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MAL ENTENDIDOS por kazeyue

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Notas del capitulo:

Kaze: Ohayo ¿Cómo los ha tratado la vida?

Yue: Pues ami bien jejeje

Kaze: Baka ¬¬

Yue: Lo que digas. Y ahora el capitulo final jejeje espero lo disfruten y no nos quieran linchar al final XD.

Kaze: Como el capítulo pasado estuvo corto este esta largo... algo alargo jeje.

 

sasunaru

 

 

El ojinegro miro al castaño que lo veía expectante.

 

-Tu ¿Cómo sabia de mi hermano?- el castaño lo miró horrorizado. Bajó la mirada y huyó de esos ojos que lo hacían perderse.

 

-Yo...Yo- Que podía decir, que era Naruto, que leyó en un periódico de él, no, no funcionaria

 

-Naruto, ¿Cómo esta Maan?- hablo Kiba con un joven a su lado.

 

-Tu- habló el azabache viéndolo como un bicho raro.

 

-Gomenne- y salio corriendo, las lagrimas corrían por su tibias mejillas, todo el trabajo de estos años tirado a la basura, todo lo planeado para formar una nueva familia se había ido al caño, comenzar de nuevo era una palabra que ya no podría emplear.

 

Fuera del hospital, ¿Qué haría ahora? Era lo que no dejaba de preguntarse una y otra vez. Se abrasó a si mismo y soltó los sollozos, aun sentía ese dolor, aun después de casi seis años. Su corazón le oprimía el pecho y no sabia que hacer.

 

-Baka, baka, baka, baka, baka, baka, baka, baka, baka- se decía a si mismo

 

-No digas eso- esa voz hizo que quisiera salir corriendo otra vez, pero se detuvo era mejor afrontar la cosas de una buena vez.

 

-¿Qué quieres?- hablo con la voz temblorosa

 

-¿Qué? Dímelo tú-

 

-Yo quiero...yo quiero - se dio la vuelta y  le vio a los ojos, podía mentir y dejar que todo se fuera al caño o decir la verdad- Que me dejes en paz, que te vayas, que dejes de buscarme, que me dejes yaaaa- callo al suelo, las lagrimas cada vez eran mas dolorosas y esas palabras cortaban cono un cuchillo. Debía alejarlo por el bien de los dos.

 

-Si eso es lo que quieres, esta bien por mi- cerró los ojos con impotencia, bien hubiese hecho que cambiara de opinión pero Naruto ya había decidido y ahora le tocaba a él cumplir eso aunque su mente, su cuerpo y corazón le dijeran que lo abrazara y lo protegiera. Mientras el otro se preguntaba si en verdad era cierto lo del amor pues se lo había tomado muy bien.

 

Entró al hospital, sus labios temblaron pero no diría nada. Kiba se aferraba al desconocido, veía nervioso al azabache y al mismo tiempo culpable y con odio.

 

-¿Han sabido algo?- dijo serio 

 

-No nada- habló el desconocido

 

-Algún pariente de la pequeña- habló el medico saliendo de la sala de operación.

 

-No ella es...-

 

-Ella es mi hija - habló el castaño, secándose las lágrimas- Soy su padre-

 

-La niña perderá el brazo ya que la articulación que une los nervios del brazo están lesionados, algunos huesos se han roto y la reconstrucción seria algo que nosotros no podemos hacer-

 

-Espere un momento, hay alguien que puede hacer algo por ella, llegara dentro de algunas horas- habló preocupado el azabache

 

- Esperaremos tres horas mas, es lo máximo que podemos esperar-

 

Los minutos se hacían horas, Sasuke de vez en cuando veía a Naruto que se apretujaba las manos y sus ojos se cristalizaban, no sabia como hacia para soportar verlo de esa forma, las ganas de abrazarlo y decirle cosas reconfortantes eran enormes.

 

La media noche estaba apunto de marcarse cuando en el pasillo blanco a aparecieron dos personas.

 

-Ototo, ¿Para qué me has llamado?- hablo preocupado un joven de cabello negro grisáceo.

 

-Ita-Chan, por favor habla con el medico ayuda a Maan- intervino el castaño

 

-Naru, ¿Estas bien?- el castaño lo quedo viendo alucinado, lo acaba de llamar por su nombre a caso tambien lo había descubierto.

 

-No es necesario que lo niegues nosotros ya lo sabemos- habló un rubio con una pancita abultada

 

-Dei- dijo apenas y se lanzó a los brazos protectores de su hermano mayor -Te extrañe- sollozó

 

-Yo también-

 

Itachi dio unas palmaditas en la espalda de su hermano y entró a la sala donde lo esperaban los médicos.

