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El Baron y el Duque por iruhanachan

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Notas del fanfic:

 

 

todos los personajes  de este fanfic pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

 

Notas del capitulo:

un primer encuentro..

hola! éste es mi primer fanfic. y la verdad, me ha costado mucho decidirme a publicarlo al final, pues, que sea lo que sea. espero que os guste sino criticarme para ver si mejoro.

es posible que la historía os suene, yo me inspiré en un doujin  de ruhana  de kerokero snipers. pero como soy una fan de novelas romaticas historicas es posible que haya hecho una ensalada de ideas.

bueno que lo disfruteis, me gusta mucho Iruka y he  disfrutado mucho escribiendo ese primer capitulo

todos los personajes  de este fanfic pertenecen a Masashi Kishimoto.

Prólogo

-¡No te vayas papa!- Se despertó sobresaltado, había sido sólo un sueño. El mismo que venía teniendo desde hacia dos años , seguramente porque empezaba a quedarse sin dinero. Se levantó de la cama y miró hacia la ventana, la luna estaba más brillante. -No creo que pueda dormirme otra vez ,mejor doy un paseo por la playa- pensó. salió de casa y miró el cielo.

“ sí, las estrellas brillan más”- pensó. Mientras se dirigía a la playa a pasos lentos. Hacía más de cinco años que vivía solo en esa pequeña casita cerca de la playa.

Me había mudado ahí después de la muerte de mis padres, mi padre era un baron arruinado que se casó con mi madre para mejorar su situación aunque al final su esposa no pudo ayudarle; porque sus padres murieron repentinamente y el dinero pasó a unos de sus hermanos que no quiso compartir la herencia con ella. Aunque los dos consiguieron salir adelante vendiendo algunas de sus propiedades.

 Se quedaron solo con dos casas , una enorme vivienda victoriana en paris y esa casita en Burdeaux Los años que vivieron en paris fueron muy felices hasta el fátidico día en el que ambos fallecieron. Fue a mis quince años, mis padres recibieron una invitación para asistir a una fiesta que daban los Duque Louse de Hataki. Al parecer , según ellos, el duque había escuchado comentarios sobre el baron Umino; en concreto sobre su hijo adolescente rebelde que no paraba de hacer travesuras. Una de ellas ocurrió en su casa así que les llamado para hablar con mi padre y cantarme las cuarenta.

 Mi padre ya me había reñido pero mi madre quería aprovechar esa oportunidad para hacer amigos en la alta sociedad; así que acudimos a la fiesta pero el duque no apareció. Regresé a casa antes que mis padres. Cuando ellos regresaban, fueron atracados por unos maleantes que les dispararon , según los policias, porque intentaron rebelarse. Para un chico de quince años que simplemente se preocupaba por planear la siguiente travesura, fue un duro golpe.

 Ninguno de sus parientes quisieron encargarse de él por culpa de su fama de rebelde y no le quedó otra solución que vender la casa de Paris y mudarse a Bordeaux. Pagué las deudas que tenía mi padre y con el poco dinero que quedaba compré un billete a bordeaux. De allí me trasladé a una pequeña villa donde se encontraba nuestra segunda residencia, Lacanau.

 No tuve otra opción que aprender cuidarme.- declaró en voz alta Al principio, era incapaz de cocinar sin acabar quemándome; las cicatrices de mis dedos eran prueba de lo que tuve que pasar. Estaba mirando mis manos cuando di con algo cayéndome encima suyo ,interrumpiendo mis pensamientos

-¡joder, maldita piedra!- gritó, sentándose encima de ella -mm..i..tai..- iruka miró de donde provenía ese gemido, bajó la mirada y se encontró sentado en un cuerpo medio destrozado

 -caray, pero si eres una persona.excusez-moi, lo siento-se disculpó. Levantándose inmediatamente, el cuerpo seguía emitindo gemidos pero no se movía.El desconocido era un hombre, con el pelo blanco, tenía una cicatriz vertical en el ojo izquierdo que terminaba en la mejilla, tenía la piel muy pálida y seguramente un poco era más alto que él pero no tenía cara de mala persona, además llevaba el uniforme de un oficial francés. Iruka decidió ayudarle, con mucho esfuerzo lo llevó hasta su casa; lo metió en la cama y le quitó la ropa poniéndole uno de sus camisones para dormir.

 No parece que tengas fiebre. Pensó mientras posaba sus manos en su frente - espero que no te asustes mañana pero no tengo otro sitio donde dormir- le comentó al visitante mientras se echaba a su lado en su cama- nos tendremos que apretujar. Añadió sonriendo, además su casa era bastante pequeña; tenía un cuarto, una cocina, un baño y un salón pequeño, como mucho podían vivir dos personas.

