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Tú y Yo por Ddai

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Notas del capitulo:

Sí, ya lo sé, ya lo sé...[lo sineto por llegar tarde Neesama T.T]  Pero no había tenido plata ni tiempo y la inspiración se me había fugado [no notaron que me retiré?... En fin espero ya poder volver como se debe XD]

lo van a notar algo raro, porque le perdí el ritmo, pero no tardaré en recuperarlo, trataré de traer lo demás pronto porque la siguiente zaga esta por comenzar... [y no, aún no estamso cerca del final de este fic... Quizas tengan que releerlo todo para halla rocmo temrina, porque ya lo dije por ahí XD es algo que Planea hacer con estos dos "lindos" angelitos... En fin...

Muy pronto [esperemos] veremos los preparativos para vacaciones...

Sí, Ulquiorra quiere vacaciones, pero como nadie puede suplirlo tendrá que entrenar a todos los demás, pero eso puede ser mas dificil de hacer que de decir [en serio XD] Finalmente lo que hace Ulquiorra para Aizen, en esas misiones Ultra secretas será revelado... ¿Qué arrancar se quedará con su lugar? ¿Grimmmjow lo permitirá?... mmmjujujujujuju tal vez ichimaru conduzca de nuevo algún capi XD..

¬¬ Bueno no hubo leemon, pero trataré de traerlo pronto ^^ cuidense, y gracias por seguir leyendo^^

A últimas fechas ese lugar parecía casa de locos, reparaciones inconclusas, a causa de suicidios masivos; destrucciones sin sentido por culpa de la "Fiebre" de los Espada, y otros arrancar; desapariciones  misteriosas y demás acciones incoherentes...

¿Pero quien podía culparlos? Nadie... Todo lo que ahí acontecía era por permiso, u obra, de su señor Aizen, el cual en  esos instantes se hallaba muy ocupado con su teniente Ichimaru...

En aquel momento los Menos, Adjuchas y demás Hollow se habían conglomerado en las puertas de Las Noches, con un oficio de quejas, para levantar una demanda, si es que eso era posible, en contra de la Sexta Espada, por destrucción de propiedad "privada,  daños a terceros, abuso de poder, amenaza de muerte, allanamiento de morada, entre otros...

Vaya que de verdad las cosas estaban para llamar a un psiquiatra, pero el único que podía "oficiar" semejante cargo estaba mas loco que todos ellos juntos, léase Szayel Aporro Grantz, así que lo mejor era dejar que todo siquiera su "sano" camino...

Después de leer el acta de cargos, y ser señalado como responsable, Grimmjow estaba por decir si era, o no, el culpable...

Respuesta que a todos, en definitiva, les dejaría con la boca abierta...

-Soy Culpable... *¡¡¡¡¡JA!!!! LO VI AGRANDAR LOS OJOS ¡¡¡JAAA!!! ¡¡¡TRÁGATE ESA LAPIN!!!* - tenía ganas de gritárselo en la cara, pero lo mejor era aguardar, él lo sabía, justo como cuando asecha a su presa, debe esperar el momento preciso.

-Repite lo que acabas de decir... *Sabia que él ib... Esperen... Dijo que es... ¿Culpable?... ¿¿QUIÉN DEMONIOS ES ÉSTE Y QUE HIZO CON MI KATZCHEN????--había abierto los ojos ligeramente, el único que notó esa casi imperceptible variante en su rostro fue su amante.

-Dije que soy culpable... *Parece que todos están conmocionados... ¡¡Pero, a que eso no se lo esperaban!! ¡¡JA!!! Nadie iba a pensar que yo dije que... ¡¡¡CARAJO!!! DIJE LO QUE NO DEBÍA DE DECIR...¿¿¿AHORA QUE PUTAS HAGO??*- justo se había metido en un lío sin proponérselo, tenía que pensar en como salirse de él, o Ulquiorra, y por añadidura los demás, podrían "destajarlo" a voluntad...