 

-¿Cómo has sabido que soy yo?- preguntó una vez recuperado

 

-Veras, hace mmm...... cuatro años Fugako-san dio con tu paradero, se lo comentó a nuestros padres y ellos decidieron que estaba bien que no le dijeran a Sasuke, Itachi se enteró y pidió a su padre que le dijeran pero todos se negaron. Todos pensábamos que quizá con el tiempo él te olvidaría pero no fue así, Sasuke llegó a extremos porque no estabas tu, pero siempre Itachi y yo estábamos allí para ayudarlo llegábamos; después de tanto tiempo Itachi lo convenció que la mejor manera de solucionar las cosas eran buscándote y así lo hizo pero siempre le daban malas noticias-

 

-Pero... ¿Cómo?-

 

-¿Quiénes crees que eran los que donaban anónimamente al orfanato todos los meses? Oto-san y Fugaku-san- dijo con una sonrisa -Todos pensaron que si estabas aquí era por una razón, pero después de un tiempo de escarmiento para Sasuke según Fugaku-san, decidieron que tenían que aclarar las cosas y que  quizá a estas alturas tu ya no estuvieras tan enamorado de él, pero por lo que me doy cuenta no es así-

 

-Aniki yo...yo-hipaba

 

-Calma, Sasuke aunque no lo creas ha sufrido mucho, cuando la pequeña Mai nació Sasuke siempre estaba con ella, parecía mas su padre que nosotros. Entonces se dio cuenta que quería recuperarte y formar una familia contigo y solo contigo-

 

-Pero tu sabes que yo ya no puedo quedar premiado, que lo que paso hace tiempo fue porque yo no puedo hacerlo, y no quería atar a Sasuke a una  persona que no puede darle hijos, quiero que él sea feliz-

 

 

-Y el quiere ser feliz a tu lado, entiéndelo-

 

-No podemos- las lagrimas salían de sus ojos azules.

 

-Claro que pueden, así como Itachi y yo lo somos. Regresa a casa y así podrás conocer a nuestros pequeños hijos, Mai de cinco años, Hiroshi de tres y los pequeños Jun y Mina,  que nacerán dentro de cinco meses- hablo mientras sobaba su pancita, sus ojos relucían con ese brillo maternal.

 

-No puedo, no puedo dejara a mis hijos adoptivos solos- sonrío

 

-No te pido que los dejes, solo te pido que vayas a casa, quizá unas vacaciones-

 

-Si, eso estaría bien-

 

-Toma- una mano le extendió un baso de café - Te calmara un poco los nervios, descafeinado como a ti te gusta- le hablo calidamente el azabache.

 

-A...arigato-

 

-Para ti te traje una rebanada de torta de fresas- los ojos de Deidara brillaron y tomó lo que le ofrecían.

 

Se acercó a un triste Kiba y le ofreció un café y al desconocido también.

 

Las horas fueron pasando, Kiba se había dormido en las piernas de Shino quien hacía compañía al azabache que se pasaba observando al rubio.

 

-Mi hermano necesita de un hombro- hablo Deidara.

 

-Jeem, pero no quiere el mío-

 

-¿Te iras?-

 

-Si, él ya lo ha decidido así-

 

-Pensé que un Uchiha jamás se daba por vencido-

 

-Lo he perdido desde hace mucho, ya no me pertenece-

 

-Y si te dijera que todavía de ama-

 

-Seria darme falsas esperanzas-

 

Itachi salió de la sala de operaciones con una enorme sonrisa.

 

-Se recuperara pronto y en menos de meses será una niña normal- Deidara corrió a besar a su esposo.

 

-Te quiero-  le dijo cuando se separaron.

 

Miradas que deseaban tener lo que ellos poseían los hizo sentirse algo incómodos.

 

-Nos vamos-

 

-Llévate mi auto- le arrojo las llaves.

 

-Nos veremos mañana, no se preocupen ya he dado instrucciones-

 

-Gracias Ita-Chan- hablo el rubio

 

-Naruto, tenemos que hablar- le susurró cuando este lo abrazo

 

Después de algunos minutos Kiba y Shino se fueron del hospital dejando a Naruto y a Sasuke solos.

 

-Si quieres ve a tu casa yo me quedare- le ofreció y el rubio acepto, no paso ni una hora cuando ya estaba de regreso.

 

-Gracias, si tú quieres...-

 

-Estoy bien gracias- contesto sereno. Los ojos azules se perdieron en esa figura, su sola presencia le daba esa tranquilidad que nadie mas le proporcionaba, pero no dijo ni hizo nada.

