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¡¿Sirius tiene una hija?! por susan black

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Notas del capitulo: bueno, hola, les dejo aqui un pequeño one-shot que hice por unas tardes de oseo en las cuales surgio una interesante idea, espero que les guste.

                                              Susan Black Presenta:

 

                                             ¡¿Sirius tiene una hija?!

                                                

 

Ya había pasado 1 año desde que habían salido de Hogwarts y de que viviesen juntos. Los padres de Remus habían fallecido ya hace mucho y él se ocuparía de la casa hasta que no pudiese mas, quería venderla, pues le traía recuerdos de sus padres y eso dolía.

 

-             Te la compro-Había dicho Sirius cuando se entero de que su amigo planeaba vender la casa de sus padres. Remus se asombro bastante por ello.

-             No es necesario, Sirius. No tienes que hacerlo para ayudarme…-

-             También lo hago porque no tengo donde vivir. No esta bien que siga a costa de los Potter e ir a vivir a un piso solo y sin saber cocinar, no estoy muy seguro. Sin embargo, si te la compro podemos vivir los dos juntos en ella, ¿Qué opinas?-

-             No estoy seguro…-

-             ¿Sabes cocinar?-Remus asintió con la cabeza.-       Perfecto, tu cocinas y yo fumo mientras miro como lo haces-Remus sonrió, solo Sirius seria capaz de hacer lo que dice.

-             Esta bien-Acepto al fin, dando un suspiro. Sirius le sonrió.

 

Ya de eso, mucho.

 

La puerta se abrió abruptamente dejando pasar a los dos ocupantes de la casa, uno apoyado en el otro. Uno todo borracho y el otro de mal humor.

 

-             Te he dicho miles de veces que te controles con el alcohol…-Gruño Remus serrando la puerta tras él.

-             Calla Lupin, seré el padrino de bodas de James y vale esta borrachera por él-

-             ¡Claro, como él no tiene que soportarte!-

-             ¡Lupin! Cierra tu bendita boca o te daré veneno mata lobos al desayuno-

-             Primero: no existe el veneno mata lobos y segundo: tú no cocinas, por lo cual no creo que puedas dármelo-Contesto Remus malhumorado.

-             ¡Pues te equivocas, conozco un veneno que te hará callar ahora mismo!-Sirius se soltó de Remus y tratando de mantenerse en pie, le miro desafiante.-    Lo conozco y te lo daré ahora mismo, así que quédate ahí y no te muevas… ¡no te muevas he dicho!-

-             ¡Pero si estoy quieto!-Gruño Remus, Sirius se abalanzo hacia él y Remus choco contra la pared con Sirius sobre él y con su aliento inundando sus narices y mareándolo.

 

Sus miradas se encontraron y Remus ni siquiera había pestañado cuando la boca de Sirius abrazaba a la suya en un beso demasiado intenso para él. Remus perdió sus fuerzas ante aquel beso y comenzó a deslizarse por la pared hasta que quedo sentado en el suelo con Sirius sobre él embriagándolo con alcohol que él no había bebido, pero que ahora, con ese beso, se sentía igual de borracho que Sirius.

 

Después de aquello, Remus y Sirius habían comenzado a mantener una relación, mas bien lo intentaban, pues peleaban mucho por tonteras y niñedades, sobretodo Sirius que no soportaba que el Licántropo no le tomase en cuenta o no lo estuviese mirando sin razón aparente, el animago tan solo se sentía sin esa sensación de tener cientos de ojos fijos en ti, de por si, femeninos, por lo cual se molestaba con facilidad cuando Remus no le miraba para contemplar sus idioteces.

 

Entonces, después de una pelea muy incoherente, Sirius salio de la casa sin decir a donde ni cuando regresaría, Remus se sintió fatal a los segundos después de que el animago se marchase.

Sirius regreso al atardecer con una sonrisa de oreja a oreja y dejando a Remus muy contrariado, pues el animago estaba de muy buen humor, demasiado diría Remus.

 

Paso una semana de esa, se puede llamar ¿reconciliación? él lo dudaba.

 

Entonces comenzó a ocurrir, Sirius empezó a desaparecer, a salir, con un solo voy y vuelvo. Remus comenzaba a sospechar, creyendo que había vuelto a sus andanzas de mujeriego empedernido como lo era en Hogwarts.

 

-             ¿Qué haces, Sirius?-Pregunto Remus al notar que el hombre a su lado, estaba entretenido anotando y tachando algo en un pergamino.

 

Remus había estado leyendo hace  30 minutos la misma página y tratando de entender el mismo párrafo que ya había leído como cinco veces y aun no le hallaba sentido, pues claro, estando con Sirius cerca de él y tan concentrado, había comenzado a desconcentrarlo a él.

 

-             Escojo nombres-

-             ¿Nombres?-Repitió Remus intrigado.-        ¿Para quien?-

-             Para mi be-be-La voz de Sirius solo muy empalagosa al referirse a su bebe.

 

Remus palideció. ¿Bebe? ¿Qué bebe? ¿Cual bebe? La desesperación comenzó a invadirlo. ¿Sirius tenia un bebe? ¿Cómo, donde, de quien, cuando? Miles de preguntas iban y venían en la cabeza de Remus. Y Sirius no ayudaba.

 

-             Es una nena tan linda. Posee el mismo color de mis ojos y es tan linda-A Sirius prácticamente se le caía la baba.

