Capítulo 14: Perdido ángel platino
(Narra Harry [es un sueño-recuerdo])
Ambos estamos en mi habitación mirando el nuevo dibujo que me ha hecho, es como una copia ampliada de la foto de clase el día de Halloween, aunque en blanco y negro. Me hace tanta ilusión que me haga regalos como este, estos detalles me enamoran más de él, lo beso para darle las gracias y lo cuelgo con su ayuda junto a mi retrato, el primer dibujo que me regaló.
-Me encanta, es precioso- miro el reloj y me doy cuenta de que voy a llegar tarde al entrenamiento.- Tengo entrenamiento, ¿vienes?
-Donde tu vayas iré yo, Harry, estaré siempre a tu lado, estés donde estés yo estaré junto a ti, porque te amo como a nadie en el mundo- me responde, yo sonrío feliz antes de besarlo de nuevo, ahí se acaba mi sueño.
Despierto con el rostro empapado en lágrimas, ha sido un recuerdo muy doloroso que en estos momentos daría lo que fuera por olvidar. Miro lo que me rodea, no sé dónde estoy, es una habitación oscura y para nada lujosa. Recuerdo unas vagas imágenes de alguien entrando en mi habitación, intenté gritar pero el pañuelo con cloroformo me durmió, por suerte aún llevo el colgante que me regaló Sirius. Intento levantarme de la cama en la que estoy pero... ¿es un grillete lo que tengo atado al pie? ¡Estoy encadenado a la cama! ¿Quién coño me habrá secuestrado? En ese momento se abre la puerta dejando entrar a Tom con una sonrisa de satisfacción en los labios, ¿para qué haré preguntas que puedo responderme sin pruebas?
-¿Qué tal estás Harry-corazón? ¿Cómodo?
-Un poquitín congelado ¿sabes?, a parte de medio cegato porque esto está más oscuro que una cueva y asqueado porque acabas de aparecer tú.
-Las dos primeras se pueden arreglar con la tercera tendrás que aguantarte vas a estar viéndome durante mucho tiempo.
-¿En serio? Pues apaga todas las luces, es mejor estar a oscuras, así al menos no te veo la cara. ¿Qué quieres de mí Tom? ¿Por qué no haces más que buscarme y atosigarme?
-Porque desde que te probé Harry-ángel, nadie ha podido quitarme la sed y el hambre que tengo. Quiero que vuelvas a ser mío, que gimas mi nombre como has gemido el de otros, quiero llevarte al cielo tantas veces que creas vivir en él, quiero que olvides a todos los demás y que sólo te acuerdes de mí.
-Buff, pues lo veo chungo chaval, ¿cómo vas a superar un trío con gemelos? ¿Tú sabes el morbo que da y lo que pone eso? Además a mi no me van los que llevan lentillas de color para llamar la atención, tampoco los traidores.
-¿Entonces por qué salías con él?- me pregunta abriendo la puerta y dejando pasar a alguien que no esperaba encontrar allí, la segunda sombra que me raptó ayer noche.
-¿Tú?- siseó a punto de tirarme a su cuello y ahorcarlo.
(Narra Draco)
Han pasado dos días desde que Harry se enteró de la investigación pero no he conseguido encontrarlo para explicárselo claramente. Lo echo de menos, quiero consolarlo, ayudarlo a que olvide aquella noche, darle un nuevo futuro pero si no lo encuentro y le explicó la verdad no podré hacer nada. Mi móvil suena encima de la mesa cuando estoy a punto de irme para volver a buscarlo, vuelvo y descuelgo.
-¿Diga?
-¡Eh Malfoy! A ver si desocupas un poco a Harry tío, que ya han pasado dos días desde que nos fuimos y ni nos llama ni nos coge el móvil- me dice la voz de Fred Weasley desde el otro lado.
-¿Cómo? ¿No os ha llamado?
-No, ni nos ha cogido las llamadas, lo tienes sólo para ti, déjanos hablar con él.
-No puedo, no está conmigo, ¿no os lo contó?- esto empieza a preocuparme ¿dónde está Harry en realidad?
-¿El qué? ¿Ha pasado algo?
-Fui a borrar los archivos de información de las investigaciones que hice cuando él llegó, así que dejé el portátil encendido y casi cerrado, a la mañana debió de entrarle curiosidad y leyó lo que había en él. Creyó que estaba saliendo con él para terminar de recopilar la información que me faltaba y se enfadó, salió corriendo de mi habitación después de gritarme qué pasó la noche que el ex lo dejó. No lo he vuelto a ver desde entonces, he estado buscándolo por todo el internado estos dos días pero nada, los pocos que hay por aquí tampoco lo han visto.