-En vista de que... Se esta declarando culpable- cosa que él no se podía creer aún -Que quede en el acta...- se dirigió hacia su amante de nuevo -Ahora, Sexta Espada... ¿Qué fue lo que lo hizo cometer tal atrocidad...?-era solo una manera de decirlo, porque él sabía que el peliazul era perfectamente capaz de cometer acciones aún mas viles y deliciosamente crueles- Apúntenlo todo tal cual en el archivo... *No esperaba que... Él no sería capaz... Pero... ¿Qué es lo que está pasando aquí...?*- desconcierto total, quería saber exactamente que pasaría por la cabeza de Grimmjow, pero eso era imposible, ese felino era impredecible cuando se ponía en "ese" plan, más aún cuando no pensaba, porque él estaba seguro, el peliazul no estaba pensando y sí, tenía curiosidad por saber a que se debía semejante "acto de vandalismo" en contra de la basura insignificante, no es que le importara claro, solo era mera curiosidad.

  -*¡Carajo! A mi conejo le gusta ponerle piedras a los demás... Pero ya vas a ver, cuando a ti te toque la joda, puto conejo, no te voy a  ayudar de nuevo...*-sí claro, como si de verdad él fuera a dejar que Aizen se "jodiera" a su conejo-*No sé porque eso que Ulqui me leyó alguna vez me viene a la mente, la "Ley de Morphy" creo que era... ¿¿ES QUE NO HAY MANERA DE APAGAR EL CEREBRO??*  Solo quería darte un regalo, Ulquiorra...-si las mandíbulas en el piso no eran señal de sorpresa no imaginaba que más podía ser, desde luego que el Cuatro se las arregló para verse como siempre... o casi, casi...-*¿Por qué todos se quedaron callados? Yo sé que no es común dar regalos en Hueco Mundo, a menos  que uno sea el "Chupeman-putomaldito-sama", pero no es para tanto...*-él sabía muy bien porqué, pero no lo quería pensar, porque de seguir haciéndolo le iba a dar un "santo dolor de cabeza" que ni una casada con "jaqueca y la regla" le iba a poder ganar...

-Un regalo... ¿Para mí?...-dijo, apenas con un hilo de voz, el peliazul fue el único que pudo oírlo, gracias a su excelente talento auditivo. No se lo podía creer ¿Sería acaso una broma? Así  no era Grimmjow, no había cabida para esa posibilidad, ese pleitista maniático nunca haría algo así...-*¿Qué se supone que esto significa?... No se supone que...*-pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el peliazul tomó su muñeca, sacando la pálida mano del bolsillo-¿Qué crees que haces?-dijo con suavidad, aún no entendía lo que estaba ocurriendo, era tan inverosímil, incluso para las disparatadas cosas que estaban pasando últimamente ahí...

-Esto es para ti -se lo dejó en la mano, con cierta brusquedad., pero que viniendo de él bien podía tomarse como un "cariño", "casi" una caricia...--*Ahora quien sabe con que chingados me va a salir...*-para bien o para mal ya no podía arrepentirse de lo hecho, bueno, tal vez, pero no quería perder su dignidad y mecho menos de esa manera tan ridícula-como salir corriendo mientras gritaba que una astilla de árbol  había dañado su piel de hierro. Como lo haría la loca de la Octava, o Ichimaru.

El pálido arrancar miró su mano, era como una ilusión, no es que él deseara algo así, simplemente estaba como en otra dimensión, en donde todo lo que creía ilógico era de lo mas normal, y en donde todo lo que podía pensar podía volverse realidad... No lo quería ni imaginar, un día cualquiera se levantaría de su lecho-porque por ahora no tenía cama- y al momento en que se viera al espejo-tendría uno gracias a la "generosidad" de Ichimaru, casi podía jurarlo- y lo que vería sería a un tipo alto, moreno como chocolate, de cabello rubio paja y de ojos naranjas... Eso si que sería espeluznante, y para que él pensara que lo era debía de serlo en verdad... Ah, pero no era momento de divagar en tonterías.

Vio su cara reflejada en aquel obsequio, menos mal que seguía siendo él mismo. Se trataba de un tipo de roca, de color rojizo, pero hecha de cristal, era tan lisa, y perfecta, que podía usarla como espejo, no era mucho más grande que su palma, pero sería fácilmente de unos ocho centímetros de diámetro, tenía una forma perfecta. Sí, perfectamente circular. Para muchos aquello sería sólo un pedazo de vidrio rojo, pero para él significaba mucho; ellos, los Hollow/arrancar, no tenían corazón, precisamente el hueco que tenían, en lugar de, lo demostraba, por lo tanto aquella forma circular era, para él, la forma en la que Grimmjow le daba un corazón, ya que aquella forma, que parecen dos círculos unidos y que se prolongaban en punta por la parte inferior, no existía...

