El chico del violín
Capitulo 2
Luego de aquel día Henry prefirió olvidar ese cálido sentimiento que le produjo la sonrisa de Hangeng, no porque no le importara sino porque en días venideros el trabajo y la intensidad en como vivió sus días lo abrumó por completo. Regresó de nuevo al tiempo real, luego de estar recordando aquel momento de angustia durante la grabación del video de Don’t Don y se quedó contemplando la ciudad desde la alta ventana del edificio. Aún continuaba con el violín en su mano, lo miró con cariño, debía parecer un niño que siempre carga su muñeco preferido o una manta, ese violín lo había acompañado siempre e inclusive llegaba a sentirse desprotegido si no lo tenía cerca. Lentamente se lo llevó al mentón con la intención de una vez más perderse en su sonido hechizante. Justo entonces una voz lo interrumpió.
- Hey Henry Lau – Dijo una voz a su espalda, se giró y se encontró con el rostro de KangIn a un par de metros de él en el corredor. – Estamos planeando algo para esta noche ¿vienes? – Dijo rápidamente, parecía bastante contento para el casi rutinario mal humor que había tenido en las últimas semanas. Henry giró su cabeza en un gesto de inocencia angelical.
- ¿Eh? – Dijo con timidez, un tanto avergonzado por sólo haber comprendido su nombre y la palabra ‘vienes’ en la frase. KangIn frunció el ceño como cayendo en cuenta de su tontería y le empezó a hacer ceñas con la mano como a un perrito.
- Ven, conmigo, ven aquí – Decía sintiéndose tonto y moviendo las manos para hacerse entender. Henry se sonrojó con la situación y se acercó a él aún sin comprender. Entonces KangIn lo empujó por el hombro y le indicó que lo siguiera. Caminaron por el corredor que ya empezaba a descongestionarse un poco debido a que la tarde moría y daba paso a una fresca noche de fin de verano. El calor aún continuaba ardiente y las frescas noches eran una bendición para todos.
Cuando llegaron a la salita de visitantes al lado de los ascensores y la recepcionista, algunos miembros del grupo estaban allí, hablaban animadamente a pesar de tener rostros cansados y ojeras adornando sus ojos. Henry no comprendió la situación, así que prefirió quedarse en un apartado rincón en silencio. Vio que KangIn decía algo, más bien parecía una queja y luego lo señalaba, Henry bajó la cabeza intimidado, entonces todos rieron, DongHae inclusive casi riega un café que se estaba tomando cuando KangIn comenzó a imitar a Henry en el corredor y como le había tenido que hacer ceñas con la mano. Henry bajó el rostro aún más y se concentro en las interesantes formas de la alfombra colorada que cubría el piso del lugar. Entonces sintió una mano en su hombro, sobre saltado se giró y el rostro de Hangeng apareció a su lado.
- No te preocupes… - Dijo en Mandarín – Ellos tampoco pueden entender lo que decimos – Finalizó. Henry se quedó unos segundos sin comprender, pero luego sonrió con amplitud.
- KangIn parecía un gato grande y torpe – Dijo Henry en Mandarín ganando un poco de confianza en su mismo – Cuando intentaba llamarme haciendo ceñas con la mano… ¿Acaso creyó que era un ratón? -
Hangeng rió tan fuerte y con tantas ganas que todos se giraron sorprendidos. Henry se avergonzó con las miradas de todos mientras el Chino se tenía el estómago sin dejar de reír. Era la primera vez que Henry se sentía a gusto en aquel foráneo país.
***
Un par de horas después Henry y los demás miembros de Super Junior se encontraban camino al apartamento, finalmente había comprendido lo que KangIn había dicho, Gracias a la traducción al inglés, cortesía de Kibum y aceptó ir con ellos a la inauguración de una nueva y enorme discoteca a las afueras de Seoul. Cuando vivió en Canadá, Henry no salió muy a menudo a este tipo de cosas, en primer lugar porque era menor de edad y en segundo lugar, porque en aquel frío país llegada la noche siempre prefieres encerrarte en la calidez de tu casa y disfrutar de un buen te con galletas cerca de la chimenea.
