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¿De vivir? por KakaIru

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Notas del fanfic:

Una niña a la que quiero mucho me dijo hace poco que mediante mis fics yo lograba transmitir algo de mí, y por más que le peleé y traté de rebatirle ella insistió en que no importaba lo que yo dijera, su opinión no iba a cambiar. Las dos somos muy tercas, supongo ^^U

Pero por esa razón he escrito este Drabble. Este escrito supongo que sería considerado Spamfic porque realmente no dice mucho, pero significa mucho para mí porque conscientemente he escrito algo relacionado conmigo, algo que refleja como me siento...

Bueno, niña linda, supongo que ya sabes quien eres, y sep, te digo, no prestes atención a las tonterías reflejadas a continuación y, si puedes, lee entre líneas.

Notas del capitulo: Ueno... que me queda por decir... ah, sí, las advertencias: LeeGaa (aunque no se si esto es una advertencia), una especie de Gaara's PoV y posible OOC (Out of Character o Fuera de Personaje)...

_

 

Soy un monstruo. Lo sé, estoy consciente de ello, disfruto con mi "monstruosidad". Soy malo y me alegra serlo, me gusta matar, destruir, en pocas palabras... vivo mi vida tal y como me place. Es divertido, de veras que sí, es... es divertido... divertido y... solitario. Pero no me molesta la soledad, no me molesta porque, en cierto sentido, también he llegado a disfrutarla. El silencio es un buen compañero, la arena que nunca me abandona y me rodea con su calidez, sí, la única calidez que he sido capaz de conocer.

No lo digo para que me tengas lástima así que deja de mirarme así. Estoy bien así como soy, lo digo una y mil veces. Y no, no me duele que los demás me odien y me detesten, es normal que alberguen esos sentimientos, después de todo mi único objetivo en la vida es asesinarlos. Y no, deja de repetir eso, no es una existencia triste la que llevo. ¿Qué dices? ¿Que tengo miedo? ¿De qué podría tener miedo yo?

...

¿De vivir, dices?

¿Te das cuenta de que eso no tiene sentido?

Soy un asesino perfecto, desde el día de mi nacimiento. Mi madre fue mi primera víctima. ¡Cállate! ¡No sabes lo que dices! Basta, estás agotando mi paciencia y sabes que no es bueno. No, no voy a volver a lastimarte, no te preocupes. Sí, ya sé que no me tienes miedo y sé que ni aunque te rompa tu pierna y tu brazo de nuevo vas temerme. Eres una persona extraña, y dices que me amas... ¿Me amas? Esa es otra tontería, yo no creo en el amor. Que no, deja de decir eso, nunca creeré en esa basura.

¿Qué? ¿Qué dices? Si, bueno, pero lo que hacemos en las noches es diferente. Lo nuestro es sólo sexo y no me convencerás de lo contrario, yo jamás podré amarte. ¿Sabes por qué? Porque yo no puedo amar, así de simple. ¿Qué dices? Ah, sí, vuelves con eso. ¿No te cansas nunca? No, no tengo miedo, nunca he conocido el miedo.

¿Que por qué me alejo? Ya te lo dije, me gusta la soledad. ¿Cómo? Ah, sí, bueno, tal vez eso, sí, se siente bien, no, me confundes. ¡Guarda silencio! ¿No puedes dejar de hablar? Aunque... tal vez, a lo mejor tengas razón. ¿Crees que es por eso? Sí, bueno, duele algo, un poco, pero siempre ha dolido, desde el comienzo, ¿qué tiene que ver con la soledad? Además, aquí estoy bien. En este escudo nadie puede penetrar, nadie puede herirme, no me importa padecer en silencio porque estoy seguro. No dejaré que nadie entre, no, ni siquiera tú, no importa cuanto sonrías, tú eres más peligroso que los demás. Tú te acercas dulcemente y tratas de convencerme de que no estoy solo.

Y sí, lo acepto. Tengo miedo, tengo miedo de ti principalmente, porque aunque no quiera, me obligas a cambiar, sin darme cuenta te voy aceptando y no quiero. Si logro aceptarte a ti me veré obligado a aceptar a los demás, pero los demás no me aman como tú dices amarme, los otros me lastimarán y no quiero salir herido. No, deja de decir eso, no puedes protegerme de todos. ¡Deja ya tus tontas promesas! Lo siento, no quise gritarte. ¿Lo ves? Yo no me disculpo por nada en cambio contigo...

Déjame, no me abraces, no tiene caso.

Por favor...

Sólo quería estar solo. Sólo quería... desaparecer. ¿Por qué? ¡Deja de sonreír, te lo ordeno! ¿Acaso no le temes a mis técnicas? ¿Qué tal te parecería un Ataúd del Desierto? Oh, ¿y qué te hace pensar que no te atacaría? Lo he hecho antes y no me remuerde la conciencia. Bueno, sí, tal vez un poco, pero no lo suficiente como para impedirme hacerlo de nuevo. Ya te lo dije, soy un ser malvado.

No me tientes... Te dije que no... ¿qué haces?

¿Cálido? Sí, tu mano es cálida, ¿pero eso qué tiene que ver? No comprendo, ¿sabes? Lo repito, eres una persona extraña... pero tienes una bonita sonrisa. No, ¡claro que no me he sonrojado! ¿Un cumplido? ¿Qué es eso? Lee, calla de una vez. ¡Silencio! ¡Sabaku Ky...!

...

¿Lee? ¿Estás bien? ¿Ves lo que me obligas a hacer? Te dije que no... ya, no te disculpes, no es tu culpa pero al final siempre terminas pidiendo perdón. Soy yo quien debería... sí, lo sé... no tienes que repetírmelo. Vamos, ¿puedes caminar? Sí, curry, lo sé, yo invito. ¿Un qué? ¿Un beso? Está bien, supongo... supongo que eso sí puedo dártelo.

Pervertido...

 

FIN.

Notas finales: Lo único que quería decir con esto es... te necesito, Kei, te necesito mucho ;_;

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