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Vermillon, escarlata.
Una danza rojiza sobre sus dedos, teniendo su pálida piel.
Sentía que sus ojos oscuros tomarían el color rojo como propio, un estigma eterno que gritaría "Asesino" ante cada persona que lo viera.
Pero no tenia otra opción, nunca la tuvo.
El arma se deslizó de su mano como arena entre sus dedos hasta dar de lleno con el frio suelo con un contundente sonido.
Y el pelinegro se desplomó tras ella, cayendo de rodillas sobre la fría tierra.
Agacho la cabeza hasta que su frente hizo contacto con el mármol, otrora frio y de un invernal blanco, ahora cubierto por una nevada rojo oscuro.
No quería llorar pero las lagrimas comenzaron a fluir de sus ojos negros y la desesperación lo invadió
Esta muerta.
Un tumulto de pasos se oían venir, aun tenia tiempo de escapar si deseaba,
La mataste.
No hizo ningún movimiento, solo se quedo allí incado como si rezara
Llegaron hasta el y lo levantaron bruscamente sujetándolo de esa maltrecha coleta de caballo.
-Fruiste tu?!-
Rabia, estaba furioso con el.
No fue mi culpa, ella me forzó.
Su primer intento de hablar fue un murmuro ahogado, indescifrable.
Ahora que lo notaba tenia su almuerzo en la boca de la garganta, probablemente culpa del golpe en el estomago que acaban de propinarle al no responder.
-Fuiste tu, escoria?!-
-S---i...!-
Lo dejaron caer de nuevo y se encogió sobre si mismo, abrazando su vientre.
Esas personas comenzaron a hablar, ignorándolo repentinamente.
Siento que ya estoy acostumbrado.
-Que se supone que hagamos?-
-Dejémoslo así, este proletario se pudrirá en la cárcel-
-Y cual seria el punto de eso? quedar como inútiles ante su padre?-
Ese hombre hizo un gesto hacia el cadáver de la joven.
-Que sugieren entonces?-
-Suicidio de una jovencita desesperada-
El comenzó a arrastrarse hacia la salida, esa conversación no presagiaba nada agradable para el.
Uno de ellos lo noto al parecer por que una fuerte pisada sobre su espalda detuvo su huida-
Maldición...
-Y que haremos con el?-
Pares de ojos críticos lo examinaron pesimistas.
-Un hombre inútil no sirve para nuestra versión de los hechos, que desaparezca.-
El devolvió como pudo una mirada de terror.
Desaparecer?!
Las personas voltearon, algunos hasta lo miraban con lastima.
Si algo le había enseñado la vida es que la lastima no presagia nada agradable.
-No es conveniente que la pistola tenga mas huellas digitales, serian dificiles de explicar.-
El frio tacto de diez dígitos en su garganta.
-Nada personal, mocoso.-
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-N-Noitora sam-a!-
-Eh-?-
Arena blanca bajo sus pies y la luna siempre menguante en el horizonte.
El hueco mundo.
Y todo eso fue... ?
Un sueño, idiota.
Suspiro pesadamente, mientras asimilaba la información.
Bajo suyo Jiruga sintió una inusual calidez por lo que guio su mirada hacia alli... Tesla.
-Noi-tora sama, po-dría?...-
Oh, cierto, debía ser incomodo.
Soltó su agarre en el cuello de su fracción y se incorporo.
Tesla respiro acelerado, sintió su final realmente cerca... esperaba no volver a repetirlo, con una vez que sus pulmones se vaciaran era suficiente para toda una vida.
Eso, y las marcas de dedos probablemente lo adornarían unas semanas.
-Que haces aquí?-
-V-Vine a despertarle como me ordeno-
"Y estaba preocupado"
Decidió no pronunciar lo segundo por el bien de su salud física pero realmente lo estaba.
Eso había comenzado hace unos meses, unos dos para ser mas exactos.
Pesadillas fuertes, realistas y tan vividas que lograban hacer al mismísimo Noitora Jiruga despertar cubierto por una capa de sudor frio y prácticamente gritando en ocasiones.
Al principio esto solo empeoro el humor del espada.
No era cómodo, pero a parte de el y algún ocasional arrancar desafortunado, nadie salía herido.
Hubiera sido fácil si las cosas hubieran terminado allí, pero los sueños continuaron.
Y el pelinegro término optando por la táctica más lógica: el insomnio.
No detendría las pesadillas, pero podría evitarlas día por medio al menos.
Lamentablemente, para la fracción castaña las consecuencias de esta eran mas preocupantes.
La falta de sueño comenzaba a hacer estragos con la concentración de Noitora.
Sus reflejos también se veían afectados, estaba notablemente mas lento y en sus ultimas batallas recibió varios golpes de lleno que en condiciones normales hubiera esquivado sin despeinarse (Por que Noitora sama podía, el lo sabia).
A veces el sueño lo vencía por momentos y Tesla terminaba o despertándolo (recibiendo un regaño/grito histérico por ello) o cargándolo junto a Santa Teresa hasta su cuarto (Lo que era peor, por que no solo tenia que explicarle lo que hizo y con que derecho, sino que al despertar de sus pesadillas... sucedían escenas así).
