Y estaba allí de pie, esperando…esperando a que volvieras. No entiendo cómo llegamos a esta situación. Habías sido mi mejor amiga durante mucho tiempo, la mejor que tuve, siempre estuviste allí. Muchas veces eras tú la que siempre hablabas, ya que e a mí me encantaba escuchar tu voz y no quería aburrirte. Me apoyabas y tratabas de ayudarme, siempre a mi lado. Y yo no necesitaba más, solo con escucharte, verte reír, memorizar cada rasgo de tu hermosa cara; estar a tu lado para que me utilizases en lo que necesitaras. Nuestro primer encuentro fue casual, estábamos en primero de ESO y yo estaba totalmente sola y tú habías ido al instituto con todos tus amigos, aunque solo una hubiese caído en nuestra clase. El primer día, el tutor nos dijo que nos sentásemos donde quisiéramos, pero ocupaste el sitio que yo quería y me tuve que poner al final, sola en una esquina. Tras varias semanas, te fijaste en mí, yo había tenido un mal día, y no me encontraba nada bien, el dolor me pudo y lloré. No tenía amigos que me apoyaran y menos que se preocuparan por mí, entonces apareciste tú, como de la nada, despejando toda la oscuridad en la que estaba sumergida con tu intensa luz. Me deslumbraste, me hiciste sentir en las nubes, y solo con una simple mirada tuya. Te acercaste al banco en el que estaba encogida y me llamaste por mi nombre, tratando de ayudarme, y lo hiciste; tras eso me cambiaste de sitio, llevándome al pupitre que estaba pegado al tuyo. Fue la mejor época de toda mi vida, al principio no sabía que hacer, no teníamos nada en común y nunca habíamos hablado, te arriesgabas a pasarlo mal y aburrirte. Poco a poco fuimos cogiendo confianza, hablábamos a todas horas, y por la tarde, nada más llegar a nuestras casas me llamabas y nos pasábamos toda la tarde hablando, de nada y de todo. Poco a poco empecé a depender de ti, me di cuenta de que el sentimiento que despertabas en mi interior era una derivación de la amistad, te quería, como no lo había hecho a nadie. Oculté ese sentimiento, al principio no tenía la necesidad de contártelo, ya que te quería como eras, no tenía ninguna necesidad, tan solo estar a tu lado, aunque solo fuera como amiga, no sabía como te lo tomarías. Con el paso del tiempo, fui acumulando otras clases de necesidades, cada vez que tu piel rozaba la mía me estremecía entera; cada vez que observaba tu cuerpo, algo despertaba dentro de mí; cada vez que estabas cerca tenía que reprimir mis impulsos, que me decían que te agarrase y no te dejase ir nunca más; siempre que no estabas, me costaba respirar, y no estaba tranquila hasta que te veía; te necesitaba enteramente. Pero yo no era como tus otras amigas, ellas no se deprimían, estaban todo el día armando jaleo y diciendo una tontería tras otras, para que resultase “divertido”, se hacían fotos sin sentido, compraban ropa pija y se divertían la mayoría de las veces riéndose de los que no eran como ellas. Y tú con ellas te sentía a gusto, eran tus amigas, con las que te lo pasabas bien y no tenías por qué preocuparte de nada. Pero yo no era como ellas, tenía problemas y me preocupaba, y muchas veces me deprimía, me gustaba el silencio y no necesitaba “armarla” para pasármelo bien. A veces, tenía envidia de ellas, en tu tiempo libre quedabas con ellas, y era con ellas con la que te lo pasabas tan bien; yo era la rara, pero aún así, seguías a mi lado. ¡Cuántas veces soñé contigo! Que estabas en mis brazos, acurrucada, buscando mi protección, que me amabas como yo te amaba a ti. Y cuantas veces ese sueño se desvanecía cada vez que me hablabas de tus ligues y de tus amores. Pero mantuve la calma, porque yo solo quería que fueras feliz. En verano no se rompió nuestra amistad, seguimos hablando y quedamos, más de una vez nos fuimos en bici al parque y era cuando yo estaba tranquila, era un sueño. Pero tocó fin pocos días antes del tu segundo cumpleaños que pasamos juntas, me había recorrido el centro de la ciudad entera, para conseguir un regalo que te gustara y permaneciera en tu memoria. El día de tu cumpleaños monté una gincana para que encontraras los regalos, dejando nota por nota, el día anterior había tenido que pedir favores para poder dejar las pistas en las distintas clases. Nunca olvidaré la cara que pusiste al encontrar toda la bolsa llena de lacasitos, tus favoritos, todos los que jamás habías imaginado, me gasté toda mi paga, pero mereció la pena. Dos días antes de que lo