Nos separamos, y me pidió que fuera a mi casa.
No quise presionarlo, así que lo hice.
Caminé hasta mi casa, sin pensar nada en particular, mirando las nubes que tomaban tonos azules...
Recordé la emoción de Takanori al escuchar que me llamaban "Aoi" (azul).
Llegué a mi hogar, iba a prepararme una cena, pero no tenía apetito, me alegré de vivir solo...
Mi estómago estaba encogido,aún estaba extasiado por el hecho de haber osado tocar sus labios con
los míos. Temblaba al pensar que lo conocía tan poco y que me importaba tanto.
Me recosté sobre mi cama, mirando el techo, aunque sin verlo realmente. Lo que más me afectaba,
sin duda, era que... él habia respondido aquel beso...
Al día siguiente debíamos hablar de eso... quería saber si él queria estar conmigo.
Esa noche no logré dormir...
**********
En el ensayo todos quedaron encantados, su voz era perfecta para nuestras canciones.
Taka-chan adoptó por nombre "Ruki", aunque para mi no dejaría de ser Taka-chan.
-Aoi...- Taka-chan me llamaba.
-Huh? Perdona no te había visto.- Era verdad, estaba inmerso en mis pensamientos.
-Bueno... necesito hablar contigo... en privado...
Dejé mi asiento y le tomé del brazo para que me siguiera.
-Yuu... dónde estamos?- Me preguntó.
-Es mi lugar secreto.
Su existencia no era un secreto, pero nunca había gente por ahí.
-Bien... quiero decirte algo.
-...
-Taka-chan... te gustaría...- Dudé, siempre fui muy inseguro.- Te gustaría ser parte del grupo?
Su rostro me dio a entender que no se esperaba eso, pero lo disimuló.
-Pero... que han dicho los demás?
-Estan de acuerdo... confian en ti.- Era cierto, además, ellos mismos me habían pedido que lo
invitara.
-Bueno... si quieres... sólo era eso?- Su voz sonaba ansiosa, creo que sabía que había algo
más que yo quería preguntar.
-Si... bueno... no.
-Cómo es eso?- Tenía una sonrisa tan hermosa...
-La verdad...- Estaba nervioso... quería declararme a un hombre... porque lo quería... no como amigo,
no como quería a Uruha, Reita o a Kai... él era más especial.- Yo... verás... yo...
-Si no quieres decirlo, entonces no insisto.- Su voz sonaba enfadada.
-Por qué te pones así?- Me arrepentí de preguntar eso.
-Por qué?! No eres capaz de decir lo que sientes!
Quedé de piedra, no sabía que decir, dónde mirar, qué pensar.
-Por qué...?
-Sabes... tengo que irme a casa, este fin de semana, y no volveré... sólo quería decirte que...
-Qué???!!!
-Que debo volver a mi hogar.
-Queda por aquí cerca?- Algo me decía que no.
-No, en realidad es en otra ciudad.
Las palabras que quería decir no salían de mis labios, y sentí que perdía irremediablemente
a Taka-chan.
-Bueno... como te decía... sólo quería decirte que eres lo más lindo que me ha pasado, y que jamás
te podré sacar de mi cabeza...
Se alejó de mí. No podía creer que estaba perdiendo a la persona que me había hecho sentir tantas
cosas en tan poco tiempo. Perdía a la persona más hermosa que había conocido.
Al acabar las clases del viernes lo busqué por todas partes, sin éxito.
Fuí a su departamento, pero no había nadie. Entré. Sobre una pequeña mesa había un papel doblado
por la mitad y escrito con delicadeza, que llevaba mi nombre. Lo estiré y vi su letra, borrosa en
algunas palabras debido a lo que al parecer, eran lágrimas.
Sin siquiera comenzar a leer mis ojos se humedecieron. No conocía estasensación... Tristeza?
Por primera vez sentía esto, y por culpa de un pequeño que cantaba de una manera angelical, que
tenía los ojos más bellos del mundo, con los labios que más he deseado...
Mis pensamientos sólo ayudaron a que las lágrimas afloraran más rápidamente.
