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La Pulga Erótica por Suika-chan

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Notas del capitulo: Antes que nada agradezco a todas aquellas personas que me han dejado un review, así sean pocas!! No saben cuanto anima eso!!

Ah! Debo aclarar que he visto hasta el capítulo 36, primera temporada T-T es triste pero es cierto, y eso me pone de malhumor!! Yo la quiero completa!! No es justo!! Pero weno, las dudas y demás serán aclaradas al final, espero que les guste este capítulo, por mi parte, estoy disfrutando hacerlo...

Kyou kara maou no me pertenece ni ninguno de sus personajes, sólo los tomo para meterlos en uno que otro aprieto y por diversión (Préstenme a Wolfram y a Yuuri tan sólo un día y ya verán lo que les pasa muajaja muajaja)

Yuuri enmudeció. Era una de las primeras veces en la que se encontraba en una situación similar y simplemente no sabía como salir de ésta. Levantó la cabeza para encarar al rubio y aclarar las cosas pero la vergüenza le ganaba.

Wolfram notó el nerviosismo de su prometido, su cara sonrojada y su expresión de culpa. No tenía una excusa, eso era más que evidente, entonces ¿Sería cierto que lo estaba espiando?

No lo podía creer.

Retrocedió un poco para restarle importancia al asunto, si el moreno no se dignaba a hablar, él sólo perdía su tiempo tratando de interrogarlo pero... quería confirmarlo, oírlo de sus labios, escuchar que lo necesitaba, que lo deseaba, y por sobretodo que lo amaba.

-No te espiaba- dijo Yuuri rompiendo con el silencio -¿Por qué lo haría?- continuó tratando de sonar convincente y serio.

-¡¿Qué por qué lo harías?!- repitió el soldado nuevamente enfadándose -¡Pues por que eres un cobarde y un debilucho!-

-¡Aún así no son excusas razonables como para espiarte!-

-¡Y además de todo mentiroso! ¡Eres de lo peor! ¡Jamás aprendes de tus errores, ni ayer ni hoy ni nunca!-

-¡El que no entiende eres tú! ¡Lo malinterpretas todo!-

-¡No, lo de hoy fue muy claro ¿O también lo vas a negar?! Osar tocarme en frente de otros... ¡¿Con qué derecho lo hiciste?!-

-¡Fuiste tú el que me cogió de las manos ¿No lo recuerdas?!-

-¿Insinúas que no soy conciente de mis actos? ¡Eres tú el que no recuerda nada! ¡Lo hiciste adrede!-

-¡Tengo control sobre mí Wolfram! ¡Eso no lo dudes ni un segundo!-

-Claro, claro, y cuando otros vienen buscándote con la excusa de que tienen problemas, no dudas ni un segundo en socorrerlos ignorando completamente que te usan ¡Pareces más un muñeco que un rey!-

-¡No es verdad! ¡No sigo tus órdenes ni las de nadie!-

-¡Ya cállate!-

-¡Pues no quiero!-

Ya estaba harto de la pelea, siempre que discutían era lo mismo ¿Por qué no aceptaba su culpa y se disculpaba con diplomacia como decía que se debía hacer? Sin duda no lo entendía, pero estaba dispuesto a demostrarle al enclenque de su prometido que con él nadie jugaba ¿Cómo? Ya lo vería.

-Así que eres conciente de tus actos ¿No?- preguntó retadoramente con una sonrisa maliciosa -Y... no obedeces a nadie- Yuuri lo miró fijamente sin comprender por qué repetía lo que para él era más que claro, sin duda él tampoco entendía del todo al que tenía al frente.

De un tirón rápido, Wolfram quitó la toalla que traía, descubriéndose completamente. Era increíble que hiciese tal cosa, pero estaba furioso y ya no le importaba nada.

Yuuri se sonrojó sin quitarle los ojos de encima, era indescriptible lo que veía, más que hermoso.

Lo inspeccionó detenidamente de pies a cabeza, el rubio lo era todo en cuanto a belleza y sensualidad. Sin embargo, cierta parte de su cuerpo llamaba mucha su atención, ¿Sería morbo o perversión?, no lo podía creer, debía haber otra excusa como... ¡Curiosidad! ¡Sí, curiosidad por lo desconocido!

Y a pesar de saberlo muy bien, no podía quitar la vista de aquella masculinidad que poco a poco le hacía perder la cabeza. Empezó a sentir cosas raras en el estómago ¿Qué eran estas sensaciones? Lo único que sabía a ciencia cierta era que algo iba mal, muy mal.

