¡Oh! ¿Que hize para merecer esto?
Éste, que eso era lo que habia estado esperando, retuvo el fluido en su boca y con ambas manos sostuvo en alto y separados los muslos de Günter, hundiendo su bello rostro en el trasero redondo y firme, poniendo sus labios sobre el orificio y dejando caer el semen del propio chico lo lubrico con el, metiendole la lengua en el hoyito para estimularlo y prepararlo, apretando con lujuria los muslos delgados.
Günter estaba que no podia con mas; la deliciosa mamada que el pelicafe le diera habia puesto su mente en blanco y de inmediato seguia estimulandolo sin piedad, lengueteandole el culo tan rico que arqueaba la espalda y sentia que iba a terminar asfixiandose de tanto taparse la boca para no gritar.
-Gwendal... Gwendal...- alcanzo a hilvanar en susurros entrecortados- Ya no puedo mas... detente o metemelo ya pero ya no puedo seguir soportando esto, aah!
El ojicastaño, quien ya tampoco podia seguir soportandolo, se incorporo, y sin soltar los muslos de Günter los apoyo sobre su pecho, entre la camisa abierta, y mirando atentamente entre sus entrepiernas dirigio su miembro erguido y enorme al pequeño agujerito y empujo. Era terriblemente delicioso, pero parecia que no iba a entrar.
Empujo con mas fuerza, una, otra y otra vez hasta hundirlo por completo en aquel agujerito caliente y apretado. Gwendal acaricio los esbeltos muslos del pelilila mientras lo miraba con ardor: lucia tan erotico asi, sonrojado, despeinado, con las piernas abiertas y su pene bien metido entre ellas.
El chico uke se mordia los labios, acostumbrandose a la presencia invasiva en su trasero, meneo las caderas de un lado a otro y le pidio a Gwendal que se moviera.
Este accedio complacido, iniciando un vaiven lento y sensual; lo ultimo que queria era lastimar a Günter, aunque aparentemente lo ultimo que sentia el consejero era dolor...
Una exquisita expresión de placer se dibujaba en su rostro delicado mientras él gozaba mas y mas la sensación de llenura y satisfacción que le producia tener a Gwendal metido; lo miro, se veia tan varonil, a medio vestir aun, los musculos del pecho tensados, relucientes, moviendose con determinación para embestirlo.
Günter bajo las piernas y las enrosco alrededor de la cadera del ojicastaño, y luego, con un movimiento felino enderezo el torso y se abrazo al bronceado chico. Este lo sostuvo por las carnosas nalgas y dio un paso atrás, cargandolo.
Pujaron y sonrieron, besandose en la boca y en la cara, aumentando el ritmo de la penetración, estrechamente unidos, tan estrechamente que el pene y escroto de Günter se aplastaban contra el bajo vientre de Gwendal, placenteramente, haciendo que su pene volviera a erguirse.
Gwendal penetraba vigorosamente, sacudiendo la lila melena despeinada a cada golpe de cadera, se acercaba mas y mas al orgasmo pero no queria llegar sin su amante...
-Günter- le dijo entre roncos pujidos- ya casi... oooh, umh! Voy a... venirme...
-Vente... aaaahh! ¡Vente dentro de mi Gwendal! ¡Aaaah! ¡Llename de semen!- le pidio el pelilila, desbocado en su propio placer.
Gwendal abrio mucho los ojos; Günter resultaba ser toda una joyita en asuntos eroticos, mas pervertido de lo que el ojicastaño hubiera imaginado.
-Ya... me vengo, ¡Günter! ¡Oooh!- termino el bronceado, dando tres violentos empujes de cadera y vaciandose dentro del pelilila.
Este lo apreto con fuerza al sentir el calido fluido en su interior y le mordio el cuello. Gwendal lo miro sorprendido: sus ojos, muy cerca uno del otro, revelaban sorpresa por parte del pelicafe y una sensual mezcla de malicia y diversión de parte del ojiclaro.
El pelicafe le bajo las piernas parandolo cuidadosamente, pero el otro no lo solto. Lo abrazaba como si todavía dependiera de el para no caerse.
Estrecho su cuerpo cuanto pudo al del pelicafe y froto su sexo contra la cadera de este, mientras le besaba el cuello y le acariciaba la espalda masculina y las caderas estrechas y las nalgas firmes.
Gwendal lo miraba fascinado, y cuando el pelilila tomo su mano y le llevo a su propia ereccion, susurrandole que se la jalara, el bronceado se sonrojo mucho. Pero lo hizo, masturbo a Günter mientras seguían besandose y toqueteandose...
-Mas rápido Gwendal, onegai... - pidio el ojiclaro hundiendo su rostro en el cuello varonil del otro, chupeteandoselo y gimiendo, la mano bronceada era experta en atender las necesidades de un pene erguido...
Günter se pregunto con cuanta frecuencia se masturbaria su lindo ojioscuro, pero cuando este deslizo un par de dedos en su culo, estimulandolo por sus dos centros de placer, dejo de pensar en ninguna cosa para concentrarse en sentir, sentir y gozar ese exquisito placer, aun mas placentero por se proporcionado por el hermoso pelicafe.
No resistio mucho aquel doble ataque, y entre jadeitos eyaculo sobre la mano y abdomen de Gwendal, apretando sus dedos en su interior, pidiendole luego que lo soltara, pues estaba hipersensible y hasta el mas leve roce era demasiado.
-¡Günter! No esperaba...
-¿Qué? ¿No creias que pudiera ser bueno en la cama?-le pregunto sonriendo divertido- Puede que luzca algo ingenuo, pero esas hemorragias nasales no se producen de la nada.
-No, supongo que no.- rió Gwendal, saliendo de su estupor.- Y ahora tengo mas curiosidad que nunca de saber que otros secretos se esconden detrás de tu cara de niño bueno.
Mientras le decia aquello acariciaba el contorno de su rostro con las yemas de sus dedos, y al finalizar beso suavemente sus labios.
-¿Sabes? Quiza te cuente algunos, pero otros tendras que descubrirlos.
-Solo dame la oportunidad y veras como los revelare uno por uno.- le pidio, con el corazon latiendole muy rapido.
-¿Es esto una petición de ser novios?-pregunto Günter, dispuesto a jugar un poco mas con su sexy chico bronceado.
-Puede ser...- respondio apenado Gwendal. Se ponia muy nervioso con cuestiones sentimentales.
-Porque si lo fuera, ya no podria ir por ahí gritando ¡Hekka hekka! Todo el dia...
-¡Entonces definitivamente es una petición para que seas mi novio!-exclamo el pelicafe.
Günter rio y pellizco la mejilla de Gwendal.
-Entonces definitivamente acepto.- tomo el rostro del pelicafe entre sus manos y su gesto se volvio tierno- Habia deseado tanto tiempo que me lo pidieras...
-Soy un idiota...- dijo Gwendal- Pero un idiota con suerte.
Sonrio, y soltando a su novio le paso su ropa para que se vistiera, invitandolo a salir aquella noche. Porque queria repetir lo mas pronto posible.
¿Fin?