El cielo de el país del fuego se encontraba encapotado, el tiempo borrascoso anunciaba próximas lluvias. Frío y viento completaban el esquema de la desapacible tarde.
Su sombrero protocolario, diseñado para refugiarse del sol del país del viento le vendría bien para las lluvias que se anunciaban
Pero unas gotas de lluvia no iban a detener su paso , lo mas apresurado que era posible sin que se notaran sus ansias por llegar pronto a Konoha
Por eso a Gaara le molestaba tanto la “innecesaria” parada que prácticamente suplico su esposa
Mientras el kage de la aldea de la arena calculaba cuanto tiempo tardaría en llegar a su destino, Matsuri mira con amor a su marido, ajena a que la única razón por la que esta casada con quién cree el amor de su vida, son su generosas caderas, perfectas para procrear.
El consejo de Sunakagure se la “recomendó” como esposa y Gaara no le puso ninguna objeción, era consciente de que a su edad, y con su posición era normal estar comprometido y que necesitaba a su lado a una esposa , una mujer manejable , una perfecta primera dama ...
... una perfecta mujer florero.
La boda se celebro tan solo un mes después de aceptar, de eso hacia unos ocho meses , y desde que consiguió fecundarla , hace poco menos de tres no la había vuelto a tocar.
Ella no se lo tenia en cuenta. Siempre le echa la culpa al estrés
Matsuri, ajena a ese hilo de pensamientos en la cabeza de su amado esposo, le miraba con cariño y felicidad impresa en su rostro a pesar de que su marido tenia la vista fija en el horizonte y no en ella .
-¿ esta mejor ya? - preguntó el pelirrojo sin mirarla siquiera .
La joven esposa se levantó para acercarse a su marido mientras le tomaba del brazo para continuar a su lado de camino hacia Konoha donde el sexto hokage los esperaba.
Donde Naruto le espera.
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El sexto hokage se atavió su traje ceremonial rojo, el de mayor calidad, su tradicional capa, la del bordado del fuego mas esmerado; acicaló su pelo, hasta quedar satisfecho domesticando sus rebeldes cabellos rubios. Por ultimo coloco el sombrero propio de su rango .
Ese sombrero , tan representativo de su cargo , su sueño de la infancia que deseaba ganar para consiguir el reconocimiento de su aldea.
Pensó en lo difícil que fue alcanzar su meta y en todo lo que tuvo que renunciar para conseguirlo.
Ahora, con el inminente encuentro con Gaara , se preguntaba si mereció la pena.
Sus pensamientos fueron cortados inmediatamente cuando la puerta de sus aposentos se abrieron lentamente para dejar pasar a Hinata, engalanada con su mejor kimono de seda.
Naruto miro fijamente la mano de la tímida Hyūga, en su dedo anular lucía un oneroso anillo con brillantes y zafiros; su regalo de compromiso cuando le pidió matrimonio.
Justo el mismo día en que se enteró, meses atrás, que Gaara se había casado y esperaba a su primogénito.
Hinata por supuesto le contesto que sí. Le confesó que desde que salieron de la academia ninja le había amado y esperaba este momento con ansias.
Naruto solo sonrió.
No se sentía con fuerzas para mentirle a Hinata.
Ahora se preguntaba si actuó correctamente cuando le propuso aquello.. Pero ya era tarde para lamentarse de aquello..
Este matrimonio tan aparente, le resultaba vació, no le llenaba en nada era la consecuencia de su decisión y ya era demasiado tarde para echarse atrás .
- ¿Vamos amor?- Preguntó la kunoichi - Gaara -sama nos espera desde hace tiempo.
- ... Demasiado tiempo. - Respondio Naruto modo ambiguo, asintiendo con una sonrisa, tan espléndida como falsa, pues, contrariamente a lo que pensaba la Hyuga, no se refería al escaso cuarto de hora de retraso sobre el programa establecido .
Los dos Jinchuurikis se esperaban desde hace mucho mas ...
El la asió del brazo y de ese modo caminaron juntos hacia donde los de la Suna los esperaban.
Donde Gaara le esperaba .
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En El salón de baile , donde se celebraba la fastuosa cena para todos los invitados había un agradabilísimo ambiente festivo, había un murmullo continuo y se escuchaban las risas de todos los convidados, por esa razón nadie escuchaba como la arena de Gaara se retorcía y chocaba una y otra vez, violentamente en el interior de la calabaza cada vez que el dueño contemplaba como la mano de Hinata y Naruto se rozaban
Ni se fijaban como las uñas de Naruto estaban ligeramente mas afiladas , como sus colmillos puntiagudos sus ojos mas felinos y sus marcas mas profundas que de costumbre cada vez que contemplaba al invitado de honor de aquella cena .
Entre Gaara y Naruto se percibía un malestar , tan perfectamente disimulado tras kilos de falsa cortesía y finos modales que nadie se habia percatado de ello.
