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La Pulga Erótica por Suika-chan

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Notas del capitulo:

Bueno pues aquí un nuevo capítulo!! Creo que ya vamos como cinco y eso me da plena satisfacción xD así que diré con mucha pena (y es que comenzaba a acostumbrar) que ya estamos en la recta final, ya no me quedan más que 2 o tal vez 3 capítulos más. Bueno, mejor lean xD espero de corazón que lo disfruten.

Kyou kara maou no me pertenece, nada de nadita porque si fuese mío créanme que sería yaoi.

Estaba sentado y para su suerte todo estaba en silencio. Suspiró pesadamente y es que se sentía nervioso, ¿Quién soportaría tanto tan pesado día? Miró a su compañero que yacía sentado frente suyo con la cabeza gacha y las mejillas algo sonrojadas, comprendía perfectamente su reacción y es que él estaba en las mismas condiciones.

Fueron escoltados por una de las tantas sirvientas que residían en el castillo y algo muy dentro de él le decía que nada bueno le esperaba.

Miró al joven que caminaba junto a él con la misma expresión de duda intercambiando una que otra mirada fugaz, estaba confundido y tal vez algo asustado.

Después de subir las escaleras y ser guiados por un sin fin de habitaciones, la chica abrió una de las tantas puertas haciendo una leve reverencia con la mano indicando que pasaran.

Yuuri le agradeció el gesto moviendo la cabeza en señal de que todo estaba bien aunque sabía que no era cierto.

Observó el paisaje frente a sus ojos quedando anonado, sin duda estaba parado en uno de los amplios balcones que el castillo tenía. Caminó un poco más encontrando en el centro una pequeña mesa bien decorada por un mantel crema de caída elegante y sobre éste, un par de velas rojas que alumbraban con un fulgor tenue la noche sólo iluminada por la luz de la gran luna llena.

Se acercó a la mesa jalando una de las sillas, de seguro eran para él y para el rubio.

-Wolf, ven aquí- dijo el moreno haciendo un ademán con la mano para que se acercara. El rubio asintió moviendo la cabeza dirigiéndose sin reproche hacia su prometido.

Yuuri, muy galantemente, jaló una de las sillas más próximas indicándole al joven mazoku que se sentara. Wolfram lo miró extrañado frunciendo un poco el ceño ¿Ése era el mismo enclenque de siempre?

Sin más, el moreno tomó asiento cruzando sus manos; si alguien se había tomado tantas molestias por él, lo mínimo que podía hacer era disfrutar lo que fuese que viniese.

-Yuuri, ¿Por qué no me avisaste que habías mandado preparar todo esto?- preguntó Wolfram tratando de ocultar el sonrojo en sus mejillas y es que estaba más que sorprendido con la "Sorpresa" que su rey le había preparado.

-¿Preparar qué?- preguntó ahora el moreno sin comprender sus palabras.

-¡¿Cómo que qué?!- replicó el rubio levantándose de su sitio y botando la silla en el acto ¡Ése enclenque... no tenía que ocultarlo cuando era más que obvio lo que pasaba!

Yuuri notó la mirada asesina que el rubio le dirigía y tragó duro ¿Por qué a pesar de sus intentos por llevarse bien jamás resultaban? Trató de calmarse y calmar al que tenía al frente, cosa que le tomó un par de minutos hasta que por fin el soldado accedió.

-Yuuri tonto- dijo Wolfram dando por finalizada la conversación al tiempo que se cruzaba de brazos y hacía un puchero. El ya nombrado tan sólo suspiró acercando su silla justo al lado del mazoku para mirarlo y tal vez hablarle.

-Wolf... si es por la cena yo...- pero no pudo continuar porque la mirada esmeralda nuevamente estaba sobre sí desprendiendo enojo y furia.

-Me voy- dijo por fin el rubio parándose repentinamente y dando los primeros pasos para emprender su huía, cosa que no le fue muy posible.

Al oír las palabras del soldado, Yuuri intentó detenerlo y no se le ocurrió mejor forma que jalarlo por el brazo, cosa que no le ayudó mucho.