El rubio lo notó de inmediato ¡Yuuri perdía el control al tenerlo tan cerca y tan descubierto! Esto era un punto a su favor, y lo aprovecharía al máximo.

Avanzó a paso firme viendo que ante cada pisaba que daba el moreno retrocedía ¡Todo marchaba según lo planeado! Si las cosas seguían yendo tan bien ¡Por fin le demostraría lo equivocado que estaba! ¿Ser dueño de sus actos, no obedecer a nadie? A quién quería engañar. Le demostraría la falta en la que estaba cayendo, lo dócil que podía llegar a ser. Si todos lo manipulaban a su antojo ¿Por qué él no? Estaba decidido ¡Wolfram Von Bielefelt le daría una lección inolvidable al joven rey!

Continuó retrocediendo hasta chocar con algo, giró para ver qué era encontrando el armario a sus espaldas. Estaba acorralado, no podía retroceder y el rubio continuaba acercándosele.

Cerró los ojos rogando que el otro tomase conciencia y se vistiera, pero éste continuó hasta pegar su cuerpo con el suyo al tiempo que le susurraba al oído.

-Muévete, me estorbas-

Aquél tibio aliento chocando contra su oreja no lo dejaba pensar, estaba perdiendo el control y no sabía cómo reaccionar. Estaba a punto de sucumbir ante las palabras del rubio que parecían controlarlo completamente, cuando recordó por lo que momentos antes discutía.

No lo obedecería ¡Claro que no! Tanto le había costado defenderse como para dejarlo ir por la borda. Esto era una trampa, una sucia jugada de parte del soldado mazoku para salirse con la suya, pero no caería en sus garras, ¡Le demostraría quien era Yuuri Shibuya!

Empujó suavemente el cuerpo del rubio al tiempo que caminaba. Wolfram intentó mantenerse quieto pero le fue inútil, Yuuri estaba decidido a hacerlo retroceder y lo conseguía.

-Dije que no obedezco a nadie- replicó el moreno firmemente.

Era la primera vez que lo veía así, y eso lo asustaba. Ya llevaba rato retrocediendo, siguiendo el camino que su prometido le marcaba, cuando sintió que perdía el equilibrio y producto de ello caía sobra algo blando; era la cama atrás suyo con la que había chocado.

-Y soy conciente de mis actos- agregó Yuuri quién a pesar de ver a Wolfram en clara desventaja, continuaba acercándosele.

Subió a la cama gateando lentamente notando el claro nerviosismo de rubio quien no dejaba de mirarlo fijamente a los ojos. Tenía el cuerpo del otro debajo suyo, acorralado, era más que lógico el estado en el que se encontraba ya que nada podía hacer.

-¡¿Qué intentas probar?!- se quejó el soldado intentando incorporarse pero le fue imposible ya que el rey se hizo dueño de su cuello y lo comenzó a besar violentamente.

Wolfram gimió ante el contacto ¡Si este era su castigo por ser insolente, tendría que serlo más seguido! Giró la cabeza exponiendo aún más aquella parte y es que aunque su boca se quejase, él quería que siguiese.

Yuuri continuó bajando, sabía lo orgulloso que era Wolfram así que lo molestaría un rato.

Fuertes quejidos salían de la boca del rubio y es que no era para menos, estaba excitado; había soñado tantas veces con ese momento que lo disfrutaría cuanto pudiese ¡Y además solucionaría su problema!

El moreno besaba y mordía todo el blanco pecho expuesto bajo suyo, se sentía extraño pero aún así no podía detenerse. Siempre había tenido disputas con el mazoku ¿Por qué hoy había llegado tan lejos?

Le era difícil creer lo que hacía, simplemente imposible. Intentó levantarse y pedir una buena disculpa pero sus labios no se despegaban de la nívea piel de su acompañante. Las palabras se atoraban en su garganta y los gemidos del mazoku lo ensordecían ¿Estaría bien continuar? Dudó muchas veces, no quería más problemas con su prometido pero dejarlo así como estaba tampoco le parecía lo más justo.

¡Claro! El que tanto clamaba por justicia no podía faltar a su palabra, lo tenía decidido, terminaría lo que empezó por que ¿Él había comenzado, cierto? Otra disyuntiva más en su mente ¿Sería lo correcto continuar?

Dio un movimiento brusco pasando así del cuello al pecho del chico. Lo tenía decidido, llegaría hasta el final y lo disfrutaría tanto como pudiese ¿Cuántas veces se te presenta esta clase de oportunidades en la vida? No muchas, eso era seguro. Además, aún tenía una carta bajo la manga, un as sin utilizar.

