos los días para saber como estoy-
-es lo mas aceptable Hanamichi y me alegra que hayan llegado a un buen trato con tal que no te vayas de vuelta a Kanaguawa-expresó Touya feliz
-no hay mas que hablar, ya me voy-anunció James poniéndose de pie
-antes dime una cosa, ¿Cómo es eso de que has pensado en mudarte?, Kaede aun te necesita aunque esté viviendo con Sendoh, necesita a su padre cerca, él y yo estamos en el mismo caso-Hanamichi estaba intrigado por esa situación
-no te he dicho pero hace una semana que mi hijo dejó a ese muchacho y ahora vive con su madre, no me gustó la idea pero tuve que aceptarlo ya que él sencillamente se negó a volver a la casa, y como ahora vive en esta ciudad también he pensado mucho en la posibilidad de mudarme mas cerca-
-¿pero cómo? ¿También dejó Shohoku? ¿Qué va a decir el profesor Anzai cuando lo sepa?-Hanamichi alzó la voz, ese zorro no le hubo hecho la menor mención y tampoco tuvo la intensión de hacerlo, eso le molestaba
-ya lo sabe Hanamichi, yo estaba presente cuando él habló con su profesor, Anzai lo lamentó por el equipo pero entendió las razones de Kaede...-
- ¿y cuales fueron esas razones?-preguntó Hanamichi con real interés, mientras que Touya miraba a uno y otro en completo silencio
-cambiarse a un instituto mejor con opción de un entrenamiento de alto rendimiento, se trata de una escuela nueva que se está construyendo, mas datos no tengo ya que Kaoru ahora se encarga de todo-
-entiendo- murmuró el pelirrojo pensativo, de alguna forma tenía que hablar con Kaede para saber el verdadero por qué
-cuídense muchachos, mañana daré una vuelta por aquí dada la situación-
Touya al notar que Hanamichi estaba perdido en sus meditaciones, se levantó presuroso y acompañó a James a la puerta, luego volvió donde Hanamichi
-¿te preocupa algo?-
-no...es que me extraña algo-
-¿Qué?-
-no, nada- Esquivando las preguntas fue a buscar el regalo y desenvolviéndolo de la bolsa, lo ofreció a su amigo
-Feliz cumpleaños amigo, sé que me dijiste que no querías nada pero soy insistente-lo dijo con una sonrisa
-gracias Hanamichi, no debiste...-dijo e moreno emocionado al coger su obsequio
-y además tengo pastel en el refrigerador, ábrelo-agregó
Touya abrió su regalo, un libro que recientemente salía a la venta y del cual tenía antecedentes de que era muy bueno, pero que por razones económicas no pudo comprar
-es un bonito gesto de tu parte- Tras decir esto le dio un abrazo a Hanamichi quien luego fue por el pastel -oye Hana, me da la impresión que James es un buen tipo que sólo intenta hacer lo mejor, creo haber estado equivocado con mi impresión y me estoy dando cuenta que tenías razón en eso de desistir de tu supuesta venganza-
Hanamichi oyó esto con suma atención, dejando de comer-eso me llamó la atención cuando llegué...con todo lo que te dije antes, resentido como estaba, te creé una mala impresión...yo mismo me he dado cuenta que solamente intenta ayudar, aunque sigo desconfiando un poco de él... En todo caso no soy de esos que buscan hacer sufrir a la gente, aunque estos se lo merezcan... llevado por el dolor, al final terminaría haciéndome daño a mi mismo-
-te entiendo...todos se merecen una segunda oportunidad, siento mucho haberte alentado de mala manera para que hicieras algo así, me siento como un tonto-
-eres un Tonto-señaló Hanamichi muy serio, luego rompió en carcajadas que contagiaron al otro
Entre una que otra conversación distinta, la tarde se les fue.
Era ya muy entrada la noche cuando el timbre sonó, Hanamichi fue a abrir preguntándose si sería Touya que olvidó algo, a quien halló fue a otro moreno pero con ojos de zorro
-pasa- dijo cediéndole el paso, sin mucho afecto
Kaede dio un para de pasos hacia el interior y se volvió a Hanamichi
-siento haberte tratado como lo hice hoy-
-no tienes por qué, supongo que es normal en ti ser tan cambiante-Hanamichi habló serio
-eres lo más cercano que tengo a un amigo...-
-bueno, si quieres llegar a serlo, dime que fue lo que te convenció para que finalmente dejaras a ese puercoespín idiota-interrumpió sin muchas esperanzas que el otro respondiera
-por que es un idiota-respondió Kaede con sencillez
-pues ya era hora de que lo hicieras-sonrió poniéndole una mano en el hombro-un tipo como ése no valía la pena...y si quieres seguir contándome, vamos a la sala-
-si no te molesto ¿me prestas algo de tu ropa?, esta no me gusta y me incomoda-
-ven zorro-cerró al puerta tras de si dirigiéndose al cuarto-aunque te vez bien así-mencionó divertido. Se oyó un bufido de parte del moreno
Mientras Kaede se cambiaba el atuendo, Hanamichi se recostó de espaldas en la cama con los ojos cerrados
-¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?- preguntó de pronto
-mas de una semana... apenas terminaron las clases nos mudamos con mi madre-terminó de ponerse la polera y se acercó a la cama sentándose en el borde de esta-¿Cómo te enteraste que vivía aquí?-inquirió curioso
-tengo mis contactos-dijo sin mas y sin intensiones de revelarle aún, que fue James quien le dijo
-no importa...el hecho es que me mudé junto a mi madre, vivimos en un departamento de un edificio cercano, así es que no te preocupes por éste por que ambos convenimos en que te lo quedaras sin problemas, además que fui yo quien te lo ofreció...-
-gracias zorro-interrumpió Hanamichi abriendo los ojos y enfrentándose a Kaede
-no tienes por qué, ya te lo dije una vez-
-sí, ¿y el instituto al que vas a ir?-
-Towa, es nuevo y permite la matricula de jóvenes de alto rendimiento deportivo. Quiero ser el mejor jugador de Japón-
-y con eso olvidarte de todo e irte a cumplir tus sueños de la NBA-
-no me iré todavía-dijo decidiéndose a acstarse al lado del pelirrojo, imitándole, cerró sus ojos-vamos a ser rivales...esta vez va a ser en serio-
-rivales pero amigos-Hanamichi volvió a juntar sus parpados
-eso quiero, aunque no lo creas-
-y yo... no vuelvas a comportarte frío conmigo-
-únicamente ante mis llamados padres... sólo ante ellos-dijo entre bostezos
-como quieras-
Se hizo un silencio en ese cuarto. Pronto Hanamichi se dio cuenta que el zorro se había dormido y por mas que quiso evitar su propio sueño, éste igual le venció.