-Espéranos en la entrada, estaremos allí a las seis con sus padrinos, por si acaso entra en su habitación.
-No puedo, está cerrada con llave.
-Entra por las de al lado, las dos están abiertas sólo tienes que pasar por la puerta que las conecta, llámanos si ves algo.
-De acuerdo, hasta ahora- ambos colgamos, salgo corriendo de mi habitación, no tengo tiempo que perder.
Llego a su habitación y entro por la de la izquierda, intento abrir la puerta que las conecta pero está cerrada con pestillo, que tonto, ni me había fijado de los nervios, lo abro y entro. La cama está deshecha, encima de ella hay un papelito en el que pone "¡Os gané! tranquilos, le daré lo que vosotros y más. Hasta Nunca". Le doy un puñetazo a la pared de la rabia, se lo ha llevado, al final ha conseguido llevárselo, ¡mierda! ¡Mierda, mierda, mierda y mierda! Mi vista se fija en uno de los cuadros que le regalé, el dibujo de la foto de grupo de Halloween.
-Donde tu vayas iré yo, Harry, estaré siempre a tu lado, estés donde estés yo estaré junto a ti, porque te amo como a nadie en el mundo. Je, y una mierda, te he fallado, fallé a mi promesa, no estuve a tu lado, no te protegí de él, no fui ni buen amigo ni buen novio pero por favor, vuelve, vuelve a pasar por esa puerta, a sonreír como sólo tú sabes hacerlo ¡VUELVE HARRY!
(Narra Harry)
Me despierto de golpe, me había parecido que alguien gritaba mi nombre, serían imaginaciones mías. Miro el colgante de Sirius, han pasado dos días desde que estoy aquí, ya deben haber empezado a buscarme, o al menos es lo que espero. La puerta se abre dejando entrar a Lory con una bandeja de comida.
-¿Cómo estás, chibi?
-Hasta que has llegado tú lo mejor que se puede estar en esta situación- respondo mordaz.
-Ya veo, te he traído la comida, deberías comer un poco te estás quedando muy delgado, enfermarás.
-Mejor, así a lo mejor me muero y puedo irme de aquí.
-Chibi, no digas esas cosas, sabes que no tiene gracia que hagas bromas de esas- se sienta a mi lado y me extiende una cuchara con sopa para que coma. Extiende el otro brazo para acercarme al ver que me he alejado de él.
-¡NO ME TOQUES!- le grito pegándole una patada a la mano y un puñetazo en la cara haciendo que le sangre la nariz.- ¡No te acerques a mí no me toques! ¡Déjame sólo! ¡VETE!
-¿Qué es todo este jaleo?- pregunta Tom entrando tranquilamente con un cigarrillo en la mano.- ¿Qué le ha pasado a tu nariz Lorian?
-Me la ha roto de un puñetazo- responde él.- He ido a darle la sopa y se ha puesto histérico perdido.
-Todavía no se ha acostumbrado a su nueva vida, pero ya le queda poco, cuando acepte que nunca lo encontrarán, que no hay esperanza de que esto cambie, que nunca volverá a ver a su ángel de ojos tormenta y pelo platino, aceptará su nueva vida y todo se tranquilizará. Hasta entonces mejor dejarlo en paz, necesita pensar en un par de cosas.
Ambos se van cerrando la puerta tras de sí, yo me recojo intentando inútilmente no echarme a llorar de nuevo. Tal vez si lo hiciera con Tom y se le pasaran las ganas me dejaría ir, debo tranquilizarme y decírselo como si estuviera seguro de ello.
-¿Tom? ¿Puedes venir, por favor?
-¿Qué pasa Harry-amor?- pregunta entrando en la habitación.
-Estoy dispuesto a hacerlo contigo- le digo con expresión segura.
-Genial, ¿entonces, a qué esperar, mi angelito?- cierra la puerta con llave y se acerca a mí, me besa y yo lo correspondo. El beso se vuelve más fogoso, demandante y húmedo, nos separamos por falta de aire, él sigue por mi cuello, mordiendo, besando y lamiendo como lo hacía Draco.
-Draco- murmuró, todo se para, abro los ojos, la he pifiado, me mira cabreado antes de soltarme una torta que me hace volver la cara y me rompe el labio.