-Wolfram... gime- ordenó el moreno separándose unos momentos para ver la cara del otro.

-¡No me des órdenes! ¡¿Quién te crees que eres?!- bufó el rubio a lo que Yuuri sonrió para continuar ¡Qué había hecho! Sabía perfectamente que no podía detener aquellos sonidos que salían casi por inconsciencia ¿Por qué no simplemente aceptaba la petición de su rey como buen soldado que era? ¡Eso jamás, su orgullo se lo impedía!

El maou continuaba besándolo y mordiéndolo ¡A éste paso no aguantaría mucho! Mordió su labio inferior para acallar su voz, pero no surtía ningún efecto; por lo que se vio forzado a llevar ambas manos a su boca, lo cuál tampoco le sirvió de mucho. Estaba perdiendo aquella batalla... y eso lo enfurecía.

El moreno lo miró triunfante; pobre Wolfram, se estaba hundiendo en su propio vaso con agua pero él se vengaría por tantos escándalos y difamaciones hacia su persona. Venganza, que dulce sonaba.

Tomó el miembro del rubio con sus dedos. Wolfram parecía haberse calmado al ya no sentir las caricias en su cuerpo mas dio un leve brinco en la cama cuando sintió esa mano traviesa que se colaba en lugares jamás explotaros por otras personas ¿Qué tramaba Yuuri? No lo sabía, pero sí quería descubrirlo.

El moreno comenzó acariciando tal prolongación viendo como el otro se resistía. Era divertido ver esta nueva faceta del soldado mazoku, tan indefenso, resistiéndose al más bajo de sus instintos.

-Wolfram... córrete- ordenó por segunda vez al tiempo que cogía con una mayor fuerza la masculinidad de su acompañante y la sometía a un vaivén de incontrolables estocadas proporcionadas por su mano.

El rubio no resistiría mucho, eso era seguro.

No podía negar que lo disfrutaba, era más que increíble que el Yuuri que conocía sea el mismo que ahora le daba tanta satisfacción ¡¿Cómo podía ser tan bipolar?! El siempre con esa estúpida sonrisa y de personalidad tan calmada, era cierto eso que le decían de "Cuídate de las aguas mansas", porque así era su prometido, una bomba de tiempo que en el momento menos esperado dejaba ver sus verdaderas intenciones para con él.

Aún así, no podía sucumbir, ¡Eso jamás, era cómo darse por vencido ante tan feroz batalla! Y aunque sabía de antemano que no la ganaría, se esforzaría por mantener su orgullo en alto.

Tragó duro antes de poder continuar ¡Por qué tales caricias tenían que ser tan jodidamente buenas! Eso sumado a los besos y mordidas repartidos por todo su cuello y su pecho. Estaba llegando a su límite, más besos, mordidas ¡Y la mano de Yuuri que continuaba acelerando cada vez que a su dueño se le daba la gana!

Faltaba poco para terminar, estaba seguro. Intentó resistirse pero ya no podía, su espalda comenzó a arquearse al tiempo que una serie de fuertes gemidos salían sin control. Era el mejor momento para aceptarlo: Había pedido.

-Su majestad, le tengo una gran sorpresa- comentó una hombre abriendo de improviso la gran puerta de la habitación real.

Dio un par de pasos para adentrarse en el dormitorio notando con asombro la situación tan incómoda que había interrumpido. Sí, ahí delante suyo, el gran maou recostado sobre el más pequeño de sus hermanos haciendo quién sabe qué.

El silencio se adueño de los presentes. Nadie se atrevía a mover ni un solo músculo por la tensión casi visible en el aire.

Sin meditarlo ni pensarlo, Wolfram se sonrojó de oreja a oreja saliendo de un trance en el que había entrado al ver a Conrad parado en la puerta, y de un empujón llevó a su prometido directamente al suelo.

El moreno se quejó para sobarse la zona adolorida, viendo como el rubio se incorporaba en la cama. Sinceramente, ése había sido uno de los movimientos más torpes del mazoku; si antes por lo menos podía cubrir su desnudez con el cuerpo de Yuuri, ahora la exponía dando a entender al recién llegado hasta qué punto avanzada estaba su relación.