Comencé a leer.
"Yuu.
Lo siento, pero no puedo seguir cerca de ti,
no quiero que esto pase a más, porque a tú no eres así.
A pesar de que lo que más deseo en estos momentos es estar a tu lado...
A mí no me molestaría estar contigo...
Pero creo que a tí si...
Te voy a extrañar, pero creo que esto es lo mejor para tí,
tú mismo lo dijiste: "a mi no me gustan los hombres"
Respeto tu opinión, y espero que estés de acuerdo con mi decisión...
*Ienakatta kono kotoba wo ima koko de kimi ni utau yo
dare yori mo kimi wo ai shitteru.
Kitto... ai shitteru.
*Todas estas palabras que no te pude decir, desde aquí te las canto
mas que a cualquiera te amo.
Sin ninguna duda... te amo.
Takanori."
En ese momento me encontraba de rodillas, y me costaba leer, ya que mis ojos estaban bañados en
lágrimas, y las letras se habían borrado esta vez por mi llanto.
Me puse de pie y corrí hasta la estacíon del tren. Supuse que estaría allí.
No me equivoqué, era muy predecible.
No me sintió llegar hasta que le tomé una mano y lo acerqué a mi.
-Yuu...
-Taka-chan, no me dejes.- Lo abracé.
Llegó el tren, pero no lo dejé ir hasta que partió.
-Yuu! me has hecho perder el tren!- No comprendí su expresión... molestia o alegria...
-Te amo.- En una semana en que estuve junto a él habían nacido en mi esas palabras que nunca
pensé decir a nadie.
-Por qué dices eso?
-Porque es cierto.
-Debo ir a casa.
-Pero aquí esta tu apartamento.
-No, cancelé el contrato... ya no puedo volver ahí.
-Ven a vivir conmigo.
-No. No quiero molestar.
-Para mi no serás una molestia. Vamos.
No dejé que hablara y lo llevé a rastras hasta mi casa. Cruzamos la puerta y llegamos a la sala de
estar.
-Yuu, en verdad, no quiero molest...
Lo interrumpí al atrapar sus labios con los míos. Me respondió.
Envolví su cuerpo con mis brazos, llegando al suelo, pero sin separarnos.
Susurraba mi nombre mientras le quitaba la ropa.
No sabía muy bien lo que estaba haciendo, pero aún así, todo iba bien.
Entonces cambiaron los papeles. Yo quería ser seme! Pero Taka-chan no me lo permitió.
Aunque, la verdad, no me importó... …l iba a ser el primero y el último, y no quería
compartir esto con nadie más que con él.
Fue durante mucho tiempo que mi vida fue perfecta, hasta que llegó ese día...
Ese día...
-Yuu...
Sus ojos hace un tiempo que estaban perdiendo su brillo, y su alegría comenzaba a opacarse.
Yo estaba abrazado a él, en nuestra cama, con mi cabeza apoyada en su pecho.
-Que ocurre, anata?- Me estremecí, algo andaba mal. Tuve miedo.
-Debo decirte que yo...
-...- No quería escuchar.
-Voy a morir.
Mi cuerpo comenzó a temblar de una manera descontrolada, no podía ser cierto, me movía
esperando despertar.
El contacto de sus manos en mi rostro me tranquilizó un poco, pero aferré más a su cuerpo,
esperando así sostener la vida de Taka-chan junto a mi, pero sabía que era inútil.
-Taka-chan, te amo, te amo, te amo.- Mi voz temblaba.
-También te amo Yuu, te amo...- Noté que ambos llorábamos.
Esos días los aproveché al máximo junto a él, sin contar el tiempo, sin esperar nada, sólo
estando juntos.
Ahora estoy junto a un trozo de fría piedra que lleva su nombre desde hace años, esperando
cada día que aparezca a mi lado, diciendo que todo esto es una pesadilla, pero sé que eso
no ocurrirá.
Y lo único que me queda ahora es esperar el momento para estar a su lado nuevamente...
Aún te amo Taka-chan...
FIN
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