Además comenzaba a verse cierto surco negro bajo su ojo.
Se veía mejor sin este, simplemente.
Hace algunos noches ellos "decidieron" (Tesla le rogo, simple y llanamente) ponerle fin a esto, que soñara todo lo que debía soñar y eso acabaría.
No, eso tampoco estaba dando buenos resultados.
El castaño claro suspiro resignado.
- ...Que deberíamos hacer ahora, Noitora sama?-
Por momentos se quedaron en un absoluto silencio hasta que la quinta espada comenzó a golpear la almohada más cercana.
"Lo tomare como que no tiene ideas."
Realmente, que se supone que haga uno cuando tiene pesadillas?
...Bien, tenia una idea en realidad, pero las probabilidades de sugerirlo y salir con vida eran las misma que de que Nell se casara con Ulquiorra y quisieran a Noitora sama de madrina.
Pocas.
Aunque se veía desesperado, eso aumentaba su índice de vida.
Espero a que el pelinegro terminara de sacarle la lana al objeto antes de hablar.
-Este, Noitora sama... no considero... dormir con algo?-
Recibió como respuesta una mirada extrañada.
-Duermo con Santa Teresa-
El castaño negó
-Ya se eso -
Inconscientemente se llevo una mano hacia su cicatriz mas reciente.
-Me refería a algo mas... suave-
-Una nueva almohada?-
Levanto el masacrado "cadáver" de la antigua con el índice y el pulgar izquierdo.
Tesla volvió a negar.
-No, me refería a un oso -
Cazar un oso? sonaba interesante, de paso podría atacar uno que otro humano tonto.
Tal vez hasta podría entrenarlo para que mordiera a Grimmjow.
-... de felpa, Noitora sama, de felpa-
Silencio.
Grito histérico del espada.
-Como demonios crees que voy a dormir con un peluche?! Esas cosas son para quinceañeras humanas mocosas! No, cierto, lo dejan a los diez!-
El solo escucho pacientemente hasta que el otro liberara toda su ira. Sobre el acolchado, para variar.
No tomo mucho, solo unos minutos.
Respiro profundo antes de abrir la boca otra vez.
-Considérelo...-
- No hay NADA que considerar!!!-
-Realmente tratar mi idea empeoraría la situación?-
-...-
-...-
-...-
-...-
-... Tesla -
- Si, Noitora sama?-
- Si alguien se entera, estas más que muerto -
El castaño sonrió resignado.
-Lo se, Noitora sama. -
- Tráeme uno de esos peluches y le daré una oportunidad-
El pelinegro se llevo una mano a la frente.
A situaciones desesperadas...
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- Esto no es un oso, es un cerdo-
Tesla bajo la mirada, sentía que su rostro se tornaba carmesí sin poder evitarlo.
- Es el único peluche que tengo -
Decidió olvidar el hecho de que su fracción tenía un peluche y preguntar lo importante.
- Como lo conseguiste?-
- La última vez que fuimos al Ningenkai lo vi, se me hizo lindo y lo compre -
- No tienes dinero -
- ... Rompí la vidriera y lo tome, si? -
El pelinegro rio ante la obvia vergüenza de su fracción y siguió observando el objeto.
Un adorable peluche con forma de cerdito rosado, de orejas pequeñas y caídas, una tierna expresión de enfado, bastante gordito y, para que negarlo?, totalmente adorable.
Lo tomo entre sus manos y noto lo dicho por su fracción. Ciertamente era suave, hasta abrazable.
Tal vez la idea no era del todo mala.
-Lo intentara entonces, Noitora sama? -
El pelinegro asintió aun con su atención enfocada en el pequeño puerquito (que bien hecho, hasta las patitas tenían pesuñas de cuero).
- Y... este... -
- Si quieres decir algo solo dilo-
- C--uidelo mucho por favor!-
Eso logro que la fracción se ganara una mirada de pura sorpresa.
-Tanto te importa esta cosa? -
Tesla asintió, volviendo su rostro al escarlata.
- Ya, ya, lo cuidare.-
Y con eso Tesla se retiro a su habitación, ya verían como resultaba eso.
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A primera hora de la mañana el castaño claro corrió hacia la habitación de el espada, ansioso de ver a Noitora descansado de nuevo... y recuperar su cerdito, no había dormido bien sin el.
Toco la puerta antes de entrar a la habitación, la falta de respuesta no se le hizo algo muy positivo...
La escena que presencio al entrar lo fue menos.
Sobre la cama estaba Noitora con aspecto de no haber pasado una buena noche (cabello desarreglado, gruñendo por lo bajo y las ojeras mas pronunciadas) y varios restos de algodón, hilo y tela rosada...
"NOO!!!!"
El espada le enseño una de las patitas del peluche con expresión de fastidio.
-No funciono-
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-Deberías estar pensando en una manera de ayudar en vez de hacer esto-
Tesla simplemente lo ignoro fastidiado y siguió cociendo; le había llevado toda la mañana juntar los restos de su pobre peluche y lo reconstruiría aunque le tomara toda la tarde.
