Capítulo 1
El ensayo de Ayabie ya llevaba más de dos horas, se acercaba un nuevo concierto y los muchachos estaban con más energía que nunca. Kai escuchaba desde el pasillo, había terminado optando por sentarse en el suelo mientras el ensayo llegaba a su fin, momento que no le importaba seguir esperando por las próximas horas, la voz de Aoi simplemente lo hipnotizaba y no le molestaba continuar sentado en el suelo con tal de escucharle.
Unos meses atrás Hiroto, el pequeño guitarrista de Alice Nine, le había presentado al vocalista de Ayabie diciendo “si alguien algún día lo hace cambiar esa expresión de felicidad, es porque es un tipo realmente malo” No había entendido sus palabras hasta que vio la resplandeciente sonrisa que adornaba el rostro de Aoi. Le cautivó. Lo único que pudo pensar fue “no quiero que desaparezca esa expresión”.
- ¡Buen trabajo chicos!
Aoi dejó el micrófono y estiró los brazos por sobre la cabeza, en verdad había sido un ensayo difícil. Ya sentía la emoción de estar sobre el escenario, el público coreando, acompañándole con sus coreografías, y ellos dando todo de sí para entregar lo mejor a sus fans. Simplemente, momentos que no tenían comparación.
Conversaron un rato mientras guardaban los instrumentos, trivialidades. Al final, Yumehito fue el primero en salir del estudio… viendo a Kai de pie junto a la puerta, lo miró unos instantes procesando la visión que tenía enfrente.
- ¡Ah! ¡Tú eres Kai-san! –le apuntó con el dedo al tiempo que alzaba la voz y sus compañeros le miraban extrañados desde dentro.
- ¿Kai? –repitió el castaño vocalista asomándose junto al rubio. Sonrió infantilmente al ver al batero de The GazettE.
- Hola –saludó Kai torpemente, idiotizado por la sonrisa del vocalista que, por mucho tiempo que llevase viéndola, le era simplemente irresistible e incomparable.
- Cuanto tiempo sin verte –respondió el otro tomándole juguetonamente las manos mientras un tenue tono carmesí se posaba en sus mejillas.
Los demás miembros de Ayabie pasaron junto a su vocalista saludando a Kai y sonriendo al notar que Aoi aún le sujetaba las manos.
- Hace bastante tiempo que no te veíamos por aquí –comentó Takehito, el pelinegro guitarrista de la banda.
- Sí, sí… bueno, nosotros nos vamos –Yumehito tomo del brazo al guitarrista, al batero y al bajista y los arrastró hasta el ascensor – ¡Adiós!
- ¡Nos vemos mañana! –respondió Aoi agitando una mano en señal de despedida, cuando las puertas se cerraron posó su mirada en el más alto, y le miró… le miró… y continuó mirándole. Kai estaba poniéndose nervioso.
- ¿Ocurre algo? –preguntó preocupado.
- Yo… -comenzó, llevándose una mano a los labios, sonrió traviesamente antes de pasarle los brazos por el cuello al menor - ¡Tenía tantas ganas de verte Kai!
Kai no pudo más que reír ante aquel acto, adoraba lo infantil y tierno que llegaba a ser el castaño. Lo apartó un poco de sí y delineó el puente de su nariz con el dedo índice, para luego posarlo sobre sus labios. Un involuntario temblor recorrió el cuerpo del mayor haciendo que Kai se apartara.
- Disculpa…
- Kai… -se apoyó en el pecho del mencionado, sin saber que decir a continuación. Cada vez que intentaba hablar de lo que llevaba guardado en lo profundo de su ser… Kai le evadía, ya no entendía que sentía el pelinegro… y dolía.
Las puertas del ascensor volvieron a abrirse y Kai volteó para ver quien venía, evitando la tristeza en los ojos azules. Odiaba hacer eso, pero no era capaz de mirarle a la cara y decirle lo que sentía, no se creía capaz de entregarle a Aoi todo lo que él se merecía y por eso prefería que siguiesen siendo amigos. Cuidaría de él hasta que llegase la persona que lo hiciese feliz, cuando ese momento llegase… no, no quería pensar en qué pasaría luego.
- ¡Hola! –saludó un chico pelinegro caminando hacia ellos.
- ¿Qué haces aquí Aoi? – preguntó Kai, mirando extrañado a su compañero de banda.
- Yumehito me dijo que estabas aquí, Kai –dijo el guitarrista de Gazette al tiempo que señalaba hacia atrás y el rubio les saludaba con la mano – nos topamos abajo.
- ¡Sí! ¡Y Aoi-san nos invitó a la fiesta a la que venía a invitarnos Kai-san! –Yumehito fue junto al vocalista de su banda, y tomándole de las manos comenzaron a dar vueltas – ¡Fiesta, fiesta, fiesta, vamos a una fiesta!
- ¿De qué estás hablando Yume-chan? –Aoi siguió dando vueltas con el menor, sabiendo que aunque intentase detenerse éste no lo dejaría. Miró alternadamente a Kai y a Aoi esperando una respuesta de su parte, por lo demás Yumehito siguió repitiendo que se iban de fiesta.
Kai se llevó una mano al rostro incómodo por la persistente mirada con la que su guitarrista le escrutaba. De acuerdo, había olvidado decirles a los chicos de Ayabie lo de la fiesta… ¡pero no era necesario que le mirase así!
- ¡Aoi ya deja de mirarme, quieres! –exclamó restregándose las manos la una con la otra.