-¡Suéltame debilucho mentiroso!- casi gritó el mazoku agitando su brazo para librarse del agarre en el que lo tenía su prometido ¡Sinceramente lo odiaba!

-Tan sólo escúchame por única vez- respondió el moreno también jalándolo y es que se comenzaba a hartar de tantas peleas y de más.

Wolfram dejó de ejercer fuerza tan de pronto que no le dio tiempo a Yuuri a notarlo, ocasionando que, como era de esperarse, en uno de los tantos jalones, el maou lo hiciera perder el equilibro cayendo de espaldas sobre su regazo.

Segundos eternos pasaron y es que ninguno se dignaba a moverse, ya sea por simple vergüenza o por simple capricho. Ambas miradas se encontraron enrojeciendo casi por inercia y es que de pronto la temperatura volvía a subir como muchas de las veces en aquel día.

Wolfram intentó levantarse aún sin saber si lo debía o no hacer, pero un poco antes de conseguirlo, sintió como unos fuertes brazos lo sujetaban por la cintura y lo acomodaban donde yacía sentado.

Miró al dueño de aquellos actos sonrojándose aún más y es que no era para menos, ¿Estaría bien lo que hacía?

Liberando una de sus manos, Yuuri tomó por el mentón al rubio para que de esa forma lo mirase y, de un momento a otro, depositó un suave beso en sus labios.

Aquel roce parecía casi fugaz y es que no duró mucho, como las anteriores veces, es más, este había sido bastante tierno e inocente.

-Yuuri...- pronunció el rubio casi en un susurro y es que no se lo esperaba. Ahora era su turno de tomar la iniciativa.

Tomó con ambas manos el rostro del moreno y sonriendo traviesamente lo besó abriendo completamente la boca para que de ésta forma el otro pudiese tener pleno acceso en aquella cavidad. El maou no lo hizo esperar y comenzó a inspeccionar cada espacio hasta encontrarse en un juego salvaje de lenguas por parte de ambos. Comenzaba a perder nuevamente la cabeza y su cuerpo últimamente parecía tener vida propia.

Se separaron abruptamente obteniendo como respuesta un quejido por parte del rubio y es que, de un momento a otro, Yuuri tomó al soldado por las caderas obligándolo a levantarse.

Wolfram no entendía bien lo que su prometido quería, aún así, decidió obedecerlo hasta el final.

De un movimiento rápido, el moreno lo volvió a sentar encima de él pero esta vez, para desgracia o suerte del mazoku, lo giró casi completamente quedando así frente a frente y con Wolfram de piernas abiertas rodeándolo sutilmente.

-Así estaremos más cómodos- le dijo el rey sonriendo al tiempo que lo volvía a besar. Yuuri aprendía mucho en aquel mundo, eso era un hecho.

-Disculpe que lo interrumpa Su majestad pero la comida ya está lista y será un desperdicio si la dejan enfriar- comentó una chica llegando con un par de finas bandejas de plata en manos al tiempo que las acomodaba en la mesa -¿Desea que sirva yo o usted lo prefiere hacer?- preguntó intentando disimular que no había visto nada.

Ambos chicos enrojecieron separándose casi de inmediato ¡Era un hecho, todos se esforzaban por separarlos!

Una vez acomodados, la chica tan sólo dejo las bandejas sin servir en la mesa y es que el rey ya no quería más espectadores ni nada parecido, además que se sentía muy avergonzado.

La muchacha desapareció dejando a la pareja real sumergida en un molesto silencio ¿Qué había sido eso? Se miraron fugazmente enrojeciendo aún más, sólo les quedaba comer y tratar de pasarla bien.

Yuuri levantó la tapa de una de las bandejas dejando al descubierto el contenido de éstas: Una de las más grandes variedades de mariscos que jamás haya visto en su vida.

Wolfram lo miró curioso y es que de pronto la cara del moreno dibujaba una mueca de desagrado al ver la comida... tal vez no era de su pleno agrado.

-¿Pasa algo?- preguntó el rubio.

-No es nada- respondió el rey suspirando -Igual, ya qué más da-

El soldado no entendía a lo que el maou se refería pero le resto importancia, tenía hambre al fin y al cabo.