celebraras, dejamos de hablar, no me volviste a llamar, no me volviste a mirar, pero no lo asimilé hasta varios días después. Entonces, me vine abajo. Para entonces hacía poco que habíamos entrado en segundo de ESO, no habíamos coincido en clase, y eso me deprimió, pero aún así seguíamos hablando por teléfono, hasta aquel fatídico día. Cambié por completo, estaba en trance, no me podía creer de verdad que se hubiera acabado todo así tal cual. Esperé, “Sólo ha pasado un día, quizá ha salido y no se puede poner”, me decía ya que ese día no llamabas, “Tranquila, quizá la han castigado”, volvía a decirme el siguiente, viendo que tampoco llamabas, y así día tras día. Intenté llamarte, ¡claro que lo intenté!, pero nunca estabas. Y desistí, quizá ya no querías saber más de mi, y si eras lo que querías, te respetaría, quizá era lo mejor para ti, quizá…A partir de entonces mi vida careció de sentido alguno, seguías ahí, te seguía viendo en el instituto, seguías alegre, sonriente, con tus nuevos amigos. Pero esa era la peor tortura, porque sabía que estabas a un paso de mí, pero que no estábamos en el mismo mundo. Tan cerca, y a la vez tan lejos… Intenté olvidarte, no era bueno seguir sufriendo sin motivos, pero no podía, seguía dependiendo del pasado, de tus recuerdos, de los momentos que pasamos juntas…
Cerré los ojos y miré hacia el cielo, dejando que las gotas de agua recorriesen mi rostro, y sonreí, cuanto había echo por ti… Me quedé así durante unos instantes, cuando de momento se me vino a la cabeza aquella vez en Halloween, donde había hecho lo imposible para que acudieras a la fiesta que montamos mis amigos y yo. Tú no les caías bien a ellos, y cada vez que te criticaban yo te defendía, aun sabiendo que no tenía sentido. Había preparado un juego para la noche, en la que el vencedor podría elegir a un esclavo, y ganaste tú, eligiéndome a mí como tu presa. O aquella otra vez, en la que dormiste en mi casa, en mi cama, a mi lado, no dormí en toda la noche porque prefería ver tu rostro sereno mientras dormías, acariciarte mientras no te dabas cuenta. Cada paso que daba en mi memoria despertaba aquella sensación de soledad. Cinco meses después de que nuestra amistad se rompiera, perdí a mi mejor amigo, con el que también había pasado tan buenos momentos, lo perdí, nuestra amistad se rompió por la diferencia de ver las cosas, y recaí. Todo fue por tu culpa, aunque nunca quise verlo así, no pude superar lo tuyo y no era la misma, se me alteraron los nervios, y cada cosa que él hacía me parecía irritable. Al cabo de una semana, perdí a mi otro mejor amigo. Sabía que ellos estaban allí, delante de mí, pero no eran como antes, todo había cambiado.
Miré a ambos lados y luego a mi reloj, aún quedaban diez minutos para que fuera la hora de nuestro encuentro. Saqué el iPod y me puse a escuchar música.
I’m so tired of being here
supperessed by all my childish fears
and if you have to leave
I wish that you would just leave
‘cause your presence still lingers here
and it wont leave me alone.
Aún recuerdo el día en el que permanecimos más juntas después de nuestra brusca separación, ese día había explotado en el instituto y había llorado de nuevo, y me viste, aunque yo no contesté a tus preguntas, estaba demasiado alterada por la perdida de mis tres mejores amigos. Aquella tarde fue el cumpleaños de una amiga nuestra, y vimos una película de miedo, y estabas allí, acurrucada junto a mi, como si nada hubiera ocurrido, cogiéndome de la mano y abrazándome cuando te asustabas. Estabas allí. Eso reabrió la herida que me habías provocado en el pecho al abandonarme, la tarde continuó y seguíamos al lado, una de otra. Al día siguiente trataste de sacarme por qué había llorado, y entonces te lo dije, te dije que me estaba quedando sola, pero no me comprendiste, pensaste que era una desagradecida, y quizá lo era. Quizá estaba haciendo todo un mundo de una simple cosa, pero al fin y al cabo, todo giraba en torno a ti, sufría por ti, aunque en otros casos, había perdido a mis mejor amigos, aunque estaban allí, los había perdido por ti, no podía ver lo que tenía enfrente de mis narices porque tu recuerdo lo inundaba todo. Te habías convertido en la sombra de un recuerdo, el más doloroso y preciado de todos. Pero no me comprendías, te faltaba el dato de que te amaba.
These wounds wont seem to heal
This pain is just too real
There’s just too much that time can not erease.
