No sé nada aún, mi decimoquinta cereza negra
No es coincidencia que tu silueta humedezca mi fruta.
-No...no… por favor… para- decía la inocente voz de un niño, un pequeño e indefenso cuerpo –…por favor detente- habló entre pequeños sollozos, mientras unas manos se escabullían por el indefenso y frágil cuerpo del menor –… no quiero más- leves sollozos se escuchaban en la habitación, el pequeño cuerpo del niño yacía en la cama sin movimiento alguno, de sus ojos almendrados brotaban lagrimas que recorrían sus sonrojadas y humedecidas mejillas, sus manos aprisionaban con fuerza las blancas y puras sabanas –… por favor… no- suplicaba una y otra vez, aun así las manos continuaban recorriendo el pequeño y fino cuerpo de este, sujetó con más fuerza aquellas sabanas donde se encontraba recostado, sintió una helada sensación recorrer su cuerpo, aquellas manos delgadas yacían sujetadas a la cintura del pequeño, una lengua lamió el torso de este mientras que una leve risa se escuchó, continuó apreciando cada parte del menor sin importarle las suplicas, es más, que suplicara finalizar para aquel individuo significaba continuar hasta que el placer consumiera a ambos – No quiero más, por favor detente… no quiero…- el menor continuaba suplicando ahora con sus lagrimas más abundantes, se dirigió a la zona baja… apreciando y tocándolo…
-¡¡BASTA!!-
Gritó sobresaltado ruki y despertando de aquella pesadilla en plena oscuridad, el vocal se encontraba sudado y sin poder volver a formular el sueño, se levantó y fue al baño, se mojó la cara para despertar bien, en cuanto subió la mirada vio su rostro en el gran espejo que yacía pegado a la pared, se quedó mirando fijamente, un rostro pálido y sin expresión alguna –patético- murmuró.
Continuó con su vista en aquella imagen ridícula y hasta penosa en aquel vidrio que reflejaba su rostro sin vida –idiota… asqueroso… das lástima- volvió a murmurar.
Educación prohibida.
Se refregó sus ojos mojando su rostro con abundante agua, elevó su mirada una vez más al apreciado vidrio que le refregaba su idiota existencia cada día, cerró sus ojos con fuerza pensando que quizás al abrirlos ya no sería él quien apareciere frente suyo, después de todo quizás todo esta era un mal sueño, de esas pesadillas que no puedes acabar, se dejó llevar en sus propios pensamientos, tratando de imaginar una realidad que claramente no era la suya, trató de imaginar como hubiera sido si su vida hubiera sido otra ¿Qué estupido no? pensó… tener una linda familia, buenos amigos, una pareja, la banda, sus fans… demasiado perfecto, pensó –aquello no existe…- abrió lentamente sus ojos volviendo a su realidad, se asustó, se aterró, su corazón comenzó a palpitar más rápido de lo común pensando así que hasta se le saldría por la boca ¿qué mierda? se volvió a refregar sus ojos… ¿qué había visto? ¿qué había sucedido? Aquella mujer de sus recuerdos apareció en su reflejo… aquella mujer… se asustó al verla en el espejo, sus recuerdos lo volvieron a atormentar una vez más, suplicando que parase, hablando solo como lo solía hacer desde un tiempo, perdiendo la calma, gritándole a un simple vidrio que parase, se sujetó la cabeza y como un demente pidió que parase…
-¿nadie sabe donde esta ruki?
-no kai, es raro que ruki llegue atrasado a un ensayo, además ni siquiera ha llamado- habló el bajista algo preocupado.
-quizás se quedó dormido… quien sabe, pero no podemos atrasar el ensayo por la culpa de él, creo que deberíamos comenzar- cogiendo su guitarra.
-¿y si le pasó algo aoi?- persistía el bajista.
-tranquilo reita, después de todo aoi tiene razón, no podemos postergar un ensayo, tú sabes que últimamente estamos lleno de trabajo… ruki lo sabe bastante bien, ya llamará… tranquilo- lanzó una pequeña sonrisa tratando de reconfortar al rubio, cosa que no sirvió de mucho.
