Y si, todo había sido perfecto, nunca creyó que aquél chico, aquél león, sintiera todo aquello por él y sin reservas se lo demostrara. Por ser quien era, le costaba aceptarlo, pero indudablemente, ¡parecía obra de una pesadilla! o aunque difícil de admitir… de un sueño. Y es que, ¿Cuánto no sufrió negándose así mismo que deseaba esos besos??? Pero sabía que era verdad, había despertado en una tibia cama, respirando un suave perfume a bosque y sintiendo un cálido y confortante cuerpo junto al suyo. Abrió los ojos y vio con dulzura que su ser amado dormía al lado suyo, acarició sus ya de por sí enmarañados cabellos disfrutando del momento.
Todo era perfecto pero sabía que éste momento tan grato acabaría y sucedería justo al salir de la habitación. Si mal no recordaba…
-(Por supuesto que no, no se le podía pasar ni un detalle, era un Malfoy!... ¿Era? ¡Ya estaba diciendo tonterías!… o quizás no, pero es que después de ésa noche con Potter… ya no sabía si…)- ¿Pero qué estaba diciendo? Aún se encontraba en ése “refugio” lleno de chiflados, definitivamente era eso lo que le hacía pensar en cosas raras… si, era completamente coherente, estar expuesto tanto tiempo a esa bandada chiflados era... era… de preocuparse! ¡Se había olvidado completamente de ellos!!!
-(Eso significa, que cuando aquello ocurrió… quizás ellos…)- bueno al chico le fue difícil seguir con su raudal de pensamientos, el tono carmín en su rostro iba en aumento y acabó por volverse totalmente rojo cuando por fin acabó con el hilo de pensamientos:
-(¡SE DIERON CUENTA!)-
-(¡Imposible!)- se dijo entre pensamientos- (no es que lo fuera a negar!... pero no es que fuéramos precisamente los mejores amigos!)- ¿Cómo abordar ése tema? Se preguntaba- (No es que tenga que ofrecer explicaciones! ¡A nadie!) –Miró el apacible rostro frente a él -(Pero lo notaron, seguro que lo hicieron… es que no hicimos nada por guardar silencio…)- se ruborizó el rubio-(Tampoco lo puedo negar)- Pero la gente es curiosa… y pregunta… -(….)- El muchacho ya no quería pensar, prefería seguir
Si, todo era perfección hasta que un monstruoso sonido le inquietó, no pudo menos que reír por lo bajo, Harry había despertado o mejor dicho, el ruido del estómago del ojiverde había despertado a su dueño.
-Cuál león rugiendo por las mañana eh?- dijo sonriente el rubio feliz de no tener que seguir pensando.
-Tengo hambre- rezongó con un dulce puchero el fiero amante.
-Entonces quizás deberíamos bajar por algo de comida…
-O podríamos… “desayunar” aquí mismo…- el rubio le sonrió pero pronto el estómago del Gry comenzó a protestar.
-Creo que debemos hacer caso a tu voraz amigo- el de ojos plata señaló el estómago de Harry, éste se sonrojó provocando una risilla en ambos.
-Bueno, pues vamos, que para luego es tarde.
La verdad es que ambos tardaron un poco, entre querer y no querer separarse y abandonar o no ésa cama, entre vestirse y no hacerlo para disfrutar de la vista que el otro ofrecía y con cada mirada una nueva calentada, pero el desayuno era ya cosa de gran importancia pues dos estómagos voraces eran capaces de todo.
Y si, nuevamente, todo era perfecto… al menos hasta que como bien supuso el rubio, salieron de la habitación y llegaron al comedor. La orden del pollo frito se hallaba al entero desayunando ahí sumergidos en un sepulcral silencio, ambos muchachos habían bajado casi sin pensarlo tomados de la mano y aunque por un momento la reacción iba a ser soltarse pasó enteramente lo contrario: las manos se afianzaron y con paso seguro se dirigieron a la cocina a por sus alimentos. Se acercaron a la mesa donde todos se hallaban desayunando y el silencio se mantenía, todos callaban, pero había no alguien, sino algo que quería gritar. Unos radiantes ojos azules chispeaban queriendo indudablemente decir alguna cosa pero tal parecía que algo no se lo permitía. Tan pícara mirada fue captada por el León que le restó importancia y llevó a su pareja a sentarse junto a él en un extremo de la mesa.
-Interesantes las… ¿Cómo se llaman? Ah si, películas muggles!!!- Moody se había atrevido a romper el silencio. Fue el primer valiente, por cierto.
-Tan triviales los tramas que parecen superficiales pero luego hablan de… no sé…
-Amor, como en aquélla película que vimos anoche donde el protagonista y la chica se odian a muerte y luego se enamoran.
-Si, la del ¿Cómo se llama? Ah, claro “Hechizando a los ojos”… o algo así.
Ni Harry ni Draco lo admitirían jamás, pero tal conversación los hacía sentir abochornados y no se trataba por que simplemente fuera el desarrollo de la película ciertamente parecido a lo que entre ellos sucedió, sino por que… ése silencio sepulcral que era incómodo había sido roto incómodamente por una conversación que de trivial no tuvo nada.
