Se encontraba en esos momentos rumbo a la torre de Astronomía donde había quedado con su novio, quien le había dicho que era necesario arreglar las cosas cuanto antes, y así con un poco de preocupación marcada en su pálido rostro el joven castaño arribaba a su destino.
-Severus, buenas noches-fue el saludo dirigido del castaño hacia la persona que se encontraba en la parte mas oscura de esa sala.
-Remus-fue la contestación del pelinegro cuando deslizándose entre las sombras cual criatura nocturna, llego frente a su novio quien no dejo de seguir con la mirada los sutiles movimientos de su pareja.
El ambiente en el lugar era tan tenso que se hubiese podido cortar, ambos jóvenes estaban alerta esperando un movimiento en falso para poder ir en contra de su opuesto, mientras un incomodo silencio se dejaba sentir entre los dos, solo siendo roto por el ruido de sus constantes respiraciones y el sonido del bosque donde sus animales comenzaban a tener vida dando así la bienvenida a la majestuosa noche.
-No puedo mas con esto Remus te lo juro que lo intente pero no puedo, tienes que decidir es el o yo-fue roto el silencio con estas palabras en un lastimoso tono de suplica por parte del pelinegro.
No podía creer que él por Remus hubiese cambiado tanto. Pero lo amaba y no podía hacer nada al respecto, estuvo callado tanto tiempo mientras el colegio entero hablaba de la relación que clandestinamente llevaba su novio con uno de los amigos de este y el simplemente espero callado la explicación que lamentablemente nunca llego, y era por esa razón por lo que se encontraba en esos momentos viendo esa faz que tanto amaba con una muestra de tristeza y frustración.
Pero lo único que no podía mirar era la lucha mental que el castaño enfrentaba y en la cual salio como vencedor por encima de todo.
-Severus-Fueron las palabras del joven de ojos dorados que coquetamente se acercaba a su novio tan pendiente de las reacciones del otro cual cazador por su presa.
-Remus esto no es juego-balbuceo el pelinegro al ver a su cachorro acercarse de esa forma que lo volvía loco, con esos movimientos felinos que dejarían mudo a cualquiera.
-Yo lo se Sev.-dijo el castaño cuando estuvo lo suficientemente cerca del oído de su pareja quien se quedo estático por la inesperada acción.
-Rem-logro articular el moreno cuando logro salir del trance aunque fuese solo para sentir como unos labios se apoderaban de los suyos primero con ternura y amor para después transformarlo en algo demandante, como di por medio de ese beso reclamara el hecho de haber dudado de su amor. El beso fue interrumpido cuando ambas partes necesitaron oxigeno.
-Eso significa que me eliges a mi Rem?-fue la pregunta que dejo salir el pelinegro.
-Eres idiota Severus Snape?-fue la que dio por respuesta un joven castaño con una sonrisa radiante.
-Oie- dijo el pelinegro dejando salir una sonrisa que no era muy común en el para después abalanzarse y besar esos labios que le habrían las puertas del cielo y el infierno al mismo tiempo.
Pasaron largos minutos besándose hasta que el pelinegro se le ocurrió una brillante idea.
-hagámoslo aquí cachorro- dijo con una sonrisa de lado y una mirada cargada de lujuria.
-No se es peligroso-menciono el castaño mas sus replicas fueron callados por un gemido que escapo de sus labios cuando unos voraces labios se apoderaron de su cuello.
Así el pelinegro guió a su amante al suelo donde se encargo de besar esos labios que tanto adoraba así como de marcar ese cuello como suyo. Deslizo sus expertas manos hasta la entrepierna de su cachorro donde acaricio por encima del pantalón la ya despierta erección de su amante.
-ahhh..-Fue la respuesta del castaño hacia tan atrevido toque.
-vamos, Sev tómame te quiero dentro de mi-casi
Suplico el castaño.
El pelinegro sonrió pues para el era bien sabido que a su novio le gustaban las cosas rápidas después de una peleo o un momento tenso, y cuando el había cuestionado el porque de eso el castaño simplemente respondió que sentía la necesidad de sentirse suyo nuevamente para alejar el miedo que le daba la posibilidad de perderlo.
Y así con un movimiento de varita ambos quedaron desnudos, así Severus empezó a recorrer con su boca el camino que tanto le gustaba.
Remus se encontraba realmente ansioso y respondía con un nuevo gemido a cada toque de su pareja. Severus apiadándose de su amante empezó a prepararlo, porque aunque Remus era un excelente amante en momentos como esos no estaría tranquilo hasta no sentir como se fundían en un solo ser. Empezó a prepararlo con cuidado casi con idolatría pues el amaba tanto a ese joven que ahora se encontraba sonrosado, sudoroso y con sus labios ligeramente hinchados por sus besos que preferiría morir a lastimarlo. Cuando estuvo lo suficientemente preparado lo miro a los ojos y tomando nuevamente posesión de sus labios lo penetro. Estuvieron sin moverse unos cuantos segundos mientras el castaño se acostumbraba a la intromisión en su cuerpo. El castaño cuando se sintió listo empezó a moverse delicadamente siendo seguido por el pelinegro quien empezó a marcar el ritmo en sus embestidas.
-Ah, si, si-decía el castaño gimiendo tan alto como su garganta se lo permitía
-Remus mi amor eres tan hermoso y estrecho- jadeaba Severus en cada embestida. Cuando sintió no poder contenerse más empezó a masturbar el pene de su pareja que como respuesta arqueo su espalda en busca de mas contacto.
-oh, Sev me vengo no voy aguantar mas dejo entrecortadamente el castaño.
Severus necesito dar solo un par de embestidas mas que tocaron la próstata de su pareja para que ambos se unieran en un único orgasmo.
-Gracias-Fue lo primero que pronuncio Remus cuando logro reponerse, pues el sabia que Severus hacia las cosas por el y en su mente grabo la promesa de no volverle hacer infiel a su Sev, aunque tenia que admitir que había sido una sola vez pero con esa vez tenia claro que no había otro hombre en la tierra para el, mas que Severus Snape
-Te amo-dijo el pelinegro mientras veía con infinito amor esas orbes doradas que queria poseer por siempre.
-Estaremos juntos siempre-pregunto su cachorro con una mezcla de amor infinito ye infantilismo a su pareja quien sonriendo de lado contesto:
Hasta que la muerte nos separe.
Fin