 

La semana paso rápido y la pequeña Maan se encontraba ya con todos sus amiguitos en el orfanato; Itachi y Deidara habían decidido pasar algunos días allí. Naruto había evadido la plática pendiente con Itachi, sabia que si lo escuchaba iba a ceder y no quería.

 

Salió del orfanato algo cansado, descubrió que tres personas lo esperaban.

 

-Naru- la voz conocida de su hermano.

 

-Venimos por ti para que vayamos a cenar ya que mi Ototo-baka mañana se va- hablo serenamente Itachi a lado de su rubio esposo.

 

Por primera vez en mucho tiempo esa sonrisa de superioridad y de dulzura salio a relucir, sus ojos no dejaban de observar las acciones torpes del ojiazul quien sentía la mirada intimidante del azabache. Como en su primera cita no se hablaron, solo se veía como dos idiotas, ni siquiera se dieron cuenta cuando Deidara e Itachi se fueron. Mucho menos cuando el restauran estaba a punto de cerrar.

 

Salieron dando disculpas al encargado quien solo sonreía. Empezaron a caminar como dos desconocidos.

 

-Así que mañana te vas- habló repentinamente el ojiazul

 

-Si-

 

-Que bien- por alguna extraña razón no sabían que decir o que hacer.

 

-Ya sabes si necesitas algo...-

 

-Claro, gracias-

 

-Es tarde quieres que te acompañe a casa- se sentía como un tonto por haber dicho esas palabras, parecían unos chiquillos como estaban comportándose

 

-No, esta bien así-

 

-Bien- siguieron caminando hasta llegar a aquel parquecillo donde se habían encontrado.

 

-No pen...-

 

-Yo....- los dos hablaron al mismo tiempo y se echaron a reír.

 

-El hecho de que ya no quiera estar contigo no significa que no podamos ser amigo ¿No?-hablo con una sonrisa nerviosa.

 

-No, yo jamás te veré como a un amigo-

 

-Yo...-

 

-Esta bien, es mi culpa, lo siento- el silencio reinó de nuevo ninguno de los dos se atrevía a hablar.

 

-Tengo que irme, no hice las maletas- habló de repente parándose.

 

-Si, entonces mañana iras a despedirte de los niños-

 

-Si, y no te preocupes si no puedes concebir, esos pequeños necesitan de alguien como tu, eres, como decirlo...su padre- sonrío y el rubio escondió sus ojos tras los mechones rubios.

 

-¿Desde cuando lo sabes?-

 

-Mmm... Después de que te fuiste Itachi me lo confesó, dijo que esa fue una de las razones por la que te fuiste-

 

-Yo... lo siento no quería que lo supieras, después de todo yo fui el culpable- su voz sonaba tan quebrada

 

-No digas eso...- dejo aun lado todo y lo tomó en un fuerte abrazo- Tu no fuiste culpable de nada, el único responsable soy yo- acariciaba los cabellos rubios tratando de calmarlo. Verlo sufrir le hacia daño.

 

-Sasuke- se abrigo en el pecho calido, sus lagrimas corrieron; el azabache tomó el mentón y seco con pequeños besos las gotitas saladas

 

-No llores por favor- y atraído por los labios de ese angelito unió los con los suyos, el último beso, la ultima caricia. El rubio disfruto, saboreo el beso y fue entonces que lo comprendió lo necesitaba, era necesario para que se sintiera vivo pero no quería admitirlo. Con esfuerzos sobre humanos se separó y se limpió las lágrimas.

 

-Tienes que irte- y lo empujó. El azabache le acarició una mejilla.

 

-Te amo- esa palabras salieron por si solas e hicieron que el rubio vacilara para arrojarse a él pero no lo hizo.

 

-Buenas noches- dijo saliendo corriendo. Sus ojos negros se ensombrecieron, volvían a llorar, lo había perdido y esta vez era el final.

 

El rubio corría con una mano en la boca tratando de callar sus sollozos, debía ser así, Sasuke necesitaba una familia y el no se la podría dar.

 

La mañana llegó y el azabache se despedía de los pequeños y en especial de Maan, quien lloraba a lágrima viva. Kiba que se aferraba al brazo de Shino. Itachi y Deidara se encontraban allí también y el rubio apenas llegaba.

 

-Hasta luego Sasuke-san- hablo Kiba

 

-Buena suerte Kiba-Kun- hablo con una sonrisa viendo al Aburame, Kiba se sonrojo.