-De ahora en adelante lo intentaremos tres veces cada día hasta que cambies su nombre por el mío, volveré dentro de un rato para probar de nuevo- se levanta y se va.
(Narra Draco)
El coche familiar de los Weasley llega a la entrada a las seis en punto seguido del coche de Sirius y Remus. Remus baja y viene directamente a abrazarme mientras llora desconsoladamente haciéndome más difícil aguantar mis propias lágrimas.
-Lo siento mucho, no lo protegí, no lo respeté y lo investigué, le oculté lo que hacía y cuando se enteró ya era tarde. Lo he perdido y con ello he permitido que se lo llevarán, lo siento mucho, créanme cuando les digo que daría mi vida sin dudarlo por Harry, que lo amo como no he amado a nadie en mi vida, que vendería mi alma a cambio de devolvérselo a ustedes y verlo feliz.
-No pasa nada, te entendemos, te entenderá, sólo tienes que explicárselo, lo tendremos de vuelta en poco tiempo, lo encontraremos, no te preocupes, seguramente te seguirá queriendo tanto como tú lo quieres a él.
-¿Cómo lo encontraremos? no hay pistas- razona Theo.
-Después de lo sucedido aquella noche le regalamos un colgante con un chip localizador integrado. Así podemos saber dónde se encuentra exactamente, he puesto la PDA a buscarlo mientras veníamos, debe estar en Londres- explica Sirius con tono serio, suena una especie de pitido, como el del despertador de un reloj, y él saca la PDA, Pivert Drive número 4, es la casa de Tom actualmente, vayamos.
(Narra Harry)
Lo de hacerlo con Tom y después salir de aquí lo veo improbable, debo pensar en otra cosa, debo quitarme la cadena ¿pero cómo? Una orquilla me serviría pero no tengo ninguna, debe hacer otra forma de quitarme esto. La puerta se abre, ¿ya es hora de volver a intentarlo? No quiero.
-¿Estás dispuesto a intentarlo de nuevo?
-Voy a volver a gemir el nombre de Draco una y otra vez, hagas lo que hagas, yo lo quiero a él no a ti, digas lo que digas, hagas lo que hagas, nada puede borrar lo que hiciste aquella noche, nada puede quitarme el sufrimiento que tuve entonces, antes muerto que contigo.
-¿En serio? Pues ten presente algo Harry, no te encontrarán, nunca sabrán donde estás, no volverás a ver a tu querido Draco y a esos gemelos depravados. Nunca saldrás de aquí porque no te dejaré, te mantendré vivo para que sufras hasta que aceptes que a partir de ahora soy tu único amo y señor, me obedecerás quieras o no.
-Di lo que quieras pero no lo conseguirás, además ellos me han dado el mejor polvo de mi vida, es imposible que los superes ya que te faltan muchos centímetros para llegar a su altura.
-Que sepas que mi tamaño entra en la media.
-¿En cual? ¿La de las más cortas del mundo igual que tu inteligencia? Lory también la tiene más grande que tú, incluso Ced, la suya me encantó, aquello si fue un polvo y no mi violación, eres el peor polvo que he echado nunca.
-¡¿Cómo?! ¿Con Cedric también?
-Pues sí, lo estuve montando toda una noche- si vas a ser malo conmigo yo también lo seré contigo Tom, hasta que vengan te haré sufrir tocando donde más te duele, tu orgullo, vas a ver como de depravado puedo ser gracias a los gemelos.- Y lo de los gemelos también fue inolvidable, hacen milagros con las manos y la boca, nada más recordarlo me pongo a mil. Pero lo de Draco ya fue el no va más, conseguí encontrar una sala de espejos en el internado y nos lo montamos allí cinco o seis veces seguidas, aquello era mejor que gravarse en vídeo, que bueno eso también lo hemos probado, parecemos dos actores porno profesionales, hay están las ocho horas de DVD que solemos poner de vez en cuando. ¿Te importa dejarme un rato? Necesito hacerme un favor- le pido, traumatizado como está por mi parte pervertida se va sin discutir más. Menos mal que sé mentir bien si no esto habría salido muy mal, ahora me toca seguir con el juego, Lory, te toca sacarme de aquí.