- A ver Kai… ¿Qué fue lo que te pedimos? –comenzó el mayor de los gazette cruzándose de brazos, fingiendo enfado.
- Que les avisara del cumpleaños de Ruki…
- ¡Exacto! ¿Y qué hiciste tú? –una sonrisa se asomó a sus labios, molestar a Kai era una costumbre que todos tenían en la banda, solían hacerlo por lo malo que era recordando cosas o… últimamente por su proximidad con el vocalista de ayabie.
- … Lo olvidé… ¡pero no fue intencional Aoi! Es solo que estuve esperando tanto tiempo y… pues me quedé escuchando a los chicos y…
- Y después salió Aoi-kun y tú que lo terminas de olvidar –concluyó Aoi dando un golpe con sus manos, se acercó al oído de su baterista – ya sabía yo que este niño te gustaba demasiado Kai... ¡mira como te tiene!
- ¡Aoi!
- ¿Qué tanto se secretean ustedes dos? –Kai dio un respingo al notar a Yumehito a su lado, un poco más atrás estaba el pequeño Aoi esperando alguna explicación, al parecer era el único que no tenía idea de lo que pasaba.
- ¿Así que había fiesta y no querías invitarnos? –sentenció bajando la mirada.
- Oh, que feo Kai mira que no invitarlo –siguió molestándole el pelinegro guitarrista – Bueno, no los molestamos más, yo solo venía a ver si por alguna casualidad te habías acordado. Me vooooy –dio media vuelta y Yumehito fue dando pequeños saltitos a su lado hasta el ascensor, ambos se despidieron haciendo un gesto con la mano.
Kai se acercó al mayor y se detuvo a su lado, haciendo que levantara el rostro y le mirara a la cara, Aoi sonrió.
- ¿Sigo esperando a que me invites o tendré que invitarme solo?
- Mmmmh… ¿Al pequeño Aoi-kun le gustaría acompañarme al cumpleaños de Ruki?
- ¡Soy mayor que tú! –reclamó inflando las mejillas.
- ¿Y quién es más alto? –respondió el menor riendo, apretando las mejillas del castaño – ¿Me acompañas?
Aoi solo sonrió en respuesta.
Pasaron gran parte de la tarde juntos, paseando y riendo, hasta que al final se decidieron en ir cada uno a su casa y volver a verse en el departamento de Ruki esa noche. El tema de su relación era algo que ninguno de los dos tocaba, a pesar de que Aoi quisiera hacerlo… lo evitaban.
La fiesta avanzó sin mayor inconveniente, unos gritos por parte de Ruki al ver demasiado desorden, Yumehito corriendo por todas partes y colgándose cada dos segundos al cuello de su vocalista, los demás riendo y bromeando entre ellos. Cuando los chicos comenzaban a pasarse con las copas, Kai salió al balcón con su vaso de jugo de manzana y se quedó un rato allí. Sintió pasos dentro y, prefiriendo que no le vieran, se quedó apegado a la pared junto al ventanal que daba al balcón, desde dentro nadie le vería.
- … me da miedo decírselo Uruha-san –la voz de Yumehito le alcanzó desde el otro lado del cristal – ¿Si me dice que no?
- ¿Y solo por eso vas a seguir callando? –Uruha se detuvo frente al ventanal y miró las estrellas – Si las personas no superasen este temor que tú tienes ahora, ¿crees que serían felices? Se sincero Yumehito, si no se lo dices nunca sabrás si él te corresponde.
- Pero Aoi… parece estar interesado en alguien más…
- ¿Eso crees? –las voces comenzaron a alejarse – A mí parecer si siente algo por ti…
¿Yumehito… y Aoi? Dejó que su cuerpo resbalara por la pared hasta sentarse sobre el suelo. ¿Podría ser verdad? “Son compañeros de banda… pasan todos los días juntos… pero Aoi…”
- ¿Alguien ha visto a Kai?
El vocalista de Ayabie llevaba un rato intentado localizar al pelinegro baterista, y dándose por vencido decidió preguntar. Lo había visto bastante callado durante la fiesta y se había preocupado.
- Debe estar en el balcón –señaló Ruki – No es muy adepto a los lugares con mucha gente, además tampoco suele beber y es lo que estamos haciendo. Ve a buscarlo allá –señaló un ventanal en el pasillo que daba a la cocina y luego se sentó junto a los demás.
Yumehito y Aoi… Aoi y Yumehito… el rubio era un buen chico, un tanto escandaloso pero un buen chico, además… tenía mucho más tiempo que él para estar con el castaño, se conocían mucho más… conocía el cariño que Aoi le tenía.
- ¿Kai? –Aoi se asomó viendo al pelinegro aún en el suelo – ¿Estás bien?
Se hincó a su lado y volvió a pronunciar su nombre, ahora en un susurro preocupado, Kai ni siquiera se movió preocupándolo aún más. Tomó su rostro con delicadeza y pudo ver una lágrima caer por su mejilla.
- ¿Qué ocurre?
- … No es nada Aoi –desvió la mirada para evitar que las lágrimas cayeran frente al castaño, y apartó lentamente sus manos, poniéndose de pie – vamos adentro con los demás.
- Kai…
- De verdad no es nada, no te preocupes –le sonrió amargamente – Son… solo idioteces mías.
Kai se quedó con el resto de los chicos, viendo en algún momento a Aoi irse con Yumehito al balcón, al regresar pudo ver una gran sonrisa en el rostro del rubio.
Mejor no saber por qué esa expresión.