Comenzó un desastroso ensayo al parecer del líder.
-¿qué ocurre reita?-
-perdón kai… ahora sí…- volvieron a dar sonido.
Pero ese estruendoso y hasta doloroso ruido en el bajo formaba muecas de desagrado en los rostros de todos sus compañeros.
-no podemos ensayar de esta forma…- se quitó la guitarra de encima y se sentó en el sofá, robándole del bolso del bajista el game boy.
-no es hora de jugar aoi- habló frustrado uruha.
-amor… ahora no ¿ok? estoy ocupado-
-¡awww aoi! baka…- el pelinegro solo ignoró a su pareja y continuó en aquel juego que lo obsesionaba por completo, es más, juego que más que hacerlo divertir lo hacía enfadar al no poder pasar de nivel, después de todo aoi era un asco en los juegos, cosa que aun no quería asumir.
-creo que así acaba el ensayo de hoy ¿no?- habló sin poder hacer nada ante la situación que presenciaban sus ojos.
-lo siento kai… pero ruki… no se… él avisa cuando falta-
-si kai… reita tiene razón- habló el primer guitarrista apoyando al rubio.
-creo que tienen razón- encogió sus hombros –vallan a verlo ahora, si ocurre algo me llaman-
Ni se escuchó la respuesta de sus compañeros cuando la puerta golpeó y reita iba en busca de su amigo.
-¡Ruki!- golpeaba insistentemente la puerta pero sin escuchar respuesta alguna, se comenzó a desesperar, tenía un mal presentimiento, algo había ocurrido, él lo sabía, se sintió idiota al saber que solo ese maldito pedazo de madera lo separaba de ruki, lo llamó insistentemente a su móvil dando el mismo resultado anterior, nada…. nada ocurría… la voz del pelirrojo no se escuchaba, un silencio de adentro reinaba el pasillo del edificio donde vivía ¿estaba siendo exagerado o de verdad algo ocurrió? No le importó pensar en aquello, de tanto golpear aquella madera fría sintió como movió el seguro dándole entrada al oscuro y silencioso departamento del vocal, las cortinas aun cerradas, dando un aspecto algo tenebroso al lugar.
-¡Ruki!- exclamó una vez más el bajista, esperando escuchar la voz de su amigo, entró al dormitorio de este, viendo solo las cortinas que impedían que la luz pudiese entrar, la cama sin hacer y un desorden que le impresionó.
Le faltaba revisar el baño, giró la perilla, encendió la luz y hay lo vio, tirado en el suelo, rodeado de sangre, vidrios desparramados, su mano se encontraba inmovilizada, se veía realmente indefenso, como si algo lo hubiese matado.
Se asustó, una sensación indescriptible recorrió su cuerpo, se movió rápidamente, no pensaba dejar a su amigo en tal estado, sin entender aun lo que ocurría, lo tomó en sus brazos, lagrimas recorrían sus mejillas ¿qué mierda debía de hacer al encontrar esto? Sus puños tiritaban, envueltos de aquel rojo carmesí, con algunos pedazos de vidrios enterrados… ¿qué ocurría?
¿Es amor maternal lo que se siente en los genitales?
¿O deseo sexual?
…las manos se dirigieron a su zona baja, un pequeño e indefenso cuerpo trataba de safarse de las delgadas y heladas manos de quien lo sujetaba con fuerza –no sigas por… por favor…- suplicaba una y otra vez el niño –no… quiero- de sus ojos almendrados las lagrimas no paraban de cesar, una leve risa se escuchaba hundirse en el tímpano del menor, una risa que no paraba de escuchar y veía como volvía una y otra vez a recorrer por completo su cuerpo, las manos sujetaron suavemente los genitales del pequeño e indefenso cuerpo –aw.. me… me duele- apretó con fuerza los ojos - ¡¡paraa!!!- suplicó con mas fuerza, las manos heladas apretaron y tocaron bruscamente su sexo haciéndolo sacar un grito ahogado en su intento de callar.
