-¡Me gustas! ¡Me gustas mucho Reita! ¿Qué es lo que no entiendes de eso?- se aferró fuerte al esbelto cuerpo del rubio.
Intentó soltarse de esas manos que lo aprisionaban con fuerza e inclusive le dejaban leves marcas en su piel. ¡Pero, diablos! Aquel enano lo tenía bien agarrado y no pensaba siquiera dejarle respirar.
-Agh ¡Ruki suéltame! ¿Acaso no entiendes que no soy gay?-
-¡Pero Reita!- le observó con reproche -¡Yo te quiero y el amor no discrimina!-
-¡Somos dos hombres! ¿No entiendes aquello? Hombre más hombre no funciona. Además...- habló en un tono superior -yo soy lo bastante macho para mis cosas-
-¡Injusticia! Eres realmente injusto, Reita- su voz comenzaba a sonar angustiada -¿Cómo a veces te lanzas a Uruha? ¡¿Por qué me mientes, Reita?!- terminó hablando más apenado y sus fuerzas en el cuerpo del rubio habían disminuido bastante mientra el bajista no desaprovechó la oportunidad y se separó del cuerpo del más bajo.
-Aquello es distinto, Uruha parece mujer- respondió luego de sus movimientos.
-Pero es un hombre. Tiene aquello que lo hace ser igual que tú... y lo tiene bastante grande que digamos- sonrió con picardía para luego posar su mano por sobre su mentón -Uruha tiene muy buenos atributos, bastante buenos en realidad- evocó una tenue sonrisa a lo largo de su rostro.
-¡¡Yo con Uruha no tengo sexo, ni loco!! ¿Además cómo sabes eso? Enano gay, ya haz estado con Uruha ¿no?-
-Él me buscó. Tú no haz sido el único que ha estado con Uruha, créeme todos han pasado por la cama de Shima. Pero amor, fue sexo sin sentimientos. Te lo juro, porque yo te quiero a ti, Reita-
Una vez más volvía a sostenerse del cuerpo del rubio -¡Te quiero, Reita! ¡Te quiero! ¡Te quiero mucho!- repitió como un infante.
Bufó al oírlo -A mi me gustan las mujeres, mujeres hermosas, mujeres bellas, mujeres lindas-
-Imagínate que soy una mujer ¿ne?- esbozó una sonrisa.
-Es difícil, además dije mujeres hermosas y creo que me gustan un tanto altas-
-Eres cruel Reita. ¿Cómo con Uruha?- cabizbajo quedó e ignoró la mirada del bajista -Idiota...- murmuró -Estás enamorado de Shima ¿es eso?-
-Uruha parece mujer y además es alto, si Shima fuese una mujer podría enamorarme de él, pero es un hombre-
Bajó hasta abrazar sus propias piernas con una mano mientra que con la otra comenzaba a realizar círculos con el dedo índice, como tal niño fuese -sé que no soy suficientemente alto, no es necesario recordármelo. A Uruha no le importó mi estatura...-
-Ruki...- suspiró –Perdón… pero no soy homosexual, mi atracción cae sobre las chicas-
-¡No te entiendo! Porque Uruha no es mujer, es un hombre y aunque tenga rasgos afeminados no lo convierte en una mujer. Una persona hetero no se metería con un hombre aunque esas fuesen las circunstancias.-
El bajista pensó la últimas frases del vocal, después de todo lo que decía Ruki era verdad, él había estado con un hombre, había besado a otro hombre ¿Aquello lo convertía en un homosexual?
-Entonces soy un gay que le gustan los hombres que parecen mujeres ¡¿CONTENTO?!-
-¡¡NO REITA!! NO ESTOY CONTENTO- Bufó, exasperado. -¡IDIOTA!- volvió a subir el tono de voz.
La actitud del menor estaba acabando con la paciencia del bajista, es más, ya había acabado con ella por completo -¡¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA ENTONCES?!- Lo levantó del suelo abruptamente.
-¡¡QUÉ ME QUIERES!! Al igual como yo te amo- gritó mientra sus ojos se mantenían cerrados con fuerza.
Y por vez primera el rubio pudo notar algún encanto en el vocalista, esos ojos con lágrimas, las mejillas ruborizadas, sus labios levemente fruncidos. ¿Acaso de verdad el menor le quería tanto?
Soltó el cuerpo del menor con cuidado y se colocó frente al rostro del vocal, lo suficientemente cerca para hacer sonrojar aún más las cálidas mejillas del menor.