-Este, yo me retiro, los asuntos en Gringots no deben descuidarse y…
-El ministro dirá unas sartas estupideces en las que debo estar presente y yo…
-Quedé como concejal de un juicio pero debo apresurarme porque…
-Es importante hacer la despensa, sí, eso haré!
-¡Te acompaño en el auto, no te puedes aparecer así como así en una tienda Muggle!
De un momento a otro y con excusas que por algún extraño motivo se completaban, todos y cada uno, uno a uno, se fueron levantando de la mesa y saliendo de la casa como si prisa llevaran. Todos se habían ido, ¡TODOS!… excepto uno, el más desquiciante para el dueño de iris de plata: Dumbledore, a quién aún le resplandecían los ojos.
-Interesante la película… no?- ambos chicos guardaron silencio y siguieron con sus alimentos – Eso parece cosa sólo de… ficción.- Apuntó el noble director.
-Mejor ya diga lo que tiene en mente y se muere por decir!- dijo el Dragón malhumorado.
-¿Por qué piensas que yo querría decir algo?- dijo con sus notables alegres ojos. El ojiverde seguía comiendo tranquilo.
-¡Se le ve en la cara! Es obvio que quiere saber qué pasó!!! Sino, se pudo haber evitado el numerito con los otros!
-¿De qué hablas? Yo no entiénd…-
-(¿Qué no piensa reclamarle al deschavetado…?)- Continuó comiendo el león sin prestar mayor atención.
-¿De qué otra cosa será sino? ¡Pues de que Harry y yo somos pareja!!!!!!!- Harry olvidó su comida y abrió enormemente los ojos, era la primera vez que lo llamaba por su nombre. Lo último fue algo así como una explosión, algo estrepitoso, pero no tanto porque haya sonado como un grito furibundo por parte del rubio, sino porque justo entonces entró toda la orden al grito de:
-FELICIDADESSSSSS!!!!!!!!!!!! A todo pulmón y con todo lo necesario para un brindis.
Dumbledore se puso de pié y brindó con una copa de champán que sacó de su varita
-POR LOS NOVIOS!!!!!!
-¿Qué qué? –preguntó boquiabierto e irremediablemente confundido el dragón.- ¡Una cosa es ser pareja y otra…
-Perdón señor…-Harry había dejado su sorpresa de lado y hablaba tranquilo
-¿Qué sucede Harry?- Preguntó el anciano antes de darle un sorbo a su copa
-Es que se me adelantó, aún no se lo he pedido formalmente… yo…
-¿Pero qué…? –Draco miraba a su alrededor, aquellos locos lucían tan alegres como margaritas, pero eso no era lo peor, perecía que esperaban algo! A decir verdad, y en opinión del ojigris, parecían haberse quedado inmóviles, como infraganti.
-Draco…- el aludido miró al dueño de la voz y de ojos verdes- lo que siento por ti no es ni mínimamente comparado al ridículo tiempo de rivalidad entre nuestras casas ni mucho menos entre nosotros, yo… te amo… y quiero saber si quieres ser mi novio. ¿Me aceptas?- el muchacho se hincó sobre una rodilla, los miembros de la orden tenían algo preparado en las manos, el muchacho ojiverde sacó un cofrecito de un bolsillo de su túnica, el rubio abrió enormemente los ojos y…
-Acepto!
Justo en ése momento, pequeños estallidos festivos de conos de festejos muggles sonaron por toda la habitación esparciendo coloridos confetis.
-POR LOS NOVIOS!!!!!!!!!
Por algún motivo y valga decirlo como por arte de magia, todos tenían en sus manos copas servidas para brindar por ellos. Habían comenzado un festejo. “Para eso se apuntan solos” opinó el ojiplata. Harry sonreía natural y satisfecho, aliviado y feliz y había besado a su novio frente a todo el grupo. Draco, aunque quiso mostrarse reacio, no pudo evitar el beso, ni el otro, ni el otro, ni mucho menos los que le siguieron, pero entonces una duda surgió en la cabeza del muchacho…
-Harry, amor…
-¿Si?
-¿Cuándo planeaste todo esto?
-… ¿Y si lo dejamos como magia del momento?
-Harry….
-Este… pues… verás… es que yo…
-Harry…
-Suena tan bonito cuando dices mi nombre cielo….^^U
-Sigo esperando
-Este…
-Potter…!
-Recuerdas cuando toda la orden salió a “asuntos qué arreglar”
-Si….
-Pues….
-¿Desde entonces?
-Si…..
-¿No ése era el día en el que te ibas a vengar de mi?- dijo en un susurro que sonaba decepcionado
-Verás… ya te había dicho que antes pensaba que tu también sentías lo mismo por mi… y pues decidí que tú serías y lo comenté con Dumbledore, no creí que se lo comentara a nadie pero…
-Toda la orden se enteró- completó el rubio.
-Sip, así que quisieron colaborar, me trajeron folletos de anillos, investigaron esas cosas de serpentina y demás
-¿¡No se suponía que se iban de misiones a averiguar sobre el señor oscuro!?
-Si, pero ése es un tema que puede revisarse mientras uno va de compras por aquí y allá- dijo interrumpiendo el honorable anciano sonriente.
-No lo puedo creer…- decía el chico de tez de porcelana avergonzado