Comenzaron cada uno sirviéndose lo que más les gustaba, pero en todo el tiempo que pasaron cenando, el moreno no había vuelto su silla donde en su inicio estaba.

El rubio se empezaba a incomodar por tal cercanía y es que cada vez que se movía podía sentir la mirada de aquellos ojos azabaches sobre él.

Tenía sed, y lo más cerca que tenía era una gran jarra de un líquido de color bastante raro. Lo tomó sintiendo como el otro también lo hacía y al mismo tiempo, cubriendo casi por completo la mano del otro por el descuido.

El rubio al sentir el calor corporal de Yuuri sobre su miembro, lo sacó violentamente dándole un gran golpe tanto al rey como a la jarra. De pronto, el viscoso líquido se comenzó a expandir por lo largo de la mesa ensuciando al moreno quien intentó en un principio detener al soldado por su tan arrebatado acto.

Wolfram lo miró asustado y es que el sonido de la jarra al romperse lo había asustado mucho.

-¿Estás bien?- le preguntó preocupado.

-Sólo algo... sucio- respondió el rey sonriendo como siempre lo hacía, lo que calmó al otro.

El mazoku agradeció mentalmente cuando dio con otra de sus incógnitas.

-Yuuri, estás mojado, será mejor que vayas a cambiarte de ropa o pescarás un resfriado- comentó un tanto apenado y es que era enteramente su culpa.

-No hay por qué preocuparse- respondió el moreno comenzando a desabotonarse el uniforme que llevaba puesto -Sería una pena dejar que toda esta comida se enfríe- continuó sacándose la chaqueta seguida de una camisa blanca -Además que la noche no está tan fría-

Wolfram desvió la mirada casi de inmediato y es que no lo creía ¡Frente a él se estaba desvistiendo el gran maou! Sabía que no debía pero la curiosidad le ganaba. Girando muy lentamente la cabeza, trató de mirarlo por el rabillo del ojo.

Su pecho descubierto, su bien formado tórax, sus fuertes brazos de tanto jugar ése estúpido deporte que algo bueno tenía que brindar.

-¿Sucede algo?- Lo interrumpió el rey y es que el comportamiento del rubio no era del todo normal, más bien lucía como... avergonzado. Tal vez era la culpa, o eso creía el moreno.

-No es nada- respondió el soldado restándole importancia y es que jamás aceptaría que verlo en esas condiciones lo ponía tan nervioso.

La cena continuó normal y en silencio ¡Cómo era posible que el enclenque ni siquiera se hubiese ido a poner una camisa encima! Terminó jalando una de las tantas servilletas cuando notó que algo faltaba: el postre. Lo buscó con la mirada pero nada, bueno, tal vez alguien lo había olvidado, que más daba.

Yuuri aún estaba en sus últimas cucharadas ¡Debía pesar ya! Lo peor era esperar a que terminase y no saber que hacer ¡Además el había decidido tomar la iniciativa! Suspiró cansinamente y es que algo se le ocurría, aunque no estaba del todo seguro de llevarla a cabo.

Con mucha parsimonia se levantó de su asiento ante la atenta mirada de su prometido. Cerrando los ojos, pasó una de sus manos por sus cabellos para peinarlos al tiempo que se volvía a acomodar sobre el regazo de Yuuri en la misma posición anterior, con las piernas abiertas y totalmente expuesto al moreno.

-¡Pero... Wolf...q...!- intentó decir el moreno pero la cercanía del rubio lo comenzaba a poner nervioso.

-Yuuri... ¿Recuerdas dónde nos habíamos quedado?- preguntó con voz seductora al tiempo que lamía y mordía el lóbulo de la oreja del otro. El moreno tragó duro casi aguantando la respiración y es que sentía que en cualquier momento se le escaparía un gemido por el contacto.

Aprovechando esto, el mazoku comenzó nuevamente con el movimiento de sus caderas incitándolo a continuarle el juego. No pasó mucho antes de que Yuuri pasara ambos brazos alrededor de su cintura para aumentar el contacto.

Acercándose a una de sus orejas, Wolfram empezó a susurrar el nombre de su prometido entre gemidos y es que estaba dispuesto a encamarlo pronto, sí, muy pronto.