 En el salón sólo cabía un sofa y una mesita. En la cocina, una mesa con dos silla y en la habitación, la cama y una silla.

 Al día siguiente

 - nhmm! Cómo me duele el cuerpo!, intentó levantarse y lo único que consiguió fue emitir otro gemido de dolor .

 -¿dónde estoy?- se preguntó abriendo los ojos. Giró la cabeza y se encontró otra cara. Era un chic@ moren@ con una cicatriz horizontal en la nariz, por lo poco que podía ver desde el gorro su pelo era color negro. Su rostro mostraba paz y tranquilidad. Se le quedó mirando un buen rato, era una belleza no es momento de pensar eso kakashi- se reprendió.

 Con mucho esfuerzo y aguantándose el dolor levantó la mano y zarandeó al moreno.-despierta, despierta. El otro abrió los ojos y lo miró fijamente

-déjame en paz ,oiste, que estoy muy a gusto. Se quejó cerrando otra vez los ojos.

-despierta, imbécil, que tengo sed-volvió a zarandearlo. El de la cicatriz en la nariz se sentó en la cama y bostezó.

 -¿Cómo te encuentras náufrago?le preguntó mirándole, su anfitrión tenía los ojos color chocolate y era un hombre -bien- contesté mirándole

-mi nombre es Iruka Umino..y tú?-

-el mío es Kakashi Hatake-le respondió esperando que el otro comentara sobre el color mejor dicho, colores, de sus ojos. Por buena o mala suerte, a él a los once años se le cambió el color de uno de sus ojos, ahora tenía uno de color negro y otro rojo.

 A principios sus padres se asustaron, luego sólo su padre siguió asustado, temiendo que fuese obra del demonio, tal era su miedo que empezó a marginar a su único hijo y decidió no tener más por si nacían con cola y cuernos. Cuando murió no dejó de pedir perdón al cura y que éste lo purificará.

Parece que a monsieur Umino no le interesaba o simplemente no se había dado por cuenta, aunque es muy dificil no notarlo. Iruka se levantó y se hizó una coleta antes de salir de la habitación. Volvió con un vaso de agua.

 -Aquí lo tienes. Monsieur Hatake podría darme el nombre de algún pariente para que les avise que esta bién.

 -No, me iré mañana mismo. Dónde estamos?

-En Lacanau es una de las villas de Burdeaux.- explicó al ver el rostro e what que tenía el otro. - Cuando quieras ir al baño avisame, ahora iré a lavarme luego haré el desayuno y también te traeré una tina con agua para que te laves.- agregó saliendo del cuarto.

 Cuantos años tendrá ese chico? Se pregunto kakashi, parecía tener unos diecisiete pero es muy dificil por no decir casi imposible que alguien tan joven pudiera permitirse pagar una casa como esa; aunque no pareciese muy grande. A su edad muchos estarían viviendo en un hostal de mala muerte o en la calle, a no ser, que fuera el amante de alguna viúda rica; que seguramente es su caso. Es posible que esa casa sea el lugar donde se encuentran a escondidas...

-Te he traído agua pero no está del todo caliente-comentó su anfitrión interrumpiendo sus pensamientos. El peliplateado lo miró, iruka llevaba el pelo suelto un poco húmedo, su pelo era bastante largo lo llegaba por el hombro; estaba muy sexy, sonriendo con algunos pelos que se le pegaron en la mejilla y el camisón que le llegaba por encima de la rodilla, le entraron ganas de quitárselo y hacerle cosas xxx, sus mirada es muy inocente. Quítate estos pensamientos hatake kakashi- se reprendió sacudiendo la cabeza, que él es un hombre y además seguro que tienes menos de diecisiete. Irías en la cárcel recuérdalo.

 -Déjalo ahí , que ya me lavaré sólo.-declaró. El pelinegro dejó la tina en el suelo, luego se dirigió al armario dándole la espalda y empezó a desnudarse. Se quitó el acmisón y abrió el armario buscando ropa, al peliblanco se le salieron los ojos, el pelicastaño tenía una trasera impresionante, desde luego era muy violable, empezó a sentir cierto calorcillo por el cuerpo y su miembro empezó a reacionar. “Eso no es bueno, si te pilla te llamara pervertido. Tengo que hacer algo”

- que haces andando desnudo delante mía?-preguntó todo lo tranquilo que pudo.

