Hermoso demonio cuyo rostro no se marchita:
Esta ausencia no me hace bien, sin embargo te veo con la ilusión en tus ojos al ver a alguien mas, y me duele, porque yo no puedo sacarte de esa manera tan insensible de mi mente, pues seria el único lugar en donde esta impregnado tu recuerdo porque mi corazón… no tu no estas ahí, tu te volviste mi corazón, mas yo no puedo hacer mas, pues aunque tu pensar es de que yo te he abandonado muy en el fondo sabes que fuiste tu quien me expulso de su existencia, mas no te puedo decir insensible, puesto que me demostraste cuan ferviente es tu pasión y con que entrega otorgas tus sentimientos y aunque ya no soy quien te estrecha entre los brazos… se que lo amas y que con el estas feliz, diría que no pido mas, pero seria mentir, mas allá de tu felicidad, a gritos silenciosos te pido a ti, mas ahogo mis lamentos porque se que ahora yo ya no soy parte de tu vida.
Pero estoy aquí reincidiendo en el pasado con la esperanza de volver no solo a manera de palabras en una hoja, tampoco como ese extraño que te cuida a distancia solo para verte sonreírle a el… pero no me siento traicionado, pues si fue tu decisión dejarme ir sin mas, seguro fue porque algo me falto darte aunque a mi parecer todo te lo di… todo te lo sigo entregando.
¿Qué será de mi sin tu fuego cada noche entre la enredadera de estas sabanas?
¿En donde crecerán mis rojas flores si ya no tienen el calor del ser amado?
¿A dónde ira a parar mi amor si su único dueño… ya no lo quiere?
Dime la verdad ¿realmente me olvidaste?, no entiendo como es que tanto lo has tirado al pasado tan rápido, tan tajantemente y sin miramientos te lanzaste a los brazos de alguien mas, no se si el sea mejor que yo o si yo tengo mucho mas de lo que el, solo tengo la certeza de que te amo cerca o lejos de ti y aunque tu estés solo o comprometido eso no cambiara, porque siempre voy a mantener esa promesa que te hice aquella madrugada mientras descansabas en mi abrazo:
“No… no te amare hasta el día en que nos volvamos a encontrar… será por mucho, mucho mas, hasta el fin de los tiempos y siempre un día después”
Tu, mi demonio, el único cielo que he conocido, se feliz, conmigo o sin mi, pero se feliz realmente y cuando al fin lo seas, dame tiempo para amarte, si es posible toda la eternidad…
Siempre tuyo
Tu eterno youkai
Kuarama
PD. La rosa mas bella de mi jardín solo para ti
Hiei seguía mirando aquella hoja entre sus manos, no podía comprender lo que senita, por momentos recordaba esa roja cabellera que tenia la tendencia a volverse plateada, esos verdes ojos en los que había encontrado el alivio de la vida, las suaves y delicadas manos que dibujaron su cuerpo tantas noches y de maneras tan diversas que no lo soportaba, se había vuelto un ovillo en su cama mientras intentaba no recordar, sabia que había alguien mas en ese momento que gobernaba dentro de su alma, pero era inevitable darse cuenta de cuanto amo a Kurama en su momento, de cuan grande fue la huella que dejo, no solo en su cuerpo.
- La rosa mas bella…
Un susurro que escapaba entre todo ese silencio, cuanto le hubiera gustado llorar, pero no podía quebrarse de nuevo, se lo había prometido, pero la confusión en ocasiones no le dejaba ver otra salida, mas no se quería rendir al desgaste del alma por medio de los ojos, además, pronto su actual amante llegaría como siempre para estar con el.
Se levanto con pesadez y cabizbajo, acomodo lo poco que había destendido de la cama, mojo sus cabellos y los peino con la lentitud de las heridas al sanar, o al intentar hacerlo, de miro una y otra vez en el espejo y se encontraba extraño… y solo, aliso sus ropas tomo con decisión la carta y la guardo en un cajón del mueble cercano a su cama, aun quería dormir aunque fuera a lado de las palabras de su antiguo amor, el no lo había olvidado en lo absoluto… pero fue Kurama quien finalmente se termino yendo sin aviso.
El timbre interrumpió sus pensamientos, el salvador de su corazón estaba ahí, le saludo como todo un seme, finalmente un demonio de fuego no podía ser menos que eso, su nuevo niño estaba ahora frente a el, tan tierno, tan hermoso, tan frágil, que sentía tenia que protegerlo, nada que ver con su pelirrojo…”su pelirrojo” una tenue sonrisa apareció en sus labios al descubrirse pensando en Minamino como si aun estuviera con el.
Tomo su abrigo y cerro la puerta sin inmutarse, ya no quería seguir pensando en el pasado, pues su presente estaba a lado de el tomándolo del brazo brindándole una tierna sonrisa, le miro con amor… tal vez solo fue cariño, pero no quería descubrirlo en ese momento.
-Hiei… encontré esta tarjeta en tu puerta cuando iba a tocar
-¿una tarjeta?
Su koi se la tendió en seguida, sonrió ante el gesto de poca comprensión de Hiei y aguardo la respuesta.
“La flor mas bella de cualquier jardín siempre será el corazón del jardinero”
Guardo la tarjeta dentro del abrigo con el mas delicado movimiento, sonrió fingidamente a su acompañante y partieron, como si nada hubiese pasado, aunque por dentro, el demonio de fuego se iba apagando.
A la distancia, un hermoso joven ojiverde miraba a dos amantes culminar su amor afuera de un edificio con un beso, el viento jugo con el cabello de aquel extraño, quien se dio la vuelta para caminar contra el viento, tal vez, solo tal vez otro día podría acercarse un poco mas para entregar lo único que había olvidado dejar en el apartamento el día en que se fue… sus sentimientos.