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TU NO ERES EL DUEÑO DE MI CORAZON por lyra

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Todo el concierto había salido muy bien. Los chicos estaban encantados con el resultado de un trabajo bien hecho.

Sobretodo Bill. Había cantado mejor que nunca porque él estaba allí, animándole desde la primera fila más que los demás presentes. Y le había cantado sólo para él, como si no hubiera nadie más en la sala.

-Bill, despierta, que te estoy hablando-le dice su hermano golpeándole con el codo en las costillas.

-No hace falta que seas tan brusco-le contesta llevándose una mano al pecho. Estaba soñando despierto y le había interrumpido.

-Te decía que ya nos vamos. El coche está afuera esperándonos y nos vamos al apartamento.

-Yo no me voy con vosotros.

-¿A no? ¿Es que te vas a ir andando?-dice Georg riéndose.

-Tan gracioso como siempre. Eres un encanto de persona-le responde dirigiéndole una mirada asesina.


Recoge su cazadora y se la pone mientras se dirige a la salida trasera de la sala. Su hermano va tras él, pisándole los talones.

-¿A dónde vas a ir tú sólo? Ya es tarde y mañana tenemos que ensayar todo el día. Luego dirás que no te sale la voz porque no has dormido bien.

-Ya vale Tom, pareces mamá. Dónde yo vaya no es asunto tuyo- le contesta sin dejar de andar- y para tu información, no voy a estar sólo. He quedado con alguien.

Tom se para de golpe al oír eso. ¿Con quién había quedado su hermano? No tenía ni idea. Ya no le contaba lo que pasaba por su cabeza desde hacía tiempo.

Se queda intrigado y va tras él en silencio para que no le pillara espiándole.

Abre la puerta un poco y se asoma por la ranura justo a tiempo de ver como su hermano corre por el callejón solitario. Al otro extremo hay un coche parado, parece que le estaba esperando. De él se baja alguien, pero está muy oscuro y no consigue verlo bien.

Corre hacia su hermano con los brazos abiertos y cuando se juntan se funden en un abrazo.

Quiso la suerte que se pararan bajo la luz de la única farola que había en todo el maldito callejón. Entonces pudo ver con más claridad cómo empezaban a besarse con mucha pasión.

Quiere retirar la mirada, pero como nunca había visto a su hermano en esa situación decide no hacerlo. También decide tomar nota. Su hermano debe de besar muy bien por lo poco que puede observar viendo la poca cara que podía ver de la persona a la que estaba besando. Ve que sus ojos no dejan de abrirse y cerrarse de lo bien que lo debe de estar pasando.

Cuando el beso llega a su fin se separan y entonces el chorro de luz cae sobre la cara del acompañante de su hermano.

Tom se queda con la boca abierta.

Su hermano se había estado besando con un chico.

Ve cómo se cogen de la mano y luego le ayuda a entrar en el coche, metiendo la cabeza por la ventanilla para darle otro beso. …l corre al otro lado del coche y lo pone en marcha saliendo a toda prisa.

Y mientras el coche se pierde en la lejanía, allí está Tom, con la boca abierta sin poder cerrarla.


Regresa a la sala de espera todavía con esa imagen en su mente. Se sienta en el sofá y se queda en silencio perdido en el mar de sus pensamientos sin escuchar lo que Georg o Gustav le estuvieran diciendo.

En su mente flota la imagen de su hermano besándose con ese chico, y como habían corrido luego cogidos de la mano como dos tontos enamorados.

-¡Tom!-le dice Georg chasqueando los dedos delante de él y riéndose al ver el bote que pegaba en el sofá.

-¿Qué pasa?-le contesta, más enfadado por lo que había visto en el callejón que con él.

-Que te estamos hablando y no nos escuchas. Estabas haciendo lo mismo que Bill.

-Yo no estaba besando a nadie-se le escapa.

-¿Cómo dices?

No le había escuchado bien porque en ese momento alguien había dado un portazo.

-Que yo no estaba pensando en nada-se corrige.

-Pues lo parecía por lo concentrado que estabas. Te decía que ya nos podemos ir a casa.

Tom se levanta y sigue a sus compañeros hasta la puerta. Salen al callejón donde minutos antes su hermano estaba saboreando el placer. Cierra los ojos y lo atraviesa corriendo hasta que llega al coche, donde se monta dando un portazo.

Cuando los demás se reunieron con el le encuentran con la cabeza entre las piernas.

-¿Te encuentras bien?-le pregunta Gustav

-Estoy un poco mareado, nada más.

-No me extraña, después de la carrera que has echado por el callejón-le dice Georg- parecía que ibas huyendo de alguien.

El coche arranca y Tom sigue agachado.

“No huía de nadie. Huía del recuerdo de mi hermano besándose con otro en vez de conmigo”



Llegan al apartamento y se baja del coche despacio, ya no había motivos para correr. Sube a su habitación y se tumba en la cama con los ojos cerrados.

No sabe cuanto tiempo lleva así cuando alguien llama a la puerta y entra.

-¿Te encuentras mejor?-le dice Gustav mirándole desde arriba.

Abre los ojos y se le queda mirando.

-¿Ya ha vuelto Bill?

-Sólo se ha ido hace media hora. Deja que se divierta un poco más.

-Yo creo que ya se ha divertido bastante por esta noche-dice cerrando los ojos otra vez.

-¿Estás seguro de que te encuentras bien?

-Sí, gracias, sólo necesito descansar.

-Entonces te dejo dormir.

Y sale de la habitación dejándole sólo con sus pensamientos.

No lo podía creer.

Había perdido a su hermano.

Pensaba que siempre estarían juntos y algún día encontraría el valor para decirle lo mucho que le quería.

Pero ya era tarde.

Su hermano se había cansado de esperarle y había salido a buscar su amor en otros brazos.

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