Sus labios se acercaron al oído del menor y mediante un susurro lamió el oído –buen niño…-
-¡¡NOOO!!- Volvió a despertar el vocal, encontrándose acostado en su cama, con vendas en sus manos y un cuerpo que lo rodeaba, brazos lo sujetaban dándole temor de quien pudiese ser la persona que estaba a su lado.
-ruki…- su corazón se tranquilizó, aquella voz la conocía bastante bien.
-reita…- lloró y lo abrazó con fuerza.
-ya estoy a tu lado… tranquilo- susurró.
-esto es un mal sueño ¿cuánto más deberé gritar y sufrir? Por favor dime que esto es un horrible sueño, quiero reír solo una vez más – con sus mejillas de tono rojizo y humedecidas por las abundantes lágrimas de aquel día.
-Ruu ya estoy a tu lado, tranquilo…- Aquella risa aun recorría su cuerpo y lo hacía estremecerse por completo haciendo que se refugiara más entre los brazos del bajista.
-deseo… deseo morir-
-no hables estupideces ruki- se sintió la voz preocupada de su compañero de banda, que en alguna ocasión fue mucho más que un simple compañero y un buen amigo, quien ya sabía lo que había ocurrido con su tan apreciado “pequeño” jamás le preguntó, jamás lo enfrentó, sabía que al tocar el tema esto causaría más daño, pero ahora se sentía imbecil ¿cómo nunca lo pudo ayudar? Él se lo pedía a gritos, pero solo supo guardar silencio e indiferencia sobre el tema.
-quizás…-
-no ruki- lo interrumpió –dije que dejes de hablar tonterías, tú debes de estar acá, con nosotros, conmigo…-
-pero ella me necesita, lo sé… ella se siente sola… ella me quiere, ella me ama…-
Irresistible, un día me empaparé en ti, cereza negra
Lo que quiero no es amor, es el deseo que duerme al lado de mi y mi madre.
¿qué mierda podía responder ante eso? Sentía como el dolor lo absorbía cada vez más… él siempre fue el segundo en la vida de ruki, él jamás la iba a poder reemplazar, ella era única para él, él la desea y aun hasta hoy la espera, sus recuerdos lo lastiman aun así la aprendió a amar.
Educación prohibida.
-reita… yo…. No quiero sentir de nuevo esto…- se escondía en el pecho del rubio, ocultando así también sus lagrimas –soy patético… ella lo dijo, pero a su lado… a su lado soy más que su hijo… soy su todo, lo sé reita…-
¿Es amor maternal lo que se siente en los genitales?
¿O deseo sexual?
-ruki… ella murió hace bastante… ¡basta! Ella abusó de ti… ¡no continúes en esta mentira!-
Un silencio perduró –reita… ella me ama, lo sé, ella me lo dijo… soy su niño… reita… ella me desea… ella me necesita… quizás ya deberíamos de estar juntos-
-¡Ruki basta!- en cada palabra de él sentía que se iba hundiendo más, no comprendía, después de todo ¿por qué ruki la amaba tanto? ¿por qué él no significó tanto como ella? ¿Cómo podría jugar contra el amor de su madre? Sentía que apretaban e incluso estrujaban su corazón causándole un inmenso daño ¿cómo podría decirle a ruki que él aun lo amaba? Después de él mismo haber aceptado aquella ruptura, relación de la que nadie se enteró ¿Cómo mierda podía hacer que ruki la olvidase? ¿por qué la amaba tanto? La violencia abusó de él, ella no lo merece… ella abuso de él, ella lo tocó, ella lo apreció, ella lo acarició, ella sintió placer, después de un tiempo ella le causó placer… ella lo mató…
Azucarado dolor...por favor, dulce y azucarado dolor, madre
Dame dolor hasta que no pueda dormir, así nunca te olvidaré nuevamente.
-quizás si yo estuviera con ella ahora…-
-no ruki ¡basta!- lo apretó contra su cuerpo –acaso no te das cuenta que me haces sufrir con todo esto ¡por qué! ¿por qué continuas causándote daño a ti mismo? Ella no vale nada, ella es una maldita puta que lo único que supo hacer fue arruinarte la vida… ¿por qué mierda la amas tanto?-
Azucarado dolor...por favor, dulce y azucarado dolor, madre
Una y otra vez, toca este cuerpo que me diste con la punta de tu lengua.