Ambos junjuurikis a pesar del gentío, se encontraban inmersos en la soledad de los recuerdos que su presencia les producía, arrastrados por el torrente de emociones contrapuestas que les ahogaba , el murmullo ameno de los invitados se les figuraba paranoicamente como el cuchicheo de viejas charlatanas, no conseguían siquiera mirarse sin caer de lleno en una espiral de ira , culpa y remordimientos.
Rencores macerando demasiado tiempo en silencio y miedo
A pesar de estar uno al lado del otro no pronunciaron ni una sola palabra, les bastó con mirarse una vez a los ojos y asentir para saber todo lo que vendría después
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La misma sórdida pensión de mala muerte a las afueras.
Un edificio ajado por el tiempo, que ya ni los mas ancianos recordaban haberle visto en mejores condiciones en algún momento. Ya no quedaban restos de pintura exterior y en el interior se encontraba desconchada y llena de humedades.
Aquel aspecto insalubre parecía ya advertir que nada de lo que se podía hacer en su interior seria calificado de moral; la peor escoria de la ciudad acudía alli por sus negocios sucios .
Y allí, codeándose entre la mas baja escoria estaban los dos respetabilísimos Kages ocultos tras su disfraz, en la recepción, rentando una habitación bajo el mismo pseudónimo falso que habían utilizado una y otra vez, acudiendo allí para asuntos mucho mas sórdidos de lo que podía ser el trafico de droga o las conspiaraciones políticas.
La angosta habitación, sucia e infecta como todo el motel, apestaba a heces y orines, y también destilada cierto olor hediondo que eran imposible de identificar y algo en sus mentes les decía que era mejor así.
El cuchitril en si contaba con escasos metros cuadrados, ocupados casi en su totalidad por una cama de desgastadas y ásperas sabanas que en algún momento fueron blancas, pero ahora están salpicadas de manchas que no han logrado limpiarse con los lavados de un sin fin de fluidos corporales de los anteriores propietarios de aquel desgastado futon, orines, sangre, semen y suciedad se exponen en las sabanas como si fuera obras dignas de notoriedad.
Completada con un destartalado wc tan sucio como el resto, con todavía los desechos fecales del anterior propietario y un lavabo roto, que goteaba de forma lenta, metódica y desquiciante con su incesante goteo.
La ventana abierta dejaba que la lluvia del exterior entrara, mojando el sucio suelo, y con restos de barro.
Fue cerrada inmediatamente, no porque les importase que el arañado suelo se cubriera con el fango, sino porque “las paredes tiene ojos” como se suele decir , y tratándose de los Hyūga mas aun.
Había que ser extremadamente cuidadosos.
Con la ventana cerrada , la única fuente de iluminación era una vela trémula que hacia que la habitación adquiriera un aspecto aun mas lúgubre , ya que la sombra de los escasos y destartalados muebles serpenteaban tétricas .
Si el entorno les desagradaba no daban muestras de ello, pues permanecían estáticos contemplándose el uno al otro mientras retiraban sin prisas el disfraz que les había ocultado hasta quedar sus cuerpos de adultos desnudos, uno delante del otro sin pudor ni vergüenza ni erotismo ninguno.
Se acercaron el uno al otro con pereza, casi con resignación, como si no tuvieran otra opción y comenzaron a besarse con tristeza en los labios
Pronto los dos abandonaron todo tipo de razón, y se enfrascaron en un ritmo frenético, que no tenia nada que ver con la pasión .Se entregaban el uno al otro sin ningún tipo de amor, mas bien con rencor contenido como si aquello fuera una venganza o algún tipo de cura contra el dolor.
Los besos que recorren el cuerpo parecían ser la cura y a la vez la causa de tanta desazón, besos, que eran en verdad mordiscos; sus caricias arañaban la piel hiriéndola, sus cuerpos se bañaban en el sudor del otro.
Mas que un acto de amor se lo tomaban como una competición en las sabanas .
No hubo ternura ni suavidad ni cuando llego el momento de la penetración , Gaara aparto las piernas de Naruto como si fueran obstáculos que superar y sin preámbulos ni ceremonias se fue adentrando en el cuerpo del joven rubio, que no mostraba siquiera mueca, como si aquello fuese una debilidad , o una concesión que no estaba dispuestos a hacer.
Cada uno se concentraba en su propio placer , olvidándose de quien tenia a su lado, compitiendo insaciablemente por ver quien de los dos llevaba el control; enfrascados en un combate despiadado
Las embestidas se sucedían con frenesí porque así lo necesitaba Gaara, quien se había alzado como indiscutible vencedor, aumentando o disminuyendo la velocidad según sus propias necesidades, sin tener en cuenta el ritmo que necesitase Naruto, ni siquiera si le gustaba o no, pero el rubio portador del kyuubi se encontraba demasiado ocupado masturbando su propio miembro mientras disimulaba que se hallaba inmerso en un mar de oleadas de placer como para quejarse .