El moreno parecía embrujado por el canto que sólo su prometido sabía entonar y, casi por inercia, también gemía clamando por el soldado aumentando la velocidad del vaivén. En un movimiento desesperado, tomó violentamente el mentón del que estaba encima besándolo con pasión, gesto que fue correspondido por el rubio quien no se resistía y exponía plenamente toda aquella húmeda cavidad.

Los minutos continuaron igual cuando de pronto el rubio detuvo el beso, lo que dejó muy pasmado al moreno.

-Tenías razón, hubiese sido una pena que la comida se enfríe pero tú aún no has terminado- comentó señalando el plato con su dedo índice.

-Ya no importa- respondió Yuuri tomando su mentón y acercándolo para continuar con el beso pero el rubio se lo impidió.

-No, termina de comer y yo te esperaré en la habitación. No demores- sentenció parándose de pronto, siendo detenido por las manos de su prometido.

-No puedes irte Wolfram, no aún- comentó el moreno mirando su miembro erecto bajo las telas -Qué te parece si me esperas y luego...-

-Claro que sí puedo- respondió el soldado emprendiendo su huída y sin hacer caso a las diferentes excusas que ponía el otro. Estaba feliz, sabía que ahora el moreno lo deseaba y eso le gustaba.

Caminó directa hacia la habitación y es que tenía algo en mente por probar. Se quitó las botas al igual que los pantalones negros desabotonándose los primeros botones de la camisa al tiempo que se despeinaba un poco con la mano. Luego, se echó en la cama con los brazos a ambos lados de su cabeza y las piernas dobladas en una pose bastante provocadora para su gusto.

Escuchó como unos pasos se aproximaban hacia la habitación y de pronto la puerta se abría dejando ver la imponente figura de su rey quien caminaba en su dirección.

-¿Yuuri?- preguntó el rubio desde la cama virando un poco para verlo -¿Por qué no vienes aquí?- agregó con voz bastante seductora.

El moreno se acercó temeroso y es que ya no sabía que esperarse de su compañero de cuarto. Dio unos cuantos pasos quedando parado frente a la cama viendo al que yacía echado totalmente sonrojado.

-Yuuri- murmuraba Wolfram moviendo incesantemente las piernas, abriéndolas y cerrándolas para incitar al maou a tomarlo -Yo... -decía muy despacio con fingido nerviosismo exponiendo su cuello lo más que podía -Sólo ven aquí- decía moviendo aún más sus bien expuestas piernas tan sólo cubiertas por la camisa que llevaba puesta.

El moreno no pudo más y es que tenía su propia batalla interna, la cual la daba por perdida. Sin más, se posó sobre el rubio repartiéndole un sin fin de besos engatusado por los gemidos del que yacía bajo suyo. Con mucho cuidado, el rubio enrolló ambas piernas alrededor de la cintura del maou buscando el tan ansiado contacto apreciando como chocaban ambas erecciones que provocaban placer verdadero al rozarlas.

El rey continuó bajando cuando cayó en cuenta de lo que hacía. De pronto, se detuvo dejando a un Wolfram bastante deseoso por la continuación.

-Yo...- intentaba hablar Yuuri pero la vergüenza le ganaba -No sé que es lo que hago, lo siento- se disculpaba y es que estaba confundido ¿Estaría bien hacerlo? Y Wolf ¿Estaría bien continuar?

-¡Enclenque!- replicó mirándolo con el ceño fruncido pero eso sí ¡Nadie rechazaba a Wolfram Von Bielefeld, ni siquiera el mismísimo maou!

Con dificultad, el rubio se logró sentar junto a su prometido quien yacía en el borde de la cama jugando con sus manos tratando de disimular sin verdaderas intenciones. Intentó acercársele para abrazarlo por la espalda cuando Yuuri se paró de pronto señalando algo al lado de la cabecera de la litera.

-¿Sucede algo?- preguntó intrigado el rubio y es que ahora el moreno traía una bolsa de papel que encontró donde momentos atrás señalaba -¿Se puede saber qué es eso?-

-No lo sé- respondió abriéndola y viendo su contenido, comenzando a sacar cada una de las cosa que estaban ahí.