 

-Ototo, vamos llegaras tarde-

 

-Claro- se acerco al rubio y le tendió la mano- Adiós- el rubio la recibió con una muy buena fingida sonrisa de felicidad. Se estaba haciendo el fuerte pero por dentro se estaba muriendo de tristeza.

 

Camino hacia el auto. Deidara le dio un empujoncito al ojiazul.

 

-Sasuke...-

 

-¿Si?-

 

-Maan te va a extrañar- Itachi puso los ojos en blanco

 

-Yo también- se metió al auto y bajo al ventanilla.

 

-Sasuke...-

 

-¿mmm...?-

 

-... Que tengas buen viaje- Deidara casi golpea a su hermano

 

-Gracias- el auto dio marcha. Deidara movió al cabeza en negación.

 

Cerró sus ojos tratando  de hacerse a la idea de que lo estaba dejando ir.

 

-Ototo, en verdad eres un idiota- hablo Itachi algo enojado. El menor no se atrevió a contestarle pues tenia toda la razón del mundo.

 

Deidara se quedo a lado de su hermano, el rubio veía absorto por donde se había ido el vehículo.

 

-Yo que tu iría a impedir que se fuera-

 

-¿Qué?-

 

-¿No sabes?... bueno en cuanto regrese su padre lo obligara a casarse y allí ya no tendrás oportunidad alguna-

 

-Pero...-

 

-Esa fue la condición que impuso su padre para dejarlo venir... aunque él no lo sabes- se dio media vuelta- Lo mas probable es que acepte ¿No lo crees?-

 

-Yo...Aniki- su voz sonaba angustiada

 

-Vuelo 762 a Tokio, sale dentro de una media hora- El pequeño salio desesperado; río, lo había logrado.

 

Empezaron a llamar para abordar el vuelo.

 

-Te veré en casa-

 

-Si-

 

-Buen viaje-

 

-Gracias-

 

El rubio llego corriendo, buscó desesperado el vuelo ha Tokio pero este ya había sido abordado. Sus ojos azules bañados en lágrimas decían lo que su boca no pudo decir en aquel momento.

 

-Te necesito-

 

Una figura le pareció conocida - Naruto - lo observo con una sonrisa enorme - Así que me has ganado Dei-Chan- camino para dar la noticia a su adorado esposo. El pelinegro se encontraba dando su boleto pero el hombre lo quedo viendo raro.

 

-Disculpe pero este no es un juego de atracciones- El azabache le quito el boleto, miles de venitas le aparecieron en la cara, las personas quedaron blancas del la impresión.

 

Pero sus ojos se posaron en una figura y como si viera una de sus mas reales alucinaciones camino hacia él.

 

-¡¡¡¡SASUKEE!!!!- grito el rubio.

 

Sus miradas se volvieron una, sus ojos decían todo y ellos no podían hablar. Se aferró a ese pecho que tanto le había hecho falta. - Quédate conmigo onegai quédate conmigo- sus brazos se sujetaban como si su vida dependiera de ese agarre -No me dejes- su carita fue levantada por los largos dedos pálidos

 

-Jamás lo haría- se fundieron en un puro, delicado y dulce beso, que decía todo, todo lo que no se podían decir. Todo lp que sentían y lo que había callado durante tanto tiempo. Ya no importaba lo demás importaba que estuvieran juntos.

 

 

-Y después de todo me doy cuenta que lo único que necesito para vivir es... a él-

 

 

 

¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,   **FIN**¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,

Notas finales:

Kaze: T_T pidieron final feliz así que, espero no decepcionar

Yue: como sea, hasta qui llega el fin de este fic.

Kaze: Espero que através de esta historia les haya trasmitido algún sentimiento

Yue: Y para serles franca el verdadero titulo de este fic era "Espinas de una rosa"

Kaze: Sip porque para ser feliz tienes que pasar por pruebas dolorosas como la desconfianza, el sacrificio, el orgullo y otras mas.

Yue: Al final decidimos cambiarlo y quedo este XD

Kaze: Se que se habrán dado cuenta que no hay lemon SasuNaru u_uU

Yue: TT_TT torpe quiero el lemon

Kaze: La verdad es que como que no hubo momento correcto para ponerlo o al menos eso pienso n_nU

Yue: Por ahora nos despedimos de ustedes queridos lectores

Kaze: Gracias por leernos durante todos estas capítulos, gracias por dejar un comentario que aunque no he respondido si los he leído y me han parecido encantador cada uno de ellos.

 

Gracias y espero que nos leamos en otro fic. Sigan así de perver. Kaze y Yue fuera


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