Un nuevo sonrojo apareció en el rostro del rubio ¿Qué estaba haciendo? Intentó cubrirse con algo pero para su mala suerte todo le quedaba lejos, empezando por la ropa tirada cerca de su armario ¡Y ni qué hablar de las sábanas en las que estaba sentado! Buscó con la mirada algún aliado pero era en vano, fue hasta aquí que vio un par de almohadas las cuales cogió y con ellas tapó su entrepierna aún erguida y es que, para empeorar sus males, una vez más no había podido culminar con su problema.

-Yo... les tenía algo preparado recordando la pelea que habían tenido esta mañana. He alistado unos caballos para que así pudieran salir a pasear por los alrededores juntos y discutir una que otra cosa importante sobre su relación pero... no me imaginaba que ustedes... estuviesen pensando en algo como esto, me refiero al sex...-pero no pudo continuar porque una de las almohadas que tenía Wolf chocó violentamente contra su cara.

-¡Ni se te ocurra mencionarlo Weller!- replicó casi gritando el rubio.

-Pero Wolfram, en una relación cuando ambas partes se aman es normal que se deseen y lleguen a hacer el am...- pero otra vez fue interrumpido por una segunda almohada que aterrizaba en su rostro.

-¡Dije que no lo dijeras!- gritó el joven mazoku dándose cuenta del gran error que había cometido, ahora sin su par de almohadas ¿Quién lo socorrería?

-¡Largo!- gritó desesperadamente buscando cualquier cosa para aventarla contra su hermano -¡Fuera!-

-Los espero abajo Heika- continuó el castaño cerrando la puerta, vaya momento para entrar, y él que sólo quería ayudarlos.

Por fin aquél par se había ido. No hace mucho que Gwendal partía junto a su fiel acompañante Günther a revisar la pila de documentos que el joven rey aún no firmaba y es que eso lo preocupaba de sobremanera, al menos al mayor sí.

Aprovechando éste descuido, la pelirroja salió de su escondite no sin antes estirarse. Estaba cansada y tenía hambre, pero sabía que ese sacrificio traería sus frutos. Aún llevaba en mano la pequeña botella que tanto le incomodaba, que a pesar de haber vertido buena parte del líquido en la bebida del maou, aún quedaba tanto como para una segunda dosis.

Estaba feliz por habérsele ocurrido tan buen improvisado plan, ahora que Yuuri había bebido tal líquido, lo más seguro era que diera ese paso tan importante en su relación porque... tan sólo le había dado la mitad de esa botella ¿Sería suficiente con ello? La verdad era que no tenía la menor idea aunque pensándolo mejor... había notado muy raro a Wolfram, sobretodo cuando éste movía incesantemente sus piernas que ocultaban tal erección.

Caminó un poco más para dirigirse a la puerta, debía encontrar un lavabo rápido donde lavarse la cara con agua bien fría y tratar de olvidar todo aquello que hasta hace poco vivía. Sí, era lo mejor, el resto dependía de la indecisa pareja real aunque... un sentimiento muy dentro de ella no la dejaba tranquila ¿Podría acaso haberse equivocado? Era casi imposible, o al menos así lo creía. Sabía muy bien que ambos siempre se sentaban juntos en la mesa pero... no podía equivocarse, no, simplemente no lo creía.

Sacudió la cabeza tratando de alejar tales pensamientos de su mente pero ese sentimiento no la dejaba en paz, recordó momentos antes el "Beso" que el rubio le había dado a su prometido frente a su hermano. Eso no había estado nada mal aunque viniendo del soldado... más que un beso era una insinuación de que quería llegar a otros puntos, que quería escalar mucho más alto, lo sabía por que había visto cómo tomaba las manos del moreno y las colocaba provocadoramente en la parte baja de su espalda. Ese no era el Wolfram de siempre, algo extraño le pasaba pero... cuando eso pasó aún no bebía tan afrodisíaca bebida, entonces... ¡El problema había empezado mucho antes! ¡Claro, no días antes pero sí horas ¿O minutos?!

Estaba confundida y entre toda esa gama de sentimientos llegó al salón donde seguro Gwendal y Günther discutían sobre tratados y documentos del reino. Ahí se quedó, parada frente a la puerta sin siquiera tocar y es que no le apetecía enfrentarse a las tantas preguntas que seguro le harían, además que le preocupaba el menor de los hijo de la ex-reina.

Continuó parada un lapso prudente de tiempo cuando oyó algo que realmente le interesó. El mayor de los mazokus que yacían dentro se quejaba de lo desconsiderado que a veces llegaba a ser su hermano cuando se llevaba al rey sólo por sus caprichos, tomando cómo ejemplo lo que ocurrió esa misma mañana.