Llegaron al apartamento todos comenzaron a alborotar los armarios buscando algo adecuado para la noche, el caos se adueñó del lugar en menos de cinco minutos. “¡SungMin esa es mi camiseta!” Gritó Ryeowook desde el otro lado del corredor a SungMin quien llevaba puesta una camiseta rosa de mangas negras, el aludido pareció no escuchar el grito de su compañero y se encerró en uno de los cuartos. Luego ShinDong salió apareció con un solo zapato en la mano “¿Alguien ha visto el otro?” Preguntó con frustración, LeeTeuk se encogió de hombros mientras respondía “¿Ya buscaste bajo las camas?”, ShinDong dejó caer los hombros con expresión de “Si, ya busque”.
- ¿Irás vestido así? – La voz de Kibum lo sorprendió en inglés. Henry se giró y se miró la ropa sin comprender que había de malo. Un simple pantalón de pana café oscuro y una camisa blanca. – Pareciera que vas a ofrecer un concierto en un conservatorio – Comentó con una sonrisa. Henry sonrió también.
- Es que… no tengo más ropa aquí – Respondió encogiéndose de hombros.
-¿Por qué no lo habías dicho antes? – Kibum se giró y llamó a HeeChul con un grito pues este venia subiendo por las escaleras desde el otro apartamento más abajo.
- ¿Por qué siempre gritas así? – Se quejó HeeChul quien vestía una llamativa chaqueta roja y tenía el cabello con un peinado digno de un cantante de Rock Japonés.
- Nunca grito – Exclamó Kibum con una media sonrisa – Hey Hyung… ¿Podrías vestir a Henry? -
- ¿Que? – Preguntó el mayor imaginándose quien sabe que cosa.
- ¿Puedes prestarle algo de tu ropa?, ¡sólo mira como está vestido! – HeeChul lo reparó de arriba hacía abajo y Henry se sintió muy incómodo con la mirada escrutadora y también por el hecho de que todo el tiempo estaban hablando en Koreano.
- Yo lo haré – Intervino una nueva voz, Hangeng quien había estado ayudando a buscar el zapato de ShinDong, apareció con las manos en la cintura y con la cara empolvada (probablemente por estar buscando bajo las camas) – Ven -
- Gracias Hyung – Dijo Kibum mientras Hangeng tomaba del brazo a Henry y salía del apartamento bajando las escaleras.
- Oye… no hay necesidad… puedo ir así – Comenzó a decir Henry avergonzado por ser una carga para los demás. Hangeng se detuvo y abrió la puerta del apartamento pequeño y entró sin prestar atención a su comentario. Condujo a Henry hacía su habitación y una vez adentro cerró la puerta descuidadamente con la otra mano.
- Veamos… ¿Cómo podré vestirte? - Musitó pensativo y abrió el armario de par en par dejando ver una gran variedad de abrigos, pantalones y camisetas. Henry se sentó en la cama blandita, entonces se percató de que todo el tiempo había estado cargando su violín en el estuche.
- ¿Puedo dejar mi violín aquí? – Preguntó rebotando un par de veces en el mullido colchón mientras Hangeng le daba la espalda.
- Por supuesto – Exclamó – Déjalo por ahí – Agregó y sacó una camiseta negra con finas líneas rojas – Pruébate este – Henry dejó el estuche con su adorado violín sobre la cama y recibió la camiseta, mientras Hangeng se giraba de nuevo. Se desabotonó la camisa blanca y se despojó de ella suavemente, dejando al descubierto su pálido pecho. Hangeng se giró con un pantalón en la mano, era un jean gris oscuro con costuras rojas, se quedó mirando al menor y le sonrió.
- Tienes buen cuerpo – Dijo Hangeng pasándole el pantalón.
- ¿Que? – Preguntó Henry sonriendo.
- Nada – Dijo esta vez en Mandarín. El menor se puso la camiseta y luego se puso el pantalón y Hangeng se mantuvo de espaldas feliz de que el otro no entendiera Koreano.
***
La noche parecía un regalo de Dios, fresca y el cielo estaba tan despejado como un vidrio recién pulido, ninguna nube amenazaba con destruir el tan esperado paseo nocturno de fin de semana, el tan merecido descanso que todos habían estado añorando desde que comenzaron a grabar el segundo albúm. Llegaron al lugar y un vigilante les pidió las cédulas de ciudadanía a todos para permitirles la entrada, cuando llegó a Henry este mostró su recién estrenada cédula de ciudadanía y mayoría de edad, el vigilante lo reparó por unos minutos, quizás dudando de que por su carita de bebe realmente tuviera 18 años.