-Después de todo si tienes algún encanto-
–¿Ah?- observó confuso al rubio -… ¡Me quieres! ¡Me quieres! Reita, tú al fin y acabo si me quieres- habló emocionado.
-¡¡¿¿Ehhhh??!! Yo nunca dije eso, sólo mencioné que después de todo quizás me podrías atraer-
-Uuuy~~ Reita se me está confesando- se mofó gracioso del mayor.
-¿No estabas tan mal hace un rato?- Bufó.
-No es eso, sólo que es la primera vez que me dices esto. Yo te quiero Reita, te quiero mucho, entonces escuchar esto de tu propia voz es realmente como un sueño-
-¿Me estoy volviendo gay?- Habló con claro enojo en su voz.
Se volvió a sujetar del cuerpo del rubio, aunque ahora con delicadeza -Ne, Reita ¿Qué quieres hacer ahora?- emitió con firmeza y pensando ya en el futuro de ambos como pareja feliz que eran... ¡Hey, esperen! Esos eran sólo los pensamientos de Ruki.
-¡¿Qué te pasa?! Siquiera estamos juntos ¿de qué mierda me hablas, Ruki?-
-Buuuuuuuu~~ Yo pensé que ya me habías aceptado como tu novio-
-¡¿Novios?! Estás loco ¿cierto? siquiera nos hemos besado ¿y mencionas la palabra "novios"?- culminó y de inmediato se arrepintió de lo dicho, aquello sin duda causaría una reacción en el menor.
Las ya ruborizadas mejillas del vocal se tornaron de un color más rojizo aún, pareciese que el chico estuviese con fiebre o algo por el estilo, pero no era por una jaqueca de los mil demonios o un dolor en sus sienes, la razón de esa suma calidez en sus mejillas y de aquel sonrojo tenía razón y un nombre: Reita. -Entonces nos deberíamos besar. Haber si te puedo gustar... ¿hm?-
El rostro del bajista sufrió una expresión inexplicable ¿Besar a Ruki? Después de ese día sin duda debía asistir a un psicólogo. -Ok, besémonos. Pero si no me gusta te vas a la mierda y todo continua como siempre- De verdad que el rubio tendría que asistir a un psicólogo o siquiatra después de lo que pretendía hacer.
Le observó con una sonrisa en su rostro y sólo asintió.
¿Qué mierda estaba pensando hacer? Sintió la mano del vocal posarse delicadamente por sobre su mejilla, sus rostros se encontraban a una corta distancia y en cada segundo que transcurría sentía más fuerte el aroma del menor, se comenzaba a embriagar con aquella riqueza de aroma que evocaba desde su cabello, piel, labios, o lo que fuese. Los pensamientos del rubio parecían agolparse en su conciente, aún no podía siquiera asumir la realidad en la que se estaba viendo sumergido ¿Qué había ocurrido con el Reita rudo, el Reita mujeriego, el Reita cool, el Reita de los brazos fuertes? ¡¿Dónde estaba?! Sin duda la culpa de todo lo que estaba ocurriendo era haber entrado a esa banda, ellos lo habían cambiado, eran todos unos malditos gay que les gustaba el sexo.
Ahora escribiré una pequeña reflexión sobre lo que está ocurriendo. Jugaremos al congelado ¿ok? Imagínense que todo se ha quedado paralizado mientra yo les cuento lo que estoy pensando en este momento, Ruki se encuentra con cara de gran necesitado frente a mí, mientra sus labios se estiran para alcanzar los míos.
Bueno... yo tan sólo deseo ser padre de familia, tener hijos y jugar con ellos, besar a mi esposa y que me de la bienvenida cuando llegase a la casa, compartir una cama con la mujer que estuviese enamorado, tener almuerzos familiares, ir a dejar a mis pequeños al colegio y contarles sobre la experiencia musical que tuve, decirles lo cuan famoso que fui y sobre las giras que realicé, poder arroparlos durante la noche para luego revolcarme con mi mujer, luego revelaría que debía salir y me iría a revolcar con otra, después de todo el gran Suzu-chan es difícil de complacer y siempre desea más y más, también buscaría un trabajo (obvio, como todo hombre que soy) y llevaría el dinero a casa. Siempre lo pensé así, siempre había planeado mi plan de vida y era simplemente perfecto, pero ahora había un enano a pocos centímetros frente mi rostro rogando que se la metiera. (No ha mencionado aquello, pero estoy seguro que es lo que desea). Yo tan sólo deseaba tener una vida NORMAL como un HOMBRE NORMAL y semental que soy. Pero estos gays se encontraban arrebatando mi sueño (me refiero a mis queridos compañeros de banda a los que su homosexualidad se huele por el aíre). El punto es que no entiendo que mierda estoy haciendo, estoy seguro que ya me volví demente o algo por el estilo... Ahora dejaré a mi queridísima autora que continúe escribiendo lo que pasará a continuación desde afuera pero con una mirada interior ¿narrador omnisciente? Algo así se llamaba ¿no?