-¡Esta mañana!- repitió Annissina llevándose las manos a la boca para luego entrar en la habitación. Ambos jóvenes la miraron de mala manera y es que ella no era de las personas que irrumpían con una entrada tan estrepitosa.

-Qué fue lo que pasó esta mañana con Wolfram- preguntó con una expresión dura en el rostro ¿Qué le sucedía?

-Esta mañana...- repitió el de cabellos lavanda al tiempo que se llevaba el dedo índice a la boca recordando los sucesos más importantes -Esta mañana encontramos a Wolfram sentado en la silla del rey esperándolo para seguro llevárselo bajo quien sabe qué argumentos- suspiró ya cansado de las repetidas veces en las que pasaba lo mismo -Es que hay momentos en los que ese chico puede ser tan engreído y desconsiderado, si tan sólo te hubieses quedado un poco más de tiempo lo hubieses visto, pero bueno, era importante el eliminar tu tan extraño invento fugitivo- agregó restándole importancia al asunto y dándole la espalda a la pelirroja para coger un grupo de papeles los cuales los leía concentradamente.

-Entonces...- meditó la inventora llevándose nuevamente las manos a la boca -¡¿Hay una posibilidad de que la pulga haya picado a Wolfram?!- preguntó más para ella que para el par que la miraban sin entenderla.

-Günther, ¿Qué dice?-

-No lo sé Gwendal-

Sin esperar más, la chica salió corriendo lo más rápido que pudo. No lo podía creer ¿Podría acaso su invento haber picado al rubio? Era imposible ya que su amigo de toda la infancia lo había matado pero por lo que le explicaban, había una posibilidad mínima, ésta sumada que la pulga ni bien sentía calor de cualquier tipo, se aferraba a su víctima. Todo tomaba forma ¿Extraños comportamientos? ¿Un Wolfram desinhibido? ¡Era más que lógico, plenamente su culpa! Aquél muchacho llenos de deseos e intenciones de doble filo era obra suya.

Continuó corriendo mientras se maldecía por su descuido cuando notó un pequeño detalle que había pasado desapercibido. En un principio, la "Pulga del amor" fue creada con fines exclusivamente de confesión, o sea que ese invento estaba hecho para estimular a las personas a que se declararan amor eterno y esas cosas siempre y cuando las sientan. Si todo esto que decía era cierto entonces ¿Dónde quedaban los actos de Wolfram? ¿Habría otra explicación?

Lo más seguro era que aquel invento tuviera una que otra falla, nada tan radical claro pero aún así la preocupada. Volvió a acomodar sus ideas y tratar de encontrar una posible conclusión, la cuál tenía que ser: "La pulga efectivamente quita la vergüenza de las personas en cuanto a cualquier clase de sentimiento y estimula otra clase de hormonas".

Ya entraba por los pasillos cerca de los grandes jardines del castillo cuando se vio forzada a detenerse. Ahí, muy cerca suyo, se encontraba la dichosa pareja junto al castaño y un par de caballos.

Se escondió detrás de uno de los pilares que sujetaba el techo para observar mejor. El castaño ayudaba a su rey y a su hermano a montar para luego dirigirlos a la entrada del recinto, lo más seguro era que saldrían y por el número de caballos, estarían solos.

Suspiró pesadamente para caer rendida al suelo. En sus inicios, se creó la pulga para que picase al joven rey quien no se dignaba a aclarar sus sentimientos por su prometido. Ahora que el invento había caído en manos del rubio, sólo afirmaría lo que era más que obvio: El amor que le profesaba éste a Yuuri y sus deseos por llevarlos a otros niveles.

Una vez los perdió de vista, se levantó para buscar el comedor. Aún tenía hambre así que comería algo para recargar energías y volvería al ataque ¡Annissina no se rendiría! Si las cosas habían sucedido así eran por algo y ella no se quedaría de brazos cruzados ¡Haría que el rey afirmase sus sentimientos por el rubio! ¡Claro que lo haría y tenía muchos planes en mente para continuar!

Notas finales:

Wow, increíble!! Acabé el tercer capítulo!! Soy tan feliz y es que... había olvidado por completo que tenía que actualizar hihi xD y es que he tenido una semana un tanto difícil, pero lo importante es que aquí se los traje!!

Espero que este capítulos les haya gustado y... la verdad no se como estará yendo ya que no he recibido muchos reviews buah! eso es desmotivante! espero que me apoyen, y si no les gusta pues... pararé.

Espero me dejen un review! Así sea para decir "Tienes cero talento"

hahaha sonó tanto a Gravitation xD

Suika-chan


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