El sol hacia su presencia y poco a poco cubría por completo el gran castillo del actual Maou,
Yuuri se movió un poco estando aun dormido, inconscientemente sabia que la posición en la que se encontraba era algo incomoda. Estiro su mano sin nada de cuidado golpeando algo a su lado, pudo percibir aun dentro de su sueño un leve quejido, eso hizo que su sueña se esfumara y poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse frente a el un rostro blanco y de cabellos rubios, dorados como los rayos del sol, totalmente relajado, emitiendo leves ronquiditos. Instintivamente se hizo para atrás con una mueca de total desagrado. -Wólfram!!!!- grito con cierta irritación. El rubio que se encontraba recostado a su lado con un ligero camisón blanco abrió los ojos lentamente, coloco una mano sobre estos y comenzó a tallárselos al tiempo en que bostezaba
-que... pasa Yuuri?-
-que... que pasa?- pregunto molesto el Maou -otra vez lo mismo...- dijo para si mientras se sentaba y colocaba una mano en la frente dándole la espalda a Wólfram. -Hasta cuando terminara... esto...?- repitió mientras el rubio se colocaba detrás de el y colocaba una mano en su hombro.
-Una y mil veces te he dicho que tengo todo el derecho de estar aquí contigo... soy tu prometido...- Wólfram lo miraba sereno, Yuuri suspiro pesadamente, esto en verdad comenzaba a disgustarle.
-wólfram... te he dicho que puedes desistir... aun estas a tiempo...- hablo con calma el moreno.
-Ya te dije que no digas tonterías enclenque...- Wólfram se paro y se puso de frente a Yuuri.
-Dime wólfram... en verdad no te parece extraño que tu y yo... estemos comprometidos... es decir... somos...- dudo un poco en continuar pero al fin prosiguió- hombres...-
-no es algo que aquí importe... porque te empeñas tanto en hacer que yo rompa el compromiso?- pregunto el rubio quien no apartaba la mirada del moreno.
-Bueno... lo normal seria que... bueno que nos interesen chicas... no?- pregunto dubitativo ante la reacción del hermoso Mazoku.
Wólfram escondió su mirada detrás de su flequillo -tienes razón Yuuri...quiero decir... majestad...- tras decir esto el rubio se dio media vuelta, tantas veces habían hablado de lo mismo, Wólfram al fin había perdido la esperanza, la paciencia y a cierto punto el intereses por demostrarle a Yuuri que no solo aquella proposición de matrimonio era lo que lo mantenía allí, si no algo mucho mas profundo.
Yuuri frunció el ceño al escuchar decir de la boca del Mazoku "majestad" nunca le había llamado así y se escuchaba terriblemente en su voz, negó con la cabeza -la costumbre...- pensó para si. Iba a dejar aquella discusión por la paz, era inútil por mas que siempre intentaba hacer razonar al rubio no lo lograba.
-Esto termina aquí majestad... puede vivir como le plazca... a partir de este momento nuestro compromiso se ha roto...- Wólfram sujeto la manija de la puerta, espero unos segundos que le parecieron nada, esperanzado con que Yuuri le detuviera, con que se rectificara o que solo dijera -que importa déjalo así... no se puede discutir contigo wólfram...- algo así al menos, pero nada...
Yuuri abrió los ojos grandes como plato al saber que lo que Wólfram decía era en serio, pese a que muchas veces pensó en este día... no era nada de lo que se imaginaba, pensaba que se sentiría librado, a cierto punto feliz de poder al fin dormir solo en "su" habitación. Pero lo que en ese momento sentía era totalmente diferente, sintió un vació inexplicable, tal vez era porque no le gustaba hacer sentir mal a nadie y con ese pensamiento quiso convencerse a si mismo.
Wólfram suspiro y tras esto abrió la puerta saliendo de la enorme habitación de su majestad. Al salir se recargo en la pared evitando por todos los medios no derrumbarse ahí mismo, apretó los ojos con fuerza y se mordió el labio, su orgullo estaba destrozado, se sentía humillado, pero aquello no era nada con el dolor que sentía en su corazón. -idiota...- murmuro mientras noto que su voz se le quebraba y los labios le temblaban.
Intento sacar fuerzas de cualquier parte de su cuerpo para que sus piernas comenzaran a obedecerle y comenzó a alejarse de ahí, llego a donde antes era su habitación, todo estaba igual, de hecho tenia tiempo que no entraba ahí, incluso todos sus uniformes y demás cosas las tenia en la habitación de Yuuri. Cerro la puerta con seguro y se recargo en esta, poco a poco su vista se fue nublando y no pudo contener leves sollozos escapar de su garganta, quería gritar, sentía que si no lo hacia iba a desfallecer, pero intentaba calmarse a la vez, pero sus sentidos y su fuerza le traicionaban, no pudo soportar incluso su propio peso tanto que se fue dejando caer lentamente mientras su espalda se deslizaba en la fría madera de la puerta. Cuando ya estaba sentando en el frió mármol del piso las lagrimas salieron sin poder ya detenerlas, se encogió y junto sus rodillas a su pecho mientras escondía la cabeza entre estas y sus manos cruzadas. Cerro los ojos quería desaparecer...si ese era el pensamiento de aquel rubio, desparecer para siempre.
Yuuri por su parte respiro hondo al ver salir al rubio, se quedo inmóvil no podía moverse, sabia que le había afectado a wólfram de alguna forma aquel rompimiento, aunque sus conclusiones eran erróneas ya que el suponía que lo que probablemente le afectaría seria mas el orgullo -espero que pueda perdonarme...- se rasco la cabeza. Miro hacia el gran ventanal de su habitación se acerco a este y lo abrió, el aire le golpeo la cara aunque no sintió que el movimiento fuera agresivo, al contrario sintió como si estos le estuvieran tocando el rostro con delicadeza, observo a Conrad entrenar a sus soldados desde ahí, no quería admitirlo pero verdaderamente se sentía extraño.