Ya ha finalizado el juego de los congelados. Y sin siquiera percatarse sintió los labios del menor sobre los suyos, el vocal movió lentamente su boca incitando que el rubio le siguiese el ritmo en aquel beso.
El primer beso, demasiado perfecto al parecer del vocal y demasiado extraño al parecer del bajista, pero no por eso menos gratificante. Ambos aumentaron el ritmo de sus bocas, las manos del menor rodearon el cuello de su amante aprisionándolo contra él, adentraron sus lenguas y al encontrarse con su igual se comenzaban a acariciar una a la otra provocando aquella pequeña danza de placer y lujuria.
Se sentía bien, era un pensamiento que hace cinco minutos atrás Reita se hubiese reído a fuertes carcajadas, pero ahora se encontraba sumergido en los labios de Ruki, aquella sensación le indicaba desear más, aquel beso que comenzó lentamente se había vuelto frenético, sus labios sólo se separaban para tomar una mejor posición y continuar sintiendo la boca del otro, continuar jugando con la lengua del otro, el beso se tornó amargo por la leve sangre que recorría los labios de ambos. Reita había mordido el labio inferior del vocalista provocando un leve quejido en el menor, pero no le importó, continuó deseando y saboreando los labios del rubio como este también no se detuvo.
Estaba comenzando a desear más que un simple beso, Suzu chan comenzaba a despertar de una forma increíble, caminó torpemente con el más bajo hasta llegar al sofá, sus bocas no se habían separado desde el comienzo y al parecer no pretendían hacerlo.
El gran hombre rudo y macho se encontraba recibiendo placer, sensaciones deliciosas por otro ¿HOMBRE? Ni en millares de años se hubiese creído aquel cuento, pero ya no podía desmentir lo que su cuerpo se encontraba exigiendo, vociferando hacer a Ruki suyo. Suzu chan deseaba conocer profundamente al más bajo y Reita no le impediría aquello.
Sus manos se escaparon por el cuerpo del vocalista, apreciándolo y tocándolo por cada centímetro de su piel, pero ya no había tiempo para aquello, él deseaba saltarse toda esa etapa de correr mano por todo el cuerpo que mantenía bajo su poder, observó divertido y realmente excitado el rostro sonrojado del menor, con su respiración entre cortada y escuchando esos sonoros ruidos que evocaba por su boca, sonidos realmente perfectos. Bajó los pantalones del más bajo y se vio expuesta la excitación que mantenía bajo aquella prenda, una rara sensación le recorrió por su cuerpo.
-A… Apúrate- formuló aquellas letras con dificultad por los gemidos que se le escapan sin autorización de sus labios. El rubio se bajó los pantalones hasta una altura en la cual ya podría realizar bien su tarea. Por inercia el más bajo acomodó sus piernas alrededor de la cintura de su amante –Ha… Hazlo- bufó entre jadeos, el rubio se estaba comenzando a demorar bastante y aquello lo descolocaba de sobremanera.
Entró despacio dentro del menor y los adoloridos jadeos del vocal no lo detuvieron. Comenzó a moverse rápidamente, sin siquiera importar si el más bajo se había acostumbrado, después de todo no habían utilizado nada de lubricantes, pero el rostro del vocal después de unos cortos minutos lo que menos demostraba era dolor.
-N… No te detengas, Re… Reita-
-N… No pretendo hacerlo-
-M… Más te vale, amor-
-Q… Qué no me llames así… ¡Ah! Nhh-
Abrió los ojos con dificultad por los haces de luz que penetraban en el lugar, se refregó los ojos con pereza y se encontró con su amante abrazado de él.
-Mierda…- murmuró -¿Qué hice? ¿Acaso me convertí en un puto homosexual?- su voz desanimada y apenada llenó su rostro por completo.
-Más, más Reita…- hablaba entre sueños con una sonrisa que albergaba todo su rostro.
Fin~