Luego de cada jornada de trabajo la reciente feliz pareja regresaba a su casa en la motocicleta del mayor.
El moreno siempre se ofrecía a llevar al rubio hasta su casa. Algo que implicaba un gran desvío de su recorrido habitual. Pero que no le molestaba en lo más mínimo puesto que era un paseo que ambos disfrutaban.
A Edward nunca le había agradado mucho la moto de su pareja. Siempre le insistía en que se comprase un auto pero Roy no accedía aludiendo que se veía más sexy en la moto. Y la única razón por la que el ojidorado viajaba con él, era que la moto le permitía una cercanía con el coronel que en el auto no era necesaria...
_Rayos, perdí tu casco en algún lado_se quejó el pelinegro mientras se rascaba la cabeza y miraba a su niño junto a él.
Edward suspiró mientras le regresaba la mirada a Roy.
_Supongo que tendrás que usar el mío_le ofreció mientras se subía a la motocicleta.
Edward enseguida negó.
_Tú úsalo. Eres el que conduce. Yo estoy más seguro atrás y además se que no pasará nada...si estoy contigo..._
Roy sonrió y se colocó el casco azul oscuro que siempre usaba. Se sentía un idiota por haber perdido el casco de su pareja. No estaba tranquilo con ese "atrás estoy seguro" pero accedió sólo para que Ed se quede tranquilo. Excepto en lo de la adquisición de un auto, él siempre cedía a lo que su pequeño le pedía.
Una vez que salieron del estacionamiento el pelinegro aceleró. Siempre lo hacía. Le gustaba darle a Edward la excusa de abrazarlo con un poco más de fuerza.
Cuando ya estaban casi a medio camino de la casa del rubio Roy aceleró de nuevo y comenzó a hacer algunas maniobras algo peligrosas. Principalmente derrapar cuando giraba en una esquina.
_Hoy no, Roy_se quejo el pequeño_Recuerda que no traigo el casco_
El moreno no respondió. Luego de unos minutos aceleró un poco más.
Cuando ya habían llegado a la casa de Ed el moreno ni se molestó en detenerse. Enseguida la bonita casa quedó fuera de la vista del rubio.
_¡¿Qué pretendes?!_gritó Edward mientras se aferraba aún con más fuerza a la espalda del coronel puesto que este continuaba acelerando.
Roy no respondió enseguida. Luego de un rato en el que sólo se escuchaban algunos sollozos del ojidorado por el miedo que sentía en esos momentos Roy preguntó:_Ed, ¿Tú me amas?_
Edward levantó la cabeza al escuchar aquella pregunta.
_¿Que clase de juego es este?_le preguntó.
_Ninguno Ed. Yo sólo quiero saber si tu me amas_
Al escuchar la seriedad en las palabras de su pareja Edward asintió.
_Si Roy. Te amo. Te amo mucho ¿Era eso lo que querías escuchar? Ahora te lo suplico. Si me amas tanto como yo a ti... Detente por favor..._
Roy no se detuvo...
_No pienses mal, Ed. Yo también te amo. Es sólo que aún no puedes bajar_
_¿Qué mas quieres?_
_Quítame el casco y póntelo tú_le dijo.
Edward tragó saliva junto con un montón de preguntas y con cuidado le quitó el casco a su pareja y se lo puso él.
_Asegura bien la correa_fueron las palabras del moreno.
_Ya..._
_Esto ya casi termina Ed_le aseguró Roy_Ahora quiero que me beses. Un simple beso en la mejilla bastará_
Edward accedió, aún sin entender que era lo que planeaba su coronel. Con cuidado se acercó a su pareja y besó su mejilla suavemente.
_Ahora por favor detente_le suplicó.
Roy giró su cuerpo para ver a su niño. Se veía asustado y las lágrimas caían por sus ojos.
_Quiero otro beso_le dijo mientras que volvía a su posición normal.
Edward se volvió a acercar para besarlo y fue entonces cuando Roy soltó el manubrio de la motocicleta, sujetó al rubio con fuerza y juntó sus labios en un beso que demostraba que realmente lo amaba.
Edward cerró los ojos al sentir aquel beso y olvidó todo a su alrededor. Sólo pensaba en su pareja...
Antes de poder darse cuenta sintió un golpe muy fuerte que lo mandó despedido por los aires y le hizo estrellarse con fuerza en el asfalto.
Antes de perder el conocimiento logró abrir los ojos por unos segundos y buscó a Roy con la mirada.
Sólo veía su cuerpo tirado y la moto sobre él... y mucha sangre.
Con esa imagen en la cabeza el rubio se desmayó...
Cuando recuperó el conocimiento se encontraba en una suave cama. Abrió con lentitud los ojos y miró a su alrededor. Estaba en una habitación completamente blanca. Intentó moverse pero le dolía todo el cuerpo. Quiso hablar pero el cansancio se lo impidió. Lentamente fue reconstruyendo lo que había pasado antes de desmayarse. Al recordar todo el suceso intentó reincorporarse pero el dolor se lo impidió. Sólo pensaba en Roy...
Mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas al no poder ni llamar a alguien para preguntar por su pareja pudo escuchar como la puerta se habría.
Un hombre de bata blanca entró a la habitación y se disponía a revisar el cuerpo del pequeño cuando se percató de que este estaba despierto.