Un repentino soplo de aire sacudió mi rostro, haciéndome sentir bien. Aquella noche también había sido lluviosa y con viento, la noche en la que deseé que fueras mías. Me imaginé besando esos labios de fresa que tanto deseaba, recorriendo a ese delicado cuello, mientras gemías debajo de mí. Soñé como te quitaba aquella camiseta que tanto me separaba de tu ansiado cuerpo, y recorría tus senos con mis labios, y jugueteando con mi lengua en tus pezones. Vi como bajaba hasta tus caderas, y me deshacía de tus pantalones y tus braguitas, y te observaba enteramente, volvía a tu boca otra vez, mientras que unos de mis dedos entraba en ti, luego dos, y más tarde tres, mientras te aferrabas a mi. Ojala eso hubiese ocurrido de verdad, ojala hubieras sentido lo mismo que yo, ojala…
When you cried I’d wipe away all of your tears
When you’d scream I’d fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
But you still have
all of me.
Volví a la realidad, no podía seguir ocultando lo que me carcomía por dentro, por eso te había citado aquel día, en aquel lugar, en aquel momento…El día de nuestras separación, en aquel lugar donde tanto habíamos disfrutado, en el momento en el que llovía, por la tarde, cuando siempre hablábamos por teléfono. Te necesitaba, y ya no aguantaba más. Vi una silueta al final de la calle y mi corazón empezó a latir a mil cuando te reconocí. Guardé el iPod otra vez en su sitio y permanecí quieta, sentada en el capó del coche. Todo parecía un sueño.
You used to captivate me
by your resonating light
now I’m bound by the life you left behind
your face it haunts
my once pleasant dreams
your voice it chased away
all the sanity in me.
These wounds wont seem to heal
This pain is just too real
There’s just too much that time can not erease.
Te acercaste y me miraste. Hace poco habíamos discutido, el día después del cumpleaños de nuestra amiga, tú exigías que te lo contara todo, y yo iba a cumplir mi palabra.
- Hola- me saludaste tú, sin ninguna gana.
- Hola-oculté mi nerviosismo, era eso lo que quería desde hace tiempo, una oportunidad donde decirte lo que sentía, solo una.
- Y bien, ¿me lo vas a contar?
- Todo por ti, todo lo que he hecho, todo lo que he perdido, todo lo que he sufrido, todo por lo que he vivido y he muerto…Y jamás lo pensaste, jamás te diste cuenta, nunca…
- ¿De qué estás hablando?- no me entendías.
- Los perdí a ellos por ti, siempre estuve contigo, cuidándote, protegiéndote…yo solo quería que fueras feliz. Pero, me mataste, aunque quizá no te diste cuenta, me mataste el día en el que decidiste alejarte de mí. Contigo te llevaste todo de mi, todo mi ser…
When you cried I’d wipe away all of your tears
When you’d scream I’d fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
But you still have
all of me.
- Intenté olvidarte, juro que lo intenté, pero era como intentar no respirar, tarde o temprano, necesitas tomar una bocanada de aire. Intenté decirme que ya no estabas conmigo, que te habías ido. Mis amigos no me comprendían, no me entendían, no eran como yo. Entonces me di cuenta de que estaba totalmente sola.
I’ve tried so hard to tell myself that you’re gone
but though you’re still with me
I’ve been alone all along.
Habías bajado la cabeza, entendías lo que te decía, me comprendías, se me saltaron las lágrimas, te estaba contando la verdad, me estaba atreviendo. No lo resistí, te miré de nuevo, e hice que levantaras la cara cogiéndote de la barbilla, y te miré a los ojos, cristalinos y puros, como siempre, las lágrimas también asomaban en tus espejos del alma y podía leer en ellos que comprendías mi dolor y lo sentías por mí, aunque no correspondieras a mi amor. Aproximé mi rostro al tuyo y te besé, uniendo mis fríos labios con tu boca de caramelo, fundiéndome contigo en un solo ser. No te resististe, pero tampoco participaste, sabías que esto era una despedida definitiva, y que tampoco daría tiempo a que me explicases por qué se rompió nuestra amistad. Ese momento era enteramente nuestro.
When you cried I’d wipe away all of your tears
When you’d scream I’d fight away all of your fears
And I held your hand through all of these years
Me separé de ti lentamente, te miré a los ojos y sonreí.
- Te amo, y siempre te amaré.
- Yo…
- No digas nada, tan solo necesitaba decirte esto. Adiós mi princesa.- tras esto, me alejé de ti y me encaminé a la carretera, en ese momento pasaba un coche que no me vio y tampoco le dio tiempo a frenar. Antes de que me atropellara, te miré y volví a reír, una última vez, una sonrisa dedicada únicamente a ti. Entonces, todo se acabó, pero sabía que seguiría contigo, protegiéndote, ayudándote en silencio, apoyándote, amándote. Por fin era libre.
But you still have
all of me.