-¿Destruiste todo el bosque de los Menos, sólo para traerme esto?... *Era de esperarse de él... Todo lo que hay a su paso lo reduce a nada, como si no le importara; todo lo que puede ser roto será destruido por él, después de todo ésta es su naturaleza, para eso existe... Aun así, él lo hizo, por que quería darme algo... ¿Eso lo hace válido? ¿Significa más de lo que parece?... *-ya no podía estar seguro de que lo engañaba, pero tampoco podía dejarlo limpio de toda sospecha ¿Sería eso una treta?...-*Quizás sólo exista para destruir, pero aun esto tiene un propósito mayor...En contra de su naturaleza, el quiere construir algo... Algo para mi...* -todos se le quedaron mirando, esperando su reacción,  Ulquiorra era bastante conocido por su forma de despreciar toda muestra de "afecto", y por arrojar sin remordimientos al suelo todo cuanto le desagradaba, aunque su "amorío" con el peliazul ya había cruzado todo el desierto, y mucho mas lejos, así que todos permanecían a la expectativa. Se ponía mejor que la taranovlea del mundo humano, en el que los "niños elegidos", de quince años, tenían que pelear con un "chulo" súper malo, que se creía el mega guapo del universo, además de vivir una vida normal: se las bandeaban para no reprobar el año mientras compraban las chelas de sus viejos, faltaban a clases para "salvar" al mundo y se cogian con cuanto malo "buenote" se topaban en el camino... Y el parecido con la realidad era mera coincidencia...

-*Carajo... Creo que no le importa... Al menos no le di lo que de verdad había pensado, sino seguramente ya me habría lanzado un cero* -sostenía el verdadero regalo fuertemente afretado en una de sus manos, oculta en su bolsillo; tenía ganas de irse corriendo, pero eso era de cobardes, y él no iba a permitir que un "tropiezo"  lo hiciera quedar como la burla de todos, no señor, se aguantaría, pasara lo que pasara, después de todo ya se el podía ocurrir algo para dejar en ridículo a Nnoitra o a Yammi para que se olvidaran de su metida de pata... Oh sí, eso de trapear el piso con la "Espada fracción" había sido épico, hasta le habían sacado una marca de limpiador, un comercial y toda la cosa, pero esa "perra" de Ichimaru nunca le quiso pagar sus regalías...

Ulquiorra no había variado su semblante, para incomodidad  suya...

-Dame el acta de quejas... -habló el Cuatro, sin mirar a nadie, alzó la otra mano, esperando la hoja, todos miraban, mordiendo sus pañuelos, ¿Acaso "Casimira" le diría a su amado "Pancrasio" que lo amaba desde que ella le había derrabado el juguito de manzana en el jardín de niños... ¿O llegaría "Cirilo" al desquito a decir que la "Casimira" esperaba un hijo suyo, además de informarles que el "Chulo Malote" estaba invadiendo la ciudad de nuevo?...Bueno así había quedado la taranovela, pero eso estaba casi igual en circunstancias...

-Si, Ulquiorra sama... -el número se la entregó, sin demora. Nunca se podía predecir que podría suceder cuando uno de aquellos momentos ocurría, los Espada solían ser muy caprichosos, lo mejor era hacer lo que pedían de inmediato, especialmente  ese par, y el Quinto. Nadie quería saber especialmente del Quinto...

-*Joder... Ahora quien sabe que putas me va a hacer mi Lapin... Como me deje en ridículo con estos pendejos LO MATO... Con un demoño, ¡¡¡NO TE QUEDES CALLADO, HAS ALGO CARAJO!!!*- pensaba, mirando a Ulquiorra, el cual parecía releer el acta de quejas... Pero ni siquiera movía sus ojos... No tenía idea de que podía estar tramando el de ojos verdes.