-¡no la llames así!- se alejó del cuerpo del mayor dando a conocer su demacrado rostro, con las lagrimas que no cesaban desde ya un buen tiempo… desde que la violencia tocó su cuerpo.
Azucarado dolor...por favor, dulce y azucarado dolor, madre
Más que simplemente amarte, quiero sentirte en una forma que destroza mi mente.
-¡Te amo!- exclamó con sus ojos a punto de votar alguna lagrima –¡te amo!... nunca dejé de amarte, jamás deje de sentir algo por ti, nunca te olvidé, siempre te mantuve conmigo, siempre te cuidé desde entonces… te amo- sintió como los cálidos brazos del menor lo rodearon y como volvía aferrarse de su cuerpo.
-lo siento reita- continuó abrazándolo –lo siento mucho, fui un idiota- dio a conocer su rostro para observar al mayor, se acercó lentamente para formular un suave y hermoso beso… posó sus labios en los del rubio, dejándolo sentir aquella sensación que tanto amaba y extrañaba, volvía a sentirlo, volvía a saborearlo, volvía a él una vez más… dejaron entrar sus lenguas para poder recorrer sitios ya conocidos para ambos, un lento pero hermoso beso.
Dolor Azucarado…
-ruki…- habló aun con sus ojos cerrados, sintiendo la exquisita fragancia del pelirrojo separándose de aquellos labios que tanto amaba –gracias…-
-tranquilo reita…ya todo está bien… tranquilo mi reita- lo besó por ultima vez y se dirigió al baño, por fin ya todo había acabado, por fin ruki intentaría dejar todo esto atrás y comenzar de nuevo… por fin todo había acabado, por fin él estaría con su ruki, por fin podría experimentar nuevamente la tan dichosa sensación que le otorgaba cada día que habían mantenido una relación, ruki comenzaba a demorar… pero su alegría le impidió ver lo que estaba ocurriendo, ruki por fin lo aceptó… una vez más… ruki de verdad comenzaba a demorar… lo llamó, pero no le respondió, su alegría opacaba la realidad, volvió a llamar y el silencio respondió, decidió ir a buscarlo.
-ruki- lo llamó, entrando al baño –ru… ¡ruki!- comenzó a llorar, al ver la imagen de su amado desangrando en el suelo… sus muñecas se encontraban hundidas en tal liquido oscuro, su llanto llenó el lugar, su ruki no respondía, demacrado en el suelo… él lloraba, su ruki no respondía… él lo llamaba, su ruki guardaba silencio –ruki… mierda ruki- lloraba y su amado no abría los ojos, lo cogió entre sus brazos zamarreándolo bruscamente –¡ruki, ruki, ruki! Mierda ruki!- él permanecía con su rostro pálido tal muerto lo fuera… porque él no pudiese estar muerto, él no podría… él no lo dejaría solo, él… lo besó, sellando un momento de amor entre ambos… él lo besó para así despedirse, pensó luego… él aun la ama y jamás pude contra eso, él la desea, jamás pude entregarle dichosa sensación… él quiere caer una vez más bajo sus manos, él quiere ser tocado y apreciado una vez más por ella… él la ama, él la desea…
Continuó llorando de una forma desconsoladora, sintiendo que alguien le había quitado a hachazos y a puñaladas su corazón, alguien ese día lo había matado, lo besó por última vez, sintiendo aquella sensación que le revolvía el estomago… sus cuerpos fríos se juntaron, sus manos formaron una… él no cesaba su llanto, lloró junto a su cuerpo.
Unos pequeños latidos deseaban dejar de existir.
…Madre mía… aferrate a mi mano como nunca antes te has aferrado a algo, madre mía ahora nuestro amor jamás se volverá a separar, siento mi desnudez ante tus ojos, madre mía hazme una vez mas tuyo…
Dolor Azucarado…Hermoso dolor que me otorgaste madre mía…