Finalmente entraron en el lugar que estaba repleto de gente, a pesar de no ser muy tarde aún. La gran pista abarrotada de luces de todos los colores, humo, espuma y todo el arsenal que una buena discoteca podía tener, estaba llena de cuerpos danzantes. Los chicos buscaron un rincón apartado en las profundidades oscuras del recinto y juntaron varias mesas para acomodarse mejor y pedir un par de tragos antes de ir a bailar. La música también era buena, un Dj Residente se encargaba de hacer mezclas con música electrónica, una vez sentados pidieron Whiskey y Vodca para comenzar.
- ¡Por el segundo album! – Gritó LeeTeuk en medio del bullicio levantando su copa rebosante, KangIn rápidamente lo siguió y levantó su copa en alto. Los demás los imitaron también y gritaron a unísono – ¡SALUD! – Luego de esto se zamparon de un solo trago todo el contenido de las copas. Henry los miró sorprendido y luego miró su copa con indecisión, no había tomado un trago tan fuerte como el Whiskey o el Vodca antes, si mucho había tomado un par de cervezas. Las reglas para menores eran muy estrictas en Canadá.
- ¿Es tu primera vez? – Dijo Kibum en inglés, Henry asintió, EunHyuk haciendo alarde de su buen inglés aprendido de dudosas películas para adultos rápidamente preguntó.
- ¿Tu primera vez? ¿en serio? – Dijo con un acento muy chistoso, Kibum rió comprendiendo el doble sentido, Henry sonrió y asintió con la cabeza.
- Hasta hoy, era menor de edad – Dijo menos intimidado. Y Kibum estiró su copa con energía.
- Así se habla hermano – Exclamó en inglés acentuando la palabra ‘Brother’ con acento de Rapero. Henry rió y de inmediato HeeChul brincó en su asiento estirando su copa también.
- Yeah baby, you know, touch me baby you – Henry rió con ganas con la tontería de HeeChul y golpeó su copa contra la de él y luego se sorbió todo el contenido de un solo trago. Segundos después se arrepintió, pues bajó quemándole la garganta como si se tratara de un ácido y rápidamente se sintió más eufórico y con menos vergüenza.
Al poco tiempo estaba tan ebrio que se sorprendió a si mismo bailando en la pista, agitando sus brazos eufóricamente ante las risas y rostros sorprendidos de sus compañeros, lentamente el estrés y la presión de su debut en Super Junior se disolvían con el alcohol y con el bullicio colectivo, la música se filtraba en su cabeza taladrándole el cerebro de manera constante y embriagadora, Henry deseaba quedarse allí suspendido en ese mar de personas, viviendo sólo aquel momento sin pensar en lo que pasaría cuando el video y la canción fueran conocidos por las fans.
Un par de horas después que pasaron desapercibidas, sintió como una mano lo arrastraba fuertemente y lo traía de vuelta a la mesa. Observó a todos con una sonrisita tonta en los labios y un calorcito recorriéndole las mejillas. DongHae no paraba de reír y señalarlo y decir cosas que Henry no entendía y que tampoco le importaban, el alcohol había logrado ponerlo en un estado de absurda felicidad.
- ¡Sólo se tomó tres tragos! – Decía EunHyuk al lado de DongHae – Mírale la cara, mira como sonríe – Agregó, ahora DongHae se había sentado en una silla a reírse pues ya no podía mantenerse en pie.
- deberíamos volver – Comentó LeeTeuk con voz de padre autoritario - ¿Por qué no seguimos tomando en el apartamento? Así no tendremos que preocuparnos por nada… -
- Si, Teukie Hyung tiene razón, además la música ya no esta tan buena y hay demasiada gente – Corroboró Ryeowook.
Finalmente todos decidieron regresar, en el auto, Henry dejó caer su cabeza adormilada sobre el hombro de Hangeng, ajeno a todo lo que sucedería en el apartamento un par de horas más tarde. Nunca imaginó como su vida iba a convertirse en un verdadero caos, por algo tan insignificante.
Continuara.