 

-             Es que no puede ser, Sirius me ha engañado, ¿Cómo? ¿Cuando?-Sollozaba Remus en los brazos de su mejor amiga, mientras el futuro marido de esta miraba hacia la puerta con el ceño fruncido y los labios apretados.

 

Habían llegado a través de la red flu, para visitarlos y se habían encontrado con un Remus, solo y con los ojos llorosos.

 

-             Tranquilo, Remus-Susurro Lily acariciándole la cabeza.

-             No me lo puedo creer-Gruño James.-          Es que, creí que había sentado cabeza contigo y ahora me encuentro con esto, es que Sirius y yo hablaremos muy seriamente, ni crea que le dejare ser el padrino de mi hijo, si sigue así de descontrolado…-

-             Wauu, ¡visitas!-Exclamo Sirius entrando a la casa con una sonrisa de oreja a oreja y mas feliz que nunca.

-             ¡Sirius!-Gruño James y este le miro perplejo.

-             ¿Que hice?-Pregunto el susodicho.

-             Tenemos que hablar, inmediatamente, ven conmigo a la cocina-Mando James agarrándolo de una oreja para arrastrarlo a la estancia alejada del living en el cual estaba Remus y Lily.

 

-             ¡Sirius, felicidades!-Exclamo James contento cuando ya había soltado a su amigo.

-             James, te desconozco…primero me hablas como si fueras mi padre y ahora me felicitas, ¿de que?-

-             ¿Cómo que de que? De tu bebe-

-             Ahhh! Ya lo sabes, ¿Quién te lo dijo? ¿Remus? ¿Fue él?-

-             Bueno…hablando de Remus, él esta muy mal y lo comprendo, ósea que de repente Lily apareciera con un bebe que no es mío…yo me muero-

-             ¿De que bebe hablas tu?-Pregunto Sirius intrigado.

-             Pues del tuyo y no se quien, obvio-

-             Pues si te refieres a Isabela es solo mía-

-             ¡¿Eres padre soltero?!-Exclamo James asombrado.

-             Bueno, yo la compre para mí y para nadie más-

-             Espera…algo no encaja…ese bebe del que hablas, que tiene un nombre tan bonito, ¿lo compraste?-

-             Pues obvio-

-             No entiendo Sirius, se supone que los bebes no se compran, se adoptan-

-             Yaa, pero yo la compre. También pienso encantarla para que vuele…-

-             ¡¿Cómo?!-Grito James.

-             Sip- 

-             Sirius…por dios, los niños no son juguetes-

-             Y lo se. Isabela es real, tiene dos ruedas, un buen motor, un manubrio excelente…-

-             ¿Ruedas? ¿Motor? ¿Manubrio? Sirius, ¿Qué es exactamente Isabela?-

-             Mi moto-Sonrió Simplemente el perro y el ciervo casi se cayó de la impresión.

-             Wauuu! Te haz comprado una moto, tengo verla, déjame verla Sirius-Pidió James emocionado.

-             Claro, la traje conmigo para que Remus la viera, están linda y grande-Decía Sirius mientras caminaba hacia la salida de la cocina, pero James al escuchar el nombre de su otro amigo, se quedo parado.

-             Sirius…-Murmuro.

-             ¿Qué pasa, James?-

-             ¿No le dijiste a Remus que te ibas a comprar una moto, verdad?-

-             Creí que no me dejaría comprarla. Tú conoces a Remus y ambos sabemos que no le gustan mucho este tipo de cosas-

-             Creo que deberías decirle-

-             y claro que le voy a decir, ahora que Isabela esta afuera tiene que conocerla y montarla, aunque no quería-

-             No, en serio Sirius. Dile que se trata de una moto-

-             ¿Por qué?-

-             Porque cree que tu bebe es un bebe de verdad y que lo haz engañado-

-             Ah!-Sirius salio con rapidez hacia el living, donde Remus y Lily le miraban expectante, tomo a Remus de la mano y lo arrastro con el hacia fuera de la casa.

-             Déjalos-Susurro James sonriéndole a Lily que estaba preocupada y dispuesta a embrujar a Sirius para salvar a Remus.

 

-             ¡Sirius, Suéltame!-Gruño Remus enfadado.

-             Remus mira-Sonrió Sirius indicándole una moto grande, realmente grande, de color azul y plateada, y nuevecita.-      Te presento a mi bebe, Isabela-Añadió.

 

Remus le miro perplejo, creyendo que era una broma. Esta entre enfadarse o creerle. Por lo cual decidió confirmarlo.

 

-             ¿Tu bebe es una moto?-Pregunto Remus mirándolo y Sirius asintió con la cabeza. Soltó a Remus y se subió con agilidad a la moto.

-             Esta es mi nena, le puse Isabela. ¿Bonito nombre, cierto?-

-             Creí que me habías engañado…-Sollozo Remus y Sirius se preocupo. Alargo su brazo derecho hacia Remus, tomándole la mano nuevamente y lo acerco a él, para luego sentarlo sobre la moto frente a él.

-             Y me disculpo. Nunca quise que creyeras eso, tu eres el único-Susurro Sirius mientras le secaba con sus dedos las lágrimas caídas del licántropo.

-             ¡Sirius!-Sollozo Remus tirándole los brazos sobre le cuello, para llorar sobre su hombro mientras el animago le acariciaba la cabeza con suavidad.

 

                                                           Fin.

Notas finales: reviews, plis.

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