_Joven Elric, ¿Cómo se siente?_le preguntó mientras que quitaba las sábanas que lo cubrían y, con la ayuda de una enfermera que Ed no había visto, comenzaba a cambiar algunos de los vendajes que rodeaban el cuerpo del rubio.
_Eso no importa. ¿Dónde está Roy? ¿Cómo se encuentra él?_preguntó con prisa el ojidorado, ignorando todo el dolor que sentía.
El doctor se puso serio y dejó de hacer su trabajo para mirar fijamente a Edward.
_Lamento informarle que el señor Mustang falleció en el acto. Usted sobrevivió gracias a que tenía puesto el casco_le dijo mientras que volvía a los vendajes.
_No puede ser_susurró el rubio mientras que de sus ojos las lágrimas volvían a brotar.
El doctor no dijo nada pero al ver que el pequeño lloraba le inyectó un tranquilizante para evitar inconvenientes...
Cuando Edward volvió a despertar notó que su habitación estaba llena de personas. Entre ellas su hermano, Winry, la teniente Hawkeye, el teniente Havock, el mayor Armstrong y el teniente coronel Hughes.
...Todos ellos sabían de la relación entre él y Roy...
_¿Cómo te sientes, hermano?_preguntó Alphonse mientras que tomaba la mano de Ed y la apretaba ligeramente.
_¿Es cierto, Al?_susurró el rubio_¿Realmente Roy murió?_
Alphonse asintió con tristeza.
_Lo siento mucho, hermano_murmuró. Él y todos en la habitación sabían que el que más sufría por el accidente era Edward. Física y emocionalmente.
Edward sólo agachó la cabeza. Fue en cuestión de segundos que se quedó dormido nuevamente.
................
Ya habían pasado varias semanas desde que ocurrió el accidente. El funeral de Roy, ahora ascendido a General de Brigada, ya había sido llevado a cabo y, como era de esperarse Edward no pudo asistir. Los doctores no se lo permitieron...
En ese momento Ed estaba saliendo del hospital siendo escoltado por su hermano y algunos de sus compañeros de trabajo. Winry había tenido que regresar a Resemboll para ayudar a su abuela. Una mujer mayor como era ella no podía atender a los pacientes sola y necesitaba la ayuda de la rubia.
_Quiero ir allí_insistía el rubio mientras que se subían al auto negro que los llevaría a su hogar.
_Pero, hermano. Aún estás débil. Puedes visitar al coronel otro día_
_No, Al. Quiero ir hoy_
_De acuerdo_accedió el castaño mientras suspiraba y le indicaba al chofer que fuera al cementerio en el que el General de Brigada se encontraba.
Una vez allí Edward se bajó del vehículo y corrió por las lápidas hasta que encontró la que decía: "Roy Mustang"...
Se dejó caer de rodillas frente a ella y nuevamente las lágrimas brotaron por su rostro.
_¿Por qué, Roy? ¿Por qué lo hiciste?_le preguntó al aire, esperando alguna respuesta a las acciones de su pareja.
_Ed..._susurró alguien a sus espaldas.
Edward enseguida volteó, sólo para toparse con Hughes. Los demás se habían quedado atrás. Sabían que el ojidorado necesitaba estar solo un rato. La única razón por la que Maes se había acercado era para decirle una gran verdad que pensaba que el ojidorado necesitaba saber...
Sin saber por qué, Edward se abrazó del teniente coronel.
_¿Por qué? ¿Por qué se fue?_preguntaba.
_Roy te amaba. Si murió fue para salvarte a ti_
Edward abrió los ojos a más no poder y miró fijamente al pelinegro.
_Al momento de estar en la motocicleta se dio cuenta de que los frenos fallaban. También que la velocidad aumentaba gradualmente. Eso es seguro. Su muerte fue para que tú vivieras... Según lo que nos dijiste él te pidió que te pusieras su casco puesto que tú no traías el tuyo. También te preguntó si lo amabas, ¿verdad?_
Edward asintió mientras que comprendía un montón de cosas.
_Ahora lo entiendo, Roy..._susurró mientras que secaba sus lágrimas.
Los anteojos de Hughes se empañaron al momento en que rodeó a Edward con sus brazos.
_Realmente lo siento mucho, Ed. Supongo que el que más sufre por todo esto eres tu..._
_No tanto_murmuró el pequeño mientras que negaba con la cabeza_Ahora que sé lo que realmente ocurrió..._en ese momento volteó hacia donde estaba la tumba_...no tengo nada que preguntarle o reclamarle... Gracias, Hughes...Y...gracias...Roy..._
Después de estar un rato sin decir nada, ambos se pusieron de pie. Ya el sol se estaba ocultando y el cuerpo del rubio necesitaba descanso.
_Volvamos a casa_le dijo a Alphonse una vez que estuvieron todos en el auto.
_¿Cómo te sientes, hermano?_
_Siento como si hubiera vuelto a nacer_dijo con sinceridad el rubio.
_¿Y eso?_
_Nada, Al. Nada_
De reojo Edward miró a Maes. Ambos se sonrieron. Luego de eso Ed simplemente miró por la ventanilla. Finalmente se sentía en paz, con Roy y con sigo mismo...
Ahora que sabía lo que realmente había ocurrido... amaba a su pareja más que nunca... y sabía que su sacrificio no sería en vano. Como le dijo a Alphonse... había vuelto a nacer.