Las colocó sobre la mesita que tenían junto a su cama, encontrando una pequeña cesta de fresas, una paleta para untar crema y dos potes, uno blanco y otro marrón, de lo que parecía chocolate líquido y crema batida.

Se miraron sin comprender porqué eso yacía en su dormitorio, era realmente un enigma.

-¿De quién crees que sea?- preguntó el rubio acercándose a ver mejor los objetos.

-A lo mejor una de las mucamas que hacía muestra pieza olvidó los ingredientes para el postre de hoy, eso explicaría el porqué no comimos torta en la cena- comentó jocoso Yuuri, pero más que hacer reír a Wolfram, logró asustarlo.

Primero no hubo postre ¿Y ahora resulta que sí pero estaba en la habitación? Algo andaba mal, aquello era imposible ya que no había mucama que hiciese las dos tareas a la vez. Examinó con la vista una vez más los objetos recientemente donados dando siempre con la misma respuesta: El postre de esta noche sería el que ellos mismos preparen.

Se sonrojó hasta las orejas ¿Es que existía alguien que sabía que ellos esa noche tendrían tales acercamientos en su relación? ¡Eso era imposible, nadie era premonitor ¿o sí?! Sacudió la cabeza varias veces ante la atenta mirada de su prometido, entonces ¡Alguien los espiaba, eso era!

-Wolf ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo?- preguntó el moreno preocupado por el repentino comportamiento del rubio.

El mazoku negó con la cabeza cuando una nueva idea cruzó por su mente.

-Cambié reopinión, creo que no estoy del todo bien- dijo volviendo a recostarse en la cama al tiempo que estiraba una de sus piernas y la posaba sobre la de Yuuri -Me duele algo pero no sé en donde- agregó con tono lastimero ahora frotando ambas extremidades.

El moreno cerró los ojos de placer y es que era realmente bueno ¡Qué disyuntiva tan grande, por él ahora mismo tomaría al rubio pero... por respeto al otro, aún no era el momento!

-O... creo que es aquí- continuó Wolfram llevándose un dedo a la boca mientras con la otra mano se desabotonaba los primeros botones de la camina exponiendo su pecho -Justo aquí- agregó llevándose los dedos a su pezón el cual estimuló ante la mirada atenta de su prometido. Leves gemidos salían de la boca del mazoku, gemidos que clamaban por el moreno y su calor.

Sin más, Yuuri se volvió a abalanzar sobre su prometido, estaba fuera de sí, dominado por el puro deseo. De un movimiento violento, engulló el rosado pezón del soldado mordiéndolo y lamiéndolo. El rubio también lo disfrutaba, se notaba de sólo escuchar los jadeos y gemidos que liberaba, además que su parte baja comenzaba a molestarle desde hace mucho.

Sin mucha suavidad, el moreno acarició las piernas expuestas de su prometido subiendo cada vez más hasta dar con un pequeño detalle importante, no llevaba ropa interior.

Se separó del que estaba debajo suyo para brindarle una pícara sonrisa.

-¿Creíste que no lo notaría?- preguntó con malicia.

-Sólo te ahorré la tarea de hacerlo- respondió volviendo a apresar sus labios. Esta vez sí llegarían al final, estaba casi seguro
Notas finales: Hola a todos! xD espero que les haya gustado el capi y es que es muy tarde, créanme, estoy mas que muerta así que si pongo cosas como "Jugó el juego cuando el trueno tronó" me tendrán que disculpar porque buahhhhh son la 3h 27 (de la mañana claro) y estoy en mi etapa de letargo así que yo diré buenas noches mis niñas :p y es que me prometí actualizar pronto y ya veo que no se puede, además que últimamente estoy muy distraída xD bueno, ahora sí nos vemos. Perdón por no responder a los reviews pero tengo sueño TTwTT así que lo haré de manera general:

Siguiente capítulo el Lemon lemon lemon o sea, ya me entienden (mi no entenderme nunca xD) y... ya falta poco para el fin de la historia así que ya sólo aguántenme un poco más xD que la tortura de leer esta tan rara historia y acaba.

Bueno, hasta pronto!! Saludos! Nos estamos escribiendo!

Suika-chan

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