Capítulo 1: Todo lo que sufro…
Kurama se encontraba llorando, asustado, temblando, no quería saber que contenía el video que llevaba en sus manos… El paradero de Hiei, ahora que lo iba a conocer, no se quería llevar la peor de las decepciones…
Con temor, puso el video: la triste imagen de Hiei estaba en frente, sentado. Kurama abrió sus ojos sorprendidos ¿Dónde estaba su koy?
-Hola Kurama…- Comenzó a decir Hiei- De seguro lo que hago te esta lastimando mucho, y lo sé…- Dijo- Pensé en ti cuando decidí esto… decirte esto me duele… no podrás olvidarlo y seguramente estarás mal por lo que te diré… pero, por más que intente… estoy lastimándonos estando juntos-
-¡NO! ¡NO ES ASI!- Gritó Kurama.
-Te niegas, pero tu corazón lo afirma… esto, nosotros jamás tendríamos que haber empezado esta relación- Hiei bajó la cabeza y se cubrió los ojos- Tu reputación se arruinó cuando empezamos a salir, tu vida social, tu familia, por MI culpa tu madre te abandonó, tus amigos te dejaron de lado, tu puesto con Yomi te lo sacaron ¡TODO KURAMA!- Gritó Hiei llorando- Ya no puedo más, odio tener que pasar y que me señalen con el dedo, como si ser lo que soy fuese una repugnancia, no soporto que murmuren cosas de ti, de mi, de que se alejen de tu lado, odio esto… Odio el presente que te estoy haciendo sufrir, odio la maldita vida que me tocó…-
Hiei estaba llorando mientras le revelaba a Kurama sus pensamientos oscuros, mientras que este estaba con los ojos muy abiertos, respirando agitadamente, derramando lágrima tras lágrima cuando parpadeaba… Estaba arrodillado frente al televisor con muy poca fuerza por el shock emocional.
-Ya no sabía que hacer… No quería recurrir a nadie, Kurama, ni siquiera a ti…- Kurama se sorprendió- Soy cruel, lo sé, y después de este día te marcaré una cicatriz que nadie podrá sanar…-
-¿Hiei?-
-Para cuando termines de ver este video estaré muerto…-
-¡¿Qué?!-
-Si… No puedo vivir en un mundo viéndote sufrir en silencio conmigo al lado… la persona que te arruinó la vida…- Dijo Hiei- Me duelen estos últimos momentos de la cinta de video… Estoy muriéndome Kurama… Y sé que tambien te estoy matando emocionalmente… así que iré al final-
-¡Hiei por favor no me dejes!- Gritó Kurama llorando desconsoladamente.
-Adiós Kurama… te voy a amar toda mi vida…-
La cinta terminó dejando a un Kurama llorando. El zorro de 9 colas… el olfato de Yoko Kurama halló a Hiei, el pelirrojo corrió hasta el Makai, hacia una colina desconocida, allí encontró a Hiei tirado en el piso.
-¡HIEI!- El cuerpo del pelinegro estaba cubierto de cortes, de sangre, estaba pálido. Gotas de lluvia empezaban a caer…
Ni una despedida frente a frente, ni un beso, ni un abraso, Hiei yacía en los brazos de Kurama… muerto.
¿Por qué Hiei? ¿Por qué me abandonaste en este cruel mundo?… ¿Qué hemos hecho los dos para ser castigados de este modo? Oh ¿Tanto mal hemos hecho al mundo para que seamos castigados así? Ya no tiene sentido vivir, ya no tiene sentido morir.
En la mano de Hiei, había un papel el cual iba dirigido a Kurama, sus últimas palabras de amor:
Te amo, Kurama…
Fin…