(Narra Draco)
¡Panda de irresponsables de mierda! ¿No se dan cuenta de que si vas en moto tienes que ponerte el casco? Luego pasa lo que pasa, un tío con la cabeza abierta en medio de la carretera la moto en el otro lado, un montón de gente en medio y mi ángel en peligro. Llevamos dos horas aquí porque no podemos avanzar ni retroceder, el crepúsculo se nos echa encima, vamos a contra-reloj y no sabemos cuanto tiempo nos queda. Y además la policía está en las mismas que nosotros porque también se ha metido en el atasco. Harto de esta situación me bajo del coche y empiezo a correr en dirección al centro de Londres, es allí donde está la casa. Harry, aguanta por favor, espera hasta que llegue y entonces estarás a salvo, pero tú espérame, estoy de camino. Aumento la velocidad, tengo que llegar cuanto antes a la casa, no pienso dejar que vuelvan a hacerte daño mi ángel, aunque luego te separes de mí por haberte ocultado mis investigaciones no dejaré que te hagan daño y, si hace falta, daré mi vida por ti, porque te amo Harry.
(Narra Harry)
Llamo a Lory para que venga y me traiga comida caliente, se sienta a mi lado, y me la da, al parecer le tranquiliza que esté más calmado que antes y su nariz ha dejado de sangrar, eso demuestra que no se la he roto.
-¿Por qué estás metido en esto Lory?
-Porque quería sacarte de allí, te quiero para mí, no quiero compartirte con nadie, odio a ese rubio que te ha robado el corazón que me pertenecía.
-Nosotros cortamos, no te pertenezco, además me dejaste tú.
-Lo sé, pero sigo enamorado de ti Harry, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes ¿no? Eso fue lo que me pasó, que pensé que no valías tanto como me parecía al principio pero, en verdad, te habías convertido en mi vida. Un día Tom me llamó, sabía que todavía te quería y que te buscaba, me dijo que te había encontrado y que quería hacer un trato conmigo.
-¿Cuál era el trato?
-Te traíamos con nosotros, lo hacía contigo una vez más y después me pertenecías sólo a mí, deseaba tanto tenerte conmigo que acepté sin pensarlo dos veces.
-Entonces sácame de aquí, si tanto me quieres desencadéname, sácame de este antro y te daré lo que quieras.
-¿Pero, y Draco?
-Lo amo con toda mi alma pero él a mí no, me utilizó, intentaré olvidarlo, dime qué quieres y te lo daré, pero sácame de aquí.
-Quiero hacer el amor contigo Harry, me da igual que susurres el nombre de Draco, poco a poco se te irá olvidando pero quiero que lo hagas conmigo, que disfrutes de mis caricias como lo hacías antes, cuando ambos nos queríamos.
-Suéltame la cadena del pie y me entregaré aquí y ahora y cuantas veces quieras- estoy desesperado pero en verdad daría lo que fuera por salir de aquí y volver verlo, aunque fuera una sola vez más. En respuesta él saca una llave y abre el grillete que me ata a la cama para después juntar nuestros labios en un beso demandante y necesitado.
Me entrego a él, rodeo su cuello con mis brazos profundizando el beso, respondiendo, me quita la camisa de un tirón, dejándole mi piel expuesta para que se sirva a gusto, yo sólo me dejo llevar por sus besos desesperados y sus suaves caricias, como si yo fuera de cristal. Suspiro una y otra vez, Tom llama a la puerta preguntando por qué está cerrada, no contestamos, Lorian sigue bajando hasta llegar a mi pantalón, pero se oye un disparo y la puerta se abre.
-¿Qué coño pasa aquí?- nos mira cabreado, yo abro los ojos de la impresión y me echo a temblar, tiene una pistola en la mano.- Lorian, vete a comprar más comida.
-Hay de sobra en la despensa.
-¡VETE!- le grita fuera de sí, yo oculto mi pie entre las sábanas para que no se note que estoy suelto. Lory se va y nos quedamos solos, tengo miedo, mucho miedo, es difícil ver así a Tom, cuando está en ese estado es peligroso y más aún si lleva una pistola en la mano. ¿Chicos dónde estáis? Os necesito.- ¿Qué era lo que estabais haciendo? ¡Contesta!
