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Solo quiero tu felicidad por Sakura_Kurosaki

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Capítulo 2

Casi dos semanas habían pasado desde el cumpleaños de Ruki, gracias a su cambio de casa, los ensayos de ayabie y los propios había podido evitar sin dificultad a Aoi. No podía sacarse de la cabeza el asunto de Yumehito, pero no había querido preguntarle a Uruha sobre el asunto.

- ¡Kai! –dio un respingo cuando la voz de Reita retumbó en sus oídos.
- No necesitas gritarme, ¿sabes? –se levantó de la batería y se sentó en el piso, cediéndole el puesto al bajista de la banda: sabía que le entretenía tocar un rato después de los ensayos.
- ¿Qué te pasa, eh? –preguntó sentándose en el lugar que el pelinegro acababa de dejar – Desde el cumpleaños de Ruki que andas raro.
- Mmmmm… -miró el suelo delante de si, después de todo si se le notaba.
- ¿Pasó algo con Aoi-kun? – ¡bingo! Kai le miró no muy seguro de responder – ¿Hace cuanto que somos amigos Kai? Dime, ¿que pasa?

Kai suspiró y luego de pensarlo un poco le contó lo que había escuchado, extrañamente Reita sonrió.

- ¿Por qué sonríes? No es gracioso lo que te estoy contando
- Kai… ¿estás celoso? –dejó las baquetas con las que había estado jugando y apoyó ambos codos en las rodillas.
- ¡No! Ya te he dicho… creo que Aoi es… demasiado para mí, con él estará bien pero…  – guardó silencio, ¿pero qué? Si por él estaba bien que estuviese con Yumehito entonces…
- Quieres que esté contigo –completó Reita – ¿Sabes? Te estás haciendo problema con algo que no deberías. Si crees que es demasiado para ti pues… ¡bien! Siéntete afortunado entonces, él piensa que tú eres el indicado, ¿acaso no estás siendo egoísta? Ambos están sufriendo innecesariamente porque no eres capaz de decirle lo que sientes.
- él está bien –reclamó sin siquiera pensarlo.
- ¿Eso crees?

Kai no respondió. ¿Eso creía? Recordó todas aquellas expresiones en su rostro cuando se negaba a dejarle hablar y evitaba confesarle lo que sentía. No. Él no estaba bien.

- He sido un idiota…
- Al fin lo aceptas –Reita se puso de pie y se estiró – Creo que es mejor que nos vayamos ya, en cualquier momento entran los demás y nos sacan a la fuerza de aquí.
- Es verdad, ¿Cómo es que no han aparecido aun? –se preguntó en voz alta Kai tomando la mano que Reita le tendía para levantarse.
- Les pedí que no lo hicieran para saber que era lo que te ocurría. Me tenías muy preocupado Kai, y a los demás también –sin más Reita se dirigió a la puerta y salió. Kai sonrió agradecido de poder tenerlo de amigo.

Esa tarde, y tras dar miles de vueltas en su departamento se decidió y marcó el número de teléfono de Aoi. Esperó… esperó… pero no fue la voz de Aoi la que escuchó al contestar.

- ¡Kai-san! ¡Ya llevabas tiempo desaparecido! –…Yumehito.
- Demasiado ensayo como para ir a verlos, ¿Aoi está por allí?
- No, se fue hace un rato de mi casa, si no es porque llamas no me entero que se le quedó el móvil.
- Mmmmh… ¿y sabes dónde fue? –Yumehito tardó en contestar.
- En realidad no lo sé, intenta llamando a su casa, tal vez ya llegó allá.
- Vale, gracias de todas formas – se despidió y cortó.

No quiso marcar a su casa. Que Yumehito tuviese su móvil… en su casa… “¿Estás celoso?” Las palabras de Reita resonaron en su cabeza: sí, estaba celoso. Continuó ordenando por lo menos media hora más, desquitándose con lo que tuviera delante de lo idiota que llegaba a ser, escuchando las letras que ellos mismos tocaban en el CD que tenía puesto en la radio. Si tan solo le dijera lo que sentía…

- ¡Ah!

Se hizo hacía atrás cuando las copas que llevaba resbalaron de sus manos y se convirtieron en pequeños cristales. Se inclinó para recogerlos cuando sonó el timbre, sorprendiéndolo y consiguiendo que se hiciera un corte en la mano izquierda, apretó con fuerza mientras iba a ver quien había llegado.

- ¿Aoi? –dijo al verlo a través de la mirilla de la puerta, abriendo rápidamente.
- Hola…  –saludó este, restregándose las manos sobre el regazo
- No te esperaba Aoi… pasa, pasa –se hizo a un lado y le dejó entrar.
- Debí avisarte antes, disculpa, ¿estás ocupad…? –se quedó a media pregunta al ver la herida en la mano de Kai – ¿Qué te pasó? Mira como tienes eso, Kai… ¿Qué hacías?
- Solo me hice un pequeño corte Aoi, no es nada –apartó la mano y cerró la puerta que aun estaba abierta – se me cayeron unas copas, fui a recogerlas y me sorprendió el timbre, es todo.

Caminó al baño y se limpió la herida, al regresar Aoi seguía de pie junto a la puerta. Pudo notar el esfuerzo enorme que hacía para no llorar pero… ¿por qué?