-¿No puedo?- preguntó el pelicastaño girándose para verlo. Kakashi pudo apreciar su pecho no tan marcado y sus liso abdominales y más abajo su miembro que estaba flácido. Tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no cumplir unas de las fantasías del prota de Icha icha paradise, su colección de libros erótico.

-Vuélvete y vístete rapido, no quiero verte desnudo- le gritó como respuesta. No soy raro, no me gustan ese tipo de cosas, no tengo esos gustos. Se dijo.

-No te pongas así, hombre, sé que eres oficial y ya has visto muchos hombres desnudos

 -Lo que tú digas..sólo vístete rápido y ve a hacerme el desayuno.-

 -Con quien crees que hablas, no soy tu empleado, te estoy ayudando ,sabes, y si me hubieras dicho que te molesta ver hombres desnudos..

 -Tú no eres un hombre-le interrumpió el peliblanco -mira, imbécil no voy a poner en cuestión mi hombría. Te aguanto hasta mañana y después te vas por donde has venido,entendiste, yo mismo te regalaré el billete.-le gritó Iruka enfadado antes de salir de la habitación. Por dios, había intentado ayudar a un extraño, y le paga poniendo en duda su hombría y para colmo cree que él es su esclavo.

 Yo creyendo que era un buen hombre incluso empezaba a verle con otros ojos. Por la mañana, cuando desperté a su lado , la calidez de su cuerpo me hizo sentir abrigado; deseé sentir sus brazos rodeándome y quedarse así unos cuantos años, luego cuando le miré fijamente , vi que tenía un rostro muy bello, la cicatriz le daba un toque de dureza que le quedaba bien pero esos ojos con colores dispares daban la perfección a su rostro . Casi babeaba delante de él. No es que fuese una persona rara pero era lo suficiente justa para aceptar un hecho irrefutable. Kakashi Hataki era un hombre muy atractivo igual que desesperante, porque en ese momento tenía unas ganas inmensas de darle con un mazo.

Aunque cuando se fuese el peliblanco iba a quedarse otra vez sólo pero

“mejor eso que mal acompañado”.se dijo para levantarse el ánimo.

 El día pasó rapido para iruka, fue a hacer algunos recados que tenía pendientes; su trabajo de recadero no le daba mucho dinero pero le daba para comer y cuando tenía suerte algunas ricachonas le daban propinas, que estaba juntando para las vacas flacas . Pensar que tenía que tocar ese dinero para comprar el billete le daba dolor de estómago pero aun así lo compró.

Llegó a casa por la noche, andar de un lado a otro lo dejaba agotado. Lo único que quería hacer era echarse en la cama y dormir; había dejado comida en la silla y una jarra de agua ahora sólo tenía que llevarle la cena y echarse a dormir. Entró en la habitación cargando con un plato de comida. Miró a su invitado, que parecía estar dormido.

 -seguro que es por lo dolorido que tiene el cuerpo- se dijo en voz baja- mañana estarás bien para irte -añadió sonriendo mientras se quitaba la ropa

-tantas ganas tienes de librarte de mí- comentó kakashi.sobresaltando a iruka que se estaba poniendo el camisón .

-no es por eso, sólo me alegro de que estés bien-le contestó iruka tumbándose a su lado en la cama

- ¿Cómo puedes dormir con un hombre desconocido?. Podría ser un pervertido y violarte- comentó el peliblanco, la verdad es que la cercanía del pelicastaño en camisón no le estaba haciendo ningún bien así que no le quedaba otra más que intentar distraerse, y hablar; era un buen método aunque escuhando su voz suave y su aliento tan cerca de él le hacia dudar.

-porque ahora mismo estás tan indefenso como un bebé. Tu tendrías que temerme . -Le respondió

-que voy a temer de un jovenzuelo que..

-si no quieres acabar peor de lo estás no sigas por ese camino monsieur-le interrumpió iruka- mejor durmamos que mañana tiene que levantarse temprano que el tren que lo llevará a parís saldrá a las diez y tenemos que andar un gran trecho antes del legar a la estación

-¿París? Cuando te dije que iba ir a París-preguntó el peliblanco .

 -No me lo dijiste, lo supuse por el uniforme de oficial . Si al final no vas a ir cuando lleguemos a la estación lo cambias y todos felices. Ahora voy a dormir. Por cierto tu cena está en la silla por si tienes hambre.-agregó cerrando los ojos.

 -Iruka no me has preguntado nada acerca de mí- dijo cerrando también los ojos

-no quiero saber nada.- algo me dice que si me cuentas más cosas de ti más me costará olvidarte.pensó iruka antes de dormirse.

Notas finales:

bueno, si estas leyendo eso,  gracías. lo has leído por lo menos.


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