Se suponía que lo cuidaría.
Al parecer el pelinegro tubo una pesadilla inusualmente alarmante y, en un ataque de ira, había destrozado al cerdito antes de siquiera razonarlo.
Maldito instinto psicópata.
- Lamentablemente, esa era mi ultima idea, Noitora sama-
El castaño claro buscó algo de hilo rosa en su costurero y siguió con su trabajo.
Una gota corrió por la nuca del espada.
- Debes tener otra -
- Le digo que no se me ocurre nada más-
- Y yo digo que TIENES que tener otra-
Hubo un silencio largo tras eso.
-Ya tienes algo, idiota?-
Suspiro, llegados a este punto...
- Un peluche no funciono, trate con algo vivo -
Noitora se quedo un momento pensativo como analizando la idea... y no era tan mala, la verdad.
- Bien, duermes conmigo -
- E-h?!-
Todo lo que sostenía se calló de sus manos en ese instante... salvo ese alfiler que se clavó en el pulgar. Auch.
-Me refería a un perro a algo así!-
- No voy a compartir mi cama con un saco de pulgas, te digo que tu duermes conmigo y no me discutes, entendido Tesla?-
Y el otro solo alcanzo a asentir sintiendo que se tornaba rojo hasta el límite de lo posible.
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"Esto es demasiado irreal..."
Unos fuertes y largos brazos blancos lo abrazaron por la espalda, un masculino torso pegándose a esta... Se estremeció sin poder evitarlo.
"DEMASIADO irreal..."
Tomo una de las estilizadas manos del otro entre las suyas y la acaricio inconscientemente, realmente la situación no era tan mala... no era como si no le gustara un poco.
Se sonrojo ante el pensamiento.
Su piel era demasiado suave para ser la de un guerrero sádico.
Cerró los ojos suspirando pesadamente.
- Ya duérmete, no eres el de las pesadillas-
El cálido aliento del otro dio de lleno contra su cuello, logrando que una corriente eléctrica lo recorriera de pies a cabeza, haciéndolo cerrar los ojos automáticamente. Dormir? lo dudaba.
No solo su aliento, podía sentir su calmada respiración.
"Demasiado... cerca"
Se revolvió un poco, pero Noitora no parecía tener intención de soltarlo, al contrario, lo aferro mas contra si.
A este punto solo le quedaba resignarse, como siempre, a la voluntad del espada.
Mentiría si afirmaba que no le agradaba la cercanía, solo... solo le costaba creer que podía pasar en la realidad. Por que si, era un sueño recurrente para el castaño, aunque en general venía acompañado con una declaración cursi y algunas escenas para mayores de 18... 21 mas bien.
Entonces un ronquido resonó en el silencio de la habitación.
Tesla rio bajito, casi musicalmente.
Con cuidado de no despertar al pelinegro, volteó pudiendo deleitarse con la vista privilegiada de la relajada expresión del otro al dormir.
No importaba que pensaran los demás, para el Noitora sama era hermoso, simplemente.
"Ahora o nunca"
Tomo algo de valor y se acurruco cómodamente en el pecho del espada.
Aspiro profundamente el varonil aroma del otro, deseando que se impregnara en su piel.
"Un momento perfecto..."
Solo cerró los ojos de nuevo, ahora dejándose llevar por la extraña situación, y sintió que el sueño le invadía súbitamente.
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Abrió los ojos perezosamente, con el sol dándole en la cara no había manera de que pudiera seguir durmiendo.
Curioso, ni siquiera estaba enterado de que había ventanas en la habitación.
Sentía su cuerpo completamente descansado por primera vez en mucho tiempo, demasiado para su gusto.
Debía felicitar a Tesla, esta idea si fue maravillosa.
Y hablando del dichoso...
Bajo su vista hacia el castaño, arropado cómodamente contra su pecho... bien, por esta vez lo dejaría pasar, se sentía curiosamente benévolo.
Llevo su mano hasta su rostro, retirando algunos mechones claros de su frente.
Se veía lindo así, debía admitirlo.
El pequeño se removió un poco, parpadeo un poco antes de abrir sus ojos de una vez.
- B-uenos días, Noitora sama...-
Bostezo abiertamente antes de tallarse su ojo derecho con pereza.
Muy lindo
- Duermes demasiado, Tesla.-
Omitió el detalle de que no llevaba más de 2 minutos despierto.
El mas pequeño se apeno un poco ante el comentario ya que su rostro se torno rosado y lo soltó de repente.
- E--entonces, paso una buena noche?-
Pregunto tímidamente y el otro se lo pensó por un momento.
Si, había dormido realmente bien, y no le molestaba la idea de despertar con este panorama todo los días... muy bien, estaba decidido.
Asintió y se puso de pie lentamente.
-Pasa algo, Noitora sama?-
Simple y adorable curiosidad.
- Moveré tus cosas a mi habitación, tu duerme un rato mas.-
El espada desapareció tras la puerta y Tesla, después de eso, se dejo caer sobre la cama pesadamente.
"La realidad supera a la ficción".
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