- ¿Qué ocurre Aoi? –llegó a su lado obligándolo a mirarle a la cara, sus ojos brillaban vidriosos.
- ¿Es mi culpa, cierto? – las lágrimas comenzaban a nublarle la visión.
- Claro que no Aoi, solo fue un descuido mío, no es tu culpa… -no sabía que hacer, nunca había tenido que lidiar con las lágrimas del mayor.
- Si lo es, no mientas, todo ha sido mi culpa ¿verdad? Por eso me evitas, por eso te alejas… ¡pero ya no puedo más! –explotó dejando que las lágrimas cubrieran sus mejillas – Yo no puedo tenerte lejos, Kai… ¡No puedo! No sé que fue lo que hice, pero si me lo dices puedo remediarlo, puedo hacerlo de verdad…
- Shht… -le abrazó con fuerza, odiándose por todo lo que lo había lastimado. Reita tenía razón: fue un egoísta al pensar como lo hacía – No es tu culpa Aoi, soy yo el que está mal, no es tu culpa… No llores, no llores…

Continuó diciéndole que él no tenía la culpa de nada, que dejase de llorar… lo llevó hasta el sillón e hizo que se sentara. Comenzó a sonar Wakaremichi, las lágrimas regresaron a los ojos de Aoi.

- ¿me quieres? –preguntó.
- Aoi…
- Respóndeme, por favor Kai, en un principio yo creí… yo creí que me correspondías… pero ahora ya no sé... ¿me quieres?
-… -otra vez no era capaz. No, debía decirlo. No iba a lastimarlo más. Se alzó un poco del lugar en el que estaba y, con un pequeño estremecimiento,  rozó los labios del castaño, sintiendo su respiración sobre la propia, respondió – Eres mi vida Aoi –volviendo a besarle luego.

Las cosas que había creído hasta ese momento, todo se disipó al ver las lágrimas de Aoi, no iba a lastimarlo más con algo que no era necesario. Reita tenía razón, debía sentirse afortunado y no apartar a aquel que más quería solo por considerarse poco para él. Podía mejorar, podía mejorar hasta saberse merecedor del cariño de aquel tierno muchacho.

Los acordes finales de la canción estaban por llegar, Aoi se separó un poco de Kai, permitiendo que este secara con delicadeza sus lágrimas.

- No va a pasarnos a nosotros, ¿verdad? No vas a alejarte de mí, ¿cierto? –el último acorde y la canción terminó, y con ello también el disco.
- No, no volveré a hacerlo, fue una estupidez hacerlo… seguiremos juntos porque yo… –el rubor cubrió sus mejillas y bajó un poco la cabeza – Yo te amo Aoi.

La felicidad que inundó al mayor no tenía comparación. Su corazón se llenó de un calor que nunca antes había sentido. Una sonrisa iluminó su rostro al poder al fin escuchar aquellas palabras de labios de Kai.

- Y yo a ti Kai.

Se dejó caer del sillón y se sentó en el suelo junto al menor, aferrándose a él. Kai rió ante el gesto pues hubiese sido más cómodo que él se sentara en el sillón, pero no hizo comentario y correspondió el abrazo… hasta que recordó el motivo de que le evitara todo aquel último tiempo.

- Aoi… -lo apartó un poco para poder contemplar mejor su rostro – Necesito saber algo.
- ¿Qué cosa?
- Yumehito… ¿Qué fue lo que te dijo cuando estábamos en casa de Ruki? –al fin se atrevía a preguntar por ello.
- Pues… no andabas raro por eso, ¿cierto?- Kai se sonrojó sin decir nada – Tonto… Te voy a decir, pero no vas a decirle a nadie que si no después va a matarme. ¿Lo prometes? –le tendió el meñique para que lo tomara, cosa que Kai hizo al instante.
- Lo prometo –Aoi rió.
- De verdad quieres saber, eh… pues, Yumehito me dijo que había estado hablando con Uruha-san y había llegado a la conclusión de que… -se quedó callado y sonrió.
- Dijiste que me ibas a contar –reclamó Kai, a lo que Aoi rió.
- Iba a hablar con Aoi-san para decirle que le gustaba.
- Entonces… el que le gustaba… ¿no eras tú? –a Kai la pregunta se le escapó de los labios sin darse cuenta debido a la sorpresa, arrepintiéndose de haberlo hecho.
- Vaya, ¿eso pensaste? –que mirara algún punto en el suelo fue suficiente respuesta para Aoi – Él es mi mejor amigo, pero nada más allá de eso. El que a él le interesa es Aoi-san.

Debió notar lo del alcance de nombre antes. ¿Pero como iba a saber él que el guitarrista y Yumehito se llevaban de esa forma, eh? No recordaba haberlos visto muchas veces juntos… aunque tal vez era porque su atención siempre la tuvo el pequeño vocalista.

- Te propongo algo –dijo Aoi golpeando las manos con una traviesa mirada.
- ¿Qué sería? –consultó enarcando una ceja.
- Bueno es que… mañana es San Valentín y yo… me gustaría salir contigo mañana –dijo toda la última frase velozmente y luego se mordió el labio, esperando una respuesta.
- Pues yo ya tenía planes –dijo de forma desinteresada, un puchero se formó en los labios del castaño, Kai le robó un beso y rió divertido - ¿Quieres venir a comer conmigo mañana? Te prepararé lo que tú quieras, ¿te parece? –Aoi le abrazó feliz.
- De acuerdo, mientras esté contigo lo que sea está bien, además… vamos a descubrir tus encantos en la cocina, ¿no?

Kai rió volviendo a abrazar al castaño. Al fin, al fin podía estar con él.

Notas finales:

fin capitulo 2, dejen sus review *0*

=SakuChan=


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