-Han de saber que nosotros somos la razón por la cual ustedes existen, sin nosotros ustedes no tienen razón de ser...-guardó aquella piedra en su Hakama, tomando el papel con ambas manos -Si es nuestra voluntad, ustedes deben de obedecer, El Fuerte manda sobre el debíl, esa es la ley por la cual  se rige Hueco Mundo...-rompió el papel, en miles de pedazos, usando su reiatsu para destruirlo por completo-La destrucción de una parte del bosque no significa nada, deberían de estar agradecidos porque éste Salvaje no los mató...-aunque nadie entendió si ese "salvaje" era un cumplido o un insulto, posiblemente ambos-Basuras como ustedes no pueden entenderlo, sólo existen para servirnos...-todos estaban confusos, lo que acababa de decir contradecía todo lo dicho y hecho anteriormente, pero nadie se atrevería a objetarlo-Retírense de Las Noches... -alzó la mano, apuntando hacia todos ellos, la energía verde comenzaba a acumularse en su índice derecho...

Todos los que estaban ahí desaparecieron en el acto, estaban blancos, como figuras de papel, debían de reconocer que pese a todo Ulquiorra Cifer seguía siendo la misma estatua de mármol, implacable, frio y mortal, lo mejor era pasar su queja cuando el Cuatro espada no estuviera, y se asegurarían de pedir entrevista autorizada con Tousen sama...

Grimmjow estaba ahí, de pie, sin hacer nada, todo parecía tan confuso, pero a la vez tenía sentido, Ulquiorra era el mismo de siempre, no había cambiado, incluso esas ojeras parecían haber desaparecido de su cara, bueno, no tanto así, pero le quedaban bien, su cabello seguía siendo un desastre, Quien se fijaba en esos detalles?, y su ropa se veía arrugada, tampoco era que Ulquiorra cargara su plancha a todas partes, esperaba. Al verlo a los ojos nada de eso importaba, su amado, cruel, sádico, despiadado y perfecto amante estaba en su magnificente esplendor, sin importar los detalles como su cabello o las arrugas de su traje, ese era al que amaba tanto, aun sin corazón, y al que tanto deseada someter; su sangre estaba hirviendo, repentinamente tenía ganas de destruirlo todo, de ver llover sangre, de aplastar a ese pálido espectro que deslumbraba con su presencia todo lo demás... De decirle que... Bueno, eso no era algo que pudiera expresar aún, pero pronto lo haría, tal vez dentro de uno o dos siglos...

-WA HA HA HA HA HA HA  ¡¡CHÚPENSE ESTA PENDEJOS!!-les gritó, mientras les hacía una señal obscena con su dedo medio, riéndose como el maniático que era.

Ulquiorra lo miró, con ese gesto de nada, pero con ganas de sonreír, odiaba esas expresiones y mas aún el escándalo que las acompañaban, pero cuando se trataba de Grimmjow era de lo mas... ¿Llevadero?... O algo similar... Sin decir nada se giró para entrar de nuevo al palacio, iría a su cuarto para tomar una ducha, dormir un poco, porque talvez, y solo "talvez", sí había descuidado un "poco" su apariencia, que ninguno de los dioses de la basura, ni Aizen sama, permitieran NUNCA que Ichimaru se enterara que le estaba dando la razón....

Antes de que pudiera dar un paso más una fuerte mano lo agarró por detrás de su cabeza, estrellándole la cara contra el muro de enfrente.

-¿¿A DÓNDE COÑO CREES QUE VAS, CONEJO?? ¿¿QUÉ FUE TODA ESTA PUTA MADRE??-no podía ser otro que Grimmjow, desquitándose de todo el mal rato que le había hecho pasar...

Ulquiorra cerró los ojos, preparándose para lo que vendría, y no pensaba quejarse, al fin parecía que las cosas habían vuelto a la normalidad... Ellos destruyendo el palacio mientras "calentaban" para tener sexo salvaje, ¡muérete de envidia Szayel!, mientras que Aizen e Ichimaru se "entretenían" en lo suyo sin importarles que todo se cayera a pedazos... Sí, todo había vuelto a ser normal, al menos desde que Aizen Sousuke había llegado a ese lugar.

 

Notas finales:

Bueno es todo, y gracias  a todos^^


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