Cuando abrió el ventanal pensó que el día iba a ser perfecto no había ni una sola nube de lluvia, se vistió con lentitud, cuando la puerta se escucho de golpe -majestad!!!- grito un Gunter demasiado animado, a decir verdad siempre que iba a ver al Maou se encontraba con muchas energías.
-adelante...- murmuro Yuuri.
-Su majestad... démonos prisa... aun tenemos mucho por estudiar...- se aproximo a Yuuri y lo examino con la mirada.
-Pasa algo majestad?- pregunto notando algo diferente en su rey.
-No... claro que no Gunter... vamonos ya...- tras decir esto comenzó a caminar seguido muy de cerca del pelo gris.
Pasaron por el pasillo donde se encontraba la habitación de Wólfram, al pasar a esta Yuuri se quedo parado y sin querer miro de reojo la puerta de su alcoba. -su majestad...?- pregunto Gunter al ver que se había detenido Yuuri. Este reacciono -esto.... Podemos ir a ver primero a Conrad?- pregunto mientras Gunter fruncía el ceño -no su majestad... ayer no estudio por andar jugando al baseball...- le recrimino
-oh vaya...- respondió frustrado el joven rey mientras comenzó a caminar arrastrando los pies. -Eres muy estricto Gunter...- se quejo nuevamente.
Wólfram había dejado al fin de llorar, tras esto se sintió mucho mejor, se levanto y abrió su puerta se asomo levemente para asegurarse de que no hubiese nadie, pero erró ya que la pequeña Greta justamente pasaba por ahí. -Me lees una historia?- pidió ajena a lo que le pasaba al rubio.
-ahora no Greta...- hablo con tono serio.
-Estas jugando a las escondidillas?- pregunto curiosa al ver que Wólfram miraba a ambos lados.
-No... solo... - pero una idea le vino a la mente -Greta... podrías traerme mi uniforme...?- pidió mientras se inclinaba para verla a los ojos no quería entrar a la habitación de Yuuri, no mas... -lo tengo en la habitación de Yuuri... si lo haces te prometo algo...- Wólfram le miro intentando que la niña no se resistiera.
-Saldremos a dar un paseo y te leeré una historia te parece?- Wólfram intento negociar.
-Me parece...- sonrió complacida la pequeña mientras daba media vuelta y se dirigía a la habitación de su "padre"
-te espero aquí...- Wólfram señalo su habitación Greta movió la cabeza de arriba a bajo en señal de afirmación y siguió caminando.
No tardo mucho la pequeña, Wólfram comenzó a ponerse su habitual uniforme azul y al terminar tomo un pequeño libro que Greta había dejado en su cama y fue por ella a la cocina ya que no había desayunado y mientras Wólfram se dispuso a vestirse Greta aprovecho para ir a comer algo.
Antes de salir Wólfram nuevamente asomo solo la cabeza para cerciorarse de que cierto moreno no estuviera ahí -bien... vamos Greta...- La niña se agarro de la mano del rubio y comenzaron a caminar hacia las afueras del castillo.
-te apetece salir hoy... de la ciudad?- le pregunto el rubio mientras la niña asentía con la cabeza.
-Bien... iré por mi caballo espera aquí...- le dijo con calma mientras este se dirigía a los establos.
Greta pateaba una piedra esperando a su otro "padre" cuando este apareció, se bajo del caballo para primero subir a la niña y después subió el abrazándola para que no cayera. Y así emprendieron su pequeño paseo.
Yuuri se sentía mas aburrido y más ansioso que antes, movía el pie con rapidez intentando mantenerse atento a las "clases" de Gunter pero era imposible, si antes le parecían demasiado pesadas, este día eran peor.
El sueño lo estaba venciendo cuando se escucho un golpe proveniente de su puerta -quien osa molestarnos a su majestad y a mi en algo tan importante como sus clases!- Gunter parecía bastante ofendido.
Tras la puerta apareció Conrad -su majestad... tiene una visita... inesperada...- Hablo con serenidad Conrad aunque en sus palabras también había algo de nerviosismo, Yuuri lo conocía lo suficiente como para percatarse.
-Visitas...?- pregunto intrigado el Maou.
-Si... es...- No pudo terminar la frase ya que un apuesto joven de cabello largo, lacio y castaño oscuro con unos ojos azules verdaderamente hermosos, de complexión delgada y alto, incluso del mismo tamaño que Corad, bestia una ropa demasiado elegante aterciopelada de color azul combinando perfectamente con sus ojos y una capa negra, interrumpió.
-su majestad...- el chico se inclino para saludar a Yuuri.
-hola... gracias por el esplendido y respetuoso saludo... quien... eres...?- pregunto Yuuri inquieto por la repentina aparición de ese apuesto caballero.
-Mi nombre es... Newton... Edward Newton.... Y he venido por una sola razón majestad...- De pronto los ojos de aquel chico se mostraron serios y sus gestos fríos, de entre sus ropas saco unos cubiertos y los tiro frente al Rey, Gunter y Conrad abrieron los ojos sorprendidos y ahora Yuuri que ya llevaba tiempo viviendo en aquel lugar también había entendido el gesto.
-Porque... porque quieres un duelo conmigo... que...te he hecho...?- pregunto preocupado Yuuri.
-Quiero recuperar lo que se me arrebato...- dijo con tono bastante seductor, claro y frió a la vez.
-No... entiendo...- respondió Yuuri totalmente desconcertado.
-he venido por Wolfram von Bielefeld y no me iré sin el...- respondió con calma y con un brillo especial en sus ojos.
Continuara...