-Me ha pedido que se lo hiciera y a cambio me sacaría de aquí- contesto, creo que la única manera de seguir vivo es tocar la poca fibra sensible que le queda.- Tom, vuelve a ser un momento el amigo que yo conocía y escúchame. Tengo miedo, desde aquella noche tengo miedo de que me hagas daño, dios sabe que te quería muchísimo, si hubieras esperado un poco habría salido contigo sin dudarlo en cuanto me lo hubieras pedido. Pero te aprovechaste de mí y luego me terminaste de rematar con esos colegas tuyos, te tengo miedo porque ya no eres el que conocía, el que me ayudaba siempre. Quiero pensar que hay alguna oportunidad para recuperar al Tom que yo quería, a ese que admiraba tanto porque se enfrentaba a los niños mayores sólo para defenderme, a ese que fue el primero en regalarme una flor por mi cumpleaños porque no le llegaba para más y me dijo que aunque fuera bonita no se comparaba conmigo. Echo de menos a ese Tom, porque lo quería con toda mi alma y ahora lo único que hace es asustarme, hacerme daño, alejarme de él.
-Mientes, nunca me has querido, primero fue Lorian, luego los gemelos y por último tu guardaespaldas rubio, Draco Malfoy. Yo podía haber sido antes que Lorian y nada de esto habría pasado, pero tú lo elegiste a él en vez de a mí, me ibas a utilizar de segundo plato, ¿sabes la humillación que sentí cuando nos restregó por la cara que le habías entregado tu virginidad?
-Lo siento Tom, no sabía que te afectara hasta tal punto.
-Vuelves a mentir, sí lo sabías, y hoy lo has vuelto a hacer, lo has elegido a él antes que a mí, y la historia se volverá a repetir, pero esta vez no habrá alcohol ni drogas de por medio- dice acercándose a mí con lentitud, tiene los ojos inyectado en sangre y la mirada de un psicópata, tengo miedo, mucho miedo y no sé cómo salir de aquí porque si intento escapar será capaz de pegarme un tiro con tan mala suerte que tendrá que volverse necrofilico para violarme.
(Narra Draco)
Ya me queda poco para llegar, unos pocos metros más y llego, aguanta Harry estoy a tu lado en poco tiempo sólo aguanta un poco más, siento mucho haber tardado tanto pero estoy contigo enseguida, dame unos minutos más, sólo resiste. Llego a la puerta, está cerrada como ya imaginaba así que le doy la vuelta a la casa. Una ventana que da al sótano está abierta, es la única forma de entrar, paso muy justo por ella dado su reducido tamaño. Oigo voces en los pisos de arriba y empiezo a subir, al llegar al primer piso me doy cuenta de que no hay nadie por lo que las voces proceden del piso superior, el de las habitaciones. Puedo reconocer sin dificultad su voz, está asustado, creo que incluso llorando, subo lo más rápido y silencioso que puedo, cuando por fin llego a la puerta la abro de golpe.
-¡Harry!
(Narra Harry)
Tengo que hacer entrar en razón a Tom, esto es muy peligroso, está cada vez más nervioso y con la pistola en la mano no me da mucha confianza.
-No lo hagas Tom, te lo suplico, no vuelvas a hacerlo, por favor.
-La historia se repetirá siempre que elijas a alguien antes que a mí.
-¿Cómo quieres que te elija si me haces esto?- de repente la puerta se abre y Draco aparece por ella.
-¡Harry!- Tom se da la vuelta y lo apunta con la pistola, luego dispara dándole directamente en el pecho.- He venido a buscarte y a decirte que te amo- dice cayendo de rodillas al suelo para luego desplomarse del todo.
-¡DRACO!- salto de la cama contra Tom y le quito la pistola de un golpe para luego tirarlo al suelo.- ¡Cabrón, lo has matado! ¡Lo has matado hijo de puta!- le grito dándole patadas, lo levanto del suelo y empiezo a pegarle de puñetazos en la cara.- ¡Cabrón de mierda! ¡Voy a matarte a hostias!
-¡Harry, ya basta! ¡Lo vas a matar!- me dice una voz vagamente familiar mientras alguien me agarra para que no siga pegando a Tom.
-¡Ha matado a Draco! ¡Remus, ha matado a Draco! ¡Tengo que matarlo!
-¡No, Harry no! ¡Draco todavía está vivo! ¡Se lo van a llevar al hospital y tú también irás allí!
-¡No! ¡Quiero estar con Draco! ¡Déjame ir con Draco! ¡Suéltame de una puta vez Remus y déjame ir con Draco!- tiran de mí me arrastran lejos del cuerpo de mi amado, todavía tendido en el suelo y su sangre extendiéndose por el piso. ¡No! No quiero perderlo, no quiero perder a mi ángel platino.- ¡No, me dejes! ¡Cumple tu promesa! ¡Draco, te amo, quédate conmigo! ¡¡¡¡¡¡DRACO!!!!!!- con este último aullido todo se vuelve negro y me desmayo.