Mas aun cuando el orgasmo le sorprendió entre el vientre de Gaara y el suyo propio, llenando la habitación de estruendosos y sonoros gemidos y su propia respiración agitada.
Gara solo tardo un par mas de embestidas hasta correrse en el interior del rubio.
En la silenciosa ala del motel ya no se oía mas que sus respiraciones intentando ser sofocadas sin mucho éxito.
En La habitacion ahora apesta a almizcle , sudor , cerrado y sexo concentrado pero ninguno abre la ventana tenemorosos de ser descubiertos .
Permanecieron allí largo tiempo en silencio, solo acompañados por el metódico goteo del grifo, uno encima del otro mientras intentaban normalizando sus respiraciones, cubiertos de sudor propio y ajeno, con arañazos que serian difíciles de explicar a la mañana siguiente mientras que el semen de ambos resbalaba por sus cuerpos chorreante dejando una nueva mancha en las raidas sabanas
Gaara había enterrado su cabeza ente el fino hombro de Naruto y al almohada, y cuando consiguió normalizarse se incorporo levenemente, hasta quedar a la altura de esos ojos cielo…
Sin poder ser suprimida, apareció en el rostro de Gaara una radiante sonrisa; tierna y cálida . Que solo Naruto sabia que existía , y que no veía desde hace años.
A la vez, la mano de Gaara, actuando por propia voluntad y sin que fuera capaz de detenerla se movió hacia el rostro sudoroso y sonrojado para acariciarla en un sutil roce , casi sin tocarla como si se encontrara ante la mas frágil y bello de los cristales y su simple roce pudiera estropear tanta perfección.
Y Naruto , sin pensarlo correspondió , ladeando su cabeza para dejarse acunar por el pelirrojo
Efímeramente creyeron que todo iba bien, sintieron como que jamás erraron en la decisión que se enfrentaron hace años, al escoger entre sus corazones y sus sueños.
Una vida junto a la persona amada o una vida de reconocimiento como kage.
Por un momento sintieron que habían tenido el valor de elegirse.
Pero todo esto duro solo un instante. Efímero .Fugaz.
Pronto el rostro de Naruto se descompuso en una mueca de infinita sorpresa y desagrado como si acabara de cometer el peor de los crímenes .
Se apartaron de golpe, como si su contacto quemase, y se sentaron cada uno a un lado del raído colchón dándose la espalda en absoluto silencio solo roto por el repetitivo goteo del grifo.
Mientras en el ambiente se respiraba algo extraño y asfixiante que conseguía ahogarlos a ambos, una especie de temor reprimido, de palabras que no eran dichas que se agolpaban en la habitación, reproches contenidos y culpa acumulada.
La angustia y el desasosiego aumentaba con cada gota del grifo que caía .
La misma inmunda pensión de segunda, la misma intempestiva hora, los mismos pseudónimos falsos, la misma habitación mugrienta y como era de esperar , ahora venían las mismas excusas innecesarias …
Es inútil que hipócritamente repitieran que esta seria la ultima vez, o que jamás se volverá a repetir.
Ambos sabian que no será así .
Y la impotencia aumenta al saber que ni en eso son capaces de elegir.
Tampoco es necesario todo lo que viene a continuación:
No es necesario que Gaara le pida que se marche lo antes posible, pero lo hace.
A Naruto no le hace falta decir que guarde silencio sobre esto , es innecesario, pero lo dice .
Lo que ambos realmente necesitan es oír es que todavía se aman a pesar de tantos años, que es algo mas que sexo, que la traición que cometen es por algo mas … pero eso no sale de sus bocas. Porque es mas fácil callar y disimular su amor puro por lujuria carnal, enterrar un sentimiento noble bajo toneladas de mentiras
Una vez fuera, debajo de la tormenta, Sin que les afecte que la lluvia les cala hasta los huesos , permanecen en un pesaroso silencio, sin atreverse a mirarse, intentando encontrar unas palabras de despedida que saben que no hallarán .
Naruto fue el primero en levantar su rostro. Se despide de un modo que no sabe interpretar, tristeza, vergüenza, melancolía o compasión; una mueca igual de patética, intento de gesto, se forma en el níveo rostro de Gaara .
- Esperan …. - Dijo Naruto sonado como el último estertor, sin referirse específicamente a algo, pero Gaara si lo entendió, les esperaban sus esposas, sus hijos, esperaban de ellos todos los habitantes de su villa, al fin y al cabo , era lo que esperaban de ellos ...
...Y ellos debían guardar las apariencias.
Dan media vuelta y cada uno continua su camino. , mientras que en sus gargantas muere un “te amo” y se prometen que lo dirán la próxima vez.
Como siempre, se mienten